Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Raúl Prada
De entrada, hay que diferenciar entre pluralismo epistemológico y epistemología pluralista; la
primera alude a un eclecticismo, varios paradigmas, varios modelos, varias epistemes, varias
formas de pensar, puestos en juego y en movimiento. La epistemología pluralista, en cambio, se
propone como un pensamiento de la pluralidad y del acontecimiento, concebido como
multiplicidad de singularidades. Se trata de una forma de pensar, de conocer, de concebir, de
ciencia, de imaginar, opuesta al pensamiento universal, a la ciencia estructural, a la episteme
moderna, a los modelos explicativos basados en la totalidad y en la deducción. Por lo tanto,
estamos hablando de dos temáticas distintas, de eclecticismo, por un lado, o de pensamiento
crítico, por otro lado.
Ahora bien, cuando la Constitución declara que Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo
político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país2, alude al
pluralismo epistemológico, si extendemos los pluralismos a las disciplinas y ciencias. Sin
embargo, no hay que olvidar que se menciona concretamente al pluralismo político, económico,
jurídico, cultural y lingüístico. Esto se entiende más en términos institucionales que
epistemológicos. Un Estado plurinacional supone un pluralismo político, así como un
pluralismo jurídico; todo esto en términos de un pluralismo institucional. Lo mismo pasa con
el pluralismo cultural, que forma parte la constitucionalización de las culturas y las lenguas,
del establecimiento institucional de la diversidad del país. El pluralismo lingüístico cuenta con
el artículo 5 de la Constitución, que constitucionaliza los idiomas de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos. Entonces, la Constitución, de manera específica se refiere a
este pluralismo institucional, no así a un pluralismo epistemológico.
De manera diferente, decimos que, para interpretar la Constitución se requiere de una
epistemología pluralista, una epistemología que recoja el pluralismo, el animismo y el
inmanentismo de las cosmovisiones indígenas; una epistemología que sea capaz de interpretar
la integralidad, la interconexión y la interdependencia de los ciclos vitales de los seres de la
Madre Tierra y del cosmos. Hablamos de una epistemología que se base en la dinámica de los
acontecimientos, en el flujo de singularidades, en la dinámica molecular de las singularidades,
que conforman los acontecimientos. No hay que olvidar que el pensamiento pluralista, el
pensamiento de lo plural, es diferente del pluralismo del pensamiento. El pensamiento pluralista
supone una ruptura epistemológica, en tanto que el pluralismo del pensamiento reclama un
necesario eclecticismo; en el mejor de los casos, una tolerancia democrática de las distintas
formas de pensar. El pluralismo epistemológico es una demanda democrática, en tanto que la
epistemología pluralista es una ruptura epistemológica con las formas de pensar modernos.
En adelante, expondremos esta perspectiva: la de la epistemología pluralista.
¿Qué se entiende por pluralismo?
La pregunta quizás debería haber sido ¿qué se entiende por la condición plural del
acontecimiento? La pluralidad es sinónimo de heterogeneidad, también de multiplicidad,
aunque también podríamos decir de complejidad. Empero, no se podría hablar de pluralidad sin
acudir a la perspectiva de las singularidades, perspectiva molecular, perspectiva de la repetición
y diferencia, también perspectiva de la dinámica de los flujos múltiples y de la multiplicidad de
los flujos. La pluralidad es irreductible a una generalización y a una totalización: de manera
diferente, la singularidad es abstraída en aras de la estructura. La generalización, la totalización
y la estructura corresponden a teorías con pretensiones de universalización y
homogeneización. Son teorías que se basan en leyes, en la dialéctica sujeto-objeto, en
estructuras estructurantes. El problema de estas teorías es que se explican el mundo como
consecuencia de las leyes, como objetivación dialéctica y reproducción de estructuras. El
problema de estas estructuras es que no logran ver y asumir las dinámicas moleculares de los
acontecimientos; es decir, no logran comprender el mundo como acontecimiento, por lo tanto,
los mundos como acontecimientos.
Entonces la pluralidad tiene que ver con las singularidades, con la multiplicidad de
singularidades, que se dan en el acontecimiento como dinámica de singularidades. Las
singularidades son como mónadas; micro-cosmos que contienen el cosmos en el que se
encuentran, micro-universos que contienen los universos en los que se encuentran. Estas
mónadas se asocian y componen estos cosmos, estos universos, estos mundos. Lo que se crea
es por agregación, no por totalización. Por agregación y distribución, se constituyen
asociaciones y sociedades dinámicas, atravesadas por acontecimientos, por multiplicidad de
dinámicas moleculares que las hacen vitales. Son mundos, universos, sociedades, en permanente
turbulencia, en constante asociación y re-asociación, en constante composición y re-
composición. Son las dinámicas moleculares las que conforman no sólo asociaciones sino que
también instituyen a las instituciones; son estas dinámicas las que las explican y las reproducen,
aunque sean también las instituciones las que capturan a las singularidades y sus dinámicas.
Empero, así mismo, toda mónada también captura otras mónadas al entrar en asociación con
ellas. Lo que pasa es que las instituciones presentan una aparente estabilización, estabilizan un
funcionamiento, una administración, recurren a una normativa y a reglamentaciones, tratando
de escapar de la contingencia de los flujos, del azar y de las coyunturas. Empero, las
instituciones no tienen vida propia, no funcionan de por sí, sino que requieren de dinámicas
moleculares, de movimientos cotidianos, aunque se los efectúa por capturas. Las dinámicas
moleculares son atrapadas, registradas, codificadas; son retenidas en las mallas institucionales.