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Cómo Ser Feliz el 100

% del Tiempo (de


Verdad)

Una de las creencias más extendidas en la humanidad es que no se


puede ser feliz el 100 % del tiempo.

Muchos de nosotros creemos que se puede ser feliz de vez en cuando,


pero no en todo momento.

En parte, es comprensible que creamos esto, porque vivimos en un


mundo donde a menudo cuesta ser feliz. Pero si lo pensamos
detenidamente, podemos ver fácilmente que no es cierto.

Si fuera verdad que no podemos ser felices siempre, significaría que hay
un límite de tiempo de felicidad que no se puede superar de ninguna
manera. Por ejemplo, cien minutos de felicidad a la semana. (O
doscientos. O trescientos. O mil. No sé cuál sería el límite exacto en caso
de existir, pero si fuera cierto que no se puede ser feliz siempre, tendría
que haber algún límite).

La pregunta es: ¿crees que esto es así?

¿Crees que hay alguna ley universal escrita en algún lugar que dice que
no puedes ser feliz más de una determinada cantidad de tiempo?

Estoy seguro de que no.

La felicidad no tiene ningún límite.

Puedes ser tan feliz como quieras.

Y hoy hablaremos del proceso exacto para conseguirlo.

La Fórmula Exacta de la Felicidad


El primer paso para aprender a ser feliz todo el tiempo es entender bien
cómo funciona la felicidad. Y esto es perfectamente posible, porque la
felicidad tiene una fórmula exacta que se cumple siempre.

Para mí, esta fórmula es uno de los conocimientos más importantes del
universo. Si tuviera que elegir saber una sola cosa sobre cómo funciona
la vida, elegiría esta. Y la clave para entenderla es ver que la felicidad en
realidad es exactamente lo mismo que el amor.

La felicidad y el amor son exactamente la misma cosa. Son la misma


energía.

Lo que pasa es que esta energía amor/felicidad puede tener apariencias


distintas, y por esto tenemos dos palabras distintas para referirnos a ella.

Por un lado, a veces esta energía sale de nosotros y se dirige hacia


afuera. Y en este caso, la llamamos “amor”. Cuando amamos, el amor
sale de nosotros y va hacia aquello que amamos.
En cambio, otras veces la energía viene desde fuera y entra en nosotros.
Y cuando pasa esto, la llamamos “felicidad”. La felicidad es algo que
sentimos en nuestro interior cuando apreciamos la vida que vivimos.

Si lo miramos superficialmente, puede parecer que son dos energías


diferentes, porque una sale de nosotros y la otra entra. Pero en realidad
son la misma energía formando un círculo. La felicidad que entra en
nosotros es exactamente el mismo amor que ha salido previamente. Así:

Es decir, el amor que expresamos se refleja en aquello que amamos y


vuelve a nosotros en forma de felicidad. O lo que es lo mismo:

Felicidad = amor expresado


Y esta es la fórmula de la felicidad. La cantidad de felicidad que sentimos
en cada momento es exactamente igual a la cantidad de amor que
estamos expresando. Ni un poco más, ni un poco menos. Es una fórmula
exacta que se cumple siempre.

Lo que no dice esta fórmula es qué debemos amar ni cómo debemos


hacerlo. Podemos amar lo que queramos y de la forma que queramos; lo
único que importa a la hora de ser felices es que expresemos amor.
Cuando expresamos nuestro amor, nos sentimos felices; cuando no, no.

Cómo Aplicar la Fórmula de la


Felicidad
La idea general de la fórmula de la felicidad es bastante sencilla de
entender y de comprobar: para ser feliz, hay que expresar amor.

Aún así, a veces hay dudas sobre si se cumple siempre o no. Un


comentario que he recibido algunas veces es: sí, la fórmula de la
felicidad es bastante correcta, pero no se cumple siempre. Hay veces
que expresamos amor y no somos felices.
A veces nos preocupamos por alguien, por ejemplo, y a cambio solo
recibimos ingratitud. O ponemos nuestro empeño en un proyecto que nos
hace mucha ilusión, y no sale bien. Estos casos, y otros parecidos,
parece que contradicen la fórmula de la felicidad.

Pero esto es debido a una pequeña confusión respecto a lo que significa


el término “expresar.”

Cuando oímos que para ser feliz hay que expresar amor, la primera idea
que normalmente nos viene a la cabeza es que hay que expresar amor
con los actos: tratar bien a los demás, decir cosas amables, trabajar en
proyectos que parecen buenos, etc.

Pero no es así.

Los actos son un canal con el que nos expresamos, pero no es el único;
ni tampoco es el más importante.

El canal más importante son los pensamientos.

Para expresar amor, hay que pensar con amor.

Si no hay amor en nuestros pensamientos, da igual lo que hagamos con


nuestros actos.

Cómo Expresar Amor de Forma


Completa
Para expresar amor de forma completa y sincera, hacer actos
aparentemente amorosos no es suficiente; nuestros pensamientos
también deben ser amorosos.
Esto es así porque los pensamientos son el origen de todo lo que
hacemos. Todas nuestras acciones nacen primero en forma de
pensamientos. Por lo tanto, si los pensamientos no son amorosos, los
actos tampoco pueden serlo; independientemente de la apariencia que
tengan.

Lo podemos comparar con el crecimiento de una planta. En un caso así,


los pensamientos serían la semilla y los actos serían la planta cuando ha
crecido. Si la semilla no tiene amor, la planta tampoco puede tener amor.

Esta es la razón por la que a veces parece que la fórmula de la felicidad


no se cumple. Si hacemos actos aparentemente amables, pero por
dentro pensamos de forma poco luminosa, nuestros actos estarán
vacíos. Por fuera quizás parecerá que estamos expresando amor, pero
en realidad no será así, y por lo tanto no nos sentiremos bien.

En cambio, si nuestros pensamientos son amorosos, toda nuestra vida


se llenará de amor: nuestras ideas y nuestras opiniones serán amorosas,
y todo lo que hagamos y digamos también.

Este es el verdadero camino para expresar amor.

Y es el camino que lleva a la plena felicidad.

Cómo Ser Feliz el 100 % del Tiempo


Así pues, la clave para ser plenamente feliz es pensar con amor.
Siempre que pensamos de forma luminosa, respetuosa y constructiva, el
amor fluye a través de nosotros y nos sentimos bien.

Y siempre que tenemos pensamientos de rechazo hacia algo o


alguien, nuestro amor se bloquea y nos sentimos mal.

Esto enlaza con la cuestión que planteábamos al principio del artículo:


¿se puede ser feliz todo el tiempo?

Por supuesto que sí.

Tú puedes elegir tus pensamientos, y siempre que pienses con amor te


sentirás bien.
No hay ningún límite sobre los pensamientos amorosos que tú puedes
tener.

Un fuerte abrazo,

Jan

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