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PODER JUDICIAL
202° y 153°
ASUNTO: AP51-V-2012-008654
DE LA DEMANDA
II
LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
III
DE LAS PRUEBAS
PRUEBA DE INFORME
Artículo 12.
Parágrafo Cuarto. La opinión del niño, niña o adolescente sólo será vinculante
cuando la ley así lo establezca. Nadie puede constreñir a los niños, niñas y
adolescentes a expresar su opinión, especialmente en los procedimientos
administrativos y judiciales”.(subrayado del Tribunal)
…(Omisis)…
…(Omisis)…
Tal omisión del juzgador constituye no sólo una violación al derecho de los
niños, niñas y adolescentes de opinar en los asuntos que les interesan, sino que
además, constituye una violación a la tutela judicial efectiva y al derecho a la
defensa, por cuanto, si el juez consideraba que su opinión no era precisa para
resolver el caso, pudo haberlo manifestado de forma expresa, de tal manera
que el solicitante tuviera conocimiento de los motivos que tenía para
prescindir de una actuación que de suyo es primordial. (Negritas y subrayado
de este Tribunal).
IV
PUNTO PREVIO
Florida, Nevada y Luisiana los consideran legales siempre que sean altruistas.
- Legales: (con o sin precio): Israel, Irán, Rumanía, Ucrania, Rusia, Nueva
Zelanda, Sudáfrica e India.
Alemania
Estas recomendaciones fueron volcadas a una ley cuya vigencia data de 1991.
Argentina
Art. 57: El embrión tiene derecho a la vida y de que se respeten sus límites
éticos:
Art. 58: El embrión humano sólo podrá utilizarse para lograr la procreación
humana, quedando expresamente prohibido su implante en cualquier otra
especie;
Art. 60: Queda expresamente prohibido el uso del embrión humano, que posea
las condiciones para ser implantado en el hábitat procreacional natural, a los
fines de investigación. Si los mismos fueren utilizados con otros fines que los
previstos en esta ley, los profesionales o personas autorizantes y los
participantes en cualquier grado, serán penados de acuerdo a lo establecido
por la reglamentación.
C.F.R. e Iribarne:
Titulo III:
Art. 40: Sólo podrán concebirse embriones humanos con el objeto de procrear
seres humanos
Titulo V:
Art. 82: A los efectos de esta ley, se entenderá por terapia fetal, toda actuación
sobre la persona por nacer, tendiente a tratar una patología, malformación o
disfunción, para asegurarle una mejor viabilidad.
Art. 83: Para que pueda aplicarse la terapia fetal a un embrión antes de ser
transferido a la mujer, o que está siendo gestado, debe tratarse de patologías,
malformaciones, o disfunciones avaladas por un diagnóstico muy preciso, y
ofrecer garantías razonables de mejoría o solución.
Art. 86: Se entiende por terapia génica, a los efectos de esta ley, al implante de
genes o células sanas, provenientes de personas muertas, en células
localizadas, enfermas o dañadas, de personas vivas.
Art. 90: Queda prohibido implantar genes o células entre genes de diferentes
especies.
Titulo VI:
Art. 105: Se entiende por investigación científica a los efectos de esta ley todo
ensayo, práctica o experimentación, sobre material genético humano, gametos
humanos, personas por nacer, incapaces, mujeres embarazadas y personas
vivas o muertas en general que tenga por finalidad el desarrollo de
conocimientos biológicos, médicos, industriales, entre otros.
Art. 111: Está prohibido realizar investigación científica sobre personas vivas,
a menos que se presenten estas circunstancias:
Art. 122: Toda persona humana viva tiene derecho a gozar de su patrimonio
genético propio, sin que sufra ninguna manipulación, salvo en el ámbito de las
aplicaciones terapéuticas en beneficio de su salud, y siempre que esta
aplicación no implique causar un perjuicio, merma o alteración en el
patrimonio genético de otra persona viva.
Art. 123: A los efectos de esta ley, se entiende por ingeniería genética, la
recombinación artificial de materiales genéticos provenientes de organismos
vivos o muertos.
Art. 130: Todas las especies existentes sobre la Tierra, tienen derecho a
mantener su individualidad biológica y genética.
Sin ser más extensivos en el tema, pero remitiendo al lector del presente fallo,
al apéndice de proyectos de legislación argentina, consideramos que algunos
proyectos en más y otros en menor medida, pretenden regular lo relacionado
con la ingeniería genética, tratando de esta manera, de evitar abusos que
conlleven a la pérdida o desnaturalización del patrimonio genético humano,
como a la destrucción o malformación del embrión objeto de investigación.
Teniendo en cuenta los diferentes proyectos de ley anteriormente
mencionados, el control de estas prácticas serán llevadas a cabo por los
organismos que los propios proyectos de ley proponen.
Australia:
Es dable destacar la legislación existente en este país dado que ha sido uno de
los pioneros en utilizar estos tipos de técnicas. En la mayoría de las
instituciones que llevan a cabo prácticas de experimentación, cumplen un
importante rol los comités de ética. Ellos son los encargados de aprobar los
proyectos de investigación a realizarse en esa institución a la que pertenecen,
siempre que estas experiencias involucren seres humanos.
Alemania:
Esta ley, toma una de las posturas más restrictivas en punto a las posibilidades
de investigación y reconociendo como destino exclusivo de todo óvulo
fecundado su desarrollo gestacional. La norma contempla sanciones penales
para quienes fecunden artificialmente un óvulo con un motivo diverso al de
producir un embarazo en la portante (art. 1.1 inc. 2).
Brasil.
Costa Rica
, dijo el costarricense M.Y., integrante del grupo de familias que hace más de
una década demandó al Estado de Costa Rica por una resolución de la Sala
Constitucional que en 2000 prohibió la fecundación. “Es histórica, porque
éramos el único país de América que había tenido la osadía de prohibir esta
técnica médica”, declaró Yamuni a EL PAÍS.
, agregó.
Yamuni explicó que “lo que ahora sigue es procurar que el Estado sea lo
suficientemente responsable y, a la hora de aceptar el fallo, realmente se
mueva rápido para evitar seguir haciéndole daño a las personas que hoy
necesitan de la técnica de fertilización ‘in vitro’, para que se legisle y se
permita esto lo antes posible. Y como buenos perdedores, se den cuenta de
que no tenían la razón y rectifiquen el error lo más rápido que puedan”.
http://www.vientredealquiler.com/index.php/es/ciencia-salud-y-sociedad/
1821-costa-rica-condenada-
España
FUENTE:http://www.vientredealquiler.com/index.php/es/component/
content/article/3-pagina-de-inicio/37
Estados Unidos.
Holanda.
Honduras
India.
En el mes de julio de 2012, se conocieron los casos de dos familias que
recurrieron a la maternidad subrogada en la India, un país con altísimos
índices de mortalidad de gestantes y de recién nacidos/as. La elección de este
destino para completar una familia tiene que ver con razones económicas:
todo el proceso, desde la gestación del embrión hasta el parto, cuesta la cuarta
parte que en Estados Unidos y los tours médicos proliferan para ofrecer este
servicio –entre otros, más netamente turísticos–. Sin cuestionar el deseo de
quienes buscan convertirse en padres o madres, lo que ha faltado hasta ahora
en los relatos de las parejas que vuelven de un destino exótico para Argentina
con un recién nacido o recién nacida cuya adopción es automática, son las
voces de las mujeres que ponen el cuerpo, mujeres invisibles sin derecho a
tener contacto alguno con quien gestaron, ni mucho menos a arrepentirse de la
decisión que tomaron.
Aasia Khan nació y vive en Mumbai, India, tiene 29 años, tres hijos y está
casada. Es la protagonista de Made in India, un documental que registra el
proceso por el cual Aasia lleva en su vientre el embrión de una pareja
norteamericana, que finalmente se duplica y resulta un embarazo múltiple y
que Lisa y B.S. consiguen por medio de un contrato de maternidad subrogada
por el que pagan 30 mil dólares. Después de mostrar cómo vive junto a sus
hijos y cómo concurre a los controles que le exige la clínica, Aasia dice “ellos
están felices porque van a tener dos bebés pero yo no hubiera hecho esto si no
fuese pobre”.
R.H. y Vaishali Sinha, autoras del film, consiguen a lo largo de la película este
y otros testimonios de mujeres que, en primera persona, cuentan por qué
prestan su cuerpo para que otras familias sean padres y madres, cuánto les
pagan, qué controles reciben y cómo se relacionan con ese bebé o bebés por
venir, con quien no les está permitido tener ningún contacto. Aasia usó
“burka” durante todo el embarazo para que sus vecinos no la reconozcan,
otras dicen que lo hacen pensando en el futuro de sus hijos, que este dinero les
permitirá educarlos, se sorprenden por la posibilidad de llevar en su vientre a
un hijo que no les corresponde biológicamente (y sobre el que renuncian a
toda potestad y contacto), pero sobre todo exhiben el contraste que resulta de
sus vidas con las que del otro lado del planeta tiene la otra parte del contrato.
En este caso, los Switzer, una pareja texana que entre típicas fotos de boda
yanqui y la soltura de quienes están adoctrinados por la era del reality, relata
la odisea que los llevó a la India, donde los costos para acceder a la
maternidad subrogada son de entre 25 y 35 mil dólares, a diferencia de los 100
mil que, en promedio, les saldría hacerlo en su propio país. Hicieron siete
tratamientos de fertilización asistida que fracasaron y vendieron su casa para
pagar los costos, cuentan no sólo en Made in India sino en los medios de su
país, donde vivieron un boom mediático en 2009. Los Switzer vendieron una
casa en San Antonio para concretar su sueño de ser padres, pero por ofrecer su
cuerpo para el procedimiento, Aasia recibió 2 mil dólares.
Made in India forma parte de una serie de trabajos y reflexiones en torno de la
explotación de mujeres pobres para beneficio de un negocio que se extiende y
que tiene aristas de todos los colores: el año pasado se conoció el caso de una
pareja de varones argentinos que acudió a la maternidad subrogada en India
para concretar su sueño de ser papás. Este mismo diario documentó la odisea,
desde la angustia de los nueve meses a la elección del color de la habitación.
C.D. y A.G. son la primera pareja LGBT en acudir a este procedimiento y
ambos contaron el proceso por el cual eligieron a la mujer canadiense que
ofició de donante y a la india que llevó al bebé en su panza. La primera,
universitaria y residente en California, de la segunda sólo saben que está
casada y que vive en Nueva Delhi. “El alivio que implica la inclusión de la
familia diversa no impide que se escuche en estas historias un ruido raro sobre
el fondo de la escena: una familia es ‘feliz’ pagando un costo económico que
no logra menguar el costo sobre otra familia (porque todas las mujeres
subrogantes son madres) que exponen su cuerpo por fines netamente
económicos”, dicen desde SAMA, un grupo de mujeres que investiga y
reflexiona sobre las prácticas que incluyen la salud de las mujeres en el
mundo y que forma parte del colectivo que dispara preguntas sobre el alquiler
de vientres en India.
Según las Directrices, la madre subrogante no puede aportar los óvulos, dice
textualmente: “Subrogancia” es un acuerdo por el que una mujer accede a
embarazarse, utilizando tecnología reproductiva, sin que ninguno de los
gametos le pertenezca a ella o a su esposo, para llevar a término el embarazo y
entregar el niño a la persona o personas para las cuales ella actúa como
subrogante. La madre subrogante es una ciudadana de la India, residente en
India, que accede a que se le implante un embrión generado por el esperma de
un hombre que no sea su marido y el óvulo de otra mujer, para llevar a
término el embarazo y entregar el niño a la pareja/persona que requirió la
subrogancia”.
Los criterios para ser madre subrogante son: ser menor de 35 años, puede ser
familiar, conocida o no tener relación alguna con la pareja que le encarga el
embarazo, VIH negativa (le hacen la prueba antes de firmar el acuerdo),
presentar una declaración jurada diciendo que en los últimos 6 meses: a) no le
administraron ningún medicamento/droga con una aguja usada por otras
personas; b) no le hicieron transfusiones de sangre; y c) hasta donde sabe, ni
ella ni su marido tuvieron relaciones prematrimoniales; d) no se inyecta
drogas, y no se someterá a ninguna transfusión de sangre que no provenga de
un banco de sangre certificado. Ninguna mujer puede ser subrogante más de
tres veces en el transcurso de su vida.
Mientras tanto, los contratos de subrogación en la India son cada vez más
frecuentes pero también las dificultades para sacar a esos chicos del país en
determinados casos, como el de la pareja Dermgerd y Grinblat (a quienes le
dijeron en el consulado que no tenían formulario para anotar al bebé como
hijo de una pareja copaternal) o el de E.S.G., la argentina que estuvo varada
junto a su marido español por dos semanas ya que las leyes indias
consideraban apátrida a la beba. Según Radhika estas dificultades responden
al vacío legal concreto que favorece la proliferación de contratos entre las
partes, aunque en la mayoría de los casos no pasa nada y los bebés salen del
país sin ningún problema. Para ella, Argentina es un país pasible de repetir el
modelo indio con iguales consecuencias que las que tiene en su país, pero
sobre todo y como explora el proyecto de investigación “Assisted
Reproductive Technologies: Implications for Women’s Reproductive Rights
and Social Citizenship” en tres provincias indias (Orissa, Uttar Pradesh y
Tamilnadu), replicar una práctica que afecta la salud de las mujeres en sus
flancos más débiles y se disfraza en las necesidades de ciertas familias para
exponer a muchas otras a más desigualdad y peores condiciones de vida. Para
Barón: “Si bien el debate parece estar empezando, todavía no se problematiza
con todas las letras, lo único que importa es que ninguna parte quede
invisibilizada, pero sobre todo que todas las modificaciones del anteproyecto
sirvan para mejorar la calidad de vida de todas las mujeres y no empeorar las
de unas en beneficio de otras e incrementar el capital de entidades privadas”.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-7368-2012-
07-13.html
Italia.
La experiencia en Italia nos presenta el singular caso de una mujer que dio a
luz a su hermano, ante la imposibilidad física (fundada en problemas de salud)
de su madre para sobrellevar el embarazo y que deseaba tener un hijo de su
nueva pareja. Acerca de este tema, la doctrina de ese país expresa que, en
virtud de los principios instituidos en su código civil, la maternidad exige el
presupuesto del parto y, por ello, madre será quien ha llevado a cabo la
gestación. Empero, algunos autores se inclinan por considerar tal a aquella
mujer que ha deseado tener al hijo (maternidad psicológica) en franca
oposición con quienes remarcan con la mayor de las trascendencias la relación
que se establece entre madre e hijo durante la gestación, siendo esta
circunstancia la que debe primar en caso de conflicto entre madre gestante y
madre biológica.
Japón
Países Bajos:
Suecia
MOTIVA
Es importante considerar que al tema que nos ocupa, citar algunos criterios
extraídos del derecho comparado para lograr una mayor ilustración del caso;
en ese orden de ideas, debemos considerar casos reales sustanciados ante los
distintos tribunales a nivel mundial tales como el informe de la Conferencia de
Derecho Internacional Privado de La Haya, el cual resulta particularmente
interesante porque recoge diversos tratamientos que ésta forma de maternidad
recibe en los diferentes Estados miembros de la Conferencia. Pero, sobre todo,
interesa su propuesta de adopción de un instrumento internacional que
permita, no tanto la armonización de las normas de Derecho internacional
privado relativas al establecimiento de la filiación en aquellos casos en los que
media un contrato de maternidad por sustitución, sino el establecimiento de un
marco de cooperación entre autoridades (semejante al que establece el
Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993 relativo a la protección del niño
y a la cooperación en materia de adopción internacional), que favorecería el
reconocimiento de las filiaciones válidamente determinadas en un Estado, que
admita esta forma de gestación por sustitución, en otro Estado cuyo
ordenamiento prohíba esta práctica, tal y como sucede en nuestro país.
• Mientras que Florida, Nevada y Luisiana los consideran legales siempre que
sean altruistas.
• Sin olvidar que otros Estados –como Alaska o Texas– aún no se han
pronunciado sobre las surrogate mothers.
Los niños, que nacieron hace cuatro años, están en la mitad de una pelea
jurídica del padre biológico, que los sacó del país, y la mujer que los dio a luz,
quien dice que no pueden separarla de ellos.
Ese juez señaló en su sentencia que hubo un contrato verbal de alquiler del
vientre que fue incumplido por la madre de los niños, desconociendo los
derechos del padre. Y agregó que iba en contra de los niños la intención de la
madre de hacerlos vivir en Cali, "ciudad llena de inseguridad y pobreza que
no era el mejor ambiente para ellos". Desde hace dos años, la madre empezó
una lucha, vía tutela, para volver a ver a sus hijos, hasta que el caso llegó a la
Corte Constitucional.
La Corte Constitucional colombiana protegió el derecho fundamental a tener
una familia y no ser separados de ella, de unos menores y el derecho al debido
proceso de su madre, violados por un Juzgado de Familia al permitir la salida
de los menores de Colombia por un término indefinido hacia Estados Unidos,
por petición de su padre biológico. El juzgado tomó esta decisión con base en
prejuicios sobre la madre, a pesar de que existía un juicio por la custodia y
patria potestad de los niños pendiente de resolver y, tomando en cuenta que el
padre biológico argumentaba el incumplimiento por parte de la madre de un
presunto contrato de alquiler de vientre.
Los Hechos:
En marzo de 2006 Sarai dio a luz a dos gemelos y en diciembre del mismo
año el Instituto de Bienestar Familiar le retiró la custodia de los menores y se
la asignó de forma provisional a la tía paterna, porque los niños padecían de
una afección gripal derivada del entorno en que se encontraba ubicada la casa
de Sarai.
Sarai decidió cambiar de domicilio para mejorar las condiciones de vida para
sus hijos, su madre y su hija mayor. Mientras duró la separación provisional,
visitó constantemente a sus hijos en la casa de la tía paterna.
Precedentes
Razonamientos
La Corte Constitucional consideró que los derechos de los niños tienen una
protección reforzada y tienen prevalencia desde el punto de vista
constitucional. La familia es una de las condiciones necesarias para la
satisfacción de tales derechos, por lo que una decisión tan drástica como la de
separación de los menores de su núcleo familiar no puede darse simplemente
con base en razón de la pobreza o las condiciones exclusivamente económicas
de la familia, pues esto constituiría una medida discriminatoria. Por el
contrario, deben existir otros motivos adicionales y de suficiente gravedad.
Fallo
el padre de los menores deberá traer los niños a Colombia, a la ciudad donde
se encuentre domiciliada la madre, como mínimo tres (3) veces al año, durante
las vacaciones de Semana Santa o su equivalente, mitad de año (junio-julio) y
de fin de año (diciembre), hasta tanto se decidan definitivamente los procesos
de custodia y cuidado personal y pérdida de la patria potestad por las
autoridades competentes. Los gastos que ocasione el traslado de los menores
durante estas fechas, así como de alimentación, salud, vestuario y recreación,
y en general todos los gastos que demande su estadía en el país, deberán ser
asumidos por el padre, de acuerdo con la cuota que para tales efectos
determine el Juzgado Décimo de Familia de Cali, la cual deberá estar acorde
con las reales condiciones económicas del padre de manera que se garantice el
nivel de vida que los menores han tenido hasta el momento, o facilitar el
traslado de la madre a los Estados Unidos en tales oportunidades asumiendo
todos los costos que ello suponga.
RESUMEN:
SENTENCIA
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero
—Según consta en los autos, se presentó demanda por la citada parte actora
contra la mencionada parte demandada, siendo turnada para su conocimiento
y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, tras los pertinentes
actos procesales de tramitación y previa celebración de los oportunos actos de
juicio oral, en el que quedaron definitivamente configuradas las respectivas
posiciones de las partes, dictó la sentencia referenciada anteriormente.
Segundo
A)—D. L.M. con DNI NUM000, solicitó en abril del 2010 ante el INSS la
prestación de maternidad derivada del nacimiento de Graciela en fecha
NUM001 -10, instruyéndose al efecto por el INSS el oportuno expediente
administrativo, acordando conceder a la parte actora diez días a fin de aportar
la inscripción preceptiva de su maternidad en el Registro Civil español bien en
la delegación española correspondiente al nacimiento de la menor Graciela o
el expedido por el Registro Civil Central.
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero
Segundo
Sobre esta base, lo que procede examinar ahora, al hilo del argumento del
escrito de impugnación de la parte demandada de que la sentencia -cuya
confirmación solicita- "no se cuestiona la legalidad de la DGRN.........sino
únicamente sus efectos respecto a la prestación contributiva de maternidad por
parto", es la cuestión de cuál sea el interés protegido con la misma, que viene
regulada en el art 133 bis y ss de la LGSS, porque los referidos efectos están
indefectible e ineludiblemente vinculados al interés jurídicamente protegible,
pues aunque los beneficiarios sean "los trabajadores por cuenta ajena" a que
alude el art 133 de esa norma, lo que se trata de amparar es no sólo el cuidado
de la madre, en los casos de maternidad biológica, sino también y en todo
caso, el del menor, de ahí que se haya desgajado la previsión normativa de la
regulación general de la incapacidad temporal donde inicialmente tenia cabida
y que se contemplen los casos de adopción y acogimiento, que no conllevan
parto previo de los adoptantes o acogedores.
Desde esta base, debe repararse en que la unión entre personas del mismo
sexo permite mantener indiferenciada la condición de progenitor de cada uno
de los miembros de la pareja en relación con los hijos, lo que no ha de hacer
de peor derecho a aquellos respecto de la constituida por miembros de distinto
sexo, sin que el parto como hecho biológico suponga un obstáculo insalvable
en función de los restantes supuestos de adopción y acogimiento y los que
puedan asimilarse a los mismos, como es el caso presente según más adelante
se verá, sobre la base de que en él la madre biológica no aparece como madre
a los efectos civiles y no se le ha reconocido ningún derecho al respecto,
habiéndose logrado la filiación legal por el actor y su pareja.
Tercero
Desde el examen de tales normas y la filosofía que las inspira, cabe concluir
que la licencia de maternidad se concibió para proteger a las trabajadoras
durante el periodo de embarazo y de recuperación después del parto, teniendo
por finalidad cuidar la salud de la mujer trabajadora y la de su hijo durante el
periodo inmediatamente anterior o posterior a la de su nacimiento.
Hay, pues, dos situaciones que deben diferenciarse en relación con la llegada
de un hijo/a al núcleo familiar, generador de ese derecho de licencia de
maternidad o paternidad: a) La de parto, como causa de suspensión del
contrato de trabajo, que sólo corresponde a la madre que físicamente ha
gestado y ha dado a luz un/a hijo/a, y b), la situación sin parto de los otros
progenitores que, en el grado y condición que corresponda, también se ven
afectados por esa nueva configuración familiar pero desde otra perspectiva y
relación con el sujeto que la motiva.
Es cierto, por otro lado, que La licencia por maternidad, aunque derive del
parto, no tiene como única beneficiarla a la madre sino que, como ya se ha
indicado, ese beneficio puede extenderse a otros sujetos distintos, aunque
relacionados con aquélla, de ahí el derecho del progenitor a disfrutar del
permiso por maternidad por sustitución en aquellos casos en que la madre,
beneficiarla del derecho, lo trasfiere al otro progenitor, ya por opción o por
muerte, o porque no haya generado el derecho a la licencia ni prestación
económica que lo acompañe, pero en este caso tampoco estaría encuadrado el
demandante, en tanto que no existe madre de la que obtener esa transferencia
del derecho.
Cuarto
Quinto
—Queda por determinar si existe otra posición en la que poder incluir o
entender incluido el supuesto en el que se encuentra el demandante dentro del
derecho prestacional que demanda.
Ahora bien, parece igualmente evidente que la posición del demandante, a los
efectos litigiosos, es similar a la que, también como "progenitores", ocupan
aquellos que se hallan en supuestos de adopción o acogimiento familiar y
cubriendo de igual manera la finalidad que persigue la norma, y ello en virtud
de lo que establece el art 4.1 del C.C., porque aunque la maternidad derivada
de la condición de progenitor inscrito como tal en el Registro Civil y en virtud
de una gestación como la que se contempla en el caso presente no está
contemplada en la LGSS, ni, en consecuencia, desarrollada en el Real Decreto
295/2009, de 6 de marzo, los supuestos guardan semejanza, en tanto en cuanto
la posición que ocupan los progenitores en uno y otro caso respecto del
nacido, adoptado o acogido es la misma en el marco de las relaciones
laborales y familiares en las que están inmersos.
Por otra parte, tampoco seria posible entender que la norma realmente no
quiere reconocer el derecho, dado que no hay exclusión alguna al respecto, de
forma que es posible inferir que se está ante una laguna legal, y la identidad de
razón concurre desde el momento en que se trata de dar protección por
maternidad a quien ostenta la condición de progenitor de un menor por título
jurídico diferente a la adopción o acogimiento pero idóneo por haber inscrito
en el Registro Civil la filiación entre el menor y el que reclama la prestación.
Sexto
Séptimo
FALLO
• “En marzo de 1987, el juez Harvey Sorkow, del condado de Bergen (New
Jersey), dictó sentencia sobre el caso de “Baby M”, la niña que nació de una
madre de alquiler contratada por un matrimonio sin hijos que quería
descendencia. William y E.S. habían recurrido, a través de una agencia, a los
servicios de M.B.W., para que les gestara un hijo concebido por inseminación
artificial con el esperma de William. La madre sustituta se comprometió a
entregar la criatura, una vez nacida, a los Stern, que le darían entonces el
precio convenido: 10.000 dólares. Pero, después de dar a luz una niña y
ponerla en manos del matrimonio contratante, Mary se llevó de nuevo a su
hija y devolvió el dinero recibido. Los Stern la denunciaron a los tribunales
por incumplimiento del contrato, y comenzó así una larga batalla jurídica
entre los padres considerados legales y la madre biológica.
Al final, el juez dio la razón a los Stern, considerando que serian para “Baby
M” mejores padres que M.W. y su marido. La madre de alquiler era una mujer
de 29 años, casada con un empleado de los servicios de limpieza del
Ayuntamiento, ambos tenían otros dos hijos en edad escolar. Los Stern
pasaban de los 4, tenían sendos grados académicos de doctor – él bioquímica,
y ella, pediatra- y disfrutaban de una situación económica confortable.
Basándose en estos datos, el magistrado considerando que “con los ingresos y
la educación médica de la señora Stern y los conocimientos científicos de su
marido, la salud de la niña no corre peligro”. Por lo que concedió la custodia
al matrimonio contratante(…) En definitiva, el juez trató el caso como un
litigio sobre la custodia de la niña, sin entrar en el fondo del asunto: la licitud
o ilicitud misma de los contratos de alquiler de útero. En ningún momento
cuestionó las consecuencias de permitir que una mujer geste, a cambio de
dinero, un hijo para una pareja estéril. Pero es que ni siquiera este era el caso
de los Stern. Elizabeth podría haber concebido ella misma a B.M. sólo que un
principio de esclerosis que se le había diagnosticado tal vez le habría
ocasionado, a su edad, algunos problemas adicionales durante el embarazo.
Los Stern podrían haber tenido hijos propios mucho antes, pero decidieron no
tenerlos hasta que ella se hubiese establecido profesionalmente. A pesar de
ello, el juez creía que Elizabeth y su marido cuidarían mejor de una niña que
no habían querido tener hasta que les ha venido bien. En definitiva, no se
puede negar que Mary había aceptado el contrato para dar una satisfacción a
un matrimonio que quería descendencia… y por el no tan altruista motivo de
obtener 10.000 dólares.”
• “Una ciudadana colombiana que hace unos años aceptó ser la “madre
portadora” de un bebé de su hermana y su cuñado, de nacionalidad Suiza,
podrá permanecer en ese país, según una sentencia emitida por el Tribunal
Federal, la más alta instancia judicial”. La sentencia dio la razón a la mujer en
virtud del reagrupamiento familiar. “La mujer había llegado a Suiza en 2005
con una hija de pocos meses, para vivir en la casa de su hermana y su esposo,
originario de la ciudad de Lucerna y que era el padre biológico de la criatura,
reconocido oficialmente.” “El tribunal destaca que “unidos estrechamente por
el nacimiento de la niña” los tres adultos formaron en los últimos años una
verdadera familia, hasta la muerte del marido, en 2007, a los 71 años de
edad.”
Ahora bien, narrados como han sido, casos emblemáticos en la materia que
nos ocupa, debemos retomar la situación que se analiza destacando que, la
técnica del vientre en alquiler o vientre sub-rogado, no constituye un
fenómeno emergente o de los tiempos modernos, la historia de los vientres de
alquiler se remonta a miles de años atrás, teniendo la primera referencia en la
Biblia, en el Antiguo Testamento. Así, el Antiguo Testamento, nos cuenta el
nacimiento de Ismael, hijo de Abraham, gestado en el vientre de Agar, esclava
de su mujer Sara que había sido incapaz de tener descendencia. Esta práctica
era común entre las mujeres estériles de Oriente Medio, que eran marginadas
y apartadas de la sociedad si no eran capaces de dar a luz un niño.
Catorce años después, y tal como Dios les prometió, Sara fue capaz de gestar
un hijo en plena vejez, Isaac, su heredero legítimo. Sara animó a Abraham a
desterrar al desierto a Agar e Ismael, porque ya no les necesitaban.
Anduvieron errantes por el desierto y casi padecieron en él hasta que Dios les
condujo hasta una fuente de agua llamada Zamzam.
Isaac fue padre de Jacob, que a su vez tuvo 12 hijos (las 12 tribus de Israel)
mientras que Ismael es considerado patriarca de los árabes y antepasado de
Mahoma. (Subrayado del Tribunal).
3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; entra á ella, y parirá sobre mis rodillas,
y yo también tendré hijos de ella.
6 Y dijo Rachêl: Juzgóme Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por
tanto llamó su nombre Dan.
9 Y viendo Lea que había dejado de parir, tomó á Zilpa su sierva, y la dio á
Jacob por mujer.
13 Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa: y llamó
su nombre Aser.
16 Y cuando Jacob volvía del campo á la tarde, salió Lea á él, y le dijo: A mí
has de entrar, porque á la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi
hijo. Y durmió con ella aquella noche.
20 Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote: ahora dormirá conmigo mi
marido, porque le he parido seis hijos: y llamó su nombre Zabulón.
Aunque es un proceso que cuenta con una historia de miles de años – vemos
como el primer caso documentado aparece en el Antiguo Testamento unos
2.000 años antes de Cristo; así mismo, Dios (Abba) utilizó el cuerpo de María
para traer al mundo a Jesucristo por medio del E.S.; en otras palabras, Dios
(Abba) utilizó el vientre de María por lo que también se trata de una gestación
subrogada; esta historia continúa en nuestro mundo globalizado, es así como
recientemente una ola de famosos que acudieron a la maternidad subrogada
para ser padres, y lo han convertido casi en tendencia, al menos, lo han dado a
conocer y han reabierto el debate sobre las posibilidades que ofrece y las
restricciones que afronta.
Desde una óptica netamente natural, el coito era la única vía que daba lugar a
la fecundación de la mujer, al embarazo y finalmente al parto. A partir de este
último, es que se produce la filiación natural y los respectivos efectos
jurídicos. Nuestra legislación considera que la maternidad natural se produce
con el parto, es madre por naturaleza la mujer que, como consecuencia del
embarazo da a luz una vez transcurrido el tiempo necesario para la viabilidad
del feto. Y es padre natural, el hombre que haya fecundado a la madre por
medio del coito (verdad genética).
En los últimos años, lo que comenzó siendo un problema medico (la búsqueda
de un remedio a la infertilidad dentro del matrimonio), ha superado los
obstáculos de la medicina, para repercutir en otros ámbitos, ya sean morales
éticos y de derecho. El avance de la ciencia médica ha permitido que mediante
las nuevas técnicas de reproducción artificial sea posible concebir un ser
humano, sin la práctica del acto del acto sexual, lo que tradicionalmente ha
sido el único método para la concepción. Esta nueva realidad, es decir, la
posibilidad de engendrar sin necesidad de relación sexual alguna se complica
con las numerosas variantes posibles, según que los gametos (masculino o
femenino) o el útero en el que se desarrolle la gestación sea de uno de los
miembros de la pareja que decide el nacimiento del nuevo ser, o bien de un
tercero lo que trae consigo innumerables conflictos en el derecho.
Así pues, la "gestación" subrogada tiene lugar generalmente cuando una mujer
da su óvulo para que le sea implantado a otra que gestará y dará a luz el ser.
Lo que pretende trasladarse a otra mujer distinta a la que aporta su car¬ga
genética a través de su óvulo es el proceso de gestación que obviamente
incluye el parto. Es decir, una mujer será la madre genética porque concede el
óvulo y otra distinta gestará al concebido dándole a luz. De allí que más
propio para el caso que nos ocupa es referirse a "vientre subrogado" o
"ges¬tación subrogada", porque la maternidad genética subsiste respecto de
aquella madre que aporta el óvulo. Sobre este supuesto exclusivo
reflexionaremos en las siguientes líneas.
En primer término, cabe referir que el artículo 204 del CC contiene una
refe¬rencia circunstancial a la reproducción asistida a propósito del
desconoci¬miento de la paternidad matrimonial: "El marido no puede
desconocer al hijo alegando su impotencia, a menos que sea manifiesta
y permanente. El desco¬nocimiento no se admitirá, aun en ese caso,
cuando la concepción ha tenido lugar por la inseminación artificial de
la mujer con autorización del marido". Norma que permite concluir a la
doctrina que la figura de la fertilización arti¬ficial o reproducción
asistida no está prohibida por nuestro legislador, no obs¬tante la
carencia de desarrollo legislativo23. Gran parte de las legislaciones,
incluyendo la venezolana, no regula el empleo de la biotecnología24.
Por otra parte, cabe citar como norma constitucional relacionada que
permi¬tiría orientarse en la resolución de algún conflicto filiatorio
el artículo 56 de la Constitución:
La ley proveerá lo conducente para que todo niño, sea cual fuere su
filiación, pueda conocer a sus padres, para que éstos cumplan el deber
de asistir, alimentar y educar a sus hijos y para que la infancia y la
juventud estén prote¬gidos contra el abandono, la explotación o el
abuso. La filiación adoptiva será amparada por la ley. El Estado
compartirá con los padres, de modo subsidiario y atendiendo a las
posibilidades de aquellos, la responsabilidad que les incum¬be en la
formación de sus hijos. El amparo y la protección de los menores serán
objeto de legislación especial y de organismos y tribunales especiales.
Esta última norma consagra el principio del interés superior del menor,
por el cual ante cualquier situación en que esté de por medio el niño o
adolescente, lo fundamental será tomar en cuenta una suerte de
pronóstico de lo que exclusiva¬mente a éste le resultará más favorable.
Tal principio que, no obstante su carác¬ter genérico, supone el examen
particular y pormenorizado del caso concreto y además prevalece en
caso de conflictos o problemas de interpretación33' a la par de la
"prioridad absoluta", según la cual el niño es lo más importante al
momen¬to de una decisión que le afecte. Dicho interés superior es el
criterio determinan¬te en la resolución de múltiples supuestos, siendo
uno de los diversos aspectos a considerar, la preservación del statu quo
o situación preexistente. Si la edad lo permite se debe también escuchar
la opinión del menor34.
3. Determinación de la maternidad
Una vez referidas grosso modo las normas que guardan o pudieran
tener rela¬ción con la fertilización artificial, cabe preguntarse a la luz
de éstas y algunas otras reglas, concretamente sobre la determinación
de la maternidad en el supuesto de vientre subrogado.
De allí que se afirme que el principio "mater in iure semper certa es”
procla¬mado por el artículo 197 del CC no resuelve el problema de la
denominada madre uterina o sustituía39.
Bernad Mainar señala que la mayoría entiende que la función que más
se acerca a la de madre es la de la mujer que durante nueve meses
gestación y man¬tuvo comunicación íntima con el nuevo ser45.
Con base en esta última sentencia afirma la doctrina que "el elemento
bioló¬gico" representa el soporte fáctico del estado familiar, y a medida
que se pro¬ducen progresos en la ciencia médica éste adquiere mayor
notoriedad67.
Gestación subrogada
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/agosto/1443-140808-05-
0062.htm, se pronunció en los siguientes términos:
De manera pues, que este tribunal es del criterio que ante la situación
que se plantea “vientre sub-rogado”, a la ciudadana LYRRUTH T.P.G.,
parte actora en el presente juicio le asiste el derecho de impugnar la
filiación materna respecto a su cuñada la ciudadana N.Y.B.H., y su
pretensión debe ser declarada CON LUGAR, y así se establece.
VI
DISPOSITIVO
PRIMERO
SEGUNDO
PUBLÍQUESE Y REGÍSTRESE
LA JUEZ
EL SECRETARIO,
ENDE PÉREZ
EL SECRETARIO,
ENDE PÉREZ
AP51-V-2012-008654
BAG/EP/ARODRIGUEZ/YOROFINO