Está en la página 1de 4

Apuntes de audiología infantil

Mg. Sandra Henríquez Vallejos

Tecnólogo Médico Otorrinolaringólogo

Universidad de Chile

Otoscopía

Primero, es importante saber que la otoscopía de los niños tienen algunas consideraciones,
debido principalmente a la longitud del CAE, que es menor a la de los adultos, su diámetro es de
2,5 mm (en adultos es de unos 4,5 mm.) y el ángulo es menor mientras menor es el niño. El
trayecto obliga a traccionar el pabellón hacia abajo y atrás.

Cuadrantes a observar: Es frecuente encontrar


membranas timpánicas con leve aspecto edematoso, un poco más opaco, sin que esto sea
sugerente de patología.

Imagen de cuerpo extraño en niña de 6 años:


Imagen de collera:

Audiograma de sonidos familiares:

Examen en niños

La audiología infantil concierne al estudio auditivo realizado al niño desde el nacimiento hasta la
edad en la que ya puede contestar confiablemente en la audiometría tonal liminar. Se requiere
atención y paciencia para lograr atraer la atención del bebé y condicionarlo para que responda
ante estímulos auditivos.

En los recién nacidos se pueden realizar estudios objetivos mediante exámenes como estudio de
emisiones otoacústicas, impedanciometría o de potenciales evocados. También se pueden
observar las respuestas o conductas ante ciertos estímulos, como por ejemplo el cambio en sus
movimientos cardíacos o respiratorios, movimientos de sus párpados (reflejo palpebral) o algunos
movimientos corporales como sus extremidades. Las respuestas pueden variar dependiendo de
la maduración del niño y de su estado de alerta.

El reflejo palpebral conviene evaluarlo mientras el bebé duerme o si está despierto debe estar
tranquilo. Se usan estímulos de alta intensidad, como tono puro de 1 kHz a 110dB.

El reflejo de succión se observa con el bebé en reposo y se aprecia gesto de succión al oír
estímulos intensos, generalmente entre 1-4 kHZ.
Los estímulos más efectivos son los de banda ancha para evaluar respuestas conductuales. Los
recién nacidos responden mejor a estímulos de frecuencia aguda y a intensidades superiores a
80dB. La duración del estímulo debe ser de unos 3 segundos, no más allá.

En general estos estudios necesitan de adiestramiento especial y experiencia del profesional


porque tienden a dar muchos falsos positivos.

Como la edad es un factor fundamental para poder obtener respuestas más precisas, a mayor
edad estas podrían ser más confiables. Las pruebas están diseñadas de acuerdo a este factor.

Bebés entre 6 y 18 meses, se basan en un giro cefálico con el objeto de localizar una fuente
sonora. Idealmente la fuente sonora se debe ubicar en un plano horizontal al niño. Es importante
que haya 2 profesionales junto al niño, puesto que mientras uno está distrayéndolo el otro aplica
el estímulo. Es preciso que el bebé pueda mantenerse en posición erecta y pueda girar la cabeza.
El lugar del estudio debiera ser amplio, tranquilo y silencioso; idealmente con una mesa pequeña.

Se ubica al bebé sentado en las faldas de la madre y el profesional debe captar la atención del
bebé con un objeto que se encuentra sobre la mesa, mientras el otro presenta un estímulo,
banda ancha idealmente. El estímulo se presenta una vez que se haya ocultado el objeto y a
niveles supraumbrales a través de parlantes (no fonos). Se considera positivo cuando el bebé gira
la cabeza. Estas respuestas se pueden reforzar con palabras agradables y estimulantes.

Entre 18 y 30 meses: este grupo es el de más dificultad para examinar puesto que se distraen con
gran facilidad y porque presentan dificultad para obedecer órdenes, lo que conlleva a tener que
realizar este estudio en varias sesiones. Esta prueba se puede realizar utilizando lista de palabras
que el niño reconozca fácilmente, a 40-45 dB y deberá repetirlas. En este caso se podría hacer la
prueba con parlantes (campo abierto) o con fonos. También se puede variar la técnica pidiéndole
que reconozca objetos que le sean conocidos (muéstrame las manos, que lindos zapatos tienes) a
veces sus respuestas pueden ser mirar lo que uno menciona y ya basta para considerarlo signo de
audición.
También existe el test de McCornmick, en el cual se utilizan 4 objetos conocidos y que se ubican
distantes y se le pide al niño que tome uno de ellos (dando la instrucción: toma la pelota) o
incluso dando la orden de que le pase el objeto nombrado a la mamá.

Entre 2 años y medio y 5 años: a esta edad es un poco más fácil obtener umbrales confiables en
la audiometría conductual. Ayuda mucho usar estimulación mediante premios (te voy a regalar
este sticker si me avisas cuando suena el pito). También se puede hacer una audiometría con
refuerzo visual usando juguetes o luces que se encienden junto con un estímulo sonoro, ejemplo
de estas pruebas son el peep show, el test de Suzuki, Ewing Test y la audiometría lúdica con
auriculares.

También podría gustarte