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Agentes del Estado/AE-553

CASO SALOMÉ ORTEGA


VS.
UTOPÍA

ESCRITO DE SOLICITUDES, ARGUMENTOS Y PRUEBAS


presentado ante la honorable
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

AGENTES DEL ESTADO


AE-553

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Agentes del Estado/AE-553

ÍNDICE

TABLA DE ABREVIATURAS 3

I. HECHOS DEL CASO 4


1-Proceso en Jurisdicción Interna de Utopía 5
2-Proceso Jurisdiccional ante la CIDH 6

II. ANÁLISIS LEGAL DEL CASO 7


1. Total improcedencia de la medida provisional. 7
2. Excepciones preliminares 10
2.1.- Falta de agotamiento de los recursos internos 11
2.2.-Falta de locus standi de la representante de las presuntas víctimas. 12
2.3.- Falta a las garantías a la defensa del Estado por la inclusión de nuevos derechos 13
2.4.- Fórmula de la cuarta instancia. 15
3. Aspectos del Fondo 17
3.1.- Margen de apreciación nacional de Utopía 17
3.2.- Se han respetado y garantizado el derecho de protección a la vida privada tanto de
Salomé, Joseph y Miriam. 21
3.3.- Se ha velado por el interés superior de la niña Isolda. 25
3.4.- Los procedimientos internos se han adelantado en el plazo razonable. 28

III. PETITORIO 30

IV. BIBLIOGRAFÍA 31
a) Normas de Derecho Internacional 31
b) Decisiones (Jurisprudencia – Informes – Dictámenes) de los sistemas internacionales de
protección de derechos humanos 32
c) Doctrina relevante 41

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TABLA DE ABREVIATURAS
Art./Arts. Artículo/Artículos
Pág./Págs. Página/Páginas
Párr./Párrs. Párrafo/Párrafos
CADH Convención Americana de Derechos Humanos
CDN Convención de los Derechos del Niño
CEDH Convención Europea de Derechos Humanos
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
DDHH Derechos humanos
GS Gestación por sustitución
OEA Organización de los Estados Americanos
ONG Organización No Gubernamental
SIDH Sistema Interamericano de Derechos Humanos
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
TRHA Técnicas de reproducción humana asistida

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I. HECHOS DEL CASO


1. A principios de 2015, Joseph y Miriam, matrimonio europeo del país de Visigodia, arribó a la
Ciudad de Volodia, capital del Estado latinoamericano de Utopía con el fin de llevar a cabo un
contrato privado de gestación por sustitución (en adelante GS), debido a la infertilidad de Miriam
y la prohibición legal de dicha modalidad de procreación en su país de origen.
2. A los fines de llevar a cabo su deseo de ser padres, los cónyuges optan por la entidad privada
“Clínica la Esperanza”, institución especializada en las nuevas técnicas de reproducción humana
asistida (en adelante TRHA). Entre otras condiciones, el contrato de servicio con la Clínica
establece que se procederá a una fecundación ​in vitro ​de un embrión resultado de la unión de
espermatozoides de Joseph y de un óvulo procedente de una donante exterior, y su posterior
transferencia al útero de la mujer gestante.
3. A fin de completar el procedimiento, el matrimonio preseleccionó a Salomé Ortega de una
lista de candidatas que se encuentra en la base de datos de mujeres gestantes de Volodia para
concluir el contrato privado de GS. El 21 de enero del 2015, en presencia del Director de la
Clínica (Doctor Ángel Fausto), Miriam, Joseph, Salomé, el abogado Patricio Villarreal y el
notario Juan Polo, se dio el acto de lectura y firma del contrato privado de GS. En particular, se
le explica a Salomé Ortega las implicancias psicosociales al aceptar el proceso de GS y legales al
firmar dicho contrato. Además, al rechazar Salomé la cláusula por la cual tendría la libertad para
decidir, en los siete días siguientes al parto, si entrega el bebé o no, se le informa que tras la firma
del contrato ella renuncia expresamente a cualquier derecho y acción legal en relación con el
bebé, reconociendo al matrimonio como los padres legales de la niña o niño producto de dicha
gestación. Por otro lado, Salomé recibirá la cantidad de 50.000 dólares USA, en concepto de
retribución por el servicio prestado y para cubrir los gastos personales originados por el
embarazo. Ambas partes ratificaron el contrato en todas y cada una de sus cláusulas y aceptaron
someterse a la jurisdicción de la ciudad de Volodia.
4. El día 15 de febrero de 2015, se procedió exitosamente a la implementación del óvulo
fecundado en el útero de Salomé, y el consiguiente periodo de embarazo se desarrolla
normalmente. Sin embargo, el 13 de noviembre, día tentativo del alumbramiento, Salomé Ortega
no se presenta en la Clínica; dado que Ortega había dado a luz a una niña dos días antes en un

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centro público de salud, procedió a inscribirla como su hija extramatrimonial bajo el nombre de
Isolda Ortega. Frente a lo ocurrido, el Director de la Clínica advirtió a Salomé de las
consecuencias legales que desencadenaría dicha conducta, y aconsejó a la misma de entregar a
los padres legales a la niña. A pesar de ello, Salomé Ortega se negó a cumplir las disposiciones
contractuales fijadas y rechazó la posibilidad de entregar al bebé.
1-Proceso en Jurisdicción Interna de Utopía
5. Miriam y Joseph iniciaron acción judicial ante el fuero de familia contra Salomé Ortega por
privación del ejercicio la patria potestad sobre la niña y solicitaron al Juez un permiso de salida
de la niña para trasladarse a Visigodia. Se corre traslado a la demandada, quien obtiene la
designación de la letrada de oficio Manuela Contreras y objeta la validez jurídica del contrato de
GS. La Clínica se presenta en el juicio solicitando su participación en calidad de coadyudante,
petición aceptada por el Juez. Tras la presentación del informe sociofamiliar de Salomé y la niña
Isolda por parte del servicio de bienestar familiar, el día 15 de enero de 2016, el Juez de Familia
N°1 de Volodia sentencia a favor de la parte actora, sosteniendo que, en razón del contrato de
GS, los padres legales de la niña son Miriam y Joseph y ordena a Salomé la entrega de la niña a
los mismos. A su vez, suspende el permiso de salida solicitado hasta tanto el fallo no adquiera
carácter de firme.
6. Salomé Ortega cumple con lo declarado por el Juez de Familia y entrega a la niña a los padres.
El abogado de los mismos procede a inscribir a la niña en el Registro Civil de Visigodia, con
base a la sentencia de primera instancia y al certificado de nacimiento obtenido en Utopía.
7. En tiempo y forma, Salomé hace uso de su derecho a recurrir la sentencia ante el Tribunal de
Apelación de Volodia y, además, requiere la realización de una prueba de ADN de la niña. Se da
traslado al matrimonio, quienes solicitan el rechazo del recurso en base a distintos argumentos. A
su vez, se requiere informe a la Fiscalía de Protección de Menores, sobre la situación de la niña,
y a la Clínica la Esperanza, sobre el procedimiento ante dicha institución. El 15 de junio de 2016,
el Centro Nacional de Biología Médica comunica el resultado del análisis solicitado: Joseph y
Salomé son los padres genéticos de la niña. Ante dicha novedosa situación, se da vista a las
partes intervinientes para que presenten sus observaciones. La Clínica reconoce responsabilidad

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por la no observancia del protocolo establecido y se comprometieron a tomar las medidas


disciplinarias y judiciales pertinentes para sancionar a los responsables.
8. Tras oír a las partes, el 15 de septiembre de 2016, el Tribunal de Apelación consideró
procedente el recurso interpuesto por Salomé, argumentando las falencias en que incurrió el juez
de primera instancia. En consecuencia, anuló la sentencia de primera instancia, ordenó la entrega
de la niña a la misma, debiendo acompañar el reencuentro el servicio de bienestar, e indicó que
se proceda a determinar los periodos de visita de Joseph.
9. Frente a dicha sentencia, el letrado de Miriam y Joseph interpuso recurso de casación ante la
Corte Suprema de Utopía, solicitando la suspensión de los efectos de la sentencia. Por el
contrario, Salomé argumenta la improcedencia del recurso y solicita el mantenimiento de la
prohibición de la salida de la niña hasta tanto se finalicen los procedimientos internos. Tras el
informe sociofamiliar del servicio de bienestar y los alegatos de ambas partes, el 15 de
septiembre del 2017, la Alta Jurisdicción estima procedente el recurso interpuesto, anula la
sentencia de apelación y confirma la sentencia de primera instancia del Juez de Familia N°1 en
base a sólidos argumentos sobre los distintos derechos involucrados.
2-Proceso Jurisdiccional ante la CIDH
10. El día 20 de septiembre de 2017, Lucía Meneses, representante legal de la ONG Mujeres y
Dignidad (radicada en Visigodia) y en nombre de Salomé e Isolda, presentó una petición
individual ante la CIDH contra el Estado de Utopía, por violación a los arts. 5.2, 8.1, 11, 17.5,
18, 19, 24 y 25 de la CADH, en relación con los arts. 1.1 y 2 del mismo instrumento. Además,
solicitó la adopción de una medida cautelar con el fin de que el Estado mantenga la prohibición
de salida de la niña y se ordene la entrega de la misma a una familia de acogida hasta tanto se
resuelva la presente petición, o autorice la realización de visitas periódicas.
11. El 10 diciembre del 2017, la CIDH, a través de la Resolución No. 26/17, decide solicitar a
Utopía que adopte la medida cautelar con el fin de que se mantenga la interdicción de salida y se
permita a Salomé visitar periódicamente a la niña. También, a través del Informe 29/17, declara
admisible la petición.
12. El 20 de diciembre de 2017, el Estado cumplió con lo dispuesto en la Resolución 26/17, y
procedió a su ejecución en el fuero interno: notificación a los organismos correspondientes de la

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prohibición de salida de la niña y al Servicio de Bienestar a los fines de prever las visitas
periódicas. A pesar de ello, el letrado de Miriam y Joseph interponen recurso de amparo ante el
Tribunal Constitucional por considerar que la adopción de la medida cautelar resultan
improcedentes. Tras darle traslado a Salomé, recibir el informe de la situación sociofamiliar
actual y permitir la intervención de terceros en calidad de ​amicus curiae​, el Tribunal ordena
levantar las medidas cautelares.
13. Finalizado el procedimiento de admisibilidad y posterior estudio del fondo del caso, el 20 de
septiembre, la CIDH adoptó el Informe 32/18 de conformidad con lo dispuesto por el art. 50 de la
CADH. Dicho organismo convencional concluyó que Utopía era responsable por la violación a
los arts. 5.2, 8.1, 11, 17.5, 18, 19 y 25 de la CADH en relación con los arts. 1.1 y 2, en perjuicio
de Salomé Ortega y la niña Isolda y dispuso una serie de recomendaciones al Estado que debía
cumplir dentro de 60 días. Por su parte, Utopía rechazó lo dispuesto en el mencionado informe,
en tanto el caso resulta inadmisible dado que los hechos no configuran violaciones a los derechos
convencionales y el Estado no ha infringido ninguna obligación internacional, velando en todo
momento por la protección de los derechos humanos de la niña, Salomé, Miriam y Joseph.
14. Cumplidos los plazos, el 10 de diciembre del 2018, la CIDH sometió el caso ante Corte IDH
y solicitó que se declare al Estado responsable por violar los arts. 3, 5.2, 6.1, 8.1, 11, 17.5, 18, 19,
24 y 25 en relación con el art. 1.1 y 2 de la CADH. El 20 de abril de 2019, la ONG Mujeres y
Dignidad presentó el Escrito de Solicitudes, Argumentos y Pruebas ante la Corte IDH,
adhiriéndose a lo solicitado por la CIDH y solicitando la adopción de una medida provisional.
II. ANÁLISIS LEGAL DEL CASO
1. Total improcedencia de la medida provisional.
15. La representación de las presuntas víctimas ha solicitado, ante este Honorable Tribunal, la
adopción de una medida provisional con el objeto de que se ordene al Estado: i) la interdicción
de salida de la niña del territorio de Utopía; y ii) se le permita a Salomé visitar a la niña Isolda.
Sin embargo, esta parte estima que la misma resulta improcedente en tanto no cumple con los
requisitos de la CADH ni del Reglamento de la Corte IDH.
16. El art. 63.2 de la CADH otorga competencia a la Corte IDH para adoptar medidas
provisionales cuando lo estime pertinente, esta disposición a su vez está regulada en el art. 27 del

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Reglamento de la Corte IDH. Su objeto es preservar los derechos de las partes de la controversia,
asegurando que la sentencia de fondo no sea perjudicada por las acciones de ellas ​pendente lite1.
17. Las medidas provisionales se caracterizan por su naturaleza temporal y carácter excepcional2,
y son dictadas siempre y cuando se reúnan los requisitos básicos de extrema gravedad y urgencia,
y necesidad de evitar daños irreparables a las personas. Estos tres requisitos son coexistentes y
deben persistir para que la Corte mantenga la protección ordenada; si uno de ellos ha dejado de
tener vigencia, corresponderá al Tribunal valorar la pertinencia de su continuación3. El Tribunal
ya ha señalado que, conforme a la Convención y al Reglamento, la carga procesal de demostrar
prima facie dichos requisitos recae en el solicitante4.
18. En primer lugar, la noción de “extrema gravedad” ha de relacionarse no solamente con la
naturaleza del bien que se halla en peligro, sino con la intensidad del riesgo al que se sujeta el
bien tutelado, cualquiera sea la identidad de éste5. La extrema gravedad de la amenaza es la
consecuencia de un peligro real, verosímil, y no meramente hipotético6.
19. Respecto al requisito de la extrema urgencia, la misma deriva de la amenaza inminente de un
7
daño irreparable de modo de que cualquier demora resulta peligrosa (​periculum in mora)​ . Si
bien la Corte no ha definido hasta la fecha los alcances de la noción ‘urgencia’, la misma
entiende que la urgencia le da un carácter especialmente apremiante a la gravedad, aludiendo a
situaciones especiales y excepcionales que requieren y ameritan una acción y respuesta inmediata

1
Corte Internacional de Justicia. Caso ​Nicaragua vs. Estados Unidos de América. S ​ olicitud de Adopción
de medidas cautelares. 9 de abril de 1984. También Corte IDH, Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala.
Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 22 de noviembre de 2018, párrs. 8 y 9.
2
Caso Coc Max y Otros Vs. Guatemala. Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 6 de febrero de 2019,
Considerando 3.
3
Asuntos de las Penitenciarías de Mendoza. Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 1 de Julio de 2011,
párr.30.
4
Caso Bámaca Velásquez. Medidas Provisionales respecto de Guatemala. Resolución de la Corte de 20 de
noviembre de 2003, Considerando 10, y Caso Bámaca Velásquez. Medidas Provisionales con respecto de
Guatemala. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 22 de noviembre de 2018,
Considerando 4.
5
García Ramírez, Sergio. Medidas precautorias, en Los derechos humanos y la jurisdicción
interamericana. México, UNAM, 2002, p.130.
6
Faúndez Ledesma. Medidas Cautelares y medidas provisionales: acciones urgentes en el Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Políticas, num. 107, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1998, p. 537.
7
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. Aspectos institucionales y
procesales. Faundez Ledesma. Pág.541. CorteIDH. Resolución del 14 de junio de 1998. Casos James,
Briggs, Noel, Garcia y Bethel. Parrf. 9 de la parte considerativa.
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orientada a conjurar la amenaza8. Así, por ejemplo, la Corte Internacional de Justicia sostiene que
el término urgencia debe entenderse en el sentido de la presencia de un riesgo real e inminente de
que pueda causarse un perjuicio irreparable a los derechos objeto de controversia antes de que la
Corte pronuncie su fallo definitivo9.
20. Por último, estas medidas deben implementarse cuando se haga necesario para evitar daños
irreparables a las personas. La irreparabilidad del daño alude a la imposibilidad de rescatar,
preservar o restituir el bien amenazado a través de alguna medida posterior a la lesión causada10.
Así, la Corte IDH ha entendido que resultan improcedentes estas medidas cuando se trata de un
derecho amenazado que no puede ser lesionado de manera irreparable antes de que la Corte
11
pueda pronunciarse sobre el fondo .
21. De ello se desprende que la adopción de estas medidas se justifica cuando obra suficiente
evidencia que demuestre un grave peligro al cual no se pueda hacer frente con las garantías
ordinarias existentes en el Estado, es decir que resulta imposible esperar la decisión final del
asunto, y por ello se requiere la adopción de acciones inmediatas que eviten un daño irreparable y
que, al momento de decidir, el tribunal pueda encontrarse a un hecho consumado.
22. En el presente caso, ninguno de los dos objetivos de la medida provisional solicitada cumple
con los requisitos convencionales exigidos. Por un lado, con respecto a la interdicción de la
salida de la niña del país, la sentencia de Primer Instancia el Juez de Familia N°1 no concedió la
autorización de salida del país de Isolda, procurando mantener vigente el derecho al recurso de la
contraparte y quedando en suspenso sus efecto hasta tanto adquiera firmeza el fallo. También,
durante el trámite ante el Tribunal de Apelación, la Fiscalía de Menores solicita que se mantenga
la prohibición provisional de salida del país. Cuando el caso llegó hasta la instancia de la Corte

8
Corte IDH. Resolución de medidas provisionales, en el Asunto de las penitenciarías de Mendoza, voto
concurrente del juez Diego García Sayán.
9
Corte Internacional de Justicia.Caso relativos a las cuestiones sobre la obligación de procesar o
extraditar (Bélgica contra Senegal) [Solicitud de indicación de medidas provisionales].28 de Mayo 2009.
10
Fáundez Ledesma. Medidas cautelares y provisionales: acciones urgentes en el Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, ob. cit., p. 160.
11
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. Aspectos institucionales y procesales.
Faundez Ledesma. Pág.545.​ ​CorteIDH. Resolución del 21 de enero de 1998. Caso Cesti Hurtado. Parrf. 7 de la parte
considerativa.​ ​CorteIDH. Resolución del 1 de julio de 2011 Asunto L.M. Parrf. 7 de la parte considerativa.

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Suprema, dicho Tribunal ordenó que se mantenga la prohibición de la salida del territorio
nacional de la niña Isolda hasta tanto no se resuelva el conflicto planteado. Por último, el Estado
de Utopía adopta la solicitud de la Resolución 26/17 de la CIDH y prohíbe la salida del país de la
niña. Ello demuestra que el Estado de Utopía ha garantizado en todo momento que la niña se
encuentre en el país durante la resolución del pleito, por ende no ha habido extrema gravedad ni
extrema urgencia que derive en un daño irreparable.
23. Por otro lado, en relación al segundo objeto de la medida provisional, es decir la posibilidad
de visita de Salomé a la niña, el Estado de Utopía, adoptando la solicitud de la Resolución 26/17
de la CIDH, ordenó al Servicio de Bienestar Familiar de Volodia organizar visitas periódicas de
Salomé Ortega a la menor, las cuales se cumplieron dado que Salomé tuvo la oportunidad de
visitar en varias ocasiones a Isolda. Cabe destacar que Joseph y Myriam, entendiendo los
vínculos afectivos mostrados por Salomé con respecto a Isolda, están dispuestos mantenerla
informada de su crecimiento y abonar los gastos necesarios para que Salomé concurra a visitarla.
Además, respecto a la estado tanto físico como psicológico de la niña, el Informe Socio familiar
del Servicio de Bienestar del 20 de Marzo del 2017 expresa que Isolda se encuentra en perfecto
estado de salud tanto física como psicológica, propio de un entorno familiar; ello refleja que la
niña no se encuentra frente a una amenaza de extrema gravedad hacia sus derechos.
23. En conclusión, los hechos han evidenciado que ni Isolda ni Salomé Ortega están en una
situación de extrema gravedad dado que no se ha demostrado un peligro inminente y verosímil de
sufrir un daño real, ya que la niña no ha salido del territorio nacional de Utopía y Salomé Ortega
ha tenido oportunidades de visitar a Isolda. Es por ello que Utopía solicita a la Corte IDH que
declare la improcedencia de la medida provisional solicitada.
2. Excepciones preliminares
24. La Corte ha afirmado que las excepciones preliminares son actos que buscan impedir el
análisis del fondo de un asunto cuestionado, mediante la objeción de la admisibilidad de una
demanda o la competencia del Tribunal para conocer de un determinado caso o de alguno de sus
aspectos, ya sea en razón de la persona, materia, tiempo o lugar, siempre y cuando dichos
planteamientos tengan el carácter de preliminares12. En el ámbito internacional, a diferencia de lo

12
​Corte IDH. Caso ​Las Palmeras vs. Colombia.​ Excepciones Preliminares. Sentencia de 4 de febrero de 2000. Serie
C N° 47, párr. 47; Caso ​Mejía Idrovo vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
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que ocurre en la esfera interna, las excepciones preliminares no sólo tienen carácter procesal, sino
que pueden poner fin definitivamente a la controversia. ​Estas decisiones pueden tener la misma
importancia que las que versan sobre el fondo, lo cual justifica la consideración separada de las
13
mismas que rogamos haga este Tribunal . El Estado de Utopía procede a interponer las
siguientes excepciones preliminares contra la demanda planteada por la CIDH:
2.1.- Falta de agotamiento de los recursos internos
25. El principio de agotamiento de los remedios locales, consagrado en el art. 46.1.a) de la
CADH, tiene como finalidad permitir a los Estados resolver las controversias en sede interna,
antes de que las personas concurran a la esfera internacional14. Ello deriva que ante una posible
violación a los derechos convencionales, se debe acudir primero a las instancias nacionales, en
virtud de que los sistemas internacionales de protección de los DDHH son coadyuvantes o
complementarios respecto de los mecanismos internos15. Este principio ha sido reiterado y
desarrollado por la Corte IDH desde su primer16 hasta una de su última jurisprudencia17, y
también se encuentra establecida en el art. 50 de la Carta Africana de los Derechos Humanos y
18 19
de los Pueblos y en el art. 35.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos .
26. En el presente caso, no se encuentran agotados los recursos internos con respecto al proceso
civil iniciado por Salomé Ortega, solicitando la nulidad del contrato de gestación subrogada
celebrado entre la misma, Joseph y Miriam. Dicho proceso se encuentra aún sin decisión judicial,
por lo que está pendiente de resolución ante nuestros tribunales internos. Así, al momento de la

Sentencia de 5 de julio de 2011. Serie C N° 228, párr 19; y Caso ​Castañeda Gutman vs. México, ​supra nota --, párr.
39.
13
FAÚNDEZ LEDESMA, H., ​El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, S ​ an José, C.R.,
3ª ed., Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2004, p. 634.
14
Caso Masacre de Santo Domingo. párr. 33
15
​González Serrano Andrés. La excepción preliminar: Falta de Agotamiento de Recursos Internos ¿un mecanismo
efectivo de defensa estatal? Página 246.
16
​Corte IDH. ​Asunto Viviana Gallardo y otras​, N° G 101/81, serie A, decisión del 13 de noviembre de 1981, serie
A, párrafo 26.
17
​Corte IDH. Caso ​Terrones Silva y otros vs. Perú​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 360, párrafo 20.
18
​Carta Africana: Artículo 50: “La Comisión solamente puede ocuparse de un asunto que se le haya remitido tras
asegurarse de que se han agotado todos los recursos locales, en caso de que existan, a no ser que sea obvio para la
Comisión que el proceso de agotamiento de esos recursos sería demasiado largo.”
19
​Convenio Europeo de Derechos Humanos: Artículo 35.1: “Al Tribunal no podrá recurrirse sino después de agotar
las vías de recursos internas, tal como se entiende según los principios de derecho internacional generalmente
reconocidos y en el plazo de seis meses a partir de la fecha de la decisión interna definitiva.”
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petición, se encontraban disponibles remedios procesales tales como la sentencia del juzgado
civil acerca de la validez o no del contrato y también la vía del recurso ordinario apelación20, en
caso de que sea contrario a los intereses de la accionante. Ello refleja que nos encontramos en
una etapa temprana del proceso civil21, pudiendo el Estado aún subsanar o corregir las posibles
vulneraciones en el ordenamiento interno.
27. Cabe destacar que tanto el procedimiento civil en trámite como la vía de apelación son los
adecuados y efectivos para el presente caso, es decir resultan idóneos para proteger la situación
jurídica infringida22 y capaces de producir el resultado para el que han sido concebidos23. Ello en
virtud de que en dicho proceso se discute el defecto tanto de objeto como de consentimiento del
contrato de maternidad subrogada, contrato que determina la filiación de la niña Isolda conforme
al ordenamiento jurídico interno; procedimiento con la potencialidad de cumplimentar los
intereses de Salomé.
28. En conclusión, las presuntas víctimas no han agotado los recursos de jurisdicción interna, por
lo que este Honorable Tribunal debe abstenerse de conocer sobre las alegadas violaciones de los
derechos contenidos en los artículos 3 y 11 de la CADH.
2.2.-Falta de locus standi de la representante de las presuntas víctimas.
29. La posibilidad de acceder al mecanismo del SIDH mediante una denuncia o petición
individual se encuentra consagrada en el art. 44 de la CADH, y en el Reglamento de la CIDH. De
ello se desprende que la legitimación activa corresponde a personas, grupos de personas o
entidades no gubernamentales.
30. Respecto a éstas últimas, la CADH aboga por que la sociedad civil desarrolle una función de
denuncia en el SIDH, ya que incluso una ONG de un país distinto al de la nacionalidad de la
víctima puede denunciar violaciones a los DDHH24. No obstante las amplias facultades de las
ONGs, la disposición en comento establece un requisito: que sean reconocidas en uno o más
Estados miembros de la OEA, lo que limita al espectro regional su legitimidad activa, ya que

20
Corte IDH. Caso​ Díaz Peña vs. Venezuela.​ Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de junio de 2012. Serie C Núm. 244, pars. 123-125
21
Corte IDH, Caso ​Brewer Carías, ​pars. 83-99
22
Corte IDH, Caso ​Masacre de las Dos Erres vs. Guatemala, 2​ 4 de noviembre de 2009, pars. 106-124
23
Corte IDH, ​Caso Cantoral Benavides vs. Perú,​ 18 de agosto de 2000, par. 104
24
BARBOSA DELGADO, Francisco. “Litigio interamericano. Perspectiva Jurídica del sistema de protección de
derechos humanos. Año 2002. ISBN: 9789589029466 , p. 113.
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para tener ​legitimatio ad causam​ deben estar reconocidas en cualquiera de los Estados Miembros
de la OEA. En conclusión, una ONG no americana no podría presentar ​a fuer de r​ epresentante de
una víctima25.
31. En el caso que nos convoca, la ONG Mujeres y Dignidad peticionante ante el SIDH radica en
Visigodia, Estado ubicado en el continente europeo, por lo que no es miembro de la OEA.
Tampoco resulta del acervo probatorio que la ONG se haya apoyado en una ONG reconocida
dentro de la OEA26 ni que se encuentra legalmente reconocida en el Estado de Utopía ni en otro
Estado parte de la mencionada organización.
32. En virtud de lo expuesto, la ONG Mujeres y Dignidad no reúne los requisitos convencionales
exigidos por el art. 44; es por ello que esta representación solicita al Tribunal que haga lugar a
esta excepción y, en consecuencia, declare inadmisible el caso por falta de ​locus standi​.
2.3.- Falta a las garantías a la defensa del Estado por la inclusión de nuevos derechos
33. Tomando en cuenta el artículo 62.3 de la CADH, que confiere a esta Corte la plena
jurisdicción sobre todas las cuestiones relativas a un caso sometido a su conocimiento27 y la
28
OC-19/05 que establece que es dicho Tribunal quien efectúa el control de legalidad de
actuación de la CIDH cuando el Estado en cuestión alegue fundadamente que existe un error
grave que vulnera su derecho a la defensa29, es que Utopía presenta ante la Corte IDH la
excepción preliminar por falta a las garantías a la defensa del Estado.
34. Cuando se alega como excepción preliminar un cuestionamiento a la actuación de la CIDH,
en relación con el procedimiento seguido ante ésta, la misma cuenta con autonomía e

25
HUERTAS DÍAZ Omar; CÁCERES TOVAR Víctor; GÓMEZ CARMONA Waldina. El acceso a las
jurisdicciones regionales de protección y garantía de los derechos humanos. Meritum – Belo Horizonte – v. 4 – n. 2
– p. 117-118
26
BARBOSA DELGADO, Francisco. “Litigio interamericano. Perspectiva Jurídica del sistema de protección de
derechos humanos”. Año 2002. ISBN: 9789589029466 , p. 113.
27
Corte IDH. Caso ​Velásquez Rodríguez vs. Honduras, s​ upra nota --​, párr. 29; y Caso ​García Ibarra y otros vs.
Ecuador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C
Nº 306, párr. 29.
28
​Corte IDH. Control de legalidad en el ejercicio de las atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (Arts. 41 y 44 a 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva
OC-19/05 de 28 de noviembre de 2005. Serie A No. 19.
29
Corte IDH. Caso ​Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú.​ Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C Nº 158, párr. 66; y
Caso ​Cruz Sánchez y otros vs. Perú​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de
abril de 2015. Serie C Nº 292, párr. 37.
13
Agentes del Estado/AE-553

independencia en el ejercicio de su mandato conforme lo establecido por la CADH30 y,


particularmente, en el ejercicio de las funciones que le competen en el procedimiento relativo al
trámite de peticiones individuales31. En más de una ocasión, los Estados han alegado que la
forma en que la CIDH ha conducido el caso refleja una manifiesta falta de imparcialidad, o que
la misma, le ha privado del derecho a defenderse32. La Corte ha señalado que las garantías que
aseguran a las partes el ejercicio del derecho de defensa en el procedimiento ante la CIDH son: a)
las relacionadas con las condiciones de admisibilidad de las peticiones (arts. 44 a 46 de la
CADH)33, y b) las relativas a los principios de contradicción (art. 48 de la CADH)34 y equidad
procesal. Igualmente, es preciso tener en cuenta el principio de seguridad jurídica (art. 38 del
Reglamento de la CIDH)35.
35. Utopía entiende que la inclusión de nuevos derechos en el momento del sometimiento del
caso ante la Corte IDH viola las garantías de defensa del Estado de Utopía, en cuanto vulnera los
principios de contradicción, equidad procesal y seguridad jurídica. Así, ni en el Informe de
Admisibilidad Nº 29/17 ni en el Informe de Fondo N° 32/18 la CIDH incluyó una vulneración al
36
art. 6.1 de la CADH , siendo dicho artículo incluidos el día 10 de diciembre de 2018 al someter
el caso ante la Corte IDH, sin notificación ni posibilidad de defensa alguna al Estado de Utopía.
36. La posibilidad de variar la calificación jurídica de los hechos objeto de un caso concreto es
permitido en el marco de un proceso en el SIDH. Sin embargo, la invocación de la violación de
otros derechos distintos a los comprendidos en la demanda o el informe de fondo, deben atenerse

30
Corte IDH. ​Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (art. 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos)​. Opinión Consultiva OC-19/05, del
28 de noviembre de 2005. Serie A Nº 19, Punto Resolutivo Nº 1.
31
Corte IDH. Caso ​Grande vs. Argentina​. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de agosto de 2011.
Serie C Nº 231, párr. 45.
32
Corte IDH. Caso ​Cayara vs. Perú, ​supra nota --​, párr. 6; y Caso ​Gangaram Panday vs. Surinam​. Excepciones
preliminares. Sentencia de 4 de diciembre de 1991. Serie C Nº 12, párr. 4.
33
​ aso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares, párr. 85, y Caso Grande
C
Vs. Argentina. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de agosto de 2011. Serie C
No. 231, párr. 56.
34
​Opinión Consultiva OC-19/05, y Caso Grande Vs. Argentina, párr. 56.
35
​ Caso Grande Vs. Argentina, párr. 56 y Opinión Consultiva OC-19/05, párr. 27.
36
​CADH: Artículo 6.1: “Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre, y tanto éstas, como la trata de
esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas.”
14
Agentes del Estado/AE-553

a los hechos contenidos en dichos documentos37. En el presente caso, no es posible la inclusión


de nuevos derechos en tanto ni los peticionarios ni la CIDH han alegado hechos que resulten
violatorios al art. 6.1 de la CADH, ni tampoco han aportado elementos probatorios suficientes
sobre este asunto. Ello ha despojado toda posibilidad de presentar argumentos defensivos
respecto del mencionado artículo, por lo que consentir la inclusión de dicho derecho
convencional pondría en cabeza de los Estados la titánica tarea de tener que imaginar y contestar
supuestas violaciones basadas en hechos o argumentos no invocados por los peticionarios ni
incluidos en los informes de admisibilidad ni de fondo de la CIDH.
37. A su vez, entendemos que a través del principio ​iura novit curia se permite estudiar la posible
violación de las normas de la CADH que no han sido alegadas en los escritos presentados por las
partes, pero ello con una limitación: siempre y cuando éstas hayan tenido la oportunidad de
expresar sus respectivas posiciones en relación con los hechos que las sustentan38 y se respete el
marco fáctico de la causa, a calificar la situación o relación jurídica en conflicto de manera
distinta a como lo hicieran las partes39. En el presente caso, la invocación errónea del principio
iura novit curia no puede subsanar la situación en la que se encuentra el Estado cuando al final
del procedimiento ante la Comisión es encontrado responsable por una violación de la que nunca
tuvo la oportunidad de defenderse, violando así el principio de contradicción y equidad procesal.
38. Ante tales circunstancias, el Estado de Utopía cuestiona la inclusión del derecho consagrado
en el art. 6.1 de la CADH al violar las garantías de defensa, en contradicción con los principios
de contradicción, equidad procesal y seguridad jurídica. Es por lo dicho que el Estado solicita a
la Corte IDH no proceder al análisis del fondo en lo atinente al artículo 6.1 de la CADH.
2.4.- Fórmula de la cuarta instancia.
39. Por último, esta parte interpone como cuarta excepción preliminar la “fórmula de la cuarta
instancia”, en tanto que las peticionarias buscan desconocer la jurisdicción interna y convertir a
los órganos del SIDH en tribunales de alzada40.

37
​Caso Cinco Pensionistas Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de febrero de 2003. Serie C No.
98, párr. 155, y Caso González Medina y familiares Vs. República Dominicana, párr. 242.
38
​ aso Velásquez Rodríguez, párr. 163 y Caso Vélez Loor Vs. Panamá, párr. 184.
C
39
​Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No.
164, párr. 70.
40
​Corte IDH. Caso ​González Medina y Familiares vs. República Dominicana.​ Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de febrero de 2012. Serie C Nº 240, párr. 38.
15
Agentes del Estado/AE-553

40. La fórmula de la cuarta instancia internacional, con orígenes en la doctrina europea41, está
íntimamente ligada con el “principio de subsidiariedad” reconocido ampliamente por los sistemas
de protección de DDHH respecto del derecho interno de los Estados, toda vez que impide su
intervención donde ha habido un tratamiento respetuoso de la CADH. La CIDH ha expresado por
primera vez en el ámbito regional que no es su atribución actuar como órgano cuasi-judicial de
cuarta instancia y revisar las decisiones de los tribunales nacionales, siendo su función investigar
si la CADH ha sido objeto de violación42. Es por ello que dicho organismo no puede revisar las
sentencias dictadas por los tribunales que actúen en la esfera de su competencia y aplicando las
debidas garantías judiciales, excepto que se haya producido una violación a los derechos
convencionales43. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte IDH indicando que dicho
Tribunal no desempeña funciones de tribunal de “cuarta instancia”, ni es un tribunal de alzada o
de apelación para dirimir los desacuerdos que tengan las partes sobre algunos alcances de la
valoración de prueba o de la aplicación del derecho interno en aspectos que no estén
directamente relacionados con el cumplimiento de obligaciones internacionales en DDHH44.
41. El proceso llevado a cabo ante el Juzgado de Familia ha culminado en la máxima instancia de
nuestro derecho interno; así, el máximo órgano de Utopía, la Corte Suprema, ha dictado
sentencia el 15 de septiembre de 2017. Dentro del margen del debido proceso, dicho
procedimiento no vulnera ningún derecho convencional ni tampoco presenta irregularidad alguna
en relación a las garantías judiciales45, siendo justo, imparcial y llevado a cabo dentro de un plazo
razonable46. Es por ello que esta parte señala que las peticionarias buscan convertir este Tribunal
en cuarta instancia toda vez que en sede interna se obtuvo una sentencia justa e imparcial pero en
contradicción con los intereses de la parte accionante. De esta manera, reevaluar la decisión de

41
CEDH. Caso ​IZ v. Greece​, Ap. N° 18997/91. Decisión del 28 de febrero de 1994, párr. 98; y Caso ​Babenko v.
Ukraine​, Ap. N° 43476/98. Decisión del 4 de mayo de 1999; TEDH. Caso ​Khamidov v. Russia,​ Ap. N° 72118/01.
Sentencia de 15 de noviembre de 2007, párr. 170; Caso ​Camilleri v. Malta​, Ap. N° 51760/99. Sentencia de 16 de
marzo de 2000; y Caso ​Kononov v. Latia​, Nº 36376/04. Sentencia de 17 de mayo de 2010, párr. 189.
42
CIDH. Informe Anual 1987-1988, Cap III, Resoluciones relativas a casos individuales: resolución 29/88, Clifton
Wright, Jamaica, Caso N° 9260, 14 de septiembre de 1988, párr. 88 y Punto Resolutivo N° 2.
43
CIDH. Informe N° 39/96, Caso 11.673, Santiago Marzioni, Argentina, 15 de octubre de 1996, párr. 50.
44
Corte IDH. Caso ​Cabrera García y Montiel Flores vs. México​. Excepción Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C Nº 220, párr. 16; y Caso ​Zegarra Marín vs. Perú.​
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y costas. Sentencia de 15 de febrero de 2017. Serie C Nº 331, párr.
34.
45
CIDH. Informe N° 7/98, Caso 11.597, Emiliano Castro Tortrino, Argentina, 2 de marzo de 1998, párr. 18 y 19.
46
​CIDH. Resolución N° 15/89, Caso 10.208, Salvador Jorge Blanco, Rep. Dominicana, 14 de abril de 1989, párr 47.
16
Agentes del Estado/AE-553

nuestra Corte Suprema configura, precisamente, una actuación de un órgano de apelación o de


alzada, ya que no le cabe a este Hon. Tribunal solucionar las disconformidades entre las partes,
en aras de obtener un resultado diferente al obtenido en sede interna. Es por ello que esta parte
solicita a la Corte IDH que haga lugar a la presente excepción preliminar, y desestime la
demanda efectuada por la CIDH.
42. En conclusión a los argumentos anteriormente vertidos, esta parte peticiona a la Corte IDH
que declare procedente las cuatro excepciones preliminares interpuestas por el Estado de Utopía
y se abstenga de decidir sobre el fondo del asunto.
3. Aspectos del Fondo
3.1.- Margen de apreciación nacional de Utopía
43. El Estado de Utopía sostiene que no hay tratado internacional que establezca la prohibición
de la GS o el marco normativo que debe adoptar un Estado para su regulación. Asimismo, en la
actualidad, no se evidencia una costumbre internacional que establezca formas de actuación
generalizada, no hay principios generales de derecho ni criterios unificados sobre la temática y,
al ser una práctica reciente y en pleno desarrollo, tanto la doctrina como la jurisprudencia es muy
diversas en cuanto a cómo abordar la temática.
44. En las últimas décadas, el avance de la tecnología en el campo la medicina ha conllevado un
sin fin de beneficios para salud de las personas. Ejemplos de este desarrollo tecnológico, en pos
de la salud humana, ha sido la creación de métodos artificiales de reproducción para solucionar el
problema de infertilidad humana, el cual aqueja a una parte significativa de población mundial.
Estos métodos se los denomina Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRHA), marcaron
un hito en la medicina moderna y también logró brindar oportunidades de acceder a la
parentalidad biológica o genética a aquellas parejas que sufrían problemas de infertilidad.
45. Si bien es indiscutible los beneficios de estas técnicas en la salud reproductiva humana,
aquellas no estuvieron exentas de ser el foco de discusión en el campo de la bioética, del derecho
y la sociedad. Ejemplo de ello es el caso Louise Brown, la primera persona nacida gracias al
método de fertilización in vitro, el 29 de julio de 1978.
46. En lo que respecta a la controversia planteada en el presente caso, la GS es una práctica o
modalidad de las TRHA y tampoco ha sido ajena a la controversia social, jurídico-ética y

17
Agentes del Estado/AE-553

científica. Para ilustrar dicha controversia el mejor ejemplo es el caso Baby M de EEUU en el
año 1986, donde la mujer gestante quiso quedarse con la recién nacida y no entregarla a los
padres comitentes incumpliendo así el contrato de GS. Este caso puso de manifiesto la poca o
casi nula discusión sobre esta práctica en el ámbito de la justicia estadounidense y revela la
complejidad de la GS dado que implica considerar diferentes dimensiones de análisis, como
cuestionar estereotipos preconcebidos sobre la familia y la reproducción humana. Asimismo, su
regulación debe enfrentar a dilema éticos y científicos sobre la manipulación del material
genético, las nuevas formas de filiación y romper con la regla romana “mater semper certa est”.
47. Esta modalidad de las TRHA ha recibido distintas denominaciones tales como “renta de
úteros”, “gestación por contrato”, “alquiler de vientres” y “maternidad subrogada”, inter alía.
Esta representación utilizará la denominación gestación por sustitución, en tanto entendemos que
es una terminología adecuada a los derechos humanos47. Así, el término “maternidad” no es
apropiado porque la maternidad está reconocida en cabeza de la madre comitente que además
tiene la voluntad procreacional y no así la mujer gestante, y además por considerar la GS una
manera de ilustrar que gestar y criar una niña o niño son dos actividades humanas distintas.
48. Establecida la terminología, la GS implica un contrato privado a través del cual una mujer
accede a gestar para una persona o pareja que tienen voluntad procreacional manifestada por
medio de la intención de ejercer la parentalidad de la niña o niño nacidos de dicho embarazo.
49. Ya habiendo destacado lo controversial y la complejidad del estudio de las TRHA en general
y la GS en particular, rotamos el foco de análisis hacia al ámbito del derecho internacional y
consecuentemente a la eficacia de las relaciones internacionales.
50. Para tener una eficiente sistematización de las relaciones entre los Estados es menester un
efectivo sistema de tratados internacionales. En este sentido, la reglamentación del derecho
internacional, a través de los tratados, consolida la seguridad jurídica internacional, ya que
garantiza la creación de foros o canales de discusión entre los estados que sirven para la
resolución de diversos conflictos que aquejan aquellos.
51. A tales fines se entiende por tratado “​un acuerdo internacional celebrado por escrito entre
Estados y regido por el derecho internacional”​ 48. Como corolario de lo expuesto, para garantizar

47
LAMM, Eleonora. Gestación por sustitución. Realidad y Derecho. Barcelona. Julio 2012
48
Art.2. Convención de Viena sobre el Derecho de Los tratados.
18
Agentes del Estado/AE-553

la seguridad jurídica internacional es imprescindible la observancia de los tratados por parte de


los Estados firmantes. En este sentido, rige el principio romano “​pacta sunt servanda, por lo que
todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe”49.
Asimismo, los Estados “​no pueden alegar derecho interno para justificar el incumplimiento de
un tratado que firmaron”​ 50.
52. A lo que hace a las fuentes del derecho internacional, el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, establece una enumeración de las mismas: convenciones
internacionales, costumbre jurídica internacional, principios generales del derecho,
jurisprudencia y doctrina. Numerosos juristas han debatido la naturaleza e implicancia de este
artículo desde si la prelación de las fuentes establecidas en el precepto es de carácter jerárquico o
no, hasta si lo dispuesto en el artículo conlleva a considerar que el derecho internacional tiene un
carácter hermético. Independientemente de la discusión doctrinal, es de destacar que la prelación
establecida en el artículo permite a los órganos jurisdiccionales internacionales ordenar los
criterios jurídicos a aplicar en un caso concreto, principalmente en aquellos casos donde hay
conflictos entre las fuentes o bien cuando hay lagunas legales y es necesario realizar una tarea
interpretativa más amplia de las fuentes, tal como sucede en el presente caso.
53. Como bien se señaló al principio del presente apartado, no hay convención o tratado que
establezca los parámetros sobre los cuales se deba constituir una regulación del procedimiento de
GS. Por lo tanto, al no ver convención internacional, debemos examinar la costumbre jurídica
internacional, en este sentido las regulaciones legales de los Estados, por su parte, es tan diversa
que no se puede establecer un criterio unificado sobre cómo regular esta materia. Debido a que
no encontramos una costumbre internacional unificada, los principios generales del derecho
podría darnos una guía jurídica sobre cómo abordar la controversia pero tampoco podría
ofrecernos una solución concreta, dado que si bien los principios generales son directrices sobre
los cuales se funda todo ordenamiento jurídico, son demasiados amplios y por consiguiente
implicaría una labor interpretativa exhaustiva y extremadamente cuidadosa. Por último nos queda
la doctrina y las decisiones jurisprudenciales, respecto a ésta última, en el ámbito europeo, el

49
​Art.26 Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados.
50
​Art.27 Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados.
19
Agentes del Estado/AE-553

TEDH ha desarrollado una jurisprudencia51 por demás interesante y enriquecedora aportando al


desarrollo del estudio ético y jurídico de la GS; sin embargo dichos aportes, aunque
significativos, no son suficientes para logar un criterio legal unificado sobre la controversia en
cuestión. La doctrina, por su parte, es sumamente variada dado que muchos juristas analizan la
GS partiendo de distintos tópicos y enfoques análisis. De lo expuesto, se desprende que no hay
en ninguna de las fuentes criterios unificados sobre cómo se debe abordar la temática de la GS y
esto se debe a que es una práctica inédita y en pleno desarrollo. Por lo tanto los Estados no han
llegado a un criterio unificado o al menos consensuado respecto a los aspectos legales de la GS.
54. Por otra parte, retomando el proceso de internacionalización del derecho, éste se ha visto más
desarrollado en el ámbito de los derechos humanos. Dentro de este desarrollo del
convencionalismo de los DDHH, se puede apreciar un criterio hermenéutico que ha cobrado peso
y relevancia en la relación que hay entre los Estados y los organismos internacionales de
protección de los DDHH a la hora de la interpretación y aplicación de estos; éste es el criterio de
margen de apreciación nacional. Esta doctrina tiene su origen en el derecho comunitario europeo,
donde tiene un extenso desarrollo jurisprudencial, en específico a la interpretación del artículo 15
de la CEDH. El margen nacional de apreciación debe ser entendido como un reducto o "criterio"
de interpretación y aplicación de los derechos humanos, atribuido al Estado por parte de los
tribunales regionales. Su existencia se encuentra justificada por la ausencia de un consenso entre
los diferentes Estados parte dentro de los tratados, lo que hace que los tribunales regionales se
encuentren impedidos para la posible construcción de una regia de interpretación unificada52.
55. En esta línea, la Comisión Europea de Derechos Humanos ha señalado que el Estado tiene un
cierto margen de apreciación en cuanto a las acciones que debía tomar para proteger la vida de la
Nación53. Asimismo, el TEDH ha indicado que las autoridades nacionales son libres de escoger
las medidas que estimen apropiadas dentro de los aspectos regidos por la Convención54.

51
TEDH. Caso Mennesson y Labassee. Caso Paradiso y Campanelli.
52
El margen nacional de apreciación en e l Derecho internacional de los Derechos Humanos: entre el
Estado de Derecho y Ia sociedad democrática. Francisco R. Barbosa Delgado. Pág.1091
53
TEDH, Caso Lawness c. Irlanda, sentencia del 15 de noviembre de 1960.
54
T​ EDH, Caso relativo a ciertos aspectos de la legislación lingüística de la enseñanza en Bélgica, sentencia
del 23 de julio de 1968.
20
Agentes del Estado/AE-553

56. En lo que atañe a nuestro sistema, el presente criterio ha sido utilizado en menor medida que
en el sistema europeo. La Corte IDH, no la ha definido expresamente, ni la ha nominado
puntualmente en sus fallos, empero se observa que el Tribunal ha hecho uso de los test de
proporcionalidad, reconociendo un margen de apreciación del Estado. Ejemplo de ello sería el
Caso Castañeda Gutman contra México, donde expresó que “...​los Estados tienen permitido,
dentro de los parámetros convencionales, regular esos derechos de acuerdo a sus necesidades
históricas, políticas, sociales y culturales, las que pueden variar de una sociedad a otra, e
incluso en una misma sociedad, en distintos momentos históricos”55
57. Teniendo en cuenta lo anteriormente vertido, nos encontramos frente a una de las prácticas
bioéticas más controvertidos en la actualidad debido a su carácter disruptivo y complejo y que su
irrupción en el ámbito jurídico, ético y social ha implicado un cambio de paradigma no sólo en el
modo en que se desarrolla la procreación humana, sino también en las consecuentes relaciones de
maternidad y filiación producto de dicho método. Además del análisis del art. 38 del Estatuto CIJ
resultó claro que no hay criterios internacionales uniformes ni consensos unificados sobre cómo
debería ser la regulación legal de la GS; por lo tanto Utopía sostiene que tiene margen de
apreciación nacional para regular la GS de acuerdo a sus necesidades históricas, políticas,
sociales y culturales dentro de los parámetros establecidos en la CADH.
3.2.- Se han respetado y garantizado el derecho de protección a la vida privada tanto de
Salomé, Joseph y Miriam.
58. El concepto de vida privada de las personas implica un abanico de numerosos aspectos
inherentemente humanos, es decir, constituye una multiplicidad de facetas que hacen a la persona
humana. En este sentido, la Corte IDH ha señalado que el concepto de vida privada “​engloba
aspectos de la identidad física y social, incluyendo el derecho a la autonomía personal,
desarrollo personal y el derecho a establecer y desarrollar relaciones con otros seres humanos y
con el mundo exterior​”56. Ahora bien, a lo que respecta a la protección de la vida privada de las
personas, la misma implica que ese ámbito de privacidad debe estar exento e inmune a las

55
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman c. México, sentencia del 6 de agosto de 2008. “La Corte IDH
reconoció la inexistencia de un modelo único electoral latinoamericano, permitiendo entender que cada
Estado tiene un margen nacional de apreciación conforme al cual deben respetarse los derechos
políticos consagrados en el art. 23 de la CADH.Párr. 162-166.
56
​ aso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Sentencia de 31 de agosto de 2010. párr. 119.
C
21
Agentes del Estado/AE-553

invasiones o agresiones abusivas o arbitrarias por parte de terceros o de la autoridad pública57.


Por lo tanto, la protección a la vida privada se traslada a cada uno de esos múltiples aspectos
haciendo que los Estados se vuelvan garantes de dicha protección.
59. Partiendo del amplio espectro que conforma la protección a la vida privada, se incluye el
derecho a la libertad y autonomía personal. Este Hon. Tribunal ha señalado que la libertad
personal, en un sentido lato, es la capacidad de hacer y no hacer todo lo que esté lícitamente
permitido, es decir, constituye el derecho de toda persona de organizar, con arreglo a la ley, su
vida individual y social conforme a sus propias opciones y convicciones. La libertad, definida
así, es un derecho humano básico, propio de los atributos de la persona, que se proyecta en toda
la CADH58. De esta manera, la libertad personal implica la libre voluntad que tiene las personas
para proyectar sus planes de vida con independencia, en tanto se encuentre dentro de los
parámetros establecidos por el ordenamiento jurídico. Como corolario de lo mencionado, nos
encontramos con la autonomía personal de los individuos, que constituye la posibilidad de todo
ser humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan
sentido a su existencia, conforme a sus propias opciones y convicciones59.
60. Por otra parte, en un análisis más profundo de los diversos planos de la privacidad humana,
podemos hallar el derecho a la protección familiar, estrechamente vinculado con la protección a
la vida íntima, entendiendo que la familia tiene un rol crucial en formación de las vidas de las
personas, en particular y en la formación de las sociedades, en general. Por ello no es extraño que
la Corte haya señalado que el derecho a la protección familiar “​es un derecho fundamental de la
CADH que no se puede derogar aunque las circunstancias sean extremas”​ 60. Vinculado también
se encuentra el derecho de la procreación y la libertad y autonomía reproductiva. El derecho de
la procreación o voluntad procreacional significa el derecho de las personas a fundar una familia
el cual implica, en principio, la posibilidad de procrear y de vivir juntos61. Respecto a la libertad

57
​Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs. 142

58
​Corte IDH Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Sentencia de 21 de noviembre de 2007.párr 52
59
​Corte IDH Caso Átala Riffo y Niñas Vs. Chile. Sentencia de 24 de Febrero de 2012. párr. 136.
​ orte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.145.
60
C
61
Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 19, Comentarios generales adoptados por el
Comité de Derechos Humanos, Artículo 23 - La familia, 39º período de sesiones, U.N. Doc.
HRI/GEN/1/Rev.7, 171 (1990), párr. 5.

22
Agentes del Estado/AE-553

y autonomía reproductiva implica un ejercicio específico de la libertad y autonomía personal, por


tanto conforma otro aspecto de la vida privada de las personas. En este mismo sentido, este Hon.
Tribunal bien ha indicado que la protección a la vida privada incluye el respeto de las decisiones
tanto de convertirse en padre o madre, incluyendo la decisión de la pareja de convertirse en
padres genéticos62.
61. Del análisis desarrollado surge otra arista o punto de estudio en lo que respecta a la
protección de la vida íntima en general y a la libertad y autonomía reproductiva en particular.
Este punto de estudio es el derecho a la integridad psicofísica, entendida como el derecho de toda
persona a que se le respete su integridad física y psicológica, asimismo como correlato de este
derecho está la obligación de los Estados garantizar su protección. De la asociación del derecho a
la integridad psicofísica y la libertad y autonomía reproductiva emerge el derecho al acceso a la
salud reproductiva el cual supone el derecho de acceder a la tecnología médica necesaria para
ejercer ese derecho63.
62. Teniendo en cuenta todo lo expuesto y la naturaleza de la controversia planteada en el fondo
del caso, cabe mencionar que cualquier intervención médica sobre el cuerpo de una persona
conlleva una afectación considerable a su integridad física y psíquica. Por ello para que dicha
intervención no sea contraria a la protección de la libertad y autonomía personal de las personas
es menester el consentimiento informado de éstas. En este sentido, la necesidad de obtención del
consentimiento informado protege no sólo el derecho de los pacientes a decidir libremente si
desean someterse o no a un acto médico, sino que es un mecanismo fundamental para lograr el
respeto y garantía de distintos DDHH reconocidos por la CADH, como lo son la dignidad,
libertad personal, integridad personal, incluida la atención a la salud y en particular la salud
sexual y reproductiva, la vida privada y familiar y a fundar una familia64. Así, el consentimiento
informado entraña la elección previa y voluntaria de la persona a someterse o no a una
intervención médica, para ello es imprescindible que el sujeto cuente con información apropiada,
absoluta, verosímil y asequible para llegar a un consentimiento libre, previo e informado.

62
Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.146.
63
Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.146.
64
​ orte IDH Caso “I.V.” c. Bolivia, sentencia del 30 de noviembre de 2016. Parrfs.165.
C
23
Agentes del Estado/AE-553

63. Utopía ha respetado y garantizado la protección a la vida privada y familiar tanto de Salomé
Ortega como de Joseph y Miriam. Respecto de éstos últimos, Utopía cuenta con una legislación
que permite a las personas, nacionales o extranjeros, acceder a un contrato privado de gestación
por sustitución para ejercer su derecho procreacional, en tal sentido Joseph y Miriam a través de
esta ley pudieron concretar su derecho de formar una familia. Por lo tanto, el Estado cumple con
la obligación de garantizar el acceso a las tecnologías médicas necesarias para el ejercicio de
aquel derecho. De lo expuesto se desprende que Utopía reconoce la voluntad procreativa del
matrimonio como factor determinante para la formación de un núcleo familiar estable por sobre
el factor bio-genético.
64. Por otra parte, en el marco de la ley que permite el contrato privado de GS, el Estado respeta
la libertad y autonomía personal y reproductiva de las mujeres, así reconoce su capacidad de
agencia y libre determinación sobre su propio cuerpo. En el caso específico, Salomé Ortega
previo a firmar el contrato privado de gestación con Joseph y Miriam, se había inscripto en forma
voluntaria en la base de datos de mujeres gestantes de Volodia ante la Clínica la Esperanza. En el
trámite para su registro, dicha institución le facilitó información y asesoramiento de orden
jurídico sobre las condiciones de su consentimiento y las implicancias psicosociales del proceso
de GS en la mujer gestante. Por lo que a la firma del contrato privado de GS accedió con
conocimiento libre, previo e informado. Además, en la firma de dicho contrato se le informó,
nuevamente, de forma detallada en qué consiste el proceso e inclusive Salomé declaró conocer en
qué consiste el proceso de fecundación in vitro. Cabe señalar que en dicho contrato, la presunta
víctima acepta que Joseph y Miriam sean los padres legales de la niña o niño producto de la GS,
por consiguiente renunció a toda acción legal en relación a dicho niña o niño por nacer.
65. En suma, Utopía ha respetado la protección a la vida privada de las partes mencionadas en
cuanto, se efectivizó a Joseph y Miriam el derecho a formar a una familia y a su protección al
garantizarle el acceso a las tecnologías médicas adecuadas para concretar ese derecho. Respecto a
Salomé Ortega, ella accedió a ser mujer gestante con conocimiento fehaciente y completo,
además se inscribió de forma voluntaria en la base de datos de mujeres gestantes de Volodia.
Salomé ha escogido libremente todas sus decisiones, por lo que el Estado en ningún momento
violó su libertad y autonomía reproductiva, ergo, no ha menoscabado la protección a su vida

24
Agentes del Estado/AE-553

privada. En conclusión, el Estado de Utopía no es responsable por las violaciones alegadas y


solicita a esta Hon. Corte que declare su falta de responsabilidad y desestime las acusaciones.
3​ .3.- Se ha velado por el interés superior de la niña Isolda.
66. El Estado de Utopía sostiene que ha velado y ha hecho primar el interés superior de la niña
Isolda. El interés superior del niño/a es un principio que se encuentra consagrado en el artículo 3
de la Convención sobre los Derechos del Niño65. A su vez, la Corte IDH ha establecido en su
jurisprudencia y opiniones consultivas, que dicho principio se funda en la dignidad misma del ser
humano, en las características propias de aquéllos, y en la necesidad de propiciar su desarrollo,
con pleno aprovechamiento de sus potencialidades66 e implica que el ejercicio pleno de los
derechos deben ser considerados como criterios rectores para la elaboración de normas y la
aplicación de éstas en todos los ámbitos de la vida del niño67.
67. Utopía, al regular legalmente la práctica de GS, garantiza a los niños que nacen de la misma,
su filiación, su identidad y su interés superior, en tanto la dignidad de la persona nacida no se ve
ni puede verse afectada por el hecho de haber sido concebida para ser querida y educada por
quien no la ha parido68. Por el contrario, la falta de marco legal puede generar situaciones de
abuso, tal como sucedió en el caso de Baby Gammy en Australia.
68. En consonancia con jurisprudencia constante de la Corte IDH, la obligación del Estado de
respetar los derechos a la libertad y a la integridad de toda persona bajo su jurisdicción presenta
modalidades especiales en el caso de niños, como se desprende de las normas sobre protección a
los niños establecidas en la CADH y en la CDN; y se transforma en una obligación de “​prevenir
situaciones que pudieran conducir, por acción u omisión, a la afectación de aquél​”69. El
cumplimiento de dicha protección por el Estado de Utopía se ve reflejado en el informe

65
​Convención sobre los Derechos del Niños. Artículo 3.1: “En todas las medidas concernientes a los niños que
tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.”
66
​Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de
2012. Serie C No. 239. Párrafo 108. Corte IDH. ​Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión
Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17. Párrafo 56.
67
​La Protección de los Derechos Humanos de Niñas y Niños en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos,
Kastilla Carlos, Universidad Pompeu Fabra. Páginas 67 y 68.
68
LAMM, Eleonora. Repensando la gestación por sustitución desde el feminismo. Autonomía y
Protección de derechos.
69
​Corte IDH. Caso Familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de
2011. Párrafo 85.
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sociofamiliar que presentó el Servicio de Bienestar de Volodia ante la Corte Suprema de dicho
país, se establece que Isolda “​se encuentra en un perfecto estado de salud física y psicológica…
está bien alimentada y con las vacunas al día… se refiere a Miriam y Joseph como ‘ma’ y ‘pa’ y
demuestra gran cariño por ellos… muestra un gran equilibrio psicosocial…”70.
69. El Estado afirma haber actuado de la forma más favorable para la niña al declarar a Joseph y
Miriam como sus padres legales, ya que además de respetar la voluntad de las partes en el
contrato de gestación subrogada, ha respetado instrumentos internacionales como la CDN71, o la
Declaración de los Derechos del Niño, que establece que ​“el niño… ​siempre que sea posible,
deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en un ambiente de afecto y
seguridad moral y material…”72.
70. Sin desconocer el sentimiento de afecto que pueda tener la presunta víctima por la niña,
Utopía entiende y resalta que una eventual separación de sus padres provocaría un gran trauma
psicológico para Isolda. Cabe destacar que la niña, además, ha nacido por la voluntad
procreacional de sus padres de intención73 y no por la voluntad de Salomé, quien ejerciendo su
libertad de decisión, optó por renunciar plenamente a cualquier derecho u acción legal en
relación con la niña en el contrato privado de gestación subrogada celebrado entre ella y los
padres comitentes.
71. Si bien la niña es genéticamente hija de Salomé, no existen estudios o datos que revelen si
existe o no influencia en la sustitución de la madre gestante por otra (la intencional) sea o no la
madre genética74; por lo que Utopía, en consonancia a estudios e informes realizados por
especialistas, sostiene que la verdadera paternidad resulta más del amar y servir que de
suministrar material genético; la paternidad emocional sobrepuja la biológica, por lo que el
vínculo del hijo con los padres no resulta de los factores fisiológicos de generación y de parto75,

70
​Caso Hipotético párrafo 49.
71
​Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 3.2: “Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la
protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus
padres…”
72
​Declaración de los Derechos del Niño, Principio 6.
73
​Gestación por sustitución e interés superior del niño, Carranza Gonzalo Gabriel, página 2.
74
​Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 14.
75
​LAMM, Eleonora; Realidad y derecho, INDRET, Barcelona, 2012 número 3, página 49.
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Agentes del Estado/AE-553

pudiéndose generar un vínculo natural entre la niña y los padres comitentes tras un contacto
íntimo y diario.76
72. Siguiendo esta línea, Utopía protege el interés superior de la niña, no sólo en su bienestar
físico, psicológico y familiar-social; sino también en otros dos aspectos: en el derecho a la
identidad y en el acceso a la justicia. En cuanto al primero de ellos, el Estado permitió sin
obstáculo alguno la inscripción de Isolda en el Registro Civil de Volodia como hija legítima de
Miriam y Joseph, asegurando el derecho de la niña al nombre y a la identidad77, siendo éste
fundamental para el desarrollo de toda persona e inherente a su dignidad78, sin descartar la
posibilidad de que llegado el momento, la niña pueda ejercer su derecho a conocer su filiación
biológica materna. Además, Utopía ha tenido en cuenta lo establecido por el TEDH, que ha
resuelto que este derecho no puede verse afectado por el diferente tratamiento normativo sobre la
GS que pueda haber en el país en que residen los padres intencionales y donde residirá el niño79.
73. Con relación al segundo de los aspectos, el Estado ha garantizado la participación de los
intereses de la niña en la totalidad de las instancias del proceso judicial llevado a cabo en su
jurisdicción80, ya que en las tres instancias judiciales (primera instancia, apelación y casación) se
solicitaron informes sobre la situación y el estado sociofamiliar de la niña a cargo del Servicio de
Bienestar de Volodia, habiendo sido presentada dicha información en todas las ocasiones
requeridas. Cabe destacar que en el procedimiento también se ha dado intervención a la Fiscalía
de Menores con el fin de que se corra vista de toda actuación judicial en que intervenga el interés
superior de la niña, tal como lo ha establecido la Corte en su basta jurisprudencia81.
74. Es por lo expuesto que el Estado considera haber velado por el interés superior de la niña; no
incurriendo así en una violación a los artículos 18 y 19 de la CADH.

76
​Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 14.
77
​Convención sobre los Derechos del niño. Artículo 8.1: “Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho
del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad
con la ley sin injerencias ilícitas.”
78
​CADH Comentada. página 439
79
​Caso Mennesson vs. Francia; reseñas de jurisprudencia, Universidad de Salamanca. Antonia Durán Ayago.
80
​Convención sobre los Derechos del Niño: Artículo 12.
81
​Corte IDH. Caso Furlan y Familiares vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2012. Párrafo 230.
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Agentes del Estado/AE-553

3.4.- Los procedimientos internos se han adelantado en el plazo razonable.


75. Las garantías judiciales son aquellas que se refieren a las exigencias del debido proceso legal
y al derecho de acceso a la justicia, encontrándose comprendida en este último la obligación de
los Estados de satisfacer el ejercicio de los derechos de las partes en los procesos internos dentro
de un plazo razonable82. Tanto la CorteIDH83 como el Tribunal Europeo84 han desarrollado la
noción de plazo razonable a través de cuatro elementos: a) la complejidad del asunto; b) la
actividad procesal del interesado; c) la conducta de las autoridades judiciales, y d) la afectación
generada por la duración del procedimiento en la situación jurídica de la persona involucrada en
el mismo.
76. Dentro de la justicia de Utopía se ha llevado a cabo un proceso judicial en el que se han
respetado los derechos de las partes al acceso a la justicia y se ha garantizado el principio de
contradicción. El proceso se inició mediante la presentación de una demanda de los padres
comitentes en el Juzgado de Familia N° 1 de Volodia, instancia que culminó en el plazo de 51
días. Luego, se interpuso recurso de apelación por parte de la presunta víctima ante la Cámara de
Apelaciones, quien resolvió, en un término inferior a 10 meses, revocar la sentencia de primera
instancia; y finalmente, el proceso culmina por recurso de casación presentado ante la Corte
Suprema, donde se confirma la sentencia de primera instancia en un plazo exacto de 10 meses.
77. En cuanto a la complejidad del asunto, como hemos expresado en párrafos precedentes, la GS
presenta una alta trascendencia, especificidad y dificultad jurídica, ética y moral por su carácter
disruptivo sobre el modo en que la procreación humana y las consecuentes relaciones de
maternidad y filiación, han sido entendidas y reguladas hasta la actualidad, ya que por primera
vez en la historia se plantea la posibilidad de disociar la gestación de la maternidad85. Es en base
a esta adversidad que el Estado afirma que en consecuencia de la misma, han existido varios
recursos en el proceso interno; y considerando la opinión de juristas destacados, estos recursos

82
Corte IDH. Caso García y Familiares vs. Guatemala. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 29 de noviembre
de 2012. Serie C No. 258. Párr. 152.
83
Corte IDH. Caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia. Fondo, reparaciones, y costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 192. Párr. 155.
84
TEDH. Caso Motta y Ruiz Mateos vs. Spain.
85
​Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 2.
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disponibles en el Estado no pueden ser rápidos ni simples, ya que se requiere un tiempo


considerable para que se resuelva en un juicio un asunto de fondo de estas características86.
78. Utopía destaca que el procedimiento ha sido llevado a cabo en la jurisdicción interna de
forma adecuada y hasta adelantada al plazo razonable, ya que atravesó primera instancia ante el
Juez de Familia N° 1 de Volodia, recurso de apelación en el Tribunal de Apelación de Volodia y
recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia Nacional tan sólo en el lapso temporal de
22 meses (menos de dos años), incluyendo en dicho plazo la ejecución de cada sentencia, ya que
si ésta no se ejecuta se puede ver vulnerado el derecho del interesado a un proceso equitativo, tal
como lo ha establecido el TEDH en su jurisprudencia.87
79. En relación al segundo de los elementos, los interesados han actuado de manera tal que el
proceso se ha prolongado por la constante actividad procesal, derivada de la acción de recurrir las
sentencias que no satisfacían sus intereses hasta agotar los recursos en la Corte Suprema;
garantizando así, el Estado de Utopía el derecho a los recursos y a la plena participación de las
partes en la defensa de sus intereses.
80. Pese a las complejidades, el Estado destaca la óptima actuación de sus autoridades judiciales;
ya que en ninguna instancia, ni por acciones u omisiones en su labor, han dilatado el litigio.
81. Finalmente en relación al cuarto elemento, la Corte IDH ha establecido que si el paso del
tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará necesario que
el procedimiento avance con mayor diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve
88
. En el presente caso, no ha existido una afectación de la situación jurídica generada por la
duración del procedimiento, ya que el fallo de la Corte Suprema de Utopía confirma la sentencia
dictada en primera instancia, no configurándose una transformación de las circunstancias
jurídicas de la presunta víctima y, tal como ya ha sido establecido por la Corte IDH, resulta
innecesario el análisis de este elemento89.

86
​Corte IDH. Caso López Álvarez vs. Honduras. Voto disidente a la Sentencia de la Jueza Cecilia Medina Quiroga.
Página 1, párrafo 3.
87
​TEDH: Caso Hornsby vs. Grecia. TEDH: Caso Cocchiarella vs. Italia.
88
​Corte IDH. Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de septiembre de 2009. Serie C No. 203. ​Párrafo 138.
89
​Corte IDH. Caso Garibaldi vs. Brasil, op. cit., párr. 138, y Caso Masacre de Santo Domingo vs. Colombia, op. cit.,
párr. 165.
29
Agentes del Estado/AE-553

82. Cabe destacar que la Corte IDH ha determinado que la razonabilidad del plazo de un proceso
se debe atender a las circunstancias particulares de cada caso, pues en determinados supuestos
-como lo es el presente caso- ​“el deber del Estado de satisfacer plenamente los requerimientos
90
de la justicia prevalece sobre la garantía del plazo razonable” .
83. En síntesis y para concluir, el Estado resalta su ágil accionar ante un caso de tales
magnitudes, y es por esto que afirma no haber vulnerado los derechos consagrados en el artículo
8.1 de la CADH en perjuicio de las presuntas víctimas.
III. PETITORIO
84. El Estado de Utopía, de conformidad con los argumentos expuestos y las normas legales
citadas, solicita respetuosamente a la Honorable Corte IDH lo siguiente:
1. Que declare improcedente la medida provisional solicitada por la representación de las
presuntas víctimas,
2. Que haga lugar a las siguientes excepciones preliminares:
2.1) Falta de agotamiento de recursos internos
2.2) Falta de ​locus standi d​ e la representación de la presunta víctima
2.3) Falta de garantías de la defensa del Estado.
2.4) Fórmula de la Cuarta Instancia
3. Subsidiariamente, si la Corte estima que debe conocer del fondo del asunto, esta
representación solicita:
5. Que proceda el margen de apreciación de Utopía con respecto a la GS,
6. Que declare que no existe responsabilidad alguna por parte del Estado de Utopía, en relación a
la alegada violación a los derechos a la libertad personal, a la autonomía y a la vida privada y
familiar de Salomé.
7. Que concluya que el Estado de Utopía ha velado por el interés superior de la niña Isolda.
8. Que sentencia que se ha cumplido debidamente con las garantías judiciales, dentro de ello los
procedimientos internos han sido llevados a cabo dentro de un plazo razonable.

90
Corte IDH. Caso ​la Cantuta vs. Perú.​ Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2006. Serie
C No. 162, párr. 149.
30
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9. Que decida sobre las costas y gastos del proceso en el sentido de considerar que no debe cargar
a Utopía con las costas del proceso, al considerar la demanda exorbitante y sin fundamento
alguno.

IV. BIBLIOGRAFÍA
a) Normas de Derecho Internacional
- Convención Americana sobre Derechos Humanos
- Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
- Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
- Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
(agregar en cita? Adoptada y abierta a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General
en su resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984 Entrada en vigor: 26 de junio de 1987, de
conformidad con el artículo 27.)
- Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
- Convención de las Naciones Unidas sobre las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y de
sus bienes
- Protocolo de San Salvador
- Convención sobre los Derechos del Niño
- Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía

31
Agentes del Estado/AE-553

- Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la participación de


niños en los conflictos armados
- Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos
(ACA??)
- Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (U.N. Doc A/CONF.39/27 (1969), 1155
U.N.T.S. 331, entered into forcé January 27, 1980. Viena, 23 de mayo de 1969. POR SI HAY
QUE AGREGAR EN CITA)
- Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de
las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho
internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones (Ibidem, 60/147
Resolución aprobada por la Asamblea General el 16 de diciembre de 2005)
b) Decisiones (Jurisprudencia – Informes – Dictámenes) de los sistemas internacionales de
protección de derechos humanos
b) 1. Comisión Interamericana de Derechos Humanos: Peticiones y casos e Informes
b) 1. 1. Peticiones y casos
- Informe Anual 1987-1988. Capítulo III, Resoluciones relativas a casos individuales: resolución
29/88, Jamaica, Caso N° 9260, 14 de septiembre de 1988.
- Resolución N° 15/89, Caso 10.208, Salvador Jorge Blanco, Rep. Dominicana, 14 de abril de
1989.
- Informe N° 74/90, Caso 9850, Héctor Gerónimo López Aurelli, Argentina, 4 de abril de 1990.
- Informe Nº 11/96, Caso 11.230, Francisco Martorell, Chile, 3 de mayo de 1996.
- Informe N° 39/96, Caso 11.673, Santiago Marzioni, Argentina, 15 de octubre de 1996.
- Informe N° 7/98, Caso 11.597, Emiliano Castro Tortrino, Argentina, 2 de marzo de 1998.
- Informe Nº 96/98, Caso 11.827, Inadmisibilidad, Peter Blaine, Jamaica, 17 de diciembre de
1998.
- Informe N° 33/04, Caso 11.634, Fondo, Jailton Neri Da Fonseca, Brasil, 11 de marzo de 2004.
- Informe Nº 41/07, Petición 998 05, Admisibilidad, Lazinho Brambilla Da Silva, Brasil, 23 de
julio de 2007.

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- Informe N°42/08, Petición 1271-04, Admisibilidad, Karen Atala e Hijas, Chile, 23 de julio de
2008.
b) 1. 2. Informes Temáticos
- Informe ​Terrorismo y derechos humanos​. OEA/Ser.L/V/ll.116, Doc. 5 rev. 1 corr., 22 octubre
2002.
- Informe ​Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos.​ OEA/Ser.L/V/II, Doc.57, 31 de diciembre
de 2009.
- Informe ​Violencia, niñez y crimen organizado.​ OEA/Ser.L/V/II, Doc. 40/15, 11 de noviembre
de 2015.
- Informe ​Pobreza y Derechos Humanos.
b) 2. Corte Interamericana de Derechos Humanos: Casos y Opiniones Consultivas
b) 2. 1. Casos
- ​Velásquez Rodríguez vs. Honduras.​ Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C N° 1.
- ​Velásquez Rodríguez vs. Honduras.​ Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C N° 4.
- ​Godínez Cruz vs. Honduras.​ Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C N° 5.
- ​Gangaram Panday vs. Surinam​. Excepciones preliminares. Sentencia de 4 de diciembre de
1991. Serie C Nº 12.
- ​Neira Alegría y otros vs. Perú.​ Excepciones Preliminares. Sentencia de 11 de diciembre de
1991. Serie C Nº 13
- ​Cayara vs. Perú.​ Excepciones preliminares. Sentencia de 3 de febrero de 1993. Serie C Nº 14.
- ​Caballero Delgado y Santana vs. Colombia.​ Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de
enero de 1994. Serie C Nº 17.
- ​Neira Alegría y otros vs. Perú.​ Fondo. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C N° 20.
- ​Caballero Delgado y Santana vs. Colombia.​ Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero
de 1997. Serie C N° 31. Voto Disidente del Juez A. A. Cançado Trindade.
- ​Loayza Tamayo vs. Perú​. Fondo. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C N° 33.
- ​Castillo Páez vs. Perú​. Fondo. Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C Nº 34.
- ​Suárez Rosero vs. Ecuador​. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C Nº 35.

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Agentes del Estado/AE-553

- ​Blake vs. Guatemala.​ Fondo. Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C N° 36.


- ​“Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs. Guatemala​. Fondo. Sentencia de 8 de marzo de
1998. Serie C Nº 37.
- ​Durand y Ugarte vs. Perú​. Excepciones Preliminares. Sentencia de 28 de mayo de 1999. Serie
C N° 50.
- ​Castillo Petruzzi y otros vs. Perú.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de
1999, Serie C N° 52.
- ​Tribunal Constitucional vs. Perú.​ Competencia. Sentencia de 24 de septiembre de 1999. Serie
C N° 55.
- ​Baena Ricardo y otros vs. Panamá​. Excepciones Preliminares. Sentencia de 18 de noviembre
de 1999. Serie C N° 61.
- ​“Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala.​ Fondo. Sentencia de 19 de
noviembre de 1999. Serie C N° 63.
- ​Las Palmeras vs. Colombia​. Excepciones Preliminares. Sentencia de 4 de febrero de 2000.
Serie C N° 47.
- ​Durand y Ugarte vs. Perú​. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C Nº 68.
- ​Cantoral Benavides vs. Perú.​ Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C Nº 69.
- ​Bámaca Velásquez vs. Guatemala.​ Fondo. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C Nº
70.
- ​Baena Ricardo y otros vs. Panamá​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de febrero de
2001. Serie C Nº 72.
- ​Ivcher Bronstein vs. Perú​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001.
Serie C Nº 74.
- ​Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs. Trinidad y Tobago.​ Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de junio de 2001. Serie C Nº 94.
- ​Hilaire vs. Trinidad y Tobago​. Excepciones Preliminares. Sentencia de 1 de septiembre de
2001. Serie C N° 80.
- ​Juan Humberto Sánchez vs. Honduras​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C N° 99.

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Agentes del Estado/AE-553

- ​Bulacio vs. Argentina​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 18 de septiembre de 2003.


Serie C Nº 100.
- ​Myrna Mack Chang vs. Guatemala.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de
noviembre de 2003. Serie C N° 101.
- ​Maritza Urrutia vs. Guatemala​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre
de 2003. Serie C Nº 103.
- ​Hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de julio
de 2004. Serie C N° 110.
- ​Ricardo Canese vs. Paraguay​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2004. Serie C Nº 111.
- ​“Instituto de Reeducación del Menor” vs. Paraguay.​ Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C N° 112.
- ​Caesar vs. Trinidad y Tobago​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia 11 de marzo de 2005.
Serie C N° 123.
- ​Comunidad Indígena Yakye Axa vs. Paraguay.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17
de junio de 2005. Serie C Nº 125.
- ​“Masacre de Mapiripán” vs. Colombia​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C N° 134.
- ​Masacre de Pueblo Bello vs. Colombia.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
enero de 2006. Serie C N° 140.
- ​Comunidad Indígena Sawhoyamaxa vs. Paraguay.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
29 de marzo de 2006. Serie C N° 146.
- ​Baldeón García vs. Perú​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de abril de 2006. Serie
C N° 147.
- ​Masacres de Ituango vs. Colombia.​ Sentencia 01 de julio de 2006. Serie C N° 148.
- ​Ximenes Lopes vs. Brasil​. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C N° 149.
- ​Servellón García y otros vs. Honduras​. Sentencia de 21 de septiembre de 2006. Serie C Nº 152.
- ​Goiburú y otros vs. Paraguay.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de
2006. Serie C Nº 153.

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- ​Almonacid Arellano y otros vs. Chile.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y


Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C Nº 154.
- ​Penal Castro Castro vs. Perú​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de
2006. Serie C N° 160.
- ​Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú​. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C Nº
158.
- ​Bueno Alves vs. Argentina.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007.
Serie C N° 164.
- ​Cantoral Huamaní y García Santa Cruz vs. Perú​. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 10 de julio de 2007. Serie C N° 167.
- ​García Prieto y otro vs. El Salvador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2007. Serie C Nº 168.
- ​Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C Nº 170.
- ​Pueblo Saramaka vs Suriname.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de noviembre de 2007. Serie C Nº 172.
- ​Salvador Chiriboga vs Ecuador.​ Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 6 de mayo de
2008. Serie C Nº 179.
- ​Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) vs. Venezuela.​
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C Nº 182.
- ​Castañeda Gutman vs. México.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C Nº 184.
- ​“Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala.​ Supervisión de Cumplimiento
de Sentencia. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 27 de enero de
2009.
- ​Anzualdo Castro vs. Perú​. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
22 de septiembre de 2009. Serie C Nº 202.

36
Agentes del Estado/AE-553

- ​Garibaldi vs. Brasil​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23


de septiembre de 2009. Serie C Nº 203.
- ​González y otros (“Campo Algodonero”) vs. México​. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C Nº 205.
- ​Fernández Ortega y otros vs. México.​ Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C N° 215.
- ​Rosendo Cantú y otra vs. México​. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C N° 216.
- ​Vélez Loor vs. Panamá.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
23 de noviembre de 2010. Serie C Nº 218.
- ​Gomes Lund y otros ("Guerrilha do Araguaia") vs. Brasil​. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C Nº 219.
- ​Cabrera García y Montiel Flores vs. México.​ Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C Nº 220.
- ​Gelman vs. Uruguay.​ Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie C Nº
221.
- ​Mejía Idrovo vs. Ecuador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 5 de julio de 2011. Serie C N° 228.
- ​Grande vs. Argentina​. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de agosto de 2011.
Serie C Nº 231.
- ​Contreras y otros vs. El Salvador.​ Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2011. Serie C Nº 232.
- ​Barbani Duarte y Otros vs. Uruguay.​ Fondo, Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre
de 2011. Serie C Nº 234.
- ​Familia Barrios vs. Venezuela​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre
de 2011. Serie C N° 237.
- ​Atala Riffo vs. Chile​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie
C Nº 239.

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Agentes del Estado/AE-553

- ​González Medina y Familiares vs. República Dominicana.​ Excepciones Preliminares, Fondo,


Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de febrero de 2012. Serie C Nº 240.
- ​Fornerón e hija vs. Argentina​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de abril de 2012.
Serie C Nº 242.
- ​Furlán y Familiares vs. Argentina​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia del 31 de Agosto de 2012. Serie C Nº 246.
- ​Nadege Dorzema y otros vs. República Dominicana​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de octubre de 2012. Serie C N° 251.
- ​Masacres de El Mozote y lugares aledaños vs. El Salvador​. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de octubre de 2012. Serie C N° 252.
- ​Mohamed vs. Argentina.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de noviembre de 2012. Serie C Nº 255.
- ​Castillo González y otros vs. Venezuela​. Fondo. Sentencia de 27 de noviembre de 2012. Serie C
Nº 256.
- ​García y Familiares vs. Guatemala​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2012. Serie C Nº 258.
- ​J. vs Perú.​ Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre
de 2013. Serie C Nº 275.
- ​Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo Indígena Mapuche) vs.
Chile​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014. Serie C N° 279.
- ​Rochac Hernández y otros vs. El Salvador​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de
octubre de 2014. Serie C Nº 285.
- ​Rodríguez Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) vs. Colombia​. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de noviembre de 2014. Serie C Nº
287.
- ​Cruz Sánchez y otros vs. Perú.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de abril de 2015. Serie C Nº 292.
- ​Ruano Torres y otros vs. El Salvador​. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre
de 2015. Serie C Nº 303.

38
Agentes del Estado/AE-553

- ​García Ibarra y otros vs. Ecuador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C Nº 306.
- ​Quispialaya Vilcapoma vs. Perú.​ Excepciones Preliminares. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C Nº 308.
- ​Tenorio Roca y otros vs. Perú.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie C Nº 314.
- ​Valencia Hinojosa y otra vs. Ecuador.​ Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2016. Serie C Nº 327.
- ​Zegarra Marín vs. Perú​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y costas. Sentencia de
15 de febrero de 2017. Serie C Nº 331.
- ​Favela Nova Brasilia vs. Brasil​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C Nº 333.
- ​Acosta y otros vs. Nicaragua​. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de marzo de 2017. Serie C Nº 334.
b) 2. 2. Opiniones Consultivas
- ​Propuesta de modificación a la Constitución Política de Costa Rica relacionada con la
naturalización​. Opinión Consultiva OC-4/84, del 19 de enero de 1984. Serie A Nº 4.
- ​Garantías judiciales en estados de emergencia (Arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos)​. Opinión Consultiva OC-9/87, del 6 de octubre de 1987. Serie A Nº 9.
- ​Ciertas Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41, 42, 44,
​ pinión Consultiva
46, 47, 50 y 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). O
OC-13/93, del 26 de julio de 1993. Serie A N° 13.
- ​Informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Art. 51 Convención
Americana sobre Derechos Humanos).​ Opinión Consultiva OC-15/97, de 14 de noviembre de
1997. Serie A N° 15.
- ​Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño​. Opinión Consultiva OC-17/02, del 28 de
agosto de 2002. Serie A Nº 17.
- ​Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados​. Opinión Consultiva
OC-18/03, del 17 de septiembre de 2003. Serie A Nº 18.

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Agentes del Estado/AE-553

- ​Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos (art. 41 y 44 a 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos).​
Opinión Consultiva OC-19/05, del 28 de noviembre de 2005. Serie A Nº 19.
b) 3. TEDH (ver cómo coordinar las citas)
Caso Chipre c. Turquía Sentencia 25781/94. 10 de mayo de 2001.
Bankovic et al v. Belgica
Al Adsani v. Reino Unido
b) 4. Corte Permanente de Justicia Internacional
Caso Mavrommatis
b) 5. Naciones Unidas
- Comité contra la Tortura. Observación General Nº 2: “Aplicación del artículo 2 por los Estados
Partes”. CAT/C/GC/2, de 24 de enero de 2008.
- Comité de Derechos humanos. Observación general N° 32: “El derecho a un juicio imparcial y
a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia”. HRI/GEN/1/Rev.9 (vol. I).
- Responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos. AG/56/83
- Convención sobre las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y sus bienes. AG/59/508.
- Comisión de Derecho Internacional. Proyecto de Artículos sobre la Protección Diplomática. 58°
período de sesiones. Año 2006.
- VER LO DE UNICEF cita 64
- CPIJ cita 125
- ILC cita 54
b) 6. Corte Internacional de Justicia (Faltan algunas)
- Caso ​Nottebohm (Liechtenstein v. Guatemala).​ Fallo de 1955.
- Caso ​Barcelona Traction, Light and Power Company, Limited (Bélgica v. España).​ Fallo de 5
de febrero de 1970.
- Caso ​Relativo a las Actividades Militares y Paramilitares en Nicaragua y Contra Nicaragua
(Nicaragua v. Estados Unidos) (Fondo del Asunto). ​Fallo de 27 de junio de 1986.
- ​Caso ​La Grand (Alemania v. Estados Unidos). F
​ allo de 27 de junio de 2001.

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Agentes del Estado/AE-553

- Caso ​Aplicación de la Convención para Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (Bosnia
y Herzegovina v. Yugoslavia). ​Fallo de 26 de febrero de 2007
- Caso ​Ahmadou Sadio Diallo (República de Guinea v. Rep. Democrática del Congo).​ Fallo de
24 de mayo de 2007.
- Caso ​Inmunidades Jurisdiccionales del Estado (Alemania v. Italia: Intervención de Grecia).​
Fallo de 3 de febrero de 2012.
- Caso ​Personal Diplomático y Consular de EEUU en Teherán (Estados Unidos v. Irán)
Breard
Avena
Invasion y ocupacion kuwait
c) Doctrina relevante
- Vattel. The Law of Nations or the Principles of Natural Law, Classics of International Law,
Libro II, Capítulo VI. Año 1916.
- Pastor Ridruejo, José A. Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones
Internacionales. Madrid. Tecnos. Año 1996.
- Corte IDH. "El sistema Interamericano de protección de los Derechos Humanos en el umbral
del sigloXXI", t. I, San José de Costa Rica. Año 1999.
- Dugard, John R. Primer informe sobre la protección diplomática, del Sr. John R. Dugard,
Relator Especial. DOCUMENTO A/CN.4/506 y Add.1. Año 2000.
- Cebada Romero, Alicia. Los conceptos de obligación erga omnes, ius cogens, y violación grave
a la luz del nuevo proyecto de la CDI sobre Responsabilidad de los Estados por hechos ilícitos.
Revista electrónica de estudios internacionales (REEI), ISSN-e1694-5197, N°4. 2002.
- Faúndez Ledesma, Héctor. El sistema interamericano de protección de los derechos humanos:
aspectos institucionales y procesales. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. 3° Edición.
San José, Costa Rica. 2004.
- Moya Domínguez, María Teresa del R. Manual de derecho internacional público. Ediar SA
Editora. ISBN 9505741693. Año 2004.

41
Agentes del Estado/AE-553

- Laplante, Lisa J. The Law of Remedies and the Clean Hands Doctrine: Exclusionary Reparation
Policies in Peru’s Political Transition. American University International Law Review.
Washington College of Law. Vol. 23, N° 1. pag. 51-90.
- García Ramírez, Sergio. "La Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
enmateria de reparaciones" en Corte IDH, Un cuarto de siglo: 1979-2004, San José de Costa
Rica. Año 2005.
- Barboza, Julio. Derecho Internacional Público. Buenos Aires. Zabalía. ISBN:
978-950-572-776-6. Año 2008, pag. 325-343
- Medina-Ardilla, Felipe. La responsabilidad internacional del Estado por actos de particulares:
análisis jurisprudencial interamericano, en Debate Interamericano, vol. 1, 83-122 (Juana Inés
Acosta-López & Álvaro Francisco Amaya-Villareal, comps., Ministerio de Relaciones
Exteriores, Bogotá, 2009). Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/tablas/r26724. pdf,
https://www.academia.edu/516179/Debate_Interamericano_Vol%C3%BAmen_1
​ doptada por la
- Organización de Estados Americanos. ​Estrategia Hemisférica sobre Drogas. A
Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD) en su cuadregésimo
séptimo período ordinario de sesiones mayo de 2010.
- Jiménez Piernas, Carlos. Introducción al derecho internacional público. Práctica de España y de
la Unión Europea. Madrid. Tecnos. Año 2011.
- Rousset Siri, Andrés. El concepto de reparación integral en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Revista Internacional de Derechos, N°1. Año 2011.
- Shelton, Dinah. “Remedies and reparation”, en Global justice, State duties: The extraterritorial
scope of economic, social and cultural rights in international law, New York, Cambridge
University Press, 2013.
- González Napolitano, Silvina S. La responsabilidad Internacional del Estado por violación de
los derechos humanos: sus particularidades frente al Derecho Internacional General. AGN
Editora. Año 2013
- Dugard, John R. Artículos sobre protección diplomática. United Nations Audiovisual Library of
International Law. Año 2013.

42
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- Organización de Estados Americanos. ​El informe de drogas de la OEA: 16 meses de debates y


​ EA/Ser.D/XXV.4.1. Documento preparado por la Secretaría General, para la 46
consensos. O
Asamblea General Extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ​“Por
una Política Hemisférica de Drogas de Cara al Siglo XXI” ​Ciudad de Guatemala, Septiembre,
2014.
- Ortega Velázquez, Elisa. Naturaleza jurídica de la protección diplomática a la luz del desarrollo
progresivo del derecho internacional: derecho del Estado o de la persona humana? Anuario
Mexicano de Derecho Internacional, S.I, p. 3-45, Enero 2016. ISSN 2448-7872.
- Ugarte Boluarte Krúpskaya. La responsabilidad internacional de los Estados en materia de
Derechos Humanos. Revista Lex de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la
Universidad Alas Peruanas. LEX N° 17 - AÑO XIV - 2016 - I / ISSN 2313 - 1861
- Rousset Siri, Andrés. La indemnización compensatoria en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. LA LEY. Año 2017
- Espósito, Carlos. Sobre plomeros y arquitectos sociales: elementos y problemas del fallo de la
Corte Internacional de Justicia sobre la inmunidad jurisdiccional de los Estados. Revista
Latinoamericana de Derecho Internacional. Año 2018.
- Fundación Konrad Adenauer. Convención Americana Comentada.

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