Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Agentes del Estado/AE-553
ÍNDICE
TABLA DE ABREVIATURAS 3
III. PETITORIO 30
IV. BIBLIOGRAFÍA 31
a) Normas de Derecho Internacional 31
b) Decisiones (Jurisprudencia – Informes – Dictámenes) de los sistemas internacionales de
protección de derechos humanos 32
c) Doctrina relevante 41
2
Agentes del Estado/AE-553
TABLA DE ABREVIATURAS
Art./Arts. Artículo/Artículos
Pág./Págs. Página/Páginas
Párr./Párrs. Párrafo/Párrafos
CADH Convención Americana de Derechos Humanos
CDN Convención de los Derechos del Niño
CEDH Convención Europea de Derechos Humanos
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
DDHH Derechos humanos
GS Gestación por sustitución
OEA Organización de los Estados Americanos
ONG Organización No Gubernamental
SIDH Sistema Interamericano de Derechos Humanos
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
TRHA Técnicas de reproducción humana asistida
3
Agentes del Estado/AE-553
4
Agentes del Estado/AE-553
centro público de salud, procedió a inscribirla como su hija extramatrimonial bajo el nombre de
Isolda Ortega. Frente a lo ocurrido, el Director de la Clínica advirtió a Salomé de las
consecuencias legales que desencadenaría dicha conducta, y aconsejó a la misma de entregar a
los padres legales a la niña. A pesar de ello, Salomé Ortega se negó a cumplir las disposiciones
contractuales fijadas y rechazó la posibilidad de entregar al bebé.
1-Proceso en Jurisdicción Interna de Utopía
5. Miriam y Joseph iniciaron acción judicial ante el fuero de familia contra Salomé Ortega por
privación del ejercicio la patria potestad sobre la niña y solicitaron al Juez un permiso de salida
de la niña para trasladarse a Visigodia. Se corre traslado a la demandada, quien obtiene la
designación de la letrada de oficio Manuela Contreras y objeta la validez jurídica del contrato de
GS. La Clínica se presenta en el juicio solicitando su participación en calidad de coadyudante,
petición aceptada por el Juez. Tras la presentación del informe sociofamiliar de Salomé y la niña
Isolda por parte del servicio de bienestar familiar, el día 15 de enero de 2016, el Juez de Familia
N°1 de Volodia sentencia a favor de la parte actora, sosteniendo que, en razón del contrato de
GS, los padres legales de la niña son Miriam y Joseph y ordena a Salomé la entrega de la niña a
los mismos. A su vez, suspende el permiso de salida solicitado hasta tanto el fallo no adquiera
carácter de firme.
6. Salomé Ortega cumple con lo declarado por el Juez de Familia y entrega a la niña a los padres.
El abogado de los mismos procede a inscribir a la niña en el Registro Civil de Visigodia, con
base a la sentencia de primera instancia y al certificado de nacimiento obtenido en Utopía.
7. En tiempo y forma, Salomé hace uso de su derecho a recurrir la sentencia ante el Tribunal de
Apelación de Volodia y, además, requiere la realización de una prueba de ADN de la niña. Se da
traslado al matrimonio, quienes solicitan el rechazo del recurso en base a distintos argumentos. A
su vez, se requiere informe a la Fiscalía de Protección de Menores, sobre la situación de la niña,
y a la Clínica la Esperanza, sobre el procedimiento ante dicha institución. El 15 de junio de 2016,
el Centro Nacional de Biología Médica comunica el resultado del análisis solicitado: Joseph y
Salomé son los padres genéticos de la niña. Ante dicha novedosa situación, se da vista a las
partes intervinientes para que presenten sus observaciones. La Clínica reconoce responsabilidad
5
Agentes del Estado/AE-553
6
Agentes del Estado/AE-553
prohibición de salida de la niña y al Servicio de Bienestar a los fines de prever las visitas
periódicas. A pesar de ello, el letrado de Miriam y Joseph interponen recurso de amparo ante el
Tribunal Constitucional por considerar que la adopción de la medida cautelar resultan
improcedentes. Tras darle traslado a Salomé, recibir el informe de la situación sociofamiliar
actual y permitir la intervención de terceros en calidad de amicus curiae, el Tribunal ordena
levantar las medidas cautelares.
13. Finalizado el procedimiento de admisibilidad y posterior estudio del fondo del caso, el 20 de
septiembre, la CIDH adoptó el Informe 32/18 de conformidad con lo dispuesto por el art. 50 de la
CADH. Dicho organismo convencional concluyó que Utopía era responsable por la violación a
los arts. 5.2, 8.1, 11, 17.5, 18, 19 y 25 de la CADH en relación con los arts. 1.1 y 2, en perjuicio
de Salomé Ortega y la niña Isolda y dispuso una serie de recomendaciones al Estado que debía
cumplir dentro de 60 días. Por su parte, Utopía rechazó lo dispuesto en el mencionado informe,
en tanto el caso resulta inadmisible dado que los hechos no configuran violaciones a los derechos
convencionales y el Estado no ha infringido ninguna obligación internacional, velando en todo
momento por la protección de los derechos humanos de la niña, Salomé, Miriam y Joseph.
14. Cumplidos los plazos, el 10 de diciembre del 2018, la CIDH sometió el caso ante Corte IDH
y solicitó que se declare al Estado responsable por violar los arts. 3, 5.2, 6.1, 8.1, 11, 17.5, 18, 19,
24 y 25 en relación con el art. 1.1 y 2 de la CADH. El 20 de abril de 2019, la ONG Mujeres y
Dignidad presentó el Escrito de Solicitudes, Argumentos y Pruebas ante la Corte IDH,
adhiriéndose a lo solicitado por la CIDH y solicitando la adopción de una medida provisional.
II. ANÁLISIS LEGAL DEL CASO
1. Total improcedencia de la medida provisional.
15. La representación de las presuntas víctimas ha solicitado, ante este Honorable Tribunal, la
adopción de una medida provisional con el objeto de que se ordene al Estado: i) la interdicción
de salida de la niña del territorio de Utopía; y ii) se le permita a Salomé visitar a la niña Isolda.
Sin embargo, esta parte estima que la misma resulta improcedente en tanto no cumple con los
requisitos de la CADH ni del Reglamento de la Corte IDH.
16. El art. 63.2 de la CADH otorga competencia a la Corte IDH para adoptar medidas
provisionales cuando lo estime pertinente, esta disposición a su vez está regulada en el art. 27 del
7
Agentes del Estado/AE-553
Reglamento de la Corte IDH. Su objeto es preservar los derechos de las partes de la controversia,
asegurando que la sentencia de fondo no sea perjudicada por las acciones de ellas pendente lite1.
17. Las medidas provisionales se caracterizan por su naturaleza temporal y carácter excepcional2,
y son dictadas siempre y cuando se reúnan los requisitos básicos de extrema gravedad y urgencia,
y necesidad de evitar daños irreparables a las personas. Estos tres requisitos son coexistentes y
deben persistir para que la Corte mantenga la protección ordenada; si uno de ellos ha dejado de
tener vigencia, corresponderá al Tribunal valorar la pertinencia de su continuación3. El Tribunal
ya ha señalado que, conforme a la Convención y al Reglamento, la carga procesal de demostrar
prima facie dichos requisitos recae en el solicitante4.
18. En primer lugar, la noción de “extrema gravedad” ha de relacionarse no solamente con la
naturaleza del bien que se halla en peligro, sino con la intensidad del riesgo al que se sujeta el
bien tutelado, cualquiera sea la identidad de éste5. La extrema gravedad de la amenaza es la
consecuencia de un peligro real, verosímil, y no meramente hipotético6.
19. Respecto al requisito de la extrema urgencia, la misma deriva de la amenaza inminente de un
7
daño irreparable de modo de que cualquier demora resulta peligrosa (periculum in mora) . Si
bien la Corte no ha definido hasta la fecha los alcances de la noción ‘urgencia’, la misma
entiende que la urgencia le da un carácter especialmente apremiante a la gravedad, aludiendo a
situaciones especiales y excepcionales que requieren y ameritan una acción y respuesta inmediata
1
Corte Internacional de Justicia. Caso Nicaragua vs. Estados Unidos de América. S olicitud de Adopción
de medidas cautelares. 9 de abril de 1984. También Corte IDH, Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala.
Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 22 de noviembre de 2018, párrs. 8 y 9.
2
Caso Coc Max y Otros Vs. Guatemala. Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 6 de febrero de 2019,
Considerando 3.
3
Asuntos de las Penitenciarías de Mendoza. Medidas Provisionales. Resolución de la Corte de 1 de Julio de 2011,
párr.30.
4
Caso Bámaca Velásquez. Medidas Provisionales respecto de Guatemala. Resolución de la Corte de 20 de
noviembre de 2003, Considerando 10, y Caso Bámaca Velásquez. Medidas Provisionales con respecto de
Guatemala. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 22 de noviembre de 2018,
Considerando 4.
5
García Ramírez, Sergio. Medidas precautorias, en Los derechos humanos y la jurisdicción
interamericana. México, UNAM, 2002, p.130.
6
Faúndez Ledesma. Medidas Cautelares y medidas provisionales: acciones urgentes en el Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Políticas, num. 107, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1998, p. 537.
7
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. Aspectos institucionales y
procesales. Faundez Ledesma. Pág.541. CorteIDH. Resolución del 14 de junio de 1998. Casos James,
Briggs, Noel, Garcia y Bethel. Parrf. 9 de la parte considerativa.
8
Agentes del Estado/AE-553
orientada a conjurar la amenaza8. Así, por ejemplo, la Corte Internacional de Justicia sostiene que
el término urgencia debe entenderse en el sentido de la presencia de un riesgo real e inminente de
que pueda causarse un perjuicio irreparable a los derechos objeto de controversia antes de que la
Corte pronuncie su fallo definitivo9.
20. Por último, estas medidas deben implementarse cuando se haga necesario para evitar daños
irreparables a las personas. La irreparabilidad del daño alude a la imposibilidad de rescatar,
preservar o restituir el bien amenazado a través de alguna medida posterior a la lesión causada10.
Así, la Corte IDH ha entendido que resultan improcedentes estas medidas cuando se trata de un
derecho amenazado que no puede ser lesionado de manera irreparable antes de que la Corte
11
pueda pronunciarse sobre el fondo .
21. De ello se desprende que la adopción de estas medidas se justifica cuando obra suficiente
evidencia que demuestre un grave peligro al cual no se pueda hacer frente con las garantías
ordinarias existentes en el Estado, es decir que resulta imposible esperar la decisión final del
asunto, y por ello se requiere la adopción de acciones inmediatas que eviten un daño irreparable y
que, al momento de decidir, el tribunal pueda encontrarse a un hecho consumado.
22. En el presente caso, ninguno de los dos objetivos de la medida provisional solicitada cumple
con los requisitos convencionales exigidos. Por un lado, con respecto a la interdicción de la
salida de la niña del país, la sentencia de Primer Instancia el Juez de Familia N°1 no concedió la
autorización de salida del país de Isolda, procurando mantener vigente el derecho al recurso de la
contraparte y quedando en suspenso sus efecto hasta tanto adquiera firmeza el fallo. También,
durante el trámite ante el Tribunal de Apelación, la Fiscalía de Menores solicita que se mantenga
la prohibición provisional de salida del país. Cuando el caso llegó hasta la instancia de la Corte
8
Corte IDH. Resolución de medidas provisionales, en el Asunto de las penitenciarías de Mendoza, voto
concurrente del juez Diego García Sayán.
9
Corte Internacional de Justicia.Caso relativos a las cuestiones sobre la obligación de procesar o
extraditar (Bélgica contra Senegal) [Solicitud de indicación de medidas provisionales].28 de Mayo 2009.
10
Fáundez Ledesma. Medidas cautelares y provisionales: acciones urgentes en el Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, ob. cit., p. 160.
11
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. Aspectos institucionales y procesales.
Faundez Ledesma. Pág.545. CorteIDH. Resolución del 21 de enero de 1998. Caso Cesti Hurtado. Parrf. 7 de la parte
considerativa. CorteIDH. Resolución del 1 de julio de 2011 Asunto L.M. Parrf. 7 de la parte considerativa.
9
Agentes del Estado/AE-553
Suprema, dicho Tribunal ordenó que se mantenga la prohibición de la salida del territorio
nacional de la niña Isolda hasta tanto no se resuelva el conflicto planteado. Por último, el Estado
de Utopía adopta la solicitud de la Resolución 26/17 de la CIDH y prohíbe la salida del país de la
niña. Ello demuestra que el Estado de Utopía ha garantizado en todo momento que la niña se
encuentre en el país durante la resolución del pleito, por ende no ha habido extrema gravedad ni
extrema urgencia que derive en un daño irreparable.
23. Por otro lado, en relación al segundo objeto de la medida provisional, es decir la posibilidad
de visita de Salomé a la niña, el Estado de Utopía, adoptando la solicitud de la Resolución 26/17
de la CIDH, ordenó al Servicio de Bienestar Familiar de Volodia organizar visitas periódicas de
Salomé Ortega a la menor, las cuales se cumplieron dado que Salomé tuvo la oportunidad de
visitar en varias ocasiones a Isolda. Cabe destacar que Joseph y Myriam, entendiendo los
vínculos afectivos mostrados por Salomé con respecto a Isolda, están dispuestos mantenerla
informada de su crecimiento y abonar los gastos necesarios para que Salomé concurra a visitarla.
Además, respecto a la estado tanto físico como psicológico de la niña, el Informe Socio familiar
del Servicio de Bienestar del 20 de Marzo del 2017 expresa que Isolda se encuentra en perfecto
estado de salud tanto física como psicológica, propio de un entorno familiar; ello refleja que la
niña no se encuentra frente a una amenaza de extrema gravedad hacia sus derechos.
23. En conclusión, los hechos han evidenciado que ni Isolda ni Salomé Ortega están en una
situación de extrema gravedad dado que no se ha demostrado un peligro inminente y verosímil de
sufrir un daño real, ya que la niña no ha salido del territorio nacional de Utopía y Salomé Ortega
ha tenido oportunidades de visitar a Isolda. Es por ello que Utopía solicita a la Corte IDH que
declare la improcedencia de la medida provisional solicitada.
2. Excepciones preliminares
24. La Corte ha afirmado que las excepciones preliminares son actos que buscan impedir el
análisis del fondo de un asunto cuestionado, mediante la objeción de la admisibilidad de una
demanda o la competencia del Tribunal para conocer de un determinado caso o de alguno de sus
aspectos, ya sea en razón de la persona, materia, tiempo o lugar, siempre y cuando dichos
planteamientos tengan el carácter de preliminares12. En el ámbito internacional, a diferencia de lo
12
Corte IDH. Caso Las Palmeras vs. Colombia. Excepciones Preliminares. Sentencia de 4 de febrero de 2000. Serie
C N° 47, párr. 47; Caso Mejía Idrovo vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
10
Agentes del Estado/AE-553
que ocurre en la esfera interna, las excepciones preliminares no sólo tienen carácter procesal, sino
que pueden poner fin definitivamente a la controversia. Estas decisiones pueden tener la misma
importancia que las que versan sobre el fondo, lo cual justifica la consideración separada de las
13
mismas que rogamos haga este Tribunal . El Estado de Utopía procede a interponer las
siguientes excepciones preliminares contra la demanda planteada por la CIDH:
2.1.- Falta de agotamiento de los recursos internos
25. El principio de agotamiento de los remedios locales, consagrado en el art. 46.1.a) de la
CADH, tiene como finalidad permitir a los Estados resolver las controversias en sede interna,
antes de que las personas concurran a la esfera internacional14. Ello deriva que ante una posible
violación a los derechos convencionales, se debe acudir primero a las instancias nacionales, en
virtud de que los sistemas internacionales de protección de los DDHH son coadyuvantes o
complementarios respecto de los mecanismos internos15. Este principio ha sido reiterado y
desarrollado por la Corte IDH desde su primer16 hasta una de su última jurisprudencia17, y
también se encuentra establecida en el art. 50 de la Carta Africana de los Derechos Humanos y
18 19
de los Pueblos y en el art. 35.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos .
26. En el presente caso, no se encuentran agotados los recursos internos con respecto al proceso
civil iniciado por Salomé Ortega, solicitando la nulidad del contrato de gestación subrogada
celebrado entre la misma, Joseph y Miriam. Dicho proceso se encuentra aún sin decisión judicial,
por lo que está pendiente de resolución ante nuestros tribunales internos. Así, al momento de la
Sentencia de 5 de julio de 2011. Serie C N° 228, párr 19; y Caso Castañeda Gutman vs. México, supra nota --, párr.
39.
13
FAÚNDEZ LEDESMA, H., El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, S an José, C.R.,
3ª ed., Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2004, p. 634.
14
Caso Masacre de Santo Domingo. párr. 33
15
González Serrano Andrés. La excepción preliminar: Falta de Agotamiento de Recursos Internos ¿un mecanismo
efectivo de defensa estatal? Página 246.
16
Corte IDH. Asunto Viviana Gallardo y otras, N° G 101/81, serie A, decisión del 13 de noviembre de 1981, serie
A, párrafo 26.
17
Corte IDH. Caso Terrones Silva y otros vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 360, párrafo 20.
18
Carta Africana: Artículo 50: “La Comisión solamente puede ocuparse de un asunto que se le haya remitido tras
asegurarse de que se han agotado todos los recursos locales, en caso de que existan, a no ser que sea obvio para la
Comisión que el proceso de agotamiento de esos recursos sería demasiado largo.”
19
Convenio Europeo de Derechos Humanos: Artículo 35.1: “Al Tribunal no podrá recurrirse sino después de agotar
las vías de recursos internas, tal como se entiende según los principios de derecho internacional generalmente
reconocidos y en el plazo de seis meses a partir de la fecha de la decisión interna definitiva.”
11
Agentes del Estado/AE-553
petición, se encontraban disponibles remedios procesales tales como la sentencia del juzgado
civil acerca de la validez o no del contrato y también la vía del recurso ordinario apelación20, en
caso de que sea contrario a los intereses de la accionante. Ello refleja que nos encontramos en
una etapa temprana del proceso civil21, pudiendo el Estado aún subsanar o corregir las posibles
vulneraciones en el ordenamiento interno.
27. Cabe destacar que tanto el procedimiento civil en trámite como la vía de apelación son los
adecuados y efectivos para el presente caso, es decir resultan idóneos para proteger la situación
jurídica infringida22 y capaces de producir el resultado para el que han sido concebidos23. Ello en
virtud de que en dicho proceso se discute el defecto tanto de objeto como de consentimiento del
contrato de maternidad subrogada, contrato que determina la filiación de la niña Isolda conforme
al ordenamiento jurídico interno; procedimiento con la potencialidad de cumplimentar los
intereses de Salomé.
28. En conclusión, las presuntas víctimas no han agotado los recursos de jurisdicción interna, por
lo que este Honorable Tribunal debe abstenerse de conocer sobre las alegadas violaciones de los
derechos contenidos en los artículos 3 y 11 de la CADH.
2.2.-Falta de locus standi de la representante de las presuntas víctimas.
29. La posibilidad de acceder al mecanismo del SIDH mediante una denuncia o petición
individual se encuentra consagrada en el art. 44 de la CADH, y en el Reglamento de la CIDH. De
ello se desprende que la legitimación activa corresponde a personas, grupos de personas o
entidades no gubernamentales.
30. Respecto a éstas últimas, la CADH aboga por que la sociedad civil desarrolle una función de
denuncia en el SIDH, ya que incluso una ONG de un país distinto al de la nacionalidad de la
víctima puede denunciar violaciones a los DDHH24. No obstante las amplias facultades de las
ONGs, la disposición en comento establece un requisito: que sean reconocidas en uno o más
Estados miembros de la OEA, lo que limita al espectro regional su legitimidad activa, ya que
20
Corte IDH. Caso Díaz Peña vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de junio de 2012. Serie C Núm. 244, pars. 123-125
21
Corte IDH, Caso Brewer Carías, pars. 83-99
22
Corte IDH, Caso Masacre de las Dos Erres vs. Guatemala, 2 4 de noviembre de 2009, pars. 106-124
23
Corte IDH, Caso Cantoral Benavides vs. Perú, 18 de agosto de 2000, par. 104
24
BARBOSA DELGADO, Francisco. “Litigio interamericano. Perspectiva Jurídica del sistema de protección de
derechos humanos. Año 2002. ISBN: 9789589029466 , p. 113.
12
Agentes del Estado/AE-553
para tener legitimatio ad causam deben estar reconocidas en cualquiera de los Estados Miembros
de la OEA. En conclusión, una ONG no americana no podría presentar a fuer de r epresentante de
una víctima25.
31. En el caso que nos convoca, la ONG Mujeres y Dignidad peticionante ante el SIDH radica en
Visigodia, Estado ubicado en el continente europeo, por lo que no es miembro de la OEA.
Tampoco resulta del acervo probatorio que la ONG se haya apoyado en una ONG reconocida
dentro de la OEA26 ni que se encuentra legalmente reconocida en el Estado de Utopía ni en otro
Estado parte de la mencionada organización.
32. En virtud de lo expuesto, la ONG Mujeres y Dignidad no reúne los requisitos convencionales
exigidos por el art. 44; es por ello que esta representación solicita al Tribunal que haga lugar a
esta excepción y, en consecuencia, declare inadmisible el caso por falta de locus standi.
2.3.- Falta a las garantías a la defensa del Estado por la inclusión de nuevos derechos
33. Tomando en cuenta el artículo 62.3 de la CADH, que confiere a esta Corte la plena
jurisdicción sobre todas las cuestiones relativas a un caso sometido a su conocimiento27 y la
28
OC-19/05 que establece que es dicho Tribunal quien efectúa el control de legalidad de
actuación de la CIDH cuando el Estado en cuestión alegue fundadamente que existe un error
grave que vulnera su derecho a la defensa29, es que Utopía presenta ante la Corte IDH la
excepción preliminar por falta a las garantías a la defensa del Estado.
34. Cuando se alega como excepción preliminar un cuestionamiento a la actuación de la CIDH,
en relación con el procedimiento seguido ante ésta, la misma cuenta con autonomía e
25
HUERTAS DÍAZ Omar; CÁCERES TOVAR Víctor; GÓMEZ CARMONA Waldina. El acceso a las
jurisdicciones regionales de protección y garantía de los derechos humanos. Meritum – Belo Horizonte – v. 4 – n. 2
– p. 117-118
26
BARBOSA DELGADO, Francisco. “Litigio interamericano. Perspectiva Jurídica del sistema de protección de
derechos humanos”. Año 2002. ISBN: 9789589029466 , p. 113.
27
Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras, s upra nota --, párr. 29; y Caso García Ibarra y otros vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C
Nº 306, párr. 29.
28
Corte IDH. Control de legalidad en el ejercicio de las atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (Arts. 41 y 44 a 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva
OC-19/05 de 28 de noviembre de 2005. Serie A No. 19.
29
Corte IDH. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C Nº 158, párr. 66; y
Caso Cruz Sánchez y otros vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de
abril de 2015. Serie C Nº 292, párr. 37.
13
Agentes del Estado/AE-553
30
Corte IDH. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (art. 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-19/05, del
28 de noviembre de 2005. Serie A Nº 19, Punto Resolutivo Nº 1.
31
Corte IDH. Caso Grande vs. Argentina. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de agosto de 2011.
Serie C Nº 231, párr. 45.
32
Corte IDH. Caso Cayara vs. Perú, supra nota --, párr. 6; y Caso Gangaram Panday vs. Surinam. Excepciones
preliminares. Sentencia de 4 de diciembre de 1991. Serie C Nº 12, párr. 4.
33
aso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares, párr. 85, y Caso Grande
C
Vs. Argentina. Excepciones Preliminares y Fondo. Sentencia de 31 de agosto de 2011. Serie C
No. 231, párr. 56.
34
Opinión Consultiva OC-19/05, y Caso Grande Vs. Argentina, párr. 56.
35
Caso Grande Vs. Argentina, párr. 56 y Opinión Consultiva OC-19/05, párr. 27.
36
CADH: Artículo 6.1: “Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre, y tanto éstas, como la trata de
esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas.”
14
Agentes del Estado/AE-553
37
Caso Cinco Pensionistas Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de febrero de 2003. Serie C No.
98, párr. 155, y Caso González Medina y familiares Vs. República Dominicana, párr. 242.
38
aso Velásquez Rodríguez, párr. 163 y Caso Vélez Loor Vs. Panamá, párr. 184.
C
39
Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No.
164, párr. 70.
40
Corte IDH. Caso González Medina y Familiares vs. República Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de febrero de 2012. Serie C Nº 240, párr. 38.
15
Agentes del Estado/AE-553
40. La fórmula de la cuarta instancia internacional, con orígenes en la doctrina europea41, está
íntimamente ligada con el “principio de subsidiariedad” reconocido ampliamente por los sistemas
de protección de DDHH respecto del derecho interno de los Estados, toda vez que impide su
intervención donde ha habido un tratamiento respetuoso de la CADH. La CIDH ha expresado por
primera vez en el ámbito regional que no es su atribución actuar como órgano cuasi-judicial de
cuarta instancia y revisar las decisiones de los tribunales nacionales, siendo su función investigar
si la CADH ha sido objeto de violación42. Es por ello que dicho organismo no puede revisar las
sentencias dictadas por los tribunales que actúen en la esfera de su competencia y aplicando las
debidas garantías judiciales, excepto que se haya producido una violación a los derechos
convencionales43. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte IDH indicando que dicho
Tribunal no desempeña funciones de tribunal de “cuarta instancia”, ni es un tribunal de alzada o
de apelación para dirimir los desacuerdos que tengan las partes sobre algunos alcances de la
valoración de prueba o de la aplicación del derecho interno en aspectos que no estén
directamente relacionados con el cumplimiento de obligaciones internacionales en DDHH44.
41. El proceso llevado a cabo ante el Juzgado de Familia ha culminado en la máxima instancia de
nuestro derecho interno; así, el máximo órgano de Utopía, la Corte Suprema, ha dictado
sentencia el 15 de septiembre de 2017. Dentro del margen del debido proceso, dicho
procedimiento no vulnera ningún derecho convencional ni tampoco presenta irregularidad alguna
en relación a las garantías judiciales45, siendo justo, imparcial y llevado a cabo dentro de un plazo
razonable46. Es por ello que esta parte señala que las peticionarias buscan convertir este Tribunal
en cuarta instancia toda vez que en sede interna se obtuvo una sentencia justa e imparcial pero en
contradicción con los intereses de la parte accionante. De esta manera, reevaluar la decisión de
41
CEDH. Caso IZ v. Greece, Ap. N° 18997/91. Decisión del 28 de febrero de 1994, párr. 98; y Caso Babenko v.
Ukraine, Ap. N° 43476/98. Decisión del 4 de mayo de 1999; TEDH. Caso Khamidov v. Russia, Ap. N° 72118/01.
Sentencia de 15 de noviembre de 2007, párr. 170; Caso Camilleri v. Malta, Ap. N° 51760/99. Sentencia de 16 de
marzo de 2000; y Caso Kononov v. Latia, Nº 36376/04. Sentencia de 17 de mayo de 2010, párr. 189.
42
CIDH. Informe Anual 1987-1988, Cap III, Resoluciones relativas a casos individuales: resolución 29/88, Clifton
Wright, Jamaica, Caso N° 9260, 14 de septiembre de 1988, párr. 88 y Punto Resolutivo N° 2.
43
CIDH. Informe N° 39/96, Caso 11.673, Santiago Marzioni, Argentina, 15 de octubre de 1996, párr. 50.
44
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. Excepción Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C Nº 220, párr. 16; y Caso Zegarra Marín vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y costas. Sentencia de 15 de febrero de 2017. Serie C Nº 331, párr.
34.
45
CIDH. Informe N° 7/98, Caso 11.597, Emiliano Castro Tortrino, Argentina, 2 de marzo de 1998, párr. 18 y 19.
46
CIDH. Resolución N° 15/89, Caso 10.208, Salvador Jorge Blanco, Rep. Dominicana, 14 de abril de 1989, párr 47.
16
Agentes del Estado/AE-553
17
Agentes del Estado/AE-553
científica. Para ilustrar dicha controversia el mejor ejemplo es el caso Baby M de EEUU en el
año 1986, donde la mujer gestante quiso quedarse con la recién nacida y no entregarla a los
padres comitentes incumpliendo así el contrato de GS. Este caso puso de manifiesto la poca o
casi nula discusión sobre esta práctica en el ámbito de la justicia estadounidense y revela la
complejidad de la GS dado que implica considerar diferentes dimensiones de análisis, como
cuestionar estereotipos preconcebidos sobre la familia y la reproducción humana. Asimismo, su
regulación debe enfrentar a dilema éticos y científicos sobre la manipulación del material
genético, las nuevas formas de filiación y romper con la regla romana “mater semper certa est”.
47. Esta modalidad de las TRHA ha recibido distintas denominaciones tales como “renta de
úteros”, “gestación por contrato”, “alquiler de vientres” y “maternidad subrogada”, inter alía.
Esta representación utilizará la denominación gestación por sustitución, en tanto entendemos que
es una terminología adecuada a los derechos humanos47. Así, el término “maternidad” no es
apropiado porque la maternidad está reconocida en cabeza de la madre comitente que además
tiene la voluntad procreacional y no así la mujer gestante, y además por considerar la GS una
manera de ilustrar que gestar y criar una niña o niño son dos actividades humanas distintas.
48. Establecida la terminología, la GS implica un contrato privado a través del cual una mujer
accede a gestar para una persona o pareja que tienen voluntad procreacional manifestada por
medio de la intención de ejercer la parentalidad de la niña o niño nacidos de dicho embarazo.
49. Ya habiendo destacado lo controversial y la complejidad del estudio de las TRHA en general
y la GS en particular, rotamos el foco de análisis hacia al ámbito del derecho internacional y
consecuentemente a la eficacia de las relaciones internacionales.
50. Para tener una eficiente sistematización de las relaciones entre los Estados es menester un
efectivo sistema de tratados internacionales. En este sentido, la reglamentación del derecho
internacional, a través de los tratados, consolida la seguridad jurídica internacional, ya que
garantiza la creación de foros o canales de discusión entre los estados que sirven para la
resolución de diversos conflictos que aquejan aquellos.
51. A tales fines se entiende por tratado “un acuerdo internacional celebrado por escrito entre
Estados y regido por el derecho internacional” 48. Como corolario de lo expuesto, para garantizar
47
LAMM, Eleonora. Gestación por sustitución. Realidad y Derecho. Barcelona. Julio 2012
48
Art.2. Convención de Viena sobre el Derecho de Los tratados.
18
Agentes del Estado/AE-553
49
Art.26 Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados.
50
Art.27 Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados.
19
Agentes del Estado/AE-553
51
TEDH. Caso Mennesson y Labassee. Caso Paradiso y Campanelli.
52
El margen nacional de apreciación en e l Derecho internacional de los Derechos Humanos: entre el
Estado de Derecho y Ia sociedad democrática. Francisco R. Barbosa Delgado. Pág.1091
53
TEDH, Caso Lawness c. Irlanda, sentencia del 15 de noviembre de 1960.
54
T EDH, Caso relativo a ciertos aspectos de la legislación lingüística de la enseñanza en Bélgica, sentencia
del 23 de julio de 1968.
20
Agentes del Estado/AE-553
56. En lo que atañe a nuestro sistema, el presente criterio ha sido utilizado en menor medida que
en el sistema europeo. La Corte IDH, no la ha definido expresamente, ni la ha nominado
puntualmente en sus fallos, empero se observa que el Tribunal ha hecho uso de los test de
proporcionalidad, reconociendo un margen de apreciación del Estado. Ejemplo de ello sería el
Caso Castañeda Gutman contra México, donde expresó que “...los Estados tienen permitido,
dentro de los parámetros convencionales, regular esos derechos de acuerdo a sus necesidades
históricas, políticas, sociales y culturales, las que pueden variar de una sociedad a otra, e
incluso en una misma sociedad, en distintos momentos históricos”55
57. Teniendo en cuenta lo anteriormente vertido, nos encontramos frente a una de las prácticas
bioéticas más controvertidos en la actualidad debido a su carácter disruptivo y complejo y que su
irrupción en el ámbito jurídico, ético y social ha implicado un cambio de paradigma no sólo en el
modo en que se desarrolla la procreación humana, sino también en las consecuentes relaciones de
maternidad y filiación producto de dicho método. Además del análisis del art. 38 del Estatuto CIJ
resultó claro que no hay criterios internacionales uniformes ni consensos unificados sobre cómo
debería ser la regulación legal de la GS; por lo tanto Utopía sostiene que tiene margen de
apreciación nacional para regular la GS de acuerdo a sus necesidades históricas, políticas,
sociales y culturales dentro de los parámetros establecidos en la CADH.
3.2.- Se han respetado y garantizado el derecho de protección a la vida privada tanto de
Salomé, Joseph y Miriam.
58. El concepto de vida privada de las personas implica un abanico de numerosos aspectos
inherentemente humanos, es decir, constituye una multiplicidad de facetas que hacen a la persona
humana. En este sentido, la Corte IDH ha señalado que el concepto de vida privada “engloba
aspectos de la identidad física y social, incluyendo el derecho a la autonomía personal,
desarrollo personal y el derecho a establecer y desarrollar relaciones con otros seres humanos y
con el mundo exterior”56. Ahora bien, a lo que respecta a la protección de la vida privada de las
personas, la misma implica que ese ámbito de privacidad debe estar exento e inmune a las
55
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman c. México, sentencia del 6 de agosto de 2008. “La Corte IDH
reconoció la inexistencia de un modelo único electoral latinoamericano, permitiendo entender que cada
Estado tiene un margen nacional de apreciación conforme al cual deben respetarse los derechos
políticos consagrados en el art. 23 de la CADH.Párr. 162-166.
56
aso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Sentencia de 31 de agosto de 2010. párr. 119.
C
21
Agentes del Estado/AE-553
57
Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs. 142
58
Corte IDH Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Sentencia de 21 de noviembre de 2007.párr 52
59
Corte IDH Caso Átala Riffo y Niñas Vs. Chile. Sentencia de 24 de Febrero de 2012. párr. 136.
orte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.145.
60
C
61
Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 19, Comentarios generales adoptados por el
Comité de Derechos Humanos, Artículo 23 - La familia, 39º período de sesiones, U.N. Doc.
HRI/GEN/1/Rev.7, 171 (1990), párr. 5.
22
Agentes del Estado/AE-553
62
Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.146.
63
Corte IDH, Caso Artavia Murillo c. Costa Rica, sentencia del 28 de noviembre de 2012. Parrfs.146.
64
orte IDH Caso “I.V.” c. Bolivia, sentencia del 30 de noviembre de 2016. Parrfs.165.
C
23
Agentes del Estado/AE-553
63. Utopía ha respetado y garantizado la protección a la vida privada y familiar tanto de Salomé
Ortega como de Joseph y Miriam. Respecto de éstos últimos, Utopía cuenta con una legislación
que permite a las personas, nacionales o extranjeros, acceder a un contrato privado de gestación
por sustitución para ejercer su derecho procreacional, en tal sentido Joseph y Miriam a través de
esta ley pudieron concretar su derecho de formar una familia. Por lo tanto, el Estado cumple con
la obligación de garantizar el acceso a las tecnologías médicas necesarias para el ejercicio de
aquel derecho. De lo expuesto se desprende que Utopía reconoce la voluntad procreativa del
matrimonio como factor determinante para la formación de un núcleo familiar estable por sobre
el factor bio-genético.
64. Por otra parte, en el marco de la ley que permite el contrato privado de GS, el Estado respeta
la libertad y autonomía personal y reproductiva de las mujeres, así reconoce su capacidad de
agencia y libre determinación sobre su propio cuerpo. En el caso específico, Salomé Ortega
previo a firmar el contrato privado de gestación con Joseph y Miriam, se había inscripto en forma
voluntaria en la base de datos de mujeres gestantes de Volodia ante la Clínica la Esperanza. En el
trámite para su registro, dicha institución le facilitó información y asesoramiento de orden
jurídico sobre las condiciones de su consentimiento y las implicancias psicosociales del proceso
de GS en la mujer gestante. Por lo que a la firma del contrato privado de GS accedió con
conocimiento libre, previo e informado. Además, en la firma de dicho contrato se le informó,
nuevamente, de forma detallada en qué consiste el proceso e inclusive Salomé declaró conocer en
qué consiste el proceso de fecundación in vitro. Cabe señalar que en dicho contrato, la presunta
víctima acepta que Joseph y Miriam sean los padres legales de la niña o niño producto de la GS,
por consiguiente renunció a toda acción legal en relación a dicho niña o niño por nacer.
65. En suma, Utopía ha respetado la protección a la vida privada de las partes mencionadas en
cuanto, se efectivizó a Joseph y Miriam el derecho a formar a una familia y a su protección al
garantizarle el acceso a las tecnologías médicas adecuadas para concretar ese derecho. Respecto a
Salomé Ortega, ella accedió a ser mujer gestante con conocimiento fehaciente y completo,
además se inscribió de forma voluntaria en la base de datos de mujeres gestantes de Volodia.
Salomé ha escogido libremente todas sus decisiones, por lo que el Estado en ningún momento
violó su libertad y autonomía reproductiva, ergo, no ha menoscabado la protección a su vida
24
Agentes del Estado/AE-553
65
Convención sobre los Derechos del Niños. Artículo 3.1: “En todas las medidas concernientes a los niños que
tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.”
66
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de
2012. Serie C No. 239. Párrafo 108. Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión
Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17. Párrafo 56.
67
La Protección de los Derechos Humanos de Niñas y Niños en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos,
Kastilla Carlos, Universidad Pompeu Fabra. Páginas 67 y 68.
68
LAMM, Eleonora. Repensando la gestación por sustitución desde el feminismo. Autonomía y
Protección de derechos.
69
Corte IDH. Caso Familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de
2011. Párrafo 85.
25
Agentes del Estado/AE-553
sociofamiliar que presentó el Servicio de Bienestar de Volodia ante la Corte Suprema de dicho
país, se establece que Isolda “se encuentra en un perfecto estado de salud física y psicológica…
está bien alimentada y con las vacunas al día… se refiere a Miriam y Joseph como ‘ma’ y ‘pa’ y
demuestra gran cariño por ellos… muestra un gran equilibrio psicosocial…”70.
69. El Estado afirma haber actuado de la forma más favorable para la niña al declarar a Joseph y
Miriam como sus padres legales, ya que además de respetar la voluntad de las partes en el
contrato de gestación subrogada, ha respetado instrumentos internacionales como la CDN71, o la
Declaración de los Derechos del Niño, que establece que “el niño… siempre que sea posible,
deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en un ambiente de afecto y
seguridad moral y material…”72.
70. Sin desconocer el sentimiento de afecto que pueda tener la presunta víctima por la niña,
Utopía entiende y resalta que una eventual separación de sus padres provocaría un gran trauma
psicológico para Isolda. Cabe destacar que la niña, además, ha nacido por la voluntad
procreacional de sus padres de intención73 y no por la voluntad de Salomé, quien ejerciendo su
libertad de decisión, optó por renunciar plenamente a cualquier derecho u acción legal en
relación con la niña en el contrato privado de gestación subrogada celebrado entre ella y los
padres comitentes.
71. Si bien la niña es genéticamente hija de Salomé, no existen estudios o datos que revelen si
existe o no influencia en la sustitución de la madre gestante por otra (la intencional) sea o no la
madre genética74; por lo que Utopía, en consonancia a estudios e informes realizados por
especialistas, sostiene que la verdadera paternidad resulta más del amar y servir que de
suministrar material genético; la paternidad emocional sobrepuja la biológica, por lo que el
vínculo del hijo con los padres no resulta de los factores fisiológicos de generación y de parto75,
70
Caso Hipotético párrafo 49.
71
Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 3.2: “Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la
protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus
padres…”
72
Declaración de los Derechos del Niño, Principio 6.
73
Gestación por sustitución e interés superior del niño, Carranza Gonzalo Gabriel, página 2.
74
Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 14.
75
LAMM, Eleonora; Realidad y derecho, INDRET, Barcelona, 2012 número 3, página 49.
26
Agentes del Estado/AE-553
pudiéndose generar un vínculo natural entre la niña y los padres comitentes tras un contacto
íntimo y diario.76
72. Siguiendo esta línea, Utopía protege el interés superior de la niña, no sólo en su bienestar
físico, psicológico y familiar-social; sino también en otros dos aspectos: en el derecho a la
identidad y en el acceso a la justicia. En cuanto al primero de ellos, el Estado permitió sin
obstáculo alguno la inscripción de Isolda en el Registro Civil de Volodia como hija legítima de
Miriam y Joseph, asegurando el derecho de la niña al nombre y a la identidad77, siendo éste
fundamental para el desarrollo de toda persona e inherente a su dignidad78, sin descartar la
posibilidad de que llegado el momento, la niña pueda ejercer su derecho a conocer su filiación
biológica materna. Además, Utopía ha tenido en cuenta lo establecido por el TEDH, que ha
resuelto que este derecho no puede verse afectado por el diferente tratamiento normativo sobre la
GS que pueda haber en el país en que residen los padres intencionales y donde residirá el niño79.
73. Con relación al segundo de los aspectos, el Estado ha garantizado la participación de los
intereses de la niña en la totalidad de las instancias del proceso judicial llevado a cabo en su
jurisdicción80, ya que en las tres instancias judiciales (primera instancia, apelación y casación) se
solicitaron informes sobre la situación y el estado sociofamiliar de la niña a cargo del Servicio de
Bienestar de Volodia, habiendo sido presentada dicha información en todas las ocasiones
requeridas. Cabe destacar que en el procedimiento también se ha dado intervención a la Fiscalía
de Menores con el fin de que se corra vista de toda actuación judicial en que intervenga el interés
superior de la niña, tal como lo ha establecido la Corte en su basta jurisprudencia81.
74. Es por lo expuesto que el Estado considera haber velado por el interés superior de la niña; no
incurriendo así en una violación a los artículos 18 y 19 de la CADH.
76
Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 14.
77
Convención sobre los Derechos del niño. Artículo 8.1: “Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho
del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad
con la ley sin injerencias ilícitas.”
78
CADH Comentada. página 439
79
Caso Mennesson vs. Francia; reseñas de jurisprudencia, Universidad de Salamanca. Antonia Durán Ayago.
80
Convención sobre los Derechos del Niño: Artículo 12.
81
Corte IDH. Caso Furlan y Familiares vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2012. Párrafo 230.
27
Agentes del Estado/AE-553
82
Corte IDH. Caso García y Familiares vs. Guatemala. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 29 de noviembre
de 2012. Serie C No. 258. Párr. 152.
83
Corte IDH. Caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia. Fondo, reparaciones, y costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 192. Párr. 155.
84
TEDH. Caso Motta y Ruiz Mateos vs. Spain.
85
Informe del Comité de Bioética de España sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada;
página 2.
28
Agentes del Estado/AE-553
86
Corte IDH. Caso López Álvarez vs. Honduras. Voto disidente a la Sentencia de la Jueza Cecilia Medina Quiroga.
Página 1, párrafo 3.
87
TEDH: Caso Hornsby vs. Grecia. TEDH: Caso Cocchiarella vs. Italia.
88
Corte IDH. Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de septiembre de 2009. Serie C No. 203. Párrafo 138.
89
Corte IDH. Caso Garibaldi vs. Brasil, op. cit., párr. 138, y Caso Masacre de Santo Domingo vs. Colombia, op. cit.,
párr. 165.
29
Agentes del Estado/AE-553
82. Cabe destacar que la Corte IDH ha determinado que la razonabilidad del plazo de un proceso
se debe atender a las circunstancias particulares de cada caso, pues en determinados supuestos
-como lo es el presente caso- “el deber del Estado de satisfacer plenamente los requerimientos
90
de la justicia prevalece sobre la garantía del plazo razonable” .
83. En síntesis y para concluir, el Estado resalta su ágil accionar ante un caso de tales
magnitudes, y es por esto que afirma no haber vulnerado los derechos consagrados en el artículo
8.1 de la CADH en perjuicio de las presuntas víctimas.
III. PETITORIO
84. El Estado de Utopía, de conformidad con los argumentos expuestos y las normas legales
citadas, solicita respetuosamente a la Honorable Corte IDH lo siguiente:
1. Que declare improcedente la medida provisional solicitada por la representación de las
presuntas víctimas,
2. Que haga lugar a las siguientes excepciones preliminares:
2.1) Falta de agotamiento de recursos internos
2.2) Falta de locus standi d e la representación de la presunta víctima
2.3) Falta de garantías de la defensa del Estado.
2.4) Fórmula de la Cuarta Instancia
3. Subsidiariamente, si la Corte estima que debe conocer del fondo del asunto, esta
representación solicita:
5. Que proceda el margen de apreciación de Utopía con respecto a la GS,
6. Que declare que no existe responsabilidad alguna por parte del Estado de Utopía, en relación a
la alegada violación a los derechos a la libertad personal, a la autonomía y a la vida privada y
familiar de Salomé.
7. Que concluya que el Estado de Utopía ha velado por el interés superior de la niña Isolda.
8. Que sentencia que se ha cumplido debidamente con las garantías judiciales, dentro de ello los
procedimientos internos han sido llevados a cabo dentro de un plazo razonable.
90
Corte IDH. Caso la Cantuta vs. Perú. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2006. Serie
C No. 162, párr. 149.
30
Agentes del Estado/AE-553
9. Que decida sobre las costas y gastos del proceso en el sentido de considerar que no debe cargar
a Utopía con las costas del proceso, al considerar la demanda exorbitante y sin fundamento
alguno.
IV. BIBLIOGRAFÍA
a) Normas de Derecho Internacional
- Convención Americana sobre Derechos Humanos
- Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
- Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
- Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
(agregar en cita? Adoptada y abierta a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General
en su resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984 Entrada en vigor: 26 de junio de 1987, de
conformidad con el artículo 27.)
- Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
- Convención de las Naciones Unidas sobre las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y de
sus bienes
- Protocolo de San Salvador
- Convención sobre los Derechos del Niño
- Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la
prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía
31
Agentes del Estado/AE-553
32
Agentes del Estado/AE-553
- Informe N°42/08, Petición 1271-04, Admisibilidad, Karen Atala e Hijas, Chile, 23 de julio de
2008.
b) 1. 2. Informes Temáticos
- Informe Terrorismo y derechos humanos. OEA/Ser.L/V/ll.116, Doc. 5 rev. 1 corr., 22 octubre
2002.
- Informe Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos. OEA/Ser.L/V/II, Doc.57, 31 de diciembre
de 2009.
- Informe Violencia, niñez y crimen organizado. OEA/Ser.L/V/II, Doc. 40/15, 11 de noviembre
de 2015.
- Informe Pobreza y Derechos Humanos.
b) 2. Corte Interamericana de Derechos Humanos: Casos y Opiniones Consultivas
b) 2. 1. Casos
- Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C N° 1.
- Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C N° 4.
- Godínez Cruz vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C N° 5.
- Gangaram Panday vs. Surinam. Excepciones preliminares. Sentencia de 4 de diciembre de
1991. Serie C Nº 12.
- Neira Alegría y otros vs. Perú. Excepciones Preliminares. Sentencia de 11 de diciembre de
1991. Serie C Nº 13
- Cayara vs. Perú. Excepciones preliminares. Sentencia de 3 de febrero de 1993. Serie C Nº 14.
- Caballero Delgado y Santana vs. Colombia. Excepciones Preliminares. Sentencia de 21 de
enero de 1994. Serie C Nº 17.
- Neira Alegría y otros vs. Perú. Fondo. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C N° 20.
- Caballero Delgado y Santana vs. Colombia. Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero
de 1997. Serie C N° 31. Voto Disidente del Juez A. A. Cançado Trindade.
- Loayza Tamayo vs. Perú. Fondo. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C N° 33.
- Castillo Páez vs. Perú. Fondo. Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C Nº 34.
- Suárez Rosero vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C Nº 35.
33
Agentes del Estado/AE-553
34
Agentes del Estado/AE-553
35
Agentes del Estado/AE-553
36
Agentes del Estado/AE-553
37
Agentes del Estado/AE-553
38
Agentes del Estado/AE-553
- García Ibarra y otros vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C Nº 306.
- Quispialaya Vilcapoma vs. Perú. Excepciones Preliminares. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C Nº 308.
- Tenorio Roca y otros vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie C Nº 314.
- Valencia Hinojosa y otra vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2016. Serie C Nº 327.
- Zegarra Marín vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y costas. Sentencia de
15 de febrero de 2017. Serie C Nº 331.
- Favela Nova Brasilia vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C Nº 333.
- Acosta y otros vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de marzo de 2017. Serie C Nº 334.
b) 2. 2. Opiniones Consultivas
- Propuesta de modificación a la Constitución Política de Costa Rica relacionada con la
naturalización. Opinión Consultiva OC-4/84, del 19 de enero de 1984. Serie A Nº 4.
- Garantías judiciales en estados de emergencia (Arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-9/87, del 6 de octubre de 1987. Serie A Nº 9.
- Ciertas Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41, 42, 44,
pinión Consultiva
46, 47, 50 y 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). O
OC-13/93, del 26 de julio de 1993. Serie A N° 13.
- Informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Art. 51 Convención
Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-15/97, de 14 de noviembre de
1997. Serie A N° 15.
- Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC-17/02, del 28 de
agosto de 2002. Serie A Nº 17.
- Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados. Opinión Consultiva
OC-18/03, del 17 de septiembre de 2003. Serie A Nº 18.
39
Agentes del Estado/AE-553
40
Agentes del Estado/AE-553
- Caso Aplicación de la Convención para Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (Bosnia
y Herzegovina v. Yugoslavia). Fallo de 26 de febrero de 2007
- Caso Ahmadou Sadio Diallo (República de Guinea v. Rep. Democrática del Congo). Fallo de
24 de mayo de 2007.
- Caso Inmunidades Jurisdiccionales del Estado (Alemania v. Italia: Intervención de Grecia).
Fallo de 3 de febrero de 2012.
- Caso Personal Diplomático y Consular de EEUU en Teherán (Estados Unidos v. Irán)
Breard
Avena
Invasion y ocupacion kuwait
c) Doctrina relevante
- Vattel. The Law of Nations or the Principles of Natural Law, Classics of International Law,
Libro II, Capítulo VI. Año 1916.
- Pastor Ridruejo, José A. Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones
Internacionales. Madrid. Tecnos. Año 1996.
- Corte IDH. "El sistema Interamericano de protección de los Derechos Humanos en el umbral
del sigloXXI", t. I, San José de Costa Rica. Año 1999.
- Dugard, John R. Primer informe sobre la protección diplomática, del Sr. John R. Dugard,
Relator Especial. DOCUMENTO A/CN.4/506 y Add.1. Año 2000.
- Cebada Romero, Alicia. Los conceptos de obligación erga omnes, ius cogens, y violación grave
a la luz del nuevo proyecto de la CDI sobre Responsabilidad de los Estados por hechos ilícitos.
Revista electrónica de estudios internacionales (REEI), ISSN-e1694-5197, N°4. 2002.
- Faúndez Ledesma, Héctor. El sistema interamericano de protección de los derechos humanos:
aspectos institucionales y procesales. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. 3° Edición.
San José, Costa Rica. 2004.
- Moya Domínguez, María Teresa del R. Manual de derecho internacional público. Ediar SA
Editora. ISBN 9505741693. Año 2004.
41
Agentes del Estado/AE-553
- Laplante, Lisa J. The Law of Remedies and the Clean Hands Doctrine: Exclusionary Reparation
Policies in Peru’s Political Transition. American University International Law Review.
Washington College of Law. Vol. 23, N° 1. pag. 51-90.
- García Ramírez, Sergio. "La Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
enmateria de reparaciones" en Corte IDH, Un cuarto de siglo: 1979-2004, San José de Costa
Rica. Año 2005.
- Barboza, Julio. Derecho Internacional Público. Buenos Aires. Zabalía. ISBN:
978-950-572-776-6. Año 2008, pag. 325-343
- Medina-Ardilla, Felipe. La responsabilidad internacional del Estado por actos de particulares:
análisis jurisprudencial interamericano, en Debate Interamericano, vol. 1, 83-122 (Juana Inés
Acosta-López & Álvaro Francisco Amaya-Villareal, comps., Ministerio de Relaciones
Exteriores, Bogotá, 2009). Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/tablas/r26724. pdf,
https://www.academia.edu/516179/Debate_Interamericano_Vol%C3%BAmen_1
doptada por la
- Organización de Estados Americanos. Estrategia Hemisférica sobre Drogas. A
Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD) en su cuadregésimo
séptimo período ordinario de sesiones mayo de 2010.
- Jiménez Piernas, Carlos. Introducción al derecho internacional público. Práctica de España y de
la Unión Europea. Madrid. Tecnos. Año 2011.
- Rousset Siri, Andrés. El concepto de reparación integral en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Revista Internacional de Derechos, N°1. Año 2011.
- Shelton, Dinah. “Remedies and reparation”, en Global justice, State duties: The extraterritorial
scope of economic, social and cultural rights in international law, New York, Cambridge
University Press, 2013.
- González Napolitano, Silvina S. La responsabilidad Internacional del Estado por violación de
los derechos humanos: sus particularidades frente al Derecho Internacional General. AGN
Editora. Año 2013
- Dugard, John R. Artículos sobre protección diplomática. United Nations Audiovisual Library of
International Law. Año 2013.
42
Agentes del Estado/AE-553
43