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Contexto: David había pasado por una situación difícil, escuchar la muerte de Saúl y sus hijos no
fue fácil para Él, recordemos que ha David ya se le había ungido como rey anteriormente,
cualquiera en estos momentos estaría feliz porque tomaría el trono, sin embargo esta no es la
actitud de él, él estaba triste por lo que había pasado con Saúl, estaba dolido y quizás sus
pensamientos estaban turbados. Por eso él toma una acción importante del cual debemos
aprender.
2Sa 5:12 Y entendió David que Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había
engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel.
2Sa 5:17 Oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre Israel, subieron todos los
filisteos para buscar a David; y cuando David lo oyó, descendió a la fortaleza.
2Sa 5:18 Y vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim.
2Sa 5:19 Entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en
mi mano? Y Jehová respondió a David: Vé, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.
2Sa 5:20 Y vino David a Baal-perazim, y allí los venció David, y dijo: Quebrantó[a] Jehová a mis
enemigos delante de mí, como corriente impetuosa. Por esto llamó el nombre de aquel lugar Baal-
perazim.[b]
Como vemos ahora tenemos al Espíritu Santo quien nos da dirección, quien a través de la oración
nos ayuda a conocer la dirección de Dios y su voluntad. Un buen punto de partida para encontrar
la dirección de Dios es siempre ir en oración, ser honestos en conocer su voluntad. Muchas veces
estamos confundidos porque estamos luchando con Dios, muchas veces tenemos la idea que es la
voluntad de Dios según nuestra opinión porque funciona bien, pero en el fondo sentimos que algo
falta, nos dirigimos a nuestros amigos que estén de acuerdo con nuestro pensamiento, pero si no
sentimos paz, entonces no es la voluntad de Dios en el Salmo 37:5-7
“Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Sal 37:6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Sal 37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
Podemos notar que la Biblia, la Palabra del Señor es un buen punto de partida para encontrar la
dirección de Dios, son muchos los textos que nos muestran que su Palabra trae claridad a las
diferentes situaciones, quizás muchas veces no siempre entendamos su Palabra, pero la buena
noticia es que tenemos la ayuda del Espíritu Santo quien nos guía y nos da dirección a través de
ella. La Palabra de Dios nos proporciona luz aun cuando sintamos estar perdidos.
C. Esperar su dirección
“pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” Isaías 40:31.
Conociendo esto debemos de resistir el impulso de adelantarnos y querer arreglar la situación por
nosotros mismos, ya sea que la circunstancias nos impulsen a tomar decisiones apresuradas, sin
embargo, no debemos dejar que la incertidumbre, la ansiedad o el temor nos hagan actuar, sino
más bien debemos esperar y confiar en la Dirección de Dios quien es soberano, omnipotente y
todo lo que hace es para nuestro bien.
Conclusión:
Cuando tengamos que tomar decisiones importantes ya sea con respecto a nuestra familia,
decisiones personales, decisiones diarias, decisiones en la iglesia, puede parecer muy difíciles y
dejarnos llevar por consejo de las demás personas e incluso confundirnos. Por eso para nosotros
es sabio fortalecernos en el Señor para obtener su dirección no hay fórmula mágica, y durante
esta semana vimos que todo se basa en nuestra continua relación con Dios, con la oración, con la
lectura de su palabra y con la esperanza puesta en Él.