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Historia del Sistema

Tributario en Honduras
Estrategias Fiscales

Catedrático:
Maritza Patricia Calix Rubio

9 de Febrero de 2022
Historia del Sistema Tributario en Honduras

La historia del sistema tributario en Honduras comienza desde el momento en que los

conquistadores llegaron al territorio con el pago de las encomiendas, estas eran un sistema

laboral español que recompensaba a los conquistadores con el trabajo de determinados grupos de

personas no cristianas conquistadas. Los trabajadores, en teoría, recibían beneficios de los

conquistadores para los que trabajaban, siendo la religión católica uno de los principales

beneficios. Hasta 1631 este sistema dejó de conferir encomiendas y nuestros aborígenes

empezaron a pagar su tributo directamente a la Hacienda Real o Caxa Real.

La Caxa Real, también conocida como La Casa de la Moneda, era un antiguo almacén en la

ciudad de Comayagua, Honduras, que servía para almacenar todos los tributos del país para la

corona española durante la época colonial de Nueva España. El edificio fue diseñado por el

arquitecto Baltasar de Maradiaga y fue construido entre 1739 y 1741 bajo la necesidad de

establecer una tesorería en la ciudad, dichas tesorerías eran conocidas como Cajas Reales. Al ser

terminado funcionó como el centro donde se almacenaban los tributos para la corona española

del país, dentro de ella se procesaba el oro, la plata y el yeso extraído de las minas de Honduras,

para luego ser enviado a Europa. En la planta del edificio introdujo algunos elementos que no

eran de uso común en la arquitectura centroamericana; diferencia muy bien el área puramente

oficial, sala del Tribunal, Contaduría, Tesorería, sala de azogues. Con el pasar del tiempo y el

declive del mandato español con la independencia de Honduras en 1821 al instalarse el nuevo

gobierno una de las primeras reformas realizadas en materia tributaria fue abolir algunos

impuestos, como el Tributo de Indios.

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En 1888 solicitaron a la Secretaría de Estado en el Despacho de Hacienda de Honduras, la

autorización para crear un banco, dicha fue resuelta favorable en fecha 6 de octubre de 1888,

entonces se procede a la constitución de el Banco Nacional hondureño para servir de agente

fiscal del estado hondureño por lo precario de las recaudaciones de impuesto a las exportaciones

e importaciones y en 1892 el congreso Nacional autoriza al poder ejecutivo la constitución de un

banco nacional con los fondos provenientes de las rentas. A medida que la actividad económica

de Honduras a nivel internacional aumentaba considerablemente también lo hacía sus

exportaciones agrícolas estas tuvieron un aumento de 3 millones a 25 millones de Lempiras entre

1913 y 1929, a raíz de esta actividades se inicia proceso de diversificación fiscal; como el cobro

por importaciones de producción y el ISR; el cobro de dichos impuestos supuso un crecimiento

en el gravámenes de exportaciones.

Y es hasta en Diciembre de 1963 que se promulga la Ley del Impuesto Sobre la Renta

promulgada por Decreto Ley No.25, que establecia un impuesto anual denominado Impuesto

sobre la Renta, que grava los ingresos provenientes del capital, del trabajo o de la combinación

de ambos según se determina por esta Ley; y se considera ingreso toda clase de rendimiento,

utilidad, ganancia, renta, interés, producto, provecho, participación, sueldo, jornal, honorario y,

en general, cualquier percepción en efectivo, en valores, en especie o en crédito, que modifique

el patrimonio del contribuyente. Esta ley descansa en el principio de la habilidad o capacidad de

pago del contribuyente que es sinónimo de la capacidad económica del mismo, que se mide por

medio del ingreso percibido en dinero, en crédito, en valores, en derechos, en especie o en

cualesquiera otra forma siempre que se pueda medir objetivamente, en términos monetarios,

durante el período o año imponible.

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En 1997 se consideró contar con un cuerpo jurídico que estableciera los principios generales, las

normas administrativas, penales y procesales aplicables a todos los tributos, a fin de introducir

congruencia entre los mismos y uniformar los criterios del régimen sancionatorio en caso de

incumplimiento entonces se estableció la creación del primer Código Tributario con el Decreto

No.22-97 de fecha 8 de Abril de 1997 publicado en el Diario Oficial “La Gaceta” el 30 de Mayo

de 1997, el cual contenía las normas a que estarán sujetas la aplicación, percepción y

fiscalización de los tributos o impuestos, contribuciones y tasas vigentes en Honduras y las

relaciones jurídicas emergentes de los mismos.

Luego de tres reformas al código con el Decreto No. 170-2016 el 15 de diciembre del 2016 se

obtiene un nuevo Código Tributario ya que se consideraba necesario adaptar las actuaciones en

materia tributaria a las nuevas disponibilidades tecnológicas que vienen adoptando las

Administraciones Tributarias como parte de sus procesos de modernización; contiene, en

síntesis, los mismos conceptos, principios agrupados en el Código de 1997, sin embargo,

introduce cambios importantes, uno de ellos es que el nuevo Código regula la materia aduanera.

Otro cambio fundamental es que el sistema tributario hondureño se rige por el principio de renta

territorial dejando atrás el principio de renta mundial. Este código sigue vigente hasta el día de

hoy en el país.

Fundamento Legal De Los Tributos

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Los tributos tienen su fundamento en la soberanía de la nación, justificado por la necesidad de

atender requerimientos de interés social y es, sin duda, el más importante de los tributos que

percibe el Estado para el desarrollo de sus fines. Los tributos tienen su origen en el precepto

Constitucional según el cual todos los nacionales están en el deber de contribuir al

financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de los conceptos de justicia y

equidad según en el siguiente artículo se expone: “Artículo 109.-Nadie está obligado al pago de

impuestos y demás tributos que no hayan sido legalmente decretados por el Congreso Nacional,

en sesiones ordinarias.” Es decir, como fuente de la obligación tributaria y, por ende, cuando una

persona natural o jurídica presenta una declaración tributaria, está simplemente cumpliendo con

lo preceptuado por la Constitución. Como el sistema tributario hondureño se ajusta al principio

constitucional de legalidad, la facultad impositiva radica en el órgano legislativo del poder

público, así lo expresa el párrafo segundo del art. 109 de la carta constitucional, que enuncian la

responsabilidad del Congreso de establecer impuestos o tributos nacionales; ya que es el

Congreso el que tiene las atribuciones de crear, decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes

así como de ejercer el control de los tributos.

La relación jurídico-tributaria comprende, además de la obligación tributaria sustancial, cuyo

objeto es el pago del tributo, una serie de deberes y obligaciones de tipo formal, que están

destinados a suministrar los elementos con base en los cuales el Gobierno puede determinar los

impuestos, para dar cumplimiento y desarrollo a las normas sustantivas. El sistema tributario de

Honduras está sustentado principalmente en el Impuesto sobre Ventas, el Impuesto sobre la

Renta y el Impuesto a los Combustibles, los cuales representan el 83% de la recaudación

tributaria de la Administración Central.

En la historia del Sistema Tributario de Honduras no podemos finalizar sin hablar acerca de las

exoneraciones estas son la dispensa total o parcial del pago de la obligación tributaria o aduanera

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aprobada por el Congreso Nacional, cuya tramitación individualmente corresponde al

Beneficiario ante el Poder Ejecutivo, por conducto de la Secretaría de Estado en el Despacho de

Finanzas (SEFIN). Y es que en Honduras en aras de promover e incentivar la inversión como

fuente creadora de riqueza, trabajo y recursos que permitan el desarrollo del país, ha aprobado

diferentes beneficios fiscales para diversas áreas de la economía.

El Código Tributario vigente ya establece que las exenciones son todas aquellas disposiciones

aprobadas por el Congreso Nacional y expresadas en las normas tributarias o aduaneras con

rango de Ley que crean los tributos, que liberan de forma total o parcial del pago de la obligación

tributaria, es decir, son el marco jurídico vigente y aplicable que establece el beneficio que

dispensan la obligación de pago; es importante recalcar que existen diversas exoneraciones

fiscales a las cuales los contribuyentes hondureños pueden estar adheridos. Para gozar de este

beneficio de exoneración, todos los trámites administrativos se deberán realizar ante la Dirección

General de Control de Franquicias Aduaneras (DGCFA). Él primer paso para gozar de una

exoneración en Honduras, es inscribirse en el Registro de Exonerados a través de la Plataforma

Administradora del Módulo de Exoneraciones de Honduras (PAMEH), El PAMEH fue creado

como una herramienta para centralizar el control de las exoneraciones autorizadas y conocer el

padrón de beneficiarios. Al cumplir una serie de requisitos establecidos por la Ley, todas

aquellas sociedades, asociaciones civiles, fundaciones u organizaciones sin fines de lucro que

gocen de una exoneración fiscal, obtendrán su Constancia de Registro de Exonerados. Este

Registro de Exonerados tiene una vigencia de un (1) año. Por lo que deberán estar renovando su

constancia de exonerados anualmente, para continuar gozando del beneficio de exoneración de

impuestos.

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Bibliografía y citas

● (Aldana, Maria. 2019. “Antecedentes de los Tributos en Honduras timeline.” )

● Codigo Tributario [CT]. Decreto No. 22-97 de 8 de Abril de 1997 (Honduras)

● Codigo Tributario [CT]. Decreto No. 170-2016 de 15 de diciembre del 2016 (Honduras)

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