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ABRAHAM

1. ¿Quién fue Abraham?

Abraham es un personaje muy importante en nuestras historias.  Estas historias que


estamos contando y que sacamos de la Biblia.

Abraham vivía con su esposa y sus familiares en una ciudad llamada Ur.  Allí
estaba cómodo y vivía muy bien.

Pero un día Dios le habló a Abraham y le dijo algo que lo sorprendió:  Deja tu


casa, deja tu ciudad y sal para una tierra que Yo te indicaré.

2.      Y ¿qué creen ustedes que hizo Abraham?

Pues recogió todas sus cosas y se despidió de todos.  Tomó a Sara, su esposa,
y a un sobrino que era huérfano, llamado Lot.  Abraham y Sara no tenían hijos.
Se llevó también a sus sirvientes y sus ganados.  Llevaban camellos para
cargar el equipaje y para viajar ellos.  Llevaban también corderos y ovejas.   Y
llevaban tiendas de campaña para acampar en los campos por donde viajarían.

Partieron para un viaje que iba a durar mucho tiempo.

3.      ¿Por qué creen ustedes que Abraham obedeció esa orden tan rara que
Dios le había dado?

Porque él confiaba totalmente en Dios.  El creía que si Dios le pedía eso, sería
porque eso era lo mejor para él y su familia.

Y confiado en Dios, partió a un sitio que ni siquiera sabía dónde quedaba, ni


como se llamaba.  Estaba confiando que Dios se lo iba a indicar, como le había
prometido.

4.      ¿Cómo fue el viaje?

Caminaban por tierras desconocidas, tomaban agua de los pozos que


conseguían y acampaban en los sitios donde había agua y donde había pasto para
los ganados.
Un día llegaron a la tierra de Canaán.  Canaán era una tierra linda y fértil.  Y allí
se detuvieron porque Dios volvió a hablarle a Abraham.

La hermosa tierra de Canaán

5.      ¿Qué le dijo Dios a Abraham al llegar a Canaán?

Mira esta tierra.  Te la voy a dar a ti y a todos tus descendientes.  Y Abraham


pensaba:  pero si yo no tengo hijos…

Y Dios seguía hablándole:  Serás padre de muchísima gente, de


un gran pueblo.  Yo seré el Dios de ustedes, y ustedes serán mi
Pueblo.

Abraham pensaría:  bueno, esto es raro, pero para Dios no hay


nada imposible.  Y así seguía confiando en Dios.

6.      ¿Qué era lo que más quería Abraham?

Ahora que Dios le había prometido que sería padre de mucha gente,  Abraham
y Sara querían tener un hijo.

Pero pasaba el tiempo y nada que venía el hijo.  Abraham y Sara eran ya muy
viejos.

Un día Abraham le dijo a Dios:  ya soy viejo y Sara también.  Cuando muera
mis sirvientes serán los que heredarán mis cosas.

7.      ¿Qué le contestó Dios a Abraham?

Ven afuera a ver las estrellas.  ¿Puedes contar las estrellas?

Abraham se quedó callado sin poder contar las estrellas.  Y Dios continuó:

Te prometo que vas a tener una descendencia más numerosa que las estrellas
del cielo.

Bueno, aunque aquello parecía imposible, Abraham seguía confiando, porque


sabía que Dios estaba con él.

8.      ¿Y qué pensaría Dios de Abraham?


Dios estaba contento, muy contento con Abraham, porque confiaba en El.

9.      ¿Qué sucedió un tiempo después?

Estaba Abraham en la entrada de su tienda y Sara estaba dentro de la tienda.  


Y se presentaron a la tienda de Abraham tres hombres.

Abraham se sorprendió de esa visita, porque en esa tierra tan despoblada, era
muy raro que vinieran visitantes

Entonces Abraham los atendió muy bien.  Le pidió a Sara que preparara una
buena comida.  Sara horneó pan y mataron un ternero para comer.

10.    ¿Qué le dijeron esos visitantes a Abraham?

¿Dónde está Sara?, dijo uno de ellos.  Abraham contestó que estaba adentro
en la tienda.

Entonces uno de ellos le dijo esto:  Antes de un año, Sara tendrá un hijo.

Sara, que estaba dentro de la tienda, pero podía oír lo que decían, se río,
pensando que eso era imposible.
¡Es que Sara ya tenía 90 años y Abraham tenía 100 años!!!  En esa época la
gente vivía muchísimo más que ahora.  Pero la verdad es que ya estaban bien viejos
para tener bebés.

Uno de los visitantes dijo:  ¿Y por qué Sara se ríe?  Sara se apenó y pretendió
decir que ella no se había reído.

El visitante continuó:  Nada es imposible para Dios.

11.    ¿Qué pensó Abraham?

Enseguida que dijeron que para Dios no hay nada imposible, Abraham se dio
cuenta que esos visitantes eran enviados de Dios.  Y que lo que habían prometido se
iba a cumplir.

12.    ¿Qué sucedió con Sara?

Que tuvo su bebé nueve meses después de esa visita misteriosa.   Se cumplió
lo que los visitantes habían prometido.
13.    ¿Saben cómo se llamó el bebé?

Isaac.

14.    ¿Y saben que significa Isaac?

Risa.  Alegría, porque Sara se rió y porque Isaac era un bebé lindo y muy
querido, que vino a alegrar la casa de Abraham y Sara.
 

Continuación de la historia de Abraham (para niños más maduros o mayores):

15.       ¿Y qué pasó cuando Isaac ya estaba grandecito?

Sucedió algo impresionante.   Dios volvió a hablarle a Abraham:  Quiero que


tomes a tu hijo Isaac, a tu hijo muy querido y que me lo ofrezcas en sacrificio.

¿Qué!!!  pensó Abraham.  El hijo que me prometiste y ahora me lo pides!  ¡Qué


cosa más inesperada!  Y ¡qué cosa más dolorosa!

16.    ¿Y qué creen ustedes que hizo Abraham?

Este hombre bueno siguió confiando en Dios y haciendo todo lo que le pedía
hacer. 
Aunque esto no calzaba con la promesa de Dios de tener una gran
descendencia y, aunque esto le doliera tantísimo, Abraham siguió obedeciendo a
Dios.

Abraham sabía que eso era lo que debía hacer y que Dios arreglaría las cosas.

17.    ¿Cómo fue el viaje hacia el monte donde Abraham iba a sacrificar a
Isaac?

Abraham iba tristísimo.  Isaac estaba extrañado, porque su papá le dijo que
iban a ofrecer un sacrificio, pero no llevaban ni oveja ni cordero para el sacrificio. 
Llevaban la leña y el cuchillo, pero faltaba el animal.

Isaac le preguntó a Abraham:  ¿y dónde está el animal para el sacrificio? 


Abraham le dijo a su hijo:  Dios lo proveerá.

18.    ¿Qué sucedió al llegar a la cima del monte?

Abraham puso a Isaac sobre la leña y levantó el cuchillo para sacrificarlo….!!!


Pero un Ángel le sostuvo la mano a Abraham para que no matara a su hijo
Isaac.  Y le dijo:  No lo sacrifiques.  Ahora  sé que amas más a Dios que a tu hijo.

Imagínense la impresión de Abraham y de Isaac.  Y ¡qué alivio tuvieron!  Dios


los había probado y Abraham mostró que Dios es lo más importante, más importante
que su propio hijo.

Dios estaba muy contento con Abraham. 


19.    ¿Y qué pasó enseguida?

Abraham volteó y vio un carnero enredado entre la maleza.  Era el animal para
el sacrificio.

Recuerden que Abraham le había dicho a Isaac:  Dios proveerá el animal para
el sacrificio.  Y así fue.

Abraham mató al carnero y lo ofreció en sacrificio a Dios.

Tema

La fe es la llave que abre o desata el poder de Dios.

Objetos

Un llavero con varias llaves

Escritura

Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: —Les digo que
ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Al regresar a casa, los enviados encontraron
sano al siervo. (Lucas 7:9-10-NVI).

Actividades + recursos

Hay llaves de todos tamaños y formas. Tengo muchas llaves en mi llavero. Hay una llave para mi
casa y para el candado del portón que va a mi patio. Tengo una llave para mi carro, mi oficina en el
trabajo y otra para abrir el gabinete donde mantengo mis papeles importantes. Tengo una llave para
mi apartado postal y otra para mi caja de seguridad del banco.

Muchos de nosotros usamos las llaves todos los días, pero hoy vamos a hablar acerca de una llave
en la que tal vez nunca hemos pensado. Es la llave llamada FE. La fe no es una llave que sea hecha
de metal como estas llaves que están en mi llavero, pero puede ser la llave más importante que
tengamos, pues es la llave que libera el poder de Dios. Nuestra lección de hoy nos habla sobre un
hombre que utilizó su fe para sanar a una persona que él quería mucho.
Un día Jesús estaba en un pueblo llamado Capernaum. Se encontraba allí un centurión, un oficial del
ejército romano, que tenía un sirviente que estaba muy enfermo y a punto de morir. El centurión
escuchó acerca de Jesús y envió a algunos hombres a pedirle a Jesús que viniera a sanar a su
siervo. Los hombres llegaron a donde Jesús estaba y le rogaron que sanara al sirviente del
centurión, así que Jesús fue con ellos a la casa.

antes de que Jesús llegara a la casa, el oficial envió a otros hombres a decirle a Jesús: "No te tomes
el trabajo de venir hasta mi casa. No soy digno de tal honor. Sólo di la palabra y mi siervo será
sanado".

Cuando Jesús escuchó esto, estaba maravillado. Miró a la multitud que estaba siguiéndole y dijo:
"¡No he visto una fe como esta en todo Israel!" Los amigos del oficial regresaron a la casa del
centurión. Al llegar encontraron al siervo completamente sano.

Como la fe de ese centurión en esta historia, nuestra fe puede liberar el poder de Dios en nuestras
vidas. Hay una canción que dice:

Mi Dios es tan grande, tan fuerte y poderoso, no hay nada que Él no pueda hacer (por ti)

Padre celestial, ayúdanos a recordar que no importa los obstáculos que enfrentemos, nuestra fe en ti
es la llave que abre tu poderoso poder. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

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