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Introducción
No es fácil determinar el rol de los sexos en el antiguo Israel, porque nuestra principal fuente de información es la biblia
hebrea, y esta presta poca atención directa a la posición y participación de la mujer en la sociedad judía, después de la
caída el hombre tomo la posición jerárquica dentro de los pueblos; Israel no es la excepción. Para esto es necesario mirar
detrás de las historias narrativas para tomar en cuenta los derechos y los deberes, los privilegios y las incapacidades, las
opciones y las restricciones que las mujeres experimentaban inevitablemente al pasar por una progresión de roles sociales
durante toda la vida. Con algunas excepciones en el antiguo Israel la participación de la mujer era mayormente en la
esfera domestica y son identificadas casi siempre en términos de los hombres que son sus padres, maridos, hijos o debes
en cuando sus hermanos. La esfera domestica coincidía en gran parte de la esfera pública, estaba organizada
formalmente alrededor del hombre.
Por otra parte la participación de la mujer no era pasiva en la toma de decisiones respecto a la familia, prevalecía cuando
los hombres se convencían que era Dios el que apoyaba la posicione de ellas.
En el Israel antiguo las mujeres eran consideradas como miembros de la "familia de la fe". Como tal, podían entrar dentro
de la mayoría de las áreas de la adoración. La Ley ordenaba a todos los hombres a presentarse o comparecer ante el
Señor tres veces al año. Aparentemente las mujeres iban con ellos en algunas ocasiones (Dt 29:10, 11; Neh 8:2; Joel
2:16), pero no eran requeridas a ir. Quizás las mujeres no eran obligadas a ir debido a sus importantes deberes como
esposas y madres. Por ejemplo, Ana fue a Silo con su esposo y le pidió a Dios que le diera un hijo (1 S 1:3-18). Más tarde,
cuando el niño nació, le dijo a su esposo: "Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, para que lo lleve y sea
presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre" (v 22).
Como cabeza de la familia, el esposo o padre presentaba los sacrificios y ofrendas en beneficio de toda la familia (Lv 1:2).
Pero la esposa podía ser presentada también.
Las mujeres concurrían a la Fiesta de los Tabernáculos (Dt 16:14), a La Fiesta Anual del Señor Jehová (Jue 21:19-21) y al
Festival de la Nueva Luna (2 R 4:23).
Un sacrificio que solamente las mujeres daban al Señor, era ofrecido después del nacimiento de un niño: "Cuando los días
de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una
tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote" (Lv 12:6).
Varias mujeres del Antiguo Testamento fueron famosas por su fe. Incluida en esa lista de Hebreos 11 hay dos de esas
mujeres: Sara y Rahab (Gn 21; Jos 2, 6:22-25).
Ana fue un ejemplo santo de una madre israelita. Ella oró a Dios; creyó que Él escuchó sus oraciones; y cumplió con su
promesa a Jehová Dios. Su historia se encuentra en 1 Samuel 1.
A. MARÍA: María fue la hermana mayor de Moisés; fue una mujer extraordinaria.
1. Salvó La Vida De Moisés
Faraón había ordenado que todos los niños varones que nacieran en Israel fueran
asesinados. La vida del niño Moisés fue puesta en gran peligro; por lo tanto, su madre "…tomó una arquilla de
juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río" (Ex 2:3).
Ese fue un momento peligroso para Moisés, pero su animada hermana mayor MARÍA, a pesar de que era una
niña para ese tiempo, permanecía por los alrededores. "…para ver lo que le acontecía" (Ex 2:4).
Cuando María vio a la hija de Faraón rescatando a Moisés, se presentó inmediatamente a ella con un plan de
acción. "Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe
este niño?" (Ex 2:7). María hizo arreglos para que la mamá de Moisés le alimentara. De esa manera, la acción
valiente y rápida de María, salvó a Moisés. Le debemos a María muchísimo. ¿Qué sería el mundo hoy, si no
tuviéramos el ministerio de Moisés?
2. Líder De Adoración Y Profetisa
Después que el ejército de faraón pereció ahogado en las aguas del Mar Rojo y
los israelitas estuvieron seguros en el desierto, una gran celebración de adoración tomó lugar. "Y María la
profetisa, hermana de Aarón, tomó pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos
y danzas. Y María les respondía: Cantad a JEHOVÁ, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el
mar al caballo y al jinete" (Ex 15:20, 21). El ministerio de alabanza con música, es mejor si es dirigido por aquellos
que tienen una unción profética sobre ellos. Esto fue una realidad en María. Ella tenía un precioso don profético y
musical que la hizo una ideal líder de alabanzas a Dios y profetisa. Así como David unos 500 años más tarde, ella
cantó el canto del Espíritu. Su canto fue uno profético. Su ministerio de adoración fue el resultado de la unción
profética que estaba sobre ella.
Otras mujeres del Antiguo Testamento también fueron usadas en el ministerio de música y adoración. En el tiempo del Rey
David, "…Dios dio a Hemán… tres hijas. Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de
Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios… según la disposición del rey…" (1 Cr 25:5,
6).
David estableció un orden divino de alabanza y adoración para el pueblo de Dios que se extendió aun hasta los tiempos de
la Iglesia del Nuevo Testamento (lea Hechos 15:16). Por consiguiente, sigue siendo correcto el que las mujeres participen
en las alabanzas, adoración y en el ministerio de música así como María y las hijas de Hemán.
3. Líder Con Moisés Y Aarón
"Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí;
y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María" (Mi 6:4). María es mencionada en conjunción con Moisés y
Aarón como una de la trinidad que entregó y dirigió a los israelitas fuera de la esclavitud egipcia.
Esto ilustra el papel de liderato autoritativo y de gran influencia que ella ejercía. ¿Cómo nos atrevemos a negarle a
las mujeres un rol similar, con el cual, el Espíritu Santo ha ungido en nuestros días y época?
4. Actuaron Presuntuosamente
"Acuérdate de lo que hizo JEHOVÁ tu Dios a María en el camino, después que
salisteis de Egipto" (Dt 24:9). María, Aarón y el Rey Saúl, representan las trampas peligrosas en las cuales los
líderes pueden caer. Los líderes pueden tratar de ejercer autoridad más allá de su oficio y unción. Ambos, mujeres
y hombres, deben estar conscientes de que el ejercicio de la autoridad y liderato pueden conducir a la arrogancia y
orgullo, que son pecados destructores. Cada líder, hombre o mujer, necesita respetar los límites de su ministerio.
Ellos no deben entrometerse presuntuosamente en las áreas que no tienen jurisdicción o responsabilidad. María
cometió sus errores así como cualquier otro líder. Como Moisés y David, ella fue disciplinada seriamente, pero
encontró perdón ante Dios y la restauración a la confraternidad entre el pueblo de Dios.
B. DÉBORA. "Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa mujer de Lapidot; Y acostumbraba
sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio"
(Jue 4:4,5).
1. Profetisa Y Juez
Débora, una mujer casada, ocupaba dos posiciones u oficios: Uno como Profetisa (mujer
profeta), y otro como líder o juez. Este último papel es congruente con Juan 5:22 discutido anteriormente. Bajo el
liderato de Débora, los hijos de Israel fueron librados de unos veinte años más de opresión y ocupación de parte
de un ejército extranjero. Por medio de la percepción profética, Débora llamó al General israelita Barac para que
saliera con un ejército de 10,000 hombres contra una fuerza superior de 900 carros de acero al mando de los
canaanitas. Barac dirigió la batalla contra el ejército canaanita que estaba bajo el mando del General Sísara y los
derrotó. Mientras el General Sísara huía, buscó refugio en la tienda de una familia nómada cuya matriarca era
Jael. Desconociendo Sísara que eran israelíes, Jael le ofreció hospitalidad.
Cuando el General estaba durmiendo profundamente, ella tomó una estaca de la tienda y con un golpe fuerte del
mazo se la clavó por las sienes. Él murió instantáneamente. De esa manera, dos mujeres fueron las heroínas
sobresalientes en esta liberación dramática de Israel de los opresores.
2. El Propósito Antiguo Es Cumplido
Poco después, Débora cantó este canto profético: "Entonces… el pueblo de
JEHOVÁ marchó por él en contra de los poderosos" (Jue 5:13). Ella cumplió el propósito antiguo de Dios para el
hombre y la mujer: tener dominio (Gn 1:28). Alguien dijo: Cuando el Señor tiene una tarea humana que realizar, Él
siempre escoge una mujer para llevarla a cabo". ¿Por qué, entonces, cuando el precedente bíblico existe para que
las mujeres cumplan un papel importante en el plan de Dios, los hombres en posiciones de liderato en la Iglesia
atribuyen para sí normas que impiden que las mujeres ministren?
C. HULDA. "Entonces fueron el sacerdote Hilcías… a la profetisa Hulda, mujer de Salum… guarda de las vestiduras… y
hablaron con ella" (2 R 22:14).
1. Profetisa De Reformación
Durante el reino del Rey Josías, el libro de la ley fue descubierto en el Templo.
Cuando los sacerdotes comenzaron a leerlo, entendieron que la nación se había apartado muy lejos de los
caminos de Dios. Supieron que la nación estaba en peligro de ser destruida bajo el juicio divino. A fin de descubrir
lo que deberían hacer, fueron a esta sobresaliente profetisa, quien les expuso los detalles específicos del juicio por
venir que ya había sido determinado según el consejo divino. Debido al arrepentimiento de Josías, Hulda les dijo
que los juicios pendientes no vendrían durante su reino, pero vendrían más tarde. Hulda inspiró al Rey Josías, al
sumo Sacerdote y a los demás líderes de Israel, para que implementaran reformas morales y espirituales jamás
registradas.
Una ola virtuosa de arrepentimiento y avivamiento vino como resultado. Lea 2 Reyes 22 y 2 Crónicas 34, para los
detalles sobre los resultados maravillosos del ministerio de Hulda como profetisa. Ningún ministerio profético
registrado, produjo tal despertamiento y transformación en la nación de Israel en tan corto tiempo.
D. LA ESPOSA DE ISAÍAS: Otra profetisa mencionada en el Antiguo Testamento. "Y me llegué a la profetisa, la cual
concibió, y dio a luz un hijo" (Is 8:3). Ésta fue la esposa de Isaías.
1. No tenemos un comentario bíblico sobre su ministerio, pero uno se pregunta si acaso no contribuyó con
percepciones proféticas significativas para los extensos escritos de Isaías. No se dice si hubo algún otro profeta
del Antiguo Testamento que se haya casado con una profetisa. ¿Podría esto explicar el porqué Isaías predijo con
tanta precisión los sufrimientos de Cristo? La Biblia dice: "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de
su trabajo" (Ec 4:9). No es difícil creer que el matrimonio de Isaías con una profetisa le otorgara la ventaja singular
sobre otros profetas que no tuvieran tal dicha. No es de asombrarse por qué los escritos de Isaías son a menudo
llamados "El Quinto Evangelio".
2. Mujer Dueña De Terrenos Y De Negocios
Los versículos 16 y 23, la describen como una mujer dueña de
terrenos de cultivo y exitosa en los negocios.
3. Bienhechora De Los Pobres Y Necesitados
El versículo 20, la describe como una filántropa (alguien que da
dinero a los pobres) y bienhechora de los pobres y necesitados. Así que, controla una suma considerable de
dinero necesaria para estas actividades.
F. CONCLUSIÓN: Así que, el modelo bíblico de la mujer está en conflicto con el papel que se le otorga en la mayor parte
de los países del mundo. La Biblia nos enseña la necesidad de elevar el papel de las mujeres.
Una antigua historia judía demuestra cuán importante era la mujer en Israel. La historia dice que un hombre pío, una vez
se casó con una mujer pía. No tuvieron hijos, y eventualmente estuvieron de acuerdo en divorciarse.
El esposo se casó con una mujer impía y ella le transformó en un hombre semejante a ella.
La mujer pía se casó con un hombre impío y le transformó en uno muy justo.
La enseñanza de esta historia es que la influencia de la mujer determina la vida espiritual de la familia y de la nación.
Hasta cierto grado, ella era la clave de una familia próspera o la causa de su fracaso. Podía ejercer una influencia
tremenda sobre sus hijos, su esposo y su nación.
Por consiguiente, las mujeres necesitan la libertad, respeto y reconocimiento a fin de que puedan expresar todos sus
talentos, unciones y dones divinos.
En los tiempos del Nuevo Testamento, las mujeres judías habían dejado de ser activas en la
adoración en el templo o las sinagogas. Tradiciones talmúdicas (algunas veces referidas
como la Ley Oral) habían relegado a las mujeres a papeles inferiores y a veces subordinados,
por no decir anti bíblicos.
Aunque había un área especial en el templo conocida como la "Corte o Patio de las Mujeres",
no se les permitía a ellas pasar al patio interior.
Fuentes adicionales a las bíblicas nos dicen que las mujeres no podían leer o hablar en las
sinagogas, pero podían sentarse y escuchar en la sección especial para las mujeres. Ahora,
puede que las mujeres pudieran entrar únicamente en las sinagogas que operaban bajo los
principios helenísticos.
El templo judío de los días de Jesús enfatizaba las distinciones étnicas y masculinas-
femeninas en sus prácticas religiosas. Había seis cortes y recámaras separadas:
• En la parte externa, La Corte de los Gentiles para los extranjeros; • En la próxima Corte
ningún Gentil podía entrar, la cual incluía: * el área restringida o Corte de las Mujeres; * Y la
Corte de Israel para los varones judíos; • La Corte que conducía al Lugar Santo, al cual
solamente los sacerdotes podían entrar; • El Lugar Santo; • El Lugar Santísimo.
Un cuadro diferente se revela en el ministerio de Jesús. Lucas 8:1-3 indica que Jesús le dio la
bienvenida a algunas mujeres como compañeras de viaje. Él animó a Martha y a María para
que se sentaran a Sus pies como discípulas (Lc 10:38-42). El respeto de Jesús por las
mujeres fue algo sorprendentemente nuevo y en completo contraste con el de los fariseos y
saduceos.
En la obra redentora de Cristo, todas esas paredes divisorias fueron derrumbadas a tierra, y
cada creyente, sin importar la raza, el sexo u otra distinción, tiene el mismo acceso a Dios.
"Porque el es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación" (Ef 2:14).
La nueva Dispensación cristiana introdujo una nueva era. En Cristo, todas las divisiones
fueron canceladas entre los judíos y gentiles, entre hombres y mujeres y entre sacerdotes y
laicos (Ap 1:6).
"Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno
en Cristo Jesús" (Ga 3:27, 28).
1. María: La Madre De Cristo
María, la Madre de Cristo, fue una mujer santa y buena.
De hecho, ella tiene que haber recordado el ejemplo de Ana, ya que su canto de
alabanza a Dios era similar al canto de Ana (1 S 2:1-10). "Pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley" (Ga
4:4).
Es cierto que la mujer, Eva, se rindió primero ante la tentación del pecado y luego tentó a su
esposo.
Pero no olvidemos que fue una mujer, María, quien fue el vaso obediente, por
medio de ofrecer su cuerpo, para que Cristo fuera concebido del Espíritu Santo en su vientre.
Fue a través de la mujer que el Salvador del mundo nació. Así que, si culpamos a una mujer,
Eva, por la caída del hombre, celebremos con aclamaciones por otra mujer, María, porque fue
el vaso a través del cual la humanidad recibió al Salvador.
3. La Mujer Perdonada: Una Evangelista
En la Biblia tanto los hombres como las
mujeres siguieron a Jesucristo. Las mujeres fueron bendecidas y perdonadas de igual
manera que los hombres. Una mujer que había tenido cinco maridos y que estaba
viviendo con otro más (con quien no estaba casada), fue bendecida y perdonada de
todos sus pecados. Como prueba de que Jesús nunca retuvo sus pecados contra ella,
el mismo día que se convirtió ella vino a ser una de Sus evangelistas (Jn 4:28, 29, 39).
Ella trajo a Cristo a toda su aldea.
Mujeres valientes estuvieron dispuestas a arriesgar sus vidas por Jesús. Hombres llenos de
temor huyeron para salvar sus propias vidas.
Hoy, a las mujeres se les dice a menudo que no prediquen ni enseñen. Sin embargo, Jesús
envió a una mujer con el siguiente mensaje: "Id, dad las nuevas a mis hermanos que he
resucitado".
¿Dónde estaban esos "hombres valientes" en la mañana en la cual Jesús resucitó de los
muertos? ¡Una mujer estaba allí!
Es evidente que los hombres estaban desanimados después del inesperado incidente
ignominioso de la crucifixión y, según Juan 21:3, ellos regresaron a la pesca; no obstante, las
mujeres se fueron a la tumba. Ellas estuvieron allí en la mañana en que Jesús resucitó de los
muertos. El Cristo resucitado hizo su aparición y habló primeramente a una mujer.
Es muy extraño que las mujeres sean enseñadas a permanecer calladas hoy, que no puedan
predicar o enseñar el evangelio. Jesús envió una mujer a llevar las primeras noticias de Su
resurrección.
Su muerte y resurrección levantó a la mujer de su estado caído y la restauró a su lugar
correcto en el Reino de Cristo. Ella estaba libre, ahora, para pararse al lado de su marido
igualmente digna para exponer el mensaje cristiano del Nuevo Testamento por todo el mundo.
B. LAS MUJERES Y LA GRAN COMISIÓN
Cuando Jesús comisionó: "Id por todo el mundo
y predicad el evangelio a toda criatura", la misma fue para todo creyente, sin importar el sexo,
color, raza o cultura.
No hay duda alguna al respecto. Entre aquellos que asistieron al primer culto de
oración para recibir el poder prometido, había un grupo de mujeres (Hch 1:14). "Y
fueron TODOS llenos del Espíritu Santo" (Hch 2:4). ¿Para qué? Para cumplir Hechos
1:8: "...y me seréis testigos...". Esto incluía ambos sexos. Cuando reflexionamos sobre
el estado represivo del sistema del Templo Judío bajo el cual estaban las mujeres en
los tiempos del Nuevo Testamento, y el hecho de que ni siquiera se les permitía
acercarse al área de adoración, sino que eran restringidas al patio o corte exterior de
las mujeres, no es por accidente que el Espíritu Santo especifique que estaban en
"oración y ruego, CON LAS MUJERES", y que "fueron TODOS llenos", con el fin de
que TODOS hicieran la obra de evangelismo.
Tanto los hombres como las mujeres, se congregaron en el hogar de la madre de Juan
Marcos para orar por la liberación de Pedro (Hch 12:1-17). Tanto los hombres como las
mujeres, oraban regularmente en las iglesias del Nuevo Testamento.
Esa es la razón de por qué el Apóstol Pablo dio instrucciones tanto a los hombres como a las
mujeres acerca de cómo orar (y profetizar) en público (1 Co 11:2-16).
Esas mujeres fueron los miembros fundadores de la iglesia de Filipo. Lea Filipenses 4:1-3
respecto a ello. Aquí se mencionan a las mujeres que "...laboraron con Pablo en el evangelio".
Sin duda alguna, la disputa que emergió entre esas mujeres se debió al conflicto surgido por
los papeles de su liderazgo.
1. Lidia
La historia de esta mujer extraordinaria es digna de ser considerada. Ella fue la
primera convertida en Europa. "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de
púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el
corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía" (Hch 16:14). Ella era
una mujer que aparentemente se veía saludable. Tenía un hogar lo suficientemente
grande como para acomodar a su propia familia, y también tenía recámaras para
hospedar a Pablo y a Silas. "Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si
habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad…" (Hch 16:15).
2. Priscila
Ella fue quien le explicó "más exactamente el camino de Dios" (Hch 18:24-28)
al poderoso predicador Apolos. Esto es asombroso, ya que Apolos es descrito como
"varón elocuente, poderoso en las Escrituras..." (Hch 18:24). Es todavía más
asombroso cuando la Iglesia moderna de hoy no permite que las mujeres ni siquiera
hablen en algunas iglesias.
3. Las Cuatro Hijas De Felipe
"…saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a
Cesarea… a la casa de Felipe el evangelista… y posamos con él. Éste tenía cuatro
hijas doncellas que profetizaban" (Hch 21:8, 9). Aparentemente Felipe no sabía que no
se le permitía a las mujeres orar ni profetizar, como la Iglesia moderna enseña. Su
amada familia fue un modelo de espiritualidad y orden santo. Estoy seguro de que
Felipe conoció las promesas: "…mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi
bendición sobre tus renuevos" (Is 44:3). "Y después de esto derramaré mi Espíritu
sobre toda carne, y profetizarán… vuestras hijas" (Jl 2:28). "Y en los postreros días,
dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestras hijas profetizarán…"
(Hch 2:17). "Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno… para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa,
y para vuestros hijos…" (Hch 2:38, 39). Fue por eso que Felipe aceptó esas
promesas bíblicas para sus hijas, y una gloriosa unción profética descendió sobre ellas.
Las hijas de Felipe hacían lo que la Biblia dice: ellas profetizaban.
4. Febe
En la iglesia de Cencreas, había una diaconisa llamada Febe, de quien Pablo
dijo: "…porque ella ha ayudado a muchos…" (Ro 16:2). El historiador Eusebio, dice
que ella supervisaba dos iglesias y viajó extensamente en el ministerio.
Podríamos entonces concluir que ella ocupaba el papel o posición de un pastor o una
diaconisa.
8. Jezabel, La Falsa Profetisa
La iglesia de Tiatira recibió una amonestación severa de
parte del Cristo resucitado: "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa
mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a
comer cosas sacrificadas a los ídolos" (Ap 2:20). Podemos aprender varias lecciones
de este incidente.
Este Texto que tradicionalmente se ha usado para excluir a las mujeres de posiciones de
liderazgo dentro de la iglesia. Vemos en primer lugar, los problemas que plantea la
interpretación Tradicional:
1. La traducción que la mayoría de las versiones suelen hacer del versículo 1, <<Si alguno
anhela obispado…>>, como la Reina-Valera, o << se ha dicho que el hombre que aspira a
dirigir una iglesia…>>, como hace la paráfrasis La Biblia al Día, significa imponer sobre el texto
una determinada interpretación: esto es, que el obispo debe ser hombre. En el griego no hay
ningún pronombre personal masculino o indicación alguna de que debe ser entendido
exclusivamente de esa forma. El pronombre que se usa es el indefinido, que sirve para proveer
un medio de referencia general, con lo cual la traducción más exacta seria: <<si alguien anhela
el obispado…>>.
2. Si la expresión <<marido de una sola mujer>> del verso 2 se entiende en sentido literal, esto
implica que los ancianos deben ser necesariamente hombres casados, y , además desacuerdo
con el versículo 4, deben necesariamente tener hijos, lo cual no puede sostenerse si tenemos
en cuenta las siguientes consideraciones:
a. Aquellos hombres que aceptaron el reto de Jesús, y se hicieron eunucos por amor al reino
de los cielos, como leemos en Mateo 19:12, no podrían aspirar al obispado, cuando en realidad
Jesús los presenta como ejemplo de compromiso con su causa.
d. Si se entiende en el sentido de que no se hubiera casado por segunda vez, aunque hubiera
enviudado, en las Escrituras no hay ningún texto que hable en contra de un segundo
casamiento de un viudo/a, para que sea un requisito fundamental para ser anciano. Muy al
contrario, el mismo Pablo en 1a Timoteo 4:14 aconseja a las viudas jóvenes que se casen de
nuevo.
e. Si se entiende este requisito en el sentido de que no tuviera más que una esposa, porque la
ley permitía a los hombres tener más de una, este argumento no se sostiene porque Pablo pide
el mismo requisito a las viudas, para ser inscritas en la lista de la que habla en 1 a Timoteo 5:9
<<Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un
solo marido>>.
1 Richard y Katherine Kroeger, Mujeres ancianas gobernantes… ¿Llamadas por Dios? Comité de
Justicia para las mujeres de Ministerio de Mujeres Iglesia Presbiteriana (E.U.A.). Lousville, 1992, p. 25.
Las fronteras entre el sentido de oficio y de edad son, en general, imprecisas. Realmente, si en
Tito 2:3 está hablando de las ancianas de edad, no deja de sorprender que los requisitos sean
tan similares a los de 1a Timoteo 3:1-7, que se supone sólo dirigido a los ancianos de oficio.
En conclusión, este pasaje no puede ni se debe usar como prueba concluyente contra el
liderazgo de las mujeres en las iglesias porque los requisitos que aquí se establecen no son
exhaustivos. En este caso tampoco los hombres solteros podrían tener acceso a dicho
liderazgo, ni tampoco aquellos que estando casados no tuvieran hijos, ya que en el versículo 4
se establece como requisito que tengan a sus hijos en sujeción. El hecho de que no se
mencionen hombres solteros, ni casados sin hijos, ni a las mujeres, no significa que los
descarte para el ejercicio del liderazgo puesto que esto entraría en colisión con el resto de las
Escrituras. Por otra parte, significaría elevar el modelo de Éfeso a modelo universal, cuando en
realidad, los modelos de liderazgo eclesiástico en tiempos del Nuevo Testamento parecen
haber sido muy fluidos, habiendo diferencias significativas de una congregación a otra en
cuanto a títulos oficiales, ministerios reconocidos y métodos de gobierno.
Lo que sí nos ofrece 1 Timoteo 3:1-7 es una buena descripción de las cualidades morales y
espirituales de todos aquellos que ejercen cualquiera de los múltiples ministerios que se
describen en el Nuevo Testamento, Así, por ejemplo, Dionisio de Alejandría, escribiendo sobre
la persecución llevada a cabo a una de las mártires como <<la santa anciana Mercuria>> y a
otra como <<una anciana virgen extraordinaria Apolonia>> Por otra parte, la ordenación de
PRESBITIDAS, ancianas, fue prohibida por el concilio de Laodicea en el año 365 d.C
prohibición que demuestra que este puesto había sido oficial. El concilio también prohibió a las
mujeres ser <<presidentes>> como aquellos que se sentaban al frente o presidian. El Antiguo
Testamento de Nuestro Señor (Cerca del 450 d. C) habla de <<viudas que presidían>> como
ancianas. Se sentaban en la plataforma al frente de la iglesia cerca del obispo con el resto de
los oficiales de la iglesia2.
No faltan tampoco evidencias arqueológicas de que durante los primeros siglos de la iglesia las
mujeres ocuparon posiciones de liderazgo.
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2 Ibíd., p. 24.
Así por ejemplo, en la iglesia de Santa Práxedes en Roma, hay un mosaico donde aparece la
siguiente inscripción sobre la cabeza de una mujer: <<EPISCOPA TEODRORA>>. En el
mosaico actual las letras RA en el nombre de Teodora han sido cambiadas. El cambio de estas
dos letras fue verificado por J. B. de Rossi, un experto en mosaicos, que en 1899 certifico que
los cubos del mosaico del retrato entero eran más antiguos, que los que estaban debajo del
nombre Teodo, donde RA había sido eliminado. El hecho de que el retrato original con toda
probabilidad dijera <<EPISCOPA TEODORA>> confirma el hecho de que las palabras
<<EPISCOPA TEODORA>>. Se encuentran también en otro lugar de la capilla 3.
Alterar la inscripción << EPISCOPA TEODORA>> a << EPISCOPA TEODO>>, de forma que
los lectores creyeran que se trataba de la esposa de un obispo masculino llamado Teodo, solo
puede engañar a los mal informados, puesto que la toca de su vestido muestra claramente que
esta mujer no estaba casada4.
Es evidente que para Pablo igualdad ontológica e igualdad funcional iban unidas. Por eso,
cuando trata el tema de los judíos y gentiles en Romanos y Efesios, el <<estatus de igualdad>>
de los gentiles, siempre llevaba a una <<igualdad funcional>> en la iglesia. Para Pablo los
gentiles eran completamente iguales a los judíos en sentido funcional, y no meramente en
cuanto a su estatus delante de Dios, por lo que, de forma análoga, este principio se puede
extender a los otros dos grupos citados en Gálatas 3:28: los esclavos y las mujeres5, de forma
que en la iglesia apostólica, incluso en los primeros años de la postapostólica, hombres y
mujeres tuvieron acceso a los mismos ministerios y a las mismas funciones.
Las causas del silencio y de inhabilitación de la mujer, fruto de las situaciones coyunturales y
factores humanos que influyeron en la vida de la iglesia primitiva, no deberían condicionar por
más tiempo los roles y aportaciones de las mujeres en las comunidades cristianas actuales
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Sacado del Libro de: Marga Muñiz Aguilar, Femenino Plural La mujer en la exegesis bíblica, Colección
Pensamiento Cristiano p. 122-129.
PASAJE PROBLEMÁTICO # 3:
PROHIBIDO ENSEÑAR
1a Timoteo 2:8-15.
PROHIBIDO ENSEÑAR En otra carta, Pablo escribió: "La mujer aprenda en silencio, con toda
sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en
silencio" (1a Ti 2:11, 12).Este pasaje es usado para negar a las mujeres la posibilidad de ejercer el
ministerio de la enseñanza en la iglesia, a pesar que en la misma ciudad de Éfeso, a cuya iglesia
se dirige esta epístola, Priscila instruyó Apolos en los caminos del Señor y a pesar de que en la
misma época Febe es designada por Pablo como PROSTATIS, indicando que estaba ejerciendo
una posición de autoridad en la iglesia de Cencrea. Es importante notar, además, que se trata de
la única doctrina importante en la biblia que se basa en un solo versículo, y que la comprensión
de este versículo depende fundamentalmente de la traducción de un solo verbo, cuyo significado
no está claro, y que es usado solo una vez en todo el Nuevo Testamento. Esto, sin embargo, no
es obstáculo para que muchos interpreten este versículo como clave para entender el ministerio
de la mujer en la iglesia.
1. Verdadero Significado La palabra enseñar es la clave para entender este pasaje bíblico en
cuestión. La palabra griega es DIDASKALEO, que significa instruir o enseñar doctrina.
Todas estas creencias se ajustan bastante al Gnosticismo, movimiento religiosos sincrético que
tuvo sus primeras manifestaciones en el siglo I, y que floreció con esplendor en el siglo II. Para los
gnósticos el origen del cosmos, de la materia y del mal van unidos a un proceso de
<<degradación>> dentro de la divinidad1, de ahí el desprecio hacia el cuerpo y la materia, que se
manifiesta en la abstinencia del matrimonio y de algunos alimentos. Sus doctrinas se basaban en
complicadas e interminables interpretaciones alegóricas, y en sus comunidades las mujeres
desempeñaban un papel muy destacado, ya que consideraban que Eva era la mediadora que
había traído el verdadero conocimiento a la raza humana.
Desacuerdo con su pensamiento, el Creador era el malo porque había creado el mundo material,
Caín y Esaú eran héroes, etc. Su mitología constituye un reverso de la biblia. La mención que se
hace en 1a Timoteo 1:6; 6:20; y 2a Timoteo 2:16 de discusiones inútiles, vana palabrería y los
argumentos de la falsamente llamada ciencia (<<gnosis>>, de donde deriva la palabra
<<gnosticismo>>), es interesante porque los escritos gnósticos están llenos de pensamientos
ilógicos y de ideas sin sentido.
Si queremos sacar el autentico mensaje de este pasaje, debemos tener en cuenta, además una
serie de consideraciones relacionadas no solo con el contexto, sino también con la gramática y
con los términos usados en el texto.
En primer lugar, es importante notar el significado de la ausencia o presencia del artículo en este
pasaje, ya que en griego la presencia del mismo indica identidad y la ausencia enfatiza la
cualidad o carácter2.
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1 Antonio Piñeiro, La gnosis. En VVAA. Cristianismo primitivo y religiones mistéricas. Ed. Cátedra. Madrid,
1995, p. 204.
2 Berkeley Mickelsen, Who are the women in Timothy 2:1-15 (part II). Priscilla Papers. Winter 1988, pp.4, 5.
o En el Versículo 10, tampoco hay artículo, con lo que indica que Pablo sigue escribiendo
acerca de este mismo grupo de mujeres que no se estaban conduciendo correctamente.
Deberían aprender lo que significaba una vida piadosa, algo que otras mujeres sí sabían,
puesto que no les habla a todas como clase o grupo.
o En el versículo 11, tampoco hay artículo, con lo cual la mujer que no se esté comportando
correctamente, es la que debe <<aprender en silencio con toda sujeción (a Dios)>>.
Aprender es fundamental para su restauración. Pablo estaba aquí escribiendo acerca de un
tipo de mujer. Aquellos que aplican este verso a todas las mujeres han olvidado que Pablo
dijo en 1a Timoteo1:9 que <<la ley no fue dada para el justo, sino para los trasgresores y
desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos…>>. Pablo
está estableciendo este versículo la vía por la cual aquel tipo de mujer puede y debe ser
restaurada. No es un mandato universal y atemporal.
o En el versículo 12 impone más restricciones a este tipo de mujer, puesto que el artículo
sigue ausente.
o En el versículo 14 aparece el artículo delante de <<mujer>>. Este uso del artículo, llamado
de mención previa, hace referencia a Eva. Cuando no se interpreta correctamente este uso
del artículo, la conclusión a la que se llega es que la mujer, por el simple hecho de serlo, es
susceptible de ser engañada, y por lo tanto inferior al hombre. Esta conclusión es imposible
defenderla tanto con el texto de la creación en la mano, como a través de la historia de la
humanidad. Es evidente que aquellos que entienden este texto en sentido genérico, pero al
mismo tiempo no creen en la inferioridad de la mujer, están en clara contradicción.
Pasemos ahora a un análisis más detallado del versículo 11. Pablo exhorta aquí a las mujeres
que tenían un comportamiento inadecuado a aprender en silencio, con toda sujeción. Esto que
muchos han interpretado como algo denigratorio para la mujer, en realidad es todo lo contrario.
Aunque en Deuteronomio 31:12 Moisés encomendó que se congregara a todo el pueblo, incluidas
las mujeres, para enseñarles la Ley, Practica que también siguió Josué (Jos. 8:35), con el paso
del tiempo a las mujeres les fue vetado el aprender el Torah, y participar en las actividades que se
celebran en las sinagogas. La única esfera de la mujer era el hogar. Ahora Pablo, siguiendo el
ejemplo de Jesús, exhorta a que las mujeres aprendan, algo que la mujer griega también tenía
vetado. Este aprendizaje debería hacerse en silencio, porque es la actitud necesaria para
cualquiera que este aprendiendo, ya sea hombre o mujer. La palabra que se usa en el griego,
HESUCHIA, no significa refrenarse al hablar, sino que significa estar en quietud, la quietud
necesaria para meditar o estudiar. Es la cualidad requerida en todo buen discípulo, y es lo que
Pablo usa unos cuantos versículos antes para describir la vida quieta y reposada que desea para
todos los cristianos (1a Ti.2:2).
Por eso, cuando Pablo les dice a las mujeres de la iglesia de Corinto (lo mismo que a los que
hablan en lenguas o los que profetizaban al mismo tiempo), que guarden silencio, emplea otro
verbo, SIGAO, ya que este caso se trataba de abstenerse de hablar porque estaban
interrumpiendo con sus preguntas. Esto se ve también muy claramente en hechos 21:40-22:2,
cuando los judíos intentaron matar a Pablo, estando en el templo de Jerusalén. Tal fue el alboroto
que se formo que el tribuno romano lo detuvo, pero cuando le permitió hablar, haciendo una señal
con la mano al pueblo, dice el texto que se hiso gran silencio. La palabra aquí es SIGE, la forma
normal del verbo SIGAO. Cuando Pablo se dirigió a ellos en hebreo, nos dice el texto que
<<guardaron mas silencio>>. La palabra en griego aquí HESUCHIA. Cuando Pablo hizo la señal
con la mano, dejaron de hablar, pero cuando empezó hablar prestaron atención.
Esto es lo que Pablo estaba pidiendo a todas las mujeres que debían aprender, que lo hicieran en
quietud, con atención. Los hombres y las mujeres aprenden de la misma forma, pero no se trata
de una expresión retroactiva para todas las mujeres, en el sentido de que se abstengan por
completo de hablar, sino que trata de la actitud adecuada de todo buen discípulo que quiere
aprender.
Esta era la forma de alcanzar el conocimiento de Dios. Por eso, el pueblo de Israel se le pide que
guarde silencio delante del Señor (Hab. 2:20; Sal. 46:10). Pablo tampoco usó en esta ocasión otra
palabra, EPISTOMIZO, que empleo para decirle a Tito (Tít. 1:13-14) que era necesario silenciar a
aquellos engañadores, especialmente los de la circuncisión, que estaban trastornando casas
enteras, enseñando lo que no debían. El verbo que el empleo, HESUCHIA, implica respeto por
parte de la audiencia, ausencia de desacuerdo. Una audiencia <<en silencio>> es, en un sentido,
una audiencia convencida. Por ejemplo, después del informe de Pedro acerca de cómo el Espíritu
Santo había descendido también sobre los gentiles, la asamblea guardo silencio: <<Entonces,
oídas estas cosas, callaron y glorificaron a Dios, diciendo ¡De manera que también a los gentiles
ha dado Dios arrepentimiento para vida!>> (Hch.11:18). Su silencio no tenía nada que ver con la
prohibición de hablar. Lo mismo sucede con el silencio requerido a las mujeres de Éfeso 3.
En cuanto al sentido auténtico de la expresión <<con toda sujeción>>, hay que decidir en primer
lugar que dicha sumisión, dado el contexto, no es al marido ni a los hombres en general, sino a
los maestros, especialmente Pablo y Timoteo. Estas mujeres iban de casa en casa difundiendo
falsas enseñanzas (<<hablando de lo que no deberían>>, 5:13), apartándose en pos de Satanás
(los falsos maestros). En vez de someterse a ellos deben hacerlo a aquellos que enseñan la sana
doctrina. En segundo lugar, la ausencia del artículo indica otra cualidad de dicho aprendizaje. La
palabra sujeción es la forma normal del verbo HUPOTASSOMAI, que como dijimos anteriormente,
hace referencia a la disposición voluntaria de ser receptivo a las necesidades de los otros, en este
caso la necesidad que tienen los maestros de comunicar sus enseñanzas sin ruidos molestos y
con la debida atención.
La expresión <<silencio y sujeción>> era una expresión que implicaba disposición para escuchar
y obedecer. Es decir, se pide a las mujeres, como a cualquiera que esté aprendiendo, atención y
receptividad. Cuando los setenta tradujeron al griego la Biblia Hebrea, vieron una gran relación
entre el silencio y sumisión, ya que en tres pasajes donde el texto hebreo habla de estar en
silencio delante de Dios (Sal. 37:7; 62:1, 5), ellos lo tradujeron por <<someterse>>. 4
Pasemos a hora al versículo 12. El primer verbo, <<no permito>> está en presente, lo cual indica
que Pablo tenía en mente una restricción temporal, mientras se mantuvieran las circunstancias
presentes. En cuanto el segundo verbo, <<enseñar>>, si entendemos que Pablo esta prohibiendo
a todas las mujeres el enseñar a cualquier hombre, encontraremos que, como hemos visto
anteriormente, se contradice con numerosos textos del mismo Pablo (2 a Ti. 2:2; Col. 3:16; 1a Co.
14:3, 26, 31, etc.). En las Cartas Pastorales el verbo DIDASKEIN se usa en contextos que
expresan o implican el contenido de la enseñanza, ya sea para hablar de la falsa doctrina, o de la
enseñanza de la verdad.
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3 Aida Besancon Spencer, op. cit., p. 76.
4 Richard Clark Kroeger & Catherine Clark Kroeger, I suffer not a women. Baker Book House. Grand Rapids
1994, p. 76.
Si en el versículo 12 se refiere a la enseñanza en general es la única vez que ocurre en las
pastorales. Más bien, lo que está prohibiendo Pablo es que ciertas mujeres enseñen una doctrina
errónea.
¿De qué doctrina se trata? La clave seta en el tercer verbo que aparece en este versículo,
AUTHENTEIN. El problema es que esta palabra aparece únicamente en este texto, y su
significado vario con el paso del tiempo, con lo cual resulta realmente difícil saber su significado
exacto en este contexto.
5 Catherine C. Kroeger. Ancient herestes and a strange greek verb. The Reformed Journal. March, 1979, p. 13.
6 Alan Padgett, Walthy women at Ephesus. I Timothy 2:8-15, in social context. Interpretation, vol. 41, 1987, p. 5.
Por lo tanto, los versículos 13 y 14 no son la razón por la cual las mujeres no pueden ejercer el
liderazgo, sin que se trate más bien de la refutación de una herejía ampliamente difundida en la
zona por los mitos gnósticos o protognósticos que glorificaban a Eva.
Esta interpretación, por otra parte, armoniza con otros ejemplos en los que Pablo primero indica la
herejía y después la refuta: 1a Corintios 15:12-57; 1a Timoteo 4:3-5; 2a Timoteo 2:17-19; Romanos
3:8.7
Finalmente, llegamos a los versículos 15 y 16, cuya interpretación tradicional, como hemos visto,
presenta grandes problemas.
Ciertamente se trata de un texto difícil de entender en su conjunto, aunque la clave puede estar
otra vez en las enseñanzas heréticas de los gnósticos. Aunque exaltaban el principio femenino
como figura divina, sin embargo, tenían una visión muy negativa de la sexualidad femenina y
sentían repugnancia por el proceso del nacimiento, ya que lo veían como la reproducción de la
materia, que era algo negativo. Las mujeres no podían alcanzar la vida eterna si no renunciaban a
su sexualidad y a tener hijos.
En este contexto, puede entenderse que Pablo haga una defensa de las funciones femeninas en
cuanto a la reproducción. La salvación está al alcance de todos, hombres y mujeres, sin que estas
tengan que renunciar a nada relacionado ni con la sexualidad ni con el tener hijos. Dios acepta a
las mujeres con su función reproductora, y no necesita cambiar su identidad sexual para alcanzar
la salvación, si permanecen en fe, amor, y santificación, con modestia.
Podemos concluir, por tanto, que este pasaje, que tradicionalmente se ha usado para restringir el
ministerio público de las mujeres en la iglesia, es precisamente todo lo contrario. Se trata de un
alegato de Pablo a favor de las mujeres, a las que considera aptas para enseñar, siempre que
antes se hayan formado, algo que tanto el judaísmo como la sociedad grecorromana, negaba a
las mujeres.
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7 Richard Clark Kroeger & Catherine Clark Kroeger, I suffer not a women, p. 113.
Sacado del Libro de: Marga Muñiz Aguilar, Femenino Plural La mujer en la exegesis bíblica, Colección
Pensamiento Cristiano p. 108-122.
1. PASAJE PROBLEMÁTICO # 2:
LAS MUJERES GUARDEN SILENCIO EN LA CONGREGACION
1a Corintios 14
SE LES PROHIBE HABLAR Un pasaje usado para silenciar a las mujeres, es el hallado en 1
Corintios 14:34, 35: "Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido
hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo,
pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la
congregación". Si Pablo hubiera tenido la intención de que esto fuera un mandato absoluto
contra cualquier mujer para que no abriere su boca o utilizara su libre expresión en cualquier
forma en un servicio en la iglesia, sería una contradicción clara contra las instrucciones del
mismo Pablo en unos capítulos previos a este pasaje.
En el capítulo 11 de esta misma epístola, Pablo expone instrucciones claras sobre el modo y
conducta con la cual las mujeres (y los hombres) deben orar y profetizar.
Después de estas claras instrucciones concernientes a la participación de las mujeres en los
servicios de la iglesia, ¿acaso Pablo se vuelve para revocar o anular tales instrucciones y tapar
la boca de todas las mujeres hasta el estado de que sean mudas en la iglesia? ¡Por supuesto
que no! Eso no tiene sentido alguno.
1. Tres Palabras Explicadas En el pasaje anterior, tres palabras necesitan ser explicadas si es
que vamos a entender lo que Pablo estaba enseñando a los corintios. Esas tres palabras son:
mujeres, hablar y dijo.
a. Mujeres. El término mujeres en este pasaje viene de la palabra griega GUNE, que significa
una esposa (no meramente cualquier mujer). Estas son instrucciones específicas para las
esposas.
b. Hablar. La palabra hablar viene de la raíz griega LALEO, que significa un discurso prolongado
o desatinado; ponderar y llamar a alguien (que esté al otro lado de la sala) sin los modales
debidos o respeto hacia los demás.
c. Decir. En contraste con la palabra LALEO, la palabra decir viene de la raíz griega LEGO, que
significa "extender" (una idea o doctrina) en palabras usualmente arrogantes o sistemáticas
("...como también la ley lo dice").
LEGO es animado, pero LALEO es desanimado.
Una traducción ampliada de los dos versículos anteriores (1 Co 14:34, 35), podría leerse como
sigue: "Que vuestras mujeres se abstengan de hablar [LALEO], evitando la interrupción de los
servicios de la iglesia con sus discursos desatinados [palabrerías] y saturadas de jactancias
altaneras, llamando a los demás de manera irrespetuosa o sin consideración hacia los demás en
la iglesia, porque no les es permitido a ellas hablar [LALEO: interrumpir con un discurso extenso
o desatinado o llamando en voz alta a otros], sino que se les ordene que estén bajo la
obediencia, como también lo dice [LEGO: estableciendo (una idea o doctrina) en palabras de un
discurso sistemático] la ley. Y si desean saber acerca de cualquier cosa, que pregunten a sus
maridos en casa, porque es indecoroso que ellas hablen [LALEO] en la iglesia".
En los censos del pueblo de Israel solo se contaban a los hombres (2° de S. 24:9-10; Neh.
7:7), e igualmente ocurría en los censos del Imperio Romano donde las mujeres no eran
unidades a tener encuentra. A finales del siglo III de la era cristiana, cuando Diocleciano hiso
censar a toda la población del Imperio a fin de percibir el impuesto de capitación, mando contar
también a las mujeres, aunque de manera desigual: en Tracia, por ejemplo, en los dominios
rurales, las mujeres valían lo mismo que un hombre. Pero antes de esto, las mujeres no se
contaban en ninguna parte.1
Por otro lado, en la mayoría de los cultos paganos, las mujeres y los esclavos estaban excluidos.
En algunos de ellos participaban las mujeres pero con un papel muy especifico y limitado, casi
siempre relacionado con la prostitución cultica. En general, las mujeres no estaban
acostumbradas a participar en los actos públicos.
En todo el capitulo 14 hay un interés por parte de pablo de que haya orden en el cuto, no de que
las mujeres se abstengan de ejercer sus dones. A tres grupos diferentes les pide que guarden
silencio: a los que hablan en lenguas sin que hubiera un intérprete, a los que profetizan al mismo
tiempo, y a las mujeres. En el primer caso, Pablo les pide que se callen si no pueden interpretar
lo que están diciendo (v.6). El hablar en lenguas no era un fenómeno exclusivamente cristiano.
Era algo conocido en las antiguas religiones extáticas, aunque en estos casos se trataba de una
explosión de ruido, sin posibilidad de traducción. Se entiende, pues, el interés de Pablo de que
guardaran silencio si no había traducción. No quería que se confundieran ambos fenómenos. En
los dos últimos casos les exhorta al autocontrol (vv. 32 y 34), usando el mismo verbo
HUPOTASSOMAI, que es en voz media indica que la persona realiza la acción sobre sí misma.
Esta idea normalmente aparece en las traducciones del versículo 32, pero no así en las del 34.
En la Reina-Valera leemos en el primer versículo: <<los espíritus de los profetas están sujetos
a los profetas>>. En el segundo, leemos: (las mujeres) <<deben estar sujetas, como también la
ley lo dice>>. ¿Cómo es posible traducir el mismo verbo de forma tan diferente cuando se refiere
a las mujeres? La única explicación es porque el traductor está imponiendo sobre el texto sus
supuestos teológicos. Literal mente el texto dice: <<que las mujeres se controlen a sí mismas,
como la ley lo dice>>.
Los eruditos bíblicos han tratado de encontrar tal ley en el Antiguo Testamento sin conseguirlo.
La razón es que Pablo no está aludiendo a la Ley con mayúscula como traduce Reina-Valera.
En primer lugar, porque cuando Pablo apela a la Ley siempre cita el texto para apoyar lo que
está diciendo (Ro. 2:23-24; 1a Co. 9:8; Gá. 3:10-13, etc.).
En segundo lugar, porque sería inconcebible que el gran defensor de la gracia frente a la ley,
acudiera ahora a ella de esta forma tan absoluta. Cuando apela a la Ley es para expresar su
cumplimiento alegórico en el Nuevo Pacto (1a Co.14:21), o para expresar que había sido
abrogada (Ro. 7:6). Además, no hay ni un solo texto en el Antiguo Testamento que afirme tal
cosa.
Posiblemente Pablo esté haciendo referencia a la ley civil de la sociedad grecorromana, que
ponía limite a laos excesos de ciertas prácticas religiosas, especialmente las llevadas a cabo por
mujeres1.
La recomendación de Pablo, de ninguna manera puede significar que las mujeres debían de
detenerse de ministrar con sus dones la iglesia puesto que en el capítulo 11 habla de atuendo
adecuado para aquellas que oran o profetizan en la iglesia. Pablo posiblemente esta exhortando
al auto control a aquellas mujeres que preferían gritos sagrados al estilo de sus religiones de
origen. El verbo LALEO que aquí se traduce como <<Hablar>>, puede ser usado para hacer
cualquier tipo de ruido y es usado repetidamente en este capítulo para describir palabras
incomprensibles (v. 9). El griego tiene muchas palabras que pueden traducirse como
<<hablar>>. Cinco de ellas denotan predicación o proclamación, y otras veinticinco se pueden
traducir por <<decir>>, <<hablar>> o <<enseñar>>, con distintos matices. De todos los verbos
que se pueden traducir por <<hablar>>, solo LALEO puede significar, simplemente <<charlar>>3.
En el versículo 35 puede estar haciendo referencia a las conversaciones privadas de las mujeres
durante cultos o ceremonias donde no entendían lo que estaba sucediendo. Por eso dice Pablo
que pregunten a sus maridos en casa.
La palabra griega que Pablo usa para pedirles silencio confirma esta tesis. En griego Hay varias
palabras para expresar silencio. Una es PHIMOÖ, que se usa para describir una clase de
silencio forzado. El término que aparece en Marcos 1:25 cuando Jesús mando callar al espíritu
impuro que acababa de expulsar de un hombre, o el que aparece en Marcos 4:39 cuando
reprende a al viento y dijo a la mar: ¡calla, enmudece! Este término implica forzar a alguien a
estar callado, pero Pablo no usó este término en este texto.
Otra palabra que se usa en griego para expresar silencio es HESUCHIA. Este término que uso
Pablo en 1° Timoteo 2:11; este término hace referencia a la <<quietud>> necesaria en aquellos
que están estudiando.
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1 Richard and Catherine Clark Kroeger, Pandemónium and silence at Corinth. The Reformed Journal, p. 4
2 Catherine Kroeger, The apostle Paul and the greco-roman cults of women. Journal of the Evangelical Theological
Society. March, 1987.
3 John Temple Bristow, op. cit., p. 63.
Pablo tampoco usó esta palabra para expresar el silencio necesario cuando están adorando, que
es el contexto de 1° de corintios 14. En esta ocasión Pablo usa el verbo SIGAO, que hace
referencia a un silencio voluntario. Es el término usado para describir el silencio de Jesús ante
Pilatos (Mr. 14:61) y el silencio de los apóstoles y los ancianos cuando escuchaban el informe de
Pablo y Bernabé, después del primer viaje misionero (Hch. 15:12).
SIGAO es el termino que se usa para pedir silencio en medio de una situación de alboroto, como
cuando Pedro hizo señal con la mano de que se callaran, a los que estaban reunidos orando en
casa de María, para explicarles la forma en que Dios lo había liberado de la cárcel (Hch.12:17).
Es el mismo término que aparece en Lucas 18:39, cuando la multitud mandaba callar al ciego de
Jericó. Este es el tipo de silencio que Pablo pidió a las mujeres de Corinto.
Tradicionalmente se han usado estas palabras para negar a las mujeres la posibilidad de
predicar o dirigir la adoración, o incluso orar, pero esta interpretación está más en consonancia
con el pensamiento griego que con el pensamiento de Pablo. Él está preocupado por la
confusión que reina en la iglesia cuando se reúne para adorar a Dios, por eso enfatiza que
<<Dios no es Dios de confusión, sino de orden>> (v.33).
La palabra que se usa para expresar el desorden es AKATASTASIA, la misma que se traduce
como <<tumulto>> en 2a Corintios 6:5 y como <<revueltas>> en Lucas 21:9, por lo que es
evidente que Pablo lo que está pidiendo es que las mujeres, no acostumbradas a escuchar en
reuniones, que no entienden lo que pasa, o que simplemente están charlando, guarden silencio.
En realidad, Pablo rompe aquí una lanza en favor de las mujeres, a quienes considera capases
de autocontrol y con derecho a ser instruidas, cosa que les negaba la sociedad de su época.
Para un marido griego lo mejor era que su esposa <<Preguntara lo menos posible y supiera lo
menos posible>> el aboga por todo lo contrario, por que pregunten y aprendan, aunque de forma
que no alteren los cultos. El guardar silencio no significaba necesariamente abstenerse por
completo de hablar, sino que significaba prestar atención a lo que otra persona está diciendo,
como se puede apreciar en Hechos 12:17; 15:12-13; 21:40; 22:2. El <<guardar silencio>> de 1 a
Corintios 14:34 no significa, por tanto, que las mujeres se abstengan por completo de hablar o
que se las deba excluir del liderazgo espiritual.
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Sacado del Libro de: Marga Muñiz Aguilar, Femenino Plural La mujer en la exegesis bíblica, Colección
Pensamiento Cristiano p. 94-99.