Está en la página 1de 17

FRUTOS DE LA

sagrada

eucaristía Tema 3
En cada grupo
o asociación
hay algo que
identifica a las
personas que
lo conforman.
Como católicos los que nos distingue es la
COMUNIÓN (común- unión) con Cristo Jesús y con la
Iglesia Católica que él mismo fundo.

 La iglesia Católica es una familia llamada por Dios para


proclamar sus maravillas a todas las gentes.
 En la Eucaristía nos congregamos en torno de Jesús
sacramentado y es ahí donde él nos alimenta y fortalece.
 Al proclamar, celebrar y recibir a Jesús en la Eucaristía
se nos dan abundantemente frutos para la vida
LEER: JUAN 6, 53-58
53. “Jesús dijo: En verdad les digo que si no comen la carne del hijo del
hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes.
54. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive de vida eterna, y Yo lo
resucitaré el último día.
55. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
56. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y Yo en él.
57. Como el Padre que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien
me come vivirá por mí.
58. Este es el Pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros
antepasados, que comieron y después murieron. El que coma de este pan
vivirá para siempre”.
PALABRA DE DIOS
Tenemos
vida

Nos
fortalece Estamos
para ser mas unidos
testigos de a Jesús
Cristo

Nos separa
Nos une en del pecado
un solo y borra los
cuerpo pecados
veniales
que recibimos al celebrar la
a)
Al celebrar y recibir a Jesús en el Pan Eucarístico, nos
estamos alimentando y obtenemos de él la vida, así como a
las hojas les llega savia de las raíces de las planta. La
palabra de Jesús es clara:
Juan 6, 54
“El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna”
b)

Recibir la Eucaristía en la comunión de como fruto principal


la unión intima con Cristo Jesús. En efecto el señor dice;
“quien come mi Carne y bebe mi Sangre permanece en mi
y Yo en él.
CATIC 1391-1392

La comunión con Cristo resucitado


Conserva, acrecienta y renueva la vida
de Gracia reciba en el bautismo. Este
crecimiento de la vida cristiana necesita
ser alimentado por la comunión
eucarística, pan de nuestra peregrinación,
hasta el momento de la muerte cuando no
se ha dado como viatico.
c)

La Eucaristía además de que nos une a Cristo, nos purifica


de los pecados cometidos y nos preserva de futuros
pecados.
Dándose como alimento, Cristo reaviva nuestro amor y nos
hace capaces de romper con la atracción por el pecado. Por
la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía
nos preserva de futuros pecados mortales.
Cuando mas participamos en la vida de Cristo y mas
progresamos en su amistad, tanto mas difícil será romper
con el pecado mortal.
d)
Al participar de la Eucaristía, Cristo nos une a
todos los fieles en un solo cuerpo: La Iglesia.
La comunión renueva, fortifica y profundiza
esta incorporación a la iglesia, realizada ya por
el bautismo.
𝟏α Corintios 10, 16-17
16 “El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con
la sangre de Cristo?, y el pan que partimos ¿no es comunión con el
cuerpo de cristo?
17 porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos,
pues todos participamos de un solo pan”.

CATIC 1396

La Eucaristía hace la iglesia. Los que reciben la Eucaristía se unen mas


estrechamente a Cristo. Por ello mismo, Cristo une a todos los fieles en
un solo cuerpo; la iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta
incorporación a la iglesia realizada ya por el bautismo. En el bautismo
fuimos llamados a no formar mas que un solo cuerpo. La Eucaristía
realiza esta llamada”.
e)
Hoy mas que nunca Cristo nos pide que demos ejemplo de aquello que
creemos . La misma situación en la que nos toca vivir, hace que nos cueste
ser luz en medio de tinieblas, sobre todo aquellas ocasiones cuando todo
se pone contra nosotros.

Algunas persona llega a decir ¿ para que comulgo si voy a volver a pecar?
Esto seria como decir ¿para que como si voy a tener hambre nuevamente?
El reunirnos a celebrar la Eucaristía en torno a Jesús, nos fortalece,
compartimos con los demás nuestras dificultades, pedimos juntos a Dios y
nos ayuda para que seamos luz en el mundo.

CRISTO NOS UNE EN UN SOLO CUERPO Y NOS ENVÍA


COMO TESTIGOS AL MUNDO.
El hecho de tener muchos obstáculos para dar
testimonio de Cristo hace que en ocasiones
nos desanimemos. Sentimos que no vale la
pena ir contra corriente nos damos por
vencidos. En cambio los que se hace uno con
Cristo en la celebraron dominical, reciben
nuevas fuerzas para ser sal y luz de la tierra.
Los grandes santos han encontrado fuerza en la Sagrada
Eucaristía para ser siempre la voluntad de Dios. Han sido
mujeres y hombres normales como nosotros, también
rodeados de tentaciones, pero gracias a su participación en
la Eucaristía, pudieron vencer al mal.
 La participación en la Eucaristía, de hecho, no consiste solo
en recibirla sino en “participar activamente” en la
celebración de la Misa: Estando presente no solo con el
cuerpo sino con el espíritu; catando, contestando y
llevando a la practica lo que hemos celebrado
Los frutos que recibimos de la sagrada
comunión hacen que llevemos una vida mas
auténtica. El señor nos fortalece, nos une y
hace que demos autentico testimonio de
nuestra fe.

3. CONCLUSION

También podría gustarte