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REPÚBLICA BOLIVARIANA DEVENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
U.C: PAPEL SOCIAL DE LA FAMILIA
SEDE ARSENAL- ARAGUA
ESTUDIOS JURÍDICOS -TRAMO VI

EL PAPEL SOCIAL DE LA FAMILIA


(INFORME)
Carmen Belisario. C.I 12.362.245

José Vásquez. C.I 8.807.394

Richard Sequera. C.I 8.741.920


Profesor:
Zoraya Rodríguez. C.I 5.139.320
Asdrúbal Vargas
Yohalit Landaeta. C.I 26.848.255

Lisbeth Peña. C.I 14.496.044

Weily Reina. C.I 15.739.084

Glaysher Marrufo. C.I 29.837.397

11 de Abril del 2022


(Lisbeth Peña)

Concepto de familia y características

Concepto: La tradicional noción de la familia se le ha dado el concepto


como célula fundamental de la sociedad, si bien reiterada o remanida, ciertamente
es expresiva de la trascendencia de tal institución. Idea reflejada en el artículo 75
de la Constitución que indica: “El Estado protegerá a las familias como asociación
natural de la sociedad y como el espacio fundamental para el desarrollo integral de
las personas.” “Las relaciones familiares se han convertido en parte sustancial de
las preocupaciones constitucionales”.

Características:

Constituye la base de toda sociedad.


Es una estructura social universal que se encuentra en todos los tipos de
culturas y sociedades; en cada una de ellas varía su forma o estructura,
pero se mantienen las características importantes.
Generalmente surge por lazos sanguíneos, legales o emocionales.
Puede surgir a partir del matrimonio o la unión conyugal (en algunas
sociedades es legal la poligamia).
Posee bases de organización económica.

Constituye la base de trasmisión de educación y valores: los miembros


comparten costumbres y tradiciones que suelen ser transmitidas de genera-
ción en generación.  Sus miembros poseen el desafío de superar en con-
junto retos y dificultades.
(Weily Reina)

Papel social de la familia en la actualidad

Los roles de la familia. Cuando hablamos de rol familiar estamos ha-


blando del papel que cada uno de nosotros realizamos dentro de la familia, es de-
cir, papel de padre, papel de madre, papel de hijo o hija… Cada uno de estos pa-
peles tiene funciones. Sin importar cómo esté constituida, es innegable, el impor-
tante papel que desempeña la familia en la sociedad, especialmente como trans-
misora de normas, valores, cultura, entre otras cosas.

¿Cómo se distribuyen los roles en la familia?

Cabe destacar que una familia también se puede encontrar dirigida por


uno solo de los padres bien sea la mamá o el papá, los roles de una fami-
lia que se encuentra dirigida por un solo padre se distribuyen según las capaci-
dades y habilidades de los demás miembros bien sean los hijos o padres.

¿Cuál es el rol de los padres de familia?

Rol educador

Los padres son los educadores por excelencia de los hijos. Los pa-


dres educan a través de la instrucción, el modelaje, los contactos realizados, los
vínculos construidos y los contextos organizados. En estas funciones papá y ma-
má son indispensables. El papel que cada uno realiza dentro de la familia es muy
importante y tiene funciones diferentes. A este papel, también se le conoce como
rol. En cualquier familia, se especifican muy bien los roles que cada uno va a de -
sempeñar, el de padre, de madre, de hijo o de hija; ejerciendo la función corres-
pondiente a cada uno de ellos. Estos roles o papeles podemos estructurarlos de la
siguiente manera.

El Rol conyugal, el cual será desempeñado por la pareja; cumpliendo sus


funciones conyugales, estas son: compartir momentos en que los hijos no inter-
vengan, tomar decisiones para el bienestar común de la familia, crear un espacio
como pareja, tratar temas de educación, salud o cualquier situación que se pre-
sente mediante una buena comunicación.

Rol de padre, las funciones dentro de este rol son tan importantes como
los demás pero, requieren una mayor responsabilidad, debe proveer a la familia de
protección, alimentación, cuidado, seguridad, amor, respeto, lugar donde vivir y
sustento.

Rol de madre, este papel es tan importante como el del padre, sólo que
aquí se manejan mucho las emociones, el rol maternal crea un espacio especial
para poder manejar las emociones ante cualquier situación para poder expresar-
las, maneja el respeto debidamente para el comportamiento dentro y fuera de
casa. También se dan casos donde puede contribuir de manera económica para el
hogar.

Rol fraternal, se da entre los hijos, entre hermanos, creando complicidad y


brindándose apoyo mutuo.

Rol filial, también lo desempeñan los hijos, pero aquí su función es apren-
der, crecer, respetar y evolucionar como seres humanos. Esta es la forma en la
que se definen los roles dentro de una familia, lo que dará como resultado una me-
jor estabilidad familiar y una sana evolución, generando un ambiente de amor, feli -
cidad, responsabilidad y respeto, que en diferentes situaciones beneficiará a la fa-
milia para adaptarse a cambios que se presenten para el núcleo familiar.
Todas las familias del mundo, ya sean las de las ciudades, las del campo
con pocos o muchos integrantes, forman un grupo de convivencia que necesitan
reglas y estipular el desarrollo de las funciones dentro de la familia, con los roles
que cada uno va a desempeñar; teniendo repercusiones favorables y positivas
para el desarrollo de cada uno de los que integran la familia. Es el mejor espacio
para tomarle amor a la vida, a los seres queridos y al prójimo, el mejor lugar donde
por primera vez, el ser humano experimenta la aceptación incondicional de los su-
yos; cosa que es mutua entre cada uno, ese maravilloso lugar es la familia. El tra-
bajo que se realiza dentro de una familia, debe exaltar los valores y principios que
la forman para crear hombres y mujeres de bien, y puedan integrarse a una socie-
dad con bases sólidas que les ayudarán a forjar su futuro y formar una nueva fami-
lia, siguiendo los patrones que más han funcionado dentro de la educación que se
recibió dentro del seno familiar.

Asumir un rol es de manera inconsciente que día a día se va dando, claro


está bajo la influencia de patrones de conducta, valores y educación que se reci -
ban en el hogar. Ejercer de buena manera los roles familiares como padres, hijos,
hermanos, primos, abuelos etc. conlleva a la construcción de verdaderos seres so-
ciales, que pueden integrarse y adaptarse al mundo exterior. Estos roles no solo
son exclusivos de las familias con lazos consanguíneos, también podemos llamar
familia a aquellos grupos de personas que los une un afecto y conviven como fa-
milias, adquiriendo de esta forma una función dentro del grupo, desarrollando así,
los papeles correspondientes a cada uno. Cada familia estípula sus límites y las
reglas que deben cumplirse, existen casos donde estas medidas pueden ser muy
estrictas o por el contrario muy relajadas, cualquiera que sea el tipo de reglas que
deberá cumplirse en casa, son medidas que deben tomarse para un buen funcio-
namiento familiar, respetando la individualidad de cada uno, sus gustos, su mane-
ra de pensar y hacer valer las propuestas y las decisiones que lleguen a tomarse;
de esta forma, las cosas marcharán tranquilamente funcionando de manera con-
gruente con las diferentes formas de pensar de los integrantes de una familia, lo
que ayudará a fortalecer el núcleo en el que se desarrollan los hijos dando un am-
biente y estructura con reglas y límites a seguir; creando responsabilidades que se
conviertan en hábitos para llevar una vida de forma digna, saludable y mentalmen -
te equilibrada, que ayude a relacionarse con el mundo exterior, brindando lo mejor
de sí, que al mismo tiempo puede traducirse en una mejor sociedad o comunidad
para cualquier país.

Una familia integrada desempeñando debidamente sus roles, podrá ser


una familia feliz.

En la familia se construye la identidad de la persona, se protege su auto-


nomía y es la base desde donde se proyecta en el ámbito social. Son los padres
quienes como primeros responsables de la educación de los niños, protegen su
intimidad y promueven su desarrollo con base en los valores culturales propios. De
esta manera forman hombres y mujeres capaces de construir sociedades sanas
que progresan de manera continua y sostenible. La educación escolar cumple una
labor de subsidio y apoyo a las familias y debe desarrollarse en plena armonía con
los padres de familia respetando su identidad cultural. Es en especial en el campo
de la educación de la afectividad y la sexualidad que es fundamental la presencia
de los Padres y el respeto a sus valores y principios.

La familia es la única institución capaz de velar, cuidar, amparar, proteger


y apoyar a los más débiles de la sociedad, nadie más. La familia, su valor, su fun-
ción y su misión dentro de las sociedades, es clara e incontestable. En ella se da
la renovación generacional que permite la preservación de las naciones, la gene-
ración y creación de riqueza, el aumento de la productividad, el desarrollo de las
instituciones políticas, sociales, etc. La familia es el lugar donde aprendemos y
empezamos a amar y a ser amados. Es la única pedagoga del amor verdadero, ya
que solo con los modelos de mamá y papá es que podemos conocer el amor de
un hombre, entender el amor de una mujer, aprender sobre el amor de pareja, y el
amor entre los Padres y los hijos, y entre los hermanos; allí se entienden y se vi-
ven valores tan fundamentales como la solidaridad y el reconocimiento del otro.
Con papá, mamá y hermanos se vivencia en la cotidianidad de las circunstancias,
lo bueno, lo malo, lo triste y lo feliz de la existencia. En la familia se hace realidad
la capacidad de darse como persona irremplazable y de ser recibido como tal. En
la familia se vale no por lo que se tiene o se ha hecho, sino simplemente por lo
que se es. De la familia surge la experiencia vital que permite actitudes de acogi -
da, no discriminación aceptación de la diferencia y tolerancia, conductas funda-
mentales en la sociedad. Familias destruidas generan sociedades frustradas e in-
tolerantes.

Es por ello que la familia es la base fundamental para implementar políti-


cas públicas, que permitan generar acciones que impulsan y desarrollan a la so -
ciedad. Los Estados que trabajan por fortalecer la familia, son los más beneficia-
dos con sociedades fuertes compuestas por ciudadanos con sentido profundo de
pertenencia, responsabilidad hacia algo y alguien, es decir con solidaridad. La fa-
milia debe pues ocupar el lugar fundamental en toda sociedad, ya que su fortaleza
y vitalidad son decisivas en el desarrollo. Garantizar los derechos de la familia y
protegerla es un imperativo esencial so pena de la destrucción del tejido social que
generara la desaparición de los países en donde esto sucede. Por ello Pedimos
que la ONU reafirme los derechos de la Familia y se les proteja en todos los esta -
dos. Que se cree una comisión en la ONU para el apoyo, desarrollo y protección
permanente de la Familia. Esta comisión debe promover y dar seguimiento en to-
dos los estados miembros a las políticas de familia, y señalar y denunciar los abu-
sos que se realicen contra ella. La Familia es esencial para ser y permanecer la
humanidad en el tiempo.
Carmen Belisario
La formación de las familias venezolanas (1498-1800)

La formación de familia Venezolana (1498-1800) era:

La tribu: En 1492, con la llegada de Cristóbal Colón a tierras ameri-


canas, vamos a encontrar que en este mundo nuevo, ya existía una organi-
zación social tribal que giraba en torno al conuco como modo de produc-
ción. Las tribus estaban organizadas.

Tenían su jefe (Cacique), sus curadores (Chamanes), su ejército


(los guerreros mancebos que guardaban de peligro a la comunidad), sus
maestros (los ancianos), se regían por leyes de socialización; castigaban a
los que transgredían las normas, permitían los casamientos y se esforzaban
por educar a sus miembros en cuanto al respeto a los mayores, en cuanto
al deber de sostener a los miembros, asistirlos y considerarlos parte insepa-
rable de la organización. Muchas tribus Venezolanas llegaron a practicar el
ostracismo; expulsaban a todos aquellos que cometían delitos graves: viola-
ciones, pederastia o crímenes. Los conquistadores llamaron indios a todos
los pobladores autóctonos de los territorios americanos. Su situación puede
equipararse a la de los negros, es decir, fue la casta inferior, aunque las le-
yes le reconocieron ciertos beneficios.

Esclavismo: Esta vida idílica (perfecta hermosa, productiva), de la tierra,


la pesca, y el disfrute natural de los recursos, fue abruptamente transformada por
el esclavismo. Los conquistadores europeos impusieron su sistema de explotación
del hombre, e iniciaron el más cruel y despiadado despojo y coloniaje de la
Historia moderna. Práctica muy común en las culturas egipcia, mesopotámica,
hindú, china, fenicia, griega, romana y hebrea. Su principal característica era la
hegemonía del más fuerte sobre el débil, la usurpación de los bienes, la esclavitud
y el sometimiento.

Los negros: Debe dársele importancia social a los grupos africanos,


esclavos, que fungían como mano de obra en las plantaciones de los blancos
peninsulares. La historia de Venezuela recogida por ilustres historiadores,
antropólogos, paleontólogos y naturalistas, entre los cuales se debe mencionar a
Lisandro Alvarado, José Gil Fortoul, Guillermo Morón, Salcedo Bastardo, el Varón
de Humbolt, entre otros, registra escenas de la vida de los africanos, sus cantos,
costumbres y su sentido de justicia y libertad. Esta raza, maltratada y vejada hasta
nuestros días, estableció los fundamentos de lo que sería las luchas
independentistas.

Coloniaje: Blancos, criollos y mestizaje: José Gil Fortoul, en Historia de


Venezuela, hace una clasificación de las clases (castas) sociales del país desde la
Colonia hasta la Guerra Federal. Parte de los blancos peninsulares que tenían
todos los privilegios concedidos por la Corona española, para dirigir sus asuntos
económicos, políticos y jurídicos en las colonias. En 1492, con la llegada de
Cristóbal Colón a tierras americanas, vamos a encontrar que en este mundo
nuevo, ya existía una organización social tribal que giraba en torno al conuco
como modo de producción. Los conquistadores europeos impusieron su sistema
de explotación del hombre, e iniciaron el más cruel y despiadado despojo y
coloniaje de la Historia moderna. Práctica muy común en las culturas egipcia,
mesopotámica, hindú, china, fenicia, griega, romana y hebrea. Su principal
característica era la hegemonía del más fuerte sobre el débil, la usurpación de los
bienes, la esclavitud y el sometimiento. Debe dársele importancia social a los
grupos africanos, esclavos, que fungían como mano de obra en las plantaciones
de los blancos peninsulares.

En la familia decimonónica persisten los valores patrimoniales, siendo el


padre el eje sobre el que pivota el sistema patrilineal de la transmisión de bienes.
La herencia se considera como un derecho consuetudinario y tradicional,
sancionado por la ley y los códigos civiles. Como marido, el padre es también el
administrador único de los bienes familiares. La familia es, para la sociedad
burguesa, la célula básica sobre la que se sustenta no sólo el sistema social sino
también el económico y el político. Las sociedades contemporáneas, y
especialmente las occidentales, tienden a creer que la familia nuclear es una
forma natural de relaciones familiares. La familia es concebida como un espacio
de "intimidad, amor y apoyo donde los individuos pueden escapar de los efectos
de las fuerzas deshumanizante de la sociedad moderna".

(JOSÉ VASQUEZ)

LA FAMILIA DECIMONÓNICA (SIGLO XIX)


En la familia decimonónica persisten los valores patrimoniales, siendo el
padre el eje sobre el que pivota el sistema patrilineal de la transmisión de bienes.
La herencia se considera como un derecho consuetudinario y tradicional, sancio-
nado por la ley y los códigos civiles. Como marido, el padre es también el adminis-
trador único de los bienes familiares.

La familia es, para la sociedad burguesa, la célula básica sobre la que se


sustenta no sólo el sistema social sino también el económico y el político. En
cuanto que lugar primario de inserción del individuo, es también mecanismo de so-
cialización. En ella los hijos aprenden la tradición, se empapan de la educación pa-
terna y adquieren los valores que les serán útiles en el futuro. En la familia, se
trasmite a los individuos el código simbólico referente a la nación, el nuevo marco
referencial ahora imperante. Si durante el Antiguo Régimen muchas personas po -
dían estar adscritas a señoríos nobiliarios o eclesiásticos, o veían en el rey a una
figura a la que guardar fidelidad por encima de todas las cosas, ahora, con el en -
cumbramiento de conceptos como nacionalidad o ciudadanía, los individuos han
de aprender nuevos códigos de comportamiento, nuevas formas de pensar, nue-
vos valores y estructuras. Para este menester, la familia, así como la escuela, se
manifiestan como el caldo de cultivo ideal.

Familia y Estado aparecen como instituciones similares, aunque actuantes


en rangos diferentes. Ambos proveen de bienes materiales y espirituales: el indivi-
duo recibe cuidados sanitarios, es formado y educado, es defendido; en ambos el
individuo tiene un lugar y una identidad, lo que le garantiza unos derechos al mis -
mo tiempo que unos deberes: la persona adquiere por nacimiento unas señas de
adscripción únicas que le identifican de por vida y que se pretende sean motivo de
orgullo y singularidad, posee un apellido así como una bandera, conoce a sus
antepasados al mismo tiempo que a los héroes de la patria; tanto en el ámbito fa-
miliar como en el estatal ha de trabajar a favor del bien común, convencido de que
ambos son inseparables: debe aportar, a partir de cierta edad, a la economía fami-
liar -salario- y al Estado -impuestos-, debe prestar parte de su tiempo en forma de
servicios a la comunidad, tales como el trabajo o la milicia.

En tanto que institución que se pretende intemporal, la familia burguesa


tiene en la acumulación del patrimonio uno de sus objetivos principales. La tradi-
ción y la herencia son recibidas por el individuo al nacer y es su obligación no sólo
mantenerlos sino, en los casos materiales, incrementarlo. Las posesiones familia-
res pueden ser símbolo de distinción y prestigio, en una sociedad en la que ya han
perdido importancia aspectos como el título de nobleza, más propios del pasado.
La casa y su contenido son, pues, la parte fundamental del patrimonio, un legado
que apela a las raíces y a la propia identidad y que ha de ser transmitido a los he-
rederos, así como el "buen nombre" y la "posición social".

La familia contemporánea (siglos XX-XXI).

Las sociedades contemporáneas, y especialmente las occidentales, tien-


den a creer que la familia nuclear es una forma natural de relaciones familiares. La
familia es concebida como un espacio de “intimidad, amor y apoyo donde los indi-
viduos pueden escapar de los efectos de las fuerzas deshumanizantes de la socie-
dad moderna". Generalmente se representa a la familia como una entidad provee-
dora de amor y protección de las asperezas del mundo industrializado, y como un
espacio de calidez, comprensión y cariño proveniente de la madre amorosa y la
protección que debería esperarse de un padre. Sin embargo, la idea de protección
familiar ha venido declinando en la medida que la sociedad civil tiende a intimar
cada vez menos sus conflictos, proceso que ha sido acompañado por la emergen-
cia de los derechos humanos y la protección del Estado. Además, el ideal de la
realización personal o familiar ha sido reemplazado como el principal ideal de la
familia. En los tiempos contemporáneos a finales del siglo XX y principios del siglo
XXI, la familia lo que es "vitalmente necesario pero ausente en otros órdenes de la
sociedad". Las posturas más conservadoras acerca de la sociedad no son ajenas
al debate del papel de la familia nuclear en las sociedades occidentales modernas.
Generalmente señalan que el supuesto declive de la importancia de la familia es
un signo de la decadencia y corrupción de la sociedad moderna. Desde ese punto
de vista, se considera que las estructuras familiares de tiempos anteriores fueron
superiores en tanto que eran más estables y felices, al mismo tiempo que pocas
veces debían lidiar con cuestiones como la descendencia ilegítima o el divorcio.
Sin embargo, en términos de la observación empírica e histórica, "nunca existió
una edad dorada de la familia.

(Yohalit Landaeta – Zoraya Rodriguez)

Funciones sociales de las familias, educación, civismo,


socialización, culturales, económicas y reproductivas.

La base legal de la familia se fundamenta en el Titulo lll Capítulo V,


contenida en los artículos del 75 al 97de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV) "Artículo 75. El Estado protegerá a las
familias como asociación natural de la sociedad y como el espacio
fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las relaciones
familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el
esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto recíproco entre sus
integrantes. El Estado garantizará protección a la madre, al padre o a
quienes ejerzan la jefatura de la familia".

FUNCIONES DE LA FAMILIA

La familia es la célula en la que las personas de todas las edades


resolvemos nuestras necesidades de protección, compañía, alimento y cuidado de
la salud. La familia en la sociedad tiene importantes tareas, que tienen relación
directa con la preservación de Venezuela .humana, generar nuevos individuos a la
sociedad. Como su desarrollo y bienestar. Dar a todos y cada uno de sus
miembros seguridad afectiva y seguridad económica. Una función de vital
importancia es la socialización. La familia es la encargada de propiciar el que
niñas y niños se desarrollen como miembros de una nación y de un grupo social,
con un sentido de pertenencia, con capacidad de entender y respetar la cultura de
su grupo y de su país. En familia, niñas y niños construyen su identidad personal.
La identidad es la imagen que todas y todos tenemos de nosotros mismos como
personas distintas, con habilidades, conocimientos, preferencias y carácter
propios.

Función afectiva: en el seno de la familia, experimentamos y expresamos


sentimientos de amor, afecto y ternura muy profundos, emociones que permiten
establecer y mantener relaciones armoniosas gratas con los miembros de la
familia e influye en el afianzamiento de la auto confianza, autoestima, y
sentimiento de realización personal. Se desarrollan afectos que permiten valorar el
socorro mutuo y la ayuda al prójimo.

Función recreativa: la recreación forma parte de la vida familiar. Los


niños y las niñas hacen de sus juegos parte de su labor cotidiana, posteriormente
las actividades recreativas de la familia le darán descanso, estabilidad y equilibrio.
A menudo es olvidada por la familia, se minimiza su importancia frente a otras
actividades como el trabajo, sin embargo por su carácter expansivo y relajante
llega a dar estabilidad emocional a la familia.

Función protectora: se da seguridad y cuidados a los niños, los inválidos


y los ancianos .Cuidados al recién nacido para garantizar su supervivencia, porque
los seres humanos, a diferencia de los demás seres vivientes inferiores, necesitan
de un período mayor de asistencia y cuidado en su crianza, alimentación y abrigo,
tanto de los padres como de los adultos en general.

Función educativa: La familia juega un rol muy importante y esencial


pues tempranamente se socializa a los niños en cuanto a sentimientos, normas,
hábitos, valores, patrones de comportamiento, habilidades y destrezas para actuar
en sociedad. Por la imitación, los niños y las niñas copian sin mayor esfuerzo los
comportamientos de las personas adultas, que por ser importantes para ellos y
ellas, actúan como sus modelos o centros de referencia tal misión es primordial en
la formación de la personalidad de los niños y niñas especialmente en sus
primeros años de vida y se prolonga durante toda la vida en un proceso de doble
vía, porque también los padres se enriquecen personalmente.

Función económica: esta función consiste en satisfacer las necesidades


básicas de alimentación, vestido, vivienda, salud, educación y recreación de los
miembros de la familia; permitiéndoles una vida decorosa, la función económica
contribuirá al bienestar familiar.

Función biológica o reproductiva: consiste en procrear o traer hijos al


mundo para asegurar la continuidad de la especie humana.

VALORES DE LA FAMILIA

Es en la familia donde desde la infancia se enseñan los primeros valores;


valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la
persona. Los padres enseñan los principios y valores a sus hijos por dos vías: por
lo que dicen y por lo que hacen. Si ciertos principios como la honradez, el servicio,
la solidaridad, el respeto, el amor al trabajo y la cortesía, han sido manejados por
ambos padres y forman parte de los valores familiares, es muy probable que los
mismos se transmitan a sus hijos. Así, cuando estos sean mayores, tomarán
decisiones inteligentes y podrán adaptarse mejor a la convivencia en sociedad.

Respeto. El respeto hacia los demás miembros de la familia, no sólo


respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos, respeto
a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la
edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que tanto él o ella
como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.

Responsabilidad: La responsabilidad supone asumir las consecuencias


de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una
persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y
obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus
responsabilidades y obligaciones muy claras.

(Richard Sequera – Glaysher Marrufo)


Relaciones: De hecho y de derecho Parentesco y
Filiación. Afinidad. Consanguinidad. Divorcio, Separación
de cuerpos.

Relación de hecho: La pareja de hecho o unión de hecho consiste en la


convivencia pública y estable entre dos personas de distinto o igual sexo, con
intereses comunes en desarrollar una vida familiar, pero que no han contraído
matrimonio.
Relación de Derecho: Se puede definir como la unión, libre, pública y
estable de dos personas con independencia de su orientación sexual, celebrada
prevista a la ley. La relación de derecho se rige por las leyes del Estado implica
derechos y obligaciones a los miembros de la pareja.
En Venezuela no se celebra las uniones de derecho entre personas de
igual sexo.

La relación de hecho es la unión concubinaria en el ordenamiento jurídico


venezolano. Para ello se ofrece una breve noción del concubinato, así como su re-
ferencia en el Código Civil y en el texto constitucional de 1999.

De igual manera se incluyen las decisiones más relevantes de la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia sobre la materia, así como el tra-
tamiento de la figura en la Ley Orgánica de Registro Civil. Se trata de un tópico
ampliamente tratado por la doctrina venezolana, particularmente a raíz de la cons-
titucionalización de dicho instituto del Derecho de Familia.

LA UNIÓN CONCUBINARIA.
Un rasgo destacado en relación con la pluralidad familiar, fue la reclama-
ción del reconocimiento público para ciertas formas familiares que antes se desa-
rrollaban en la clandestinidad o se toleraban en sectores marginales. En dicho pro-
ceso de legitimación y pluralización de modelos familiares surgió la unión de he-
cho estable o unión extramatrimonial. La revalorización de la unión de hecho y su
protección jurídica constituye una realidad. Actualmente resultan aislados los pro-
nunciamientos en contra de una institución que se impuso por la fuerza de las cir -
cunstancias familiares, aunque otrora se llegó incluso a considerársela inmoral.
Pero hoy en día, la unión de hecho estable o unión concubinaria constituye una de
las “instituciones” familiares más importantes del Derecho de Familia a la par del
matrimonio y la filiación. Cada día son más las parejas que sin medir las conse-
cuencias jurídicas en juego, comienzan espontáneamente a convivir en una unión
similar al matrimonio.

El legislador no pretende dar una definición de concubinato; esta es una


tarea que compete a la doctrina de jueces y de autores. El concubinato o unión
concubinaria, también denominada a raíz de la Constitución de 1999 “unión de he -
cho estable”, constituye según la doctrina venezolana, una unión estable semejan-
te al matrimonio entre un hombre y una mujer que no presenten impedimento para
casarse. Esto último se infería del citado artículo 767 del Código Civil que descarta
la comunidad concubinaria si “uno de ellos está casado”.

Se presenta así el concubinato como una unión de hecho estable entre


una mujer y un hombre que en forma similar a la unión matrimonial -pero de mane-
ra espontánea- hacen una comunidad de vida. De lo anterior, la doctrina reseñó
los requisitos o caracteres de la figura. Ha de tratarse de una unión fáctica o de
hecho entre un “solo hombre” y “una sola mujer” (singularidad y heterosexualidad);
se precisa “estabilidad” por lo que se excluyen uniones casuales o eventuales; los
convivientes han de propiciarse el trato recíproco de marido y mujer; ninguno de
los concubinos ha de estar casado (o presentar otro impedimento matrimonial); y
finalmente, debe configurar una unión “espontánea” y “libre”.

Se trata así de una figura antiguamente criticada y modernamente elevada


a la categoría de “institución” de Derecho de Familia.

III. EL CONCUBINATO EN EL CÓDIGO CIVIL DE 1982.

En general se ha admitido la reclamación patrimonial entre convivientes.


Según el Código Civil venezolano, cuya última reforma data de 1982, el efecto fun-
damental del concubinato es la existencia de una comunidad concubinaria, a sa-
ber, una comunidad de bienes, semejante a la del matrimonio. El artículo 767 del
CC dispone: “Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos
casos de unión no matrimonial, cuando la mujer o el hombre en su caso, demues-
tre que ha vivido permanentemente en tal estado, aunque los bienes cuya comuni-
dad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno solo de ellos. Tal presunción
sólo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus respectivos herederos y tam-
bién entre uno de ellos y los herederos del otro. Lo dispuesto en este artículo no
se aplica si uno de ellos está casado”. Dicha norma introdujo el principio de igual -
dad en materia patrimonial entre convivientes.

Por su parte, el Código Civil de 1942 en su artículo 767 establecía una


presunción de comunidad concubinaria pero obligaba a la concubina a probar su
aporte a la comunidad.
La norma vigente, consagra acertadamente la presunción de comunidad
concubinaria sin distinción de género, a la vez que no exige la prueba de la contri-
bución a la formación del patrimonio común. Dicha comunidad, al igual que la con-
yugal, solo precisa de la prueba de la unión y su tiempo de vigencia por lo que en
modo alguno se requiere acreditar que el trabajo ha contribuido al aumento del
caudal común. Así pues, son comunes de por mitad las ganancias o bienes habi -
dos en la comunidad concubinaria. Y se admite que se apliquen en esta materia
por analogía las normas correspondientes a la comunidad conyugal, por responder
a la misma razón y sentido. En línea semejante, se orienta la Constitución de Pe -
rú. Distinta resulta la orientación en España, según DE VERDA Y BEAMONTE , en
que a falta de acuerdo se acude a la figura de la prohibición de enriquecimiento sin
causa, que en Venezuela hemos sugerido excepcionalmente en caso de capitula-
ciones matrimoniales que constituyan una separación de bienes, no obstante las li-
mitaciones de la acción “in rem verso”.

La citada norma del CC descarta la comunidad concubinaria cuando uno


de los convivientes está casado, pues según indicamos, ello es inherente en prin -
cipio, a la figura en estudio.

El concubinato previsto en el citado artículo del CC es el que considera la


Sala Constitucional del Máximo tribunal en la decisión 1682/2005 (infra V) a los
efectos de llenar los requisitos correspondientes: “El concubinato es un concepto
jurídico, contemplado en el artículo 767 del Código Civil, y tiene como característi-
ca –que emana del propio Código Civil- el que se trata de una unión no matrimo-
nial (en el sentido de que no se han llenado las formalidades legales del matrimo -
nio) entre un hombre y una mujer solteros, la cual está signada por la permanencia
de la vida en común (la soltería viene a resultar un elemento decisivo en la califica-
ción del concubinato, tal como se desprende del artículo 767 de Código Civil”….
IV. LA UNIÓN DE HECHO ESTABLE EN LA CONSTITUCIÓN DE 1999.

El artículo 77 de la Constitución de 1999 dispone: “Se protege el matrimo-


nio, el cual se funda en el libre consentimiento y en la igualdad absoluta de los de -
rechos y obligaciones de los cónyuges. Las uniones estables de hecho entre un
hombre y una mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán
los mismos efectos que el matrimonio”. Quizás una de las innovaciones más im-
portantes que contiene la Constitución de la República Bolivarana de Venezuela
en materia de instituciones familiares es la protección de las uniones estables de
hecho.

La Carta fundamental venezolana constitucionalizó la unión de hecho es-


table pues incorporó dicha institución civil en forma expresa al texto fundamental
otorgándole los mismos efectos que el matrimonio de cumplir con los requisitos
respectivos, concediéndole con ello una protección reforzada e impidiendo que la
figura pudiera ser suprimida o limitada en sus efectos por vía legislativa. Se trata
de un supuesto característico de “constitucionalización en sentido propio”, pues
también se alude a una constitucionalización en sentido impropio que viene dada
por la interpretación de las instituciones civiles a tono con la Carta Magna. Ello sin
perjuicio de la doctrina foránea aluda a la constitucionalización de la figura por vía
de la jurisprudencia.

Con base a la citada norma constitucional, la doctrina y alguna decisión ju-


dicial precisó los requisitos de la unión de hecho estable, que indicamos supra, así
como sus efectos fundamentales tales como la comunidad concubinaria, la voca-
ción hereditaria, la obligación de alimentos, la posibilidad de acudir a la reproduc -
ción asistida y a la indemnización por daño moral en caso de muerte del convivien-
te. Indicamos que luce posible predicar una suerte de noción semejante a la del
“domicilio conyugal” que pudiéramos denominar “domicilio concubinario” el cual
determinaría el domicilio legal del menor de edad no emancipado si los progenito-
res que ejercen conjuntamente la patria potestad y la custodia, tuvieran un domici-
lio general voluntario distinto (siguiendo el sentido del artículo 33 del Código Civil ).

Algunos de los anteriores efectos fueron referidos por la sentencia


1682/2005 de la Sala Constitucional que veremos de seguidas. De tal suerte, que
sin perjuicio de que la institutución en estudio sea desarrollada legislativamente,
ello no es óbice, para su procedencia dado el carácter ejecutivo o no programático
de las normas constitucionales.

La Constitución constituye un cuerpo normativo o una norma compleja,


cuya aplicación inmediata en el ámbito del Derecho Civil supone hacernos partíci-
pes de su efectividad. Las normas constitucionales son operativas (la influencia de
sus normas alcanza a toda la normativa inferior), de aplicación inmediata y obliga-
torias. La primacía de la Constitución es indiscutible, y está consagrada en su ar -
tículo 7 pues se autocalifica como “norma suprema”, siendo tal principio de vieja
data. De allí que sostuvimos que el artículo 77 de la Carta Fundamental no pre-
senta carácter meramente programático. La determinación de los efectos del con-
cubinato deriva del artículo 77 de la Constitución, a saber, la extensión de los efec-
tos del matrimonio, y no vienden dados por el querer o decisiones de las partes.

Cabe referir que la Ley para protección de las familias, la maternidad y la


paternidad consagra la igualdad, principio básico del Derecho de Familia, acogien-
do un concepto amplio de familia que incluye expresamente la referencia a las
uniones de hecho. Y así, ha indicado -a propósito de la amplitud del concepto- el
Máximo Tribunal que: hoy en día, “se reconocen distintos tipos de familia (amplia-
da, extendida, modificada, monoparental, sustituta, etc.)”. La familia estaría confor-
mada por quienes están unidos por matrimonio, concubinato, o parentesco el cual
incluye el vínculo más inmediato a saber, la filiación (que acontece entre hijos y
progenitores). Ello coincide con las fuentes de la familia. En tal sentido la Constitu-
ción venezolana en su artículo 75 refiere la familia como “asociación natural de la
sociedad” y la doctrina indica que la norma constitucional denota un significado
muy amplio y flexible que excede el ámbito de la familia tradicional, amén de su
utilización en plural.

En el ordenamiento venezolano, la concepción de la unión de hecho cam-


bió radicalmente a partir de la Constitución de 1999; a dos décadas de la norma
constitucional que equipara sus efectos al matrimonio, la institución sigue siendo
objeto de interés doctrinario y jurisprudencial. Ello porque la equiparación de los
efectos entre matrimonio y concubinato genera dudas sobre la procedencia de to-
dos o de algunos de tales en atención a la naturaleza de ambos institutos.

La Constitución venezolana refleja una justa realidad y es que quienes


unen su vida y sus esfuerzos con un fin común en las mismas condiciones sustan-
ciales que los cónyuges merecen el mismo tratamiento por parte del orden jurídi-
co.

V. LA SENTENCIA DE LA SALA CONSTITUCIONAL N° 1682 DE 15-7-05.

La sentencia N° 1682 de 15 de Julio de 2005 dictada por la Sala Constitu-


cional del Tribunal Supremo de Justicia, tuvo lugar a propósito de un recurso de in-
terpretación del artículo 77 de la Carta Fundamental. La decisión se pronunció res-
pecto a los efectos del matrimonio susceptibles de ser aplicables a la unión de he-
cho estable. La referida decisión indicó que el concubinato que puede ser declara-
do tal es aquel que reúne los requisitos del artículo 767 del Código Civil, que viene
a ser una de las formas de uniones estables contempladas en el artículo constitu -
cional, ya que cumple los requisitos establecidos en la ley (Código Civil), para ser
reconocido como tal unión (sin que ello impida que la ley pueda tipificar otras unio-
nes de hecho). Agrega que “Si la unión estable se equipara al matrimonio, y la bi-
gamia se encuentra prohibida, a juicio de la Sala es imposible, para que ella pro-
duzca efectos jurídicos, la coexistencia de varias relaciones a la vez en igual pla -
no, a menos que la Ley expresamente señale excepciones”. Se trata de una rela -
ción entre un hombre y una mujer y no de una entre un hombre y varias mujeres.
Agrega: “…Siguiendo indicadores que nacen de las propias leyes, el tiempo de du-
ración de la unión, al menos de dos años mínimo, podrá ayudar al juez para la ca-
lificación de la permanencia, ya que ese fue el término contemplado por el artículo
33 de la Ley del Seguro Social, al regular el derecho de la concubina a la pensión
de sobrevivencia”. Se señala que los deberes personales como la fidelidad del ma-
trimonio contenidos en el artículo 137 del CC no tienen lugar en el concubinato y
no dan lugar a divorcio y que la utilización del apellido del esposo es un derecho
que le nace solamente del acto matrimonial, pues, la condición jurídica de la unión
estable, en principio, no permite a la mujer el uso del apellido del marido. En cuan-
to al régimen patrimonial refiere la procedencia de la comunidad concubinaria con-
sagrada en el artículo 767 del CC aun cuando extiende sus afectos a los terceros
y no solo a los herederos y las partes; debido a la equiparación, que es posible en
esta materia, se regirá por las normas del régimen patrimonial-matrimonial. La
Sala descarta la posibilidad de capitulaciones (que regulen el régimen patrimonial).
Se reconoce la vocación hereditaria (incluyendo el respeto a la legítima o sucesión
forzosa) y una suerte de obligación de alimentos. Seguidamente, la Sala admite la
posibilidad del “concubinato putativo” “que nace cuando uno de ellos, de buena fe,
desconoce la condición de casado del otro”. El fallo considera nula la venta entre
concubinos por aplicación del artículo 1481 del CC y señala que la sentencia que
declare el concubinato surte los efectos del artículo 507 ord. 2 del CC. La Sala
considera que unión estable no significa, necesariamente “bajo un mismo techo”.

Se indica expresamente el carácter vinculante del fallo.


La citada decisión fue objeto de comentarios por parte de la doctrina, in-
cluyendo algunos de radical rechazo, por considerar que no es dable asimiliar el
concubinato al matrimonio.

Se aclara que el concubinato es sinónimo de unión de hecho y no una es-


pecie de ésta. De nuestra parte, nos mostramos de acuerdo en la existencia de
una comunidad concubinaria (vid. supra III), de la vocación hereditaria entre convi-
vientes y la obligación de alimentos.

La doctrina comparte la publicidad mediante edictos de la sentencia relati-


va a la unión estable de conformidad con el artículo 507, ord. 2 del CC a los fines
de acceder al conocimiento de los interesados.

La mayor inconsistencia de la sentencia si se acepta la interpretación de la


norma constitucional, es la procedencia de solo algunos efectos del matrimonio al
concubinato, a libre criterio de la Sala Constitucional. Extender la vocación heredi-
taria y la obligación de alimentos, pero no así la posibilidad de capitulaciones o la
utilización del apellido por parte de la concubina genera dudas en cuanto a ser
consecuente con el alcance de la norma constitucional. Aunque ciertamente, no
obstante, la citada disposición, los efectos proceden en la medida que sea posible,
según la naturaleza de cada institución. Siendo ello la gran discusión que parecie-
ra seguir subsistente inclusive en la doctrina.

VI. LA SENTENCIA DE LA SALA CONSTITUCIONAL N° 190 DE 28-2-08.


ESPECIAL REFERENCIA A LA UNION DE HECHO HOMOSEXUAL.

Tradicionalmente se ha entendido que queda fuera del concepto de concu-


binato y de sus efectos, la unión estable homosexual. Hoy en día es inevitable que
los temas de heterosexualidad y homosexualidad surjan al estudiar la unión esta-
ble de hecho. La sentencia 190/2008 rechazó la posibilidad de uniones estables
de hecho entre parejas homosexuales, sin perjuicio de la existencia de una comu-
nidad ordinaria.

PARENTESCO

El parentesco se refiere a los vínculos, reconocido jurídicamente, entre los


miembros de una familia. Esta relación se organiza en líneas, se mide en grados,
y tiene como característica la de ser general, permanente y abstracta. Es el víncu-
lo jurídico entre dos personas en razón de la consanguinidad, del matrimonio o la
adopción. La fuente del parentesco son: el matrimonio, la filiación y la adopción. El
matrimonio es fuente de parentesco por afinidad, la filiación por consanguinidad, y
el parentesco civil por adopción.

Divorcio, Separación de cuerpos

El Divorcio es definido por la doctrina como la ruptura legal de un


matrimonio válidamente contraído, durante la vida de los cónyuges como
consecuencia de un pronunciamiento judicial.

La Profesora María Candelaria Domínguez, en el texto “Manual de


Derecho de Familia”, señala     en relación al divorcio lo siguiente: “…omissis… el
divorcio precisa de una decisión jurisdiccional que se pronuncia en función
de algunos de los supuestos taxativos en que el legislador permita la
disolución del vínculo matrimonial contraído válidamente…omissis… De allí
que el divorcio se traduce en la disolución legal del matrimonio en razón de una
sentencia por las causas taxativas consagradas en la ley. …omissis… si bien
desde el punto de vista práctico, no existe poder humano ni jurídico que logre
mantener unidas a dos personas contra su voluntad, el legislador en función de un
sentido de preservación del vínculo conyugal y por ende familiar, dada la
importancia social de esta última, trata de dificultar la disolución del vínculo
conyugal. O si se quiere, más precisamente tal disolución del matrimonio no
procede libremente a voluntad de los interesados, por tratarse de una materia de
orden público, impregnada de normas imperativas y por tal razón, sustraída del
principio de autonomía de la voluntad…omissis…En función de lo indicado, la
doctrina señala algunas características de la materia relativa al divorcio; es de
“orden público”, y por ende está sustraída del principio de la autonomía de la
voluntad. El orden público está de por medio en aquellas materias que se
consideran vitales o importantes para el desarrollo del Estado o la sociedad: como
se afirma que el matrimonio tiene por objeto la familia, que es la base fundamental
de la sociedad, se trata de preservar la misma no facilitando la extinción del
vínculo matrimonial.

Podemos observar que esta Doctrinaria insiste en que solamente por las
causales taxativas que establece la legislación debe disolverse el vínculo conyugal
tras una decisión de carácter judicial, esto tomando en consideración la necesaria
protección de la familia como asociación natural de la sociedad, a tenor de lo
dispuesto en el artículo 75 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, cabe entonces la apreciación que todo lo relativo en materia de
divorcio sea de orden público, tanto en las causales sustantivas y taxativas de la
Ley, como lo que refiere a las formas adjetivas de su procedimiento, las cuales no
pueden ser renunciadas, ni relajadas por convenio entre partes.

En el ordenamiento jurídico Venezolano, solo hay dos maneras de disolver


el vínculo matrimonial: de manera amistosa o de mutuo acuerdo, (no contenciosa)
y de manera contenciosa mediante juicio previo; en la primera de las
mencionadas, existen dos variantes, la separación de cuerpos mediante mutuo
acuerdo, y el divorcio remedio, contemplado en el artículo 185-A del Código Civil.

Para el divorcio amistoso o de mutuo acuerdo en Venezuela existen dos


procedimientos:

  1.- SEPARACION DE CUERPO Y BIENES NO CONTENCIOSA

 Entre las causales de divorcio establecidas en el artículo 185 del Código


Civil, está la del último aparte del mismo, denominada separación de cuerpos
voluntaria o no contenciosa, que dice:“…También se podrá declarar el divorcio por
el transcurso de más de un año después de declarada la separación de cuerpos
sin haber ocurrido en dicho lapso la reconciliación de los cónyuges.- En este caso
el Tribunal procediendo sumariamente y a petición de cualquiera de las partes,
declarará la conversión de cuerpos en divorcio, previa notificación del otro
cónyuge y con vista al procedimiento anterior.”

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL (C.P.C)

 Artículo 762: Cuando los cónyuges pretendan la separación de cuerpos


por mutuo consentimiento, presentarán personalmente la respectiva manifestación
ante el Juez que ejerza la jurisdicción ordinaria en primera instancia en el lugar del
domicilio conyugal.

En dicha manifestación los cónyuges indicarán:


1° Lo que resuelvan acerca de la situación, la educación, el cuidado y la
manutención de los hijos.

2° Si optan por la separación de bienes.

3° La pensión de alimentos que se señalare.

Parágrafo Primero: Presentado el escrito de separación, el Juez, previo


examen de sus términos, decretará en el mismo acto la separación de los
cónyuges, respetando las resoluciones acordadas, salvo que sean contrarias al
orden público o las buenas costumbres.

Parágrafo Segundo: La falta de manifestación acerca de la separación de


bienes no impedirá a los cónyuges optar por ella posteriormente, dentro del lapso
de la separación.

Artículo 763: Durante el lapso de la separación, el Juez podrá dictar las


disposiciones a que se refiere el artículo 191 del Código Civil, cuando las
circunstancias así lo aconsejen según las pruebas que aparezcan de autos.

Artículo 764: Contra las determinaciones dictadas por el Juez conforme al


artículo anterior, se oirá apelación en ambos efectos.

Artículo 765: La sentencia de conversión de la separación de cuerpos en


divorcio, respetará los acuerdos de los cónyuges relativos a los hijos, sin perjuicio
de poder resolver otra cosa cuando de los autos aparezcan elementos de prueba
que aconsejen tomar las medidas y resoluciones a que se refiere el artículo 192
del Código Civil.

Si se alegare la reconciliación por alguno de los cónyuges, la incidencia se


resolverá conforme a lo establecido en el artículo 607 de este Código.
Cónyuge alega la Reconciliación en Divorcio por medio Separación
Cuerpos y Bienes

Establece el Artículo 194 del Código Civil lo siguiente:

“La reconciliación quita el derecho de solicitar el divorcio o la separación


de cuerpos por toda causa anterior a ella. Si ocurriere en cualquier estado del
juicio, pondrá término a éste; si ocurriere después de la sentencia dictada en la
separación de cuerpos, dejará sin efectos la ejecutoria; pero en uno y otro caso,
los cónyuges deberán ponerla en conocimiento del Tribunal que conozca o haya
conocido de la causa, para los efectos legales”.En este sentido, puede afirmarse
que la reconciliación es el acuerdo de los cónyuges separados, de restablecer la
normalidad de su vida conyugal, que se manifiesta en la reanudación efectiva o
continuación de la convivencia matrimonial. 

La reconciliación es entonces un acto jurídico, porque es una


manifestación de voluntad que produce efectos jurídicos; pero es también bilateral,
porque para que ella se produzca, se requiere el acuerdo de ambos cónyuges, no
basta que uno de ellos desee la reconciliación sino que ésta debe haberse
producido de manera efectiva y real. De tal manera que la reconciliación no es un
simple estado de ánimo interior, sino que se requiere la exteriorización de este
hecho con la continuación o la reanudación de la vida conyugal normal….”

En este orden de ideas traemos a colación compendio de la sentencia de


fecha 16-06-87, Ramírez & Garay, Tomo IC, 292,87, señalando:

 “….Que alegada la reconciliación por la cónyuge…. y notificado el


cónyuge, éste negó haberse reconciliado….Ahora bien, la reconciliación en el
sentido querido por el legislador y asentado en jurisprudencia constante de la
Corte Suprema de Justicia, así como diversas opiniones doctrinas, requiere de
una serie de actos que demuestren plenamente la intención de los cónyuges de
reanudar la vida en común y continuar con el matrimonio en todo lo que significa
este sagrado vínculo, tanto en el aspecto de la unión física como la espiritual y la
indiscutible voluntad de mantenerse en familia con su cónyuge e hijos. Toda vez
que en un encuentro ocasional de los cónyuges que podría ser un principio de
algo que los conduciría a la reconciliación a la reconciliación y a continuar juntos y
que quizás dejaría como resultado que la cónyuge concibiera como el caso de
autos; por sí solo, y sin la demostración de los otros elementos constituidos de la
reconciliación, no puede oponerse como defensa, que enervara en el
procedimiento de separación y evitare su conversión en divorcio. Y en este caso,
se observa, que la cónyuge que alegó reconciliación y a quien le corresponde la
carga de la prueba de ella, a pesar de haberse promovido posiciones juradas y
testigos, aquellas no fueron evacuadas y éstos fueron citados pero no declararon y
no habiendo otros elementos probatorios en autos, la defensa de reconciliación no
prospera, obrando a favor del cónyuge el mérito favorable de los autos que invocó
en su escrito de pruebas, en consecuencia procede la conversión de la separación
de cuerpos en divorcio y así se decide….” 

En cuanto a la reconciliación, una vieja sentencia proferida por la Corte


Superior Primera, en fecha 25 de noviembre de 1971, estableció:

 “La reconciliación presupone dos elementos esenciales y concurrentes,


los cuales pueden existir de manera expresa o tácita; y son: el perdón mutuo de
las faltas o roces que indujeron a la separación; y la reunión de los cónyuges,
material y espiritualmente; es decir, la convivencia de los cónyuges con el
propósito de cumplir con los sagrados deberes del matrimonio…” (Jurisprudencia
Venezolana Ramírez & Garay, Compendio Tomo 3 (Ref.: 457-71) caso: M. A. de
Rodríguez contra su cónyuge, p. 38).

Asimismo, en cuanto a si la unión sexual puede considerarse como


reconciliación, tanto la doctrina como la jurisprudencial han señalado lo siguiente:

En cuanto al modo de operarse la reconciliación, hay que dejar establecido que la


doctrina acepta la reconciliación tácita, la cual, según los sostiene el autor
argentino Guillermo A. Borda… su forma típica es la cohabitación de los esposos
después de la separación de hecho. Que por cohabitación debe entenderse la
unión sexual. Es cierto que existen quienes afirman que la reconciliación tácita
supone hechos que demuestren una voluntad seria y deliberada de rehacer la vida
en común y, por ende, que una unión sexual aislada no implica reconciliación ya
que puede ser una traición de los sentidos independiente de todo pensamiento
racional; y al efecto puede citarse una decisión del Tribunal de Chambery en un
caso en que había mediado una visita nocturna a consecuencia de lo cual nació a
los nueve meses más tarde una criatura.

Y también cita a Salas quien piensa que el embarazo de la mujer no es


razón suficiente para dar por producida la reconciliación, si los encuentros son
esporádicos. También el autor Jemolo afirma que la vida, mucho más fecunda que
la fantasía de un novelista, presenta casos no rarísimos de cónyuges que
habiendo intentado inútilmente una convivencia pacífica, se separan y luego
siguen tratándose como amantes; agregando que inclusive, la reconciliación no
estaría configurada por la convivencia durante una temporada veraniega o en otra
situación similar, porque nada hay que se oponga a que los cónyuges intenten por
vía de experimento la convivencia, sin que ello signifique hacer desaparecer los
efectos de la sentencia. Estas consideraciones no las comparte la Corte por no
estar de acuerdo con la moral y costumbres de nuestro medio y por ello hace
suyos los que sustenta el autor Borda, que al respecto escribe: “No atribuimos a
las relaciones sexuales la intranscendencia que se desprende de esas palabras, ni
creemos que esa valoración corresponda al sentimiento moral de nuestra
sociedad. Consideramos que cuando una mujer se entrega al esposo que la había
agraviado, es porque perdona. Y lo mismo puede decirse del marido ofendido.
Basta que se haya producido una sola unión, a menos que las circunstancias del
caso revelen que uno de los cónyuges fue impulsado por la conducta engañosa
del otro”. CS2CDF 10-10-67. Ramírez y Garay (Perera Planas, N., 1992. Código
Civil Venezolano, pp. 152 y 153).

Sentadas las anteriores premisas, resulta claro que la reconciliación es


una situación de hecho, que debe ser probada por quien la alegue durante el lapso
probatorio aperturado al efecto. En este sentido, se pronunció la Sala de Casación
Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, en sentencia de fecha 09 de junio de
1994, con ponencia del Magistrado Carlos Trejo Padilla, al exponer:

El cónyuge, según la recurrida, sostiene que no hubo reconciliación, pues el hijo


nacido durante el año de separación fue producto de una relación aislada. Siendo
así, la Sala juzga que todas maneras el Tribunal de la causa debió notificar a la
cónyuge, para que ésta expusiera lo que a bien tuviera sobre lo señalado por el
ciudadano…, acerca de que no hubo reconciliación pese al nacimiento de un hijo
durante el año de separación, y en base a lo que la esposa dijera, resolver sobre
la conversión en divorcio de la separación de cuerpos, tomando en cuenta lo
dispuesto en el artículo 194 del Código Civil, que de manera precisa contempla
que al ocurrir la reconciliación, la misma trae como consecuencia la imposibilidad
de solicitar el divorcio o la separación. Por toda causa que ocurriera antes de ella.
Sin embargo, se observa que la norma es sumadamente clara, en el sentido que
los cónyuges deben poner en conocimiento del Juez respectivo la reconciliación.
Esta Sala, en sentencia del 14 de julio de 1959 y 24 de mayo de 1960, reiteradas
en fallo del 27 de febrero de 1961, señalo que “la reconciliación es una cuestión de
hecho autónoma e independiente, que tiene valor en si desde el propio momento
en que se sucede, que puede alegarse y probarse en la articulación respectiva con
las pruebas que sean del caso y que la Ley autoriza y cuya existencia y validez no
está sometida ni puede depender de su participación al Tribunal de la causa”.

Por consiguiente, antes de declarar que se mantenía el vínculo matrimonial entre


las partes, según el análisis de las pruebas de autos, el Tribunal de la causa y la
recurrida debieron reparar en que, tenían que notificar a la cónyuge sobre lo
indicado por su esposo en el escrito del 8 de agosto de 1992, y con vista de lo que
expusiera dictar su decisión, acogiendo o negando lo relativo a que era incierto
que efectivamente hubo reconciliación y así era procedente decretar la conversión
en divorcio de la solicitud de separación de cuerpos.

Ante la espontánea manifestación del cónyuge, que durante el año de


separación de cuerpos fruto de las relaciones con su mujer nació un hijo, con vista
a la posibilidad evidente de una reconciliación y a lo dispuesto en los artículos 194
del Código Civil y 765 del Código de Procedimiento Civil, cuya infracción la Sala,
de oficio, declara, la alzada debió ordenar la reposición de la causa al estado que
se notificara a la cónyuge, por lo tanto, también de oficio, se declara la violación
del artículo 208 ejusdem, por cuanto la recurrida no repuso la causa al estado que
el actor solicitó, que era notificar a la cónyuge, para que ésta opinara lo
conducente, sobre los hechos que no daban lugar a la reconciliación, pese al
nacimiento de un hijo en las circunstancias narradas por el marido. 
(Jurisprudencia Venezolana Ramírez & Garay, T. CXXX (130) Caso: I. Cabrera en
solicitud de separación) pp. 471 al 473).

 
El DIVORCIO POR ARTÍCULO 185-A  (C.C.)

El artículo 185-A del Código Civil es del siguiente tenor:

 “Cuando los cónyuges han permanecido separados de hecho por más de


cinco (5) años, cualquiera de ellos podrá solicitar el divorcio, alegando ruptura
prolongada de la vida en común.

Con la solicitud deberá acompañar copia certificada de la partida de


matrimonio.

…Admitida la solicitud, el Juez librará sendas boletas de citación al otro


cónyuge y al Fiscal del Ministerio Público, enviándoles además, copia de la
solicitud. El otro cónyuge deberá comparecer personalmente ante el Juez en la
Tercera audiencia después de citado. Si reconociere el hecho y si el Fiscal del
Ministerio Público no hiciere oposición dentro de las diez audiencias siguientes, el
Juez declarará el divorcio en la Duodécima Audiencia siguiente a la
comparecencia de los interesados”.

  La inteligencia de la referida norma jurídica pone de manifiesto, que para


la declaratoria del divorció basada en la ruptura prolongada de la vida en común,
el legislador patrio ha establecido un elenco de requisitos, entre ellos:
1.     La demostración de la existencia del vínculo conyugal cuya disolución
se persigue.

2.     El reconocimiento de ambos cónyuges que han permanecido por más


de cinco (5) años separados de hecho.

3.     Que el Fiscal del Ministerio Público no haga oposición a la solicitud


de divorcio.

Por otra parte, el eximio Dr. Raúl Sojo Bianco, en su obra “Apuntes de


Derecho de Familia”, página 166, sostiene que:

 “El divorcio es la disolución legal del matrimonio en vida de ambos


cónyuges, como consecuencia de un pronunciamiento judicial dirigido
precisamente a ese fin”.

Y al referirse el mismo autor, al divorcio basado en la ruptura prolongada


de la vida en común, asevera que:

 “Se trata de una verdadera innovación en materia de divorcio, con la cual


se viene a consagrar el mutuo consentimiento como causal de divorcio; puesto
que bastará que los cónyuges estén de acuerdo en afirmar que han permanecido
separados de hecho por más de cinco años, para que sea admitido y sustanciado
el procedimiento, ya que no se exige prueba alguna”

CASO:
1.- Cuando los cónyuges han permanecido separados de hecho por más
de cinco (5) años, cualquiera de ellos podrá solicitar el divorcio, alegando ruptura
prolongada de la vida en común.

2.-Con la solicitud deberá acompañar copia certificada de la partida de


matrimonio.

3.-En caso de que la solicitud sea presentada por un extranjero que


hubiere contraído matrimonio en el exterior, deberá acreditar constancia de
residencia de diez (10) años en el país.

PROCEDIMIENTO:

1.- Admitida la solicitud, el Juez librará sendas boletas de citación al otro


cónyuge y al Fiscal del Ministerio Público, enviándoles además, copia de la
solicitud.

2.-El otro cónyuge deberá comparecer personalmente ante el Juez en la


tercera audiencia después de citado. Si reconociere el hecho y si el Fiscal del
Ministerio Público no hiciere oposición dentro de las diez audiencias siguientes, el
Juez declarará el divorcio en la duodécima audiencia siguiente a la comparecencia
de los interesados.

Si el otro cónyuge no compareciere personalmente o si al comparecer


negare el hecho, o si el Fiscal del Ministerio Público lo objetare, se declarará
terminado el procedimiento y se ordenará el archivo del expediente.

 
EJECUCIÓN (Artículo 186 Código Civil)

Ejecutoria la sentencia que declaró el divorcio, queda disuelto el


matrimonio, y cesará la comunidad entre los cónyuges y se procederá a liquidarla.
Las partes podrán contraer libremente nuevo matrimonio observándose lo
dispuesto en el artículo 57 del Código Civil.
BIBLIOGRAFÍA

Código Civil y Código procesal Civil.


www.asuntoslegales.com.co
https://www.monografias.com/trabajos99/sobre-la-familia/sobre-la-
familia
http://www.cursosinea.conevyt.org.mx/cursos/un_hogar/contenido/
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La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ano
CXXXVl, Caracas, Jueves 19 Febrero de 2000.

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