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En cada de los canales por separado, se pueden hacer mediciones, en cada canal
puede haber “ruidos” que perturben la comunicación, y los mensajes (“bit de información
es una diferencia que hace una diferencia”) deben ser concordantes, para que podamos
lograr una comunicación clara. Como veremos más adelante, apoyándonos en la teoría de
los tipos lógicos de Russell, deben ser congruentes. La incongruencia (no la contradicción,
que es cuando en un mismo nivel se producen dos mensajes de signo contrario) causa
grandes problemas de comunicación.
1
En algunos idiomas la sintáctica que se utiliza transmite información, por ejemplo
en el inglés hablado si tengo las palabras: “I am” (yo soy) tienen un significado muy
diferente si las pongo en esta posición o si las invierto: “Am I” (soy yo), ya que en el
primer case he generado una afirmación, y en el segundo una interrogación, o sea que la
ubicación de las palabras genera la relación de afirmación o de interrogación. En el
castellano, por no tener una construcción de este tipo, tenemos que darle el énfasis con el
tono de voz. En este sentido podemos decir que los canales para-verbales y/o no-verbales
de la comunicación tienen una función sintáctica.
2
estudio y como una unidad de conducta definida de un modo general” 1 , o “Di en el
blanco” o “El delantal blanco” o “Está en cuarto grado” o “Está en el cuarto de al lado”
o “Tomé el rápido (del Sarmiento)” 2 o “Llegué rápido”. Vale la pena observar, a esta
altura, que la misma palabra cumple funciones de sustantivo común o de adjetivo. O sea
que denota “cosas” de diferente grado de abstracción: el sustantivo es una idea sobre un
animal, vegetal o cosa, en tanto que el adjetivo es una idea sobre una cualidad de la idea
de ese animal, vegetal o cosa. Y por supuesto hay adjetivos que son de mayor grado de
abstracción que otros. En inglés esta situación se complica aún más, porque una misma
palabra puede ser al mismo tiempo sustantivo común, adjetivo o verbo, por ejemplo la
palabra, por todos conocida: “mother” corresponde al sustantivo “madre”, pero también
se utiliza como adjetivo “con amor madre” o como verbo, que no tiene traducción
literal al castellano y que sería algo así como “criar”.
También Satir nos habla del “problema connotativo”. Ella habla de “connotar”:
Cuando una misma palabra puede ser utilizada para calificar, a algo o a alguien, de dos
formas distintas, por ejemplo. “Es un tipo rápido”. Dependerá del contexto determinar
si se quiere decir que es un tipo inteligente o si quiere decir que es ladrón.
Esta característica de “connotación” es de suma importancia para la mediación, ya
que una de las técnicas (microtécnica afirmativa), como veremos adelante, es la
connotación positiva.
Quisiera volver a destacar que “lenguaje” y “comunicación” no son sinónimos.
Hablamos de comunicación, como decía Watzlawick, como genérico, como el gran
genérico, cuando nos referimos a todos los tipos de comunicación, luego lo usamos
como un genérico, cuando nos referimos a la comunicación humana, y también usamos
el término “comunicación” cuando hablamos de “comunicación digital” (lenguaje) y de
“comunicación analógica” (gestos, posturas, tonos de voz, etc.) y hay quienes hablan de
“comunicación contextual”. De esta forma, cuando decimos “comunicación” en
realidad no sabemos qué es lo que estamos diciendo. Estamos en este caso en una
confusión de tipos lógicos, ya que utilizamos la misma palabra (“comunicación”) tanto
para designar a la clase (genérico comunicación), como a la subclase (comunicación
humana), o al miembro de esta subclase (comunicación analógica). Para poder
entendernos, vamos a hablar de comunicación humana, cuando nos refiramos al
genérico, y seguiremos usando los términos de “comunicación digital” y comunicación
analógica”, por la tradición que tienen dentro de la bibliografía sobre el tema.
Los términos: “subcomunicación digital” y “subcomunicación analógica”, si bien
nos daría la idea de que forma parte de un sistema mayor, que es la comunicación
humana, establecen una cuestión de jerarquía: sub y meta, que nos puede llevar a otro
tipo de confusiones, porque muchas veces –es más, la mayoría de las veces- la
comunicación analógica es metacomunicación, o sea que se transforma, como llamaba
Bateson, en marcador de contexto, y califica a toda la comunicación. Quizá resultaría
más claro hablar del componente analógico, el componente digital y el componente
contextual de la comunicación, y entonces podríamos inmediatamente imaginarnos que
nos estamos refiriendo a una parte, un componente de un todo, y no se presentarían
problemas cuando nos enfrentamos con los niveles metacomunicativos.
1
Watzlawick, Paul y otros: ob. Cit., pág. 49, 9ª edic., 1993.
2
Se refiere a un tren llamado El rápido o Rápidos, que unen la Estación de Castelar con Once sin parar en
todas las estaciones.
3
2. El Canal Para-Verbal (tono de voz, volumen, ritmo, etc.) y el Canal No-Verbal
(gestos, posturas, ritmos y cadencia de movimientos, etc.) son los componentes
analógicos de la comunicación. Los tenemos en común con los animales, sobre todo
con nuestros próximos antepasados, los mamíferos. Por este motivo es que podemos
comprender que relación quiere tener un animal con nosotros mirándolo, si mueve la
cola podemos acercarnos confiados, pero si tiene los pelos erizados, es mejor que
pensemos alguna estrategia para que no nos ataque. Estos componentes analógicos son
los más utilizados y más efectivos para transmitir información acerca de las relaciones.
Están más rígidamente programados, son más inconscientes, en el sentido no-freudiano
del término, y más difíciles para simular.
Generalmente, entre los humanos, los canales no-verbal y para-verbal son utilizados
para metacomunicarse acerca de la forma como debe ser entendido lo que se dice en el
canal verbal. Pero también el canal verbal se utiliza para metacomunicarse sobre él
mismo, o sobre los otros canales (no-verbal, para-verbal o contextual). Por ejemplo,
cuando yo digo o escribo: “por ejemplo” estoy diciendo. “Lo que viene a continuación
es una situación que debe ser tomada como ejemplificación de lo que he estado
diciendo y por lo tanto de un orden distinto de lo anterior”. O sea que estoy indicando el
modo, en el cual quiero que sea entendido lo que digo.
El modo y los cambios de modo dan lugar a la mayoría de los chistes. Casualmente
la gracia que causa el chiste se debe a un repentino e inesperado salto en el modo, que
connota de una forma diferente una palabra: Por ejemplo:
4
-“Mamá, están golpeando a la puerta”.
-Déjala que se defienda sola.
3
“Los términos de original en inglés Report y Command que literalmente son informe e instrucción,
respectivamente, han traducidos como referencial y conativo, siguiendo en buena medida los criterios de
Roman Jakobson para incorporar tal nomenclatura”. Nota al pie de Watzlawick, Paul y otros, Teoría de la
comunicación humana, ob. Cit., pág 52, 1993, 9ª ed.
4
Bateson, Gregory: “Estilo, gracia e información en el arte primitivo”, en Pasos hacia una ecología de la
mente, 1976, ob. Cit., pág. 157.
5
Al realizar un “glosario” estamos intentando establecer una convención semántica.
Muchos malentendidos se deben a que se presupone que compartimos dicha convención. O
sea, muchos “sobreentendidos” se transforman en “malentendidos”.
6
que se convocan y se fagocitan mutuamente.”8 La palabra “dialógica” en este caso proviene
de “lógica”, y no de “diálogo”. O sea que para comprender el significado del significante
“dialógico” deberíamos observar en que contexto se dice, y quien lo dice, si Golishian o
Morin, y entonces sabremos cual es el significado pertinente.
También puede resultar interesante comparar el conversar de Goolishian, que como
he dicho implica la intención de comprensión, con el lenguajear de Maturana, que desde la
biología llega a que se está en el lenguaje siempre y cuando se puedan coordinar acciones,
o sea que se están poniendo de acuerdo que tienen la intención de ponerse de acuerdo para
coordinar acciones. Dice Maturana:
“Si nosotros miramos por una ventana a dos animales interactuando, a dos
perros, que corren y se persiguen, ¿diríamos que están en el lenguaje?
Fácilmente diríamos que se comunican. ¿Pero cuándo diríamos que están en
el lenguaje?...¿Qué esperaríamos, en el fondo, que ocurriese para poder decir
que están en el lenguaje? Y si vemos a dos personas; no las oímos, hay una
ventana, pero las vemos a través del vidrio, ¿en qué momento decimos que
están conversando, que están en el lenguaje? Digo yo que diríamos que
están en el lenguaje en el momento en que viéramos en ellas, en sus
interacciones recurrentes, coordinaciones de acciones consensuales, en el
momento en que las viésemos coordinando sus acciones y coordinando sus
coordinaciones de acción (es decir, coordinando sus futuras acciones)
entonces sí, diríamos: Mira, están conversando, se están poniendo de
acuerdo para hacer tal cosa.”9
Por ejemplo cuando mi hijo viene y me pide algo y yo no le contesto, porque estoy
ocupada escribiendo esto, estamos en una comunicación, pero no aún en el lenguaje.
Cualquier observador externo podría suponer que lo que ha pasado es que yo le he
comunicado a mi hijo que no quiero continuar en este proceso de comunicación. Pero si en
lugar de no atenderlo yo le digo: “Espera que termine este párrafo, y después hablamos”, el
observador, aunque no oiga lo que digo, verá que yo estoy haciendo algo, una conducta:
hablar, que tiene como efecto que mi hijo se quede parado a mi lado, y que yo continuo
escribiendo hasta un momento en el cual, casi simultáneamente (yo pondré el punto y él
comenzará a hablar), comenzamos una nueva forma de interacción. El observador podría
suponer, con probabilidades superiores a las del azar, que yo le he lenguajeado algo
semejante a esto: “Para decirme lo que tengas que decirme espera hasta que yo termine el
párrafo; en ese momento conversaremos”. Es decir que, hemos coordinado nuestras
coordinaciones de acciones, hemos coordinado cuando conversaremos. Cuando esta
secuencia sucede en nuestra vida de forma recurrente, llegará un momento en que mi hijo
esperará pacientemente hasta que yo ponga el punto, para interrumpir y comenzar a
conversar. Se habrá creado una pauta de interacción. (¡Al menos es mi esperanza que algún
día suceda!). Si el que está al lado mío es mi gato, y maúlla insistentemente, aunque yo le
explique que espere a que termine el párrafo, seguro que seguirá maullando hasta que se
canse y busque a otra persona para que le dé leche, pero no podré coordinar coordinaciones
de acciones.
8
Morin, Edgard, ob. Cit.
9
Maturana, Humberto: “Biología, cibernética, y comunicación,” desgrabación textual de parte de la
conferencia dada con Heinz Von Foerster en Buenos Aires.
7
La adjudicación de significado se realiza utilizando los diferentes canales que he
descrito en la sintáctica. Un mismo significante puede tener diferentes significados en
virtud de cual sea el componente analógico, o el componente contextual, que acompaña al
significante verbal.
Pero esto que es tan sencillo de decir es mucho más complicado a nivel de lo que
sucede realmente, porque ya hemos dicho que existen múltiples mensajes transmitiéndose
simultáneamente por diferentes canales, dependerá de cuál sea el hemisferio que utilice
para descodificar el mensaje.
Y con esto entraríamos en un nuevo y apasionante tema que tiene que ver con las
diferencias en la forma de emitir y/o procesar información, de cada hemisferio. Paul
Watzlwick dedica todo su libro El Lenguaje del Cambio a analizar las formas de
procesamiento de información de los dos hemisferios, y las posibilidades de utilizar esta
doble función con el fin de procurar una mejor comunicación. Observaciones realizados en
el campo de la neurofisiología han llegado a postular que el hemisferio izquierdo, o sea el
hemisferio dominante en el caso de una persona diestra, tendrá como función todo cuanto
se relaciona con la comunicación digital. En la bibliografía se lo designa también como el
hemisferio verbal; es analítico, detallista, lógico-deductivo, es el hemisferio de los procesos
secundarios de la teoría psicoanalítica, etc., 10 es el hemisferio de la ciencia; en tanto que en
esta misma persona su hemisferio derecho, el no dominante, tendrá como función el
procesamiento de conjuntos complejos, configuraciones, estructuras, totalidades (intuye la
totalidad a partir de una de sus partes; es lo que se ha dado en llamar pars pro toto), es
atemporal e inductivo. En la bibliografía se lo designa como el hemisferio analógico, o sea
que tiene las características de los procesos primarios de la teoría psicoanalítica, es el
hemisferio del arte.
10
Watzlawick, Paul: El Lenguaje del Cambio, Barcelona, Herder, 1980, Pág. 24.
8
Si bien las personas utilizamos los dos hemisferios, en algunas la predominancia de
uno de ellos es tan clara que parecería que siempre descodificarán los mensajes con su
hemisferio predominante; éste es por ejemplo, el caso de los artistas, quienes pueden
escribir frases como: “No creo en la ceniza del deseo”, que obviamente no tiene sentido
para el hemisferio izquierdo, ya que el deseo no puede quemarse. A esta capacidad que da
lugar a las manifestaciones artísticas, Bateson la llama “transcontextualidad”, que puede ser
un don transcontextual, y entonces tenemos el arte, o que puede ser una confusión
transcontextual, y entonces estamos en la patología.11 Otras personas, en las que domina el
hemisferio izquierdo y que se caracteriza por ser lógico-deductivas, entenderán fácilmente
una ecuación matemática, pero no “comprenderán” y permanecerán inmutables frente a una
obra de arte. Pero la mayoría de las personas, si bien tenemos una predominancia, usamos
los dos hemisferios de forma alternativa, con lo cual resulta aún más difícil predecir como
podrá interpretarse un mensaje.
El libro ya citado de Paul Watzlawick, Janett Beavin Bavelas y Don D. Jackson que
es un “clásico” de la bibliografía sobre el tema, fue titulado por los autores Pragmatics of
Humean Communication. La traducción literal es Pragmática de la Comunicación
Humana, sin embargo fue traducido como Teoría de la Comunicación Humana. No
sabemos cual fue el motivo que llevó al traductor a realizar este cambio. Watzlawick en
otro libro que hace referencia al aforismo “Traduttore Traditore” ,12 y creo que podríamos
aplicarlo a este caso.
Si bien es cierto que el libro es una teoría de la comunicación humana, quizá lo más
significativo de esta teoría sea, casualmente, el efecto pragmático que ellos consideran que
tiene la comunicación sobre los seres humanos. En las primeras páginas del capítulo I,
dicen:
11
Bateson, Gregory: “Doble Vínculo”, 1969, en Pasos hacia una ecología de la mente, ob. cit. pág. 302 y
siguientes.
12
Watzlawick, Paul: ¿Es real la realidad?, Barcelona, Herder, 1979, pág. 14
9
tres áreas pero se ocupará en participar de la pragmática, esto es de los
efectos de la comunicación sobre la conducta”.13
Todo el libro está construido de forma tal que después de la explicación teórica, se
observa la aplicación pragmática, por ejemplo cuando se refiere a la paradoja, y a la
paradoja pragmática conocida con el nombre de doble vínculo (capítulo 6).
13
Watzlawick, Paul y otros: Teoría del a comunicación humana, ob. Cit. págs. 23-24.
14
Ibíd., pág. 50.
10
incompletas, malentendidos, etc. Siguiendo con el mismo ejemplo, nuestra
pasajera puede contestar: “Supongo que sí, mi marido (remarcando esas palabras
con un ritmo lento, mientras mira fijamente a los ojos del ocasional interlocutor)
me dijo que era éste el mío y él sabe todo”, o también podría contestar: “Creo
que sí, aunque no sé”, etc. Nuestro interlocutor, descodificará el mensaje
acertadamente si se da cuenta que no lo consideran un interlocutor interesante,
dado que la pasajera tiene un marido que lo sabe todo o simplemente que no lo
están teniendo en cuenta, que no tiene interés en continuar la conversación.
d) Tener un síntoma, o sea le comunicamos que no nos comunicamos porque no
podemos, algo nos lo impide, que es ajeno a nuestra voluntad, por ejemplo la
pasajera puede desmayarse o tener un dolor de cabeza que le impide continuar
hablando, etc. A veces podemos simular que tenemos un síntoma y de esta forma
evitamos continuar con el proceso de comunicación.
e) “Negar” que nos comunicamos y luego negar que la primera negación
fue una negación. Es el caso de la comunicación llamada esquizofrenia, en el
cual se obliga al interlocutor a elegir entre muchos significados posibles que no
sólo son distintos sino que incluso pueden resultar incongruentes. En nuestro
caso la pasajera podría contestar con cualquier incongruencia, por ejemplo: “Y
le llaman el rey del sol”. Y entonces el interlocutor podrá preguntarle si por
algún motivo se niega a contestarle la pregunta. A lo cual nuestra pasajera
negará que estaba negándose a contestarle, que de hecho le contestó. (Nótese
que estamos utilizando la palabra “contestar” con dos significaciones diferentes,
una de ellas es el hecho de contestar, que podríamos utilizar como metáfora de
hablar, y la otra significan dar una respuesta adecuada). En este momento el
pasajero puede optar por algunas conductas, por ejemplo volver a preguntar, y
esto desencadenaría todo de nuevo, o pensar que debe haber sentido en lo que
dijo y tratar de deducirlo, o permanecer callado. Quizá si se da esta última
reacción, nuestra pasajera puede preguntar. “¿Es que he dicho incorrecto, para
que usted no comprenda? Usted debería haber comprendido”. Y bueno, a esta
altura es probable que nuestro interlocutor se acerque a la azafata y le solicite
desesperadamente un cambio de asiento, y si no lo logra, tratará de abandonar el
campo, aunque sólo sea por un rato, retirándose al baño.
11
Te invito a comer 2. Los participantes desacuerdan en el
No quiero comer ni salir con vos contenido y desacuerdan en la relación.
12
El desacuerdo a nivel de la definición de la relación tiene efectos pragmáticos
mucho más importantes que las diferencias a nivel del contenido. Está en juego la
confirmación del self, porque en cualquier comunicación hay una definición de uno mismo
que equivaldría a “así es como me veo”. Frente a esta aseveración, el otro puede.
a) Confirmar: “Yo también te veo así”.
b) Rechazo: “Yo no te veo así”.
c) Desconfirmación: es la más importante: niega la realidad del self, es decir niega
al emisor la posibilidad de ser fuente de definición de la relación, equivale a un
“no existís”. En la película La Familia de Ettore Scola, se da una secuencia en la
cual el tío abuelo busca al sobrino nieto pro todas partes, mientras éste grita
desesperadamente. “Acá estoy”, no sólo este tío sino que otros miembros de la
familia se unen a la búsqueda del chiquito, con lo cual éste se desespera aún
más. La secuencia continúa en este tipo de interacción hasta que el chico
comienza a llora enloquecidamente. El padre del chico concurre en su ayuda, él
comprende lo que pasa, porque el mismo juego se lo hacía a él cuando era chico.
Y así se prosigue, sin saber cual fue el punto en el cual se inició esta interacción que
dio como resultado el desencuentro.
13
mientras que el lenguaje analógico posee una semántica pero no una sintaxis adecuada para
la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones.
El mayor obstáculo que encontramos es la dificultad para traducir desde lo digital
hasta lo analógico y viceversa.
La comunicación analógica es la comunicación por excelencia para el tema de las
relaciones. Esta comunicación la tenemos en nuestra calidad de mamíferos. Bateson
sostiene que la comunicación analógica ha florecido paralelamente al lenguaje y se ha
transformado en más rica y compleja, en las distintas formas de arte, ya sea la música, el
ballet, la poesía, etc. Esta evolución y el hecho que no ha sido suprimida cuando apareció el
lenguaje entre los mamíferos humanos sería una indicación que este componente de la
comunicación está al servicio de funciones totalmente diferentes de las del lenguaje, y
además “cumple funciones para cuya ejecución el lenguaje hablado es inadecuado”.15
Pero estos dos componentes de la comunicación no puede intercambiarse. La
traducción de uno a otro es muy difícil
¡Cuántas palabras serían necesarias para explicar “el soplo de vida” que se transmite
en el fresco de la Capilla Sixtina, que alude a la creación al carácter sobrenatural que la
Iglesia confiere a la vida humana!
Como hemos expresado antes, en una comunicación se entrecruzan mensajes
digitales y analógicos que se dan siempre dentro de un contexto, pero muchas veces estos
mensajes no coinciden, unos expresan una cosa y otros, la opuesta. Un ejemplo de esto
puede darse cuando un familiar llega a casa con cara larga, el entrecejo fruncido, los ojos
brillosos, con ojeras, etc., y le preguntamos: “¿Cómo estás?”, y nos contesta: “Muy bien”.
En este caso, ¿a qué atendemos: a lo que nos dice o a lo que nosotros observamos? Este
tipo de comunicación se llama doble mensaje que no debe confundirse con el doble vínculo,
del que hablaremos más adelante. El doble vínculo constituye una pauta de interacción, o
sea una secuencia de comunicación que han creado una historia.
15
Bateson, Gregory: “Redundancia y codificación”, en Pasos hacia una ecología de la mente, ob. Cit., pág
442.
16
Bateson, Gregory: “Contacto Cultura y Esquismogénesis”, en Pasos hacia una ecología de la mete, ob. Cit.,
pág 87.
14
Desde esta última perspectiva es no sólo posible sino también necesario que las
personas se relacionen simétricamente en algunas áreas y de manera complementaria en
otras.
Según Watzlawick, las patologías de las relaciones complementarias son más
importantes desde el punto de vista psicopatológico porque se acercan a la
desconfirmación.
En el campo del feminismo se han realizado trabajos para analizar el llamado
vínculo de “codependencia” que implicaría la coresponsabilidad de las mujeres en la
estructuración de la relación complementaria y discriminatoria que han sufrido a lo largo de
los siglos. Son interesantes los trabajos de Marianne Walters 17-18 en los cuales demuestra la
importancia del componente social en la construcción de estas pautas de interacción.
La Comunicación Paradójica
15
Jay Halley y John Weaklan, sobre la comunicación llamada esquizofrenia que era la
que mantenían los esquizofrénicos con sus familiares, principalmente con sus
madres.
Este estudio se ha transformado en un clásico de la teoría de la
comunicación por los aportes que le ha brindado, y también en un clásico de la
psicopatología, porque determinó una nueva forma de comprender y abordar la
patología esquizofrénica.
Sintéticamente, las características de esta pauta llamada doble
vínculo son:
a) Una fuerte relación complementaria (oficial-soldado).
b) Dentro del marco de esta relación, se da una instrucción que se
debe obedecer, pero también desobedecer para obedecerla (la
orden define al soldado como alguien que se afeita a sí mismo si
y sólo si no se afeita a sí mismo, y viceversa).
c) La persona que ocupa la posición de inferioridad en esta relación
no puede salir fuera del marco y resolver así la paradoja haciendo
un comentario sobre ella, es decir metacomunicando acerca de
ella (lo cual implicaría insubordinación).
d) Cuando la pauta se ha establecido no es necesario que se repitan
todos los elementos, cualquiera de ellos puede, por sí solos,
desencadenar el colapso.
20
Jackson, Don y otros. “Cartas de madres de esquizofrénicos”, en Comunicación, familia y matrimonio,
Buenos Aires, Nueva, 1977, pág. 151 y sgtes.
16
II) Predicciones paradójicas: llevan a la imposibilidad de predecir que
puede acontecer, en virtud que los diferentes enunciados se contradicen entre sí, y
si se acepta uno el otro se resignifican de otra forma, pero si se acepta el otro, el
primero también se resignifica, y en ambos casos se pierde. Un ejemplo de esto
puede ser cierto tipo de amenazas.
Padre: Vos sabes que yo siempre soy justo y mantengo lo que digo, y
esa forma de ser mía es la que te dará confianza.
Hijo: Yo sé que eres justo, y que valorarás mi franqueza, así que me
animo a contarte que he cometido tal acto, y como eres justo, no me
castigarás como lo has dicho.
¿Qué puede hacer el padre? Si lo castiga, parecería que no es justo porque no valora
la franqueza, pero si no lo castiga, no mantiene lo que ha dicho (que lo castigaría si hacía
tal cosa).
Cualquiera de las dos cosas que haga lo llevaría a que el hijo perdiera la confianza
que le infunde la forma de ser el padre. Nuevamente estamos en la pauta pierdo si lo hago –
pierdo si no lo hago.
Esto suele aparecer en los contextos terapéuticos y de mediación que son definidos
como neutrales (imparciales-equidistantes), y por lo tanto cualquier alianza que se realice
con el fin de que las partes mantenga igual posibilidad de expresarse, lleva
irremediablemente a una situación paradójica, en la cual pierden si no hacen alianzas que
aseguren la igualdad de oportunidades y pierden si las hacen, porque se afecta la
neutralidad.
17