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LA INCLUSIÓN COMO PRÁCTICA COTIDIANA

La práctica de la inclusividad cotidiana ha sido, desde sus inicios, un tema de controversia


ya que la inclusión de personas con barreras físicas y cognitivas se ha transformado en un
derecho y una obligación en los distintos componentes de nuestra sociedad, diferente a la
de otro tiempo, que solía excluir. La inclusión de personas con discapacidades en las
actividades cotidianas conlleva prácticas y políticas diseñadas para identificar y eliminar
barreras que dificultan la capacidad de las personas de tener una participación plena en la
sociedad, al igual que las personas sin discapacidades. La inclusión implica:

 Recibir trato justo de otras personas (sin discriminación).

 Hacer que los productos, las comunicaciones y el ambiente físico puedan ser
utilizados por la mayor cantidad de personas posible (diseño universal).

 Modificar cosas, procedimientos o sistemas para permitir que una persona con una
discapacidad los use al máximo posible (adaptaciones razonables).

 Eliminar la creencia de que las personas con discapacidades no están sanas o son
menos capaces de hacer cosas (estigma, estereotipos).

No obstante, es necesario evaluar a nuestro alrededor si se ha logrado identificar el porqué


de la inclusividad y que de esta manera se colabore para fomentarla y aplicarla

https://es.scribd.com/document/463436547/Etica-docx

ETICA FINANCIERA

La ética financiera es el manejo pulcro de los mandos de las empresas y los


dineros que se nos han encomendado; lo contrario nos llevará a la corrupción, a la
inmoralidad y al desprestigio, y eso de ninguna manera es bueno para los
negocios. De allí que el éxito de los mercados financieros dependa de una
conducta ética a toda prueba; de la ética financiera tan necesaria a la hora en que
emprendamos un negocio y necesitamos los recursos necesarios para
desarrollarlo, o en que administremos negocios de terceros, como ocurre con los
banqueros.

Principios de la ética financiera

 Justicia: Este debe ser el principio ético por excelencia, la mejor manera de proteger
a nuestros trabajadores y clientes, especialmente en lo relacionado con los derechos
de estos.
 Lealtad: Es un principio que va hermanado a la justicia. Ser leales con quienes
compartimos los negocios, o con quienes confían en nosotros, es otro principio
hermoso que demuestra la dignidad de quien lo practica.
 Imparcialidad: Objetividad a la hora de juzgar los hechos, y tomar decisiones con
imparcialidad que es la mejor manera de darle a cada quien lo que le corresponde.
 Libertad de decisión: Independencia ante los intereses y las posiciones que se nos
presenten en el camino, para evitar el conflicto de intereses que muchas veces va en
contravía a la ética.
 Transparencia: Ser un libro abierto, actuar con transparencia, como el agua clara,
evitando la doble moral.
 Honestidad: Buena fe y honestidad en las decisiones para garantizar la justicia en
las ejecutorias, lo cual nos lleva a la legalidad que estas deben tener, basadas en el
código de conducta de cada uno de los financistas.

Actuar con diligencia, responsabilidad, fortaleza, paciencia y constancia. Nunca


esconderse, dar la cara siempre, rendir cuentas cuando haya que hacerlo o cuando lo
requieran las circunstancias.

Prudencia, que es una virtud imprescindible en quienes manejan fondos de terceros a


quienes pueden afectar por decisiones apresuradas, sin sentido, que al final puedan
revertirse contra ellos mismos o la institución de la cual forman parte.

https://www.proquoabogados.com/etica-financiera/

COMPORTAMIENTO HONESTO
La honestidad es una cualidad que define la calidad humana y consiste en comportarse y
expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia.

En el sentido más evidente de la palabra, puede entenderse como el simple respeto a la


verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas.

Pero no siempre somos conscientes del grado en que está presente en nuestros actos. El
autoengaño hace que perdamos la perspectiva con respecto a la honestidad de los propios
hechos, obviando todas aquellas visiones que pudieran alterar nuestra decisión.

En estos tiempos, cuando comentamos sobre la pérdida de valores en algunos segmentos de


la sociedad, es oportuno reflexionar acerca de esa cualidad, que constituye ante todo una
actitud hacia nosotros mismos.

Representa, sin dudas, una condición fundamental en las relaciones interpersonales, para
lograr la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto,
impostado, ficticio.

Pero sucede que se ha perdido por estos días eso que nuestros abuelos y padres llamaban
dar la palabra, que no era otra cosa que comprometerse a cumplir con algo acordado, sin
necesidad de firmar un papel, porque estaba de garante la honestidad.

Y es así como algunos presumen de ser muy cumplidores de la palabra que dan a otros con
respecto a hacer un trabajo y luego no lo cumplen, o son reacios a pagar un préstamo, y
también se muestran como personas fanfarronas que especulan con bienes que en realidad
no poseen.

Quienes son honestos se alejan de la pereza y cumplen sus deberes, sin necesidad de dar
pretextos o mentir para encubrir la falta de responsabilidad.

Igualmente son fieles a sus promesas y compromisos por pequeños que puedan parecer.

Tampoco se dedican a alabar a las personas para conseguir su beneplácito, ni siguen una
doctrina o filosofía en la que no creen, solo por pertenecer a un grupo o ser popular. Quien
es honesto acepta cuando comete un error o equivocación y no culpa nunca a alguien más
por ello.
Estudiosos del tema señalan que la honestidad es uno de los valores que más genera
imagen, siendo por ello esgrimida como cualidad” por aquellos que quieren ganarse el
favor de los demás.

Resulta oportuno aclarar que no consiste solamente en la franqueza o la capacidad de decir


la verdad, sino en asumir que la verdad es solo una y que no depende de personas o
consensos.

Requiere por lo tanto un acercamiento a la verdad, no mediatizado por los propios deseos.

El filósofo Sócrates fue quien dedicó en la antigüedad mayores esfuerzos al análisis del
significado de la honestidad.

Posteriormente, dicho concepto quedó incluido en la búsqueda de principios éticos


generales que justificaran el comportamiento moral.

Un individuo honesto es el que actúa y habla de conformidad con lo que considera correcto,
pero no hace de tales actuaciones un escenario teatral para ser reconocido por los otros.

Los buenos o malos sentimientos y cualidades no nacen con las personas, se forman
mediante un proceso educativo que debe comenzar desde edades tempranas, y en el cual el
ejemplo y la actitud de la familia son factores principales para lograr individuos sensibles.

Así, cada uno valorará lo que le corresponde y actuará basándose en sus propios principios.

https://www.granma.cu/opinion/2016-08-04/ser-honestos-una-actitud-definitoria-de-la-
calidad-humana-04-08-2016-22-08-10

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