El concepto de raza hace unos años llegó hacer avalado o aceptado, inclusive aplicado en la sociedad, el hecho de no tener el mismo color de piel de los millonarios o los mejores posesionados a nivel económico y político era motivo para ser juzgado, señalado y hasta perseguido por las autoridades y la misma gente, fueron momentos muy duros para aquellas personas, y esto quiso representar “historias cruzadas” La película está llena de mensajes dirigidos a la sociedad actual, especialmente a la mujer. Estos son temas inmortales y atemporales que continúan influyendo en el mundo moderno, el racismo, la discriminación y la actitud negativa de los ciudadanos cuando ven a alguien que no es de la misma clase como dicen algunas veces El primer mensaje que podemos percibir es que las mujeres tienen un tremendo poder para cambiar la realidad que les rodea, la capacidad de sobreponerse a las circunstancias y provocar los cambios deseados. A través de cada personaje, vemos que detrás de cada sacrificio hay un deseo que muchas veces se retrasa por diferentes motivos, pero que siempre arde como una llama en el interior de todos. Pero, como los deseos, por muy frágiles que parezcan, también está el coraje de hacerlos realidad. En la película se puede evidenciar toda clase de discriminación y maltrato hacia la población negra estadounidense, el cual va desde excluirlos o señalarlos por su color de piel hasta disociación representada en exclusivos baños para negros y blancos con la excusa que los de color de piel negro tenían enfermedades las cuales eran contagiosas, inclusive había buses o puestos exclusivos para “los de color” como solían llamarlos. El caso específico de las sirvientas es un fiel reflejo de la hipocresía social estadounidense, con la abolición de la esclavitud hacia el final de la Guerra de Secesión (1865) se suponía que la población “negra” había adquirido ciertas libertades y el derecho de considerarse como personas más no como bienes, pero la vida que tenían muchas sirvientas era todo lo contrario, pese a ser cierto que recibían cierta compensación económica por parte de sus patrones ésta ni siquiera llegaba a compararse con el salario mínimo de la época y además las prestaciones sociales eran derechos exclusivos de los trabajadores blancos, la sumisión total a los designios de sus empleadores era habitual, cualquier tipo de réplica era silenciada por temor a perder definitivamente el único sustento económico de sus familias, la persecución política y social era común y los asesinatos sistemáticos de los defensores de los derechos de los afroamericanos no eran ningún secreto.