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Integrantes:

 Yordi Suarez

 Alejandra Betancourt

 María Paula Gómez

 Camilo Montañez

CASO

BANCO BBVA vs MARÍA EUGENIA PORTILLO

El mecanismo de tutela permite que toda persona tendrá acción de tutela


para reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un
procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a su
nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales
fundamentales1. En aras de resolver la procedibilidad al Íncoar la acción de
tutela, para solicitar se haga operativa la póliza de seguro suscrita con BBVA
Seguros de Vida Colombia S.A, es menester tomar como punto de partida el
contenido y/o alcance de los derechos sustanciales y por ende, de relevancia
constitucional que se observan vedados por parte de la compañía de seguros
anteriormente citada.

En principio, cabe resaltar que es requisito sine qua non de la acción de


tutela que exista una acción u omisión por parte de las personas y/o entidades
que vulneren cualquier derecho constitucional fundamental, asimismo, se
evidencia en el presente caso un desconocimiento y negación del derecho a
una prestación, donde se alegan nuevos hechos sobre la contratante,
aduciendo que; “se había omitido declarar que padecía de cáncer, el cual había
sido diagnosticado el 28 de febrero de 2008”. (Pero, no existe coincidencia
alguna entre la fecha en la que la señora Portillo Linares obra con capacidad en
derecho para contraer una obligación de dicha índole, ya que, la suscripción de
la obligación que nos atañe examinar se efectúo el mismo día en el que se
accedió al crédito hipotecario tal cual como reposa en el contrato , es decir, el
16 de enero de 2018, sin embargo la compañía de seguros aduce que la
solicitud para suscribir el contrato se realizo el 16 de enero de 2010, o sea, 8
años antes de que se solicitara y posteriormente se otorgará el crédito por valor
de $40.000.000 por parte de la entidad bancaria BBVA). Tratándose de un
debate jurídico donde se encuentran en pugna diversos derechos
iusfundamentales frente a la debilidad manifiesta de la señora Portillo Linares
como sujeto de especial protección constitucional dada su reducción en la
capacidad psíquica y física, procede la acción de tutela por cuanto se evidencia
1
Sobre el particular véase; Decreto [Ley] 2591 de 1991. Por el cual se reglamenta la acción de tutela
consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política. D.O. N.o. 40165 de 19 de noviembre de 1991.
que a parte de padecer síntomas psícoticos que la llevaron a la perdida de la
capacidad laboral en un 91,15% tal cual como lo expresa el 29 de marzo de
2020 la Fiduprevisora S.A.
Asi pues, con la pérdida total de la capacidad laboral la señora Portillo
Linares pasaria a recibir su respectiva pensión de invalidez por un valor
porcentual de 75% del valor percibido por concepto del último salario
devengado. Sin embargo, a día de hoy no se ha efectuado la asignación de la
pensión pese a su reconocimiento, dado que, se encuentra en un tramite que
puede tardar de 90 a 180 días hábiles. Por lo cual, afronta una situación critica
en su económia, pues carece de recursos para cumplir con la obligación
presentando 140 días de mora en los pagos del crédito hipotecario, en la
medida en que no goza de su pensión por invalidez y sus ingresos se han visto
reducidos en tramites médicos y consigo la contratación de una persona para
su eventual asistencia en el transegar de su enfermedad, igualmente, la señora
Portillo Linares esta legitimada en la causa por activa en virtud de íncoar la
acción de tutela de sus derechos fundamentales al mínimo vital 2, la igualdad3, a
la vivienda4, debido proceso5 y vida digna6. Respecto de la presentación de la
acción en el presente caso puede ser interpuesta por apoderado judicial o el
defensor del pueblo, en efecto, por la situación de incapacidad permanente que
padece la señora Portillo Linares frente a su diagnostico de transtorno mental,
en particular esquizofrenia.

En relación con, la legitimación en la causa por pasiva la acción de tutela


procede contra toda acción u omisión de las autoridades públicas, que haya
violado, viole o amenace violar cualquiera de los derechos fundamentales 7. En
consecuencia, el presente caso se trata en particular de personas jurídicas de
naturaleza privada contra las cuales se posee plena aptitud legal y
cosntitucional para actuar y obligar conforme a derecho al cumplimiento de lo
pactado en virtud de que se violo el principio de bonum fides contractual y con
ello la relación jurídica que se expresa en el contrato al surtirse este en un
plano de igualdad entre las partes que lo suscriben. Al mismo tiempo, la
entidad bancaria BBVA esta encargada para la prestación de un servicio
público en el manejo financiero y asegurador de la inversión y demás recursos
pecuinarios, lo que faculta a la señora Portillo Linares a la formulación de la
acción de tutela contra dicha entidad al estar también supeditada a los terminos
del contrato, aunque la obligación tiene con fin la solutio de la misma es decir la
extinción, se evidencia claramente un estado de indefensión y subordinación
pues, se trata de una entidad con fuertes músculos financieros y con ello
capital económico suficiente a comparación de un ciudadano promedio que
depende del pago de un salario mensual. Asimismo, es pertinente señalar las
condiciones de desigualdad en las que esta el ciudadano frente a los terminos
contractuales que imponen estas entidades por consecuencia de su posición
dominante el el ámbito social y/o económico del Estado.
2
Vease; Constitución Política de Colombia [Const]. Artículo. 53. 7 de julio de 1991 (Colombia).
3
Véase; Constitución Política de Colombia [Const]. Artículo. 13. 7 de julio de 1991 (Colombia).
4
Véase; Constitución Política de Colombia [Const]. Artículo 51. 7 de julio de 1991 (Colombia).
5
Véase; Constitución Política de Colombia [Const]. Artículo 29. 7 de julio de 1991 (Colombia).
6
Véase; Constitución Política de Colombia [Const]. Artículo 11. 7 de julio de 1991 (Colombia).
7
Decreto [Ley] 2591 de 1991. Por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86
de la Constitución Política. D.O. N.o. 40165 de 19 de noviembre de 1991.
Por otra parte, conforme a los requisitos dispuestos por la honorable
Corte Constitucional respecto de la procedibilidad de la acción de tutela, el
caso que nos atañe contaria con un termino prudente para su presentación
abarcando el menester de la inmediatez de la acción, todo ello, dada la
negativa de la entidad aseguradora de reconocer la incapacidad absoluta y/o
permanente y de llevar a efecto los terminos del contrato suscrito, al mismo
tiempo, no existe causa de daño consumado y/o hecho superado, pues la
vulneración se mantiene en el tiempo lo que permite la procedencia, además,
que aun no se ha promovido proceso ejecutivo frente al crédito hipotecario,
pero de igual forma se esta poniendo en riesgo el derecho a la vivienda por la
negativa que sostiene la entidad financiera y la posibilidad que existe de que se
incie un proceso de otra índole comprometiendo consigo el derecho al mínimo
vital al no poder responder al valor que corresponde los 140 días de mora en
los que se encuentra la señora Portillo Linares por el hecho de no contar con
los recursos suficientes para afrontar la obligación.

Finalmente, se encuentran implicados en el caso aspectos referentes a


la dignidad humana donde se presenta un escenario probable de la
presentación de un proceso ejecutivo que acarrea la pérdida del inmueble
donde actualmente reside, quedando a su suerte sin un sitio fijo donde residir lo
que acarrea una carga emocional que podria llevar al desarrollo de nuevas
enfermedades psíquicas teniendo en cuenta que la señora Portillo Linares fue
diagnosticada con esquizofrenia lo que compromete en gran medida su salud
física y mental.

En lo referente al requisito de subsidiariedad de la acción de tutela


opera al no existir otro medio idóneo para la solución de la presente situación
jurídica problemática, de modo que, se realizo la diligencia agotando la
reclamación ante la entidad BBVA Seguros de Vida Colombia S.A el 28 de abril
de 2020, por ende, se agotaron los medios que se encontraban al alcance por
la situación económica precaria que afronta la señora, por cuanto, no devenga
aun la pensión por invalidez y aduce que su salario no es suficiente para
responder al pago de la obligación con la entidad financiera y asumir sus
gastos de asistencia médica producto de su enfermedad, por lo cual, en mérito
de lo expuesto la presente situación jurídica debe ser resuelta por via de tutela.

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