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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional

UNEFA – Núcleo, Puerto Cabello

Ensayo

Docente: Estudiante:

Rosmery Kroon Yasmin López

C.I: 30.762.402

Abril, 2021
Caracazo y 4 de Febrero

En el presente trabajo que se muestra a continuación, se expondrán dos temas


trascendentales que marcaron con gran ímpetu en la historia de la democracia y el
comunismo en Venezuela, “El Caracazo” (o sacudón), y “El 4 de febrero de 1992”. Estos
Hechos tienen un gran impacto en la sociedad venezolana. El Caracazo, fue una gran
protesta social de los sectores públicos urbanos de Caracas, los días 27 y 28 de Febrero de
1989, y el 4 de Febrero fue un intento de golpe de Estado contra el gobierno del presidente
constitucional de eso momento, Carlos Andrés Pérez.

A continuación, damos inicio a los sucesos que ocasionaron el Caracazo. En ese


contexto, el expresidente Carlos Andrés Pérez asumió por segunda vez la jefatura del
Estado en Enero de 1989, para el periodo de 1989 a 1993. En consonancia con la
adscripción del nuevo modelo económico y con el fin de obtener préstamos para los
siguientes tres años, el gobierno del presidente Pérez intensificó los compromisos con la
FMI (Fondo Monetario Internacional), anunciando, para el 16 de Febrero, la aplicación de
un paquete macroeconómico que comprendía medidas como la restricción del gasto público
y los niveles salariales, liberalización cambiaria y monetaria, eliminación progresiva de
aranceles a las importaciones, liberación de los precios de todos los productos, incremento
de las tarifas de los servicios públicos ( Teléfono, agua, electricidad y gas) alza de los
productos derivados de petróleo, con una primera alza del 100% en el precio de la gasolina
y aumento del 30% de las tarifas del transporté público.

Las medidas económicas del gobierno entrante fueron rechazadas por diversos gremios,
uno de ellos el de Trasportes (Cámara de Transportes), pidió en compensación un
incremento en la tarifas de transporte del 70% para cubrir los costos alza de la gasolina, la
cual pasó de 1,5 a 2,7 bolívares el litro. Sin embargo no fue aceptada por el gobierno. Ante
esta negativa del gobierno para autorizar el alza de las tarifas del transporte, la cámara de
transporte convoco a un paro el día 27 de Febrero. En esta fecha, los transportistas que
salieron a protestar el servicio trataron de imponer sus propias tarifas, lo que propició la
respuesta violenta de los usuarios.
En Guarenas, los pasajeros de transporte interurbano fueron los primeros en reaccionar
destruyendo los vehículos ante el alza en las tarifas. Estas acciones se extendieron
territorialmente y se combinaron con el saqueo de supermercados y locales comerciales.

Los sectores populares y el área metropolitana, salieron masivamente a las calles el 27


de Febrero para saquear supermercados y locales comerciales. Los sectores donde se
produjeron los mayores saqueos fueron Caricuao, Nuevo Circo, La Guaira, y Guarenas.

El Caracazo se conoció posteriormente como un movimiento de protesta, tuvo como


epicentro a las parroquias que concentraban los mayores niveles de marginalidad social,
entre ellas, Catia, 23 de Enero, El Valle, La Vega, En el área Metropolitana la Guaira,
Guarenas, y Petare. Estas parroquias, barrios y municipios, han concentrado vastos
conglomerados de población, marginada de los circuitos, de producción y consumo, y
presentan las mayores, problemáticas, en cuanto al déficit de servicios públicos e
insatisfacción de necesidades básicas.

“No teníamos previsto, en ningún momento, ningún tipo de saqueo, sólo queríamos
hacer una propuesta para que los mismos conductores tomaran conciencia y cobraran el
aumento del pasaje que había sido aprobado por el Servicio Autónomo de Transporte y
Tránsito Terrestre (Setra), que era de un 30% pero ellos querían cobrar el 70%”, relata
Eleazar Juárez, quien era secretario general de la Federación Asociaciones de Vecinos del
Municipio Plaza (Federeplaz), organismo que lideró las protestas de ese día.

Hasta las 02H00 (hora local) de aquel día, Juárez y miembros de Federeplaz, que


agrupaba a unas 68 comunidades organizadas, estuvieron imprimiendo volantes que
apoyaban la protesta contra la estrategia de los transportistas. Ese día salieron muy
temprano para tomar la terminal de autobuses de Guarenas y hacerse escuchar.

Ya para el 28 de Febrero, el gobierno de Pérez ratifico mediante una Carta de intención


con el FMI, el cumplimiento de las medidas anunciadas. Al mismo tiempo, se celebró en el
Palacio de Miraflores una reunión en la que el Ministerio de la Defensa, General Italo del
Valle Alliegro, abogó por la ejecución de El Plan Ávila para controlar los saqueos. El Plan
Ávila es un plan diseñado para responder ante emergencias de “orden público” empleado al
conjunto de la Fuerzas Armadas.
La ejecución del Plan fue autorizada por el gobierno, el presidente Pérez decretó el
Estado de Emergencia y estableció el toque de queda. El 28 de febrero a las 4 p.m., el
Ministro del Interior declaró la suspensión de las garantías constitucionales. Durante las
siguientes 36 horas las Fuerzas Armadas tomaron la ciudad de Caracas causando la muerte
a cientos de personas.

La suspensión de garantías fue asumida por los militares–Ejército, Guardia Nacional,


Policía-Metropolitana, Dirección de Servicios de Inteligencia y Protección (DISIP) y
Dirección de Inteligencia Militar (DIM).

Durante los días 27 y 28 de febrero fueron muertas y heridas miles de personas como
producto del accionar de las Fuerzas Armadas para reprimir los saqueos de supermercados
y los incendios de vehículos de transporte público y privado. Según Sonntag, “el ejecutivo
reconoció, después de muchas vacilaciones, que hubo 327 muertos civiles y miles de
heridos. Estimaciones de periodistas nacionales y corresponsales extranjeros, sin embargo,
indicaban más de 1.500 víctimas fatales. Un informe de la División de Inteligencia Militar
(DIM) hablaba de 2.227 muertos por armas de fuego”.

Con el Caracazo se tuvo clara evidencia del gran malestar social incubado en los
sectores populares. La furia con la que estos sectores asaltaron el comercio de la ciudad los
sacó por algunos días de la rutinaria invisibilidad. La especulación en las tarifas del
transporte y el desabastecimiento detonaron, en lo inmediato, el estallido social. Sin
embargo, la intensidad de la violencia vivida fue el reflejo de las frustraciones acumuladas
y la de pauperización sufrida por los sectores populares durante la década del ochenta.

El Caracazo no fue un movimiento social representado organizativamente, sino un


estallido popular, en este sentido respondió más a los sentimientos de malestar popular por
el encarecimiento de la vida, que a la orientación política desde alguna organización. La
participación de los caraqueños de manera individual en los saqueos demostró que las
organizaciones habían perdido capacidad para representar y regular las acciones colectivas.
Ahora relatamos los hechos acontecieron en el intento de Golpe de Estado realizado el
4 de Febrero de 1992. Dicho acontecimiento fue un alzamiento militar hacia el gobierno
del presidente constitucional de ese entonces Carlos Andrés Pérez. El intento golpista no
logro su objetivo y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales rebeldes que fueron
protagonistas y comandaron esta maniobra, se encontraban cuatro tenientes coroneles del
ejército: Hugo R Chávez F, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús
Miguel Ortiz Contreras y Jesús Urdaneta.

Este evento transformó radicalmente la vida política venezolana introduciendo nuevos


actores en las escenas. Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por
su actuación en el hecho, siendo su causa posteriormente sobreseída y puesta en libertad
durante la presidencia de Rafael Caldera.

En el intento de golpe militar participaron estos 5 tenientes coroneles como cabezas de


esta operación visibles de este movimiento, seguidos por 14 mayores, 54 capitanes, 67
subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados aliados. Los
participantes pertenecientes a 10 batallones, formaban parte de las guarniciones militares de
los Estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y El Distrito Federal, y fueron dirigidos por
los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez Frías y Francisco Arias Cárdenas. Este
grupo de hombres formaba parte de una organización conocida como Movimiento
Bolivariano Revolucionario 2000 (MBR-2000), con una ideología política revolucionaria,
mezclado con los pensamientos de Simón Bolívar.

El asalto al palacio presidencial se inició a las 12 de la medianoche del 4 de febrero. Al


mismo tiempo, militares al mando de Miguel Rodríguez Torres asaltaron la residencia
presidencial (La Casona) y otras importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron
intensos en algunos casos.

Fracasado el intento de toma de la ciudad capital, Caracas, los insurgentes se rindieron


luego que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por las fuerzas del
gobierno constitucional. Chávez fue arrestado y privado de su libertad por fuerzas de
seguridad de la DISIP, aunque poco antes se le dio la oportunidad de dirigirse al país en una
alocución transmitida ante los medios de comunicación, en donde asumía la
responsabilidad del alzamiento y ordenaba a los insurgentes que aun luchaban en Aragua
y Valencia que se rindieran para evitar mayores derramamientos de sangre, a la vez que
pedía a sus partidarios deponer las armas. La Escolta Civil Presidencial logró el objetivo.

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