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SANTIAGO DEL ESTERO

1850
SAN FRANCISCO SOLANO
RÍO HONDO

La piedra de San Francisco

Diz que San Francisco con muchos compañeros venía


de Tucumán traendo una tropa de carretas cargadas con
una piedra de molino y cumbreros para techos. Los iba lle-
vando a Santiago para hacer l'iglesia. Y el río 'taba bien
-crecido. Y han dehatau áhi los güeyes. Los invitó él a los
carreteros y les dijo que iban a dehatar un momento. Deha-
taron. Tuvieron áhi un rato. Los invitó él, entonce a uñir*
los greyes, a los que queran seguir con él. Y se le rieron
porque 'taba el río bien crecido, ¡que qué iban a pasar!,
decían.
Algunos uñeros y otros no, se le rieron a él. Si, pues,
nu han creído en su poder.
Entonce él, lo que había hecho es dehatarse el cordón
y tirarlo sobre el río. Y quedaron las aguas a los lados, ha-
ciendo como un camino, y pasaron los que le creyeron a él.
Y él, después de pasar, diz que les dijo:

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Uñir. Forma de uncir, que se conserva en el habla rural del país.

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—¡ Hola!, ¡ su 2 río hondo!
Y como pa recuerdo dejó la piedra que acá 'stá y la hizo
pisar con la muía y él pisó con la ojota.
Resulta que aquí dehataron, y li hablan robau una co-
yunda, y áhi que les había dicho que la Villa de Río Hondo
no adelantaría nunca. La había maldecido.
Y después llegó a Santiago y hizo la iglesia. Y cuando
la 'taban haciendo, uno de los cumbreros li había salido cor-
to, y él lu había estirau di un estirón.
Esto mi han contau todos los viejos. Mis padres, mis
agüelos y mis bisagüelos contaban. A todos los hi enterrau
y yo hi quedau en la casa. Vengo de quedar e bien mal, tan
solo y pobre. Ésta es la historia verdadera de San Francisco
y del Río Hondo que por él se llama así, y también esta
Villa que ya se 'tá muriendo.
Lorenzo Soria Jiménez, 72 años. Villa del Río Hondo,
Río Hondo. Santiago del Estero. 1967.

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Stt es el so despectivo usado en la región central argentina.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1851

SAN FRANCISCO SOLANO

San Francisco Solano era tropero. Él iba a Tucumán


siempre con hacienda, con peones.
Y un día, cuando ha vuelto, el río estaba crecido. Y no
podía pasar la gente por el paso que había, Y había otros
troperos que ya habían estado dos días y no pasaban. Los
troperos arriaban animales y también andaban con tropas
de carretas.
Bueno... Entonces él había venido con su tropa, ta-
mién.
—Si sos brujo vas a pasar —li habían dicho los otros.
Po, ya habían estado dos días ahí.
—Bueno, arrien muchachos —es que les dice a los peo-
nes. —Redondien la hacienda, ya vamos a pasar.
Entós se saca el cordón y lo tira pa sobre el agua y se
abre un callejón ¿no? Y hicieron pasar la hacienda. Y cuan-
do iba pasando se iba juntando la agua. Pero él pasó para
acá, para Santiago.
Y áhi cuando pasó, pisó en una piedra y quedó la pi-
sada de él y de la muía. Y áhi está la piedra, y se ve, po.
No se quieren los tucumanos con los santiagueños; en-

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tos él, cuando venía de allá, en el camino, ya al entrar a
Santiago, se sacaba su carpa *, sacudía y decía:
—Ni la tierra de Tucumán para mi Santiago.
Él era de aquí, po.
Rita Vera de Barrionuevo, 91 años, Santiago del Es-
tero. 1970.

Carpa 'especie de guarda calzón de lona de carpa'.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1852

EL RÍO HONDO

Sentí que contaba mi madre, toda la gente de Villa de


Río Hondo, y que también nos decían en la escuela, el nom-
bre de nuestra Villa donde he nacido y me he criado, es por
un milagro de San Francisco.
Cuando vino San Francisco de Tucumán con la madera
para la iglesia de Santiago, para la iglesia de San Francisco,
con la tropa de carretas habían llegado ellos a la orilla del
río Dulce, y se encontraron con el río que estaba crecido. En-
tonces ahí también estaban otras carretas que habían des-
cargado por que no podían pasar. Entonce él llegó, hizo de-
satar los bueyes, descansó y se puso a orar. Entonces des-
pués que terminó de orar, les ordenó a los peones a uncir
los bueyes. Una vez que estaban listas las carretas, se sacó el
cordón y tiró sobre las aguas. Entonces las aguas se sepa-
raron. Y les ordenó cruzar. A ellos se acoplaron las otras
carretas. Entonces una vez que pasaron todas, se volvieron
a unir las aguas y él dijo:
—¡Ahí tienen su río Hondo!
Porque todo el mundo le había dicho antes que no iba
a poder pasar porque el río era muy hondo, que era pro-
fundo, que no iban a poder pasar.
Ese lugar, esa bajada del río, se llamaba Bajada de
Hatos, porque ahí bajaban a tomar agua todos los anima-

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les, y nuestra Villa se llamaba Miraflores, y después que
pasó San Francisco, se llamó Río Hondo a esa parte del río
Dulce y Río Hondo a la Villa.
Sara Jiménez de Arancibia, 54 años. Nueva Villa de
Río Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero. 1970.
Nativa de la antigua Villa de Río Hondo.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1853

LA PIEDRA CON LAS PISADAS

Cuando San Francisco pasó el río, ahí había estado una


piedra, a la margen derecha del río. Entonces dicen que ahí
pisó San Francisco y la muía que montaba. Y ahí se notan
las pisadas de las ojotas de San Francisco y la pisada, de
los vasos de la muía. Ahí están patentes las pisadas. A esa
piedra la hemos traído a esta Nueva Villa de Río Hondo,
adonde nos han trasladado, al quedar "bajo el embalse la
Vieja Villa. La van a poner en la placita que se está for-
mando porque es una reliquia para nosotros.

Sara Jiménez de Arancibia, 54 años. Nueva Villa de


Río Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero. 1970.

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TUCUMÁN

1854

LA PIEDRA I>E SAN FRANCISCO

Yo lo hi conocíu a la piedra. Ahi 'tá el rastro de la


osota * de San Francisco, qui había pisau áhi. 'Tá el rastro
de la muía tamén. Se ven patentes los rastros.
Dice que venía del Perú, San Francisco, con carretas.
Que traiba madera pa la iglesia de Santiago. Y llevaba esa
piedra para hacer molino. Entonce si usaban esos molinos
antiguos de piedras, con salto di agua. Algunos se conser-
van todavía.
El río 'taba crecido. Él tiró el cordón y si había abierto
Tagua. Y pasaron. Y áhi descansaron. Y dehuñeron los güe-
yes. Y áhi le robaron esa noche las coyundas. En el lugar
que es la Villa de Río Hondo. Dice qui ante se llamaba Pues-
to de la Flor, pero que ya le ha quedado Río Hondo.
Y San Francisco entonce se enojó con la gente y ense-
ñándolo, agarró la piedra y lo descargó, y lo pisó, y lo hizo
pisar con la muía. Y áhi quedó la piedra y con la seña ande
asentó el pie con la osota y el rastro de la muía. Y se ve muy
bien. Yo lu hi visto. Lo conozco a la piedra. Mi hi sentau yo
en la piedra.
Han queríu llévalo a la piedra y nu han podíu. Dicen

2 Osota > ojota > ushuta 'sandalia'. Voz quechua.

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que si ha puesto tan pesada que no se la puede mover ni
con güeyes. Y se quebró tamén la carreta. Y áhi se quedó
la piedra, pa castigo. Y áhi 'tá pa que todos la vean como
ejemplo de San Francisco, que era un Santo.
Eugenio González, 86 años. Sol de Mayo. Granero. Tu-
cumán. 1957.
El narrador aclara que debe de tener más edad, pero
que según el enrole 'libreta de enrolamiento', cuenta con
86 años. Lugareño muy rústico.

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TUCUMÁN

1855

LA MALDICIÓN DE BARRIALITO

Diz que cuando San Francisco ha seguíu camino con


las carretas, después de lo que pasó en Río Hondo, ha parau
en Barrialito y ha pedíu agua pa beber y pa dar de beber a
los güeyes. Diz que la gente de Barrialito se lo ha negau
al agua, y entós San Francisco lu ha maldecido a Barrialito.
Ha dicho que no tendrá más agua ni encima ni abajo 'i tierra.
Y diz que se les han secau todos los lugares que tenía
di agua: pozos, represas, arroyos, ríos. Diz que han cavado
por todos lados pozos, pero hasta el presente nu encuentran
agua en ninguna parte. Y diz que así se cumple la maldición
de San Francisco.
Miguel Ángel López, 75 años. Tafí del Valle. Tafí.
Tucumán. 1961.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1856
EL PASO DE SAN FRANCISCO SOLANO
Y RÍO HONDO

En el río Dulce había dos pasadas de Tucumán a las


Termas de Río Hondo: uno se llamaba Río Hondo y otro se
llamaba Santa Ana.
El nombre de Río Hondo se atribuye a San Francisco
Solano. Al traer la madera para la iglesia y su celda en
Santiago del Estero venía en dos carretas. De esas carretas,
venía dirigida una por él. Entonces al venir de Tucumán,
justo en el paso se encuentran con que el río estaba crecido.
Al encontrarse el río lleno de agua, pasaban muchos árboles
con la creciente. Habían otros carreteros más. Todos ha-
bían desatado sus bueyes y'taban esperando varios días para
pasar, que baje el río. Pero San Francisco descansó unas
horas no más y les dijo a los boyeros que había que atar
y pasar el río. Todos se almiraban porque cómo iba a pasar
el río crecido, tenía árboles que corrían en el río, y era
peligroso, hondo. Y él dice que subió a su muía, se desató
el cordón, y con eso hizo tres cruces, en la orilla del río.
Se abrió el río. Pasó él y pasaron las dos carretas. Los
demás quedaron almirados al ver esto. Y al pasar el río,
dijo él:
—¡Tomen su río hondo!
De ahí lleva el nombre de Río Hondo.

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Y entonces de aquella época, hay una piedra en la cual
está tallada los cuatro pasos de la muía, las cuatro pisadas
de la muía y de la ojota de él que había pisado. Y esa
piedra ha sido trasladada, al venir a la Nueva Villa Río
Hondo y se encuentra en el parquecito que se le está ha-
ciendo. Y así se llama la villa porque no hemos querido que
se llame Colonia, sino que conserve el nombre de la antigua.
Esta sería el tercer lugar del pueblo. Primero se llamó
Miraflores, y estaba en el paso del camino al Perú, luego
se trasladó al lugar de la villa Río Hondo vieja, que sería,
y ahí se hizo la población. Y ahora, con el Dique ha pasado
a éste que sería el tercer lugar. El camino al Perú pasaba
justo por este lugar. Este lugar era paso obligado a Santiago
fuera del otro paso que había por Vinará.

Ramón Guillermo Arancibia, 58 años. Nueva Villa Río


Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero. 1970.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1857

LA MALDICIÓN DE LA VILLA DE RÍO HONDO

San Francisco maldijo la Villa, porque al pasarse a la


margen derecha, ahí ha pernoctado él y le habían robado
las coyundas. Entonces dijo que Río Hondo no progresaría
y que quedaría bajo de las aguas. Y realmente se ha cum-
plido. Villa Río Hondo por muchos años fue una población
muy pobre, muy abandonada, y después de tanto tiempo se
acaba de cumplir, que ha quedado bajo las aguas del Dique
Frontal. Nuestra población que se ha mudado en este lugar,
conserva su nombre por el cariño de todos los que nacimos
en la Villa vieja. Hemos sufrido muchísimo con el cambio,
pero todos los vecinos estamos unidos para hacer progresar
la nueva villa. Con el Dique Frontal, ha quedado cumplida
la profecía de San Francisco Solano. Quedó sepultada la
iglesia, pero hemos traído las campanas, que son muy anti-
guas. Y quedó también bajo el agua, el cementerio, y
quedaron sepultados cientos de seres. Y también parte de
la escuela, y muchas casas que han quedado paradas, y
muchos ranchitos.
Lo único que se distingue, son las copas más altas de
dos de los eucaliptos que estaban en el centro de la villa,

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y es lo que nos consuela ver cuando nos paramos en el
puente del dique, que todavía no han caído.
A todos nos costó mucho salir, pero mucha gente pobre,
que no quería dejar sus ranchitos, tuvieron que salir deses-
perados cuando vieron que el agua los inundaba.

Sara Jiménez de Arancibia, 64 años. Nueva Villa Río


Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero. 1970.
SANTIAGO DEL ESTERO

1858

RÍO HONDO

También me contaba mi abuelita, que donde era la vieja


Villa de Río Hondo, había venido San Francisco en una
muía y con carretas de bueyes. Dice que el río estaba muy
crecido. Y según la historia, ninguno de los habitantes de
ahí, lo quiso hacer pasar. Y entonces ellos vieron con cla-
ridá que, San Francisco, cuando pasó, el río se dividió en
dos partes. Y en una piedra, que todavía existe, donde él
se bajó, quedó marcada la osota, de la pisada de San Fran-
cisco, y también la pisada de la muía. Por eso se llamó Río
Hondo a esa parte del Río Dulce.
No sé cómo es la historia, pero en la villa le robaron
las coyundas, a San Francisco, las coyundas, ésas que se
usan para atar el yugo a las astas de los bueyes. Y dice
que por eso San Francisco la había maldecido, que Río
Hondo tenía que perderse. Y sin ir más lejos, hace poco,
Río Hondo quedó bajo el agua, porque toda la villa quedó
bajo el Dique que se ha hecho ahí. Han sacado la gente y
han hecho otras villas, para la margen izquierda del Dique.

Osear Díaz, 50 años. Termas. Río Hondo. Santiago


del Estero. 1970.

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TUCUMÁN

1859

LAS COYUNDAS DE SAN FRANCISCO

Diz que cuando San Francisco ha pasau el Río Hondo,


si ha teníu que quedar a dormir en la Villa. Diz que al
otro diya a la madrugada si ha levantau y ha mandau a
los troperos a uñir los greyes. Áhi si han encontrau con la
sospresa que les han robau las coyundas. Y áhi si ha enojau
y ]o ha maldecido a la Villa y ha dicho:
—Río Hondo, Río Hondo,
'no más serás.
Según los otros diz que ha dicho:
—Río Hondo progresarás,
pero loco te volverás.
Dicen que se han vuelto locas muchas personas de las
familias que eran más ricas de Río Hondo y que hasta el
presente andan por esos lugares.
Diz que se ha ido muy enojado San Francisco y que
al salir de la Villa si ha sacado las ushutas y ha dicho:
—Ni el polvo de Villa Río Hondo.
Y ésa es la causa que la Villa, cada vez se encuentra
más pobre y abandonada.

Miguel Ángel López, 75 años. Tan del Valle. Tafí.


Tucumán. 1951.
Nativo del lugar.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1860

LAS COYUNDAS DE SAN FRANCISCO

Aquí en Río Hondo le robaron las coyundas de las


carretas a San Francisco, por eso diz que lo había malde-
cido. Le robaron las coyundas. Y lo maldeció a Río Hondo.
Que dijo:
¡Río Hondo será perdido!
Pero nadie no sabía en la forma que se iba a perder,
pues. Nosotros qué íbamos a pensar que venga con el tiempo
y se quede debajo 'el agua. Ha quedado debajo 'el agua del
embalse que han hecho.
Y si ha cumplido. Y ésa es la, razón de San Francisco
que s'iba a perder, y justamente si ha perdido. Pero ya la
Villa 'bía quedado muy pobre.

Jisé Ignacio Herrera, 64 años. Nueva Villa Río Hondo.


Río Hondo. Santiago del Estero. 1970.

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TÜCUMÁN

1861

SAN FRANCISCO Y EL TIRANTE

Diz que San Francisco 'taba haciendo techar l'iglesia


de Santiago. Que los piones lu habían llamau y li habían
dicho que no podían seguir porque un tirante era corto, que
nu alcanzaba para los dos lados.
Diz que áhi ha subíu al techo, San Francisco, y ha
agarrado di una punta el tirante, y li ha dau la orden al
hombre que agarre firme del otro lau. Diz que ha tirau el
palo con juerza. Diz que el tirante si ha estirau y ha pasau
la medida del techo y li han teníu que cortar el pedazo
que sobraba. Diz que el pedazo del tirante que ha sobrau,
San Francisco lu ha usado como cabecera pa dormir en el
convento.
Diz que en Santiago del Estero lo tienen en un museo,
al pedazo del tirante, qui ha usado de cabecera San
Francisco.

Miguel Ángel López, 75 años. Tafí del Valle. Tafí.


Tucumán. 1951.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1862
EL TIRANTE DE SAN FRANCISCO SOLANO

Cuando San Francisco Solano estuvo mandando hacer


la iglesia, un palo, un tirante, le salió corto. Entonces le
fueron los peones a avisar esto. Él vino y dijo:
—Ya, ya van a seguir trabajando, hijos.
Él vino y agarró el palo y lo hizo hacer así, así, tirán-
dolo.
El palo se estiró y al último sobró ya, y le tuvieron que
cortar un pedazo. Ése es uno de los milagros de San
Francisco.
Rita Vera de Barrionuevo, 91 años. Santiago del Es-
tero. 1970.

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SANTIAGO DEL ESTERO

1863
SAN FRANCISCO SOLANO Y LA VIGA

Estaban haciendo la iglesia en Santiago. Y dice que


uno de los peones le dice que no alcanzaba el palo para el
techo, que era corto.
San Francisco le dice que no puede ser, que suban. Y
sube él también. Y les dice:
—Tiren, muchachos.
Y dice que tiraron cada uno de una punta y el palo se
estiró, y sobró como medio metro.
María Luisa Caamaño de Carrizo, 82 años. Estancia
Balbuena. Ojo de Agua. Santiago del Estero. 1970.

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