Está en la página 1de 2

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES


PROGRAMA DE BIOLOGÍA APLICADA

PROBLEMAS BIÓETICOS EN UN PAÍS RESILIENTE: UN ANÁLISIS DESDE EL DOGMA DE LA


HISTORIA NATURAL
1
J. Rodriguez-Ortíz,
Estudiante de Biología Aplicada. Universidad Surcolombiana. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Huila-Colombia.
1

Correo:u20182174563@usco.edu.co

A lo largo de los años, la historia natural ha sido definida de muchas maneras en función de su
interdisciplinariedad, por ende, en base al historiador Gould (1983) me atrevo a señalar que no existe
una única definición que describa el alcance y potencial de su dogma. De ahí, que el dominio de la
historia natural y sus disciplinas intervengan diariamente en las estrategias de avance de un país, por
ello, si nos centrarnos en la actualidad de las dificultades que está abordando el sector salud en
Colombia, podemos señalar que tantos biólogos, matemáticos, epidemiólogos, sociólogos, psicólogos,
antropólogos, entre muchas otras profesiones de las ciencias básicas y sociales han sido involucrados.
La crisis del sistema de salud colombiano, parte desde tutelas por cargos de sobornos,
confabulaciones entre empleados, negligencia de servicios médicos (Bernal y Barbosa, 2015), hasta la
incompetencia de las medidas requeridas en un contexto de pandemia en desarrollo. Esto nos lleva a
preguntarnos si en el terreno de la salud pública y las dificultades que la arremeten ¿Hace falta un
refuerzo en los principios que denota la bioética como disciplina? Para tal propósito, en el presente
ensayo, la historia natural de Colombia figurara como un punto de intersección entre la salud
colombiana y los problemas de bioética que se vienen enfrentando en la actualidad.
Siurana (2010) establece que, dentro de los principios bioéticos relacionados con la salud, figuran el
respeto a la autonomía, la no-maleficencia, la beneficencia, y la justicia, entendiendo que este último
se relaciona fuertemente con un conflicto de intereses entre los que precisan servicios de salud y los
que soportan sus gastos. En Colombia, la instancia competente para tomar decisiones que afectan a la
vida y la libertad de las personas es la política, la cual está ligada a las deficiencias que ha afrontado el
país en cuanto a la incapacidad hospitalaria y el aporte de insumos sanitarios básicos.
Sin embargo, esta toma de decisiones también va ligada a que no existe una relación lógica entre el
conocimiento científico de los trabajadores de la salud y su empatía dentro de la situación
epidemiológica actual (Bernal y Barbosa, 2015). Las consideraciones anteriores llevan a exigir una
renovación en la mirada bioética del caso, dando especial importancia a colocar nuestros valores por
sobre nuestros intereses. Actualmente nos vemos enfrentados a una sociedad con diversas
necesidades especiales que, aunque disponga de una tecnología avanzada que permite “salvar vidas”
debe seleccionar por encima de la ética a quién otorgar “la última cama o “el último ventilador
mecánico”, además del adecuado manejo de ancianos, pacientes con enfermedades crónicas o sin un
pronóstico conocido.
Todo ello nos lleva a considerar que Colombia es un país increíblemente resiliente, que requiere de un
refuerzo en los principios bioéticos dentro de la salud pública, prestando suma atención a las
desigualdades en el acceso al cuidado de la salud, el incremento de los costes de estos cuidados y la
toma de decisiones dentro un hospital, como paradigma de los espacios de poder que atraviesa el
sector salud, clave campo de aplicación de la democracia en nuestras sociedades modernas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gould, S. J. (1983). Reflexiones sobre Historia Natural. Ed. Blume Esp.
Bernal, O; y Barbosa, S. (2015). La nueva reforma a la salud en Colombia: el derecho, el aseguramiento y el
sistema de salud. Salud pública de Mexico, 57(5), 433-440.
UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
PROGRAMA DE BIOLOGÍA APLICADA

Siurana Aparisi, J. C. (2010). Los principios de la bioética y el surgimiento de una bioética intercultural. Veritas,
(22), 121-157.

También podría gustarte