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COMUNIDAD CATOLICA BODAS DE CANA

PARROQUIA
SEMINARIO: CATEQUESIS PERMANENTE “NUESTRA
TEMA 10: ACOGER LA FRAGILIDAD SEÑORA DEL
ROSARIO”
EVANGELIZACION MATRIMONIAL

l. VER: ¡No es posible que te separes de tu marido! Martha intentaba hablar con seguridad, pero la voz se le quebraba
mientras veía a su hija sollozando.
Pero hija, ¿hasta cuando vas a seguir así? – intervino la abuela - ¡Eso ya no era vida! Ese hombre está enfermo o se ha
vuelto loco, esos gritos de amenaza… menos mal que no les ha levantado la mano. Pero los niños se asustan cada vez
que papá entra a casa. Ellos mismos me lo han contado.

II. JUZGAR:
DIOS NOS HABLA: Jn2, 1-11
FRANCISCO NOS DICE: EN SU EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LAETITIA: SOBRE EL
AMOR EN LA FAMILIA:

232. La historia de una familia está surcada por crisis de todo tipo, que también son parte de su dramática belleza. Hay que ayudar
a descubrir que una crisis superada no lleva a una relación con menor intensidad sino a mejorar, asentar y madurar el vino de la
unión. No se convive para ser cada vez menos felices, sino para aprender a ser felices de un modo nuevo, a partir de las
posibilidades que abre una nueva etapa. Cada crisis implica un aprendizaje que permite incrementar la intensidad de la vida
compartida, o al menos encontrar un nuevo sentido a la experiencia matrimonial. De ningún modo hay que resignarse a una curva
descendente, a un deterioro inevitable, a una soportable mediocridad. Al contrario, cuando el matrimonio se asume como una
tarea, que implica también superar obstáculos, cada crisis se percibe como la ocasión para llegar a beber juntos el mejor vino. Es
bueno acompañar a los cónyuges para que puedan aceptar las crisis que lleguen, tomar el guante y hacerles un lugar en la vida
familiar. Los matrimonios experimentados y formados deben estar dispuestos a acompañar a otros en este descubrimiento, de
manera que las crisis no los asusten ni los lleven a tomar decisiones apresuradas. Cada crisis esconde una buena noticia que hay
que saber escuchar afinando el oído del corazón.
291. Los Padres sinodales han expresado que, aunque la Iglesia entiende que toda ruptura del vínculo matrimonial «va contra la
voluntad de Dios, también es consciente de la fragilidad de muchos de sus hijos» Iluminada por la mirada de Jesucristo, «mira con
amor a quienes participan en su vida de modo incompleto, reconociendo que la gracia de Dios también obra en sus vidas, dándoles
la valentía para hacer el bien, para hacerse cargo con amor el uno del otro y estar al servicio de la comunidad en la que viven y
trabajan». Por otra parte, esta actitud se ve fortalecida en el contexto de un Año Jubilar dedicado a la misericordia. Aunque
siempre propone la perfección e invita a una respuesta más plena a Dios, «la Iglesia debe acompañar con atención y cuidado a sus
hijos más frágiles, marcados por el amor herido y extraviado, dándoles de nuevo confianza y esperanza, como la luz del faro de un
puerto o de una antorcha llevada en medio de la gente para iluminar a quienes han perdido el rumbo o se encuentran en medio de
la tempestad». No olvidemos que, a menudo, la tarea de la Iglesia se asemeja a la de un hospital de campaña.

 Al referirse a las crisis y dificultades de parejas, el papa Francisco, usa el símbolo del “vino añejo”. Cuando el
matrimonio se asume como una tarea, que implica también superar obstáculos cada crisis se percibe como la ocasión para
llegar a beber juntos el mejor vino.
 Anunciar el evangelio de la familia de hoy, EL evangelio de la familia es la alegría que llena el corazón y la vida eterna.
 Acompañar en la preparación al matrimonio. La compleja realidad social y los desafíos que la familia está llamada a
afrontar hoy.
 Acompañar los primeros años de vida matrimonial. “Se vuelve imprescindible acompañar en los primeros años para
enriquecer y profundizar la decisión consiente y libre de pertenecerse y amarse hasta el fin.
 El desafío de las crisis, la iglesia quiere llegar a las familias con humilde comprensión.
 Acompañar después de rupturas y divorcios. Hay casos sonde la separación es inevitable.
 Cuando la muerte clava su aguijón. Comprendo la angustia de quien a perdido una persona muy amada.
 En la invitación de asumir el rostro de una iglesia que acompaña con atención y cuidado a sus hijos más frágiles.

3.- REFLEXION:
 Nos preguntamos sobre la preparación del matrimonio y el acompañamiento a las parejas jóvenes. Dadas la situación de
crisis de las familias, ¿es suficiente lo que solemos ofrecer? ¿qué podemos sugerir?
 Lee el numeral 296-298 AL (AMORIS LAETITIA), ¿qué actitudes nos pide frente a las familias en situaciones
irregulares?
 Recuerdan al algún momento difícil o crítico vivido en familia, ¿cómo fue afrontado? ¿qué ayudó a superar la crisis? ¿se
sanaron las heridas?

4.- ORACION: A LA SAGRADA FAMILIA


Santa Familia de Nazaret
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculos de oración
auténticas escuelas del evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret
que nunca más haya en las familias
episodios de violencia, de cerrazón y división
que quien haya herido o escandalizado
sea pronto consolado y sanado.
Santa Familia de Nazaret
haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia
de su belleza en el proyecto de Dios.

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