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¿Qué es, entonces, ser judío netzarita?

El judaísmo netzarita nació como un movimiento de judíos que creían que el Mashíaj, que
había sido profetizado, ya habitaba entre ellos en los tiempos del Segundo Templo. Ser
judío netzarita es creer que el Mashíaj se llama Yehoshua o Yeshua en su forma abreviada,
que es judío y vino a enseñar la correcta aplicación e interpretación de la Torah y sus
mandamientos, ni Él ni sus discípulos vinieron a abolir nada de lo que el Eterno manda, y
el término netzarita es usado porque los antiguos judíos tenían la costumbre de decir de
dónde venían o de dónde eran sus maestros, y nuestro maestro viene de Natzeret
(Nazaret), y nuestro maestro es Yeshua el Mashíaj hijo de David, como está escrito en 1º
Crónicas 17:11-15:
Pero cuando se completen los días que has de vivir y te vayas y seas reunido a tus padres,
levantaré a un descendiente tuyo, y lo estableceré en tu reino. Él construirá casa a mi
Nombre, y estableceré el trono de su reino para siempre. Yo le seré por padre y él me será
por hijo… yo lo pondré en autoridad sobre mi casa y sobre mi reino por siempre y para
siempre y el trono de su reino le será asignado para siempre. Así habló el profeta Natán a
David acerca de todas estas cosas y acerca de toda esta visión.
Y está escrito (Hebreos 1:4-5):

Y este es más excelso que los ángeles en todo, por cuanto ha heredado un más excelente
Nombre que el de ellos porque ¿a quién de los ángeles ha dicho antes D-os: Hijo mío eres
tú, Yo te he engendrado hoy. Y nuevamente: Yo le seré por padre y él me será por hijo?

Y está escrito (Salmo 110:4)

Juró el Eterno y no mentirá: "Tú eres sacerdote eterno a semejanza a Malkitzedek"

Y está escrito (Hebreos 6:20):

... Yeshua entró previamente por nosotros y vino a ser sacerdote para siempre a
semejanza a Malkitzedek.

Se cumple entonces, que Yeshua viene de la Tribu de Judá cambiando el sacerdocio de


Leví a Judá (ver capítulo 7 de Hebreos), en orden como Malki-Tzedek, Yosef (José) era
judío o de Judá, se cumple la profesía dada por el Eterno y se cumple el linaje de Rey
siendo de la Casa de David que era de la Tribu de Judá (Mateo 1:1-16); y que él es el
Mesías porque está escrito “Yo le seré por padre y él me será por hijo” a nadie le dijo esto,
solo al Mesías.
Decir que los judíos no creen en el Mesías es erróneo en su totalidad, porque el concepto
de Mesías fue creado por el Eterno antes de toda creación que conocemos (Juan 1:2-5),
porque el Eterno sabía que el hombre necesitaría salvación, este es un pilar fundamental
dentro de cualquier tipo de judaísmo. Si alguien dice ser judío y dice que el Mesías no
existe ni que lo espera por primera o segunda vez, no es judío. Además lo que Yeshua
enseñó no va en contra de los mandamientos ni preceptos que el Eterno ordenó al pueblo
de Israel.
Entonces, Yeshua es la misma persona física que Jesús, sin embargo, Jesús y Yeshua
teológicamente no son el mismo, porque en el Concilio de Nicea en el año 325 de la Era
Común el emperador Constantino vio que su Imperio se estaba cayendo y lo que hizo fue
un Concilio con líderes cristianos, que no eran judíos, para imponer una sola religión para
unificar lo más que pudiera al Imperio Romano que estaba en decadencia. Entonces para
que su Imperio no se terminara de caer “desjudaizó” a Yeshua y desvió por completo las
enseñanzas de Él y de sus discípulos y en este Concilio se empezó a aceptar ciertas
culturas dentro del cristianismo para que las diferentes religiones que habían en el
Imperio se mantuvieran cómodos con el cristianismo, modificando ciertas figuras
religiosas y transformándolas en cristianos, como el niño dios, sabemos que el Eterno es
Uno y solo Uno, el mismo Yeshua lo dijo (Marcos 12:29):
“Y Yeshua le contestó: el más grande mandamiento es: Escucha Israel: El Eterno es
Nuestro Dios, el Eterno es Uno”.
Así fue como comenzó el catolicismo, incompatible con el cristianismo primitivo y con
nuestra fe actual, y cosas como esta, por ejemplo, separaron por completo a Yeshua de su
fe y se empezó a profesar una fe completamente diferente, como lo dijo Shaúl de Tarso
(Pablo) (Hechos 20:28-31), dirigiéndose a los gentiles:
“Por tanto, tengan cuidado de ustedes mismos, y de todo el rebaño sobre el cual los ha
puesto el Rúaj HaKodesh (Espíritu Santo) como supervisores para apacentar la Iglesia de
Mashíaj, la cual Él compró con su sangre, porque sé que después de que yo me haya ido,
vendrán lobos crueles que no perdonarán al rebaño, y aun se levantarán hombres de entre
ustedes mismos que hablarán cosas perversas, de modo tal que desviarán a los discípulos
para que vayan en pos de ellos. Estén alertas, y recuerden que durante tres años, noche y
día, no he dejado de amonestarlos con lágrimas a cada uno de ustedes”
Como vemos, desde ese entonces hay personas que intentan desviar las enseñanzas del
Mesías, los discípulos todos eran judíos (excepto Judas Iscariote, porque Iscariote no es un
"apellido" sino un sobrenombre que significa "extranjero", es decir, era converso al
judaísmo) y Yeshua era judío como las genealogías de Lucas y Mateo lo detallan, la última
cena de Yeshua fue Pésaj (Pascua) la cual es para recordarnos que fuimos esclavos en una
tierra extranjera por 220 años y el Eterno nos libró de la esclavitud por medio de Moshé
así como el Eterno no libra de la ley del pecado, no de la Torah, por medio de Yeshua,
como Yeshua dijo (Mateo 5:17-19):
“No piensen que he venido a abolir la ley (Torah) o los profetas, no he venido a abolir sino
a cumplir, porque de cierto les digo que hasta que los cielos y la Tierra dejen de ser ni una
yod ni una tilde de la ley (Torah) dejarán de ser hasta que todo se cumpla. Por tanto, todo
el que menosprecie uno solo de estos mandamientos y así lo enseñe a los hombres,
pequeño será llamado en el Reino del Cielo, pero cualquiera que los ponga por obra y los
enseñe, el tal será llamado grande en el Reino del Cielo.”
¿Qué vemos con esto? Que la Torah dada al pueblo de Israel para ser luz a las naciones,
todas sus profecías y mandamientos –correspondientes a cada quien- todo esto se debe
cumplir hasta que el cielo y la Tierra que conocemos dejen de existir y la Yerushalayim
nueva baje del séptimo cielo y Yeshua HaMashíaj reine por mil años (Rev. 19:11-13; 21:1-
27), nada de lo que está escrito debe dejar de hacerse, todos los mandamientos deben
cumplirse, nada está abolido, nunca se dijo eso. Si fuera así  que la Torah no tuviera
vigencia, ¿por qué dijo esto? (Mateo 23:23):
… pero pasan por alto los aspectos más importantes de la Ley (Torah): la justicia, la
compasión y la fe.
Así que no hay fundamento para decir que no hay incompatibilidad de aplicar la Torah y
seguir a Yeshua como Mashíaj, habla bien de la Torah y exhorta a recordar estos principios
de la misma para poder cumplir la voluntad del Rey del Universo.
Y así dijo el Eterno (Deut. 4:2):
No añadirán nada al mandamiento que yo les ordeno, ni quitarán nada de él, sino que
guardarán el mandamiento del Eterno su Dios el cual yo les ordeno.
El cristianismo actual, quita mandamientos y partes de mandamientos. El Netzarita trata
de aplicar la Torah como Yeshua ordenó e interpretó, ya que Yeshua vino a rectificar la
interpretación y aplicación de los mandamientos de la Torah que enseñaban los maestros
judíos en el tiempo del Segundo Templo.
Y hay que tener cuidado de lo que se deja de hacer siguiendo a otros como Rav Shaúl de
Tarso dijo (Gál. 11:12-15):
Pero lo que hago, continuaré haciéndolo, para cortar la ocasión a los que buscan la
oportunidad de ser considerados iguales a nosotros en aquello de lo cual se jactan, porque
estos son los falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que aparentan ser apóstoles de
Mashíaj. Y esto no es de maravillarse, porque HaSatán mismo aparenta ser mensajero de
luz, no es de sorpresa si también sus ministros aparentan ser ministros de justicia, cuyo fin
será el acuerdo a sus obras.
¿Por qué? Porque estas personas andan diciendo que son de Yeshua y que creen en Él
como el Mashíaj pero no ponen por obra la voluntad del Padre, desviándolos del Eterno,
¿qué es lo que busca HaSatán? Alejarnos de la voluntad del Padre, alejarnos de sus
mandamientos, así engañó a Java (Eva) y Adam pecó voluntariamente, alejándose del
mandamiento del Eterno.
Yeshua también dijo (Mateo 23:1-3):
“Dirigiéndose Yeshua después a la multitud y a sus discípulos, les dijo: En la cátedra de
Moshé se sientan los escribas y los fariseos, por tanto, cualquier cosa que les digan
guárdenla y póngala por obra, pero no hagan conforme a sus hermanos, porque ellos
dicen pero no hacen”
Es decir, que hay que hacer antes de enseñar y la Torah hay que cumplirla, dentro lo que
se pueda y lo que le corresponde a uno. Además, Yeshua también dijo (Juan 5:46-47):
“Porque si creyeran a Moshé, a mí también me creerán, porque Moshé escribió acerca de
mí, pero si no creen en sus escritos ¿cómo creerán a mis palabras?”
¿Qué quiero explicar con esto? Fácil, que los primeros en creer en Yeshua como el Mesías
eran judíos conocedores de las Sagradas Escrituras, ¿dónde dice que hay que dejar de
hacer lo que está escrito en los libros de Moshé?, y si no eran judíos, eran gentiles que
aceptaron el yugo de la Torah e iban creciendo espiritualmente poco a poco, iniciando con
pocos mandamientos pero no se limitarían a unos pocos como está escrito (Hechos 15:19-
21):

... por lo cual yo digo que no se acose a los que se han vuelto a D-os de entre los gentiles,
sino que les enviemos un mensaje diciéndoles que se aparten de la contaminación de lo
que se sacrifica a los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre, porque desde
las primeras generaciones Moisés ha tenido predicadores en cada ciudad y tiene quiénes
lo lean cada Shabat en la sinagoga.

Es decir, que la Torah se enseña a los gentiles conversos en las sinagogas junto a los judíos
y los lugares de reunión en un Shabat no dejaron de llamarse sinagogas porque
profesaban que Yeshua es el Mashíaj, porque eran judíos y conversos al judaísmo que la
única diferencia entre los judíos enceguecidos en parte es que no profesan a Yeshua como
Mashíaj.
De hecho Yeshua vino primero a enseñar a las ovejas perdidas de la Casa de Israel, ya que
muchos no sabían que eran descendientes de Yaacob (Mateo 15:24, 10:5-23) por el exilio
que tuvo el pueblo de Israel a manos de los asirios.
Recordemos lo que dice en Primera de Juan 2:1-6:
Les escribo estas cosas, hijos míos, para que no pequen, pero si alguno pecara, tenemos un
intercesor ante el Padre: Yeshua HaMashíaj el Justo, porque Él es la propiciación por
nuestros pecados, y no solamente por los nuestros (de judíos), sino también por los de
todo el mundo. Y en esto sabemos que lo conocemos: si guardamos sus mandamientos.
Pero el que dice que lo conoce y no guarda sus mandamientos es un mentiroso, y la verdad
no está en él, pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor del Eterno
se ha consumado, y por esto sabemos que estamos en Él. El que dice que está en Él, debe
andar como Él anduvo.
¿Cómo anduvo Yeshua? En perfecto amor al Padre y por ende en perfecta obediencia al
Padre, en ningún momento dijo que había que derogar la Torah como vimos en Mateo
5:17-19, entonces, decir que se está en Yeshua y no andar como el anduvo, cumpliendo
todos los mandamientos que nos toca cumplir, entonces, como está escrito somos
mentirosos “pero el que dice que lo conoce (a Yeshua) y NO guarda sus mandamientos es
un mentiroso”, hay que seguir la Torah por amor al Eterno, es mandamiento de Yeshua
puesto que los mandamientos que Yeshua da todos son relacionados a lo que está escrito
en la Torah y en ningún momento, Yeshua ni sus discípulos dijeron que se dejara seguirla y
aplicarla, porque el que rechaza la palabra del Eterno está pecando gravísimamente “el
que está en Él, debe andar como Él anduvo”.
¿Qué nos dice Moshé de la Torah, la Palabra del Eterno? (Deut. 30:15-16):
He aquí, hoy pongo delante de ti la vida y el bien; la muerte y el mal, por cuanto hoy te
ordeno que ames al Eterno tu D-os andando en sus caminos y guardando sus
mandamientos, estatutos y decretos, a fin de que vivas y te multipliques, para que el
Eterno tu D-os pueda bendecirte en la tierra adonde entras para poseerla.
Para que nos vaya exitosamente, ¿qué hay que hacer? Amar al Eterno como Yeshua dijo
(Mateo 12:29-30), y amar al Eterno, ¿qué implica? Andar en sus caminos (Yeshua y Torah)
y guardar sus mandamientos, estatutos y decretos. El Salmo 119:57-64 nos dice:
He mediado en la porción del Eterno, para guardar sus mandamientos. Con todo mi
corazón he buscado Tu rostro; vivifícame según Tu palabra. Consideré mis caminos, y volví
a Tus sendas; me apresuré, y no demoré en guardar Tus mandamientos. Los lazos de los
inicuos me enredaron, pero no me desvié de Tu Ley; a medianoche me levanté para darte
gracias por tus justos juicios. Amigo soy de todos los que te reverencian, de los que
guardan tus mandamientos. Tu misericordia, oh Eterno, llena la Tierra. Instrúyeme con Tus
mandamientos.
A través de los mandamientos del Eterno se hace la voluntad del Padre como hijo
desinteresado ayuda a su padre por amor. Los mandamientos hay que cumplirlos nunca se
dijo que no.
Nos dice el Libro de Proverbios (2:7-9):
Él reserva la esperanza para los íntegros, y auxilia a los que se conducen
irreprensiblemente. Él cuida las sendas del juicio y protege los caminos de sus santos.
Entonces comprenderás la justicia, el juicio y la integridad de todas las buenas sendas.
El Eterno cuida a aquél que guarda sus mandamientos que son lámpara y la Torah luz
(Prov. 6:23).
Esto también lo vemos en Romanos capítulo 7, Rav Shaúl escribe a conocedores de la
Torah, judíos conversos celosos de la Ley del Eterno, y nos habla que la Torah es buena,
que (12) el mandamiento es santo, justo y bueno, porque hace ver al hombre lo que está
mal para poder hacer ejercicio de su libre albedrío, es decir, elegir lo bueno entre lo malo,
ese conocimiento se adquiere estudiando la Torah (8-11) “porque el pecado, por medio de
este mandamiento (no codiciarás), encontró ocasión y consumó en mí toda codicia, porque
sin la Ley (Torah) el pecado estaba muerto. Así que en un tiempo, yo vivía sin la Ley
(Torah), pero al venir el mandamiento, el pecado revivió y yo morí; y este mandamiento
que era para vida, resultó ser para muerte, porque el pecado aprovechando la  ocasión
por medio del mandamiento, me engañó, y por medio de  él, me mató”  porque al vivir en
desconocimiento de lo que es bueno y malo (vivir sin Ley o sin Torah) para el Eterno uno
cree que hace lo bueno y no ve pecado en lo que hace, pero al conocer lo malo para el
Eterno y uno sabe que comete lo malo ante el Eterno uno ve el pecado y sabe que muere
y debe corregir ese comportamiento (14) “porque la Ley es espiritual, pero yo soy carnal y
estoy vendido al pecado”, y ese pecado es muerte, la Torah hace bien para el alma y para
el cuerpo, y si por la Torah obedezco al Eterno respetando lo que Él establece (22) “ yo me
regocijo en la Ley (Torah) del Eterno”. Ahora ¿qué nos quiere decir Shaúl con los versículo
4,5 y 6, donde Yeshua nos ha librado de una ley? Hay que tener claro que la ley de la que
nos ha librado Yeshua es la ley del pecado y no de la Torah o de la Ley del Eterno, porque
¿entonces, cómo Rav Shaúl dice esto, (7) “¿Qué pues diremos? ¿La Ley (Torah) es pecado?
¡De ninguna manera!”? ¿Por qué? Porque por la Torah se sabe lo que es bueno y lo que es
malo porque de no haber sido por la Torah no conoceríamos lo que es la codicia, ni el
asesinato, ni la idolatría, ni la fornicación, entonces sabemos que no hay que codiciar, no
hay que asesinar, no hay que idolatrar, no hay que fornicar, esto significa que no le damos
campo al pecado para que nos mate espiritualmente y no significa que aplicando la Torah
estamos muertos ni pecamos haciendo la Torah (13) “... más bien el pecado, para que se
mostrara como pecado, consumó la muerte en mí mediante lo que es bueno
(mandamiento), para que mediante el mandamiento el pecado fuera de sobremanera
condenado”, es decir, que por la Torah sabemos lo que es bueno y ganamos vida
aplicando el mandamiento y nuestras faltas son perdonadas por el Eterno por medio de
Yeshua HaMashíaj y sabemos que no debemos hacerlo otra vez porque la palabra del
Eterno está escrita en la Torah y en los profetas, negar la Torah es estar negando y
rechazando la Palabra de Dios. El pecado entró por Adam al pecar voluntariamente (Gén.
3:6) y desde entonces, estamos vendidos al pecado, nuestro cuerpo tiene una inclinación
hacia el mal desde nuestro nacimiento y como la Ley es espiritual, es decir, que aplicando
la Torah no nos dejamos guiar por la inclinación al mal ya introducida en nosotros, (16)
“testifico que la Ley (Torah) es buena”. Todo esto es lo que enseñó Yeshua toda su vida
cuando estuvo en este mundo. Dando una rectificación de las enseñanzas erróneas de la
Torah que se daban dentro del pueblo judío, Yeshua llegó a aplicar a la perfección la Torah
como ya se ha demostrado anteriormente.
Esto se apoya en lo que llegó a decir el Rey David en el Salmo 18:21-22
Porque he guardado los caminos del Eterno, y no me aparté impíamente de mi D-os. Pues
todos sus preceptos estuvieron delante de mí, y no me he quitado de encima sus estatutos.
Y dijo el Rey David a su hijo Shlomó (Salomón) en su lecho de muerte (1º Reyes 2:3):
Guardarás la obediencia al Eterno tu D-os, para andar en sus caminos y guardar sus
estatutos y sus mandamientos y sus decretos y sus testimonios como está escrito en la Ley
de Moshé, a fin de que procedas sabiamente en todo lo que hagas y a todo lo que te
inclines.
¿Yeshua decía esto? Sí, sí lo hizo y está escrito (Juan 1:14):
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y contemplamos su gloria (gloria como el
Ungido del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Yeshua es la Torah en carne, es el Verbo (Torah) en carne, Él habló solo Torah dada por el
Eterno y no encontramos ninguna contradicción de sus enseñanzas con la Palabra dada
por el Eterno y tampoco una negativa ni proyecto legal de abolición de la Torah.
Entonces, el netzarita lo que intenta es ser como los Beney Israel de esa época que no
veían ningún inconveniente ni nada contradictorio en seguir los lineamentos de la Torah y
creer que el Mesías ya había llegado, además Yeshua es judío, hizo su bar mitzvah y un
ejemplo de que lo hizo es cuando se encuentra hablando con los ancianos en el Templo a
los 12 años cuando sus padres estaban celebrando Pésaj y debía subir a Yerushalaim a
ofrecer sacrificios y cumplir con lo establecido por el Eterno (Lucas 2:41-49), ni el Eterno ni
Yeshua mismos dijeron dejen el Tanaq atrás, entonces, siendo netzaritas no encontramos
ningún inconveniente celebrando las Convocaciones Santas que el Eterno estableció y
cumplir con los mandamientos dados al pueblo de Israel y creer en Yeshua HaMashíaj
(Yeshua el Mesías).
Hay que cumplir los mandamientos del Eterno porque está escrito (Deut. 28:9-13):
Si guardas todas las ordenanzas del Eterno tu D-os y te conduces en sus caminos, el Eterno
te confirmará como pueblo santo para sí, como te lo juró. Entonces  todas las naciones de
la Tierra verán que eres llamado por el nombre del Eterno. El Eterno hará que
sobreabundes en bienes, en el fruto de tu vientre, en las crías de tu ganado y en el fruto de
tu tierra, en la tierra que el Eterno juró a tus padres que te entregaría. El Eterno te abrirá
su buen tesoro, el cielo, y derramará tu tierra y bendecirá toda la obra de tus manos.
Prestarás mucho pero tú no pedirás prestado. Ejercerás dominio sobre muchas naciones,
pero ellas no ejercerán dominio sobre ti. El Eterno te pondrá por cabeza y no por cola,
estarás encima y no estarás debajo, cuando obedezcas las ordenanzas del Eterno tu D-os
que yo te doy hoy, guardándolas y poniéndolas por obra.
Más claro no puede ser, y Yaacov (Santiago 2:14-18) dijo:

Hermanos míos, ¿qué provecho hay si alguno dice: "Yo tengo fe", pero no es obediente a la
Torah?¿Podrá su fe salvarlo?... la fe sola, sin observancia a la Torah, está muerta. Pero
alguno dirá: "Tú tienes fe y yo tengo obediencia a la Torah". Muéstrame tu fe sin
obediencia a la Torah que yo te mostraré mi fe por mi obediencia a la Torah".

Y a parte de todo esto, ¿cómo vamos a rechazar la Torah si muchas de las naciones del
mundo seguirán al Eterno por su Torah que es su palabra? (Isaías 2:3):
“Muchos pueblos irán y dirán: “Vengan, subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios
de Jacob (Israel), para que Él nos enseñe de sus caminos y andemos en sus sendas”.
Porque desde Sión saldrá la Ley (Torah), y de Jerusalén la palabra del Eterno”
Es decir la Torah es palabra del Eterno, como he dicho, negar, rechazar o pensar que la
Torah está abolida por un nuevo orden es pecado gigante puesto que se está rechazando
la palabra del Eterno. ¿Cómo explican los discípulos de Yeshua qué es el pecado? (Juan
3:4)
El que peca comete transgresión a la Ley (Torah), porque todo pecado es transgresión a la
Ley (Torah)
Entonces, ¿cómo se sabe que uno peca? Transgrediendo las normas que el Eterno que dio
en su Torah y que los discípulos y Yeshua vinieron a dar una correcta interpretación y no a
abolirla. Yeshua recriminó a todo aquel que pecara, es decir, a todo aquel que cometiera
falta contra lo que D-os había dicho y establecido en la Torah.
La Torah no justifica a nadie, por la Torah no somos salvos, sino por los méritos de Yeshua
HaMashíaj quien cumplió todos los mandamientos, correspondientes a él, a perfección
escritos en la Torah y dio su vida inocente de transgresión alguna por nosotros,
cumpliendo el precepto de vida por vida y sangre por sangre inocente, es por eso que el
Eterno mandó hacer sacrificios expiatorios, el último sacrificio que quita todo el pecado
hasta el que no se halla perdón en la Torah, es perdonado por el Eterno por medio de
Yeshua. Sin embargo, no justifica sí acumula méritos para "premios" en el mundo por
venir.
El Eterno nunca se complació en los sacrificios cruentos o de sangre, sino, que se
complacía y se complace en ver el corazón humillado y arrepentido de quien presenta el
sacrificio, la ofrenda o sigue el mandamiento, como está escrito (Oseas 6:6):
“porque en la compasión me he complacido y no en el sacrificio; y en el conocimiento de D-
os más que en los holocaustos completos”
Es decir, que el Eterno se complace en el corazón que realmente lo sigue y procura de
conocer de Él a través de sus profetas y de sus palabras escritas por Moshé, los dichos y
enseñanzas de Yeshua y sus discípulos y por recibir y amar al Eterno y cumplir con sus
mandamientos por amor a Él como declara por medio del profeta Isaías (1:10-15):
“Escuchen palabra del Eterno, gobernantes de Sodoma; presten atención a la Ley (Torah)
de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. ¿Qué significan para mí sus muchos sacrificios?-
declara el Eterno. Estoy hastiado de holocaustos de carneros y del sebo de animales
engordados; no me complace la sangre de toros, corderos y cabritos. Cuando vienen a mí,
¿quién requiere esto de sus manos para que pisoteen mis atrios? No me traigan más
ofrendas vanas, su olor me es abominación; en las lunas nuevas y los días de reposo
convocan asamblea. Yo no como del fraude ni del asedio. Mi alma ha detestado sus lunas
nuevas, y sus convocaciones solemnes han llegado a ser una carga para mí; estoy cansado
de soportarlas. Cuando extiendan sus manos, yo esconderé mis ojos de ustedes; y
oraciones, no escucharé. Sus manos están llenas de sangre.
El Eterno estableció varios rituales para probar el amor de Su pueblo, si Israel realmente
ofrecía todo con amor o solo por compromiso y costumbre, sin lo que realmente se
requiere, un corazón humillado y arrepentido en busca del perdón del Eterno por amor a
Él, a Su Santidad y a Su Santo Nombre.

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