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Sin duda usted está experimentando algo parecido. En tal caso, la información de
este libro le brindará algunas herramientas muy útiles para ayudar a su hijo con TEA
a comunicarse y aprender, y a su vez le ayudarán a usted a disminuir su frustración
(¡y también la de su hijo!). Esto se debe a que está basado en décadas de
investigación y práctica clínica con niños pequeños que padecen TEA, experiencias
que nos han informado sobre cómo y por qué una buena intervención temprana
funciona. El uso de nuestras técnicas mejorará cuando sepa lo que estas estrategias
involucran, por lo que este capítulo supone el fundamento del resto del libro.
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Formas en que los niños pequeños aprenden
Si hace memoria, puede que haya visto los inicios del autismo de su hijo cuando
este aún era un bebé. En algunos niños, las diferencias de conducta se pueden
notar sin dificultad; en otros, las
“A los nueve meses de edad sabía que diferencias son sutiles y se pasan
algo pasaba con mi hija. La podía dejar por alto con facilidad. Aun así, otros
horas en su saltarina y ella solo se niños con TEA no parecen tener
quedaba en las nubes y veía televisión. ninguna dificultad durante el primer
¿Qué bebé hace eso? Parecía estar año de infancia, sin embargo, más
perfectamente bien no teniendo ninguna adelante comienzan a desarrollar
interacción conmigo. Hojeaba libros, veía los síntomas del autismo. En unos
1Osterling,J., y Dawson, G. Early recognition of children with autism: A study of birthday home
videotapes. [Reconocimiento temprano de niños con autismo: un estudio de videos familiares del
primer cumpleaños]. Journal of Autism and Development Disorders, 24 247-257, 1994. Véase
también Palomo, R., et al.Autism and family home movies: A comprehensive review. [Autismo y
videos familiares: un análisis completo]. Journal of Developmental and Behavioral Pediatric, 25 (2,
Suppl.), S59-S68, 2006.
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colega Osterling observaron que entre los 8 – 12 meses de edad, estos bebés en
su conjunto pasaron menos tiempo mirando a otras personas, respondieron menos
a los intentos de sus padres para captar su atención (llamándolos por sus nombres)
y no emplearon los primeros gestos (como apuntar) que generalmente usan los
bebés antes de desarrollar palabras y que los ayudan a progresar hacia el habla.
Por consiguiente, el modo en que estos bebés experimentaron su entorno fue muy
diferente al de la mayoría de los bebés; pasaron menos tiempo concentrados en
otras personas y tuvieron muchas menos experiencias de comunicación. Esto es
importante, porque durante el periodo entre la lactancia y los primeros dos años de
vida el cerebro cambia rápidamente, absorbiendo información y siendo moldeado
por esta. El cerebro de los bebés no está programado en su totalidad por los genes;
este se desarrolla con rapidez y cada experiencia que el bebé tiene afecta su
conexión cerebral y crea más circuitos que pueden llevar mayor cantidad de
información de manera más eficiente. Como expresan los científicos, existe mucha
plasticidad cerebral durante los primeros años de vida.
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Los estudios señalan que la intervención temprana aumenta las habilidades de
juego de los niños, sus capacidades cognitivas (CI), su habla y lenguaje y su deseo
de interacción social. Además, aumenta sus habilidades sociales y disminuye los
síntomas del TEA y sus problemas de conducta. También les ayuda a aprender más
rápidamente y a participar de mejor forma en todos los aspectos de la vida, tanto en
el hogar como en la escuela y la comunidad. Algunos estudios han descubierto que
hasta el diagnóstico cambia para algunos niños como resultado de la intervención
temprana: los niños que reciben intervención pueden presentar una disminución en
los síntomas del autismo. Esto permite que muchos de ellos puedan asistir al mismo
jardín, kínder y primero básico al que asisten los niños neurotípicos; desarrollar
mejores habilidades de conversación y juego; y desarrollar relaciones más
complejas con sus pares. Los cambios positivos no ocurren únicamente en unos
pocos niños que han recibido intervención temprana. Todos los niños que reciben
intervención temprana salen beneficiados, no obstante, en algunos los cambios son
más rápidos y mayores que en otros.
Algunos estudios sobre el aprendizaje infantil nos han ayudado a entender por qué
la intervención temprana es tan efectiva. A continuación presentamos algunos datos
sobre cómo aprenden los bebés y niños entre 1 y 2 años de edad.
Durante los últimos 30 años, los científicos han descubierto que hasta los bebés
muy pequeños se encuentran sumamente involucrados en el proceso de
aprendizaje y que saben mucho más de lo que pensábamos. Los bebés son como
mini científicos: desarrollan ideas sobre cómo funciona el mundo que los rodea y las
ponen a prueba usando sus cuerpos y sentidos. Absorben información a partir de
todas sus experiencias y la utilizan para mejorar sus ideas respecto a la manera en
que el mundo funciona. Por ejemplo, los científicos han descubierto que los bebés
poseen un conocimiento rudimentario sobre física, cantidad y otras propiedades
físicas, y que utilizan este conocimiento para experimentar en el mundo a su
alrededor. Desde su nacimiento, los bebés en realidad tienen la capacidad de oír y
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producir todos los diversos sonidos del habla que componen la totalidad de las
lenguas habladas en el mundo, una capacidad que se pierde a lo largo del tiempo
en el caso de las lenguas a las que el niño no es expuesto (esto explica por qué
desarrollamos acentos cuando aprendemos nuevas lenguas ya de adultos). A partir
de su nacimiento, los bebés pueden reconocer voces y rostros familiares. Llegan al
mundo preparados para interactuar con las cosas y personas, y para descubrir este
mundo y aprender de él. Dada la naturaleza activa del aprendizaje infantil, es
importante considerar lo siguiente:
Ahora, comparemos a este niño con un niño pequeño que padece TEA. Este
despierta y también comienza a jugar en la cuna, pero su forma de jugar es
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diferente. Puede que ignore los juguetes y en cambio se fascine con la forma en
que la luz pasa a través de las aberturas de las cortinas. Puede que incline su
cabeza de un lado a otro para experimentar con la luz, notando cómo cambia con
sus movimientos, observando su mano y sus dedos moviéndose en la luz. Puede
que pase mucho tiempo meciendo su cabeza hacia adelante y hacia atrás
observándola. Es silencioso, no hace muchos sonidos. Cuando sus padres vienen
a levantarlo, no los mira para ver sus expresiones ni se voltea cuando escucha sus
voces; su atención aún está puesta en el comportamiento de la luz. También está
aprendiendo, pero en lugar de aprender sobre juguetes, sonidos del habla, caras y
personas, está aprendiendo acerca de los patrones de luz y movimiento. Ha perdido
oportunidades importantes para aprender cómo comunicarse, sociabilizar y jugar
porque no llamó a sus padres ni los miró cuando vinieron y porque para él la luz era
más interesante que los juguetes. El largo periodo de atención puesto en la luz y en
los movimientos de sus dedos y su cabeza ha impedido que fije su atención en otras
oportunidades de aprendizaje disponibles. En el cuadro de la página siguiente se
muestran algunas de las diferencias clave entre la mayoría de los niños pequeños
y aquellos con autismo.
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Algunas diferencias de aprendizaje entre niños neurotípicos
y muchos niños pequeños con autismo
Habilidades básicas para Imitan lo que otros hacen Tienen problemas para
el aprendizaje con facilidad, entienden imitar y para comprender
que los demás que su conducta afecta
responden a sus la de los demás y tienden
movimientos, gestos y
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sonidos y exploran a jugar con objetos de
objetos de muchas maneras limitadas.
maneras.
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Cuando comience a utilizar técnicas específicas de intervención temprana con su
hijo, como aquellas descritas más adelante, aprenderá técnicas para realizar las
siguientes tareas:
Muchos estudios nos han mostrado las formas únicas en que los niños con TEA
interactúan con el mundo y así nos han ayudado a entender mejor algunos de los
desafíos de aprendizaje relacionados con el TEA. La intervención temprana está
diseñada para enfocarse en estos desafíos. A continuación se muestran algunos de
los desafíos comunes de aprendizaje relacionados con el TEA:
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Atención En lugar de prestar atención a las
personas de forma natural, incluyendo
sus caras, gestos y voces, los niños con
TEA tienden a poner más atención a los
objetos y otros tipos de información no
social (luces, patrones, etc.)
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Juegos con juguetes Más que explorar muchos objetos y de
utilizarlos de manera creativa, los niños
con autismo a menudo se pueden
enfocar de forma excesiva en un
conjunto pequeño de objetos y pueden
repetir la misma acción una y otra vez.
Pueden alterarse cuando este patrón
de juego es interrumpido por otros.
Además, tienden a jugar solos con los
juguetes en lugar de hacerlo con más
personas.
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¿Por qué un niño con autismo presenta estos desafíos únicos? Esto tiene que
ver con cómo el autismo afecta el desarrollo cerebral. Existen áreas del cerebro que
están especializadas en aspectos de aprendizaje social, como el contacto visual y
las respuestas emocionales. Cuando estas áreas funcionan correctamente, el niño
se siente naturalmente atraído por las experiencias sociales y aprende con facilidad
sobre el lenguaje y las interacciones sociales. Algunos estudios han mostrado que
en los niños pequeños con autismo estas áreas clave del cerebro especializadas en
el lenguaje y la interacción social no funcionan de manera apropiada. Además,
parecen presentar menos conexiones de las que por lo general se encuentran entre
algunas regiones del cerebro, como entre las áreas sensoriales especializadas en
los sonidos, la vista y el tacto y en las áreas del cerebro especializadas en
comprender y dar sentido a los sonidos, las imágenes y el contacto físico que
experimentamos. Esto sugiere que un niño con autismo percibe a la gente y los
objetos del entorno, pero le resulta difícil dar sentido a esas experiencias, en
particular a aquellas que están relacionadas con el aprendizaje social y la
comunicación.
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influyen en el desarrollo fetal durante el periodo prenatal y el periodo próximo al
parto. Tales factores incluyen la edad avanzada de los padres al momento de la
concepción, infecciones de la madre (especialmente gripe) durante el embarazo,
complicaciones durante el parto (tales como dificultades respiratorias), parto
prematuro y bajo peso del niño. Estos factores por sí solos no causan autismo, sino
que se relacionan con un riesgo mayor respecto a muchos tipos de problemas de
desarrollo. No obstante, las probabilidades de padecer autismo pueden ser mayores
si ya existe un riesgo genético. Para más información sobre las causas del autismo
y otras investigaciones acerca de este, le invitamos a visitar el blog oficial del sitio
Autism Speaks (https://www.autismspeaks.org/blog) e ingresar en la sección “Science”.
Los niños pequeños con TEA son muy capaces de aprender. Forman apegos
sociales con los miembros de su familia y responden bien a las estrategias de
enseñanza que consideran sus estilos únicos de aprendizaje. Estos niños pueden
superar muchos de sus desafíos y convertirse en aprendices creativos, motivados
y que se involucran socialmente. Los capítulos restantes de este libro le mostrarán
cómo puede ayudar para que esto sea una realidad para su hijo.
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cuando esta es entregada por terapeutas capacitados. Por ejemplo, en el año 2011
la agencia federal estadounidense dedicada a la evaluación de bases de evidencia
para tratamientos (La Agencia para la Investigación y la Calidad del Cuidado de la
Salud) publicó una revisión sistemática de intervención intensiva temprana para
TEA. 2 En esta revisión se incluyeron 34 ensayos clínicos de intervención temprana.
La agencia concluyó que la evidencia muestra que la intervención conductual
intensiva temprana da lugar a mejores resultados cognitivos y del lenguaje. Un
hallazgo de muchos de estos estudios fue que los niños mostraron mejores
resultados cuando sus padres habían aprendido a utilizar estrategias en sus
hogares, las que se asemejaban a las empleadas por los terapeutas durante la
intervención temprana.
2Warren, Z., et al. A systematic review of early intensive intervention for autism spectrum disorders,
Pediatrics 127, e1303-e1311, 2011. [Una revisión sistemática de la intervención intensiva temprana
para trastornos del espectro autista].
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estrategias de intervención afirman sentirse más felices, menos estresados, más
optimistas y empoderados.
3Vismara,L.A., et al. Can one hour per week of therapy lead to lasting changes in young children with
autism? Autism, 13, 93-115, 2009. [¿Puede una hora de terapia a la semana llevar a cambios
duraderos en niños pequeños con autismo?] Autismo, 13, 93-115, 2009.
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1. Crear interacciones entretenidas y satisfactorias entre sus hijos y ellos
2. Ayudar a desarrollar el lenguaje de sus hijos enfatizando el poder social de
los primeros sonidos que hacen los niños
3. Aumentar las habilidades de comunicación no verbal y de imitación de sus
hijos
4. Desarrollar el interés de sus hijos por una amplia gama de juguetes y
desarrollar sus habilidades en los juegos sociales con juguetes
enseñanza especiales. Estos eran padres padres les gustaría tener con sus
que trabajaban que ya pasaban cuanto hijos. Una vez que aprendí lo
tiempo podían cuidando a sus hijos y básico, fue fácil incorporarlo en
jugando con ellos. Aprendieron a utilizar el todo. Esto nos proporcionó muchas,
tiempo que tenían con sus hijos de una muchas oportunidades de
forma más enfocada. aprendizaje y a su vez nos dio
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Después, el estudio examinó cómo el uso de estas técnicas por parte de los
padres afectó a los niños. Antes de que los padres comenzaran a aprender las
técnicas, los niños en el estudio casi no empleaban ningún sonido que se asemejara
a alguna palabra. Sin embargo, una vez que los padres empezaron a utilizar las
técnicas de intervención de forma regular en sus hogares, la mayoría de los niños
comenzaron a intentar decir palabras para comunicarse y no solo a imitar o hacer
eco de estas. Lo mismo se observó en cuanto a las imitaciones de los niños: estas
aumentaron paulatinamente una vez que los padres comenzaron a utilizar las
técnicas de intervención en casa.
Además, los padres eran igual de competentes que los terapeutas en ayudar a
sus hijos a aprender a utilizar palabras e imitar. Esto demuestra que los padres que
aprenden a emplear técnicas de intervención pueden ser tan eficaces como los
terapeutas capacitados para enseñar a sus hijos nuevas habilidades fundamentales
para el aprendizaje y para proveer andamiaje cuando sus hijos utilicen sus nuevas
habilidades.
En este libro, describimos un conjunto de estrategias de fácil uso que los padres
y otros cuidadores pueden emplear a lo largo de sus actividades diarias habituales
con sus hijos para ayudarles a involucrarse, comunicarse y aprender. Usted puede
hacer uso de estas estrategias durante los tiempos de juego, la hora del baño, las
comidas, realmente en cualquier momento que esté con su hijo. Esto garantiza que,
al igual que los niños neurotípicos, su hijo con autismo esté aprendiendo a cada
minuto del día, no solo mientras participa en un programa de intervención. Las
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estrategias que ofrecemos en este libro están basadas en el Modelo Denver de
Inicio Temprano4.Estas se centran en ayudar a los niños a involucrarse activamente
en el aprendizaje y la comunicación por medio del reforzamiento de las habilidades
fundamentales del aprendizaje social: la imitación, la distribución de la atención, la
iniciación de la comunicación mediante gestos, utilizando sus voces y cuerpos para
hablar, y cómo aprender a jugar con otras personas de varias maneras con juguetes.
Las estrategias que ofrecemos en este libro son unas que ayudan a los padres y
otros cuidadores (¡como también a los terapeutas!) a desarrollar estas habilidades
al hacerse compañeros de juego de sus niños durante sus actividades de juegos
preferidas y durante las rutinas de cuidado típicas. Los padres e hijos desarrollan
juegos recíprocos entretenidos durante estas actividades y rutinas. Las estrategias
que le enseñaremos le ayudarán a encontrar actividades de juego divertidas que
tanto usted como su hijo podrán disfrutar. Le enseñaremos cómo proporcionar
andamiaje para la atención y el aprendizaje de su hijo durante las actividades de
juego y cuidado al seguir los intereses del niño y al ayudarle a experimentar más
oportunidades de aprendizaje. En los capítulos restantes de este libro, discutiremos
estas técnicas de intervención una por una.
Sin embargo, antes de que termine este capítulo, revisemos algunos de los
puntos clave que hemos abordado:
4Rogers S. J. y Dawson, G. (2015) Modelo Denver de atención temprana para niños pequeños con
autismo. (2da Ed.). España: Autismo Ávila.
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tiempo enfocados en objetos en comparación con otros niños. Esto limita sus
oportunidades de aprendizaje social y comunicación.
Los padres pueden ayudar a que sus hijos con TEA aprendan llevando su
atención hacia oportunidades de aprendizaje importantes, exagerando sus
acciones y su habla y proporcionando juguetes apropiados. Esto es lo que
denominamos andamiaje. Este ayuda a proporcionar muchas oportunidades
de aprendizaje.
La intervención temprana en niños pequeños con autismo puede mejorar su
aprendizaje, manera de jugar, comunicación y capacidades sociales.
También puede ayudar con conductas problemáticas, como pataletas y
agresión.
Algunos estudios han mostrado que los niños con autismo están involucrados
emocionalmente con sus padres y otros familiares, pero que pueden
demostrarlo de manera diferente a como lo hacen los niños neurotípicos.
Los niños con autismo tienen dificultad para hablar y utilizar gestos y
expresiones faciales para comunicar sus necesidades y deseos a sus padres.
Por lo general, es necesario que se les enseñe cómo utilizar gestos tales
como apuntar.
Los niños con TEA no imitan a otros con facilidad, pero se les puede enseñar
a hacerlo, lo que les permite aprender sobre otros.
Si bien los niños con autismo se sienten atraídos por objetos, puede que no
sean habilidosos jugando con juguetes en formas variadas y adecuadas.
Pueden ser muy buenos haciéndolos funcionar, pero su manera de jugar con
ellos tiende a ser muy repetitiva. La intervención les ayuda a aprender a jugar
con muchos juguetes de manera eficaz, sociable y creativa.
Los padres pueden aprender a utilizar estrategias de intervención con sus
hijos. De hecho, son capaces de dominar las técnicas igual de bien que los
terapeutas capacitados.
Los niños cuyos padres utilizan estrategias de intervención en el hogar
tienden a retener las habilidades que aprendieron. Cuando los padres utilizan
estrategias de intervención en sus hogares, refuerzan el aprendizaje de sus
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hijos en otros programas de intervención, de manera que los niños son
capaces de recordar las habilidades que han aprendido y de utilizarlas en
diferentes situaciones.
Las intervenciones mediadas por padres pueden ayudar a que estos se
sientan más felices, menos estresados y más optimistas. Cuando los padres
aprenden a utilizar las estrategias de intervención con sus hijos, tienen una
actitud más positiva, se sienten empoderados y presentan menos
probabilidades de deprimirse.
Las intervenciones mediadas por padres no requieren de equipo especial ni
horas especiales de “enseñanza” para trabajar con el niño. Los materiales
necesarios para realizar intervenciones en el hogar consisten en juguetes y
otros materiales de juego sencillos. Las estrategias se emplean durante las
actividades diarias, tales como la hora de baño, las comidas y los juegos en
casa y al aire libre.
La mayoría de las intervenciones mediadas por padres destacan la
importancia de las emociones positivas y una relación feliz entre padres e
hijos para promover el aprendizaje. Los estudios han señalado que la relación
social padre-hijo es el fundamento para el aprendizaje y la comunicación.
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Parte II
Estrategias Diarias
Involucrarse, Comunicarse y
Aprender
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4
Entre en el foco de atención
atención a otros
Hay muchas cosas que los niños pequeños aún no pueden hacer, pero algo que sí
hacen muy bien es prestar atención a su entorno y aprender de lo que ven. Los
bebés ven con bastante claridad poco después de su nacimiento y aprenden mucho
sobre el mundo, la gente y los objetos que los rodean al verlos actuar. También son
sorprendentemente buenos para observar patrones en las acciones de las personas
y los objetos a su alrededor. Los bebés aprenden a esperar que la gente se mueva
y actúe de manera usual y se sorprenden e intrigan con los eventos inesperados.
De hecho, le prestan más atención a lo inesperado que a lo rutinario y predecible
de manera que pueden descifrar cosas nuevas.
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pequeños prefieren observar a las personas e interactuar con ellas por sobre
cualquier otra actividad. Sus cerebros están programados de tal manera que
observar a otras personas e interactuar con ellas constituyen las actividades más
placenteras de todas (suponiendo que no estén hambrientos, fatigados ni
incómodos).
Sin embargo, los niños pequeños con trastornos del espectro autista (TEA) no
muestran un interés tan fuerte en observar a las personas e interactuar con ellas
como otros niños. ¿Por qué será esto? Existen dos diferentes explicaciones posibles
que usted puede encontrar en materiales de lectura. La primera sugiere que los
niños con autismo tienen más dificultad que otros para comprender imágenes y
sonidos complejos e impredecibles y, sin duda, las interacciones sociales son
complejas y a veces impredecibles; estas implican que un niño pequeño dé sentido
a las expresiones faciales, al habla, a los sonidos y gestos. Los objetos, por otro
lado, son más predecibles y generalmente menos complejos que las personas.
Cuando un niño pequeño realiza alguna acción sobre un objeto, este tiende a
responder de manera más segura y predecible. El niño puede hacer que el objeto
repita la misma acción una y otra vez. Las personas actúan de forma espontánea y
más variable; no responden siempre de la misma manera. Cuando estas tratan de
interactuar con un niño pequeño, a veces pueden ser muy estimulantes. Puede que
hablen muy rápido y con mucha emoción, lo que crea muchos sonidos que el niño
debe procesar de una sola vez. Las personas también pueden moverse y hacer
gestos durante las interacciones, expresándose con sus manos y cambiando
rápidamente sus expresiones faciales para adaptarse al modo y tono de la
conversación. En ocasiones, toda esta información puede ser demasiado
estimulante para el niño, quien en tales circunstancias podría reaccionar con
pataletas o alejándose. Este solía ser un modo muy popular de entender el autismo,
sin embargo, algunos estudios sugieren que esta perspectiva no es la forma más
exacta para entender la poca atención que los niños pequeños prestan a otras
personas.
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La otra línea de pensamiento sugiere que desde el principio los niños pequeños
con autismo se encuentran en menor sintonía con los demás. Esta línea de
razonamiento comienza con el descubrimiento científico de que normalmente los
niños llegan al mundo predispuestos a preferir observar a las personas e interactuar
con ellas por sobre cualquier otra cosa. Como sucede con cualquier otra cualidad,
algunos niños tienen menos desarrollada que otros esta “atracción” innata. En el
autismo, esta preferencia innata por las personas parece ser menor. Debido a que
las personas no son tan interesantes, el mundo físico puede llamar mucho más la
atención de estos niños que de aquellos que sienten una atracción innata muy fuerte
por las personas. Nótese que la conclusión final de ambas teorías es que los niños
con autismo de alguna manera encuentran más interesante interactuar con objetos
que con personas, a diferencia de la mayoría de los niños.
Cuando los niños pequeños no prestan mucha atención a las personas que cuidan
de ellos, pierden oportunidades de aprendizaje muy importantes. Para poder
aprender, los niños necesitan prestar atención a todo lo que hacen las otras
personas: sus movimientos físicos, su lenguaje corporal, sus expresiones faciales y
palabras. Aquello que los niños muy pequeños aprenden sobre la comunicación, las
emociones, el lenguaje y la interacción social lo obtienen a partir de muchas
experiencias individuales al observar a otras personas, imitarlas e interactuar con
ellas. Si no pasan mucho tiempo en sintonía con sus padres u otras personas, es
decir, si no pasan mucho tiempo concentrados en sus caras, voces y acciones, su
aprendizaje podría atrasarse, especialmente su aprendizaje sobre la comunicación
y el juego social. Para aumentar su ritmo de aprendizaje, debe aumentar su atención
hacia las otras personas. La atención enciende un foco sobre las personas que las
ilumina y destaca sus acciones, su habla y sus emociones, las que son tan cruciales
para el aprendizaje social. En resumen, prestar mayor atención a los demás
equivale a más oportunidades para aprender de ellos.
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“Como padre, esta fue la parte más motivante del modelo (ESDM). Es lógico que
un niño pueda progresar de mejor manera si se le enseña a poner más atención a
los otros lo antes posible; esto le dará más oportunidades para aprender cosas
por medio de esas observaciones. Además, resulta alentador trabajar con un niño
que te observa y te presta atención. De todo lo que aprendí, las técnicas de esta
área fueron las que más utilicé y las que encontré más provechosas.”
En las siguientes páginas, describimos cómo llevar a cabo cada uno de estos
pasos, le damos algunas ideas de actividades para probar y le sugerimos qué
puede hacer para solucionar los problemas que puedan surgir.
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Paso 1.Identifique qué se encuentra en el foco de atención de su
hijo
La mayoría de los niños pequeños con TEA están interesados en objetos y juguetes
y pasan gran parte de su tiempo manipulándolos y jugando con ellos. Si este es el
caso de su hijo, entonces probablemente le resultará fácil encontrar materiales
interesantes para jugar. Los niños pequeños a menudo se entusiasman mucho por
obtener objetos, manipular sus objetos favoritos, crear efectos interesantes con
estos objetos y que los ayuden a utilizar aquellos con los que disfrutan jugar. A la
mayoría además le gustan los juegos que inventan sus padres que involucran
mucha actividad física: ser zarandeados, moverse al compás de la música, correr,
saltar y columpiarse. Al incluir materiales relacionados con los intereses y
preferencias de su hijo (ya sea algún juguete favorito como los trenes, su personaje
animado favorito o alguna actividad preferida como jugar a las cosquillas) puede
crear situaciones de aprendizaje en las que es probable que su hijo le preste
atención e interactúe con usted y que, por lo tanto, aprenda de usted. Además, la
introducción de interacciones sociales en el interés de su hijo por objetos específicos
le permitirá aumentar sus habilidades sociales. De este modo, las interacciones
sociales estarán asociadas con sus actividades favoritas y le resultarán más
satisfactorias.
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aprendizaje para él. La siguiente actividad le entregará herramientas para identificar
las actividades y los materiales preferidos de su hijo. Las preguntas le ayudarán a
enfocar su propia atención en el foco de atención de su hijo.
Durante los próximos días, dedique tiempo para realmente observar a su hijo
durante estos seis tipos de actividades:
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A continuación, responda estas preguntas a partir lo observado cuando su
hijo se involucra en las actividades anteriormente mencionadas. Según cada
una de estas seis actividades:
Por ejemplo, Pablo, un niño de 26 meses, pasa todo el día con el control
remoto en su mano. Mantiene la televisión encendida y cambia los canales de
pie frente a esta o sentado en el sillón. La mayor parte del tiempo que está
despierto lo pasa frente al televisor y los intentos de sus padres para apagarlo
o quitarle el control siempre terminan en grandes pataletas.
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juguetes, las personas o cualquier tipo de actividad que realizan en su hogar,
a pesar de que hay juguetes y actividades interesantes para realizar, tomando
en cuenta a su hermana de cuatro años y a las mascotas.
“Un error que cometí fue intentar conseguirle más y más juguetes interesantes,
con la esperanza de que mi hijo aprendiera a jugar con ellos si yo le encontraba
algo que captara su atención. Fue mucho más sencillo y efectivo tomar lo que
fuera que estuviera ocupando como juguete e inventar un juego en torno a eso.
Desarrollamos juegos tan simples como “cosquillitas en el cuerpo con el
plumero”, que resultaban súper entretenidos y mucho más efectivos que
suplicarle a mi hijo que cumpliera sus metas apuntando obedientemente la
parte del cuerpo que le mencionaba. Algunos de sus juegos favoritos incluían
“¡dar giros!” (que consistía en tomarlo y hacerlo girar en círculos), saltar dentro
y fuera de la cuna y hacer correr sus autitos de juguete. Todos estos estaban
basados sencillamente en actividades del diario vivir, lo que nos permitía
agregar más y más oportunidades de aprendizaje.”
Aun si los intereses de su hijo son inusuales, son intereses y los puede
agregar a su lista. Hay algunos niños pequeños que no están muy
interesados en ningún objeto ni actividad. Para estos niños, le enseñaremos
cómo crear más juegos sociales (también llamados rutinas sociales
sensoriales) u otros tipos de rutinas cara a cara y, más adelante, cómo
desarrollar el interés de su hijo por los juegos con juguetes. En el Capítulo 5
describimos estrategias para crear esos tipos de actividades con su hijo.
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Resumen del Paso 1
____ Conozco una variedad de juguetes u objetos con los que a mi hijo le
gusta jugar.
____ Conozco algunas actividades al aire libre que le gustan a mi hijo (jugar
en los columpios, caminar, etc.).
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¿Qué hay de Pablo? Como se describió anteriormente, el único interés que Pablo
tenía por los objetos era tomar el control remoto. En un principio, la madre de Pablo
le ofreció una amplia selección de juguetes para ver si le cambiaba el control remoto
por otro objeto, pero a él no parecía importarle los otros objetos. En lugar de ello,
su mamá comenzó a pensar sobre qué efectos o acciones podría utilizar para captar
su atención ella misma. Había visto a Pablo sonreír brevemente cuando su hermana
mayor le hacía cosquillas, así que primero intentó con eso. Para su sorpresa, Pablo
se rio. En este punto, todavía no se preocupó por quitarle el control remoto; en vez,
levantaba las manos y meneaba sus dedos cada vez que decía la palabra “cosquillas”
Pablo no se alejaba, sino que de hecho se inclinaba hacia su madre a la espera de la
siguiente cosquilla. Cuando Pablo se había relajado más con el juego, aflojó el
control remoto y su madre pudo quitárselo suavemente mientras seguía haciéndole
cosquillas. Una vez fuera de su alcance, lo ocultó detrás de ella para que
permaneciera fuera de la vista del niño y así no lo distrajera del juego.
¿Qué sucedió con Matías? Matías era el niño que tenía muy poco interés en los
objetos. La mayor parte del tiempo prefería recostarse en el sillón y mirar por la
ventana. Su papá no podía encontrar cómo hacer que se interesara en los juguetes y
luego de cada intento, Matías volvía al sillón. Así que su padre intentó otra forma de
interactuar con él. La siguiente vez que Matías caminó hacia el sillón, su papá lo
95
levantó y lanzó allí. Siguió repitiendo este juego un par de veces más: ayudaba a
Matías a bajarse del sillón, alzaba sus brazos para levantarlo y lo volvía a lanzar al
sillón. Ahora el niño empezaba a comprender el juego y luego de caer al sillón
caminaba hacia su papá para que lo levantara y lanzara otra vez.
96
Paso 2. Ábrase paso hacia el “escenario”; tome su lugar
97
Aquí le entregamos algunas ideas para que usted y su hijo se
posicionen de tal manera que el aprendizaje ocurra con mayor facilidad:
98
y cara frente al rostro del niño y cerca de él, de manera que siempre
esté listo para hacer contacto visual, expresiones faciales, efectos de
sonido y pronunciar palabras clave.
99
otro lado de esta. Es mejor si la mesa es pesada, de manera que si su
hijo se apoya encima, esta no se mueva. Además, debe ser lo
suficientemente baja, que le quede a nivel de la cintura, para que así el
niño se pueda inclinar sobre ella con facilidad y pueda tener mayor
alcance de los objetos y usted. Usted puede situarse al otro lado de la
mesa o en una esquina, de manera que quede cara a cara con su hijo.
Evite jugar al lado de su hijo, ya que de esta forma al niño le resultará
demasiado difícil ver su rostro.
Sentar a su hijo en una silla alta o en un asiento para niños pequeños durante las
horas de comida facilita oportunidades para posicionarse cara a cara con él en la
mesa, especialmente si estas horas se establecen como instancias sociales. Es muy
tentador hacer que los niños coman por sí mismos mientras los padres terminan de
preparar la comida, en lugar de tener una comida en conjunto. Sin embargo, en el
caso de los niños con autismo, cada comida o colación en la mesa presenta una
oportunidad valiosa para trabajar su atención e interacción social.
100
que quiere más. Puede ser cualquier conducta sutil, una corta mirada
hacia usted, un intento de alcanzar la comida, de apuntarla, o algún
sonido o palabra, pero espere a que su hijo haga algo y luego trate
esa conducta como un intento de comunicarse con usted. Una vez que
vea o escuche algo, inmediatamente entréguele la comida mientras le
dice algo como: “¿Más? Claro, aquí tienes más”
Ofrézcale un bocado y luego anímelo a que él le dé uno a usted,
inclinándose hacia él con la boca abierta.
Ponga el vaso de su hijo en la mesa fuera de su alcance, pero que lo
tenga a la vista, sosténgalo frente a él y pregúntele si quiere antes de
dárselo. Sírvale solo un poco, de manera que lo termine rápidamente
y tenga que pedir más. Luego, cuando lo haya terminado y quiera más,
ofrezca servirle poquito más, pero espere a que se comunique antes
de darle.
Cuando ya vayan a terminar de comer, cante una pequeña canción o
dos acompañada de juegos con los dedos; ayude a su hijo a realizar
gestos que vayan con la canción, moviendo sus manos al ritmo de
esta. Las canciones son muy buenas para la construcción del
lenguaje. Sentarse de esta forma, cara a cara, es una posición muy
buena para obtener atención social y manejar la comida de su hijo
hará que su “foco de atención” esté centrado en usted.
101
durante los juegos con su hijo hasta que haya encontrado algunas formas de
llevarlas a cabo.
realizamos juntos?
___ Cuando interactuamos, mi hijo puede ver fácilmente mis ojos, mi cara,
mis acciones corporales y movimientos.
___ Me encuentro frente a él, a su nivel, cara a cara (no tengo que bajar mi
vista hacia él).
¿Qué hay de Pablo? Luego de completar la lista del Paso 2, la madre de Pablo descubrió
que gastaba más energía siguiendo a Pablo, que creando las zonas sociales apropiadas para
jugar. Uno de sus hábitos era ofrecerle objetos cuando Pablo se alejaba de ella o cuando no
la miraba. Decidió que un paso importante que tenía que dar para ayudar a que Pablo
aprendiera era adaptar el área de juego para que fuera más adecuada al tamaño de Pablo
y a su foco de atención. Colocó la mesita de café más cerca del sillón, de manera que cuando
el niño se parara sobre esta, tuviera el cuerpo más respaldado por el sillón. Esta también
era una forma más fácil de “retarlo” sin tener que obligarlo a sentarse en una silla, una
102
tarea que al niño le resultaba difícil excepto durante las horas de comida. A Pablo también
le gustaban las almohadas, así que su madre trajo unas del dormitorio y las apoyó contra la
pared para crear un área blanda y acolchada para sentarse sin tener la necesidad de
comprar un cojín tipo pera.
Finalmente, la mamá pensó en otras oportunidades a lo largo del día estando en la casa,
donde podría crear un mejor foco de atención. Durante la cena, le era difícil mantenerse
sentada porque sus otros hijos siempre querían algo del refrigerador o necesitaban ayuda
para cortar su comida. Sin embargo, en el día, durante las horas de colación cuando Pablo
y ella estaban solos, era más fácil permanecer sentada. La mamá decidió que sentaría a
Pablo frente a ella mientras se tomaba el café de la mañana como una forma de interactuar
y relacionarse con él.
También se dio cuenta de que cuando Pablo se cansaba, generalmente quería que lo
tomaran en brazos. Decidió tomarlo en brazos poniéndolo de cara a ella en lugar de ponerlo
de espalda y así aprovechar al máximo esta instancia de estar cara a cara con él, cantándole
sus canciones favoritas.
¿Qué hay de Matías? Luego de completar la lista del Paso 2, su papá pensó en más formas
de entrar en el foco de atención del niño. Dado que Matías ya disfrutaba recostarse en el
sillón, su papá podía inclinarse sobre él y establecer contacto cara a cara a medida que
comenzaba y continuaba más juegos activos. El papá creó otros juegos para realizar en el
sillón en los que Matías tenía que sentarse derecho, tales como rebotar en el sillón, que lo
tomaran en brazos para hacerlo “despegar” como un cohete y lanzarse hacia los brazos de
papá.
A medida que Matías buscaba jugar así, su tolerancia para estar sentado mejoró y su papá
incluyó libros y lo incentivaba a mirarlos con él mientras estaban sentados en el sillón. El
papá se aseguró de agregar efectos de sonidos divertidos y movimientos exagerados para
mantener entretenido a Matías. También colocó una mesa y una silla para niños en la sala
de estar y poco a poco comenzó a poner en la mesa algunos libros y otros juguetes que creía
que Matías podría disfrutar. Ambos comenzaron a moverse entre la mesa y la silla cuando
iban a la sala de estar y antes de irse al sillón. Después de algunas semanas, su papá pudo
aumentar el tiempo que interactuaban en la mesa.
103
Además, cada vez que Matías necesitaba ayuda con un objeto (como sacar algo de una
caja o abrir el paquete de algún snack), su papá lo llevaba a la sala de estar o a la mesa de
la cocina y lo sentaba antes de ayudarlo. Matías comenzó a aprender acerca de otros lugares
de la casa aparte del sillón donde se podían hacer cosas entretenidas y agradables.
Cuando se disponga a realizar una actividad de juego o de cuidado cara a cara con
su hijo, observe el foco de atención del niño e identifique los objetos del entorno que
le quiten la atención de su hijo. Una vez que los identifique, tome medidas para
minimizarlos.
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Apague la televisión a no ser que alguien realmente esté viéndola.
Mantener la televisión encendida es un poderoso imán de atención
para los niños pequeños con autismo.
Durante las actividades de juego, intente apagar las pantallas de los
computadores y televisores.
Durante el juego social, si el entorno está muy agitado y sigue
distrayendo a su hijo, vaya a otro cuarto. Una cama grande a menudo
es un lugar genial para los juegos sociales.
Durante las horas de baño de su hijo, si es posible, procure que no
haya más gente en el cuarto, de manera que se pueda involucrar más
con el niño.
Durante las comidas, si hay varios niños comiendo juntos, vea si
puede intercalar las rutinas de comida de su hijo con TEA (según lo
descrito anteriormente) con los tiempos de sobremesa con los demás
niños y adultos. Sin embargo, no sienta la necesidad de alimentarlo
solo; la mezcla de interacción social con la familia en la mesa es una
experiencia muy importante para su hijo, siempre y cuando le preste
atención a las demás personas como también a su comida.
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¿Qué hay de las otras personas?
Cuando su hijo con autismo recién está aprendiendo cómo interactuar con otras
personas y cómo prestarles atención, el hecho de que haya varias de ellas tratando
de interactuar con él al mismo tiempo que usted, puede distraerlo. Es genial cuando
varios familiares quieren jugar juntos, pero también es importante tener en
consideración el foco de atención de su hijo. Los niños neurotípicos son muy hábiles
para cambiar su atención entre diversas personas y actividades, pero los niños con
TEA tienen dificultad incluso para prestar atención a una sola persona y usted está
poniendo mucho esfuerzo en desarrollar esa capacidad para ayudarle a aprender.
Las interacciones sociales son las herramientas de enseñanza más importantes que
usted posee y tiene la necesidad de proteger y aumentar las interacciones que su
hijo tiene con sus padres, hermanos y otros seres queridos, y la atención que les
presta. Al principio, es conveniente mantener el foco de atención en una persona a
la vez. Si otros intentan interactuar con su hijo al mismo tiempo que usted, desviarán
la atención que le está prestando. Cuando nadie tiene el control de su foco de
atención, el aprendizaje no puede ocurrir. Por lo tanto, incentive a los demás a que
interactúen con su hijo uno a la vez y que no interrumpan la atención e interacción
que su hijo tiene con otra persona del grupo. Más adelante, a medida que la
capacidad de su hijo para prestar atención a otras personas mejore, averigüe si es
capaz de cambiar su atención de una persona a otra e interactuar con ambas. Esta
también es una habilidad importante; es la manera en que las familias interactúan
como grupo.
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Pero, mientras tanto, aquí le damos algunas ideas de cómo manejar las
interacciones múltiples:
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experimentar con ellas durante las actividades de juego y cuidado hasta que
haya encontrado métodos que le acomoden.
los distractores?
___ He tenido éxito en cambiarnos de lugar con mi hijo para evitar los
distractores.
___ Cuando otros quieren participar con nosotros, los he ayudado con la idea
de esperar y tomar turnos, en lugar de interrumpir y desviar la atención de mi
hijo.
¿Qué hay de Pablo? Para los padres de Pablo, los distractores eran el control
remoto y la televisión. Por mucho que intentaban interesarlo por sus juguetes o
actividades físicas, la atención que el niño ponía en la televisión les impedía entrar
en su foco de atención. Sin embargo, se dieron cuenta que durante las horas de baño
él disfrutaba apretar los juguetes de baño para que lanzaran chorritos de agua.
108
También le gustaba cuando sus padres le ponían burbujas de champú en sus manos
y su guatita. Agregaron un par de juguetes de baño que nadaban cuando se les daba
cuerda, algo que al niño le encantaba y cada vez que se les acababa la cuerda él se
los pasaba para que los volvieran a hacer funcionar. Probaron soplarle burbujas, lo
que también disfrutaba mucho, golpeándolas y contemplándolas con una gran
sonrisa, expectante.
Todas estas observaciones hicieron que los padres de Pablo se dieran cuenta de
que él sí disfrutaba jugar con las personas y los juguetes, por lo que decidieron tomar
mayor control del televisor y control remoto. Tomaron la decisión de mantener el
televisor apagado durante las comidas, la hora del baño y temprano en la mañana.
También comenzaron a vestirlo y mudarlo en la cama del dormitorio que compartía
con su hermano (en vez de hacerlo frente al televisor) a primera hora en la mañana
y en la tarde antes de bañarlo y ocupaban estas instancias para jugar en la cama.
Además, su padre se sentaba a la mesa con él durante el desayuno y su madre se
sentaba a su lado durante la cena. Tomaron más control de su comida y sus bebidas,
dándoselas de a poquitos para que tuviera que pedirlas con más frecuencia.
Adicionalmente, crearon instancias de interacción social durante las comidas,
haciendo que el niño ayudara a pasar cosas, que les diera pedacitos de comida y que
los ayudara a limpiar la bandeja de su sillita antes de que terminara de comer.
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Una noche, después de que Pablo se había dormido, pusieron el control remoto en lo
alto de un armario. Tomaron más control del televisor, manteniéndolo encendido por
una hora en la mañana, una hora antes de la cena y una hora en la tarde antes de
bañar a Pablo. Pusieron un temporizador de cocina para esas horas. Cuando sonaba
el temporizador, enchufaban y encendían el televisor y volvían a poner el
temporizador por una hora. Cuando volvía a sonar, apagaban el televisor y lo
desenchufaban.
La primera mañana, Pablo buscó por mucho rato el control remoto. Se enojó
mucho cuando no pudo encontrarlo. Después del desayuno, su madre encendió el
televisor por una hora, mientras se vestía y se alistaba para comenzar el día, y cuando
sonó el temporizador, ella ya estaba lista con el coche y el abrigo de Pablo. Apagó
el televisor e inmediatamente le puso el abrigo y se fueron al parque. Pablo se puso
a llorar cuando su madre apagó el televisor, pero se distrajo con la ida al parque, lo
que además les permitió tener horas de diversión en los columpios. Cuando llegaron
a casa, su madre lo mudó en la cama, luego lo puso en su silla a la mesa para que
comiera un snack y se sentó para tomarse una taza de café. Puso algunos juguetes en
la mesa mientras él comía, un puzle y un libro, y con estos logró captar su atención
por más tiempo del que esperaba. Él hizo una pataleta porque quería ver televisión,
pero ella dejó que se le pasara y después de su snack se fueron al dormitorio del niño
para jugar a los zarandeos en la cama y luego con unos juguetes en la alfombra.
110
Esta era la nueva rutina del hogar y después de algunos días Pablo dejó de buscar el
control remoto y comenzó a mostrar mucho más interés por jugar con sus padres (con
juguetes, estando a la mesa y durante la hora de baño). Mamá y Papá habían trabajado
arduamente para encontrar una forma de eliminar la competencia del control remoto y el
televisor, pero pronto se dieron cuenta que no podían competir directamente con esas fuertes
atracciones; tenían que eliminar la competencia por completo. También tuvieron que
soportar las pataletas y llantos que sabían que ocurrirían durante los primeros días, pero al
sustituirlos por otras actividades que su hijo disfrutaba y sacarlo del living, superaron la
peor parte. Así, día tras día, Pablo se ajustaba a la nueva rutina.
«Mi hijo nunca tuvo mucho afecto por la televisión, pero cuando tenía 3 años encontré que era
conveniente en cierta forma. Tenía grandes libros ilustrados que mostraban objetos, personas,
expresiones faciales y otras cosas que a menudo utilizábamos para practicar su capacidad de
apuntar. Parecía un complemento lógico ver ciertos segmentos de televisión cuidadosamente
seleccionados y hablar sobre qué emociones mostraban los personajes, haciendo comentarios
tales como “¿Está feliz?” y “¿Cuál está triste?”, luego “¿Por qué está triste?” ¡La recompensa
por involucrarse y conversar era que pudiese ver su programa favorito! »
111
Actividad: Identifique las señales de su hijo sobre el nivel de
proximidad con el que se siente cómodo
Durante las actividades cara a cara que esté utilizando del Paso 2,
preste atención a la proximidad que tiene con su hijo y a cómo él
reacciona ante esta proximidad. La mayoría de los padres cuando
juegan con un niño pequeño se encuentran a una distancia suficiente
para tocar su rostro. Esta es una distancia natural para mantener
cuando se habla, juega y comparte emociones con un niño pequeño.
La mayoría de los niños pequeños con TEA pueden mantenerse
cómodos con este nivel de cercanía, aunque puede que su hijo
necesite un tiempo para acostumbrarse a mantener una distancia
menor, si esta difiere de la que usted generalmente ocupa cuando
interactúa con él.
Si su hijo se voltea y aparta la mirada de usted constantemente (esto
se denomina evitación del contacto visual), ¡retroceda y observe
112
cómo responde! Retroceder va contra los instintos de la mayoría; la
tendencia natural es acercarse o tomar la cara del niño o hacer algo
para llamar su atención. Sin embargo, algunos niños necesitan más
distancia para disfrutar la interacción cara a cara. Si ve que su hijo
aparta la mirada hacia otro lado cuando usted se acerca, retroceda a
donde estaba antes de que mirara a otro lado. Vea si puede reanudar
sus interacciones sin provocar evitación del contacto visual. Si no
puede, retroceda un poco más e inténtelo nuevamente.
Algunos niños son más volubles que otros y pueden cambiar sus
reacciones muy rápidamente durante una actividad. Por un minuto,
puede parecer que disfrutan su cercanía durante una interacción y
luego cambiar repentinamente a un estado de ánimo menos positivo,
incluso si la actividad y la participación que usted tenía eran las
mismas. Si el estado de ánimo de su hijo cambia rápidamente de feliz
a infeliz o al revés, o si se demora un poco en “entrar en calor” para
realizar una actividad, es recomendable que usted se mueva alrededor
un poco. Piense qué acciones o efectos de la actividad su hijo podría
disfrutar más y muéstreselos desde una distancia ligeramente mayor.
113
Lista de actividades: ¿Me encuentro en la zona de confort
____ Mi hijo no está mirando activamente hacia otro lado o echándose hacia
atrás.
____ A veces, mi hijo dirige su mirada hacia mí y hacia las acciones que
realizo.
¿Qué hay de Matías? Cuando recién conocimos a Matías, su principal interés era
echarse en el sillón para mirar por la ventana. Su papá desarrolló varios juegos
físicos activos para interactuar con él, pero igual le tomaba mucho esfuerzo mantener
una interacción continua. Matías sonreía y reía cuando lo tiraban al sillón o cuando
su papá lo paseaba por el cuarto mientas jugaba al “avioncito” con él, pero no
siempre continuaba con la actividad ni buscaba activamente a su papá para seguir
jugando. El papá sentía que a veces podía tomarlo o dejarlo. Entonces, ¿cómo podía
generar más emoción en Matías?
Para resolver este siguiente paso, el papá comenzó a experimentar con la zona de
confort social para ver de qué manera unos cambios leves en su propio
posicionamiento podrían afectar a Matías. Comenzó observando las diferencias en
cómo Matías reaccionaba ante la proximidad y lejanía del rostro de su padre
mientras lo hacía saltar en el sillón o le daba vueltas por el cuarto. Cuando estaba
cerca, a veces Matías alejaba el rostro de su padre, pero cuando el padre lo bajaba
al suelo y se reclinaba o echaba para atrás, Matías tendía a seguirlo con la mirada.
114
La atención de Matías hacia su padre resultaba más evidente cuando este retrocedía
unos pasos del sillón para sentarse en el piso. Matías se bajaba del sillón y corría
hacia su papá para que lo levantara por los aires. Él siguió experimentando con la
distancia física entre ambos y descubrió que en el caso de los juegos físicos, era mejor
mantener más distancia. Esto parecía despertar más los esfuerzos de Matías para
buscar a su papá y continuar el juego. Lo mismo sucedía cuando jugaban al avioncito
o a dar vueltas por el cuarto. Resultaba más probable que Matías alzara la vista y
los brazos en respuesta a los brazos abiertos de su padre cuando este se detenía para
ponerlo en el piso y retrocedía unos cuantos pasos, que cuando se agachaba justo
frente al rostro del niño para llamarlo. Pasaba lo mismo cuando Matías se hartaba
de alguna actividad. El papá se dio cuenta de que un poco de espacio extra lo
ayudaba a interpretar si Matías estaba realmente cansado de un juego, porque él no
lo seguía, sino que miraba hacia otro lado del cuarto. Entonces, el papá podía
confirmar que Matías estaba “listo” con una actividad y seguir la mirada del niño
para ver a qué quería jugar ahora. El padre se sentía más capaz de entender los
intentos de su hijo para comunicarse y de inventar más juegos interactivos para que
el niño participara.
Es muy común que los padres interactúen con sus hijos creando una nueva
actividad y proponiéndoselas cuando ellos ya están concentrados en otra
cosa. El niño con autismo podría estar ocupado abriendo y cerrando una
puerta o haciendo andar un autito hacia adelante y atrás, y cuando la madre
o el padre lo interrumpen para proponerle una actividad que no se relaciona
con la que está realizando, él podría ignorarlos o incluso molestarse y
enojarse. Esto puede hacer que el padre se sienta un fracaso o al menos
hacerlo sentirse frustrado por la falta de atención e interés del niño por la
nueva actividad. En lugar de intentar llevar la atención de su hijo hacia algo,
en este paso practicará cómo seguir el foco atencional de su hijo.
115
Fundamento: Seguir la atención de los niños como una forma de
enseñarles puede parecer “poco natural” o que está haciéndolo “al revés”.
Estamos muy acostumbrados a enseñarles indicándoles las cosas y
dirigiéndolos, sin embargo, muchos estudios nos han enseñado que los
niños, en particular los niños pequeños que se encuentran en los años de
aprendizaje del lenguaje, aprenden el lenguaje con mayor facilidad si los
padres y las otras personas siguen su atención y les hablan sobre aquello en
lo que ya están enfocados. Desviar su atención hacia otras cosas interrumpe
su concentración y arriesga que se pierda todo. Las siguientes actividades
utilizan las cuatro técnicas principales que empleamos en el modelo ESDM
para seguir la atención de los niños. Estas son habilidades de enseñanza
fundamentales que utilizará una y otra vez a medida que siga los capítulos,
así que practíquelas hasta que le resulten fáciles y naturales de utilizar.
Un buen punto para comenzar es la escucha activa. Puede que conozca este
concepto por otros contextos y, de ser así, sabe que significa escuchar, realmente
escuchar lo que la otra persona está diciendo y esforzarse por entender lo que la
persona desea comunicar. Con otros adultos, intentamos entender escuchando y
haciendo preguntas para clarificar el mensaje, replanteando lo que hemos oído y
entregando comentarios de apoyo. Cuando somos oyentes activos de un niño
pequeño que está jugando, nos posicionamos frente a él para que sea fácil
intercambiar miradas, observamos lo que está haciendo para así entender sus
116
metas, narramos sus acciones, realizamos comentarios de admiración y agregamos
efectos de sonido o dramatizaciones (redoble de tambores, ovaciones, etc.)
También podríamos ayudar al niño, recogiendo un juguete que se le haya caído o
acercándole algo que quiere. Además, podríamos imitar las acciones del niño con
otro objeto.
Actividad: Narre
117
acción que está mostrándole.)
Por ejemplo, si el niño está
recogiendo un trencito de
Consejo útil
juguete del suelo, usted puede
Si narrar no le resulta natural, pretenda que es un decirle: “¡Es un tren!”. Cuando
comentarista deportivo diciendo en voz alta jugada el niño lo haga andar, puede
tras jugada mientras observa jugar a su hijo. Haga decir: “¡chuchuchu!” y ayudarlo
comentarios acerca de los objetos y las acciones que a hacerlo andar. Si el niño toca
usted y él usan cuando juegan. ¡Utilice frases cortas! con su dedo una rueda, puede
También puede ofrecer juguetes tentadores con efectos especiales, con los
que su hijo necesitará ayuda para hacerlos funcionar, como darle cuerda a un
juguete que da vueltas.
119
Actividad: Imite las
acciones de su hijo Consejo útil
Consejo útil
Algunos niños se pueden enojar la primera vez que alguien se une a sus juegos y
manipula los objetos con los que juegan. Están acostumbrados a jugar de cierta manera
y pueden resistirse al cambio que ocurre cuando otra persona se une a jugar. Si su hijo
reacciona de manera negativa a sus intentos de unirse, ¡no se preocupe!, solo necesita
acostumbrarse a su participación. Vuelva a posicionarse frente a su hijo dentro de su
zona de confort social y utilice solo las técnicas de escucha activa y narración por algunos
días. Mantenga estas técnicas hasta que su hijo se vea bastante cómodo. Luego
comience a ocupar la siguiente técnica, la de ayuda. Manténgala por algunas actividades
y después, de vez en cuando, proceda con la imitación.
120
Posicionarse frente a su hijo e imitarlo atraerá casi de seguro su atención. Si su hijo
está tratando de meter un bloque en una caja, entrégueselos uno por uno (ayuda) y
también meta algunos usted mismo (imitación). Si su hijo está golpeando una
cuchara en la bandeja de la sillita, tome otra cuchara y golpéela al ritmo mientras
está ubicado frente él, diciendo: “pum, pum, pum” (narración). Es muy probable que
vea cómo su hijo enfoca su atención hacia usted. Esta estrategia de imitar el juego
de su hijo ayuda a redirigir su atención y hace que tome conciencia de usted como
socio de juego. Al unirse a la actividad que su hijo está realizando y al narrar a
medida que lo hace, está convirtiendo un solo en un dueto.
Acabamos de hablar sobre cuatro técnicas para seguir los intereses y las
actividades de su hijo: la escucha activa, la narración, la ayuda y la imitación. Estas
cuatro técnicas por lo general ocurren al mismo tiempo cuando las personas juegan
con niños muy pequeños. Si bien usted se ha estado enfocando en una u otra de
las técnicas mientras las practicaba, probable se haya dado cuenta que a menudo
utilizó más de una al mismo tiempo. Ahora que ya ha practicado cada una de ellas
durante sus actividades de juego y cuidado, dese el tiempo de practicar seguir a su
hijo durante muchas de sus actividades a lo largo del día. Durante los próximos días,
hágalo con tantos de estos seis tipos de actividades del Paso 1 (página 90) como le
sea posible, tales como durante los juegos con juguetes u otros objetos, los juegos
sociales, las comidas, las rutinas de cuidado (cuando lo viste, muda, baña y lo hace
dormir), las actividades en torno a libros y los quehaceres del hogar.
121
comience a seguir a su hijo de manera consciente. Pase unos 5 minutos realizando
la actividad y ya al final, tome algunos minutos para pensar en las instancias en que
escuchó, narró, ayudó e imitó. Intente tomar nota, tal vez utilizando el formulario de
la página 125. Hemos puesto un ejemplo para mostrarle una de las maneras en las
que puede serle útil. El ejemplo habla sobre Landon, un niño de 18 meses, que está
jugando a la pelota con su mamá en el piso de la sala de estar. El formulario muestra
las maneras en que la mamá siguió el interés de Landon por la pelota y cómo se
unió a él para jugar sin desviarlo de lo que hacía. Revíselo y luego piense sobre la
rutina favorita de juego con juguetes u otros objetos de su hijo. Piense cómo podría
utilizar la narración, la ayuda y la imitación con su hijo durante esa rutina. Luego,
analice detenidamente una rutina de cuidado, como la hora del baño. ¿Cómo podría
utilizar estas estrategias durante la hora del baño?
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Lista de actividades: ¿Estoy siguiendo las direcciones de
mi hijo?
____ Estuve cara a cara con mi hijo y él estaba bien posicionado para
prestarme atención.
____ Ayudé a mi hijo haciendo que le fuese más fácil alcanzar sus objetivos
al repetir la actividad y pasarle los objetos que él quería.
Dominique, una niña de dos años de edad, y su padre, James, están jugando en el
suelo con juguetes. Tienen una bolsa con bloques frente a ellos y mientras James
observa (escucha activa), Dominique toma la bolsa y saca un bloque con cada mano.
“Ah, te gustan esos bloques”, dice él (narrando) y le entrega otro más (ayuda)
diciendo “Aquí tienes”, mientras estira la otra mano. Luego dice “Aquí, Dommy,
¿puedes darle un bloque a papi?” Ella toma el bloque que le ofreció y suelta otro en
la mano de su padre. El papá tiene dos bloques y los pone en el suelo frente a ella
(ayuda), amontonándolos y añadiendo unos cuantos más a la torre. Ella mira la torre
y su papá comienza a incorporar efectos de sonido (silbidos) y a realizar una mayor
“exhibición” con la torre de bloques, sobreactuando y haciendo un espectáculo
entretenido. Mientras ella lo observa, sonriendo a causa de los efectos de sonido, él
le ofrece otro bloque (ayuda) y ella pone uno de los suyos en la torre y toma el que
123
le ofreció su papá. Él inmediatamente pone otro en la torre (imitar). James y
Dominique añaden bloques a la estructura (imitar) mientras él narra, “Otro más y
otro más y otro más” hasta que se desploman. Él dice “¡Pum!” con voz fuerte
(narrar). Comparten miradas, sonrisas y carcajadas. Dominique comienza a
construir la torre nuevamente y su papá la sigue, narrando, ayudando e imitando,
mientras se repite el juego.
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125
126
Resumen del Capítulo
127
participando con él en cosas que ya le encanta hacer y unirse a un niño feliz resulta
ser una actividad divertida para la mayoría de los padres. ¡Diviértase mientras
practica estos pasos!
128
Lista para el refrigerador
Objetivo: aumentar la atención de su hijo en usted
Pasos:
De Un inicio temprano para su hijo con autismo. Derechos de autor 2012 por The Guilford Press.
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