Está en la página 1de 65

3

De qué manera sus esfuerzos tempranos

pueden ayudar a su hijo a involucrarse con

otros e impulsar su aprendizaje

A Terrel, un niño de dos años, recientemente le diagnosticaron Trastorno del


Espectro Autista (TEA). Sus padres, Patricia y James, se han reunido con el
doctor que realizó la evaluación y mencionan que una de las cosas más
frustrantes para ellos es la dificultad que Terell tiene para comunicarse. Les
resulta muy difícil saber qué es lo que quiere o necesita y siempre tienen que
adivinar por qué está de mal humor. ¿Tiene hambre o está cansado? ¿Está
incomodo o le duele algo? ¡Si tan solo apuntara lo que quiere, en vez de
estallar en pataletas que parecen salir de la nada! Cuando la madre intenta
hablar con Terell, él parece ignorarla y a menudo se aleja de ella. Patricia y
James se sienten inútiles y frustrados.

Sin duda usted está experimentando algo parecido. En tal caso, la información de
este libro le brindará algunas herramientas muy útiles para ayudar a su hijo con TEA
a comunicarse y aprender, y a su vez le ayudarán a usted a disminuir su frustración
(¡y también la de su hijo!). Esto se debe a que está basado en décadas de
investigación y práctica clínica con niños pequeños que padecen TEA, experiencias
que nos han informado sobre cómo y por qué una buena intervención temprana
funciona. El uso de nuestras técnicas mejorará cuando sepa lo que estas estrategias
involucran, por lo que este capítulo supone el fundamento del resto del libro.

65
Formas en que los niños pequeños aprenden

En la mayoría de los casos los problemas de comunicación asociados al autismo


comienzan a muy temprana edad, mucho antes de que se desarrolle el habla. A
veces un niño comienza a comunicarse, pero alrededor del segundo o tercer año de
vida pierde esas habilidades de comunicación. Los niños pequeños con TEA a
menudo desconocen que las personas pueden enviarse mensajes entre sí, de una
mente a otra, a través del aire, mediante miradas, movimientos corporales y sonidos
del habla. El niño con autismo ve estos movimientos y escucha estos sonidos, pero
no sabe que existe un significado detrás de ellos, un mensaje que debe ser
interpretado.

Si hace memoria, puede que haya visto los inicios del autismo de su hijo cuando
este aún era un bebé. En algunos niños, las diferencias de conducta se pueden
notar sin dificultad; en otros, las
“A los nueve meses de edad sabía que diferencias son sutiles y se pasan
algo pasaba con mi hija. La podía dejar por alto con facilidad. Aun así, otros
horas en su saltarina y ella solo se niños con TEA no parecen tener
quedaba en las nubes y veía televisión. ninguna dificultad durante el primer
¿Qué bebé hace eso? Parecía estar año de infancia, sin embargo, más
perfectamente bien no teniendo ninguna adelante comienzan a desarrollar

interacción conmigo. Hojeaba libros, veía los síntomas del autismo. En unos

televisión y no mostraba afectividad estudios realizados por uno de


nuestros autores (G.D), se
alguna. En ese momento supe que mi hija
analizaron videos que los padres
era o sorda o autista.”
tenían de los bebés que más
adelante desarrollaron autismo.1A
partir de estos videos, Dawson y su

1Osterling,J., y Dawson, G. Early recognition of children with autism: A study of birthday home
videotapes. [Reconocimiento temprano de niños con autismo: un estudio de videos familiares del
primer cumpleaños]. Journal of Autism and Development Disorders, 24 247-257, 1994. Véase
también Palomo, R., et al.Autism and family home movies: A comprehensive review. [Autismo y
videos familiares: un análisis completo]. Journal of Developmental and Behavioral Pediatric, 25 (2,
Suppl.), S59-S68, 2006.

66
colega Osterling observaron que entre los 8 – 12 meses de edad, estos bebés en
su conjunto pasaron menos tiempo mirando a otras personas, respondieron menos
a los intentos de sus padres para captar su atención (llamándolos por sus nombres)
y no emplearon los primeros gestos (como apuntar) que generalmente usan los
bebés antes de desarrollar palabras y que los ayudan a progresar hacia el habla.
Por consiguiente, el modo en que estos bebés experimentaron su entorno fue muy
diferente al de la mayoría de los bebés; pasaron menos tiempo concentrados en
otras personas y tuvieron muchas menos experiencias de comunicación. Esto es
importante, porque durante el periodo entre la lactancia y los primeros dos años de
vida el cerebro cambia rápidamente, absorbiendo información y siendo moldeado
por esta. El cerebro de los bebés no está programado en su totalidad por los genes;
este se desarrolla con rapidez y cada experiencia que el bebé tiene afecta su
conexión cerebral y crea más circuitos que pueden llevar mayor cantidad de
información de manera más eficiente. Como expresan los científicos, existe mucha
plasticidad cerebral durante los primeros años de vida.

El aprendizaje del lenguaje depende especialmente de la plasticidad del cerebro.


A todos nos asombra la capacidad para aprender
idiomas que los niños tienen a muy temprana Al comenzar la
edad, cualquiera sea el idioma al que estén intervención lo antes
posible, somos capaces
expuestos, y que puedan hablarlos como nativos. de capitalizar la enorme
Por el contrario, muchos de nosotros hemos plasticidad presente
durante los primeros
intentado aprender un nuevo idioma ya de adultos
años de la niñez y de
y hemos encontrado prácticamente imposible minimizar las
sonar como hablantes nativos. Este es uno de los discapacidades que a
menudo caracterizan el
mejores ejemplos de la capacidad especial que TEA.
se tiene para aprender durante los primeros cinco
años de vida. En el caso de los niños pequeños con autismo, comenzar la
intervención lo antes posible nos permite capitalizar la enorme plasticidad y
capacidad de aprendizaje presente durante el periodo de lactancia y los primeros
dos años de vida. Mientras más progreso realice el niño con autismo durante los
años preescolares, menores serán las discapacidades que presente en el futuro.

67
Los estudios señalan que la intervención temprana aumenta las habilidades de
juego de los niños, sus capacidades cognitivas (CI), su habla y lenguaje y su deseo
de interacción social. Además, aumenta sus habilidades sociales y disminuye los
síntomas del TEA y sus problemas de conducta. También les ayuda a aprender más
rápidamente y a participar de mejor forma en todos los aspectos de la vida, tanto en
el hogar como en la escuela y la comunidad. Algunos estudios han descubierto que
hasta el diagnóstico cambia para algunos niños como resultado de la intervención
temprana: los niños que reciben intervención pueden presentar una disminución en
los síntomas del autismo. Esto permite que muchos de ellos puedan asistir al mismo
jardín, kínder y primero básico al que asisten los niños neurotípicos; desarrollar
mejores habilidades de conversación y juego; y desarrollar relaciones más
complejas con sus pares. Los cambios positivos no ocurren únicamente en unos
pocos niños que han recibido intervención temprana. Todos los niños que reciben
intervención temprana salen beneficiados, no obstante, en algunos los cambios son
más rápidos y mayores que en otros.

¿Cómo Funciona la Intervención Temprana?

Algunos estudios sobre el aprendizaje infantil nos han ayudado a entender por qué
la intervención temprana es tan efectiva. A continuación presentamos algunos datos
sobre cómo aprenden los bebés y niños entre 1 y 2 años de edad.

Durante los últimos 30 años, los científicos han descubierto que hasta los bebés
muy pequeños se encuentran sumamente involucrados en el proceso de
aprendizaje y que saben mucho más de lo que pensábamos. Los bebés son como
mini científicos: desarrollan ideas sobre cómo funciona el mundo que los rodea y las
ponen a prueba usando sus cuerpos y sentidos. Absorben información a partir de
todas sus experiencias y la utilizan para mejorar sus ideas respecto a la manera en
que el mundo funciona. Por ejemplo, los científicos han descubierto que los bebés
poseen un conocimiento rudimentario sobre física, cantidad y otras propiedades
físicas, y que utilizan este conocimiento para experimentar en el mundo a su
alrededor. Desde su nacimiento, los bebés en realidad tienen la capacidad de oír y

68
producir todos los diversos sonidos del habla que componen la totalidad de las
lenguas habladas en el mundo, una capacidad que se pierde a lo largo del tiempo
en el caso de las lenguas a las que el niño no es expuesto (esto explica por qué
desarrollamos acentos cuando aprendemos nuevas lenguas ya de adultos). A partir
de su nacimiento, los bebés pueden reconocer voces y rostros familiares. Llegan al
mundo preparados para interactuar con las cosas y personas, y para descubrir este
mundo y aprender de él. Dada la naturaleza activa del aprendizaje infantil, es
importante considerar lo siguiente:

 ¿Qué oportunidades para el aprendizaje se encuentran disponibles en las


diversas actividades diarias que realiza su hijo pequeño con TEA?
 ¿A qué tipo de actividades su hijo le presta atención de forma activa y las
encuentra satisfactorias?
 ¿Cuenta su hijo con las habilidades básicas para aprender de los demás, tal
como prestarles atención, imitarlos, jugar con ellos y observar lo que hacen?
 ¿Presenta su hijo alguna conducta problemática que le dificulte aprender de
otros, como pataletas frecuentes o conductas extremadamente repetitivas?

El bebé neurotípico aprende en cada momento del día. Cuando despierta,


comienza a balbucear y jugar con sus manos, dedos de los pies o juguetes de la
cuna. Examina cómo estos funcionan, qué sucede cuando tira los juguetes afuera
de la cuna y de qué manera reaccionan sus padres a sus gorgoritos o al fuerte
sonido de los juguetes cuando caen al piso. Tras escuchar este sonido, puede que
grite imitando su intensidad, puesto que recuerda que la última vez que hizo un ruido
fuerte, vino uno de sus padres. Probablemente nota el sonido de la puerta cuando
mamá o papá la abren. En seguida se voltea hacia este y se concentra
profundamente en las expresiones faciales y palabras de sus padres a medida que
estos se acercan. ¡Solo lleva despierto cinco minutos y ya ha aprendido algo sobre
causa y efecto, gravedad, emociones y palabras!

Ahora, comparemos a este niño con un niño pequeño que padece TEA. Este
despierta y también comienza a jugar en la cuna, pero su forma de jugar es

69
diferente. Puede que ignore los juguetes y en cambio se fascine con la forma en
que la luz pasa a través de las aberturas de las cortinas. Puede que incline su
cabeza de un lado a otro para experimentar con la luz, notando cómo cambia con
sus movimientos, observando su mano y sus dedos moviéndose en la luz. Puede
que pase mucho tiempo meciendo su cabeza hacia adelante y hacia atrás
observándola. Es silencioso, no hace muchos sonidos. Cuando sus padres vienen
a levantarlo, no los mira para ver sus expresiones ni se voltea cuando escucha sus
voces; su atención aún está puesta en el comportamiento de la luz. También está
aprendiendo, pero en lugar de aprender sobre juguetes, sonidos del habla, caras y
personas, está aprendiendo acerca de los patrones de luz y movimiento. Ha perdido
oportunidades importantes para aprender cómo comunicarse, sociabilizar y jugar
porque no llamó a sus padres ni los miró cuando vinieron y porque para él la luz era
más interesante que los juguetes. El largo periodo de atención puesto en la luz y en
los movimientos de sus dedos y su cabeza ha impedido que fije su atención en otras
oportunidades de aprendizaje disponibles. En el cuadro de la página siguiente se
muestran algunas de las diferencias clave entre la mayoría de los niños pequeños
y aquellos con autismo.

Uno de los principales objetivos de la intervención temprana es ayudar a los niños


pequeños con TEA a prestar atención a oportunidades clave de aprendizaje social
como el habla, las caras y los gestos, y a “impulsar” o acentuar su atención en las
personas, sus acciones, sonidos, palabras y rostros, de manera que a los niños les
resulte más fácil dar sentido a la información que es esencial para lograr un
desarrollo típico social y del lenguaje.

70
Algunas diferencias de aprendizaje entre niños neurotípicos
y muchos niños pequeños con autismo

La mayoría de los Muchos niños


niños pequeños pequeños con TEA
Oportunidades para el Se involucran en una Tienden a enfocarse
aprendizaje amplia gama de menos en el entorno
oportunidades de social y más en el
aprendizaje mediante la entorno no social; esto
exploración activa tanto limita sus oportunidades
de los entornos sociales de aprendizaje social.
como los no sociales.

Actividades satisfactorias Están naturalmente Están naturalmente


que llaman su atención interesados en otras interesados en objetos y
personas, incluyendo sus los exploran de maneras
expresiones faciales, inusuales, como
movimientos, gestos y oliéndolos y
palabras. Encuentran observándolos desde
muy satisfactorias las cierto ángulo. Parecen
actividades sociales. estar más interesados
Además, parecen estar por los objetos que por
más interesados en la las personas.
gente que en los objetos.

Habilidades básicas para Imitan lo que otros hacen Tienen problemas para
el aprendizaje con facilidad, entienden imitar y para comprender
que los demás que su conducta afecta
responden a sus la de los demás y tienden
movimientos, gestos y

71
sonidos y exploran a jugar con objetos de
objetos de muchas maneras limitadas.
maneras.

Conductas que Se involucran en juegos Se involucran en juegos


interfieren con su repetitivos, pero a su vez repetitivos por largos
aprendizaje son capaces de cambiar periodos de tiempo y se
su atención hacia otras complican o enfadan
actividades con facilidad. cuando otros intentan
dirigir su atención hacia
otras actividades.

La psicología del desarrollo utiliza el término andamiaje para describir la manera en


que los padres ayudan en el proceso de aprendizaje de sus hijos al enfocar su
atención en las oportunidades de aprendizaje más importantes del entorno en que
se desenvuelven. Cuando los padres proveen andamiaje para centrar la atención
de sus hijos en oportunidades de aprendizaje, aumentan o disminuyen la
estimulación según sea necesario, proporcionan juguetes apropiados, repiten y
exageran ciertas acciones, reducen la velocidad de la conversación y la simplifican,
etc., de manera que los niños puedan aprender con mayor facilidad. Cuando usted
como padre de un niño pequeño con TEA haga uso de las estrategias de
intervención temprana a fin de proporcionar andamiaje para la atención de su hijo,
utilizará las mismas estrategias de andamiaje que otros padres emplean, pero
además estará construyendo un andamio más sólido para su hijo, uno que se ajuste
a sus características individuales de aprendizaje (sus actividades preferidas, sus
experiencias y su sensibilidad), como también a los desafíos de aprendizaje que se
observan en la mayoría de los niños pequeños con TEA.

72
Cuando comience a utilizar técnicas específicas de intervención temprana con su
hijo, como aquellas descritas más adelante, aprenderá técnicas para realizar las
siguientes tareas:

1. Atraer su atención hacia las personas de su entorno

2. Hacer que los juegos sociales sean más agradables y gratificantes

3. Enseñarle las habilidades básicas de aprendizaje:

 Prestar atención a las caras, voces y acciones de otros


 Imitar a los demás
 Utilizar su cuerpo y voz para comunicarse
 Compartir emociones, necesidades e intereses con otros
 Entender que lo que otros comunican tiene significado para él
 Utilizar juguetes de maneras típicas
 Aprender a utilizar y entender el habla
 Reducir cualquier conducta que interfiera con su aprendizaje

Con estas técnicas de intervención especiales, podrá abrirle un mundo de


oportunidades de aprendizaje a su hijo durante el periodo en que su cerebro aún se
está desarrollando muy rápidamente, lo que maximizará el impacto de la
intervención temprana.

Los desafíos de aprendizaje únicos relacionados con el TEA

Muchos estudios nos han mostrado las formas únicas en que los niños con TEA
interactúan con el mundo y así nos han ayudado a entender mejor algunos de los
desafíos de aprendizaje relacionados con el TEA. La intervención temprana está
diseñada para enfocarse en estos desafíos. A continuación se muestran algunos de
los desafíos comunes de aprendizaje relacionados con el TEA:

73
Atención En lugar de prestar atención a las
personas de forma natural, incluyendo
sus caras, gestos y voces, los niños con
TEA tienden a poner más atención a los
objetos y otros tipos de información no
social (luces, patrones, etc.)

Motivación social En lugar de buscar con frecuencia a


otros para interactuar con ellos y de
motivarse a compartirles sus
experiencias, los niños con TEA
podrían preferir pasar el tiempo solos o
jugar cerca de otros pero no con ellos.

Uso de gestos Cuando intentan comunicarse, los


niños con TEA a menudo no utilizan
gestos para compartir sus experiencias
con otros, como apuntar hacia las cosas
o mostrárselas. Tampoco tienden a
entender los gestos comunicativos de
los demás ni a responderlos.

Imitación y turnos En lugar de imitar fácilmente los


sonidos y acciones que los demás
realizan, los niños con TEA a menudo
no imitan al resto ni se involucran en
juegos recíprocos; no les parece
particularmente agradable.

74
Juegos con juguetes Más que explorar muchos objetos y de
utilizarlos de manera creativa, los niños
con autismo a menudo se pueden
enfocar de forma excesiva en un
conjunto pequeño de objetos y pueden
repetir la misma acción una y otra vez.
Pueden alterarse cuando este patrón
de juego es interrumpido por otros.
Además, tienden a jugar solos con los
juguetes en lugar de hacerlo con más
personas.

Balbuceo En lugar de realizar muchos sonidos y


de poner atención a los que realizan los
demás, los niños pequeños con TEA
pueden ser extraordinariamente
callados. Puede que realicen solo un
número reducido de sonidos y que
estos no suenen mucho a palabras.
Además, generalmente no los utilizan
para enviar mensajes a los demás.

Activación y sensibilidad sensorial A diferencia de los demás niños,


aquellos que padecen TEA pueden
sobre estimularse con facilidad o
parecer poco receptivos a diversas
sensaciones. Además, pueden
presentar una sensibilidad inusual al
tacto, el sonido o la luz.

75
¿Por qué un niño con autismo presenta estos desafíos únicos? Esto tiene que
ver con cómo el autismo afecta el desarrollo cerebral. Existen áreas del cerebro que
están especializadas en aspectos de aprendizaje social, como el contacto visual y
las respuestas emocionales. Cuando estas áreas funcionan correctamente, el niño
se siente naturalmente atraído por las experiencias sociales y aprende con facilidad
sobre el lenguaje y las interacciones sociales. Algunos estudios han mostrado que
en los niños pequeños con autismo estas áreas clave del cerebro especializadas en
el lenguaje y la interacción social no funcionan de manera apropiada. Además,
parecen presentar menos conexiones de las que por lo general se encuentran entre
algunas regiones del cerebro, como entre las áreas sensoriales especializadas en
los sonidos, la vista y el tacto y en las áreas del cerebro especializadas en
comprender y dar sentido a los sonidos, las imágenes y el contacto físico que
experimentamos. Esto sugiere que un niño con autismo percibe a la gente y los
objetos del entorno, pero le resulta difícil dar sentido a esas experiencias, en
particular a aquellas que están relacionadas con el aprendizaje social y la
comunicación.

¿De dónde vienen estas diferencias en el funcionamiento del cerebro? La ciencia


ha señalado que estas diferencias del autismo en conjunto parecen ser causadas
por una combinación de factores genéticos y ambientales que influyen en el
desarrollo cerebral muy temprano. Respecto a la influencia genética, la evidencia
está basada en parte en estudios realizados entre gemelos idénticos y gemelos
fraternos. Los gemelos idénticos comparten toda su composición genética, mientras
que los gemelos fraternos (y los hermanos no gemelos) comparten la mitad de esta.
Si uno de los gemelos idénticos padece autismo, la probabilidad de que el segundo
gemelo también lo padezca es de alrededor de un 70%. Por el contrario, en el caso
de los gemelos fraternos, la probabilidad es de tan solo un 35%. Así que es evidente
que los factores de riesgo genético influyen en las causas del TEA. Sin embargo,
dado que solo en un 70% de los casos ambos gemelos idénticos (que comparten el
100% de sus genes) padecen autismo, tienen que haber otros factores que también
desempeñen un papel. La investigación sobre los factores de riesgo ambiental aún
se encuentra en etapa inicial, pero hasta ahora los estudios apuntan a factores que

76
influyen en el desarrollo fetal durante el periodo prenatal y el periodo próximo al
parto. Tales factores incluyen la edad avanzada de los padres al momento de la
concepción, infecciones de la madre (especialmente gripe) durante el embarazo,
complicaciones durante el parto (tales como dificultades respiratorias), parto
prematuro y bajo peso del niño. Estos factores por sí solos no causan autismo, sino
que se relacionan con un riesgo mayor respecto a muchos tipos de problemas de
desarrollo. No obstante, las probabilidades de padecer autismo pueden ser mayores
si ya existe un riesgo genético. Para más información sobre las causas del autismo
y otras investigaciones acerca de este, le invitamos a visitar el blog oficial del sitio
Autism Speaks (https://www.autismspeaks.org/blog) e ingresar en la sección “Science”.

Afortunadamente, como se mencionó antes en este capítulo, el cerebro presenta


mucha plasticidad durante los primeros años de vida. Durante este periodo al
cerebro del niño todavía le queda mucho por desarrollarse, por lo que al proveer
experiencias especializadas que estimulen el desarrollo social y de comunicación
(como aquellas descritas en este libro) y al utilizar otros tipos de intervención
temprana, parece posible encaminar el desarrollo del cerebro de su hijo hacia un
camino más típico.

Los niños pequeños con TEA son muy capaces de aprender. Forman apegos
sociales con los miembros de su familia y responden bien a las estrategias de
enseñanza que consideran sus estilos únicos de aprendizaje. Estos niños pueden
superar muchos de sus desafíos y convertirse en aprendices creativos, motivados
y que se involucran socialmente. Los capítulos restantes de este libro le mostrarán
cómo puede ayudar para que esto sea una realidad para su hijo.

Intervención mediada por padres para niños pequeños con

TEA: ¿Qué evidencia hay al respecto?

Durante los últimos veinte años aproximadamente, muchísimos estudios han


mostrado los beneficios de la intervención temprana en niños pequeños con TEA

77
cuando esta es entregada por terapeutas capacitados. Por ejemplo, en el año 2011
la agencia federal estadounidense dedicada a la evaluación de bases de evidencia
para tratamientos (La Agencia para la Investigación y la Calidad del Cuidado de la
Salud) publicó una revisión sistemática de intervención intensiva temprana para
TEA. 2 En esta revisión se incluyeron 34 ensayos clínicos de intervención temprana.
La agencia concluyó que la evidencia muestra que la intervención conductual
intensiva temprana da lugar a mejores resultados cognitivos y del lenguaje. Un
hallazgo de muchos de estos estudios fue que los niños mostraron mejores
resultados cuando sus padres habían aprendido a utilizar estrategias en sus
hogares, las que se asemejaban a las empleadas por los terapeutas durante la
intervención temprana.

Esto es perfectamente lógico puesto que los padres conocen


Algunos estudios han señalado
a sus hijos mejor que nadie, están sumamente motivados para que las terapias mediadas por
ayudarles y pasan más horas con ellos que ninguna otra los padres pueden incrementar
las capacidades verbales y no
persona. Los padres que proveen andamiaje para el
verbales y las habilidades de
aprendizaje de sus hijos mediante el uso de estrategias de juego del niño, y que además
enseñanza específicas, sumadas a las horas en que sus hijos pueden mejorar la relación
reciben otros tipos de intervenciones, están añadiendo muchas padre-hijo.

más experiencias de aprendizaje para ellos cada día. ¡Esto


debería ayudar a que sus hijos aprendan más!

Recientemente, los investigadores han comenzado a estudiar más a fondo los


efectos de la intervención mediada por padres. Diversos estudios muestran que este
tipo de intervenciones pueden aumentar las habilidades de comunicación y juego
del niño y la cantidad de éxito y diversión que experimentan tanto padres como hijos
cuando interactúan entre sí. Cuando los padres aprenden a utilizar técnicas de
intervención en sus hogares, aumentan las probabilidades de que los niños
pequeños con TEA recuerden las habilidades que les han enseñado los profesores
o terapeutas y que hagan uso de ellas. Es más, los padres que emplean las

2Warren, Z., et al. A systematic review of early intensive intervention for autism spectrum disorders,
Pediatrics 127, e1303-e1311, 2011. [Una revisión sistemática de la intervención intensiva temprana
para trastornos del espectro autista].

78
estrategias de intervención afirman sentirse más felices, menos estresados, más
optimistas y empoderados.

“El empoderamiento es clave. Recuerdo que mientras trabajaba como


coordinadora de servicios, antes de convertirme en la madre de un niño con TEA,
íbamos a dar término a un programa de Análisis Aplicado a la Conducta (ABA, por
sus siglas en inglés) que se realizaba en el hogar de un niño de 7 años que estaba
haciendo un progreso mínimo a lo largo de los años. Sus padres estaban
desesperados, seguían diciendo una y otra vez “¡no sabemos lo que hacemos,
ustedes son los expertos, no nosotros!” Es fundamental enseñar estas habilidades
a los padres, ya que ellos serán padres de por vida y necesitarán sentirse cómodos
y capaces de enseñar de una manera en la que el niño aprenda mejor. Los padres
no pueden hacerse dependientes de los terapeutas, como tampoco pueden sus
hijos. Necesitamos esforzarnos por lograr enseñanza e independencia en todos los
niveles.”

En un estudio reciente realizado por dos de nosotros junto a un


colega3observamos cómo los padres aprendieron las técnicas de intervención
incluidas en este libro y de qué forma se beneficiaron sus hijos. El estudio incluyó
ocho familias con niños con TEA de 1 a 2 años de edad, que habían sido
diagnosticados recientemente. Las familias se ofrecieron como voluntarios para
participar en un programa de intervención de padres de 12 sesiones semanales de
una duración de 1 hora cada una. Los padres aprendieron a utilizar varias técnicas
de enseñanza que se enfocaron en desarrollar la atención, la comunicación, las
interacciones sociales y los juegos de sus hijos. Los padres aprendieron a hacer lo
siguiente:

3Vismara,L.A., et al. Can one hour per week of therapy lead to lasting changes in young children with
autism? Autism, 13, 93-115, 2009. [¿Puede una hora de terapia a la semana llevar a cambios
duraderos en niños pequeños con autismo?] Autismo, 13, 93-115, 2009.

79
1. Crear interacciones entretenidas y satisfactorias entre sus hijos y ellos
2. Ayudar a desarrollar el lenguaje de sus hijos enfatizando el poder social de
los primeros sonidos que hacen los niños
3. Aumentar las habilidades de comunicación no verbal y de imitación de sus
hijos
4. Desarrollar el interés de sus hijos por una amplia gama de juguetes y
desarrollar sus habilidades en los juegos sociales con juguetes

Los padres aprendieron a utilizar estas


“Lo que más me gustó de este
técnicas de intervención durante los
enfoque es que se sintió muy
tiempos habituales de juego en el hogar y
natural, como momentos de juego
durante las rutinas de cuidado habituales.
No crearon horas de tiempos de de alta calidad que a todos los

enseñanza especiales. Estos eran padres padres les gustaría tener con sus

que trabajaban que ya pasaban cuanto hijos. Una vez que aprendí lo
tiempo podían cuidando a sus hijos y básico, fue fácil incorporarlo en
jugando con ellos. Aprendieron a utilizar el todo. Esto nos proporcionó muchas,
tiempo que tenían con sus hijos de una muchas oportunidades de
forma más enfocada. aprendizaje y a su vez nos dio

¿Los padres pudieron aprender las nuevas ideas para divertirnos

técnicas de intervención? ¡Sí! De hecho, juntos de maneras creativas. En


en el estudio se descubrió que incluso lugar de ser algo agobiante y
antes de que se les enseñaran las agotador, resultó ser fácil y
técnicas, los padres utilizaban de forma divertido. Podía ver que mi hijo
natural muchas de estas técnicas respondía, lo que fue motivante y
alrededor del 40% o 60% del tiempo esperanzador”
durante las actividades de juego que
habitualmente realizaban con sus hijos.
Sin embargo, luego de solo unas cuantas horas de orientación y unas cuantas
semanas utilizando las técnicas en casa, la mayoría de los padres las utilizaban
alrededor de un 90% del tiempo.

80
Después, el estudio examinó cómo el uso de estas técnicas por parte de los
padres afectó a los niños. Antes de que los padres comenzaran a aprender las
técnicas, los niños en el estudio casi no empleaban ningún sonido que se asemejara
a alguna palabra. Sin embargo, una vez que los padres empezaron a utilizar las
técnicas de intervención de forma regular en sus hogares, la mayoría de los niños
comenzaron a intentar decir palabras para comunicarse y no solo a imitar o hacer
eco de estas. Lo mismo se observó en cuanto a las imitaciones de los niños: estas
aumentaron paulatinamente una vez que los padres comenzaron a utilizar las
técnicas de intervención en casa.

Además, los padres eran igual de competentes que los terapeutas en ayudar a
sus hijos a aprender a utilizar palabras e imitar. Esto demuestra que los padres que
aprenden a emplear técnicas de intervención pueden ser tan eficaces como los
terapeutas capacitados para enseñar a sus hijos nuevas habilidades fundamentales
para el aprendizaje y para proveer andamiaje cuando sus hijos utilicen sus nuevas
habilidades.

Existen varios programas diferentes de intervención mediada por padres


disponibles al público y actualmente se están realizando investigaciones sobre
varios de estos. Algunos ejemplos incluyen el Programa Hanen Más Que Palabras;
el Modelo Denver de Inicio Temprano (ESDM, por sus siglas en inglés); el
Entrenamiento en Respuestas Pivotales (PRT, por sus siglas en inglés); la
Enseñanza Receptiva (RT, por sus siglas en inglés); y el Modelo de Comunicación
Social, Regulación Emocional y Apoyo Transaccional (SCERTS, por sus siglas en
inglés).

En este libro, describimos un conjunto de estrategias de fácil uso que los padres
y otros cuidadores pueden emplear a lo largo de sus actividades diarias habituales
con sus hijos para ayudarles a involucrarse, comunicarse y aprender. Usted puede
hacer uso de estas estrategias durante los tiempos de juego, la hora del baño, las
comidas, realmente en cualquier momento que esté con su hijo. Esto garantiza que,
al igual que los niños neurotípicos, su hijo con autismo esté aprendiendo a cada
minuto del día, no solo mientras participa en un programa de intervención. Las

81
estrategias que ofrecemos en este libro están basadas en el Modelo Denver de
Inicio Temprano4.Estas se centran en ayudar a los niños a involucrarse activamente
en el aprendizaje y la comunicación por medio del reforzamiento de las habilidades
fundamentales del aprendizaje social: la imitación, la distribución de la atención, la
iniciación de la comunicación mediante gestos, utilizando sus voces y cuerpos para
hablar, y cómo aprender a jugar con otras personas de varias maneras con juguetes.
Las estrategias que ofrecemos en este libro son unas que ayudan a los padres y
otros cuidadores (¡como también a los terapeutas!) a desarrollar estas habilidades
al hacerse compañeros de juego de sus niños durante sus actividades de juegos
preferidas y durante las rutinas de cuidado típicas. Los padres e hijos desarrollan
juegos recíprocos entretenidos durante estas actividades y rutinas. Las estrategias
que le enseñaremos le ayudarán a encontrar actividades de juego divertidas que
tanto usted como su hijo podrán disfrutar. Le enseñaremos cómo proporcionar
andamiaje para la atención y el aprendizaje de su hijo durante las actividades de
juego y cuidado al seguir los intereses del niño y al ayudarle a experimentar más
oportunidades de aprendizaje. En los capítulos restantes de este libro, discutiremos
estas técnicas de intervención una por una.

Sin embargo, antes de que termine este capítulo, revisemos algunos de los
puntos clave que hemos abordado:

 El cerebro presenta mucha plasticidad durante su desarrollo temprano y es


moldeado por las experiencias de aprendizaje. A medida que ocurre el
aprendizaje, se forman conexiones entre las células del cerebro.
 Los bebés exploran el mundo de forma activa, desarrollan ideas sobre cómo
este funciona y las ponen a prueba para ver si son correctas.
 Los bebés neurotípicos aprenden durante casi todos los momentos del día y
pasan la mayor parte del tiempo interactuando con otras personas. Los niños
con autismo tienden a pasar menos tiempo concentrados en los demás y más

4Rogers S. J. y Dawson, G. (2015) Modelo Denver de atención temprana para niños pequeños con
autismo. (2da Ed.). España: Autismo Ávila.

82
tiempo enfocados en objetos en comparación con otros niños. Esto limita sus
oportunidades de aprendizaje social y comunicación.
 Los padres pueden ayudar a que sus hijos con TEA aprendan llevando su
atención hacia oportunidades de aprendizaje importantes, exagerando sus
acciones y su habla y proporcionando juguetes apropiados. Esto es lo que
denominamos andamiaje. Este ayuda a proporcionar muchas oportunidades
de aprendizaje.
 La intervención temprana en niños pequeños con autismo puede mejorar su
aprendizaje, manera de jugar, comunicación y capacidades sociales.
También puede ayudar con conductas problemáticas, como pataletas y
agresión.
 Algunos estudios han mostrado que los niños con autismo están involucrados
emocionalmente con sus padres y otros familiares, pero que pueden
demostrarlo de manera diferente a como lo hacen los niños neurotípicos.
 Los niños con autismo tienen dificultad para hablar y utilizar gestos y
expresiones faciales para comunicar sus necesidades y deseos a sus padres.
Por lo general, es necesario que se les enseñe cómo utilizar gestos tales
como apuntar.
 Los niños con TEA no imitan a otros con facilidad, pero se les puede enseñar
a hacerlo, lo que les permite aprender sobre otros.
 Si bien los niños con autismo se sienten atraídos por objetos, puede que no
sean habilidosos jugando con juguetes en formas variadas y adecuadas.
Pueden ser muy buenos haciéndolos funcionar, pero su manera de jugar con
ellos tiende a ser muy repetitiva. La intervención les ayuda a aprender a jugar
con muchos juguetes de manera eficaz, sociable y creativa.
 Los padres pueden aprender a utilizar estrategias de intervención con sus
hijos. De hecho, son capaces de dominar las técnicas igual de bien que los
terapeutas capacitados.
 Los niños cuyos padres utilizan estrategias de intervención en el hogar
tienden a retener las habilidades que aprendieron. Cuando los padres utilizan
estrategias de intervención en sus hogares, refuerzan el aprendizaje de sus

83
hijos en otros programas de intervención, de manera que los niños son
capaces de recordar las habilidades que han aprendido y de utilizarlas en
diferentes situaciones.
 Las intervenciones mediadas por padres pueden ayudar a que estos se
sientan más felices, menos estresados y más optimistas. Cuando los padres
aprenden a utilizar las estrategias de intervención con sus hijos, tienen una
actitud más positiva, se sienten empoderados y presentan menos
probabilidades de deprimirse.
 Las intervenciones mediadas por padres no requieren de equipo especial ni
horas especiales de “enseñanza” para trabajar con el niño. Los materiales
necesarios para realizar intervenciones en el hogar consisten en juguetes y
otros materiales de juego sencillos. Las estrategias se emplean durante las
actividades diarias, tales como la hora de baño, las comidas y los juegos en
casa y al aire libre.
 La mayoría de las intervenciones mediadas por padres destacan la
importancia de las emociones positivas y una relación feliz entre padres e
hijos para promover el aprendizaje. Los estudios han señalado que la relación
social padre-hijo es el fundamento para el aprendizaje y la comunicación.

84
Parte II
Estrategias Diarias

para Ayudar a su Hijo a

Involucrarse, Comunicarse y

Aprender

85
4
Entre en el foco de atención

Capturar la atención de su hijo

Meta del capítulo: Enseñarle cómo aumentar la atención de su hijo en usted, de


manera que incrementen las oportunidades que él tenga para aprender de
usted. Para que el aprendizaje ocurra es necesario prestar atención a las
personas.

La razón de por qué es tan importante que su hijo preste

atención a otros

Hay muchas cosas que los niños pequeños aún no pueden hacer, pero algo que sí
hacen muy bien es prestar atención a su entorno y aprender de lo que ven. Los
bebés ven con bastante claridad poco después de su nacimiento y aprenden mucho
sobre el mundo, la gente y los objetos que los rodean al verlos actuar. También son
sorprendentemente buenos para observar patrones en las acciones de las personas
y los objetos a su alrededor. Los bebés aprenden a esperar que la gente se mueva
y actúe de manera usual y se sorprenden e intrigan con los eventos inesperados.
De hecho, le prestan más atención a lo inesperado que a lo rutinario y predecible
de manera que pueden descifrar cosas nuevas.

Observar y escuchar a las personas son actividades de aprendizaje muy


importantes para los niños pequeños, tal vez las más importantes, ya que aprenden
mucho cuando interactúan con los demás. La mayoría de los bebés y niños

86
pequeños prefieren observar a las personas e interactuar con ellas por sobre
cualquier otra actividad. Sus cerebros están programados de tal manera que
observar a otras personas e interactuar con ellas constituyen las actividades más
placenteras de todas (suponiendo que no estén hambrientos, fatigados ni
incómodos).

¿Qué sucede en el caso del autismo?

Sin embargo, los niños pequeños con trastornos del espectro autista (TEA) no
muestran un interés tan fuerte en observar a las personas e interactuar con ellas
como otros niños. ¿Por qué será esto? Existen dos diferentes explicaciones posibles
que usted puede encontrar en materiales de lectura. La primera sugiere que los
niños con autismo tienen más dificultad que otros para comprender imágenes y
sonidos complejos e impredecibles y, sin duda, las interacciones sociales son
complejas y a veces impredecibles; estas implican que un niño pequeño dé sentido
a las expresiones faciales, al habla, a los sonidos y gestos. Los objetos, por otro
lado, son más predecibles y generalmente menos complejos que las personas.
Cuando un niño pequeño realiza alguna acción sobre un objeto, este tiende a
responder de manera más segura y predecible. El niño puede hacer que el objeto
repita la misma acción una y otra vez. Las personas actúan de forma espontánea y
más variable; no responden siempre de la misma manera. Cuando estas tratan de
interactuar con un niño pequeño, a veces pueden ser muy estimulantes. Puede que
hablen muy rápido y con mucha emoción, lo que crea muchos sonidos que el niño
debe procesar de una sola vez. Las personas también pueden moverse y hacer
gestos durante las interacciones, expresándose con sus manos y cambiando
rápidamente sus expresiones faciales para adaptarse al modo y tono de la
conversación. En ocasiones, toda esta información puede ser demasiado
estimulante para el niño, quien en tales circunstancias podría reaccionar con
pataletas o alejándose. Este solía ser un modo muy popular de entender el autismo,
sin embargo, algunos estudios sugieren que esta perspectiva no es la forma más
exacta para entender la poca atención que los niños pequeños prestan a otras
personas.

87
La otra línea de pensamiento sugiere que desde el principio los niños pequeños
con autismo se encuentran en menor sintonía con los demás. Esta línea de
razonamiento comienza con el descubrimiento científico de que normalmente los
niños llegan al mundo predispuestos a preferir observar a las personas e interactuar
con ellas por sobre cualquier otra cosa. Como sucede con cualquier otra cualidad,
algunos niños tienen menos desarrollada que otros esta “atracción” innata. En el
autismo, esta preferencia innata por las personas parece ser menor. Debido a que
las personas no son tan interesantes, el mundo físico puede llamar mucho más la
atención de estos niños que de aquellos que sienten una atracción innata muy fuerte
por las personas. Nótese que la conclusión final de ambas teorías es que los niños
con autismo de alguna manera encuentran más interesante interactuar con objetos
que con personas, a diferencia de la mayoría de los niños.

¿Por qué esto es un problema?

Cuando los niños pequeños no prestan mucha atención a las personas que cuidan
de ellos, pierden oportunidades de aprendizaje muy importantes. Para poder
aprender, los niños necesitan prestar atención a todo lo que hacen las otras
personas: sus movimientos físicos, su lenguaje corporal, sus expresiones faciales y
palabras. Aquello que los niños muy pequeños aprenden sobre la comunicación, las
emociones, el lenguaje y la interacción social lo obtienen a partir de muchas
experiencias individuales al observar a otras personas, imitarlas e interactuar con
ellas. Si no pasan mucho tiempo en sintonía con sus padres u otras personas, es
decir, si no pasan mucho tiempo concentrados en sus caras, voces y acciones, su
aprendizaje podría atrasarse, especialmente su aprendizaje sobre la comunicación
y el juego social. Para aumentar su ritmo de aprendizaje, debe aumentar su atención
hacia las otras personas. La atención enciende un foco sobre las personas que las
ilumina y destaca sus acciones, su habla y sus emociones, las que son tan cruciales
para el aprendizaje social. En resumen, prestar mayor atención a los demás
equivale a más oportunidades para aprender de ellos.

88
“Como padre, esta fue la parte más motivante del modelo (ESDM). Es lógico que
un niño pueda progresar de mejor manera si se le enseña a poner más atención a
los otros lo antes posible; esto le dará más oportunidades para aprender cosas
por medio de esas observaciones. Además, resulta alentador trabajar con un niño
que te observa y te presta atención. De todo lo que aprendí, las técnicas de esta
área fueron las que más utilicé y las que encontré más provechosas.”

Qué puede hacer para aumentar la atención de su


hijo hacia los demás
¿Cómo puede usted como cuidador entrar en el foco de atención de su hijo?
Existen cinco pasos específicos que puede realizar para incrementar la atención
de su hijo en usted:

Paso 1.Identifique qué se encuentra en el foco de atención de su hijo.

Paso 2.Ábrase paso hacia el “escenario”; tome su lugar.

Paso 3.Elimine la competencia.

Paso 4.Identifique la zona de confort social de su hijo.

Paso 5.Únase siguiendo las direcciones de su hijo.

En las siguientes páginas, describimos cómo llevar a cabo cada uno de estos
pasos, le damos algunas ideas de actividades para probar y le sugerimos qué
puede hacer para solucionar los problemas que puedan surgir.

89
Paso 1.Identifique qué se encuentra en el foco de atención de su
hijo

La mayoría de los niños pequeños con TEA están interesados en objetos y juguetes
y pasan gran parte de su tiempo manipulándolos y jugando con ellos. Si este es el
caso de su hijo, entonces probablemente le resultará fácil encontrar materiales
interesantes para jugar. Los niños pequeños a menudo se entusiasman mucho por
obtener objetos, manipular sus objetos favoritos, crear efectos interesantes con
estos objetos y que los ayuden a utilizar aquellos con los que disfrutan jugar. A la
mayoría además le gustan los juegos que inventan sus padres que involucran
mucha actividad física: ser zarandeados, moverse al compás de la música, correr,
saltar y columpiarse. Al incluir materiales relacionados con los intereses y
preferencias de su hijo (ya sea algún juguete favorito como los trenes, su personaje
animado favorito o alguna actividad preferida como jugar a las cosquillas) puede
crear situaciones de aprendizaje en las que es probable que su hijo le preste
atención e interactúe con usted y que, por lo tanto, aprenda de usted. Además, la
introducción de interacciones sociales en el interés de su hijo por objetos específicos
le permitirá aumentar sus habilidades sociales. De este modo, las interacciones
sociales estarán asociadas con sus actividades favoritas y le resultarán más
satisfactorias.

Fundamento: Los materiales y las actividades de juego que son altamente


llamativos motivan a los niños a interactuar con sus padres. Un niño motivado es un
niño feliz, un niño que presta atención a sus padres y que está dispuesto a aprender.
Una motivación fuerte provee apoyo para los aprendices activos más que para los
observadores pasivos y los aprendices activos muestran iniciativa y espontaneidad,
dos características importantes que se deben fomentar en los niños pequeños con
autismo. Un niño motivado también querrá continuar con una actividad, lo que le da
a usted como padre la oportunidad de incorporar muchas oportunidades de
aprendizaje en dicha actividad. Mientras más dure esta, más oportunidades de
aprendizaje podrá crear. Esta es la razón por la que usted debe saber qué objetos
y actividades su hijo realmente disfruta: para que pueda crear oportunidades de

90
aprendizaje para él. La siguiente actividad le entregará herramientas para identificar
las actividades y los materiales preferidos de su hijo. Las preguntas le ayudarán a
enfocar su propia atención en el foco de atención de su hijo.

Actividad: Averigüe qué le gusta a su hijo

Durante los próximos días, dedique tiempo para realmente observar a su hijo
durante estos seis tipos de actividades:

1. Juegos con juguetes u otro tipo de objetos


2. Juegos sociales
3. Comidas
4. Rutinas de cuidado (baño, cambio de pañales, hora de vestirlo y hora de
dormir)
5. Actividades en torno a libros
6. Tareas del hogar

Aquí le entregamos algunas ideas para aprender acerca de qué le interesa a


su hijo y a qué le presta atención:

 En cada una de las seis actividades recién mencionadas, observe qué le


interesa a su hijo y a qué le presta atención. Por cada una, haga una lista de
objetos, materiales, juguetes o juegos físicos que su hijo parezca buscar y
disfrutar. (En la página 128 hemos proporcionado un formulario para que
usted pueda tener la lista en este mismo libro, si es que así lo desea). Si su
hijo no busca objetos ni juegos físicos de forma natural, disponga unos
cuantos materiales o juguetes y anímelo a manipularlos o a jugar con ellos
para ver qué cosas le podrían gustar.

91
 A continuación, responda estas preguntas a partir lo observado cuando su
hijo se involucra en las actividades anteriormente mencionadas. Según cada
una de estas seis actividades:

o ¿Qué objetos o actividades busca mi hijo?


o ¿Qué objetos le gusta mirar, tomar o sostener?
o ¿Con qué tipo de actividades acude a mi u otro miembro de la familia
para que lo ayuden?
o ¿Qué lo hace sonreír y reír?
o ¿Qué lo calma cuando está de mal humor o qué lo anima cuando está
molesto?

 Si su hijo no está muy interesado en objetos de juego tradicional, entonces


enfóquese en la respuesta que tiene ante otras actividades del diario vivir.
Hay muy pocos niños pequeños que no se acercan a nada o nadie o que no
interactúan con objeto alguno si no se los guía. Pasa, pero es muy raro.
Cuando su hijo se mueve de manera independiente, ¿hacia qué se aproxima
o de qué se aleja? ¿Qué cosas toca, sostiene u observa? Cuando realiza
juegos físicos con su hijo, tales como a hacerle cosquillas, acurrucarse,
apretarse, dar vueltas, o a lo que sea que jueguen, ¿cuáles son sus
reacciones? ¿Qué parece disfrutar?
 A veces los objetos favoritos de los niños son bastante peculiares para su
edad o se los usa de forma limitada y repetitiva.

Por ejemplo, Pablo, un niño de 26 meses, pasa todo el día con el control
remoto en su mano. Mantiene la televisión encendida y cambia los canales de
pie frente a esta o sentado en el sillón. La mayor parte del tiempo que está
despierto lo pasa frente al televisor y los intentos de sus padres para apagarlo
o quitarle el control siempre terminan en grandes pataletas.

A Matías, un niño de tres años, le gusta recostarse en el respaldo del sillón y


mirar por la ventana durante horas. Muestra muy poco interés por los

92
juguetes, las personas o cualquier tipo de actividad que realizan en su hogar,
a pesar de que hay juguetes y actividades interesantes para realizar, tomando
en cuenta a su hermana de cuatro años y a las mascotas.

“Un error que cometí fue intentar conseguirle más y más juguetes interesantes,
con la esperanza de que mi hijo aprendiera a jugar con ellos si yo le encontraba
algo que captara su atención. Fue mucho más sencillo y efectivo tomar lo que
fuera que estuviera ocupando como juguete e inventar un juego en torno a eso.
Desarrollamos juegos tan simples como “cosquillitas en el cuerpo con el
plumero”, que resultaban súper entretenidos y mucho más efectivos que
suplicarle a mi hijo que cumpliera sus metas apuntando obedientemente la
parte del cuerpo que le mencionaba. Algunos de sus juegos favoritos incluían
“¡dar giros!” (que consistía en tomarlo y hacerlo girar en círculos), saltar dentro
y fuera de la cuna y hacer correr sus autitos de juguete. Todos estos estaban
basados sencillamente en actividades del diario vivir, lo que nos permitía
agregar más y más oportunidades de aprendizaje.”

 Aun si los intereses de su hijo son inusuales, son intereses y los puede
agregar a su lista. Hay algunos niños pequeños que no están muy
interesados en ningún objeto ni actividad. Para estos niños, le enseñaremos
cómo crear más juegos sociales (también llamados rutinas sociales
sensoriales) u otros tipos de rutinas cara a cara y, más adelante, cómo
desarrollar el interés de su hijo por los juegos con juguetes. En el Capítulo 5
describimos estrategias para crear esos tipos de actividades con su hijo.

93
Resumen del Paso 1

Si ha seguido las instrucciones y ha realizado las actividades anteriores, ya habrá


aprendido bastante acerca de los intereses de su hijo, sus preferencias, los objetos
y las actividades que llaman su atención. Vea si está de acuerdo con la mayoría de
los enunciados en la siguiente lista. Si es así, usted ahora está equipado con
conocimiento valioso sobre la atención de su hijo, conocimiento que utilizará para
realizar el Paso 2. De lo contrario, comience a experimentar para así descubrir qué
le gusta a su hijo respecto a cada una de estas categorías.

Lista de actividades: ¿Qué le gusta hacer a mi hijo?

____ Conozco una variedad de juguetes u objetos con los que a mi hijo le
gusta jugar.

____Conozco varios juegos sociales (juegos sin juguetes, como las


cosquillas o los zarandeos) que hacen sonreír a mi hijo.

____ Conozco algunas actividades al aire libre que le gustan a mi hijo (jugar
en los columpios, caminar, etc.).

____ Conozco algunos objetos y actividades que ayudan a que mi hijo se


alegre cuando está de mal humor.

____Conozco algunas canciones o sonidos que a mi hijo le gusta escuchar.

____ Conozco algunas actividades o juguetes que puedo incluir en las


comidas o actividades de cuidado (mientras le doy de comer, lo baño, lo visto,
lo mudo y lo hago dormir) que pueden hacerlo sonreír o reír.

____ Conozco qué le gusta hacer con los libros.

94
¿Qué hay de Pablo? Como se describió anteriormente, el único interés que Pablo
tenía por los objetos era tomar el control remoto. En un principio, la madre de Pablo
le ofreció una amplia selección de juguetes para ver si le cambiaba el control remoto
por otro objeto, pero a él no parecía importarle los otros objetos. En lugar de ello,
su mamá comenzó a pensar sobre qué efectos o acciones podría utilizar para captar
su atención ella misma. Había visto a Pablo sonreír brevemente cuando su hermana
mayor le hacía cosquillas, así que primero intentó con eso. Para su sorpresa, Pablo
se rio. En este punto, todavía no se preocupó por quitarle el control remoto; en vez,
levantaba las manos y meneaba sus dedos cada vez que decía la palabra “cosquillas”
Pablo no se alejaba, sino que de hecho se inclinaba hacia su madre a la espera de la
siguiente cosquilla. Cuando Pablo se había relajado más con el juego, aflojó el
control remoto y su madre pudo quitárselo suavemente mientras seguía haciéndole
cosquillas. Una vez fuera de su alcance, lo ocultó detrás de ella para que
permaneciera fuera de la vista del niño y así no lo distrajera del juego.

La madre de Pablo también encontró otras formas de hacerle cosquillas, como


hacerle pedorretas en su cuello o guatita. Le enseñó cómo subirse la polera para
cuando le hiciera cosquillas en su guatita y se aseguró de responder inmediatamente
cada vez que Pablo hacía este gesto. Cuando el niño se cansaba, su madre le ofrecía
otros objetos que pudiera querer tomar y le mostraba cómo utilizarlos, como golpear
la mesa con la cuchara de palo o apretar los botones del teléfono de juguete. Al tener
el control remoto fuera de vista, Pablo estaba más abierto a explorar cosas nuevas.
Todavía tendía a repetir la misma acción con el objeto, pero ahora la mamá sabía
que podía alejarlo del control e involucrarlo en otras actividades más apropiadas
para el aprendizaje.

¿Qué sucedió con Matías? Matías era el niño que tenía muy poco interés en los
objetos. La mayor parte del tiempo prefería recostarse en el sillón y mirar por la
ventana. Su papá no podía encontrar cómo hacer que se interesara en los juguetes y
luego de cada intento, Matías volvía al sillón. Así que su padre intentó otra forma de
interactuar con él. La siguiente vez que Matías caminó hacia el sillón, su papá lo

95
levantó y lanzó allí. Siguió repitiendo este juego un par de veces más: ayudaba a
Matías a bajarse del sillón, alzaba sus brazos para levantarlo y lo volvía a lanzar al
sillón. Ahora el niño empezaba a comprender el juego y luego de caer al sillón
caminaba hacia su papá para que lo levantara y lanzara otra vez.

En su proceso de descubrir lo que Matías disfrutaba, su papá se dio cuenta de que


el niño disfrutaba más que solo el sillón y que sonreía y regresaba nuevamente luego
de que lo lanzaran por los aires. Así que papá comenzó a experimentar un poco con
otros juegos de “movimiento”. Descubrió que a Matías le encantaba que lo subiera
a sus hombros para jugar al “avioncito” por el cuarto, que le encantaba que lo
pusieran en la pelota grande de ejercicio y lo hicieran rebotar enérgicamente, le
encantaba que lo lanzaran a la cama y lo empujaran con la almohada y que le
encantaba que luego de bañarse lo secaran bruscamente y con mucha acción con una
enorme toalla. Durante este tipo de actividades, era mucho más probable que Matías
riera, sonriera, mirara a papá y que lo jalara para que repitiera el juego.

El papá de Matías descubrió que también podría incorporar un animal de peluche


a estos juegos físicos que realizaban en la cama y utilizar el oso de peluche para
hacerle cosquillas y empujarlo. Matías estiraría los brazos hacia el oso para seguir
jugando, esta era la primera vez que mostraba interés en sus animales de peluche. Al
niño le gustaba cuando su papá cantaba “cabeza, hombros, rodillas y pies” mientras
secaba esas partes con la toalla. También le gustaba cuando su papá se paraba frente
a el para empujarlo en el columpio del parque, en lugar de hacerlo por detrás, y que
lo empujara fuerte y luego lo atajara en sus brazos. Matías reía, se meneaba y miraba
a su papá a la espera del siguiente empujón. El trabajo de detective del papá y sus
experimentos le ayudaron a identificar muchas de las actividades que Matías
disfrutaba.

96
Paso 2. Ábrase paso hacia el “escenario”; tome su lugar

Fundamento: La comunicación social ocurre especialmente mediante los ojos,


la cara y el cuerpo. Queremos que los niños nos miren, que constantemente hagan
contacto visual y que tengan una vista perfecta de nuestras caras, expresiones,
patrones de mirada y bocas cuando hablamos. Por lo general, sentar a los niños
cuando jugamos con ellos nos ayuda a ubicarnos en su foco o centro de atención.
Sentarse ayuda a que su hijo concentre su atención, ya que la silla provee soporte
e impide que su hijo se aleje fácilmente. Sentarse frente a su hijo para leerle un libro
o para jugar con un juguete puede parecer una forma extraña de posicionarse, pero
sentarlo en sus piernas para leerle no le permitirá involucrase en una interacción
cara a cara con él y limitará el intercambio social. Una vez que se acostumbre a
leerle y jugar de frente a él, se convertirá en un “Imagine que usted es su profesor
hábito y no tendrá que pensar más en ello. Si
de preescolar, no su abuela.
utiliza un cojín tipo pera o cualquier asiento que
Necesita captar la atención del
tenga apoyabrazos y le proporcione soporte,
niño, no acurrucarse con él durante
es más probable que su hijo se mantenga
este tiempo.”
concentrado en la actividad interactiva.

Actividad: Encuentre posiciones que lo sitúen en el foco de


atención

Cuando usted esté jugando con su hijo o cuidando de él, empiece a


posicionarse de tal forma que su hijo tenga una vista muy clara de su cara y
sus ojos. Dentro de lo posible, trate de estar lo más cerca de su hijo, a su
mismo nivel y cara a cara con él durante tanto las actividades de juego como
las actividades de cuidado. No podemos dejar de enfatizar la importancia
del posicionamiento para aumentar la atención de su hijo hacia las
personas y las oportunidades de aprendizaje.

97
Aquí le entregamos algunas ideas para que usted y su hijo se
posicionen de tal manera que el aprendizaje ocurra con mayor facilidad:

 Las posiciones en las que su hijo esté recostado de espalda y usted


se encuentre sentado inclinándose sobre él son estupendas para
realizar juegos sociales, juegos con los dedos, pequeñas canciones y
rutinas. La hora de cambiar los pañales, ya sea en un mudador o en
el piso, es una muy buena instancia para posicionarse cara a cara con
su hijo, para hablarle y cantarle unas cancioncitas o para realizar
juegos con los dedos como parte de la rutina de mudado.
 Sentarse en el piso con las piernas estiradas y con su hijo acostado
encima de sus piernas o entremedio de estas, también es una gran
posición para hacerle cosquillas en la guatita y para realizar juegos
sociales como “este dedito”, “dónde está el bebé”, juegos de manos
entre dos con cantos, “frutillita”, etc.
 Realizar rutinas de juegos físicos en su cama o sillón permiten un
excelente posicionamiento cara a cara con el niño, tanto cuando está
recostado como de pie.
 Siente a su hijo en su regazo, de cara a usted, o en una silla pequeña,
un cojín tipo pera, una sillita alta o en la esquina de una silla o un sillón
del living mientras usted se sienta en el piso. Esta posición cara a cara
es excelente para canciones, juegos con los dedos, juegos con
juguetes y para leer libros, como también para las rutinas de vestir al
niño (cuando le ponga la polera, los pantalones, las calcetas y los
zapatos). Es más fácil mantener esta posición cara a cara si utiliza
algún tipo de soporte en el que su hijo pueda apoyarse o recostarse,
como un cojín tipo pera o una almohada, un sillón, una silla o sus
rodillas y, para los juegos en que necesite estar sentado o de pie, una
mesita o una silla pequeña. Los juegos sociales e incluso las
actividades con libros se pueden realizar cara a cara, sosteniendo el
libro frente a su hijo, apuntándole las imágenes y manteniendo su vista

98
y cara frente al rostro del niño y cerca de él, de manera que siempre
esté listo para hacer contacto visual, expresiones faciales, efectos de
sonido y pronunciar palabras clave.

 Cuando siente a su hijo, asegúrese de que su espalda y sus pies estén


bien apoyados, de manera que se sienta cómodo y pueda enfocarse
en usted. Su espalda debe estar apoyada en el respaldo de la silla y
sus pies descansando en el piso. Consideré los ángulos adecuados:
en una silla que se adapte a su hijo, sus caderas, rodillas y tobillos
deberían estar más o menos en un ángulo de 90 grados. Sus pies no
deben colgar en el aire. En el caso de los niños de un año o dos, por
lo general una pequeña banquita tiene una altura perfecta y si la pone
contra la pared le dará soporte para la espalda. Los niños (¡y también
los adultos, como sabrá por experiencia!) se sienten más cómodos
cuando la silla es apropiada para sus medidas, lo que permite que
permanezcan en ella por más tiempo.

 Los cojines tipo pera son muy convenientes y se los recomendamos a


todas las familias, ya que le permite sentar a su hijo frente a usted dándole
buen soporte. A los niños también les gusta recostarse en ellos, posición
en la que pueden realizar muchos juegos sociales.
 A algunos niños pequeños les gusta moverse tanto que no quieren
permanecer sentados por mucho tiempo. Sin embargo, quedarse de pie
también puede ser una buena posición cara a cara y en este caso una
mesita de café o una mesita para niños es una buena herramienta. A
muchos niños les gusta ocupar sus juguetes de pie frente a una mesa y a
usted le resultará fácil involucrarse en su juego al situarse frente a él, al

99
otro lado de esta. Es mejor si la mesa es pesada, de manera que si su
hijo se apoya encima, esta no se mueva. Además, debe ser lo
suficientemente baja, que le quede a nivel de la cintura, para que así el
niño se pueda inclinar sobre ella con facilidad y pueda tener mayor
alcance de los objetos y usted. Usted puede situarse al otro lado de la
mesa o en una esquina, de manera que quede cara a cara con su hijo.
Evite jugar al lado de su hijo, ya que de esta forma al niño le resultará
demasiado difícil ver su rostro.

Actividad: Saque provecho de las horas de comida

Sentar a su hijo en una silla alta o en un asiento para niños pequeños durante las
horas de comida facilita oportunidades para posicionarse cara a cara con él en la
mesa, especialmente si estas horas se establecen como instancias sociales. Es muy
tentador hacer que los niños coman por sí mismos mientras los padres terminan de
preparar la comida, en lugar de tener una comida en conjunto. Sin embargo, en el
caso de los niños con autismo, cada comida o colación en la mesa presenta una
oportunidad valiosa para trabajar su atención e interacción social.

Aquí le entregamos algunas ideas para aumentar la atención de su hijo en


usted durante las horas de comida:

 En lugar de darle a su hijo la comida picada en su bandeja, ponga la


sillita alta justo en un extremo de la mesa y sitúe la silla suya frente a
la sillita alta, de manera que quede fácilmente de cara a su hijo y
puedan comer o picotear juntos. Coloque la comida del niño en la
mesa y ponga un poco en el plato de él y un poco en el plato suyo.
Diviértanse hablando sobre la comida.
 Cuando su hijo haya terminado la pequeña porción que le dio,
ofrézcale más, pero no le dé hasta que haya señalado de alguna forma

100
que quiere más. Puede ser cualquier conducta sutil, una corta mirada
hacia usted, un intento de alcanzar la comida, de apuntarla, o algún
sonido o palabra, pero espere a que su hijo haga algo y luego trate
esa conducta como un intento de comunicarse con usted. Una vez que
vea o escuche algo, inmediatamente entréguele la comida mientras le
dice algo como: “¿Más? Claro, aquí tienes más”
 Ofrézcale un bocado y luego anímelo a que él le dé uno a usted,
inclinándose hacia él con la boca abierta.
 Ponga el vaso de su hijo en la mesa fuera de su alcance, pero que lo
tenga a la vista, sosténgalo frente a él y pregúntele si quiere antes de
dárselo. Sírvale solo un poco, de manera que lo termine rápidamente
y tenga que pedir más. Luego, cuando lo haya terminado y quiera más,
ofrezca servirle poquito más, pero espere a que se comunique antes
de darle.
 Cuando ya vayan a terminar de comer, cante una pequeña canción o
dos acompañada de juegos con los dedos; ayude a su hijo a realizar
gestos que vayan con la canción, moviendo sus manos al ritmo de
esta. Las canciones son muy buenas para la construcción del
lenguaje. Sentarse de esta forma, cara a cara, es una posición muy
buena para obtener atención social y manejar la comida de su hijo
hará que su “foco de atención” esté centrado en usted.

Resumen del Paso 2

Si ha seguido las instrucciones y llevado a cabo las actividades anteriores,


habrá encontrado varias formas de entrar en el foco de atención de su hijo.
Vea si está de acuerdo con la mayoría de los enunciados de la siguiente lista.
De ser así, ahora se encuentra equipado con habilidades importantes para
entrar en el foco de atención de su hijo. Utilizará este conocimiento en el
Paso 3. En el caso de que todavía no haya perfeccionado el uso de estas
habilidades, comience a experimentar con cada una de ellas, una a la vez,

101
durante los juegos con su hijo hasta que haya encontrado algunas formas de
llevarlas a cabo.

Lista de actividades: ¿Me encuentro en el foco de

atención de mi hijo durante las actividades que

realizamos juntos?

___ Cuando interactuamos, mi hijo puede ver fácilmente mis ojos, mi cara,
mis acciones corporales y movimientos.

___ En ocasiones, mientras realizamos actividades juntos, mi hijo me


observa.

___ Me encuentro frente a él, a su nivel, cara a cara (no tengo que bajar mi
vista hacia él).

___ He descubierto formas de acomodar un poco las cosas para poder


ubicarme cara a cara con mi hijo durante las actividades de juego y cuidado.

___ Mi hijo se encuentra frente a mí, cómodamente sentado o de pie (sentado


en el piso, en una silla adecuada para su tamaño o de pie ante una mesa que
tiene la altura adecuada para que juegue).

¿Qué hay de Pablo? Luego de completar la lista del Paso 2, la madre de Pablo descubrió
que gastaba más energía siguiendo a Pablo, que creando las zonas sociales apropiadas para
jugar. Uno de sus hábitos era ofrecerle objetos cuando Pablo se alejaba de ella o cuando no
la miraba. Decidió que un paso importante que tenía que dar para ayudar a que Pablo
aprendiera era adaptar el área de juego para que fuera más adecuada al tamaño de Pablo
y a su foco de atención. Colocó la mesita de café más cerca del sillón, de manera que cuando
el niño se parara sobre esta, tuviera el cuerpo más respaldado por el sillón. Esta también
era una forma más fácil de “retarlo” sin tener que obligarlo a sentarse en una silla, una

102
tarea que al niño le resultaba difícil excepto durante las horas de comida. A Pablo también
le gustaban las almohadas, así que su madre trajo unas del dormitorio y las apoyó contra la
pared para crear un área blanda y acolchada para sentarse sin tener la necesidad de
comprar un cojín tipo pera.

Finalmente, la mamá pensó en otras oportunidades a lo largo del día estando en la casa,
donde podría crear un mejor foco de atención. Durante la cena, le era difícil mantenerse
sentada porque sus otros hijos siempre querían algo del refrigerador o necesitaban ayuda
para cortar su comida. Sin embargo, en el día, durante las horas de colación cuando Pablo
y ella estaban solos, era más fácil permanecer sentada. La mamá decidió que sentaría a
Pablo frente a ella mientras se tomaba el café de la mañana como una forma de interactuar
y relacionarse con él.

También se dio cuenta de que cuando Pablo se cansaba, generalmente quería que lo
tomaran en brazos. Decidió tomarlo en brazos poniéndolo de cara a ella en lugar de ponerlo
de espalda y así aprovechar al máximo esta instancia de estar cara a cara con él, cantándole
sus canciones favoritas.

¿Qué hay de Matías? Luego de completar la lista del Paso 2, su papá pensó en más formas
de entrar en el foco de atención del niño. Dado que Matías ya disfrutaba recostarse en el
sillón, su papá podía inclinarse sobre él y establecer contacto cara a cara a medida que
comenzaba y continuaba más juegos activos. El papá creó otros juegos para realizar en el
sillón en los que Matías tenía que sentarse derecho, tales como rebotar en el sillón, que lo
tomaran en brazos para hacerlo “despegar” como un cohete y lanzarse hacia los brazos de
papá.

A medida que Matías buscaba jugar así, su tolerancia para estar sentado mejoró y su papá
incluyó libros y lo incentivaba a mirarlos con él mientras estaban sentados en el sillón. El
papá se aseguró de agregar efectos de sonidos divertidos y movimientos exagerados para
mantener entretenido a Matías. También colocó una mesa y una silla para niños en la sala
de estar y poco a poco comenzó a poner en la mesa algunos libros y otros juguetes que creía
que Matías podría disfrutar. Ambos comenzaron a moverse entre la mesa y la silla cuando
iban a la sala de estar y antes de irse al sillón. Después de algunas semanas, su papá pudo
aumentar el tiempo que interactuaban en la mesa.

103
Además, cada vez que Matías necesitaba ayuda con un objeto (como sacar algo de una
caja o abrir el paquete de algún snack), su papá lo llevaba a la sala de estar o a la mesa de
la cocina y lo sentaba antes de ayudarlo. Matías comenzó a aprender acerca de otros lugares
de la casa aparte del sillón donde se podían hacer cosas entretenidas y agradables.

Paso 3: Elimine la competencia

Fundamento: El entorno físico puede tener una fuerte influencia sobre la


atención de su hijo. Al observar al niño sabrá cuáles son los imanes de atención de
un lugar particular. Las imágenes de video o computador, los juguetes mecánicos y
los objetos que se mueven pueden ser una gran competencia para los padres que
intentan capturar la atención de sus hijos. Posiblemente tenga que controlar y
diseñar el entorno de manera que tenga menos competencia por la atención de su
hijo.

Actividad: Identifique los distractores y ocúpese de ellos

Cuando se disponga a realizar una actividad de juego o de cuidado cara a cara con
su hijo, observe el foco de atención del niño e identifique los objetos del entorno que
le quiten la atención de su hijo. Una vez que los identifique, tome medidas para
minimizarlos.

Aquí le damos algunas ideas para ocuparse de los distractores:

 Durante las actividades con juguetes, ponga aquellos que estén


esparcidos en repisas o escóndalos, de manera que los juguetes que
no se estén ocupando no llamen la atención de su hijo. Puede ponerlos
en closets, cajas de juguetes e incluso en repisas abiertas
cubriéndolas con una manta.

104
 Apague la televisión a no ser que alguien realmente esté viéndola.
Mantener la televisión encendida es un poderoso imán de atención
para los niños pequeños con autismo.
 Durante las actividades de juego, intente apagar las pantallas de los
computadores y televisores.
 Durante el juego social, si el entorno está muy agitado y sigue
distrayendo a su hijo, vaya a otro cuarto. Una cama grande a menudo
es un lugar genial para los juegos sociales.
 Durante las horas de baño de su hijo, si es posible, procure que no
haya más gente en el cuarto, de manera que se pueda involucrar más
con el niño.
 Durante las comidas, si hay varios niños comiendo juntos, vea si
puede intercalar las rutinas de comida de su hijo con TEA (según lo
descrito anteriormente) con los tiempos de sobremesa con los demás
niños y adultos. Sin embargo, no sienta la necesidad de alimentarlo
solo; la mezcla de interacción social con la familia en la mesa es una
experiencia muy importante para su hijo, siempre y cuando le preste
atención a las demás personas como también a su comida.

“Descubrí que poner los juguetes en contenedores resultaba conveniente de


muchas maneras. No solo eliminaba las distracciones, sino que además me
daba oportunidades de enseñarle cómo limpiar y sacarle más palabras para que
pidiera cajas y juguetes específicos. Tener cajas de colores diferentes puede
servir para enseñar los colores, mientras que las cajas trasparentes sirven para
motivar al niño a que pedida los juguetes que hay dentro. Mi hijo era reacio a
pedir las cosas, pero finalmente terminaba pidiendo sus autitos favoritos cuando
los podía ver dentro de una caja (lo que nos ayudaba a enseñarle oraciones cada
vez más complejas, aunque también servía para enseñarle cómo apuntar).”

105
¿Qué hay de las otras personas?

Cuando su hijo con autismo recién está aprendiendo cómo interactuar con otras
personas y cómo prestarles atención, el hecho de que haya varias de ellas tratando
de interactuar con él al mismo tiempo que usted, puede distraerlo. Es genial cuando
varios familiares quieren jugar juntos, pero también es importante tener en
consideración el foco de atención de su hijo. Los niños neurotípicos son muy hábiles
para cambiar su atención entre diversas personas y actividades, pero los niños con
TEA tienen dificultad incluso para prestar atención a una sola persona y usted está
poniendo mucho esfuerzo en desarrollar esa capacidad para ayudarle a aprender.
Las interacciones sociales son las herramientas de enseñanza más importantes que
usted posee y tiene la necesidad de proteger y aumentar las interacciones que su
hijo tiene con sus padres, hermanos y otros seres queridos, y la atención que les
presta. Al principio, es conveniente mantener el foco de atención en una persona a
la vez. Si otros intentan interactuar con su hijo al mismo tiempo que usted, desviarán
la atención que le está prestando. Cuando nadie tiene el control de su foco de
atención, el aprendizaje no puede ocurrir. Por lo tanto, incentive a los demás a que
interactúen con su hijo uno a la vez y que no interrumpan la atención e interacción
que su hijo tiene con otra persona del grupo. Más adelante, a medida que la
capacidad de su hijo para prestar atención a otras personas mejore, averigüe si es
capaz de cambiar su atención de una persona a otra e interactuar con ambas. Esta
también es una habilidad importante; es la manera en que las familias interactúan
como grupo.

106
Pero, mientras tanto, aquí le damos algunas ideas de cómo manejar las
interacciones múltiples:

 Ayude a los miembros de la familia a entender el concepto del foco de


atención de su hijo y la importancia de que concentre su atención en una
persona para aumentar sus oportunidades de aprendizaje.
 Pídale a los demás que esperen su turno en vez de interrumpir la interacción
entre usted y su hijo. (Esto sólo se trata de tener buenos modales, como
esperar una pausa o una invitación para unirse, en lugar de interrumpir una
conversación entre dos personas.)
 La misma idea se puede aplicar a otros niños que quieran unirse a la
interacción, mientras tengan la edad suficiente para entender la idea de no
interrumpir a los otros.
 “Jugar por turnos es jugar limpio”: cuando otra persona este interactuando
con su hijo, asegúrese de no interrumpir ni competir por su atención. Si usted
interrumpe a los otros e intenta mostrarles “como se hace”, corre el riesgo de
desanimarlos de querer interactuar con su hijo. Todas las personas que estén
en posición de interactuar con él, encontrarán su propia manera de hacerlo
o le pedirán ayuda cuando la necesiten.

Resumen del Paso 3

Si ha seguido las instrucciones y ha llevado a cabo las actividades anteriores,


habrá encontrado varias maneras de eliminar los distractores y aumentar la
atención de su hijo hacia usted y hacia las actividades que realizan juntos.
Vea si está de acuerdo con la mayoría de los enunciados de la siguiente lista.
De ser así, ahora se encuentra equipado con habilidades importantes para
incrementar y reforzar el foco de atención de su hijo en usted, conocimiento
que pondrá en práctica en el Paso 4. De lo contrario, comience a

107
experimentar con ellas durante las actividades de juego y cuidado hasta que
haya encontrado métodos que le acomoden.

Lista de Actividades: ¿He identificado y minimizado

los distractores?

___ Durante las actividades de juego y cuidado, mi hijo constantemente me


presta atención a mí y a la actividad que realizamos juntos.

___ He identificado qué cosas distraen a mi hijo y he encontrado formas de


apartar, cubrir o esconder los distractores en uno o más cuartos.

___ He tenido éxito en cambiarnos de lugar con mi hijo para evitar los
distractores.

___ Mientras interactúo con mi hijo durante las actividades de juego o


cuidado, el televisor y el computador permanecen apagados.

___ Cuando otros quieren participar con nosotros, los he ayudado con la idea
de esperar y tomar turnos, en lugar de interrumpir y desviar la atención de mi
hijo.

¿Qué hay de Pablo? Para los padres de Pablo, los distractores eran el control
remoto y la televisión. Por mucho que intentaban interesarlo por sus juguetes o
actividades físicas, la atención que el niño ponía en la televisión les impedía entrar
en su foco de atención. Sin embargo, se dieron cuenta que durante las horas de baño
él disfrutaba apretar los juguetes de baño para que lanzaran chorritos de agua.

108
También le gustaba cuando sus padres le ponían burbujas de champú en sus manos
y su guatita. Agregaron un par de juguetes de baño que nadaban cuando se les daba
cuerda, algo que al niño le encantaba y cada vez que se les acababa la cuerda él se
los pasaba para que los volvieran a hacer funcionar. Probaron soplarle burbujas, lo
que también disfrutaba mucho, golpeándolas y contemplándolas con una gran
sonrisa, expectante.

Sus padres también descubrieron que a Pablo le gustaba que lo sentaran en el


mesón para secarlo luego de su baño, así que comenzaron a secarlo “bruscamente”
con la toalla, a jugar a “dónde está el bebé” escondiéndose detrás de esta y a “este
dedito” con sus juguetes mientras los secaban. Su madre lo volteaba hacia el espejo
y mientras él la observaba, acercaba su cara a la de él y comenzaba a hacer muecas
y ruidos graciosos. A Pablo le encantaba esto y le daba palmaditas al espejo y luego
al rostro de su madre.

Todas estas observaciones hicieron que los padres de Pablo se dieran cuenta de
que él sí disfrutaba jugar con las personas y los juguetes, por lo que decidieron tomar
mayor control del televisor y control remoto. Tomaron la decisión de mantener el
televisor apagado durante las comidas, la hora del baño y temprano en la mañana.
También comenzaron a vestirlo y mudarlo en la cama del dormitorio que compartía
con su hermano (en vez de hacerlo frente al televisor) a primera hora en la mañana
y en la tarde antes de bañarlo y ocupaban estas instancias para jugar en la cama.
Además, su padre se sentaba a la mesa con él durante el desayuno y su madre se
sentaba a su lado durante la cena. Tomaron más control de su comida y sus bebidas,
dándoselas de a poquitos para que tuviera que pedirlas con más frecuencia.
Adicionalmente, crearon instancias de interacción social durante las comidas,
haciendo que el niño ayudara a pasar cosas, que les diera pedacitos de comida y que
los ayudara a limpiar la bandeja de su sillita antes de que terminara de comer.

Mantener el televisor apagado durante estas actividades disminuyó el tiempo que


Pablo pasaba centrado en este y aumentó la atención que ponía en dichas
actividades. Sin embargo, Pablo seguía pasando horas frente al televisor.
Finalmente, después de unas cuantas semanas, sus padres dieron un enorme paso.

109
Una noche, después de que Pablo se había dormido, pusieron el control remoto en lo
alto de un armario. Tomaron más control del televisor, manteniéndolo encendido por
una hora en la mañana, una hora antes de la cena y una hora en la tarde antes de
bañar a Pablo. Pusieron un temporizador de cocina para esas horas. Cuando sonaba
el temporizador, enchufaban y encendían el televisor y volvían a poner el
temporizador por una hora. Cuando volvía a sonar, apagaban el televisor y lo
desenchufaban.

La primera mañana, Pablo buscó por mucho rato el control remoto. Se enojó
mucho cuando no pudo encontrarlo. Después del desayuno, su madre encendió el
televisor por una hora, mientras se vestía y se alistaba para comenzar el día, y cuando
sonó el temporizador, ella ya estaba lista con el coche y el abrigo de Pablo. Apagó
el televisor e inmediatamente le puso el abrigo y se fueron al parque. Pablo se puso
a llorar cuando su madre apagó el televisor, pero se distrajo con la ida al parque, lo
que además les permitió tener horas de diversión en los columpios. Cuando llegaron
a casa, su madre lo mudó en la cama, luego lo puso en su silla a la mesa para que
comiera un snack y se sentó para tomarse una taza de café. Puso algunos juguetes en
la mesa mientras él comía, un puzle y un libro, y con estos logró captar su atención
por más tiempo del que esperaba. Él hizo una pataleta porque quería ver televisión,
pero ella dejó que se le pasara y después de su snack se fueron al dormitorio del niño
para jugar a los zarandeos en la cama y luego con unos juguetes en la alfombra.

110
Esta era la nueva rutina del hogar y después de algunos días Pablo dejó de buscar el
control remoto y comenzó a mostrar mucho más interés por jugar con sus padres (con
juguetes, estando a la mesa y durante la hora de baño). Mamá y Papá habían trabajado
arduamente para encontrar una forma de eliminar la competencia del control remoto y el
televisor, pero pronto se dieron cuenta que no podían competir directamente con esas fuertes
atracciones; tenían que eliminar la competencia por completo. También tuvieron que
soportar las pataletas y llantos que sabían que ocurrirían durante los primeros días, pero al
sustituirlos por otras actividades que su hijo disfrutaba y sacarlo del living, superaron la
peor parte. Así, día tras día, Pablo se ajustaba a la nueva rutina.

Paso 4: Identifique la zona de confort social de su hijo

Fundamento: Todas las personas, incluyendo los niños, reaccionan de manera


diferente ante la proximidad física con otros. Algunas personas necesitan más
distancia social que otras. A otras les encanta estar cerca. Para atraer la atención
de su hijo hacia su cara y cuerpo, es importante determinar el nivel de confort de su
hijo con la proximidad física.

«Mi hijo nunca tuvo mucho afecto por la televisión, pero cuando tenía 3 años encontré que era
conveniente en cierta forma. Tenía grandes libros ilustrados que mostraban objetos, personas,
expresiones faciales y otras cosas que a menudo utilizábamos para practicar su capacidad de
apuntar. Parecía un complemento lógico ver ciertos segmentos de televisión cuidadosamente
seleccionados y hablar sobre qué emociones mostraban los personajes, haciendo comentarios
tales como “¿Está feliz?” y “¿Cuál está triste?”, luego “¿Por qué está triste?” ¡La recompensa
por involucrarse y conversar era que pudiese ver su programa favorito! »

111
Actividad: Identifique las señales de su hijo sobre el nivel de
proximidad con el que se siente cómodo

A continuación, usted va a realizar un pequeño experimento: descubrir dónde se


encuentra más cómodo su hijo cuando le observa y disfruta de su compañía. Ese
es el espacio que constituye la zona de confort social de su hijo. Donde sea que su
hijo se vea cómodo observándole, establece la distancia adecuada para que este
aprenda. Puede que, después de un tiempo, cuando usted y su hijo ya hayan
desarrollado varias rutinas sociales agradables que les resulten familiares, el niño
se sienta cómodo si usted se le acerca un poco. Sin embargo, en realidad no es tan
importante lo cerca o lejos que estén; lo que importa es aumentar la atención de su
hijo en usted y que se encuentren lo suficientemente cerca de manera que usted
pueda tener a su alcance los materiales y a su hijo.

A continuación le presentamos algunas ideas para descubrir las señales de


su hijo sobre el nivel de proximidad con el que se siente cómodo y cómo
responder ante ellas:

 Durante las actividades cara a cara que esté utilizando del Paso 2,
preste atención a la proximidad que tiene con su hijo y a cómo él
reacciona ante esta proximidad. La mayoría de los padres cuando
juegan con un niño pequeño se encuentran a una distancia suficiente
para tocar su rostro. Esta es una distancia natural para mantener
cuando se habla, juega y comparte emociones con un niño pequeño.
La mayoría de los niños pequeños con TEA pueden mantenerse
cómodos con este nivel de cercanía, aunque puede que su hijo
necesite un tiempo para acostumbrarse a mantener una distancia
menor, si esta difiere de la que usted generalmente ocupa cuando
interactúa con él.
 Si su hijo se voltea y aparta la mirada de usted constantemente (esto
se denomina evitación del contacto visual), ¡retroceda y observe

112
cómo responde! Retroceder va contra los instintos de la mayoría; la
tendencia natural es acercarse o tomar la cara del niño o hacer algo
para llamar su atención. Sin embargo, algunos niños necesitan más
distancia para disfrutar la interacción cara a cara. Si ve que su hijo
aparta la mirada hacia otro lado cuando usted se acerca, retroceda a
donde estaba antes de que mirara a otro lado. Vea si puede reanudar
sus interacciones sin provocar evitación del contacto visual. Si no
puede, retroceda un poco más e inténtelo nuevamente.
 Algunos niños son más volubles que otros y pueden cambiar sus
reacciones muy rápidamente durante una actividad. Por un minuto,
puede parecer que disfrutan su cercanía durante una interacción y
luego cambiar repentinamente a un estado de ánimo menos positivo,
incluso si la actividad y la participación que usted tenía eran las
mismas. Si el estado de ánimo de su hijo cambia rápidamente de feliz
a infeliz o al revés, o si se demora un poco en “entrar en calor” para
realizar una actividad, es recomendable que usted se mueva alrededor
un poco. Piense qué acciones o efectos de la actividad su hijo podría
disfrutar más y muéstreselos desde una distancia ligeramente mayor.

Resumen del Paso 4

Si usted ha seguido las instrucciones y ha realizado las actividades anteriores, ya


habrá averiguado cuáles son los límites de la zona de confort social de su hijo en
varias actividades diferentes y ya habrá utilizado esto para ayudarle a que le preste
atención a usted y a las actividades que realizan juntos. Vea si es que está de
acuerdo con la mayoría de los enunciados en la siguiente lista. De ser así, ahora se
encuentra equipado con habilidades importantes para ajustar su posición y así
maximizar el confort y la atención de su hijo para el Paso 5. De lo contrario, vuelva
al principio de la sección, revísela e inténtelo nuevamente. Pida el consejo de otra
persona que conozca muy bien a su hijo

113
Lista de actividades: ¿Me encuentro en la zona de confort

social óptima de mi hijo?

____ Mi hijo no está mirando activamente hacia otro lado o echándose hacia
atrás.

____ A veces, mi hijo dirige su mirada hacia mí y hacia las acciones que
realizo.

____ Estoy frente a mi hijo, lo suficientemente cerca para tocarlo a él y a los


objetos que hay entre nosotros.

____ Mi hijo se ve cómodo, jugando con objetos, en ocasiones sonriendo o


enfocándose en los juegos, calmado, interesado, feliz o entusiasmado.

¿Qué hay de Matías? Cuando recién conocimos a Matías, su principal interés era
echarse en el sillón para mirar por la ventana. Su papá desarrolló varios juegos
físicos activos para interactuar con él, pero igual le tomaba mucho esfuerzo mantener
una interacción continua. Matías sonreía y reía cuando lo tiraban al sillón o cuando
su papá lo paseaba por el cuarto mientas jugaba al “avioncito” con él, pero no
siempre continuaba con la actividad ni buscaba activamente a su papá para seguir
jugando. El papá sentía que a veces podía tomarlo o dejarlo. Entonces, ¿cómo podía
generar más emoción en Matías?

Para resolver este siguiente paso, el papá comenzó a experimentar con la zona de
confort social para ver de qué manera unos cambios leves en su propio
posicionamiento podrían afectar a Matías. Comenzó observando las diferencias en
cómo Matías reaccionaba ante la proximidad y lejanía del rostro de su padre
mientras lo hacía saltar en el sillón o le daba vueltas por el cuarto. Cuando estaba
cerca, a veces Matías alejaba el rostro de su padre, pero cuando el padre lo bajaba
al suelo y se reclinaba o echaba para atrás, Matías tendía a seguirlo con la mirada.

114
La atención de Matías hacia su padre resultaba más evidente cuando este retrocedía
unos pasos del sillón para sentarse en el piso. Matías se bajaba del sillón y corría
hacia su papá para que lo levantara por los aires. Él siguió experimentando con la
distancia física entre ambos y descubrió que en el caso de los juegos físicos, era mejor
mantener más distancia. Esto parecía despertar más los esfuerzos de Matías para
buscar a su papá y continuar el juego. Lo mismo sucedía cuando jugaban al avioncito
o a dar vueltas por el cuarto. Resultaba más probable que Matías alzara la vista y
los brazos en respuesta a los brazos abiertos de su padre cuando este se detenía para
ponerlo en el piso y retrocedía unos cuantos pasos, que cuando se agachaba justo
frente al rostro del niño para llamarlo. Pasaba lo mismo cuando Matías se hartaba
de alguna actividad. El papá se dio cuenta de que un poco de espacio extra lo
ayudaba a interpretar si Matías estaba realmente cansado de un juego, porque él no
lo seguía, sino que miraba hacia otro lado del cuarto. Entonces, el papá podía
confirmar que Matías estaba “listo” con una actividad y seguir la mirada del niño
para ver a qué quería jugar ahora. El padre se sentía más capaz de entender los
intentos de su hijo para comunicarse y de inventar más juegos interactivos para que
el niño participara.

Paso 5. Únase siguiendo las direcciones de su hijo

Es muy común que los padres interactúen con sus hijos creando una nueva
actividad y proponiéndoselas cuando ellos ya están concentrados en otra
cosa. El niño con autismo podría estar ocupado abriendo y cerrando una
puerta o haciendo andar un autito hacia adelante y atrás, y cuando la madre
o el padre lo interrumpen para proponerle una actividad que no se relaciona
con la que está realizando, él podría ignorarlos o incluso molestarse y
enojarse. Esto puede hacer que el padre se sienta un fracaso o al menos
hacerlo sentirse frustrado por la falta de atención e interés del niño por la
nueva actividad. En lugar de intentar llevar la atención de su hijo hacia algo,
en este paso practicará cómo seguir el foco atencional de su hijo.

115
Fundamento: Seguir la atención de los niños como una forma de
enseñarles puede parecer “poco natural” o que está haciéndolo “al revés”.
Estamos muy acostumbrados a enseñarles indicándoles las cosas y
dirigiéndolos, sin embargo, muchos estudios nos han enseñado que los
niños, en particular los niños pequeños que se encuentran en los años de
aprendizaje del lenguaje, aprenden el lenguaje con mayor facilidad si los
padres y las otras personas siguen su atención y les hablan sobre aquello en
lo que ya están enfocados. Desviar su atención hacia otras cosas interrumpe
su concentración y arriesga que se pierda todo. Las siguientes actividades
utilizan las cuatro técnicas principales que empleamos en el modelo ESDM
para seguir la atención de los niños. Estas son habilidades de enseñanza
fundamentales que utilizará una y otra vez a medida que siga los capítulos,
así que practíquelas hasta que le resulten fáciles y naturales de utilizar.

El lema del Paso 5 es este: “Donde me guíes, te seguiré”. En lugar de


intentar cambiar la actividad o el foco de atención de su hijo, intente seguir la
atención de su hijo en la actividad que está realizando y únase a él. Puede
utilizar los objetos, los juguetes o las actividades en las que su hijo está
enfocado para crear una interacción.

Actividad: Utilice la escucha activa

Un buen punto para comenzar es la escucha activa. Puede que conozca este
concepto por otros contextos y, de ser así, sabe que significa escuchar, realmente
escuchar lo que la otra persona está diciendo y esforzarse por entender lo que la
persona desea comunicar. Con otros adultos, intentamos entender escuchando y
haciendo preguntas para clarificar el mensaje, replanteando lo que hemos oído y
entregando comentarios de apoyo. Cuando somos oyentes activos de un niño
pequeño que está jugando, nos posicionamos frente a él para que sea fácil
intercambiar miradas, observamos lo que está haciendo para así entender sus

116
metas, narramos sus acciones, realizamos comentarios de admiración y agregamos
efectos de sonido o dramatizaciones (redoble de tambores, ovaciones, etc.)
También podríamos ayudar al niño, recogiendo un juguete que se le haya caído o
acercándole algo que quiere. Además, podríamos imitar las acciones del niño con
otro objeto.

Este tipo de escucha activa y comentarios pueden darse en muchas


situaciones con su hijo. Esto crea una situación en la que ambos están prestando
atención a la misma cosa y la atención compartida es una herramienta poderosa
para el aprendizaje del niño. Hace que el lenguaje tenga sentido y lo sitúa a usted
en el foco de atención del niño, en el centro del escenario, interactuando y
respondiendo al juego de su hijo (sin interrumpir ni cambiar su foco de atención). La
escucha activa también puede ayudar a mantener la atención de su niño en la
actividad, de manera que usted pueda añadir más oportunidades de aprendizaje.
Con ello le estará comunicando el siguiente mensaje a su niño pequeño: “Estoy
aquí, me intereso por ti, veo lo que estás haciendo y yo también lo hago.” A medida
que se una a su hijo y lo sigua y se vuelva más activo, haciendo comentarios, dando
su aprobación, agregando efectos de sonido e imitando sus acciones, su hijo le
prestará más atención.

Actividad: Narre

Su participación en las actividades de su hijo comienza cuando usted comparte su


interés en la actividad que él realiza, observando, sonriendo, asintiendo con su
cabeza y realizando gestos (escucha activa). Es fácil pasar de observar las
acciones de su hijo de manera activa y dándole aprobación, a ser el narrador de su
hijo. Mientras observa activamente, agregue palabras de a una o frases cortas para
describir lo que su hijo está haciendo (la razón de utilizar un lenguaje simple es
ayudarlo a que comience a escuchar palabras individuales y las asocie con objetos
y actividades. Si su lenguaje es demasiado complejo, su hijo entonces podría no
entender qué palabra o frase describe el objeto que usted tiene en la mano o la

117
acción que está mostrándole.)
Por ejemplo, si el niño está
recogiendo un trencito de
Consejo útil
juguete del suelo, usted puede
Si narrar no le resulta natural, pretenda que es un decirle: “¡Es un tren!”. Cuando
comentarista deportivo diciendo en voz alta jugada el niño lo haga andar, puede
tras jugada mientras observa jugar a su hijo. Haga decir: “¡chuchuchu!” y ayudarlo
comentarios acerca de los objetos y las acciones que a hacerlo andar. Si el niño toca
usted y él usan cuando juegan. ¡Utilice frases cortas! con su dedo una rueda, puede

¡Diviértase! decir: “¡Esa es la rueda!” El


cuadro al final de este capítulo
entrega algunas ideas para
narrar otro tipo de actividades.

Describir el juego de su hijo sin interrumpir ni cambiar su foco de atención


puede ayudar a mantener la atención del niño en usted y en la actividad que
desarrollan mientras usted provee oportunidades para el aprendizaje del lenguaje.
Recuerde posicionarse frente a su hijo de forma tal que él pueda ver con facilidad
su rostro. Esto ayuda a que su hijo esté más consciente de la atención que usted
le presta y de su conversación.

Actividad: Ofrezca ayuda

Otra forma de aumentar la atención y el involucramiento de su hijo mientras


observa y narra, es ofrecerle ayuda. Pásele juguetes durante las horas de juego y
los momentos en que lo muda y lo baña, cuando él muestre interés por algo, en
lugar de solo colocar los juguetes a su alcance. Nómbrelos cuando se los pasa.
Durante las comidas, dele pedacitos, uno por uno, en lugar de poner toda la comida
en la bandeja de su sillita, mientras está sentado frente a él, narrándole lo que
sucede. Cuando su hijo intente coger un objeto que esté ligeramente fuera de su
alcance, dígale: “¿Quieres plátano? Aquí tienes plátano” y páseselo. O también
puede partir la comida en varios trocitos pequeños (como dividir una galletita en
118
pedacitos o dársela de a una). Utilizar más piezas significa más oportunidades de
aprendizaje para que su hijo se comunique con usted y asimile las palabras que
usted le dice y las acciones que hace. Ayúdelo cuando esté luchando por alcanzar
un objetivo (como intentar apilar bloques) y asegúrese de que su ayuda le resulte
obvia. Ser el proveedor de objetos deseados y ayuda necesaria lo convierte en una
parte de la actividad y ayuda a que su hijo le ponga atención a lo que usted hace y
dice. Tenga a mano el objeto deseado, listo y a plena vista y entrégueselo de
manera dramática para asegurarse de que el niño le preste atención cuando usted
se una a la actividad.
“¡Mi hijo nunca necesita ayuda!” Algunos niños son tan decididamente
independientes que nunca parecen necesitar ayuda. Si su hijo es así, tendrá que
ingeniar algunas situaciones en la que necesite de su ayuda. Puede crear esta
situación al poner un juguete o una comida favorita en una bolsa de plástico
transparente o en un frasco con tapa, de manera que su hijo pueda verlo y tocarlo
pero no abrirlo. Luego puede ofrecerle ayuda extendiendo su mano y preguntándole
si la necesita, abriendo el recipiente y entregándole el objeto deseado. Cuando su
niño identifique el objeto dentro del recipiente, puede que muestre interés en tenerlo
al mirar una y otra vez en dirección hacia este y usted, al hacer un sonido mientras
lo observa, al golpearlo o al pasárselo a usted. Puede abrir el recipiente y pasarle el
objeto aun si no está seguro de si lo quiere o no. A medida que repita este juego a
lo largo del tiempo con unos cuantos materiales diferentes, podría desarrollarse un
juego.

También puede ofrecer juguetes tentadores con efectos especiales, con los
que su hijo necesitará ayuda para hacerlos funcionar, como darle cuerda a un
juguete que da vueltas.

119
Actividad: Imite las
acciones de su hijo Consejo útil

Otra forma de incrementar la Vea nuevamente la lista de acciones, sonidos y


atención de su hijo hacia usted y movimientos que realizó su hijo cuando usted lo
de crear interacciones es imitar o observaba jugar. Túrnese con el juguete de su
reproducir lo que él hace. hijo o utilice otro similar para realizar estas
Mientras esta de frente a él, acciones. Recuerde narrar o darle un nombre a
juegue con el mismo juguete u los objetos y las acciones que está usando,
objeto, tomando turnos, o utilice manteniendo el lenguaje lo más simple y corto
otro juguete u objeto idéntico para
que sea posible. Si su hijo no lo imita de vuelta,
imitar sus acciones, de manera
vuelva a la lista e intente con otra acción.
que no tenga que quitarle el
juguete al niño. Por ejemplo, si su hijo comienza a hacer andar un autito de juguete
hacia adelante y atrás, usted podría usar otro autito y hacer lo mismo, imitando la
velocidad con la que él lo mueve. La imitación también se puede extender a los
ruidos o las verbalizaciones que su hijo pueda producir.

Consejo útil

Algunos niños se pueden enojar la primera vez que alguien se une a sus juegos y
manipula los objetos con los que juegan. Están acostumbrados a jugar de cierta manera
y pueden resistirse al cambio que ocurre cuando otra persona se une a jugar. Si su hijo
reacciona de manera negativa a sus intentos de unirse, ¡no se preocupe!, solo necesita
acostumbrarse a su participación. Vuelva a posicionarse frente a su hijo dentro de su
zona de confort social y utilice solo las técnicas de escucha activa y narración por algunos
días. Mantenga estas técnicas hasta que su hijo se vea bastante cómodo. Luego
comience a ocupar la siguiente técnica, la de ayuda. Manténgala por algunas actividades
y después, de vez en cuando, proceda con la imitación.

120
Posicionarse frente a su hijo e imitarlo atraerá casi de seguro su atención. Si su hijo
está tratando de meter un bloque en una caja, entrégueselos uno por uno (ayuda) y
también meta algunos usted mismo (imitación). Si su hijo está golpeando una
cuchara en la bandeja de la sillita, tome otra cuchara y golpéela al ritmo mientras
está ubicado frente él, diciendo: “pum, pum, pum” (narración). Es muy probable que
vea cómo su hijo enfoca su atención hacia usted. Esta estrategia de imitar el juego
de su hijo ayuda a redirigir su atención y hace que tome conciencia de usted como
socio de juego. Al unirse a la actividad que su hijo está realizando y al narrar a
medida que lo hace, está convirtiendo un solo en un dueto.

Actividad final: Mézclelo todo: combine la escucha, la


narración, la ayuda y la imitación

Acabamos de hablar sobre cuatro técnicas para seguir los intereses y las
actividades de su hijo: la escucha activa, la narración, la ayuda y la imitación. Estas
cuatro técnicas por lo general ocurren al mismo tiempo cuando las personas juegan
con niños muy pequeños. Si bien usted se ha estado enfocando en una u otra de
las técnicas mientras las practicaba, probable se haya dado cuenta que a menudo
utilizó más de una al mismo tiempo. Ahora que ya ha practicado cada una de ellas
durante sus actividades de juego y cuidado, dese el tiempo de practicar seguir a su
hijo durante muchas de sus actividades a lo largo del día. Durante los próximos días,
hágalo con tantos de estos seis tipos de actividades del Paso 1 (página 90) como le
sea posible, tales como durante los juegos con juguetes u otros objetos, los juegos
sociales, las comidas, las rutinas de cuidado (cuando lo viste, muda, baña y lo hace
dormir), las actividades en torno a libros y los quehaceres del hogar.

Probablemente tenga que proponerse de forma consiente practicar durante una


actividad (aunque a medida que practique y vea los resultados, esto se volverá cada
vez más y más automático). Usted dará inicio a una actividad o se unirá a una que
su hijo ya haya comenzado a realizar y, una vez que esté bien posicionado,

121
comience a seguir a su hijo de manera consciente. Pase unos 5 minutos realizando
la actividad y ya al final, tome algunos minutos para pensar en las instancias en que
escuchó, narró, ayudó e imitó. Intente tomar nota, tal vez utilizando el formulario de
la página 125. Hemos puesto un ejemplo para mostrarle una de las maneras en las
que puede serle útil. El ejemplo habla sobre Landon, un niño de 18 meses, que está
jugando a la pelota con su mamá en el piso de la sala de estar. El formulario muestra
las maneras en que la mamá siguió el interés de Landon por la pelota y cómo se
unió a él para jugar sin desviarlo de lo que hacía. Revíselo y luego piense sobre la
rutina favorita de juego con juguetes u otros objetos de su hijo. Piense cómo podría
utilizar la narración, la ayuda y la imitación con su hijo durante esa rutina. Luego,
analice detenidamente una rutina de cuidado, como la hora del baño. ¿Cómo podría
utilizar estas estrategias durante la hora del baño?

Resumen del Paso 5

Si usted ha seguido las instrucciones y ha realizado las actividades anteriores, ya


habrá encontrado varias maneras de seguir el interés de su hijo en una actividad y
de unírsele sin desviar su atención hacia otra actividad diferente. Después que haya
realizado una de estas actividades de práctica, vaya a la siguiente lista y vea si está
de acuerdo con la mayoría de los enunciados. De ser así, ahora está equipado con
habilidades importantes para aumentar y reforzar el foco de atención de su hijo en
usted, conocimiento que utilizará por el resto de los capítulos de este libro. De lo
contrario, vuelva a leer el capítulo, siguiendo las instrucciones e intentando cada
nueva actividad múltiples veces con su hijo durante aproximadamente otra semana
más. Tómese su tiempo para dominar estas habilidades. ¡No hay apuro! Usted y su
hijo disfrutarán mucho más sus interacciones cuando pueda incorporar fácilmente
estas habilidades en los juegos.

122
Lista de actividades: ¿Estoy siguiendo las direcciones de

mi hijo?

____ Seguí los intereses de mi hijo durante algunos minutos y no intenté


desviarlo hacia otras actividades.

____ Estuve cara a cara con mi hijo y él estaba bien posicionado para
prestarme atención.

____ Observé las acciones de mi hijo y narré lo que él estaba haciendo u


observando por un ratito antes de tocar sus juguetes.

____ Me uní a él imitando lo que hacía, incluyendo sus sonidos.

____ Ayudé a mi hijo haciendo que le fuese más fácil alcanzar sus objetivos
al repetir la actividad y pasarle los objetos que él quería.

____ Mi hijo me miraba de vez en cuando.

A continuación mostramos un ejemplo de cómo “mezclarlas”

Dominique, una niña de dos años de edad, y su padre, James, están jugando en el
suelo con juguetes. Tienen una bolsa con bloques frente a ellos y mientras James
observa (escucha activa), Dominique toma la bolsa y saca un bloque con cada mano.
“Ah, te gustan esos bloques”, dice él (narrando) y le entrega otro más (ayuda)
diciendo “Aquí tienes”, mientras estira la otra mano. Luego dice “Aquí, Dommy,
¿puedes darle un bloque a papi?” Ella toma el bloque que le ofreció y suelta otro en
la mano de su padre. El papá tiene dos bloques y los pone en el suelo frente a ella
(ayuda), amontonándolos y añadiendo unos cuantos más a la torre. Ella mira la torre
y su papá comienza a incorporar efectos de sonido (silbidos) y a realizar una mayor
“exhibición” con la torre de bloques, sobreactuando y haciendo un espectáculo
entretenido. Mientras ella lo observa, sonriendo a causa de los efectos de sonido, él
le ofrece otro bloque (ayuda) y ella pone uno de los suyos en la torre y toma el que

123
le ofreció su papá. Él inmediatamente pone otro en la torre (imitar). James y
Dominique añaden bloques a la estructura (imitar) mientras él narra, “Otro más y
otro más y otro más” hasta que se desploman. Él dice “¡Pum!” con voz fuerte
(narrar). Comparten miradas, sonrisas y carcajadas. Dominique comienza a
construir la torre nuevamente y su papá la sigue, narrando, ayudando e imitando,
mientras se repite el juego.

En este ejemplo, James utiliza la escucha activa, la narración, la ayuda y la


imitación para seguir el interés que Dominique tiene por los bloques. James no
intenta cambiar la actividad ni dirigir la atención de la niña hacia otra cosa. Él
continúa con los bloques y sigue los intereses y reacciones de Dominique mientras
intenta una cosa y luego otra para ver cómo reacciona. ¡Es un excelente compañero
de juego! Ellos crean un juego entretenido y él tiene toda la atención de la niña
mientras está sentado frente a ella, ayudándola a crear rutinas divertidas con los
bloques. La atención de Dominique dura un largo tiempo y tienen muchas
interacciones recíprocas con los bloques, cada una de ellas una oportunidad de
aprendizaje para la niña. ¡Dominique jamás había jugado a apilar bloques antes,
pero mire lo rápido que aprende de su papá!

124
125
126
Resumen del Capítulo

Hemos estado discutiendo maneras de aumentar la atención de su hijo en usted y


de fomentar las interacciones cara a cara. Al observar a su hijo para ver a qué le
está poniendo atención, podrá saber dónde se encuentra su foco de atención, de
manera que podrá unírsele en el escenario, ubicándose dentro de ese foco de
atención. Posicionarse cuidadosamente, de forma que su hijo y usted se
encuentren cara a cara, sin mucha distancia entre ustedes, le da a su hijo una
oportunidad muy clara de mirarlo a los ojos, mirar su cara y sus expresiones y de
aprender sobre toda la información social que se encuentra en las caras. Aunque al
principio esto puede resultar un poco incómodo, encontrará que se vuelve cada vez
más fácil a medida que lo practica. Este tipo de interacción cara a cara es muy
buena para los juegos, pero además le ayudará a proporcionar muchas más
oportunidades de aprendizaje para su hijo durante las actividades diarias. Recuerde
las seis actividades principales descritas en el Paso 5 (juegos con juguetes, juegos
sociales, comidas, rutinas de cuidado, actividades en torno a libros y quehaceres
del hogar) e intente utilizar estas técnicas en cada una de estas actividades.

También hemos descrito algunas maneras de aumentar la atención que su hijo


le presta durante las actividades. Las más importantes de estas son las “cuatro
grandes”. Las dos primeras son(1) escuchar activamente mientras interactúa con
su hijo, observando lo que hace y haciendo comentarios al respecto, y (2) narrar
sus actividades con frases cortas y palabras individuales, mientras se une a él y lo
sigue en lugar de intentar desviar o interrumpir sus actividades. Hemos añadido las
actividades de (3) ayudar e (4) imitar como otras formas importantes de participar
con su hijo e incrementar la atención que él le presta. Sabemos que a algunos
padres les resulta más natural que a otros conversar e interactuar con sus hijos
pequeños cara a cara durante las rutinas de juego y cuidado. En el caso de los niños
pequeños con autismo, aumentar el tiempo en que tienen personas dentro de su
foco de atención es absolutamente fundamental para su progreso. Usted estará

127
participando con él en cosas que ya le encanta hacer y unirse a un niño feliz resulta
ser una actividad divertida para la mayoría de los padres. ¡Diviértase mientras
practica estos pasos!

128
Lista para el refrigerador
Objetivo: aumentar la atención de su hijo en usted

Pasos:

 Identifique el foco de atención de su hijo.

 Encuentre su posición en ese foco de atención, cara a cara con


él.

 Elimine la competencia por la atención de su hijo.

 Encuentre la zona de confort social de su hijo y manténgase ahí.

 Siga las direcciones de su hijo: utilice la escucha activa, la


narración, la ayuda y la imitación.

De Un inicio temprano para su hijo con autismo. Derechos de autor 2012 por The Guilford Press.

129

También podría gustarte