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Las acciones de Ley

Son el procedimiento propio de la época arcaica. Son declaraciones solemnes o gestos rituales que el
ordenamiento jurídico prescribe a los particulares para la defensa de sus derechos.
Estuvieron vigentes hasta el siglo II a.C., cuando fueron sustituidas por el procedimiento formulario y,
finalmente, fueron abolidas durante el reinado de Augusto.
El procedimiento de las acciones de ley se encontraba recogido en la Ley de las XII Tablas.
De las cinco acciones de ley, tres son declarativas
- La legis actio sacramento.
- La legis actio per iudicis arbitrive postulationem.
- La legis actio per condictioneme.
Dos ejecutivas
- La legis actio per manus iniectionem.
- La legis actio per pignoris capionem-.
Una legis actio declarativa es aquella que pretende que el juez se pronuncie sobre la existencia de un
derecho puesto en tela de juicio. En cambio, una acción de ley ejecutiva sirve tan sólo para conseguir la
ejecución de una sentencia ya existente o para otros casos análogos.
a. La legis actio sacramento
La característica más destacada de este modus agendi, que da nombre a esta acción, es la apuesta
que hacen las partes y que tiene valor de un verdadero juramento de carácter sagrado (sacramentum).
Todo el ritual, que se realiza delante de un magistrado, revela un origen realmente muy remoto.
La legis actio sacramento era un modus agendi de tipo general, que se aplicaba en los casos en que no
había una acción específica prescrita. Tenía dos modalidades: la legis actio sacramento in personam y
la legis actio sacramento in rem.
Los detalles de la primera modalidad son poco conocidos, en cambio sí lo son los de la segunda. Éstos
son : ante el pretor, cada uno de ellos hacía una afirmación de su respectivo derecho con estas
palabras : Hunc ego hominem ex iure Quiritum meum esse aio et sicut dixi ecce tibi vindictam imposui (=
afirmo que este esclavo me pertenece por el derecho de los quirites y, tal como lo digo, te impongo mi
vara). En este momento, uniendo la acción con la palabra, cada uno imponía una festuca o vara sobre
el esclavo (para los quirites, romanos viejos, el símbolo de propiedad era la lanza, que ahora estaba
representada precisamente por la vara). Después se hacía un simulacro de lucha (manus consertio)
hasta que el pretor ordenaba : Mitite ambo hominem (= dejad ambos al esclavo). Entonces, un de las
partes se encaraba con la otra y le decía: Quando tu iniuria vindicasvisti quingentibus assibus ad
sacramentum te provoco (= ya que tú has reivindicado injustamente el esclavo, te desafío a hacer una
apuesta sacramental de quinientos ases). Y la otra parte contestaba : et ego a te (= y yo a ti).
Fijados así los términos del litigio, el asunto se remite a los iudices decemviri para que tomen una
decisión. Los jueces deciden qué parte ha perjurado y qué parte ha hecho una apuesta justa. Aquélla
que ha perjurado pierde la apuesta, que pasa a las arcas del Estado, y a la otra se le devuelve la
apuesta y además se le atribuye el objeto causante del litigio.
b. La legis actio per iudicis arbitrive postulationem
La Ley de las XII Tablas introdujo para casos determinados un modus agendi más progresivo y con
ventajas notables respecto de la legis actio sacramento : la acción por petición de un juez o un árbitro.
Esta acción de ley se aplicaba : 1) en los casos en que había una promesa solemne (sponsio) de pagar
una cantidad de dinero; 2) en el supuesto de división de la herencia (actio familiae erciscundae); 3) en la
división de la cosa común (actio communi dividundo).
c. La legis actio per condictionem
Esta acción de ley tiene un origen más tardío. Fue introducida en el siglo III a.C. por la lex Silia para
unas cantidades determinadas de dinero y después la lex Calpurnia la extendió a unas cosas
determinadas.
El nombre acción de ley para citación a término: (condici: citar alguien a término) deriva del plazo de
treinta días al final del cual se ha de nombrar un juez. Las palabras que contienen la pretensión del
actor, aio te mihi sexterciorum decem milia dare oportere: afirmo que me tienes que dar diez mil
sestercios, expresan la diferencia más importante con la legis actio per iudicis arbitrive postulationem :
en este caso no se nombra la causa de la pretensión del actor.
d. La legis actio per manus iniectionem
La acción de ley por aprehensión corporal, de origen antiguo tal como su estructura revela, sirve para la
ejecución personal; el creditor impagado coge al deudor delante del pretor y pronuncia unas palabras
solemnes, que indican que adquiere el poder sobre el ejecutado :
Quod tu mihi iudicatus sive damnatus es sextertium decem milia, quando non solvisti, ob eam rem ego
tibi sextertium decem milium iudicati manum inicio: como has estado condenado por diez mil sestercios
a mi favor y no has pagado, hago sobre ti la prensión corporal.
El condenado no se podía defender por sí mismo sino que era necesaria la intervención de un tercero,
el vindex, que, por su parte, si perdía el pleito tenía que pagar el doble al creditor. Si no intervenía un
vindex, el magistrado atribuía solemnemente el deudor al creditor (addictio); éste le encarcelaba y,
después de exhibirlo durante tres días de mercado consecutivos, a ver si alguien se apiadaba y pagaba
por él, transcurrido un cierto plazo de tiempo ya lo podía vender como esclavo (trans Tiberim). La lex
Poetelia Papiria (año 325 a.C.) abolió le ejecución personal y estableció que a partir de ese momento
serían los bienes del deudor y no su cuerpo los que responderían de la deuda.
e. La legis actio per pignoris capionem
La acción de ley por toma de prenda, también tiene un origen remoto, y se discutía su carácter de
acción de ley, ya que, a diferencia de las otras acciones, no se hacía ante el pretor (in iure). Consistía
en que el creditor se apoderaba de bienes del deudor hasta que se cobraba su crédito. El ámbito de
aplicación de esta legis actio era limitado, sólo era procedente para determinados créditos de carácter
público (del publicano para poder cobrar el impuesto) o sagrado (. el precio de un animal destinado al
sacrificio divino).
Como ejemplo de su formalismo podemos comentar que si cuando alguien litigaba por una cepas
cortadas y mencionaba expresamente el término «cepa» en su acción, los juristas manifestaron que
perdía el pleito, por cuanto debió citar en su lugar «árboles», y ello porque la ley de las XII Tablas, en
virtud de la que competía la acción de cepas cortadas, hablaba genéricamente de «árboles» cortados.

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