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DIÓCESIS DE ATLACOMULCO

JUEVES EUCARÍSTICO

HORA SANTA PARA EL CAMINO SINODAL DIOCESANO

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.


Canto eucarístico.

En el cielo y en la tierra sea para siempre alabado.


El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
Padre Dios, que has querido crearnos, has querido redimirnos y quieres santificarnos;
te agradecemos la oportunidad que nos brindas de ser parte de la humanidad, de la
Iglesia y en particular de nuestra Iglesia Diocesana de Atlacomulco; te suplicamos
humildemente nos concedas una espiritualidad de sinodalidad, para caminar como
hermanos. Padre, Hijo y Espíritu Santo, aumenten nuestra Fe para que
responsablemente hagamos lo que nos corresponde en esto que te pedimos.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Canto eucarístico.

En el cielo y en la tierra sea para siempre alabado.


El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
Señor Jesucristo, Palabra de Dios que nos ha llamado a la vida, que haz entregado tu
vida por nosotros, nos has mostrado el rostro del Padre y nos has enviado al Paráclito;
te agradecemos por mostrarnos el camino de formar comunitaria, en ayuda y gracia
para que, en medio de las diferencias, aprendamos a ser un camino común. Padre,
Hijo y Espíritu Santo aumenten nuestra Esperanza para que no desfallezca el anhelo
de caminar por el Camino correcto, y así llegar un día a compartir la Mesa con
Ustedes de manera plena.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Canto eucarístico.

En el cielo y en la tierra sea para siempre alabado.


El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
Espíritu Santo, que te manifestaste desde la creación del mundo, a través de la
Historia de la salvación y sobretodo, en el momento culminante al hacer posible la
Encarnación del Salvador, su vida y ministerio; queremos agradecerte por tu presencia
y acción entre nosotros; por enriquecer a todos los hombres con tus dones y por llenar
a tu Iglesia de carismas y ministerios; te suplicamos humildemente, que abras nuestra
mente y nuestro corazón a tu inspiración divina, para poder crecer en este espíritu
sinodal, en donde uno de los requisitos para lograrlo es vivir la Caridad. Padre, Hijo y
Espíritu Santo, aumenten nuestra Caridad para que siempre acojamos a nuestro
hermano y que juntos, comamos del Pan y bebamos de la copa.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Canto eucarístico.

OFRECIMIENTO
Hermanos, ofrezcamos esta hora de adoración, por toda nuestra Diócesis: pastores y
fieles, para que movidos por el Dios Uno y Trino, vayamos creciendo en una
conciencia sinodal como Iglesia Diocesana; que el Espíritu nos vaya señalando el
camino que hemos de seguir y que entre nosotros, mostremos actitudes y acciones
que respondan a los desafíos que nos presenta el mundo para vivir el mandato:
“…hagan esto en memoria mía…” y así, como Iglesia diocesana, firmemente
formada en todas las actitudes sinodales, mostremos a nuestros contemporáneos un
rostro renovado de una comunidad cristiana, siempre dispuesta a dialogar y a caminar
en la configuración con Cristo.
Canto al Espíritu Santo.

ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS


LA CENA DEL SEÑOR 1 COR 11,17-34
Pero al darles estas instrucciones, no los alabo, porque no se congregan para lo
bueno, sino para lo malo. Pues, en primer lugar, oigo que cuando se reúnen como
iglesia hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Porque es necesario que entre
ustedes haya bandos, a fin de que se manifiesten entre ustedes los que son
aprobados. Por tanto, cuando se reúnen, esto ya no es comer la Cena del Señor.
Porque al comer, cada uno toma primero su propia cena, y uno pasa hambre y otro se
embriaga. ¿Qué? ¿No tienen casas para comer y beber? ¿O desprecian la iglesia de
Dios y avergüenzan a los que nada tienen? ¿Qué les diré? ¿Los alabaré? En esto no
los alabaré. Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el Señor
Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y
dijo: «Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí». De la
misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: «Esta copa
es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de
Mí». Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la
muerte del Señor hasta que Él venga. De manera que el que coma el pan o beba la
copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por
tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.
Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y
bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre ustedes, y
muchos duermen. Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.
Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos
condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer,
espérense unos a otros. Si alguien tiene hambre, coma en su casa, para que no se
reúnan para juicio. Los demás asuntos los arreglaré cuando vaya.
(Momento de silencio para meditar el texto bíblico).
PUNTOS PARA MEDITAR (PUEDE TOMARSE UNO O MÁS)
Se pueden resaltar diferentes cosas respecto de este texto de la palabra de Dios.
1. Nuestro primer trabajo sinodal fue el tomar conciencia de que somos
compañeros de viaje… tomemos conciencia de que la sinodalidad, implica
caminar juntos, no solos, o en pequeños grupos como sectas u organizaciones
que buscan un bien para un número de personas determinadas.
2. En nuestro primer trabajo sinodal, fue sobre escuchar lo que está sucediendo en
nuestra comunidad, esto nos indica estar atentos a escuchar a Dios en nuestros
hermanos.
3. Nuestro primer trabajo sinodal, tuvo que ver con el hablar claro; no debemos
andar con rodeos que nos lleven a confundir nuestra Fe o a justificar la falta de
ella. Nuestra Fe siempre debe ser genuina.
4. En nuestro primer trabajo sinodal, la Celebración fue un tema que nos hace ver
la unicidad de la Iglesia, es en la Celebración Eucarística Dominical, donde
hemos de reforzar el sentido sinodal eclesiástico diocesano, para penetrarnos de
esta mentalidad, de modo que nuestra ser cristianos, muestre cambios
concretos de fraternidad.
5. En nuestro primer trabajo sinodal, conocer el compartir la responsabilidad de
nuestra misión común, es conservarnos en la recta doctrinal, pero esa misión es
de todos los bautizados, en la medida que nosotros conozcamos lo que hemos
recibido, en esa medida lo compartiremos con total autenticidad.
6. En nuestro primer trabajo sinodal, el diálogo en la Iglesia y en la Sociedad, nos
ayuda a crear nuevas formas de convivencia.
7. En nuestro primer trabajo sinodal, el hablar del Ecumenismo, nos invita a tener
entendimiento mutuo entre hermanos que tienen una preparación cristiana y
entre los que carecen de ella.
8. En nuestro primer trabajo sinodal, mirar la relación entre la autoridad y la
participación, nos ayuda a tomar conciencia del deber del pueblo de Dios en
todos los procesos de la comunidad cristiana.
9. En nuestro primer trabajo sinodal, al hablar de discernir y decidir, nos alienta a
hacer un autoexamen, para ayudar a nuestra formación humana y cristiana que
nos conduzcan a decisiones según la voluntad Divina.
10. En nuestro primer trabajo sinodal, el comentar la formación en la
sinodalidad que es un camino guiado por sus pastores, la cual tienen como
misión que todas las personas que peregrinamos juntos, lleguemos a la Patria
definitiva.

PRECES POR LA FASE DIOCESANA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS.


Pidamos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que podamos crecer en la conciencia
sinodal diocesana, durante nuestro peregrinar terrenal. Hagámoslo diciendo en una
voz unida: Haz de nosotros, una Iglesia sinodal.
1. Pidamos por las necesidades de la Iglesia, tanto pastores como fieles, para que
crezca en nosotros la conciencia, la formación y la práctica de un camino
sinodal. Oremos.
2. Por los gobernantes, para que garanticen la libertad religiosa, alcanzando de
manera más amplia, el entendimiento del Bien Común. Oremos.
3. Por todos los pueblos, para que, al compartir el Pan de la Eucaristía, nos
abramos a la verdad del Evangelio y así, todos los trabajadores del reino, en
todas las instancias nacionales e internacionales, nos encaminemos en los
trabajos sinodales. Oremos.
4. Por todas las necesidades materiales y espirituales de la humanidad, para que
pobres, enfermos y excluidos, sumemos esfuerzos y fortalezcamos en la Mesa
de la Eucaristía, las soluciones a los problemas comunes. Oremos.
5. Por nuestra comunidad diocesana, para que, en cada una de las células, de sus
fieles, pueda ir germinando el espíritu sinodal, en la única forma de ser Iglesia
que es a través del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Oremos.
6. Para que, en la acción del Espíritu Santo en la Santa Eucaristía, seamos
conducidos al encuentro con Cristo glorificado, inspirándonos en las decisiones y
acciones necesarias, formándonos en una comunidad más humana y fraterna.
Oremos.

ORACIÓN.
Escucha Dios todo Poderoso, las plegarias que te hacemos, para que vayamos
germinando, un estilo sinodal de comunidad eclesial diocesana. Por Jesucristo nuestro
señor. Amén.

Terminemos este momento con Jesús Eucaristía, con la oración del Sínodo en que
pedimos humildemente, la guía que necesitamos para caminar como Iglesia Sinodal.

ORACIÓN POR EL SÍNODO


Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre. Tú que eres nuestro
verdadero consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el
rumbo como personas débiles y pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve
por falsos caminos. Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que
nuestras acciones se guíen por prejuicios y falsas consideraciones. Condúcenos a la
unidad en ti, para que no nos desviemos del camino de la verdad y la justicia, sino que
en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna. Esto te lo
pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en comunión con el Padre y el Hijo,
por los siglos de los siglos. Amén.

BENDICIÓN Y RESERVA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.


Canto Eucarístico para reservar al Santísimo.

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