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Glosario béisbol

El béisbol es un deporte en el que las estadísticas pesan mucho a la hora de


decidir. Hay registros cuyas métricas nos ayudan a conocer el desempeño en
todos los aspectos del juego, para cada jugador y equipo. Cuando quieres
saber por qué suceso de conviene apostar es importante que conozcas qué
significa cada una de estas métricas, qué nos indica su valor y cuáles son más
trascendentes en cuanto a la información que nos revelan para algún tipo de
apuesta en particular.
La mayoría de las métricas las encontraremos en sus abreviaturas en inglés. A
continuación, les dejaré un glosario con algunas de las métricas más
importantes y su significado.

Pitcheo

(k) Strikeout / Ponche. Un out conseguido cuando un bateador acumula tres


strikes
(P) Pitcher / Lanzador – Pitches / Número de lanzamientos.
(IP) Innings pitched / Entradas lanzadas
(ERA/PCL) Earned run average / Promedio de carreras limpias. Es el
promedio de carreras limpias que el lanzador permite por 9 entradas. Entre
más bajo sea este número, más confiable debería de ser el lanzador.
(BB) Walks / Base por bolas. Adjudicación de la primera base que se le otorga
al bateador que, durante su turno, acumula cuatro lanzamientos fuera de la
zona de strike
(WHIP) Walks and hits per inning pitched / Bases por bolas y hits por
entrada lanzada. Ésta es quizás la estadística más importante en el pitcheo, es
el número más esclarecedor de la labor del lanzador. Esta métrica nos indica
en promedio a cuantos bateadores el lanzador les permite llegar a las bases por
entrada.
(SV) Saves / salvamentos. Esta estadística se utiliza para indicar la retención
con éxito de la ventaja del equipo por parte de un lanzador de relevo —
normalmente el cerrador—. Para concretarse un salvamento el cerrador tiene
que entrar al juego con una ventaja de no más de 3 carreras, lanzar por lo
menos una entrada y terminar ganando el partido.
Para darnos una idea de qué tan seguro ha sido un cerrador hay que conocer
su porcentaje de salvamentos, qué es la relación entre salvamentos (SV) y
oportunidades de salvar (SVO).

Ninguna estadística nos puede decir la verdad absoluta de un pitcher. Pero una
combinación de varias estadísticas con un muestreo largo puede darnos una
mejor idea de qué pitcher va a trabajar mejor en ciertas situaciones del juego.

Bateadores

(AVG) Batting average / Promedio de bateo. Es la relación entre hits y turnos


al bate. Se calcula dividiendo el total de hits de un bateador entre el total de
sus turnos al bate. Un .280 - .300 se considera muy buen promedio de bateo,
entendiéndose que entre más alto sea este número, mejor.
(OBP) On base percentage / porcentaje de embasamiento. La cantidad de
veces que un jugador llega a la base, ya sea por hit, base por bolas o base por
golpe. Dividido en la cantidad de turnos al bate.
Esta es una métrica importante porque lo que nos importa es que el jugador
llegue a la base frecuentemente, indistintamente de la manera de conseguirlo.
Hay jugadores que tienen un buen OBP porque en conteos altos no se ponchan
tan fácilmente y terminan negociando la base por bolas.
(SLG) Slugging. El slugging mide la calidad de los hits. Aquí no se cuentan
las bases por bolas o bases por golpe. Para medir el slugging de un bateador se
cuenta el hit sencillo como 1, doble como 2, triple como 3 y home run como
4. Se suma el total y se divide entre el total de turnos al bate. El (SLG) es más
esclarecedor que el (AVG) ya que además de saber qué tan frecuentemente
conecta un bateador, sabremos también qué tan sólidos son esos contactos. Por
ejemplo, tenemos al bateador A, que en 20 turnos conectó 7 sencillos y al
bateador B que en 20 turnos conectó un HR, 2 dobles y 4 sencillos. Si nos
fijáramos únicamente en el AVG tendríamos que tanto A como B tienen .350
y podríamos creer que lo hicieron igual de bien. Pero si lo observamos a través
del SLG tendremos que el bateador A tiene .350 mientras que el bateador B
tiene .600. Un promedio de slugging de .450 está muy bien.
(OPS) On base percentage plus slugging / porcentaje de embasamiento más
slugging. (OPS) suma el OBP y el slugging para darnos una idea de qué tan
bueno a la ofensiva es un jugador, ya que podemos ver qué tanto se embasa y
qué tan poderosos son sus contactos. Para muchos, esta es la métrica más
importante en el bateo. Un OPS de 1.000 es excelente. Ya desde .800 está
sobre el promedio.
(OPS+) Ésta es una métrica más avanzada, que compara el OPS del bateador
con el OPS promedio de la liga, para saber si éste destaca. El promedio de
OPS de la liga siempre será representado como 100. Entonces, si el promedio
de OPS de la liga al momento de medir es de .750 y el promedio de nuestro
bateador es .750, dicho bateador registrará un OPS+ de 100. Cualquier número
por encima de 100 significa que el bateador está por encima del promedio.
Cualquier número por debajo de 100 es por debajo del promedio.
(wOBA) Weighted on base average. wOBA le da una jerarquía distinta a cada
forma de embasarse —parecido a lo que vimos con el slugging, pero
incluyendo las bases por bolas y bases por golpe. Para esta métrica:
BB = .69
HBP (Hit by pitch / base por golpe) = .72
1B = .89
2B = 1.27
3B = 1.62
HR = 2.10
Para calcular el wOBA de un bateador, deberemos sumar el valor que tiene
cada uno de los eventos ofensivos logrados por el bateador, multiplicar por
0.15 y dividir el resultado entre el número de turnos al bate (AB)
wOBA = 0.15 ((0.69 x BB)+(0.72 x HBP)+(0.89 x 1B)+(1.27 x 2B)+(1.62 x
3B)+(2.10 x HR)) / AB
Pitcheo avanzado

(FIP) Fielding independent pitching. El FIP señala el rendimiento de un


pitcher sin contar situaciones en las que pueda intervenir la defensiva. Es
decir, sólo se toman en cuenta los HR y las BB, los HBP y los K. Un buen FIP
luce similar a un buen ERA. Por debajo de 4 es bueno.
(xERA) Expected ERA. Tenemos el ERA actual. Sin embargo, no siempre el
pitcher va a lanzar de acuerdo con lo que esperamos con ese ERA. El xERA
muestra lo que se espera que sea la forma en que se desempeñe el lanzador en
futuras apariciones, en Base a los cálculos de algunos eventos en sus últimas
actuaciones (H/9, HR/9, BB/9, K/9). Tenemos así que, de un pitcher con un
buen ERA, pero un xERA elevado, se espera que tenga una regresión y su
ERA empeore. Es decir, que tenga malas salidas en un futuro próximo. En el
caso contrario de un pitcher con un ERA elevado y un buen xERA podríamos
esperar mejores resultados en sus siguientes juegos.
Este tipo de estadísticas son importantes (xERA, FIP) para descartar que los
números del ERA del pitcher estén muy recargados en una buena o mala
defensiva. Mucha gente se fija simplemente en las victorias y derrotas del
pitcher y esto les da una perspectiva muy limitada, ya que hasta la suerte
puede influir.
Por ejemplo: un equipo tiene a pitcher A, con récord de 2-5 y 3.23 ERA en 10
aperturas. Mientras que pitcher B en el mismo equipo va 5-1 con 4.65 ERA en
el mismo número de aperturas. Hay muchos factores ajenos al desempeño de
los pitchers que pueden ser factor para que el pitcher B con ERA de 4.65 lleve
un mejor récord (mejor actuación de la defensiva, bullpen, apoyo de carreras,
estadios en que jugaron)
un pitcher que no lo está haciendo tan bien puede ver sus números
beneficiados por un gran lance de un jardinero, que atrapó lo que era un hit
prominente. Así como un pitcher que lo está haciendo de maravilla, pudo
dominar totalmente a los rivales, pero un swing de bate roto pudo generar un
infield hit decisivo ante la torpe reacción de la defensiva.
Es importante conocer los números totales de la temporada de un jugador y
tomarse el tiempo de revisar cómo lo ha venido haciendo últimamente. Y qué
tanto estos resultados son por mérito suyo y no otros factores. Una sola
métrica no es muy reveladora. Pero, podemos combinar varias de éstas, con
información del contexto actual (situación del equipo, del pitcher, de los
rivales, clima, rivalidad o motivaciones extra, presiones específicas, noticias,
etc) para darnos una idea de hacia a donde puede ir un partido.

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