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- DERECHO PROCESAL –

DERECHO PROCESAL PENAL

Abusleme | Pinto Interrogadores

Apunte elaborado por Pablo Ubilla Eitel para Abusleme | Pinto Interrogadores, en base a la
selección y sistematización de los manuales referidos en la Bibliografía. Actualizado a septiembre
de 2019, incluye las modificaciones introducidas por la Ley de Agenda Corta Antidelincuencia.

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BIBLIOGRAFÍA

1. CHAHUÁN, Sabás: Manual del nuevo procedimiento penal, 2012.


2. DEFENSORÍA PENAL PÚBLICA, Departamento de Estudios. Minuta sobre las
modificaciones introducidas por la denominada “Ley de Agenda Corta.”, 2015
3. HORVITZ, María Inés y LÓPEZ, Julián. Derecho Procesal penal chileno, Tomo I y
II, 2004.
4. MATURANA, Cristián y MONTERO, Raúl.: Derecho procesal penal, Tomo I y II,
2017.
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I. INTRODUCCIÓN Y SISTEMAS PROCESALES PENALES

A. INTRODUCCIÓN

Antes que todo, es conveniente proveerse de una definición de derecho penal y


derecho procesal penal. Así, es posible definir al derecho penal como el “conjunto de leyes
o normas que describe los hechos penales y determina las penas.” Por su parte, derecho
procesal penal puede definirse como “aquel instrumento para la aplicación del derecho
penal, necesario para la vigencia del Estado de derecho, puesto que la pena solo puede ser
cumplida una vez que se haya establecido por una sentencia condenatoria ejecutoriada.”

B. SISTEMAS PROCESALES PENALES

Un sistema procesal penal es el conjunto de normas y principios que rigen las


formas y contenido del proceso penal. En principio, es posible distinguir dos sistemas
procesales penales (inquisitivo y acusatorio), sin perjuicio de lo cual, en la realidad más que
consagrarse en forma pura, existen sistemas con preponderancia de uno u otro enfoque
(sistemas mixtos).
Un sistema procesal penal, en tanto debe conciliar el interés público en la
reafirmación de la vigencia de una norma jurídica con el interés individual de mantención
de la libertad de las personas contra las que se dirige la imputación estatal, resulta expresivo
de la valoración social sobre las garantías de los ciudadanos y el modelo de Estado en que
estos se encuentren en una época determinada.
Para identificar uno u otro sistema procesal penal, lo fundamental es atender a tres
elementos básicos: (i) rol de los sujetos; (ii) existencia de un contradictorio e (iii)
intervención de la víctima.
En primer lugar, pueden diferenciarse uno y otro sistema según quienes tienen a
cargo las funciones de acusación, defensa y fallo. De este modo, en un sistema procesal
penal de tipo inquisitivo, las tres funciones se encuentran radicadas en un mismo sujeto.
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Así, puede afirmarse que la función propiamente jurisdiccional se confunde con la función
de defensa y de persecución. Por el contrario, en un sistema procesal penal de tipo
acusatorio, las tres funciones se encuentran radicadas en distintos sujetos: acusador,
defensor y juez.
En segundo lugar, un rasgo fundamental es la existencia de un contradictorio,
principio en virtud del cual los intervinientes tienen una razonable posibilidad de hacer
valer sus derechos, rasgo que se encuentra presente en un sistema acusatorio y muy
mermado en un sistema de corte inquisitivo.
En tercer lugar, en un sistema de tipo acusatorio la intervención de la víctima resulta
fundamental para iniciar un procedimiento, cuestión que no es necesaria en un sistema
inquisitivo en el cual la víctima es despojada de la acción penal siendo suplantada por los
jueces.

I. Sistema acusatorio.

Su origen se remonta al nacimiento de las democracias y regímenes republicanos


(Roma y Grecia) siendo preponderante hasta principios de la Edad Media. En un sistema de
este tipo, el proceso consistía en la resolución por parte de un juez de un conflicto entre
particulares que se encontraban en un plano de igualdad. El juez debía resolver sobre la
base de las pruebas ofrecidas por las partes en un proceso que se caracterizaba por ser
público y oral.
El inicio de un proceso penal siempre dependía de los ofendidos por el delito
(principio dispositivo de la acción), quienes eran los responsables de desplegar la actividad
probatoria para convencer a los jurados de su decisión (principio de la presentación de
partes). El acusado permanecía en libertad hasta que una sentencia, en la cual la prueba se
valoraba de forma libre por el juez, declarase su responsabilidad.
Se critica de este sistema la exclusividad de la acción penal en los particulares,
privando a la sociedad de la posibilidad de iniciar un procedimiento por hechos que podrían
lesionar un interés colectivo. Lo anterior también resulta perjudicial para las partes en tanto
deben ser ellas individualmente quienes deben aportar las pruebas que sostengan sus
imputaciones y defensas.

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II. Sistema inquisitivo.

Su origen se remonta al S. XIII en Europa, siendo su apogeo el período que va


desde el S.XVI al XVIII, vinculado directamente con los regímenes absolutistas y
monárquicos imperantes en tal período histórico. Ferrajoli, lo define como “aquel sistema
en el cual el juez procede de oficio a la búsqueda, recolección y valoración de las pruebas,
llegándose al juicio después de una instrucción escrita y secreta de la que están excluidos o,
en cualquier caso, limitados la contradicción y los derechos del imputado.”
En tal sistema la persecución penal es asumida por el Estado, resultando innecesaria
la acusación particular para iniciar el procedimiento (principio inquisitivo) y siendo el
tribunal aquel que conduce el proceso, sin encontrarse limitado por las peticiones o
solicitudes de otros sujetos procesales.
Se critica de este sistema la ausencia de contradicción e igualdad entre las partes,
principios que podrían considerarse sustanciales a la noción de proceso. En tal sentido, se
producen graves vulneraciones de las garantías mínimas de los intervinientes en el proceso,
fundamentalmente del imputado.

III. Sistemas mixtos.

A partir del S. XIX, producto de una fuerte influencia del pensamiento liberal que
reclamaba respeto por las garantías fundamentales de los intervinientes, así como el
establecimiento de un límite a la pretensión punitiva del Estado, surgen distintas variantes
de sistemas mixtos. En algunos de estos, se consagra una primera etapa de investigación de
tipo inquisitivo y una segunda etapa de tipo acusatoria.
Sin embargo, en los estados modernos las características del sistema inquisitivo han
ido desapareciendo, dado que diversos tratados internacionales establecen garantías
individuales que se vulneran en un sistema de ese tipo. No obstante, tampoco es posible
encontrar sistemas acusatorios en forma pura, fundamentalmente porque se requiere una
investigación previa a la acusación cuyo encargo a la víctima resulta perjudicial para
efectos de una efectiva tutela en sus derechos y del interés público.

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IV. Paralelo.

Acusatorio Inquisitivo Mixto 1

Tribunal Jurados o tribunales Funcionarios del Tribunales de jurado o


populares. monarca. A cargo de mixtos.
investigar, acusar y
juzgar.

Persecución A cargo de la De oficio por parte Ministerio público y


penal víctima o un del tribunal. policía con
particular. intervención del
tribunal.

Intervención de Es indispensable No es necesaria. Puede intervenir, pero,


la víctima para la persecución por regla general, su
penal. intervención no es
necesaria.

Calidad del Sujeto de derechos Objeto de la Sujeto de derechos en


imputado en igualdad con el persecución penal. igualdad con el ente
ente persecutor. Puede quedar privado persecutor. Cuenta
Cuenta con la de libertad durante la con la presunción de
presunción de investigación. inocencia.
inocencia.

Procedimiento Público, oral, Secreto, escrito, Investigación


concentrado y discontinuo y no preliminar, etapa
contradictorio. contradictorio. intermedia y juicio
oral. Existencia de
contradictorio.

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Dado que se trata de una categoría ecléctica, es posible que estas características no se presenten tal
cual en sistemas mixtos que tengan una marcada preponderancia de aspectos inquisitivos o
acusatorios.
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Valoración Íntima convicción o Prueba legal o tasada. Sistemas de libre
prueba libre valoración del convicción o sana
tribunal. crítica.

Fundamentación No requiere Debe fundamentarse. Debe fundamentarse.


sentencia fundamentación.

Impugnación Inimpugnables. Impugnables. Impugnable


sentencia. excepcionalmente.

Sistema Sin doble instancia. Apelación amplia e Apelación restringida


recursivo. incluso consulta. e impugnación por
otras vías.

C. DERECHO PROCESAL PENAL CHILENO.

I. Antiguo procedimiento penal.

Entró en vigencia en 1907, encontrándose actualmente vigente para el juzgamiento


de los hechos acaecidos con anterioridad a la reforma procesal penal. Este procedimiento
está inspirado en un sistema de tipo inquisitivo con minoritarios rasgos de un sistema
acusatorio. En tal sentido, se concentran las funciones de investigar, acusar y fallar en el
juez, el cual puede iniciar de oficio la persecución penal. No obstante, es posible identificar
elementos de un sistema acusatorio, verbigracia, en la etapa de plenario existe publicidad
del debate, bilateralidad de la audiencia y aplicación del principio dispositivo.
El procedimiento se encuentra compuesto de dos etapas fundamentales: el sumario
criminal y el plenario criminal.
En la etapa de sumario, el juez dirige la investigación de forma secreta y exclusiva,
teniendo las partes una labor coadyuvante en el sentido de que solo pueden proponer
diligencias para que el juez resuelva sobre su pertinencia y ordene su eventual práctica a las
policías. Todas las diligencias de investigación desarrolladas en esta etapa poseen pleno

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valor probatorio, sin necesidad de que sean posteriormente reproducidas en la etapa de
plenario.
Las garantías del imputado se ven fuertemente vulneradas pues, si bien desde la
dictación del auto de procesamiento adquiere la calidad de inculpado, tal resolución implica
generalmente su sometimiento a prisión preventiva, la cual podría posteriormente ser
sustituida por la libertad provisional u otra medida de seguridad. Así, se establece en el
Código de Procedimiento Penal la denominada libertad bajo fianza: “Art. 250. (272)
Sometido a proceso el individuo a quien se imputa alguno de los delitos expresado en el
artículo 247, quedará obligado a presentarse a todos los actos del juicio y a la ejecución de
la sentencia, bajo apercibimiento de decretarse en su contra orden de prisión, si pasare más
de dos días sin concurrir al juzgado cuando sea necesario. Rindiendo fianza bastante en
concepto del juez, podrá hacerse representar por un procurador del número en todos los
actos del juicio en que no fuere indispensable su comparecencia personal”.
Una vez que se declara cerrado el sumario, existiendo procesado en la causa y sin
que exista mérito para su sobreseimiento, se pasa a la etapa de plenario la cual comienza
con la acusación de oficio del tribunal.
En el plenario se distinguen tres subetapas: una obligatoria de discusión, una
eventual de prueba y la sentencia. En la etapa de discusión se presenta la acusación del
tribunal, y las eventuales acusaciones particulares o acciones civiles; luego tiene lugar la
defensa del acusado mediante excepciones de previo y especial pronunciamiento y
contestación a las acusaciones y/o demanda civil. La eventualidad de la etapa de prueba
está determinada por solicitud de que se rinda prueba durante la etapa de discusión. Si no se
formuló oportunamente dicha solicitud, los hechos se prueban conforme a la etapa sumaria,
caracterizada por su unilateralidad, secreto y mediación. La fase de sentencia contempla
una dualidad de sistemas de apreciación de la prueba, puesto que para fallar se debe hacer
conforme al sistema de la prueba legal o tasada y para absolver conforme a la sana crítica.
Contra la sentencia, además de proceder la casación en el fondo y en la forma, puede
interponerse apelación, consagrándose la doble instancia en el antiguo procedimiento penal.

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II. Reforma procesal penal.

Si bien durante su larga vigencia el antiguo sistema procesal penal fue foco de
diversas críticas, no fue sino hasta la década de 1990 que se empezó a discutir de forma
decidida una reforma que dejara atrás el sistema inquisitivo y consagrara uno de tipo
acusatorio. Para tal reforma era necesario un cambio radical que no solo contuviera
modificaciones, sino que reemplazara por completo al antiguo Código de Procedimiento
Penal.
Las motivaciones fundamentales que se tuvieron a la vista se encuentran en gran
medida mencionadas en el Mensaje Presidencial del Código Procesal Penal, siendo
relevantes aquellas que dicen relación con que el sistema antiguo no se condice con un
sistema político democrático que exige el respeto de los derechos humanos como un
principio fundamental de legitimidad. En términos procesales, lo anterior se expresaba en
que resultaban vulneradas garantías tales como la imparcialidad y la justicia igualitaria y
accesible.
En positivo, el nuevo sistema procesal penal “supone modificar nuestros criterios de
criminalización primaria, introduciendo principios como los de lesividad y última ratio;
supone además, supervigilar la ejecución de las penas para evitar así castigos excesivos y
favorecer la reinserción; exige modificar la relación entre el Estado y la policía, para
favorecer la oportunidad y selectividad en el uso de la fuerza; y supone, por sobre todo, de
un modo urgente y prioritario, modificar el proceso penal para transformarlo en un juicio
genuino, con igualdad de armas entre el Estado y el inculpado y con plena vigencia de la
oralidad, la oportunidad y la inmediación.”
Se denomina Reforma Procesal Penal al conjunto de modificaciones normativas
introducidas desde 1997 en adelante que consagran el nuevo sistema procesal penal, entre
las cuales es necesario destacar:
1. Ley N° 19.519, la cual mediante reforma constitucional crea el Ministerio Público,
introduciendo el Capítulo VII de la Constitución.
2. Ley N° 19.640 Orgánica Constitucional del Ministerio Público (en adelante
LOCMP).

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3. Ley N° 19.665 Orgánica Constitucional que crea los Juzgados de Garantía y los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal y modifica el Código Orgánico de Tribunales.
4. Ley N° 19.696 que contiene el Código Procesal Penal.
5. Ley N° 19.718 que crea la Defensoría Penal Pública.

En términos generales, el nuevo sistema procesal penal consagra de forma decidida


un sistema acusatorio, en el cual las funciones de acusación, defensa y fallo se encuentran
encargadas a distintos órganos. Por un lado, la persecución penal le corresponde al
Ministerio Público, órgano que de oficio debe iniciar la investigación de los hechos
constitutivos de delitos de los que tuviere noticia dictando para ello órdenes a las Policías.
Por otro lado, desde la primera actuación dirigida en su contra, el imputado tiene derecho a
defensa jurídica gratuita a cargo de la Defensoría Penal Pública.
Durante todo el procedimiento, un tribunal unipersonal denominado Juzgado de
Garantía tiene la función de velar por el respeto de las garantías de todos los intervinientes.
Una vez concluida la investigación, si el ente persecutor decide formular acusación, se
entra en la etapa intermedia de preparación de juicio oral en la cual se depura el conflicto
para que este sea resuelto en un juicio oral y público a cargo de un tribunal colegiado
denominado Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

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II. PRINCIPIOS.

Siguiendo al profesor Sabas Chahuán, podemos distinguir dentro de nuestro sistema


procesal principios que lo uniforman ya sea a nivel constitucional como legal.
Analizaremos en primer lugar las principales normas y garantías constitucionales aplicables
al proceso penal y, en segundo lugar, los principios básicos regulados entre los artículos 1 a
13 del Código Procesal Penal.

A. PRINCIPALES NORMAS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES


APLICABLES AL PROCEDIMIENTO PENAL

Las garantías procesales se conciben en el marco de la aplicación de lo que se ha


llamado “debido proceso”. Estas garantías operan en tres sentidos:
1. A través de ellas se pueden ejercer y proteger las garantías penales de carácter
material y sustantivo.
2. Límite o contrapeso al ius puniendi
3. Requisito de legitimidad y existencia de un juicio dentro de un Estado de Derecho.

En particular, se pueden mencionar como garantías constitucionales:

1. El debido proceso o derecho a un juicio justo.


También llamada la garantía de las garantías. Se encuentra en el artículo 19 n°3
inciso 5° de la CPR que señala: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe
fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer
siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos.”
Esta garantía, proveniente del “due process of law” del common law, tiene un
carácter amplio, cuyo contenido ha sido producto de la evolución jurisprudencial y
doctrinal. El profesor Chahuán, al reconocer el carácter amplio y no acotado de la garantía

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del debido proceso, señala ciertos elementos mínimos que nos permiten comprender si
estamos o no en presencia de ella, saber:
1. Existencia de un tribunal independiente e imparcial
2. Carácter contradictorio del proceso e igualdad de armas entre la acusación y el
acusado
3. Publicidad del procedimiento
4. Solución del proceso en un plazo razonable
5. Presunción de inocencia
6. Garantía respecto del derecho de defensa del acusado de una infracción penal
Es relevante tener presente la naturaleza general y subsidiaria de esta garantía.
General, pues permite velar por la constitucionalidad de todos los procedimientos
establecidos por el legislador y de todos los juicios seguidos por un juez, buscando así, que
concurran los elementos de un juicio justo. Subsidiaria, en tanto la garantía se extiende y
comprende los actos de investigación y de preparación del juicio oral.

2. El derecho a la defensa
Esta garantía tiene reconocimiento tanto a nivel constitucional como legal. El
artículo 19 N° 3 inciso 2° de la CPR señala: “Toda persona tiene derecho a defensa jurídica
en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o
perturbar la debida intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los
integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, este derecho se regirá,
en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus
respectivos estatutos”
Según la doctrina constitucional esta garantía se traduce en la posibilidad que tiene
toda persona para solicitar y conseguir la intervención de un abogado para la defensa de sus
derechos, agregando que la actuación puede ser ante cualquier órgano jurisdiccional o
autoridad y no solo ante un tribunal.
Antes de la creación de la Defensoría Penal Pública este servicio era realizado a
través de las Corporaciones de Asistencia Judicial, lo que implicaba que la defensa fuera
otorgada por postulantes en vías de obtener el título de abogado y no por un
letrado/abogado propiamente tal.

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Cabe consignar que antes de la reforma operada por la ley N° 20.516 (ley de
reforma constitucional que establece la obligación de otorgar defensa penal y asesoría
jurídica a las personas naturales que han sido víctimas de delitos y que no pueden
procurárselas por sí mismas), el inciso tercero del artículo 19 N° 3 de la Constitución se
limitaba a establecer que “La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa
jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos”. Actualmente, conforme al
nuevo tenor que la ley N° 20.516 diera al artículo 19 N° 3, los incisos tercero y cuarto
disponen que: "La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a
quienes no puedan procurárselos por sí mismos. La ley señalará los casos y establecerá la
forma en que las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa
jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta Constitución y las
leyes (…) Toda persona imputada de delito tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un
abogado defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad
establecida por la ley".

3. El derecho a la igualdad.
El artículo 19 N° 3 inciso 1° de la CPR señala que se asegura a todas las personas
“La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.”
Esta garantía de carácter netamente procesal es una consecuencia de la igualdad ante
la ley, donde el fin buscado por el principio consiste en que todos quienes concurran ante
cualquier autoridad buscando la protección de sus derechos se encuentren en un plano de
igualdad jurídica sin la existencia de privilegios o diferencias arbitrarias.
En conclusión, según el profesor Chahuán, toda persona que recurra a los tribunales
debe ser atendido por estos de acuerdo a las leyes comunes para todas las personas.

4. Derecho a un tribunal común u ordinario preestablecido por la ley.


Esta garantía se consagra en el artículo 19 N° 3 inciso 4° de la CPR, según el cual:
“Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley
y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”.
De esta garantía podemos desprender:
1. El asunto debe ser resuelto por un tribunal, es decir, un órgano jurisdiccional.

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2. El tribunal que conocerá debe estar establecido con anterioridad a la perpetración
del hecho, en este sentido, se prohíben las comisiones especiales o tribunales ad
hoc.
3. El tribunal debe ser independiente e imparcial.

5. Otras garantías constitucionales.


1. ¿Presunción de inocencia? 2 Art. 19 n°3, inc. 6 de la CPR: “la ley no podrá presumir
de derecho la responsabilidad penal”. Contrario a lo que se ha establecido por cierto
sector de la doctrina, el profesor Chahuán, señala que dicha norma no consagra la
presunción de inocencia. El sentido de la norma es que una ley no podrá establecer
que la concurrencia de una conducta nos lleve a presumir la responsabilidad del
imputado sin aceptar prueba en contrario. La presunción de inocencia, en cambio,
tiene un contenido más amplio, que implica considerar a un imputado como un
inocente durante todo el procedimiento hasta que una sentencia condenatoria
establezca su responsabilidad en algún delito.

2. Derecho a no declarar bajo juramento: Art. 19 n°7, letra f) CPT: “En las causas
criminales no se podrá obligar al imputado o acusado a que declare bajo juramento
sobre hecho propio; tampoco podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus
ascendientes, descendientes, cónyuge y demás personas que, según los casos y
circunstancias, señale la ley.” La garantía a no declarar bajo juramento no debe
confundirse con el derecho a permanecer en silencio. En rigor, la garantía
constitucional no prohíbe la declaración, sino que esta se realice bajo juramento. El
Código Procesal Penal va más allá y concede al imputado el derecho de permanecer
en silencio, es decir, el derecho de optar por no declarar. Esta garantía se ha

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Sin perjuicio de esto, y tal como veremos, es posible identificar la presunción de inocencia como
una garantía establecida en un nivel constitucional mediante la remisión que hace el art. 5 inc. 2° de
la CPR a los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
Específicamente se encuentra consagrada en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
y en la Convención Americana de Derechos Humanos, también llamado Pacto de San José de Costa
Rica.

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denominado “Principio de no autoincriminación” y obedece a la máxima latina
“nemo tenetur se ipsum accusare” (nadie está obligado a acusarse a sí mismo).

B. GARANTÍAS PROCESALES CONSAGRADAS EN TRATADOS


INTERNACIONALES.

Por remisión del inc. 2° del art. 5 de la CPR resultan incorporados al ordenamiento
interno los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
Resultan de especial interés en materia procesal penal los siguientes:

1. Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14).


1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona
tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación
de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y el
público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la
medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias
especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia;
pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será pública, excepto en los
casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones
referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
i) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada,
de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella;

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ii) a disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa y a comunicarse con un defensor de su elección;
iii) a ser juzgado sin dilaciones indebidas;
iv) a hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por
un defensor de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho
que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le
nombre defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios suficientes
para pagarlo;
v) a interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la
comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las
mismas condiciones que los testigos de cargo;
vi) a ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no habla el
idioma empleado en el tribunal;
vii) no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los menores de edad a efectos penales se tendrá en
cuenta esta circunstancia y la importancia de estimular su readaptación social.
5. Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o el
condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho
plenamente probatorio de la comisión de un error judicial, la persona que haya
sufrido una pena como resultado de tal sentencia deberá ser indemnizada, conforme
a la ley, a menos que se demuestre que le es imputable en todo o en parte el no
haberse revelado oportunamente el hecho desconocido.
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya
condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el
procedimiento penal de cada país.

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2. Convención Americana sobre Derechos Humanos llamada Pacto de San José de
Costa Rica (art. 8).
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene
derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si
no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal;
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;
c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de
su defensa;
d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un
defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor;
e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí
mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley;
f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de
obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan
arrojar luz sobre los hechos;
g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y
h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna
naturaleza.
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por
los mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los
intereses de la justicia.

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C. PRINCIPIOS LEGALES.

En el Título I del Libro I, entre los artículos 1 y 13 del Código Procesal Penal
podemos encontrar diversos principios básicos que informan este cuerpo normativo.

1. Juicio previo y única persecución (art. 1).


“Art. 1º.- Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o
penada, ni sometida a una de las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en
virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial. Toda persona tiene
derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de
este cuerpo legal.
La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia
ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.”
Este artículo consagra el derecho a un juicio previo, oral y público, realizado por un
tribunal imparcial para efectos de la imposición de una sentencia condenatoria. Tal decisión
debe encontrarse fundamentada en los términos exigidos por el art. 342.
Si bien establece el derecho a un juicio oral es menester señalar la existencia de
salidas alternativas y de procedimientos distintos al juicio oral, las cuales para que procedan
requieren el consentimiento del imputado en tanto titular del referido derecho. En tal
sentido, sin perjuicio de que muchas veces los procedimientos no terminen con la
realización de juicio oral, éste constituye una garantía para el imputado a la que podrá
renunciar para efectos de obtener ventajas estratégicas para su propio interés.
Este artículo también recoge el principio non bis in ídem consistente en que no se
podrá someter a una persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente a un nuevo
procedimiento por el mismo hecho. La forma de hacer valer dicho principio es a través de
la institución de la cosa juzgada.

2. Juez natural (art. 2).


“Art. 2º.- Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino
por el tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la
perpetración del hecho.”

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Puede notarse la concordancia con el principio constitucional consagrado en el
artículo 19 n° 3 inciso 5° de la CPR.

3. Exclusividad de la investigación penal (art. 3).


“Art.3°. - Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en
forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren
la participación punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la forma
prevista por la Constitución y la ley.”
Este principio es concordante con lo señalado en el art. 83 de la CPR. Además,
recoge el principio de objetividad con el cual debe investigar el Ministerio público.

4. Presunción de inocencia del imputado (art. 4).


“Art. 4º.- Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada
culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.”
Este principio se encuentra recogido no solo a nivel legal sino también
constitucional a través de la remisión del art. 5° de la CPR a los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. En este caso, nos encontramos con un
principio que recoge una prohibición que consiste en que nadie podrá ser tratado como
culpable sin la existencia de una sentencia condenatoria firme. Por lo tanto, dicha
presunción se debe aplicar en todas las etapas del procedimiento, ya sea que estemos ante
un imputado, acusado o incluso condenado mientras no se encuentre firme la sentencia.
En virtud de la aplicación de este principio se pueden identificar diversas reglas y
garantías para el imputado. Por ejemplo, de especial relevancia resultan la aplicación de
medidas cautelares personales sobre el imputado, las cuales deberán cumplir con una serie
de requisitos para ser aplicadas, justificándose su procedencia cuando sean indispensables
para asegurar la realización de los fines del procedimiento, pero no como anticipación de
penalidad.

La forma de desvirtuar la presunción de inocencia es a través de la actividad


probatoria que recae en el Ministerio Público dentro del juicio oral. Además, debido a este
principio el tribunal deberá adquirir una convicción más allá de toda razonable para poder

19
condenar. Por lo tanto, será la parte acusadora quien deberá rendir prueba para desvirtuar la
presunción y así llegar a la convicción del tribunal.
Desde un punto de vista amplio, la presunción de inocencia opera en tres niveles: en
primer lugar como una regla de trato hacia el imputado, según la cual no podrá ser
considerado como culpable en el proceso penal mientras no medie una sentencia que así lo
declare (en este sentido se consagra el inc. 1° del art. 4); como una regla de prueba, según
la cual existen características que deben reunir los medios de prueba y quién debe
aportarlos para poder considerar que existe prueba de cargo válida y destruir así el estatus
de inocente que tiene todo procesado; y finalmente como una regla de juicio
específicamente en cuanto a establecer un exigente estándar de convicción del tribunal para
condenar y establece que en caso de dudas debe preferirse no alterar el estatus de inocente
de un imputado (principio in dubio pro reo).

5. Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad (art. 5).


“Art. 5º.- Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá
citar, arrestar, detener, someter a prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de
privación o restricción de libertad a ninguna persona, sino en los casos y en la forma
señalados por la Constitución y las leyes.
Las disposiciones de este Código que autorizan la restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades serán interpretadas
restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía.”
Este principio, como se decía, se encuentra íntimamente vinculado a la presunción
de inocencia y es el pilar sobre el cual se basa la racionalidad de las medidas cautelares en
el proceso penal. En específico, de este artículo podemos desprender 3 consecuencias
prácticas:
1. Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad.
2. Interpretación restrictiva de sus disposiciones.
3. Prohibición de la analogía en su aplicación.

6. Protección de la víctima (art. 6).

20
“Art. 6º.- Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por
la protección de la víctima del delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su
parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia de sus derechos durante el
procedimiento.
El fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos
patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño
causado a la víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que
pudieren corresponderle a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato
acorde con su condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los
trámites en que debiere intervenir.”
En opinión de Horvitz y López, el deber contemplado en el inciso segundo podría
desvirtuar el rol que debe cumplir el Ministerio Público, pues, desde una perspectiva de
lege lata, este no debiese actuar en aras de la mera satisfacción de los intereses privados de
la víctima.

7. Calidad de imputado (art. 7).


“Art. 7º.- Calidad de imputado. Las facultades, derechos y garantías que la
Constitución Política de la República, este Código y otras leyes reconocen al imputado,
podrán hacerse valer por la persona a quien se atribuyere participación en un hecho punible
desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta la completa
ejecución de la sentencia.
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera
diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la
policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible.”

8. Ámbito de la defensa (art. 8).


“Art. 8º.- Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un
letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado
que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno.

21
La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que
considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las
demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en
este Código.”

9. Autorización judicial previa (art. 9).


“Art. 9º.- Autorización judicial previa. Toda actuación del procedimiento que
privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura,
o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de
tales efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía.
Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea
indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier
medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de
la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de
una detención se deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia
de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento
y de la hora en que se emitió.”

10. Cautela de garantías (art. 10)


“Art. 10.- Cautela de garantías. En cualquiera etapa del procedimiento en que el
juez de garantía estimare que el imputado no está en condiciones de ejercer los derechos
que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución Política, en las leyes
o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes,
adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho
ejercicio.
Si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una
afectación sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del
procedimiento por el menor tiempo posible y citará a los intervinientes a una audiencia que

22
se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en
dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el
sobreseimiento temporal del mismo.
Con todo, no podrá entenderse que existe afectación sustancial de los derechos del
imputado cuando se acredite, por el Ministerio Público o el abogado querellante, que la
suspensión del procedimiento solicitada por el imputado o su abogado sólo persigue dilatar
el proceso.”
Cabe consignar que la limitación de la suspensión del procedimiento “por el menor
tiempo posible” y la excepción contemplada en el inciso final fueron incorporadas a la regla
por la ley N° 21.004, denominada “Ley que modifica el código procesal penal, para evitar
la dilación injustificada del proceso penal”.

11. Aplicación temporal de la ley procesal penal (art. 11).


“Artículo 11.- Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes procesales
penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del
tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.”

12. Intervinientes (art. 12).


“Art. 12.- Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará
intervinientes en el procedimiento al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al
querellante, desde que realizaren cualquier actuación procesal o desde el momento en que
la ley les permitiere ejercer facultades determinadas.”

Por interviniente debe entenderse a quienes la ley les reconoce el derecho a


intervenir dentro del proceso penal desde que realizaren cualquier actuación procesal o
desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas por
encontrarse relacionados activa o pasivamente con el hecho punible. Oportunamente se
explicará la diferencia conceptual entre interviniente y sujeto procesal.

13. Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros (art. 13).
“Art. 13.- Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros.
Tendrán valor en Chile las sentencias penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser
23
juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere sido ya condenado o absuelto por
una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país extranjero, a menos
que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de
su responsabilidad penal por delitos de competencia de los tribunales nacionales o, cuando
el imputado lo solicitare expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de
conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que
revelaren falta de intención de juzgarle seriamente.
En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le
imputará a la que debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado.
La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes.”
Se establece en este artículo la regla general según las cuales las sentencias penales
de países extranjeros tendrán valor en nuestro país, pudiendo identificar dos excepciones:
en primer lugar, en el caso en que el juzgamiento en país extranjero hubiese obedecido al
propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por delitos de competencia
de los tribunales nacionales; y en segundo lugar, cuando el imputado lo solicitare
expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las
garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de
intención de juzgarle seriamente.

24
III. DISPOSICIONES COMUNES REFERIDAS A LA ACTIVIDAD
PROCESAL

Entre los artículos 14 y 52 encontramos diversas disposiciones generales referidas a


la actividad procesal, respecto de las cuales es menester destacar las siguientes.

A. PLAZOS (art 14 a 18).

“Art 14.- Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las
actuaciones del procedimiento penal y no se suspenderán los plazos por la interposición de
días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día
feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere
feriado”.
“Art. 15. Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en el CPP,
comenzarán a correr inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación,
sin interrupción”.
“Art. 16.- Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código
son fatales e improrrogables, a menos que se indicare expresamente lo contrario.
“Art. 17.- Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto
en la notificación, por fuerza mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de
ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá
solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha
solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere
cesado el impedimento”.
“Art. 18.- Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán
renunciar, total o parcialmente, a los plazos establecidos a su favor, por manifestación
expresa.

25
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento
de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal”.

B. COMUNICACIÓN ENTRE AUTORIDADES (art 19 al 21)


“Art. 19.- Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las
autoridades y órganos del Estado deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin
demora, la información que les requirieren el ministerio público y los tribunales con
competencia penal. El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los
antecedentes necesarios para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare
a efecto y la determinación del fiscal o tribunal requirente.
Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley
tuvieren carácter secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la
ley respectiva, si las hubiere, y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que
aseguraren que la información no será divulgada.
Si la autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes solicitados o se
negare a enviarlos, a pretexto de su carácter secreto o reservado y el fiscal estimare
indispensable la realización de la actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional
quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones respectiva que,
previo informe de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que considerare más
rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión en cuenta. Si fuere el
tribunal el que requiriere la información, formulará dicha solicitud directamente ante la
Corte de Apelaciones.
Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes
solicitados fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión deberá
ser resuelta por la Corte Suprema.
Aun cuando la Corte llamada a resolver la controversia rechazare el requerimiento
del fiscal, por compartir el juicio de la autoridad a la que se hubieren requerido los
antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio público o al tribunal los datos
que le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o
para el pronunciamiento de resoluciones judiciales.

26
Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas
materias no los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la
causa de que se tratare”
“Art. 20.- Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la
realización de una diligencia dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá
directamente la solicitud, sin más menciones que la indicación de los antecedentes
necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en el inciso
primero del artículo anterior.
Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o diligencia indicado
en la solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se
produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior jerárquico del
primero para que ordene, agilice o gestione directamente la petición”.
“Art. 20 bis. Tramitación de solicitudes de asistencia internacional. Las solicitudes
de autoridades competentes de país extranjero para que se practiquen
diligencias en Chile serán remitidas directamente al Ministerio Público, el que solicitará la
intervención del juez de garantía del lugar en que deban practicarse,
cuando la naturaleza de las diligencias lo hagan necesario de acuerdo con las disposiciones
de la ley chilena”.
“Art. 21.- Forma de realizar las comunicaciones. Las comunicaciones señaladas en
los artículos precedentes podrán realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del
posterior envío de la documentación que fuere pertinente”.

C. COMUNICACIONES Y CITACIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO (art. 22 a


23).
“Art. 22. Comunicaciones del ministerio público. Cuando el ministerio público
estuviere obligado a comunicar formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en
el procedimiento, deberá hacerlo, bajo su responsabilidad, por cualquier medio razonable
que resultare eficaz. Será de cargo del ministerio público acreditar la circunstancia de haber
efectuado la comunicación. Si un interviniente probare que por la deficiencia de la
comunicación se hubiere encontrado impedido de ejercer oportunamente un derecho o
desarrollar alguna actividad dentro del plazo establecido por la ley, podrá solicitar un nuevo

27
plazo, el que le será concedido bajo las condiciones y circunstancias previstas en el artículo
17”.
“Art. 23.- Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad
de investigación el fiscal requiriere la comparecencia de una persona, podrá citarla por
cualquier medio idóneo. Si la persona citada no compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el
juez de garantía para que lo autorice a conducirla compulsivamente a su presencia.
Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal de las
personas o autoridades a que se refiere el artículo 300. Si la declaración de dichas personas
o autoridades fuere necesaria, procederá siempre previa autorización del juez de garantía y
conforme lo establece el artículo 301.”

D. NOTIFICACIONES Y CITACIONES JUDICIALES (art 24 a 33).

“Art. 24 .- Funcionarios habilitados. Las notificaciones de las resoluciones


judiciales se realizarán por los funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución,
que hubieren sido designados para cumplir esta función por el juez presidente del comité de
jueces, a propuesta del administrador del tribunal.
El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren
por otro ministro de fe.”
“Art. 25.- Contenido. La notificación deberá incluir una copia íntegra de la
resolución de que se tratare, con la identificación del proceso en el que recayere, a menos
que la ley expresamente ordenare agregar otros antecedentes, o que el juez lo estimare
necesario para la debida información del notificado o para el adecuado ejercicio de sus
derechos.”
“Art. 30.- Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales. Las
resoluciones pronunciadas durante las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los
intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido asistir a las mismas. De
estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no invalidará
la notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas
resoluciones, las que se expedirán sin demora.

28
“Art. 31.- Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento
podrá proponer para sí otras formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar si, en su
opinión, resultaren suficientemente eficaces y no causaren indefensión.”
“Art. 33.- Citaciones judiciales. Cuando fuere necesario citar a alguna persona para
llevar a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución que ordenare su
comparecencia.
Se hará saber a los citados el tribunal ante el cual debieren comparecer, su
domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se tratare y el
motivo de su comparecencia. Al mismo tiempo se les advertirá que la no comparecencia
injustificada dará lugar a que sean conducidos por medio de la fuerza pública, que quedarán
obligados al pago de las costas que causaren y que pueden imponérseles sanciones.
También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán comunicarlo y
justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible.
El tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere injustificadamente
sea detenido o sometido a prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva.
Tratándose de los testigos, peritos u otras personas cuya presencia se requiriere, podrán ser
arrestados hasta la realización de la actuación por un máximo de veinticuatro horas e
imponérseles, además, una multa de hasta quince unidades tributarias mensuales.”

E. RESOLUCIONES Y OTRAS ACTUACIONES JUDICIALES (art. 34 a 38).


“Art. 34.- Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá
ordenar directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas
necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la ejecución de las
resoluciones que dictare.”
“Art. 36.- Fundamentación. Será obligación del tribunal fundamentar las
resoluciones que dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones
de mero trámite. La fundamentación expresará sucintamente, pero con precisión, los
motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones tomadas.
La simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios
de prueba o solicitudes de los intervinientes no sustituirá en caso alguno la
fundamentación.”

29
“Art. 38.- Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en
una audiencia deberán ser resueltas en ella.
Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro
horas siguientes a su recepción.

F. REGISTRO DE LAS ACTUACIONES (art.39 a 44).

G. COSTAS (art 45 a 51).

H. NORMAS SUPLETORIAS (art 52).

“Art. 52.- Aplicación de normas comunes a todo procedimiento. Serán aplicables al


procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes
especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil”.

30
IV. LA ACCIÓN EN EL PROCESO PENAL

La acción penal puede ser definida como la “facultad de poner en movimiento al


órgano jurisdiccional para que el Estado haga efectiva la pretensión punitiva.”
En nuestro sistema procesal penal, a partir del art. 83 de la CPR podemos señalar
que el Ministerio Público es el titular preferente para el ejercicio de la acción penal pública
mas no el único, pues igualmente puede ser ejercida por la víctima y otras personas que
determine la ley, por lo tanto, no se contempla un monopolio para el ejercicio de la acción
penal.
Art. 83.- “Un organismo autónomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio
Público (…) en su caso, ejercerá la acción penal pública en la forma prevista por la ley (…)
El ofendido por el delito y las demás personas que determine la ley podrán ejercer
igualmente la acción penal.”
La acción en el proceso penal se puede clasificar según su naturaleza como acción
penal y civil, a su vez la acción civil puede ser indemnizatoria y restitutoria. Respecto al
delito la acción penal puede ser pública, privada y pública previa instancia particular.

A. LA ACCIÓN PENAL (art. 53 y sgts.)

Sujeto pasivo de la responsabilidad penal: la acción penal debe ejercerse:

1) Respecto de personas naturales y responsables de la comisión de delito o cuasidelito.


Al respecto, señala el art. 58: “Responsabilidad penal. La acción penal, fuere pública o
privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del delito. La
responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin
perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare.”

31
Sin embargo, la Ley N° 20.393 establece responsabilidad penal de las personas
jurídicas respecto a ciertos delitos 3: lavado de activos, financiamiento de terrorismo y
cohecho a funcionarios públicos.
2) Personas vivas, dado que la muerte extingue la responsabilidad.
3) Que sean imputables.
4) En el caso que sea necesario se deben realizar los procedimientos previos o antejuicios.
Ejemplo, querella de capítulos.

A.1 Acción penal pública.

1. Concepto.
Es aquella que se ejercita a nombre de la sociedad, de oficio por el Ministerio
Público o por las demás personas establecidas en la ley, para obtener el castigo de un hecho
que reviste los caracteres de delito, dentro del proceso penal y previa dictación de una
sentencia condenatoria.
El art. 53 inc. 2° la define en términos negativos: “La acción penal pública para la
persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial deberá ser ejercida de
oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las personas que determine
la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal
pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad.”

2. Personas que pueden ejercer la acción penal pública.


1. Ministerio Público, como titular preferente.
2. Demás personas contempladas por ley:
i) Víctima, cuya titularidad proviene del art 83 CPR.
ii) También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio
domiciliada en la provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma
que constituyeren delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario

3
Actualmente se encuentra en tramitación un proyecto de ley que tipifica delitos ambientales,
incluyendo a las personas jurídicas como sujetos imputables por estos delitos.
32
público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución
o contra la probidad pública. (artículo 111 inc. 2° CPP)
En conclusión, en nuestro sistema procesal penal es obligatorio el ejercicio de la
acción penal pública para el Ministerio Público, y es facultativo para las demás personas
que termina la ley.

3. Prescripción.
La acción penal prescribe según los términos del artículo 94 del Código Penal y que
varía según la gravedad del delito.

4. Renuncia.
La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona ofendida o
desistimiento de quien la ha ejercido en el proceso penal (art. 56).
“Art. 56: Renuncia de la acción penal. La acción penal pública no se extingue por la
renuncia de la persona ofendida.”
Respecto al querellante de un delito de acción penal pública si bien puede desistirse
de su querella en virtud del artículo 118, ello no trae como consecuencia la extinción de la
acción ni el término del procedimiento.

A.2 Acción penal privada.

1. Concepto.
Aquella que se debe ejercitar exclusivamente por parte de la víctima para los efectos
de requerir que el Estado haga efectiva la pretensión punitiva por la comisión de un delito
que no puede perseguirse de oficio.

2. Personas que pueden ejercer la acción penal privada.


Este tipo de acción deberá ser ejercida sólo por la víctima, la cual, además, debe ser
capaz de comparecer en juicio. (art. 53 y 55).

33
La acción penal privada podrá ser ejercida por la víctima mediante la interposición
de una querella, por lo tanto, es necesario que el querellante no se encuentre inhabilitado
para querellarse (artículo 116 CPP).

3. Delitos de acción penal privada.


Los delitos se encuentran mencionados en el art. 55:
a) La calumnia y la injuria;
b) la falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal (injuria liviana);
c) la provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado;
y
d) el matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas
designadas por la ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a
autorizarlo.
Además, existen leyes especiales donde se califican ciertos delitos como delitos de
acción penal privada. Por ejemplo: artículo 38 de la ley 19.806 referidos al tenedor del
cheque en la hipótesis de protesto por falta de fondos y protesto por cuenta cerrada.

4. Extinción de la acción penal privada.


Respecto a la acción penal privada existe cierta similitud con la acción civil.
Incluso, podemos señalar la existencia de instituciones drásticas respecto a la acción penal
privada que traen aparejada su extinción. Específicamente, la similitud radica en que se
contemple la regulación de la conciliación obligatoria (art. 404 CPP), el desistimiento de la
acción penal y el abandono de la acción penal privada.
Sobre la base de lo anterior, las formas de extinción de la acción penal privada son
las siguiente:
1) Renuncia: La renuncia de la acción penal privada puede ser expresa o tácita.
a) Expresa: esta se encuentra en el art. 56 inc. 2: “Pero se extinguen por esa renuncia la
acción penal privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos.”
b) Tácita: dicha renuncia se recoge en el art. 66 “Cuando sólo se ejerciere la acción
civil respecto de un hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por
esa circunstancia, la acción penal. Para estos efectos no constituirá ejercicio de la

34
acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o a
asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal.”
2) Desistimiento: el art. 118 CPP señala “El querellante podrá desistirse de su querella en
cualquier momento del procedimiento”. Dicho desistimiento trae como consecuencia la
extinción de la acción penal privada y el termino del proceso penal.
3) Transacción: otra particularidad de la acción penal privada es que esta es transigible lo
que se regula en el artículo 401 CPP.
4) Perdón del ofendido: además, la acción penal privada se extingue por el perdón del
ofendido (art. 95 n°5 del Código Penal en concordancia con el art. 250 letra e) CPP).
5) Abandono del procedimiento: “art. 402.- Abandono de la acción. La inasistencia del
querellante a la audiencia del juicio, así como su inactividad en el procedimiento por
más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para
dar curso al proceso que fueren de cargo del querellante, producirán el abandono de la
acción privada. En tal caso el tribunal deberá, de oficio o a petición de parte, decretar el
sobreseimiento definitivo de la causa. Lo mismo se observará si, habiendo muerto o
caído en incapacidad el querellante, sus herederos o representante legal no concurrieren
a sostener la acción dentro del término de noventa días.”

Debemos mencionar que el abandono de la acción penal privada es una institución


más drástica que el abandono del procedimiento civil, lo que podemos desprender de las
siguientes diferencias:
i. En primer lugar, en cuanto al sujeto activo, el abandono de la acción penal
privada podrá ser solicitado por cualquiera parte o de oficio por el tribunal;
en el abandono del procedimiento civil solo el demandando.
ii. En segundo lugar, el plazo requerido de inactividad es diferente: para el
abandono de la acción penal privada se requiere de 30 días corridos; en el
abandono del procedimiento de 6 meses.
iii. Por último, en cuanto al efecto, el abandono de la acción penal privada
extingue la acción penal privada; en el abandono del procedimiento se pone
termino al procedimiento, pero no extingue la acción civil.

35
Por último, no se debe confundir el abandono de la acción penal privada con el
abandono de la querella regulada en el art. 120 del CPP, puesto que este último rige
también para los delitos de acción penal pública y acción penal privada previa instancia
particular.
A.3 Acción penal pública previa instancia particular.

1. Concepto.
“Aquella que requiere a lo menos de una denuncia de parte de la persona ofendida
con el delito o de las otras personas establecidas por ley para que se pueda dar inicio al
proceso penal, pero una vez formulada ella permite que el proceso continúe tramitándose de
acuerdo con las reglas que rigen el proceso de acción penal pública”
Art. 54: Delitos de acción pública previa instancia particular. En los delitos de
acción pública previa instancia particular no podrá procederse de oficio sin que, a lo menos,
el ofendido por el delito hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a
la policía.

2. Personas que pueden ejercer la acción penal pública previa instancia particular.
a) La víctima. Pero si esta se encuentra imposibilitada podrán formular la denuncia las
personas señaladas en el artículo 108 CPP.
Excepción: cuando el ofendido se encuentre imposibilitado de realizar libremente la
denuncia, o cuando quienes pudieren formularla por él se encontraren
imposibilitados de hacerlo o aparecieren implicados en el hecho, el Ministerio
Público puede proceder de oficio. (artículo 54 CPP.
b) Si la víctima es menor de edad, se deberá aplicar lo dispuestos en el artículo 53
inc.2: “Se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos
cometidos contra menores de edad”

3. Delitos de acción penal pública previa instancia particular.


a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal;
(lesiones menos graves y lesiones leves)
b) La violación de domicilio;

36
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del
Código Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
e) Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial;
f) La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere
estado o estuviere empleado, y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa. Por ejemplo, el artículo 369 Código
Penal referido a los delitos de violación, estupro y otros delitos sexuales.

4. Renuncia.
La víctima puede no denunciar lo que en ese caso extingue la acción penal, salvo
que se trate de delitos cometidos contra menores de edad.

B. LA ACCIÓN CIVIL EN EL PROCESO PENAL.

La acción civil se regula en los art 59 y siguientes y se define como “aquella que se
ejerce en el proceso penal para obtener la restitución de objetos recogidos o incautados o
que es deducida por la víctima en contra del imputado para perseguir las responsabilidades
civiles provenientes del hecho punible.”
A partir de la definición transcrita, surge la interrogante acerca del alcance de la voz
“responsabilidades civiles”, entrando en consideración la posible competencia del juez con
competencia penal para conocer de diversos tipos de juicios de responsabilidad civiles
además de la acción civil indemnizatoria y restitutoria respecto de las cuales no cabe duda
alguna sobre la competencia que podrían tener los tribunales con competencia criminal.
Desde el enfoque que ofrece el texto del Código al señalar “responsabilidades
civiles” no habría un impedimento para otorgarle competencia a los tribunales penales para
conocer de otro tipo de acciones civiles. En tal sentido, podrían mencionarse, en primer
lugar, acciones de reparación propias de ciertos delitos, por ejemplo, en caso de violación y
otros delitos sexuales, el CP señala que además de las indemnizaciones que corresponda
conforme a las reglas generales, el condenado por dichos delitos deberá dar alimentos

37
cuando proceda de acuerdo a las reglas generales del CC. En segundo lugar, podrían quedar
comprendidas dentro del ámbito de competencias del juez penal aquellas que tuvieren por
propósito pedir la ineficacia de un acto jurídico, unilateral o bilateral, la resolución de un
contrato y/o la cancelación de una inscripción en un registro público, por ejemplo, por
falsedad del instrumento o por haberse celebrado un determinado acto de manera
fraudulenta, o con objeto o causa ilícitas.
Ahora bien, para que sea competente el tribunal en sede criminal respecto de estas
acciones debe cumplirse con el requisito de legitimación activa como pasiva que impone el
inciso final del art. 59: interponerse por la víctima en contra del imputado. De lo contrario,
deberán hacerse valer en sede civil.
Con todo, debe consignarse que la inclusión de otras acciones civiles dentro de la
esfera de competencias de los tribunales penales no es un tema pacífico en doctrina.
Dicho lo anterior, el CPP regula dos acciones civiles en el proceso penal: la acción
civil indemnizatoria y restitutoria.

B.1 Acción civil indemnizatoria.

1. Concepto.
Es aquella que tiene por objeto la indemnización de daños que ocasiona el hecho
ilícito que configura un delito o cuasidelito civil de acuerdo con las reglas generales de la
responsabilidad extracontractual.

2. Sujeto.
En general, la acción civil indemnizatoria podría ser interpuesta por un tercero o por
la víctima en contra de un tercero o del imputado. Sin embargo, solo en el caso de que sea
interpuesta por la víctima en contra del imputado, la víctima podrá optar entre interponerla
ante el juez civil competente o ante el juzgado de garantía que conozca del asunto penal.

3. Competencia.
Se presentan casos de competencia acumulativa y preventiva.

38
a. Acumulativa: si la acción civil indemnizatoria es interpuesta por la víctima
contra el imputado nos encontramos ante una competencia acumulativa ya
que es competente el juez civil según las reglas generales o el juez del
crimen, a elección del demandante. (art 59 inc. 2°).
b. Privativa: cuando la acción indemnizatoria es ejercida por personas distintas
de la víctima en contra de sujetos distintos del imputado será competente el
tribunal civil. (art 59 inc. final).

4. Oportunidad y tramitación.
a) Presentación: La demanda civil en el procedimiento penal deberá interponerse hasta
quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, por escrito y cumpliendo con los requisitos exigidos por
el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil. (art. 60).
b) Oportunidad de preparación y cautela: dentro del período de investigación y con
posterioridad a la formalización la víctima podrá preparar la demanda civil
solicitando la práctica de diligencias que considerare necesarias para esclarecer los
hechos que sean objeto de su demanda. Así mismo, se podrá cautelar la demanda
civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el art. 157. Con la preparación,
se interrumpe la prescripción de la acción civil indemnizatoria, pero sujeta a la
condición que se deduzca oportunamente dentro del proceso penal la acción civil
indemnizatoria (artículo 61).
c) Actuación del imputado: el imputado deberá oponer las excepciones que
corresponda y contestar la demanda civil hasta la víspera de la audiencia de
preparación del juicio oral por escrito o al inicio de la audiencia de forma verbal.
Podrá, asimismo, señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil,
requiriendo su corrección. En su contestación, deberá indicar cuáles serán los
medios probatorios que utilizará. (artículo 62)
d) Incidentes y excepciones: se resolverán en la audiencia de preparación del juicio
oral. Si no fuere posible subsanar los vicios de que adolezca la demanda civil, el
juez ordenará la suspensión de la audiencia, lo que no puede exceder a un máximo

39
de 5 días (art 270 CPP). Si posterior a este plazo la demanda no fuese rectificada se
tendrá por no presentada.
e) La discusión prueba y fallo tendrá lugar dentro del juicio oral.
f) Prueba: La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará
tanto a las normas reguladoras de la prueba existentes en materia civil como en
materia penal. Así, se aplicarán las normas civiles en cuanto a la carga de la prueba
(art. 1698 CC) y las normas establecidas en el Código Procesal Penal en cuanto a su
procedencia, oportunidad, forma de rendirla y valoración de la prueba (art 324
CPP). La regulación de la prueba de la acción civil en el proceso penal resultará un
elemento relevante para efectos de que la víctima, en caso que dirija la acción en
contra del imputado, elija si lo hará en sede criminal o civil.
g) Sentencia definitiva: debe pronunciarse sobre las responsabilidades civiles que se
hubieran hecho valer por medio del ejercicio de las acciones indemnizatorias (art
342 letra e) y 349 CPP).
h) Ejecución de la sentencia: en este caso nos encontramos ante una excepción a la
regla general de ejecución de las sentencias, ya que, será competente para ejecutar
la decisión civil de la sentencia penal el tribunal civil competente según las reglas
generales (artículo 171 inciso final COT). En este sentido, el único procedimiento
aplicable para la ejecución de la decisión civil será el juicio ejecutivo, puesto que no
es posible utilizar el procedimiento incidental de ejecución el cual es procedente
solo cuando la ejecución se solicita ante el tribunal que conoció del procedimiento
en única o primera instancia.

B.2 Acción civil restitutoria.

1. Concepto.
Es aquella que tiene por objeto la mera restitución de la cosa sobre la cual recayó el
delito o los efectos de éste o los instrumentos destinados a su comisión.

2. Sujeto.
Los titulares de esta acción pueden ser los intervinientes o terceros.

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3. Competencia.
Es un caso de competencia privativa o exclusiva ya que debe ser interpuesta en el
proceso penal solo ante el juez de garantía penal (artículo 59 inciso 1° y 189 CPP).
4. Oportunidad y tramitación.
Debe ejercerse siempre ante el juez de garantía y a lo largo de todo el proceso. Se
tramita como incidente según lo establecido en el art 189 inc. 1. °: “Reclamaciones o
tercerías. Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o terceros entablaren durante
la investigación con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o incautados se
tramitarán ante el juez de garantía. La resolución que recayere en el artículo así tramitado
se limitará a declarar el derecho del reclamante sobre dichos objetos, pero no se efectuará la
devolución de éstos sino hasta después de concluido el procedimiento, a menos que el
tribunal considerare innecesaria su conservación.
Lo dispuesto en el inciso precedente no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o
estafadas, las cuales se entregarán al dueño o legítimo tenedor en cualquier estado del
procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por cualquier medio y
establecido su valor.”

B.3 Características de la acción civil en el proceso penal.

a) Es eventual: esto se desprende del artículo 59 inc. 2 que señala “Asimismo, durante
la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes
acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas acciones civiles ante el
tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en
el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.” Por
lo tanto, la eventualidad se aprecia en dos sentidos. En primer lugar, es facultativa y
no obligatoria para el titular; y, en segundo lugar, en tanto que no todo hecho
punible tendrá aparejado una pretensión civil.
b) Es independiente de la acción penal, sin perjuicio de las vinculaciones entre
ellas:

41
i. La extinción de la acción civil no extingue la acción penal: Art. 65: “Efectos de
la extinción de la acción civil. Extinguida la acción civil no se entenderá
extinguida la acción penal para la persecución del hecho punible.”
ii. Si estamos ante delitos de acción penal privada el solo ejercicio de la acción
civil extingue la acción penal: Art. 66: “Efectos del ejercicio exclusivo de la
acción civil. Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la
acción penal.
Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de
diligencias destinadas a preparar la demanda civil o a asegurar su resultado, que
se formulare en el procedimiento penal.”
iii. La dictación de sentencia absolutoria en materia penal no impide que se acoja la
acción civil: Art. 67: “Independencia de la acción civil respecto de la acción
penal. La circunstancia de dictarse sentencia absolutoria en materia penal no
impedirá que dé lugar a la acción civil, si fuere legalmente procedente.”
iv. Suspensión o terminación del procedimiento penal respecto a la acción civil: art.
68: “Curso de la acción civil ante suspensión o terminación del procedimiento
penal. Si antes de comenzar el juicio oral, el procedimiento penal continuare de
conformidad a las normas que regulan el procedimiento abreviado, o por
cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil
que se hubiere deducido oportunamente, la prescripción continuará interrumpida
siempre que la víctima presentare su demanda ante el tribunal civil competente
en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por resolución
ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal.
En este caso, la demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por
cédula y el juicio se sujetará a las reglas del procedimiento sumario. Si la
demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro del referido
plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido.
Si en el procedimiento penal se hubieren decretado medidas destinadas a
cautelar la demanda civil, éstas se mantendrán vigentes por el plazo indicado en
el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas oportunamente,

42
el tribunal civil no las mantuviere. Si, comenzado el juicio oral, se dictare
sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones de este Código, el tribunal
deberá continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión
civil.”
c) Desistimiento y abandono de la acción: art 64 CPP: “La víctima podrá desistirse
de su acción en cualquier estado del procedimiento. Se considerará abandonada la
acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la
audiencia del juicio oral.” Respecto al abandono de la acción, se ha generado una
discusión en cuanto a su efecto, ya que se han extremado sus efectos llegando a la
conclusión que la acción civil una vez abandonada no podrá ser ejercida en sede
civil puesto que iría en contra de lo establecido en el artículo 59 inciso 2 del CPP. El
profesor Montero y Maturana discrepan puesto que lo lógico es que la víctima
pierda su carácter de parte dentro del proceso penal y lo obrado en la acción civil,
pero no la pretensión civil que podría hacer valer en un tribunal civil con
posterioridad.
d) Es patrimonial: lo que trae como consecuencia la admisibilidad de la transacción
(art 273 CPP), su renunciabilidad (art 12 CC), desistimiento (art 64 CPP), cesión y
transmisión.
e) Es prescriptible: aplicando las reglas generales, debemos señalar que de
conformidad a lo establecido en el artículo 2332 del Código Civil la acción
prescribe en 4 años contados desde que se ha producido el hecho. El artículo 61 del
CPP se refiere a la interrupción de la prescripción de la acción civil respecto a la
preparación de la demanda, dicha interrupción se encuentra condicionada a la
presentación de la demanda civil en tiempo oportuno.
f) Prueba: en cuanto a la prueba de la acción civil dentro del proceso penal y de las
cuestiones prejudiciales debemos remitirnos al art. 324 CPP. En este sentido, solo la
carga de la prueba se regirá por las reglas civiles, y respecto a la procedencia,
oportunidad, forma de rendirse y valor probatorio se aplicarán las reglas del Código
Procesal Penal.

43
V.SUJETOS PROCESALES.

A. ASPECTOS GENERALES: SUJETOS PROCESALES E INTERVINIENTES.

En el proceso penal se distinguen los intervinientes respecto de los sujetos


procesales. Por un lado, sujetos procesales son todos aquellos que tienen derecho a
participar en relación con la persecución penal, sin que se vincule ello con la pertenencia de
la pretensión punitiva. Estos, que se encuentran regulados en el Título IV del Libro I del
CPP, son:
i. El tribunal;
ii. el ministerio público;
iii. la policía;
iv. el imputado;
v. la defensa;
vi. la víctima;
vii. y el querellante.
La regulación de los sujetos procesal debe complementarse con las leyes especiales
que resulten pertinentes, tales como: la LOCMP, la Ley Orgánica Constitucional que crea
los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal y modifica el COT y la
Ley de la Defensoría Penal Pública.
Por otro lado, por interviniente se considera a quienes la ley les reconoce el derecho
a intervenir dentro del proceso penal desde que realizaren cualquier actuación procesal o
desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas por
encontrarse relacionados activa o pasivamente con el hecho punible.
El art.12 del CPP establece que se considerarán intervinientes:
i. al fiscal;
ii. al imputado;
iii. al defensor;
iv. a la víctima; y

44
v. al querellante.
B. EL TRIBUNAL.

La adecuación orgánica del Poder Judicial a la reforma procesal penal estuvo dada
fundamentalmente por la creación de los Juzgados de Garantía y los Tribunales de Juicio
Oral en lo Penal. Estos órganos tienen competencia para conocer de los delitos cometidos
después de la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal. Los hechos acaecidos
con anterioridad a dicho momento son de competencia de los juzgados del crimen y los
juzgados de letras con competencia en lo criminal según las reglas del antiguo Código de
Procedimiento Penal o de leyes especiales.

B.1 Juzgado de Garantía (art. 14 a 16 del COT).


Son tribunales ordinarios, generalmente colegiados en cuanto a su composición,
pero siempre unipersonales en cuanto a su funcionamiento, letrados, de derecho y
permanentes, que ejercen sus facultades sobre una comuna o agrupación de comunas y
conocen en única o primera instancia exclusivamente de todos los asuntos que se rigen por
el Código Procesal Penal.
Conocerán en primera instancia de forma excepcional respecto de los casos en que
el legislador establezca expresamente la procedencia del recurso de apelación. En tal
sentido, conforme con el artículo 370 del CPP, ejercerán su competencia en primera
instancia cuando las resoluciones que pronunciaren:
a. Pusieren término al procedimiento,
b. Hicieren imposible su prosecución.
c. Lo suspendieren por más de treinta días, o
d. Cuando la ley concediere expresamente el recurso de apelación en contra de alguna
otra resolución que pronunciare.

a. Competencia.
Poseen la plenitud de la competencia para conocer de los asuntos penales que se
contemplan en el nuevo sistema procesal penal, con excepción de aquellos que son

45
entregados a los tribunales orales en lo penal. Específicamente, corresponde a los jueces de
garantía:

1. Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal. Esta
competencia es la principal función que cumplen los juzgados de garantía respecto del
imputado, la víctima y los testigos.
2. Dictar sentencia en primera instancia (art. 414) en el procedimiento abreviado.
3. Conocer y fallar respecto de las faltas en conformidad al procedimiento establecido en
el Código Procesal Penal. Las faltas son conocidas mediante el procedimiento
simplificado y falladas en única instancia siendo procedente sólo el recurso de nulidad.
4. Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las
solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución.
Cabe señalar que en el caso que las condenas y medidas de seguridad hayan sido
pronunciadas por el TJOP, es posible identificar una importante excepción a la regla
general de la competencia denominada de la ejecución (art. 113 del COT), según la
cual corresponde la ejecución de las resoluciones al tribunal que le dictare en primera o
única instancia, pues en este caso la ejecución de tales resoluciones se encuentra
encargada a los juzgados de garantía.
5. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la Ley de Responsabilidad penal
Adolescente le encomiende.
6. Conocer de las cuestiones prejudiciales civiles necesarias para la solución del conflicto
penal, salvo aquellas que la ley encomiende a los tribunales con competencia civil, por
ejemplo, validez del matrimonio o cuentas fiscales.
7. Conocer y fallar las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes,
cualquiera sea la pena que a ella les asigne. Tales infracciones son conocidas mediante
el procedimiento simplificado.
8. Conocer de otros asuntos que las leyes les encomienden, entre los cuales debe
destacarse:
i) El conocimiento del procedimiento por delitos de acción penal privada, que se
sigue según el procedimiento simplificado.

46
ii) Respecto de los efectos civiles del acuerdo reparatorio, se establece que
ejecutoriada la resolución judicial que lo aprobare, podrá solicitarse su
cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los art. 233
y siguientes del CPC (procedimiento de ejecución incidental).
9. Dirigir personalmente las audiencias que le encomienda la ley procesal penal, entre las
cuales destacan:
i) Control de detención.
ii) Formalización de la investigación.
iii) Solicitud de otorgamiento, modificación o revocación de la prisión
preventiva u otra medida cautelar personal.
iv) Cautela de garantías.
v) Prueba anticipada de testigos.
vi) Cierre de la investigación.
vii) Aprobación de la suspensión condicional del procedimiento o de los
acuerdos reparatorios.
viii) Conocimiento de la solicitud de sobreseimiento, o de la comunicación de la
decisión de no perseverar en la investigación del fiscal.
ix) Audiencia de Preparación del juicio oral.

B.2 Tribunal de Juicio Oral en lo Penal. (art. 17 a 21 del COT).


Son tribunales ordinarios, colegiados en cuanto a su composición y funcionamiento,
letrados, de derecho y permanentes, con competencia especial, que ejercen sus facultades
sobre una comuna o agrupación de comunas y conocen en única instancia exclusivamente
del juicio oral regulado en el Código Procesal Penal. Su superior jerárquico es la Corte de
Apelaciones respectiva.

a. Competencia.
1. Tienen la plenitud de la competencia en única instancia para conocer del juicio oral
en lo penal respecto de crímenes y simples delitos, a menos que respecto de ellos
sea aplicable el procedimiento abreviado o el procedimiento simplificado, en cuyo
caso son conocidos por el juez de garantía conforme a esos procedimientos. De la

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lectura conjunta de los art. 18 letra a del COT y el art. 14 del mismo es posible
llegar a establecer las siguientes reglas:
i) Un TJOP jamás conocerá de una falta en un juicio oral.
ii) Un TJOP jamás conocerá de un delito de acción penal privada, el que se rige por
el procedimiento simplificado y es siempre conocido por el juez de garantía.
iii) Un TJOP conocerá de simples delitos en un juicio oral. Excepcionalmente,
conocerá de los simples delitos el juez de garantía en el caso de que se apliquen
las reglas del procedimiento abreviado o procedimiento simplificado.
iv) Un TJOP conocerá de los crímenes en juicio oral. Excepcionalmente, conocerá
de los crímenes el juez de garantía en el caso en que se apliquen las reglas del
procedimiento abreviado.
2. Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los imputados puestos
a su disposición. Tal puesta a disposición ocurre en el instante en que el juzgado de
garantía hace llegar el auto de apertura al TJOP. Si con posterioridad a ese momento
se discute sobre la prisión preventiva de algún imputado, en virtud del art. 149 del
CPP, tal resolución sería dictada en primera instancia por el TJOP, configurando así
la única excepción en que procede el recurso de apelación contra una resolución del
TJOP.
3. Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.
4. Pronunciarse en la sentencia definitiva acerca de la concesión, denegación,
revocación, sustitución, reemplazo, reducción, intensificación y término anticipado de las
penas sustitutivas contempladas en la ley 18.216.
5. Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la Ley de Responsabilidad
penal Adolescente les encomienden.
6. Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.

C. MINISTERIO PÚBLICO.

Es el organismo autónomo y jerarquizado, a quien corresponde dirigir la


investigación de los hechos constitutivos de delito y los que determinen la participación
punible o la inocencia del imputado en ellos; ejercer la acción penal pública en la forma

48
prevista en la ley; adoptar las medidas para proteger a las víctimas y a los testigos; e
impartir órdenes directas a las Fuerzas de Orden y Seguridad durante la investigación, sin
autorización judicial previa, siempre que con ellas no se prive, restrinja o perturbe al
imputado o terceros del ejercicio de los derechos asegurados en la Constitución.
Se encuentra regulado entre los art. 83 a 91 de la CPR y entre los 77 y 78 bis del
Código Procesal Penal.

C.1 Características.
1. Autonomía e independencia: tiene sus propias autoridades, sin depender ni formar
parte del poder judicial ni del Ejecutivo ni Legislativo. Lo anterior no implica que el
Ministerio Público esté exento de control por parte de los 3 poderes del Estado. De
este modo, se materializa un control externo en el nombramiento y remoción del
Fiscal Nacional, así como el control judicial que efectúa el Juzgado de Garantía sobre
todas aquellas materias en que debe autorizar solicitudes del ente persecutor.
2. Responsabilidad: los Fiscales del Ministerio Público son responsables civil y
penalmente de los delitos que cometan en el ejercicio de sus funciones y de toda falta
de probidad en que incurran en el desempeño de sus funciones. Esta responsabilidad
de los fiscales no obsta a que el Estado sea responsable por las conductas
injustificadamente erróneas o arbitrarias del Ministerio Público (art. 5 LOCMP). La
acción para perseguir esta responsabilidad es de 4 años, contados desde la actuación
dañina. Mediando culpa grave o dolo del Fiscal, el Estado podrá repetir en su contra.
Adicionalmente, el Ministerio Público posee un control disciplinario y administrativo
interno por inobservancia de criterios de actuación para el cumplimiento de sus
objetivos como para las actuaciones procesales correspondientes dentro de los
procesos. La responsabilidad que incumba a los fiscales por las infracciones que
cometan puede hacerse efectiva de oficio por el Ministerio Público (por la autoridad
superior del fiscal infractor) o a requerimiento del afectado. Las sanciones van desde
la amonestación privada hasta la remoción del cargo (art. 49 de la LOCMP).
Adicionalmente, el fiscal nacional y los fiscales regionales tienen responsabilidad
política, la que se concreta en la posibilidad de que sean removidos de sus cargos (art.
53 de la LOCMP).

49
3. Naturaleza administrativa de sus funciones: el Ministerio Público en caso alguno
podrá ejercer funciones jurisdiccionales.

C.2 Funciones.

1. Dirección exclusiva de la investigación de los delitos: corresponde al Ministerio


Público dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de
delitos, los que determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del
imputado.
Esta atribución, que constituye la principal función del Ministerio Público, constituye
además un deber de ejercicio, no siendo meramente facultativo o discrecional.
Cuestión distinta es la atribución de formalizar la investigación, la cual será ejercida
conforme a la factibilidad de desarrollar una investigación conducente al
esclarecimiento de los hechos que hayan sido comunicados al Ministerio Público.
Para dirigir la investigación, el Ministerio Público imparte órdenes directas a las
Policías para que estas efectúen las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los
hechos, salvo que con ellas se prive, restrinja o perturbe al imputado o terceros del
ejercicio de los derechos asegurados por la CPR, casos en que se requiere autorización
judicial previa.
La investigación que se lleve a cabo bajo la dirección de los fiscales, por mandato
Constitucional expreso del inciso quinto del n°3 del art. 19, deberá ser racional y justa,
con lo cual se busca evitar que los Fiscales ejerzan sus atribuciones de forma arbitraria.
Dado que el sistema procesal diseñado por el CPP está cimentando en torno al
principio contradictorio, las actuaciones del Ministerio Público realizadas durante la
investigación tendrán por finalidad preparar la acusación, sin constituir, por sí mismas,
medios de prueba. En este sentido, sólo serán pruebas válidas las producidas y rendidas
ante el TJOP, sin perjuicio de excepciones muy calificada
El ejercicio de la función investigativa debe ejercerse conforme a los siguientes
principios:
i) Oficialidad: el Ministerio Público debe dirigir la investigación sin para ello tener
que esperar el requerimiento de la víctima o de los demás intervinientes. En

50
otras palabras, conocido un hecho que revista caracteres de delito, el Ministerio
Público, auxiliado por la Policía, debe de oficio promover la persecución penal.
Este principio se encuentra limitado en el caso de la acción penal pública previa
instancia particular y es posible reconocer excepciones al mismo en el caso de
delitos de acción penal privada y en el forzamiento de la acusación.
ii) Legalidad: promovida la persecución penal, le asiste al Ministerio la obligación
de investigar, y si existen antecedentes, formular la correspondiente acusación.
En este sentido, el Ministerio Público no puede suspender, interrumpir o hacer
cesar el curso de una investigación, salvo en los casos previstos por la ley. Al
principio de legalidad se opone el de oportunidad, en cuya virtud el Ministerio
Público está extraordinariamente facultado por la ley para renunciar a la acción
penal pública o suspender o hacer cesar una investigación. En un sentido
amplio, el principio de oportunidad comprende el archivo provisional (art. 167),
la facultad no iniciar investigación -también llamado archivo definitivo- (art.
168) y el principio de oportunidad en sentido estricto (art. 170).
iii) Objetividad: en el ejercicio de su función, los fiscales del Ministerio Público
adecuarán sus actos a un criterio objetivo, velando únicamente por la correcta
aplicación de la ley. En tal sentido, deberán investigar con igual celo no sólo los
hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado,
sino también aquellos que le eximan de ella, la extingan o la atenúen.
iv) Eficiencia: este principio se relaciona tanto con la administración de los recursos
y bienes públicos como con la realización de actuaciones ágiles y expeditas,
siempre dentro del procedimiento “racional y justo”.
v) Probidad: importa el deber de efectuar una declaración de intereses y
patrimonio.
vi) Transparencia: los actos y resoluciones del Ministerio Público, sus fundamentos,
los documentos que les sirvan de sustento o complemento directo y esencial, y
los procedimientos que se utilicen para su dictación son públicos, salvo las
excepciones legales.
Como ya precisáramos previamente, al Ministerio Público le está vedado ejercer
facultades jurisdiccionales (principio de interdicción de facultades jurisdiccionales,

51
reconocido en el art. 83 de la CPR y en el 4 de la LOCMP). Una manifestación de esta
prohibición puede apreciarse en el artículo 168 del CPP, que exige que la decisión del
Ministerio Público de no iniciar una investigación, además de fundada, sea aprobada
por el juez de garantía, pues los supuestos que permiten el ejercicio de esta facultad
presuponen calificaciones de derecho (que en principio solo pueden ser realizadas por
un tribunal). Conforme con la mentada regla, “en tanto no se hubiere producido la
intervención del juez de garantía en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda
investigación, cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de
delito o cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren establecer que se
encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre
fundada y se someterá a la aprobación del juez de garantía”.
2. Ejercicio de la acción penal pública 4: supone acusar y probar la acusación ante un
órgano jurisdiccional, demandando que sea satisfecha su pretensión de proteger un bien
jurídico vulnerado.
Se optó por consagrar un modelo acusatorio particular en que el Ministerio Público no
tiene el monopolio de la acción penal pública, sino que dicha acción puede igualmente
ser ejercida en forma facultativa por el ofendido por el delito y las demás personas que
determine la ley.

3. Protección de las víctimas y testigos: esta función también puede ejercerse por los
órganos jurisdiccionales e incluye, conforme con el tenor del inciso primero del
artículo 78 del CPP, no solo tomar medidas para proteger a las víctimas, sino también
facilitar su intervención en el procedimiento y evitar o disminuir al mínimo cualquier
perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los trámites en que debieren
intervenir.
El inciso segundo del artículo 78 concreta el deber de protección, disponiendo que los
fiscales están obligados a realizar, entre otras, las siguientes actividades a favor de la
víctima:
a) Entregar información sobre el curso y resultado del procedimiento, sobre sus
derechos y las actividades que debe realizar para ejercerlos.

4
Respecto de la acción penal privada el Ministerio Público no podrá ejercer la acción penal.
52
b) Ordenar por sí mismo o solicitar al tribunal las medidas destinadas a la protección
de las víctimas o de sus familias, frente a hostigamientos, amenazas o atentados.
c) Informarle sobre su eventual derecho a indemnización y remitir los antecedentes al
organismo del Estado que deba representarlo, según sea el caso.
d) Escuchar a la víctima antes de solicitar o resolver la suspensión del procedimiento o
su terminación por cualquier causa.
En caso que la víctima haya designado abogado, el Ministerio Público deberá realizar a
su respecto las actuaciones señaladas en las letras a. y d.
Cabe añadir que la ley N° 20.507, que tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes
y trata de personas y establece normas para su prevención y más efectiva persecución
criminal, incorpora el artículo 78 bis al CPP, intensificando en esta materia el deber de
protección que estamos estudiando. En concreto, en lo que atañe al Ministerio Público,
el inciso primero de la mentada regla dispone: “Art. 78 bis. Protección de la integridad
física y psicológica de las personas objeto del tráfico ilícito de migrantes y víctimas de
trata de personas. El Ministerio Público adoptará las medidas necesarias, o las
solicitará, en su caso, tendientes a asegurar la protección de las víctimas de estos
delitos durante el proceso penal, teniendo presente la especial condición de
vulnerabilidad que las afecta”.

En lo que dice relación con los testigos, el inciso segundo del artículo 308 del CPP
señala que “el Ministerio Público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las
medidas que fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas
sus declaraciones, la debida protección”.

C.3 Controles.
El Ministerio Público está sometido a diversos tipos de control:
a. Control procesal: se manifiesta a través de la labor del juez de garantía, el cual obra de
oficio o a petición de los intervinientes.
b. Control político: el Fiscal Nacional y los Fiscales Regionales pueden ser removidos de
sus cargos si se cumplen determinadas causales (artículo 53 de la LOCMP).
i. La remoción la resuelve la Corte Suprema en Pleno por la mayoría de los
miembros en ejercicio.

53
ii. Puede ser requerida por el Presidente de la República, la Cámara de Diputados,
10 miembros de ésta, o por el Fiscal Nacional respecto de los Fiscales
Regionales.
iii. Causales:
1. Incapacidad
2. Mal comportamiento
3. Negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones
iv. El Fiscal Nacional no puede ser acusado constitucionalmente
c. Control jerárquico: existe al interior de las Fiscalías una División de Contraloría
Interna. Asimismo, los intervinientes, por medio de escrito ante el Fiscal Regional,
podrán generar un control jerárquico. El Fiscal Regional deberá resolver en el plazo de
5 días.
d. Control por parte de la víctima: la víctima en diversos casos puede activar el control
procesal. Asimismo, puede reclamar ante las autoridades del Ministerio Público,
activando el control jerárquico.

D. POLICÍAS.

Comprende a Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones y Gendarmería, los


cuales son auxiliares del Ministerio Público en las tareas de investigación para el
esclarecimiento y averiguación del hecho que presente caracteres de delito y sus partícipes.
Los fiscales pueden dirigir órdenes directas a las Policías, las cuales deben ser cumplidas de
inmediato y sin más trámite. Es importante tener presente que la subordinación de las
policías al Ministerio Público es únicamente funcional, dejando a salvo la dependencia
orgánica al respectivo cuerpo policial.
Las funciones de las policías se encuentran reguladas entre los art 79 a 92 del
Código Procesal Penal, las cuales podemos agrupar de la siguiente forma:

D.1 Investigación de los delitos bajo las órdenes del fiscal.


Constituye la regla general según la cual las policías deben llevar a cabo la
investigación según las instrucciones de los fiscales.

54
Como diligencias precisas de investigación cabe mencionar: identificar a los
testigos del hecho investigado; consignar sus declaraciones; realizar el levantamiento del
cadáver que se encuentre en la vía pública; recoger, identificar y conservar bajo sello todos
los objetos, documentos, instrumentos y evidencias en general que puedan servir como
medio de prueba posteriormente, entre otras.

D.2 Actuaciones de la Policía sin orden previa, autónomas o de oficio.

Se entiende que en estos casos las Policías cuentan con autorización legal para
practicar estas diligencias. Son actuaciones de este tipo:

1. Prestar auxilio a la víctima (art. 83 letra a): cumplen un rol protagónico en tanto son
normalmente los primeros con los cuales la víctima toma contacto luego de la comisión
del hecho punible. Además, deberán brindarle un trato acorde con su condición de
víctima, procurando facilitar su participación en los trámites que debiese intervenir.
2. Practicar la detención en caso de flagrancia (arts. 83 letra b, 129 y 130): una persona
puede ser detenida en caso de delito flagrante con el único objeto de ser conducida ante
la autoridad correspondiente, contemplándose las situaciones de flagrancia en el art.
130.
En caso de detención por delito flagrante, el agente policial que hubiere realizado la
detención o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella al
Ministerio Público en un breve plazo que no puede exceder las 12 horas. Informado el
fiscal, este puede:
a. Dejar sin efecto la detención u;
b. Ordenar que sea conducido ante el juez dentro del plazo máximo de 24 horas,
contados desde el momento de la detención.
Si no manifiesta nada, la policía debe presentar al detenido ante el juez en el plazo
máximo de 24 horas antes indicado.
• Situaciones de flagrancia: según la definición de la palabra flagrante, es posible
afirmar que delito flagrante es el que puede ser percibido por los sentidos por el
agente policial. Tal circunstancia autoriza a que la detención de la persona

55
sorprendida en su comisión se practique sin autorización judicial. Sin embargo,
algunas situaciones de flagrancia que describe el artículo 130 parecen no
ceñirse fielmente a tal exigencia. Según tal disposición, se encuentra en
situación de flagrancia:
(a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
(b) El que acabare de cometerlo;
(c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el
ofendido u otra persona como autor o cómplice;
Las hipótesis de las letras (b) y (c) pueden diferenciarse en el siguiente
sentido: en la primera el hechor se encuentra en el mismo lugar; en la
segunda este se ha desplazado considerablemente;
(d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere
encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales, en sí mismo,
o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con
las armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo;
(e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos
presenciales, señalaren como autor o cómplice de un delito que se
hubiere cometido en un tiempo inmediato.
(f) El que aparezca en un registro audiovisual cometiendo un crimen o
simple delito al cual la policía tenga acceso en un tiempo inmediato.
• Tiempo inmediato: para que pueda señalarse que la detención ha ocurrido en
un “tiempo inmediato”, esta debe haber ocurrido en un lapso igual o inferior
a 12 horas entre la comisión del hecho y la captura del hechor.
• Finalmente, en todos los casos de flagrancia, la policía podrá ingresar a un
lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual
persecución del individuo a quien debiere retener, para el solo efecto de
practicar la respectiva detención.
3. Resguardar el sitio del suceso (art. 83 letra c). Deberán preservar siempre todos los
lugares donde se hubiere cometido un delito o se encontraren señales o evidencias de
su perpetración, fueren éstos abiertos o cerrados, públicos o privados. Para el
cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata clausura o aislamiento,

56
impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y evitarán que se alteren,
modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho, o que se
remuevan o trasladen los instrumentos usados para llevarlo a cabo. El personal policial
experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o
instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho
investigado, sus efectos o los que pudieren ser utilizados como medios de prueba, para
ser remitidos a quien correspondiere, dejando constancia, en el registro que se
levantare, de la individualización completa del o los funcionarios policiales que
llevaren a cabo esta diligencia. En aquellos casos en que en la localidad donde
ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la evidencia pueda
desaparecer, el personal oficial que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla
y guardarla en los términos indicados en el párrafo precedente y hacer entrega de ella
al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible. En el caso de delitos flagrantes
cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de inmediato
las primeras diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que
corresponda de lo hecho, a la mayor brevedad.

El personal policial realizará siempre el resguardo del sitio del suceso cuando reciba
denuncias conforme a lo señalado en la letra e) del artículo 83 y dará cuenta al fiscal
que corresponda inmediatamente después de realizarlas. Lo anterior tendrá lugar sólo
respecto de los delitos que determine el Ministerio Público a través de las instrucciones
generales a que se refiere el artículo 87. En dichas instrucciones podrá limitarse esta
facultad cuando se tratare de denuncias relativas a hechos lejanos en el tiempo.

4. Identificar a los testigos (art. 83 letra d). Identificar a los testigos y consignar las
declaraciones que éstos prestaren voluntariamente, en los casos de delitos flagrantes o
en que se esté resguardando el sitio del suceso. Fuera de los casos anteriores, los
funcionarios policiales deberán consignar siempre las declaraciones que
voluntariamente presten testigos sobre la comisión de un delito o de sus partícipes o
sobre cualquier otro antecedente que resulte útil para el esclarecimiento de un delito y
la determinación de sus autores y partícipes, debiendo comunicar o remitir a la
brevedad dicha información al Ministerio Público, todo lo anterior de acuerdo con las

57
instrucciones generales que dicte el Fiscal Nacional según lo dispuesto en el artículo
87.

5. Recibir las denuncias del público e informarlas inmediatamente y por el medio más
expedito al Ministerio Público (arts. 83 letra e) y 84).
6. Practicar el control de identidad: a partir de la modificación introducida por la Ley N°
20.931, denominada “Ley de Agenda Corta Antidelincuencia”, es posible distinguir
dos variantes de control de identidad: uno preventivo y otro investigativo.
1) Control de identidad investigativo (art. 85).
• Procedencia: procede que los funcionarios policiales, sin orden previa del
fiscal, soliciten la identificación de personas en casos fundados en que,
según las circunstancias, estimaren que existe algún indicio 5 de que ella:
1. Hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta;
2. se dispusiere a cometerlo;
3. pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen
de un crimen, simple delito o falta;
4. se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad; o
5. cuando los funcionarios policiales tengan algún antecedente que les
permita inferir que una determinada persona tiene alguna orden de
detención pendiente.
• Procedimiento: se realizará en el lugar donde la persona se encontrare, la
cual deberá acreditar su identidad mediante documentos de identificación
expedidos por la autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de
conducir o pasaporte. Sin necesidad de nuevo indicio, los funcionarios
policiales podrán proceder al registro de vestimentas, equipaje o vehículo de
la persona cuya identidad se controla.
En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo
recibido las facilidades del caso no le fuere posible hacerlo, la policía la conducirá
a la unidad policial más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se

5
Con anterioridad a las modificaciones introducidas por la Ley de Agenda Corta Antidelincuencia,
se exigía la existencia de indicios, en plural. Actualmente, solo con la existencia de un indicio que
apunte en el sentido indicado, procederá el control de identidad investigativo.
58
le darán facilidades para procurar una identificación satisfactoria por otros medios
distintos de los ya mencionados, dejándola en libertad en caso de obtenerse dicho
resultado, previo cotejo de la existencia de órdenes de detención que pudieren
afectarle. Si no resultare posible acreditar su identidad, se le tomarán huellas
digitales, las que sólo podrán ser usadas para fines de identificación y, cumplido
dicho propósito, serán destruidas.
Este procedimiento no puede extenderse por un lapso superior a 8 horas,
transcurridas las cuales la persona que ha estado sujeta a control deberá ser puesta
en libertad, salvo que existan indicios de que ha ocultado su verdadera identidad o
ha proporcionado una falsa, caso en el cual se estará a lo dispuesto en el inciso
siguiente.
Si la persona se niega a acreditar su identidad o existen indicios de que ha
ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa, se procederá a su
detención como autora de la falta prevista y sancionada en el Nº 5 del artículo 496
del Código Penal 6. El agente policial deberá informar, de inmediato, de la
detención al fiscal, quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido sea
conducido ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado
desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la
policía deberá presentar al detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado.
Los procedimientos dirigidos a obtener la identidad de una persona deberán
realizarse en la forma más expedita posible, y el abuso en su ejercicio podrá ser
constitutivo del delito previsto y sancionado en el artículo 255 del Código Penal 7.

6
Conforme con el numeral 5 del artículo 496 del CP, se sanciona con la pena de multa de una a
cuatro unidades tributarias mensuales al que ocultare su verdadero nombre y apellido a la autoridad
o a persona que tenga derecho para exigir que los manifieste o se negare a manifestarlos o diere
domicilio falso.
7
Art. 255 CP. El empleado público que, desempeñando un acto del servicio, cometiere cualquier
vejación injusta contra las personas será castigado con la pena de reclusión menor en su grado
mínimo, salvo que el hecho sea constitutivo de un delito de mayor gravedad, caso en el cual se
aplicará sólo la pena asignada por la ley a éste. Si la conducta descrita en el inciso precedente se
cometiere en contra de una persona menor de edad o en situación de vulnerabilidad por
discapacidad, enfermedad o vejez; o en contra de una persona que se encuentre bajo el cuidado,
custodia o control del empleado público, la pena se aumentará en un grado. No se considerarán
como vejaciones injustas las molestias o penalidades que sean consecuencia únicamente de
sanciones legales, o que sean inherentes o incidentales a éstas, ni las derivadas de un acto legítimo
de autoridad.
59
Si no pudiere lograrse la identificación por los documentos expedidos por la
autoridad pública, las policías podrán utilizar medios tecnológicos de
identificación para concluir con el procedimiento de identificación de que se trata.
Si se constata que la persona tiene orden de detención pendiente o se
encuentra en situación de delito flagrante, procederá su detención.

2) Control de identidad preventivo (artículo 12 Ley de Agenda Corta


Antidelincuencia).
• Procedencia: los funcionarios policiales, sin necesidad de indicio alguno,
podrán verificar la identidad de cualquier persona mayor de 18 años en vías
públicas, en otros lugares públicos y en lugares privados de acceso al
público.
• Procedimiento: la persona controlada puede verificar su identidad por
cualquier medio de identificación, tal como cédula de identidad, licencia de
conducir, pasaporte o tarjeta estudiantil o utilizando el funcionario policial o
la persona requerida cualquier dispositivo tecnológico idóneo para tal
efecto.
A diferencia de lo que ocurre con el control de identidad del art. 85 del
CPP, en el control preventivo de identidad la policía no puede proceder al
registro de vestimentas, equipaje o vehículo de la persona y tampoco puede
conducirla a la unidad policial más cercana para fines de identificación, ya
que el control preventivo debe realizarse en el mismo lugar en que se
encontrare el funcionario policial. Tampoco puede interrogar al imputado
sobre hechos ajenos a los estrictamente necesarios para lograr su
individualización. Los funcionarios policiales que practiquen un control
preventivo de identidad deberán exhibir su placa y señalar su nombre, grado
y dotación.
• La duración del procedimiento de control preventivo de identidad es sólo
por el tiempo estrictamente necesario para cumplir sus fines, es decir, para

60
que la persona se identifique, tiempo total que, con todo, no podrá exceder
más allá de una hora.
• En cuanto a las facultades de la policía en el control preventivo de
identidad, estas se limitan a dos: identificar a la persona controlada y
verificar si la persona controlada, que ya se ha identificado, mantiene una o
más órdenes de detención vigentes, caso este último en que habilita para su
detención, con todas las consecuencias que ello implica.
• Posibilidad de mutar de preventivo a investigativo: Lo esencial para
distinguir un control de identidad del artículo 85 de un control preventivo
de identidad, serán las facultades que ejerció el funcionario policial en el
caso concreto. Determinado, a partir de los signos, síntomas o indicios
recopilados sobre las facultades que ejerció el policía, podrá determinarse
frente a qué tipo de control de identidad nos encontramos. Identificando el
tipo de control de identidad, y cotejado con lo que sostiene la Fiscalía y los
antecedentes policiales, se podrá determinar si nos encontramos o no frente
a las hipótesis que habilitan el control de identidad del articulo 85 y,
consecuentemente, cuáles son las opciones de alegar y sostener una
solicitud de ilegalidad de la
detención en la audiencia respectiva.
En este orden de ideas, existen dos hipótesis en que el control preventivo de
identidad pasará directamente a la detención, por lo cual emergen todas las
facultades propias de la policía cuando están frente a una detención.
i. El primer caso lo constituyen aquellas personas que, sometidas a un
control de identidad preventivo, se verifique que tienen una orden de
detención vigente, ya que deben ser detenidas por el funcionario
policial.
ii. El segundo caso es el de aquella persona a quien se requiere su
identidad y ésta se niega a acreditar su identidad, oculta su
verdadera identidad o proporciona una identidad falsa, ya que
cometerá la falta del artículo 496 N° 5 del Código Penal, lo cual, de

61
conformidad a lo preceptuado en el artículo 134 inciso cuarto del
Código Procesal Penal, habilita su detención.
Con todo, si se respeta el texto legal, en cualquier otra hipótesis fuera de las
ya referidas, el control preventivo de identidad no debiera dar lugar a un
control de identidad del artículo 85.

Control de identidad Control de identidad preventivo.


investigativo

Existencia de Se exige al menos un indicio de No exige indicio alguno.


indicio. que la persona se encuentra en
alguna de las hipótesis del 85.

Sujeto pasivo Cualquier persona que se Personas mayores de 18 años.


encuentre en alguna de las
hipótesis del art. 85.

Duración 8. Máximo 8 horas. Máximo una hora.

Lugar en que “En el lugar en que la persona se Vía pública, otros lugares públicos
se puede encontrare.” (art 85 inc. 3°) y lugares privados de acceso
practicar. público.

Acreditación Documentos de identificación Se permite por cualquier medio


de identidad. expedidos por la autoridad idóneo.
pública.

A modo de conclusión se puede establecer que; por un lado, el control de identidad


investigativo es más estricto o restringido en cuanto a sus causales, pero más amplio en
cuanto las facultades que dispone la policía; y por otro lado, el control de identidad

8
Téngase presente que, en el transcurso del procedimiento la persona podrá ser detenida, por
ejemplo, por tener órdenes de detención pendientes. En tal caso, regirán los plazos de la detención.

62
preventivo es más amplio en cuanto a sus causales, pero otorga facultades mucho más
restringidas a los funcionarios policiales.

7. Entrada y registro en lugares de libre acceso público y en lugares cerrados (arts. 204 y
206): Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones podrán efectuar el registro
de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra el cual
se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o
medios que pudieren servir a la comprobación del mismo.

En el caso que se trate de lugares cerrados, será necesaria, por regla general, la
autorización del propietario o encargado del recinto (art. 205). No obstante, el artículo
206 permite la entrada de las policías a un lugar cerrado y registrarlo sin el
consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros
signos evidentes indicaren que en el recinto se está cometiendo un delito, o que exista
algún indicio de que se está procediendo a la destrucción de objetos o documentos, de
cualquier clase, que pudiesen haber servido o haber estado destinados a la comisión de
un hecho constitutivo de delito, o aquellos que de éste provinieren. De dicho
procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y
levantarse un acta circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas
siguientes. Copia de dicha acta se entregará al propietario o encargado del
lugar. Tratándose del delito de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando
existan indicios o sospechas de que se está perpetrando dicho ilícito, siempre que las
circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización del propietario o
del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores.

8. Examen de vestimentas, equipaje o vehículos (art. 89). En casos de detención y control


de identidad investigativo se podrá practicar el examen de las vestimentas que llevare
el detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere. Para practicar el
examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se
guardarán todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la
diligencia.

63
9. Levantamiento del cadáver (art. 190). En los casos de muerte en la vía pública, y sin
perjuicio de las facultades que corresponden a los órganos encargados de la
persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y la orden de
levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial
correspondiente, en forma personal o por intermedio de un funcionario de su
dependencia, quien dejará registro de lo obrado, en conformidad a las normas generales
del CPP.
10. Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales (art. 83 letra f).
D. 3 Prohibición de informar.

El legislador estableció una prohibición limitada a la policía y restringió la


información a los medios de comunicación social acerca de la identidad de detenidos,
imputados, víctimas, testigos u otras personas que se encuentren o puedan resultar
vinculadas a la investigación de un hecho punible.

E. IMPUTADO.

Conforme con el artículo 7 del CPP, el imputado es la persona a quien se atribuye


participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en
su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia. Se encuentra regulado entre los art.
93 a 101.

E.1 Momentos desde y hasta el cual una persona reviste el carácter de imputado.

Para estos efectos, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera
diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante: un tribunal con competencia en lo criminal, el Ministerio Público o la
Policía, en la que se atribuye a una persona responsabilidad en un hecho punible (art. 7
inciso segundo). En tal sentido, no es necesario que se formalice la investigación para que
se considere a determinada persona como imputado.

64
Desde que una persona reviste el carácter de imputado puede ejercer los derechos y
garantías que la Constitución Política de la República, el Código Procesal Penal y otras
leyes especiales le reconocen. Las revisaremos de forma separada.
De acuerdo con el artículo 8 del CPP, el imputado tendrá derecho a ser defendido
por un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo
imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le
proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar
la primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho
imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que
considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las
demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en
este Código.

El artículo 104 señala que el defensor puede ejercer todos los derechos y facultades
que la ley reconoce al imputado, salvo que expresamente reserve su ejercicio al imputado
en forma personal.
Cabe tener presente que la presunción de inocencia de que goza el imputado
informa la regulación del CPP en diversos ámbitos: medidas cautelares, derechos del
imputado, declaraciones del imputado, entre otros.

E.2 Derechos y garantías del imputado (art. 93).

El art. 93 consagra los derechos y garantías del imputado, señalando que todo
imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los derechos y garantías que
le confieren las leyes. A continuación, el inciso segundo, sin pretensión de taxatividad,
enuncia una serie de derechos de que es titular el imputado:
1. Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren
y los derechos que le otorgan la Constitución y las leyes; (Derecho a la intimación)
2. Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
3. Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las
imputaciones que se le formularen;

65
4. Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su
abogado o sin él, con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la
investigación;
5. Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos en
que alguna parte de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que esa
declaración se prolongare;
6. Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución que lo
rechazare;
7. Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo
juramento. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 91 y 102, al ser informado el
imputado del derecho que le asiste conforme a esta letra, respecto de la primera
declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el caso, deberá señalársele lo
siguiente: "Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le
ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo
que manifieste podrá ser usado en su contra.";
8. No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes;
9. No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren
de la situación de rebeldía.

Los derechos mencionados en los números 1 y 5 precedentes (correspondientes a las


letras a) y e) del artículo 93) deben relacionarse con el secreto de las actuaciones de
investigación regulado en el artículo 182.
El artículo 182, en sus incisos primero y segundo, enuncia la regla general,
disponiendo que las actuaciones de investigación realizadas por el ministerio público y por
la policía serán secretas para los terceros ajenos al procedimiento y que el imputado y los
demás intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener copias, a su cargo, de
los registros y documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la
investigación policial.
No obstante, según el inciso tercero del artículo 182, el fiscal podrá disponer que
determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidas en secreto respecto del
imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario para la eficacia de

66
la investigación. En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a cuarenta días para la
mantención del secreto, el cual podrá ser ampliado por el mismo período, por una sola vez,
con motivos fundados. Esta ampliación no será oponible ni al imputado ni a su defensa.
El imputado o cualquier otro interviniente podrá solicitar del juez de garantía que
ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las piezas o actuaciones
abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare.
El inciso quinto, por su parte, aclara que no se podrá decretar el secreto sobre la
declaración del imputado o cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido
derecho a intervenir, las actuaciones en las que participare el tribunal, ni los informes
evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor.
Finalmente, el inciso sexto establece que los funcionarios que hubieren participado
en la investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento
de las actuaciones de la investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de ellas.
Cabe consignar que, más allá de la regulación contemplada en el CPP, existen leyes
especiales en que se establece un secreto más extremo. Es el caso, por ejemplo, de ley N°
20.000, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas
(usualmente conocida como Ley de drogas). Conforme con el artículo 38 de la mentada ley,
la investigación de los delitos a que se refiere tal ley será siempre secreta para los terceros
ajenos al procedimiento y también para los terceros afectados por una investigación
preliminar del Ministerio Público. Respecto del imputado y de los demás intervinientes, la
investigación será secreta cuando así lo disponga el Ministerio Público, por un plazo
máximo de ciento veinte días, renovables sucesivamente, con autorización del juez de
garantía, por plazos máximos de sesenta días.

E.3 Declaraciones del imputado. Distinción y regulación. Carácter de medio de


defensa. Prohibiciones.

El artículo 93, en su letra g), establece que la declaración del imputado no puede
recibirse bajo juramento. La declaración es un derecho del imputado y un medio para su

67
defensa. La declaración puede prestarse frente a la policía, al Fiscal, al Juez de Garantía o
ante el TJOP, dependiendo del estado del procedimiento.

1. Declaraciones del imputado ante la policía: art. 91


1. La policía sólo puede interrogar autónomamente (sin autorización del Fiscal) al
imputado en presencia de su defensor.
2. Sin la presencia del abogado, las preguntas se deben limitar a constatar la
identidad del sujeto.
3. Si, en ausencia del defensor, el imputado manifiesta el deseo de declarar, la
policía tomará las medidas necesarias para que declare inmediatamente ante el
fiscal.
4. Si no fuere posible que declare ante el fiscal, la policía puede consignar las
declaraciones que se allane a prestar, bajo la responsabilidad y con la
autorización del fiscal.
5. El defensor se puede incorporar a la diligencia en cualquier momento.
El Ministerio Público en sus instructivos ha señalado que la policía en todo caso
debe informar al imputado que tiene derecho a no declarar ante la policía y, en todo caso, a
no declarar bajo juramento.

2. Declaración del imputado ante el Ministerio Público. 193, 194, 195, 196
1. El imputado no está obligado a declarar ante el fiscal, sin perjuicio de la
obligación de comparecer ante él.
2. Si el imputado se encuentra privado de libertad, el fiscal estará facultado para
hacerlo traer a su presencia cuantas veces fuere
necesario para los fines de la investigación, sin
más trámite que dar aviso al juez y al defensor.
3. Declaración voluntaria del imputado: Si el imputado se allanare a prestar
declaración ante el fiscal y se tratare de su primera declaración, antes de
comenzar el fiscal le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le
atribuyere, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en
la medida conocida, incluyendo aquellas que fueren de importancia para su

68
calificación jurídica, las disposiciones legales que resultaren aplicables y los
antecedentes que la investigación arrojare en su contra. A continuación, el
imputado podrá declarar cuanto tuviere por conveniente sobre el hecho que se le
atribuyere. En todo caso, el imputado no podrá negarse a proporcionar al
ministerio público su completa identidad, debiendo responder las preguntas que
se le dirigieren con respecto a su identificación. En el registro que de la
declaración se practicare de conformidad a las normas generales se hará constar,
en su caso, la negativa del imputado a responder una o más preguntas.
4. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación
que menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. Sólo se admite la
promesa de una ventaja que estuviera expresamente consagrada en la ley penal o
procesal penal. Se prohíbe especialmente todo método que afecte la memoria o
la capacidad de comprensión y de dirección de los actos del imputado, en
especial cualquier forma de maltrato, amenaza, violencia corporal o psíquica,
tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la hipnosis. Estas
prohibiciones rigen aun para el evento de que el imputado consintiere en la
utilización de alguno de los métodos vedados.

5. Prolongación excesiva de la declaración. Si el examen del imputado se


prolongare por mucho tiempo, o si se le hubiere dirigido un número de
preguntas tan considerable que provocare su agotamiento, se concederá el
descanso prudente y necesario para su recuperación. Se hará constar en el
registro el tiempo invertido en el interrogatorio.

Como señaláramos precedentemente, conforme con el artículo 93 letra g), el


imputado, en el marco de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, deberá
ser informado de su derecho a guardar silencio o, en caso de consentir en prestar
declaración, a no hacerlo bajo juramento. En concreto, deberá señalársele lo siguiente:
"Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le ocasionará ninguna
consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que manifieste podrá ser
usado en su contra.";

69
3. Declaración “judicial” del imputado
Conforme con el artículo 98, el imputado, en todo momento del procedimiento,
tiene derecho a prestar declaración, como un medio de defensa ante la imputación que se le
dirige. El CPP denomina “Declaración Judicial” a la que se presta ante el Juez de garantía.
Se controvierte el hecho de que una declaración prestada por el imputado antes del
juicio oral pueda llegar “indirectamente a éste”, por medio de la prueba testimonial de otros
que oyeron o presenciaron la declaración del imputado. Nuestro Código Procesal Penal no
regula la materia, pero existe un fallo de la Corte Suprema de 2004 en que se aceptó la
testimonial de sujetos que presenciaron la declaración de un imputado.
El art. 98 establece la declaración del imputado como medio de defensa.
Durante todo el procedimiento el imputado tendrá el derecho de prestar declaración,
como un medio de defenderse de la imputación que se le dirigiere.
La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual pueden
concurrir los intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento.
El juez puede exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y
precisión las preguntas formuladas.
Si con ocasión de la declaración judicial, el imputado o su defensor solicitan la
práctica de diligencias de investigación, el juez podrá recomendar al Ministerio Público la
realización de ellas, cuando lo considere necesario para el ejercicio de la defensa y el
respeto del principio de la objetividad.
Si el imputado fuere sordo o mudo, se comunica por medio de intérpretes.

4. Declaración del acusado ante el TJOP


Siempre se debe tener en cuenta que la declaración es un derecho exclusivo e
inalienable del acusado como medio de defensa.
a. El acusado tiene la facultad de prestar declaración durante el juicio, manifestando
libremente lo que crea conveniente respecto de las acusaciones en su contra.
b. Puede ser interrogado por el fiscal, el querellante y el defensor.
c. En cualquier estado del juicio, puede solicitar ser oído con el fin de aclarar o
complementar sus dichos.

70
d. El acusado puede, en todo momento, comunicarse libremente con su defensor, sin
perturbar el orden de la audiencia, salvo mientras presta declaración.
e. Se prohíben las preguntas capciosas, sugestivas, inductivas o engañosas.
f. El acusado tendrá “la última palabra” en el juicio oral, antes de que se clausure el
debate

5. Declaración del coimputado.


La opción de que un coimputado preste declaración en un procedimiento contra su
“socio en el crimen”, en especial si es incriminatoria, genera debate en el derecho
comparado. En ciertos casos se le otorga valor, siempre que existan otras pruebas que,
aunque sea mínimamente, corroboren la versión del coimputado. En España se acepta que
declare como testigo. En Alemania no.
E.4 Derechos y garantías del imputado privado de libertad (art. 94).

Conforme con el artículo 94, el imputado privado de libertad tendrá, además de los
derechos señalados en el artículo 93, las siguientes garantías y derechos:

1. A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y,


salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
2. A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le
informe de los derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
3. A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
4. A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
5. A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe,
en su presencia, al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso,
el motivo de la detención o prisión y el lugar donde se encontrare;
6. A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento
de detención, el que sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento
del orden y la seguridad del recinto;
7. A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad
del recinto en que se encontrare, y

71
8. A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo
dispuesto en el artículo 151.

E.5. Derechos del abogado.

Conforme con el artículo 96, todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario
encargado de cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada
de libertad una persona determinada en ese o en otro establecimiento del mismo servicio y
que se ubicare en la comuna. En caso afirmativo y con el acuerdo del afectado, el abogado
tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y, con su consentimiento, a recabar del
encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94. Si
fuere requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no
encontrarse privada de libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere
consultado.

E.6. Obligación de cumplimiento e información.


Conforme con el artículo 97, El tribunal, los fiscales y los funcionarios policiales
dejarán constancia en los respectivos registros, conforme al avance del procedimiento, de
haber cumplido las normas legales que establecen los derechos y garantías del imputado.

E.7. Imputado rebelde.


Conforme con el artículo 99, El imputado será declarado rebelde:

a. Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido,


o;
b. cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en país
extranjero, no fuere posible obtener su extradición.

Según el artículo 100, la declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por
el tribunal ante el que debiere comparecer.
El artículo 101 regula los efectos de la rebeldía. Conforme con esta regla, declarada
la rebeldía las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán por notificadas

72
personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no
se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer
definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado. Si la declaración de
rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento se sobreseerá
temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento
afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados
presentes. El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a
menos que justificare debidamente su ausencia.

E.8. Amparo ante el juez de garantía (artículo 95).


Conforme con el artículo 95, toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser
conducida sin demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de
su privación de libertad y, en todo caso, para que examine las condiciones en que se
encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El juez
podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes. El
abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre
podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla
se encontrare, para solicitar que ordene que sea conducida a su presencia y se ejerzan las
facultades recién señaladas. Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por
resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que
correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 21 de la Constitución Política de la República.

Por su parte, el art. 21 de la CPR establece el amparo constitucional, el cual procede


aun cuando existe orden judicial previa como sería el caso de detenciones y órdenes de
prisión dictadas por un tribunal con competencia penal.

De la historia del precepto, se desprende que la acción del art. 95 no se estableció


para impugnar resoluciones judiciales, para lo cual existen otros medios de impugnación

73
como podría ser el recurso de apelación en contra de la resolución que ordene la prisión
preventiva de un imputado.
El amparo del art. 95 es conocido en única instancia por el Juez de Garantía. Sin
embargo, el Ministerio Público entiende que es posible apelar lo fallado por el Juez de
Garantía, cuando conjuntamente y conforme a las reglas generales el juez de garantía ponga
término al juicio, haga imposible su continuación o lo suspenda por más de 30 días. Así
ocurriría, por ejemplo, en el caso en que el juez de garantía sobresea temporalmente la
causa y deje sin efecto la detención.

Paralelo entre la Acción constitucional de Amparo y el Amparo ante el juez de


garantía
Amparo Constitucional (Art. 21 Amparo ante el juez de garantía (Art. 95
CPR) CPP)
Carácter preventivo y correctivo Sólo correctivo
Preserva la libertad ambulatoria y la Preserva la libertad ambulatoria y las
seguridad individual normas que regulan la privación de libertad
Cualquiera sea el origen de la No procede respecto de privaciones que
privación, perturbación o amenaza a tengan origen jurisdiccional
la libertad personal o seguridad
individual.
Se tramita conforme al art. 21 CPR y Se tramita exclusivamente de acuerdo con
al AA de la Corte Suprema de 1932 el CPP
Se falla en primera instancia por la Se falla en única instancia por el juez de
Corte de Apelaciones respectiva, y en garantía, sin perjuicio de la prevención que
segunda por la Corte Suprema. ha realizado el Ministerio Público.

74
F. LA DEFENSA.

El derecho de defensa concebido en forma amplia debe ser entendido como la


facultad que tiene toda persona para proveerse de la asesoría letrada y formular todas las
peticiones y ejercer todas las acciones que estime pertinentes para el resguardo de los
derechos contemplados en la Constitución y las leyes. Según los profesores Montero y
Maturana, es posible distinguir dos clases de defensa: una personal o material que se
desarrolla por el propio imputado; y la defensa técnica, que es desarrollada por el abogado
defensor del imputado. En tanto sujeto procesal, la defensa se encuentra regulada entre los
art. 102 a 107.

F.1 Consagración constitucional.

En nuestra Constitución se consagra en los artículos 19 N° 3 y 5 y en Tratados


Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes (art. 5, inc. 2° CPR),
fundamentalmente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y la Convención
Americana de Derechos Humanos. De este modo, se consagran los siguientes derechos que
informan el derecho a defensa:
1. Derecho a ser oído, lo que comprende el derecho a conocer los cargos que se le
imputan.
2. Derecho a controlar y controvertir la prueba de cargo.
3. Derecho a probar los hechos invocados para excluir o atenuar la reacción penal.
4. Derecho a valorar la prueba y exponer las razones para obtener una sentencia
favorable.
5. Derecho a defenderse personalmente o, si no estuviere permitido, elegir un defensor
que lo represente.

F.2 Defensoría Penal Pública.


Es un servicio público, descentralizado funcionalmente y desconcentrado
territorialmente, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, sometido a la
supervigilancia del Presidente de la República a través del Ministerio de Justicia.

75
Su finalidad es proporcionar defensa penal a los imputado o acusados por un
crimen, simple delito o falta que sea de competencia de un juzgado de garantía o de un
tribunal de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes en su caso, y que carezcan de
un abogado, asegurando de esta manera el derecho a defensa por letrado y el derecho a la
igualdad de las partes en el juicio.
Los beneficiarios de la Defensoría Penal Pública son todas aquellas personas
imputadas o acusadas que carezcan de abogado y requieran de un defensor.

G. LA VÍCTIMA.

Es la persona ofendida por el delito (art. 108 CPP). Debe comprenderse en este
concepto tanto a personas naturales como a personas jurídicas. Resulta esclarecedor para
entender cabalmente el concepto de víctima, comprender dentro de esta tanto al sujeto
pasivo del delito como al sujeto pasivo de la acción. En este sentido, sujeto pasivo del
delito será la persona titular de los bienes jurídicos afectados por el hecho punible, como,
por ejemplo, una empresa a la que entran a robar; y sujeto pasivo de la acción será quien
sufre la acción delictiva, aunque no sea el titular del bien jurídico afectado, en el mismo
ejemplo, un trabajador de la empresa que se encontraba en el lugar cuando sucede el robo.
En aquellos delitos en que se produjere la muerte del ofendido, y en los casos en que
este no pudiese ejercer los derechos que el CPP le otorga, se considerará, en un orden de
prelación según el cual la intervención de una o más personas pertenecientes a una
categoría excluye a las comprendidas en las categorías siguientes, víctima a las siguientes
personas:

a. Al cónyuge o conviviente civil y a los hijos.


b. A los ascendientes.
c. Al conviviente.
d. A los hermanos.
e. Al adoptante o adoptado.

76
G.1 Derechos y posibilidades de intervención reconocidos a la víctima.

Entre los derechos más importantes reconocidos a la víctima en el proceso penal,


podemos reconocer los siguientes:
1. Denunciar el delito. La víctima puede denunciar ante las Fiscalías del Ministerio
Público; o ante Carabineros, Policía de Investigaciones o en los Tribunales con
competencia en lo criminal, todos los cuales deberán hacerla llegar de inmediato al
Ministerio Público. La denuncia podrá formularse por cualquier medio, incluso
verbalmente y cumpliendo ciertos requisitos exigidos por la ley.
2. Ser informada: los funcionarios del Ministerio Público deben informar del estado
del proceso, de sus derechos y la forma en que debe ejercerlos.
3. Solicitar protección: la víctima puede solicitar protección al Ministerio Público
frente a presiones, atentados o amenazas a ella o a su familia.
4. Obtener reparación, lo cual se materializa específicamente en:
1. La restitución de las cosas que le hubieren sido hurtadas, robadas o
estafadas;
2. que los fiscales del Ministerio Público promuevan durante el curso del
procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas cautelares u otros
mecanismos que faciliten la preparación del daño causado. Este deber no
importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la
víctima; y
3. a demandar la indemnización de los perjuicios sufridos.
5. Ser escuchada: a la víctima se le reconoce posibilidad de intervención en distintos
momentos relevantes del procedimiento, tales como:
i) Por el Fiscal, si lo solicita, antes de que éste pidiere o se resolviere la
suspensión del procedimiento o su terminación anticipada, en los siguientes
casos:
(1) Antes de archivar provisionalmente la investigación (art 167 del CPP),
el fiscal informará a la víctima sobre el significado de su decisión, los
motivos que la fundan, sus efectos penales y civiles y los derechos que
puede ejercer. Al respecto, la víctima puede solicitar la reapertura del

77
procedimiento, la práctica de diligencias específicas y el reclamo ante
una eventual denegación de estas. Además, deduciendo la respectiva
querella, puede provocar la intervención del juez de garantía en un
procedimiento con sus respectivos efectos procesales.
(2) Antes de ejercer la facultad de no iniciar la investigación (art. 168 CPP),
el fiscal informará respecto de esta decisión a la víctima y los derechos
que esta puede ejercer, en particular sobre su posibilidad de provocar la
intervención del juez de garantía deduciendo la respectiva querella.
(3) Antes de aplicar el principio de oportunidad (art. 170 del CPP) el Fiscal
informará de esta decisión a la víctima, específicamente respecto de la
posibilidad que tiene de oponerse ante el juez y los efectos que tiene
esta decisión sobre la acción civil. Antes de tomar la decisión el Fiscal
debe tomar en consideración lo manifestado por la víctima.
(4) Antes de solicitar la suspensión condicional del procedimiento (art. 237
CPP) el Fiscal informará a la víctima respecto de su derecho a solicitar
la revocación en caso de incumplimiento de las condiciones y sobre los
efectos que tiene esta medida con respecto a la acción civil.
(5) Respecto de la posibilidad de llegar a un acuerdo reparatorio entre
imputado y víctima.
(6) Antes de solicitar el sobreseimiento temporal o definitivo de la causa, el
fiscal informará a la víctima sobre la causal por la cual pide el
sobreseimiento, el curso del procedimiento, de su derecho a ser oída por
el juez antes de pronunciarse, de su derecho a impugnar tal decisión, a
solicitar la reapertura de la investigación y los efectos de esta decisión
sobre la acción civil.
(7) Antes de comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento
(art 248 del CPP) el Fiscal le informará sobre su posibilidad de solicitar
la reapertura de la investigación.
ii) Por el tribunal, antes de decretarse la suspensión del procedimiento, antes
de pronunciarse sobre el sobreseimiento temporal o definitivo u otra
resolución que pusiere término a la causa.

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6. Interponer querella: la víctima tiene derecho a querellarse a través de un abogado,
querella que debe ser presentada en el juzgado de garantía competente, antes de que
el fiscal declare cerrada la investigación, la que, admitida a tramitación, debe ser
remitida al Ministerio Público.
7. Reclamar: además de las posibilidades de actuación concedidas a la víctima en las
hipótesis de archivo provisional, decisión de no iniciar investigación, principio de
oportunidad, suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios,
decisión de no perseverar y sobreseimiento temporal o definitivo, la víctima tiene
derecho a recurrir en contra de la sentencia absolutoria u otra resolución que pusiere
término al procedimiento.

H. QUERELLANTE.

El querellante es el sujeto procesal que ha realizado un acto jurídico procesal


consistente en una declaración de voluntad dirigida al juez de garantía competente, por la
cual le solicita que ordene al Ministerio Público la iniciación de una investigación penal o
lo tenga como parte de una investigación ya existente, para ejercer los derechos que le
confiere la ley en el proceso penal.
Se diferencia del denunciante en que no solo pretende comunicar de un hecho
constitutivo de delito al Ministerio Público, sino que, su intención es ser parte en el proceso
penal, ejerciendo la pretensión punitiva y las demás facultades que le confiere la ley.

H.1 Personas que pueden querellarse.


El CPP contempla un número muy limitado de titulares de la querella pudiendo
establecer una regla general, excepciones y personas que no pueden querellarse.
Así, la regla general es que la querella solamente la pueden ejercer la víctima, su
representante legal o sus herederos testamentarios.
La regla excepcional se encuentra constituida por la legitimación que se le concede
a cualquier persona domiciliada en la provincia respectiva respecto de hechos punibles en
los siguientes casos:
i) Delitos terroristas.

79
ii) Cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas
garantizados por la Constitución o contra la probidad pública.
Finalmente, no podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o
privada:
i) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o
contra sus hijos, o por el delito de bigamia, y
ii) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el
segundo grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra
su cónyuge o hijos.

H.2 Forma y contenido de la querella.


La querella debe cumplir con los siguientes requisitos:
1. Presentarse por escrito.
2. El querellante debe estar legitimado para deducirla.
3. El querellante no debe estar afecto a una prohibición legal para deducirla.
4. El querellante debe dar cumplimiento a los requisitos del ius postulandi, por lo que
debe constituir patrocinio y poder.
5. El querellante debe cumplir con los requisitos establecidos en el art. 113, a saber:
Designación del tribunal ante quien se entable.
(a) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante.
(b) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas
circunstancias. Si se ignoraren dichas determinaciones siempre se podrá
deducir querella para que se proceda a la investigación del delito y al
castigo del o los culpables.
(c) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes,
día y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren.
(d) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al Ministerio
Público.
(e) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o
no pudiere firmar.

80
H.3 Oportunidad para deducir querella.
Puede ser deducida antes de que exista una investigación con la intención de que
principie una, y según el art. 112 del CPP: “La querella podrá presentarse en cualquier
momento, mientras el fiscal no declare cerrada la investigación”. La querella debe ser
presentada ante el Juez de Garantía competente.

H.4 Actitudes del juez frente a la querella.


1. Dar curso a la querella: si la querella cumple con todos los requisitos legales debe el
juez de garantía remitirla al Ministerio Público el cual podrá dar inicio a la
investigación en el caso de que esta no hubiere principiado aún. Con esta
admisibilidad, el querellante, si no coincide con la persona de la víctima, adquiere el
carácter de interviniente en el proceso penal. La resolución que admitiere a
tramitación la querella es inapelable.
2. Casos en que el tribunal puede no dar curso a la querella (art. 114 del CPP).
a) Cuando fuere presentada extemporáneamente;
b) cuando, habiéndose otorgado por el juez de garantía un plazo de 3 días para
subsanar los defectos que presentare por falta de alguno de los requisitos señalados
en el artículo 113, el querellante no realizare las modificaciones pertinentes dentro
de dicho plazo;
c) cuando los hechos expuestos no fueren constitutivos de delito;
d) cuando de los antecedentes contenidos en ella apareciere de manifiesto que la
responsabilidad penal del imputado se encuentra extinguida.
e) cuando se dedujere por persona no autorizada por ley
En los casos en que no se diere curso a una querella por las causales “a.” o “b.” del
art. 114 en que se persiga un delito de acción penal pública o pública previa
instancia particular, el juez la pondrá en conocimiento del Ministerio Público para
ser tenida como denuncia. La resolución que declare la inadmisibilidad de la
querella será apelable en el solo efecto devolutivo.

81
H.5 Término de la querella.
El efecto normal de la terminación de la querella es el cese del carácter que la
persona tiene como interviniente. Puede ocurrir en dos situaciones:
i) Desistimiento: el querellante puede desistirse en cualquier momento de la
querella. En tal caso, el querellado podrá ejercer la acción penal y civil a que
diere lugar la querella o acusación calumniosa, salvo si hubiere aceptado
expresamente el desistimiento del querellante.
ii) Abandono de la querella: es una sanción procesal que hace perder al querellante
su carácter de sujeto procesal e interviniente dentro del proceso penal, por haber
incurrido en alguna de las conductas previstas en la ley. Tales conductas son:
1. No adherir a la acusación fiscal o no acusar particularmente en la
oportunidad correspondiente;
2. no asistir a la audiencia de preparación de juicio oral sin causa debidamente
justificada, y
3. no concurrir a la audiencia de juicio oral o ausentarse de ella sin
autorización del tribunal.
La resolución que declare el abandono de la querella será apelable en el solo efecto
devolutivo, mientras que aquella que rechaza el abandono de la querella es
inapelable.

82
VI. MEDIDAS CAUTELARES.

A. GENERALIDADES.

En términos generales, son aquellos instrumentos de aseguramiento de la persona o


de los bienes del presunto responsable, que pueden ser adoptadas dentro del proceso penal,
en virtud de una resolución judicial fundada, para garantizar la eficacia de la eventual
sentencia condenatoria, frente al riesgo en la demora en la dictación de esta.
Cumplen, por esencia, una función de aseguramiento; están destinadas a evitar que
el peligro, que afecta a la práctica efectividad de una resolución judicial que – dado el
orden del procedimiento- no puede adoptarse y llevarse a efecto de modo inmediato, se
convierta en daño real, impidiendo que dicha resolución produzca sus efectos en la práctica
o los produzca en forma menos útil que la debida.
De este modo, pueden diferenciarse claramente; por un lado, la finalidad de cautela
en el proceso penal; y por el otro, la finalidad de la pena. En tal sentido, no puede
fundamentarse la aplicación de una medida cautelar por un fin preventivo o retributivo. Si
ello ocurriere, se vulneraría fuertemente la presunción de inocencia y el derecho a un juicio
previo que tiene todo imputado.
El art. 122, el cual se refiere a las medidas cautelares personales, sirve de abono
para establecer las finalidades de las medidas cautelares, según el cual: “Art. 122: Las
medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán
mientras subsistiere la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas
por medio de resolución judicial fundada.”
La exigencia de que no puedan decretarse de pleno de derecho y requieran para su
aplicación de resolución judicial fundada se deja entender por la garantía de presunción de
inocencia en el sentido de que; en primer lugar, la carga de la prueba respecto a sus
presupuestos la tendrá el ente persecutor; en segundo lugar, solo una vez que estos sean
acreditados hacen procedente la respectiva medida lo cual configura una excepcionalidad

83
en su aplicación; y finalmente, dado que vulneran garantías fundamentales, su normativa
debe ser interpretada de forma restrictiva.
Considerando las pretensiones involucradas y los objetivos perseguidos, las medidas
cautelares pueden clasificarse en personales y reales.

B. MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES.

B.1 Generalidades.
Son aquellos medios contemplados en la ley, privativos o restrictivos de la libertad
personal u otros derechos individuales de un imputado, que se decretan por el tribunal
mediante resolución fundada, cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la
realización de los fines del procedimiento penal, consistentes en la realización de
diligencias precisas y determinadas de la investigación, asegurar la presencia del imputado
en el juicio oral, proteger al ofendido y velar por la seguridad de la sociedad. Su regulación
se encuentra en el Título V del Libro I del CPP.
Las medidas cautelares personales afectan la libertad ambulatoria del imputado
respecto del cual se imponen, afectando la regla general de que el imputado debe
permanecer en libertad mientras una sentencia condenatoria no declare lo contrario. Al
respecto, nuestra Carta Fundamental establece en el art. 19 n°7: “Nadie puede ser privado
de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados por
la Constitución y las leyes.”
Si bien existen requisitos específicos de procedencia de cada medida cautelar,
pueden configurarse ciertos principios que deberán observarse en su aplicación, de los
cuales destacaremos los siguientes:
1. Legalidad o tipicidad: a diferencia de lo que ocurre en materia civil, en sede penal no
pueden solicitarse medidas cautelares personales que no se encuentren expresamente
reconocidas por ley.
2. Juridicidad: consiste en que toda medida cautelar personal requiere para su imposición
de aprobación judicial. La excepción a este principio se encuentra en los casos de
detención en caso de delito flagrancia y la detención policial del art. 83 y 85 del CPP,

84
sin embargo, ellas solo tienen por objeto poner al detenido a disposición de las
autoridades establecidas por ley.
3. Instrumentalidad: son instrumentales respecto del proceso penal, de modo tal que para
que se impongan este se debe encontrar pendiente o se hayan aplicado precisamente con
la finalidad de que este principie. Lógicamente, una vez que se extingue el proceso, las
medidas cautelares se extinguen con él.
4. Excepcionalidad: dado que alteran la regla general en la que se encuentra el imputado,
estas requieren para su aplicación que concurra el fums boni iuris que colorea el buen
derecho. Este requisito se expresa de forma diferenciada según la medida cautelar que
se trate, sin embargo, se exige que se acrediten con antecedentes que consten en el
proceso.
5. Necesidad: además, del fumus boni iuris, requieren la concurrencia del periculum in
mora que importa que durante el curso del proceso penal exista un riesgo latente para el
éxito de la investigación, el cumplimiento de la sentencia, la seguridad de la sociedad o
del ofendido por el delito.
6. Proporcionalidad u homogeneidad: las medidas cautelares personales en el proceso
penal, al igual que todas las medidas cautelares, deben estar destinadas a proteger la
pretensión punitiva que se ha hecho valer, por lo que deben guardar respecto de ella una
relación cuantitativa y cualitativa. En otras palabras, la violencia que se ejerce como
medida de coerción a través de una medida cautelar nunca podrá ser mayor a la que
eventualmente se podrá ejercer mediante la aplicación de la pena.
7. Temporalidad y provisionalidad: la temporalidad está referida a que tendrán una
duración que no podrá exceder en ningún caso a la dictación de una providencia que
tenga el carácter de definitiva, típicamente la sentencia; mientras que la provisionalidad
está referida a que deberán mantenerse vigentes mientras subsista la necesidad en su
aplicación (rebus sic stantibus).
8. Graduación: tienen un orden de graduación para ser decretadas, siendo la prisión
preventiva la más gravosa, debiendo aplicarse solo cuando a juicio del tribunal las otras
medidas cautelares fueran insuficientes.

85
B.2 Citación.
En tanto medida cautelar personal, es la orden de comparecencia dispuesta por el
juez de garantía o por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal respecto del imputado, a objeto
que éste comparezca a una audiencia, bajo apercibimiento de disponerse una medida
privativa de libertad. Su regulación se encuentra entre los arts. 123, 124 y 134.
Sin perjuicio de lo anterior, hay que tener presente que el CPP regula tres formas
distintas de citación:
1. Citación que se encuentra facultada a realizar el Ministerio Público. En este caso, el
Ministerio Público puede ejercer esta facultad según lo estime pertinente. Sin embargo,
en el caso de que la persona no compareciere sin motivo justificado y el Ministerio
Público podrá solicitar al juez de garantía que esta ordene su presencia de forma
compulsiva.
2. La citación judicial (art. 33). Es la orden de comparecencia efectuada por el tribunal
para la realización de un acto del procedimiento, pero que puede referirse al imputado
como a terceros.
3. La citación como medida cautelar personal. (123 y 124)

a. Procedencia: en virtud del artículo 123, la citación procede siempre que sea
necesaria la presencia del imputado ante el tribunal. Además, el art. 124 agrega que
procede como única medida cautelar en los casos de faltas y delitos que la ley no
sancione con penas privativas ni restrictivas de libertad, de modo tal que en dichos
casos no podrá aplicarse otra medida cautelar que afecte la libertad del imputado.
Esta regla es expresiva del principio de proporcionalidad en las medidas cautelares
personales.
Sin embargo, la regla del art. 124 no es absoluta, sino que encuentra una excepción
para ciertos casos de delitos de menor gravedad en los cuales procede la detención o
la prisión preventiva. Así, los casos de procedencia de la citación son los siguientes:
(1) Siempre que fuere necesaria la presencia del imputado ante el
tribunal. En caso de no comparecer injustificadamente, el tribunal podrá
ordenar la detención de la persona (art. 127 inc. 4°).

86
(2) Cuando se hubiere sorprendido de manera flagrante al
imputado cometiendo alguna de las faltas contempladas en los artículos 494
N° 4, 5 o 19, exceptuando en este último caso los hechos descritos en los
artículos 189 y 233, 494 bis; 495 n° 21 y 496 N° 3, 5 y 26. Algunos de estos
delitos son: amenaza con armas blancas o de fuego, lesiones leves o hurto
falta, entre otros. En caso de que se sorprenda in fraganti a una persona en la
comisión de estas faltas, procede no solo la citación, sino que también la
detención. Recuérdese que, si una persona es sorprendida in fraganti
desplegando alguna de estas conductas, de todas maneras, deberá ser
conducido hasta la unidad policial, pero para los efectos de realizar en tal
oportunidad la citación. La novedad de esta norma consiste en que en esos
casos se podrá ordenar la detención de la persona, la cual será evaluada por
el fiscal y el juez con posterioridad según las reglas propias de la detención.
Tal excepción, que no es originaria del Código, sino que fue
introducida mediante modificación legal, ha sido justificada por razones de
políticas pública orientadas a la prevención y represión del delito tendientes
a dotar a las policías de mayores instrumentos de actuación,
específicamente, la posibilidad de conducir al cuartel policial a quien
sorprendieren en tales situaciones.
Sin embargo, resulta discutible la adecuación de una norma de este
tipo, por un lado, al principio de proporcionalidad en la dictación de medidas
cautelares y, por otro lado, al respeto de la garantía que el art. 124 inc. 1
establece en favor de los imputados.
La excepción en comento reduce en diversos sentidos el ámbito de
aplicación de la citación, ya que, se debilita la hipótesis en que resulta ser la
única medida cautelar que se puede dictar (faltas y delitos que no tengan
asociadas penas privativas de libertad). En estas hipótesis igualmente
procederá la aplicación de la detención en caso de flagrancia, e incluso la
prisión preventiva o detención por falta de comparecencia.
b. Objetivos: el objeto de la presencia del imputado ante el órgano jurisdiccional puede
ser para prestar declaración ante el tribunal; para llevar a cabo una actuación

87
procesal; o estar presente en determinados actos del juicio, como acontece con la
citación que debe realizarse al acusado para que asista al juicio oral.
c. Naturaleza jurídica: si bien el Código regula la citación explícitamente bajo el título
de las Medidas Cautelares Personales, en doctrina se ha discutido la naturaleza
jurídica de esta institución. Quienes cuestionan su naturaleza jurídica señalan que no
es provisional en el sentido que se ha entendido la provisionalidad de las medidas
cautelares. Independientemente de la llegada de otra resolución, la citación es una
medida que se agota en sí misma, se ordena y se termina tan pronto el individuo
comparece ante el tribunal que expidió la orden. Por lo mismo, tampoco puede
predicarse que sea instrumental a otra resolución principal.

B.3 Detención.
Es la medida cautelar personal, adoptada en los casos, por las personas y en la forma
prevista en la ley, por la cual se priva de la libertad personal al imputado por un breve
tiempo, con el fin de asegurar su comparecencia oportuna a los actos del procedimiento,
proteger el éxito de la investigación y asegurar los fines del proceso penal. Su regulación
se encuentra entre los arts. 125 a 138.
Debe diferenciarse la detención respecto del arresto, el cual es una medida de
apremio que tiene por objeto velar únicamente por el cumplimiento de una obligación legal
y que por tanto cesa cuando esta ha sido cumplida.

a. Clasificación. La detención puede ser de diversas clases:


1. Detención judicial, puede ser decretada por cualquier tribunal (art. 128), o por orden
del juez de garantía a solicitud del Ministerio Público (art. 127).
2. Detención policial (art. 83, 85 y 129 del CPP).
3. Detención civil o en caso de flagrancia (art. 129).

1. Detención judicial.
1.1. Cualquier tribunal, sin importar si ejerce competencia en lo penal, puede dictar
órdenes de detención en contra de las personas que, dentro de la sala de su
despacho, cometieren algún crimen o simple delito. Esta situación se encuentra

88
directamente relacionada con la situación de flagrancia que autoriza a la detención
de una persona incluso por particulares.
1.2. Detención decretada por el juez de garantía competente: el juez de garantía podrá
decretar la detención sin citación previa, siempre que concurran los siguientes
requisitos:
a. Solicitud del Ministerio Público.
b. Que no se trate de alguno de los casos exceptuados en que solo procede la
citación. Las causales de procedencia son las siguientes:
(i) Cuando de otra manera la comparecencia pudiera verse demorada o
dificultada. (art. 127 inc. 1°)
(ii) Cuando la presencia del imputado en una audiencia judicial fuese
condición de esta, y no compareciere.

2. Detención policial: esta detención puede practicarse con orden judicial o sin orden
judicial.
2.1. Detención policial con orden judicial. Es aquella a la que se ha hecho referencia en
el apartado anterior.
2.2. Detención policial sin orden judicial. Los casos en que la policía se encuentra
obligada a detener a una persona, aun cuando no cuente con una orden judicial
previa, entendiéndose que su autorización proviene de un mandato legal, son los
siguientes:
a. A quienes sorprendiere in frangati en la comisión de un delito (art. 129 inc.
2°)
b. Al que quebrante las medidas privativas o restrictivas que se le hubieren
impuesto o tuviere orden de detención pendiente (art. 129 inc. 4°).
c. Detención en caso de control de identidad (art. 85 inc. 5°).

3. Detención por cualquier particular: cualquier persona podrá detener a quien


sorprendiere en delito flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la
policía, al Ministerio Público o a la autoridad judicial más próxima.

89
b. Procedimiento: una vez que existe orden de detención en contra de un imputado, delito
flagrante o un control de identidad concluye con una detención, la policía al momento
de conseguir su aprehensión deberá trasladarlo ante el tribunal que hubiere expedido la
orden para la realización de la audiencia de control de detención en los horarios
previstos para ello. En ningún caso, la persona podrá ser mantenida en detención por
más de 24 horas desde que es aprehendida hasta que es trasladada ante la presencia del
juzgado que decretó la orden de detención respectiva. Ahora bien, es común que la
audiencia de control de detención pase a tener el carácter de audiencia de formalización
de la investigación en la cual pueden ventilarse diversos asuntos (por ejemplo,
discusión sobre medidas cautelares o salidas alternativas).

B.4 Prisión preventiva.


Es la medida cautelar decretada por el Juez de Garantía o el Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal, que dispone en forma excepcional, y en los casos en los casos en lo permite la
ley, la privación de libertad del imputado por un tiempo indefinido durante la duración del
proceso penal en un recinto penitenciario, por no ser satisfactorias las medidas cautelares de
menor intensidad para asegurar el cumplimiento de las finalidades del procedimiento. Se
encuentra regulada entre los arts. 139 a 153 del CPP.
Esta institución pone en manifiesta contradicción los intereses que debe resolver un
sistema procesal penal, esto es, la pretensión punitiva estatal ejercida al interior de un
proceso y la pretensión de libertad del sujeto, que por efecto de la prisión preventiva resulta
de modo evidente vulnerada con anterioridad a la existencia de una sentencia condenatoria.
Es por ello por lo que la prisión preventiva ha provocado profundas discusiones que
implican en su interior convicciones de políticas públicas y garantías ciudadanas. Para
analizar los problemas que presenta, debe recordarse la finalidad que tiene toda medida
cautelar personal en el proceso penal, consistente en asegurar fines procedimentales que
debiesen ser diversos a los fines de la pena pues no se trata de un anticipo de punibilidad. Si
ese fuese el caso, resultaría altamente cuestionable desde el punto de vista de la presunción
de inocencia y la garantía a un juicio previo.

90
a. Excepcionalidad de la prisión preventiva: por tratarse de la medida cautelar más
gravosa de nuestro sistema procesal penal, su procedencia tiene un carácter
excepcional, lo cual se encuentra consagrado en diversas disposiciones:
1. “Art. 5º.- Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se
podrá citar, arrestar, detener, someter a prisión preventiva ni aplicar cualquier
otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna persona, sino en los
casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes. Las disposiciones
de este Código que autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del
imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades serán interpretadas
restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía.”
2. Artículo 122.- “Finalidad y alcance. Las medidas cautelares personales sólo
serán impuestas cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la
realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere la
necesidad de su aplicación.”
3. Artículo 139.- “Procedencia de la prisión preventiva. Toda persona tiene
derecho a la libertad personal y a la seguridad individual. La prisión preventiva
procederá cuando las demás medidas cautelares personales fueren estimadas por
el juez como insuficientes para asegurar las finalidades del procedimiento, la
seguridad del ofendido o de la sociedad.”

b. Casos de improcedencia de la prisión preventiva: el principio de proporcionalidad,


aplicable en todas las medidas cautelares personales, exige que las medidas que se
adopten estén en relación proporcional con la finalidad del procedimiento que se
persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga. Este principio, unido al
carácter excepcional de la prisión preventiva han servido para establecer casos de
improcedencia absoluta de esta última, por aparecer “desproporcionada en relación con
la gravedad del delito, las circunstancias de su comisión y la sanción probable” (art.
141). Esta disposición señala: “No procederá la prisión preventiva:
a) Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias
o privativas de derechos;
b) cuando se tratare de delitos de acción privada, y

91
c) cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de
libertad. Si por cualquier motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo de la pena y
el fiscal o el querellante estimaren necesaria la prisión preventiva o alguna de las
medidas previstas en el Párrafo 6º, podrá solicitarlas anticipadamente, de
conformidad a las disposiciones de este Párrafo, a fin de que, si el tribunal acogiere
la solicitud, la medida se aplique al imputado en cuanto cese el cumplimiento
efectivo de la pena, sin solución de continuidad.
Podrá en todo caso decretarse la prisión preventiva en los eventos previstos en el inciso
anterior, cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares previstas
en el Párrafo 6° de este Título o cuando el tribunal considerare que el imputado pudiere
incumplir con su obligación de permanecer en el lugar del juicio hasta su término y
presentarse a los actos del procedimiento como a la ejecución de la sentencia,
inmediatamente que fuere requerido o citado de conformidad a los artículos 33 y 123. Se
decretará también la prisión preventiva del imputado que no asistiere a la audiencia del
juicio oral, resolución que se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del
querellante.”

c. Requisitos de la prisión preventiva: los requisitos de la prisión preventiva pueden


analizarse desde el punto de vista de los requisitos necesarios para dictar toda medida
cautelar personal. De este modo, serán los siguientes:
A. Fummus boni iuris (apariencia de buen derecho): comprende la obligación del
solicitante de acreditar (art. 140 inc. 1°, letras a) y b)):
a) “Que existen antecedentes que justificaren la existencia de delito que se
investigare; y
b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el
imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o
encubridor.
B. Periculum in mora (peligro de retardo): comprende la obligación del solicitante
de acreditar (art. 140 inc. 1°, letra c))
c) Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal
considerar que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de

92
diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad
del imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del
ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga,
conforme a las disposiciones de los incisos siguientes.”
El análisis del literal c) permite inferir los fines que en nuestro sistema se le conceden a
la prisión preventiva, la cual, como se dijo, no debiesen coincidir con los fines de la
pena propiamente tal. En particular se establecen los siguientes fines:

d. Finalidades de la prisión preventiva.


1. El peligro de obstaculización de la investigación: se deja entender en el sentido
de que una de las finalidades del procedimiento penal es el esclarecimiento de la
verdad formal, parece ser compatible con la presunción de inocencia la
restricción de derechos para resguardad tal finalidad. El art 140 se preocupa de
detallar cuando concurrirá esta hipótesis: “Se entenderá especialmente que la
prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando
existiere sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la
investigación mediante la destrucción, modificación, ocultación o falsificación
de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos,
peritos o terceros para que informen falsamente o se comporten de manera
desleal o reticente.”
2. Peligro de fuga: su finalidad es específica y consiste en mantener la presencia
del imputado en el procedimiento y asegurar su presencia a los efectos de la
ejecución de la pena que en su caso se dictare. El peligro de fuga como finalidad
de la prisión preventiva se especifica, fundamentalmente, en el inciso final del
art. 141.
3. Peligro para la seguridad de la sociedad: se trata, sin lugar a dudas, de la
justificación más problemática para la prisión preventiva, porque resulta
evidente que, en este caso, deja de ser una medida cautelar que busque tutelar un
adecuado procedimiento para convertirse en un instrumento de control social, lo
que abre la posibilidad de cuestionar su legitimidad. Lo anterior, en tanto existe
una presunción de peligrosidad de la libertad de una persona en virtud de solo

93
una sospecha y no un juicio previo. Con todo, el inc. 3° del art 140 detalla los
criterios a tener en consideración para considerar que existe peligro para la
seguridad de la sociedad: “Para estimar si la libertad del imputado resulta o no
peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal deberá considerar
especialmente alguna de las siguientes circunstancias: la gravedad de la pena
asignada al delito; el número de delitos que se le imputare y el carácter de los
mismos; la existencia de procesos pendientes, y el hecho de haber actuado en
grupo o pandilla. Se entenderá especialmente que la libertad del imputado
constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, cuando los delitos
imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los consagra; cuando el
imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale
igual o mayor pena, sea que la hubiere cumplido efectivamente o no; cuando se
encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal como orden de detención
judicial pendiente u otras, en libertad condicional o gozando de alguno de los
beneficios alternativos a la ejecución de las penas privativas o restrictivas de
libertad contemplados en la ley.”
4. Peligro para la seguridad del ofendido: respecto a esta finalidad de la prisión
preventiva, resultan aplicables las mismas consideraciones que para la anterior,
sin embargo, su aplicación debiese entenderse de un modo excepcional en tanto
existen otras herramientas menos restrictivas de derechos que permiten cautelar
la seguridad del ofendido, por ejemplo, la prohibición de acercarse a la víctima
establecida en el art. 155.
El inciso quinto del art. 140 especifica esta hipótesis de la siguiente forma: “Se
entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra en peligro por la libertad
del imputado cuando existieren antecedentes calificados que permitieren
presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su
familia o de sus bienes.”

e. Procedimiento: para decretar la prisión preventiva sobre una persona, deben cumplirse
las siguientes etapas:

94
1. Formalización de la investigación: según el art. 140, para que se decrete la prisión
preventiva, debe haberse comunicado de forma previa la formalización de la
investigación.
2. Solicitud de parte: el tribunal no se encuentra facultado para decretarla de oficio
(art. 140). La solicitud puede plantearse verbalmente en la misma audiencia de
formalización de la investigación, en la audiencia de preparación de juicio oral, en
la audiencia de juicio oral o en cualquier momento de la investigación en una
audiencia solicitada para tal efecto. (art. 142 inc. 2°).
3. Audiencia: es un requisito ineludible para decretar la prisión preventiva que tal
actuación se decrete en audiencia, previo debate entre los intervinientes. (art. 142
inc. final).
4. Resolución: la resolución que se pronuncia sobre la solicitud de prisión preventiva
debe ser fundada, expresándose claramente en ella los antecedentes calificados que
justificaren la decisión (art. 143).

f. Renovación de la discusión sobre la prisión preventiva: la discusión respecto a la


prisión preventiva puede renovarse de diversas maneras en el procedimiento.
a) Si la medida ha sido rechazada, puede volver a solicitarse fundándose el solicitante
en antecedentes diversos a los usados para solicitarla anteriormente.
b) Si hubiese sido decretada, puede volver a discutirse a petición del imputado o de
oficio, ya sea para eliminarla o sustituirla por otra medida cautelar (art. 144 inc. 1°).
La revisión de oficio puede producirse en cualquier momento que el juez lo
estime pertinente, pero el tribunal estará obligado a citar a una audiencia
para discutirla en los siguientes casos:
i. Cuando hubieren transcurrido seis meses desde el último debate oral
en que ella se hubiere decidido (art. 145 inc., final); y
ii. Cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la
mitad de la pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el
evento de dictarse sentencia condenatoria, o de la que se hubiere
impuesto existiendo recursos pendientes (art. 152 inc. 2)

95
g. Impugnación de las resoluciones relativas a la prisión preventiva: la resolución que
ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable
cuando hubiere sido dictada en una audiencia 9. No obstará a la procedencia del recurso,
la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los intervinientes,
alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En los demás casos no
será susceptible de recurso alguno (art 149).

h. Formas de terminación de la prisión preventiva.


1. Término del procedimiento: dado su carácter instrumental, una vez que termina el
procedimiento en el que se decretó, consecuencialmente debe ponerse término a la
prisión preventiva.
2. Revocación: procede por resolución judicial, cuando ya no subsisten los requisitos
que la autorizan (art. 144 inc. 2°) o los motivos que la hubieren justificado (art. 152
inc. 1°).
3. Sustitución por otra medida cautelar de carácter general (art. 145): es el mecanismo
por el cual las finalidades que busca tutelar la prisión preventiva pasan a cumplirse
por otra medida cautelar general del art. 155.
4. Reemplazo por caución económica suficiente: Cuando la prisión preventiva hubiere
sido o debiere ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del
imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, el tribunal podrá autorizar su
reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará.

i. Ejecución de la prisión preventiva: dada su cuestionada legitimidad, el art. 150,


establece un régimen especial de privación de libertad para los presos por esta medida
cautelar con respecto de quienes ya han sido condenados y se encuentran recluidos en
un recinto penitenciario. De este modo, se declaran un régimen más favorable para los
imputados en prisión preventiva que consiste en:
1. Segregación: la prisión preventiva debe ejecutarse en establecimientos
especiales, diferentes de los que se utilizaren para los condenados.

9
Puede darse el caso de que existan resoluciones sobre prisión preventiva que no se decreten en
audiencia, como es el caso de aquellas que son rechazadas de plano cuando se solicita sin existir
nuevos antecedentes que justifiquen su discusión (art 144 inc. 2 y 3).
96
2. Trato de inocente: el imputado en prisión preventiva debe ser tratado como
inocente.
3. Deber de protección: el tribunal debe procurar la seguridad del imputado,
procurando su separación respecto de la población penal de mayor peligrosidad.
4. Permisos de salida: excepcionalmente, el tribunal puede autorizar sus salidas del
recinto penitenciario.

Sin embargo, la pretensión legal de diferenciar prisión preventiva y


cumplimiento efectivo de condena, mediante el establecimiento, para la primera, de
condiciones más favorables en su nivel de ejecución, fracasa porque no se aprecian
razones para no aplicar las mismas condiciones de seguridad y trato a los condenados
con penas privativas de libertad. La crítica a la prisión preventiva como forma de
anticipación de pena parece no tener respuesta por la vía de mejorar las condiciones de
la prisión.

B.5 Medidas cautelares personales de carácter general.

Las medidas cautelares personales de carácter general son medidas restrictivas de la


libertad personal de aplicación preferente a la medida de prisión preventiva, que pueden ser
decretadas durante la sustanciación de un proceso penal, con el objeto de asegurar los fines
del procedimiento.

a. Enumeración (art. 155):


“Para garantizar el éxito de las diligencias de investigación o la seguridad de la
sociedad, proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado a las
actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia, después de formalizada la
investigación el tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima, podrá
imponer al imputado una o más de las siguientes medidas:
a) La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio
imputado señalare, si aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del
tribunal;

97
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que
informarán periódicamente al juez;
c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que
él designare;
d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito
territorial que fijare el tribunal;
e) La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos
públicos, o de visitar determinados lugares;
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre que no se
afectare el derecho a defensa.
g) La prohibición de aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la
obligación de abandonar el hogar que compartiere con aquél;
h) La prohibición de poseer, tener o portar armas de fuego, municiones o
cartuchos, y
i) La obligación del imputado de abandonar un inmueble determinado.
El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare adecuado
al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar
su cumplimiento.”

b. Regulación: la procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas


cautelares se regirán por las disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en cuanto
no se opusieren a lo previsto en los art 155, 156 y 156 bis, que son los que regulan estas
medidas cautelares.

B. MEDIDAS CAUTELARES REALES.

Son aquellas que tienen por objeto privar, limitar o disponer de los derechos
patrimoniales durante el curso del proceso penal para asegurar la pretensión civil que puede
hacerse valer en el proceso penal y que puede ser reconocida al momento de dictarse la
sentencia definitiva en el proceso penal.

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El CPP chileno no establece medidas cautelares reales específicas para el
procedimiento penal ni contiene una reglamentación especial al respecto. El art 157 realiza
una remisión expresa al CPC, por lo tanto, las medidas cautelares reales aplicables en el
procedimiento penal son las mismas medidas precautorias autorizadas por los artículos 290
y siguientes del CPC.

99
VII. PROCEDIMIENTOS EN GENERAL Y PROCEDIMIENTO
ORDINARIO EN PARTICULAR

A. GENERALIDADES.

En el Código Procesal Penal, tanto en el Libro II como en el Libro IV, se establecen


los siguientes procedimientos:
1. Procedimiento ordinario por crimen o simple delito de acción penal pública.
2. Procedimiento Simplificado.
3. Procedimiento Monitorio.
4. Procedimiento de Acción Penal Privada.
5. Procedimiento Abreviado.
6. Otros procedimientos: (i) procedimiento por crimen o simple delito contra personas
ausentes, (ii) procedimiento relativo a personas que gozan de fuero constitucional,
(iii) querella de capítulos y (iv) extradición.

Para determinar el procedimiento a aplicar, lo primero es identificar si se trata de


una acción pública, privada o pública previa instancia particular. Luego, habrá que atender
a la cuantía en materia penal, la cual está determinada por la pena asociada al delito. De
este modo, la regla es la siguiente:
1. Faltas: son de competencia de los juzgados de garantía a través de los
procedimientos simplificado o monitorio.
1. Monitorio: procede respecto de faltas en las que el Fiscal solicita solo una
pena de multa.
2. Simplificado: procede respecto de: (i) todas las faltas, con excepción de
aquellas que tengan asociada solo una pena de multa; (ii) todas las faltas que
debieren sancionarse solo con pena de multa, siempre que se hubiere
reclamado de ella por el imputado dentro del plazo legal; (iii) los simples

100
delitos respecto de los cuales el fiscal requiriese una pena que no excediere
de presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
2. Crímenes y simples delitos: debe identificarse el tipo de acción que se trata.
1. Así, un delito de acción penal privada es aquel en que la acción solo puede
ejercerse por la víctima y exclusivamente a través de la interposición de la
querella, y el procedimiento aplicable seguirá supletoriamente las reglas del
procedimiento simplificado con la sola excepción de no proceder la
suspensión de la condena, estando su conocimiento entregado a la
competencia de los juzgados de garantía.
2. Si se trata de un delito de acción penal pública, los procedimientos
aplicables podrán ser: abreviado, simplificado, juicio oral.
a) En primer lugar, el procedimiento abreviado será de conocimiento
del juzgado de garantía y se aplicará cuando concurran
copulativamente los requisitos establecidos por ley (los cuales serán
revisados en detalle más adelante).
b) En segundo lugar, el procedimiento simplificado también será de
competencia del juzgado de garantía en los casos de simples delitos
en que el Ministerio Público solicite una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
c) En tercer lugar, el juicio oral constituye el procedimiento ordinario
en nuestro sistema procesal penal, es decir, en todos los casos en que
no procede un procedimiento especial se procederá conforme a este
procedimiento. Es conocido por el tribunal de juicio oral en lo penal,
3. Finalmente, si se trata de un crimen o simple delito de acción de acción
penal pública previa instancia particular, una vez que mediare denuncia o
querella, el Ministerio Pública procederá a investigar y el procedimiento se
seguirá según las reglas generales de la acción pública antes señaladas.

101
B. CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO.

a) Ordinario: a falta de procedimiento especial, se aplicará el procedimiento ordinario.


b) Supletorio: tiene aplicación supletoria respecto de los diversos procedimientos
especiales.
c) Se aplican supletoriamente las normas del Código de Procedimiento Civil: el límite
para tal aplicación supletoria se encuentra en disposiciones que se opongan a la
naturaleza o principios del procedimiento penal. Algunos ejemplos son:
notificaciones (art. 32), normas comunes a todo procedimiento (art. 52), medidas
cautelares reales (art. 157), entre otros.
d) Se divide en tres fases: investigación, preparación del juicio oral y juicio oral.

C. FORMAS DE INICIAR EL PROCEDIMIENTO.

El artículo 172 establece los tres medios de iniciar la investigación de un hecho que
revistiere los caracteres de crimen o simple delito de acción penal pública.
A. De Oficio por el Ministerio Público.
B. Por denuncia
C. Por querella.

A. De oficio por el Ministerio Público (art. 166): resulta relevante para el Ministerio
Público el tipo de acción que se trate:
a. De este modo, si se trata de un delito de acción penal pública, cuando el
Ministerio Público tome conocimiento de la existencia de un hecho que
revistiere caracteres de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la
persecución penal, sin que pueda suspender, interrumpir o hacer cesar su
curso, salvo las excepciones legales.
b. Si se trata de un delito de acción penal pública previa instancia particular, el
Ministerio Pública no podrá proceder salvo que media denuncia, salvo en
cuanto se trate de realizar actos urgentes de investigación o los absolutamente
necesarios para impedir o interrumpir la comisión del delito.

102
c. Finalmente, si se trata de un delito de acción penal privada, solo la víctima
puede iniciar el procedimiento por la interposición de una querella, de modo
tal que respecto de estos hechos punibles no procede que el Ministerio
Público inicie el procedimiento de oficio.

B. Denuncia. (art. 172 a 179): la denuncia es un acto de mera comunicación de


conocimiento de un hecho aparentemente delictivo con el objeto de que el
Ministerio Público provea a su averiguación, pero sin que dicho acto vaya
acompañado de una concreta pretensión punitiva y ni siquiera de la solicitud de
diligencias de investigación.

a. Clasificación: según si la persona que la formulare se encuentra obligada por ley a


hacerlo:
i. Denuncia privada o cívica: es la que le corresponde de forma voluntaria a
cualquier persona que quisiere poner ciertos hechos aparentemente
delictivos en conocimiento del Ministerio Público. Es la regla general por la
cual se presentan las denuncias.
ii. Denuncia pública u obligatoria: es aquella en que un sujeto se encuentra
obligado a poner en conocimiento de la autoridad la noticia que tiene de la
comisión de un hecho punible dentro de un determinado plazo,
configurándose un delito si no lo hace. Constituye la excepción en nuestro
ordenamiento. El artículo 175 establece quienes estarán obligados a
denunciar, dentro de los casos más relevantes cabe mencionar:
a) Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de
Investigaciones de Chile y de Gendarmería, respecto de todos los
delitos que presencien o llegaren a su noticia.
b) Los fiscales y demás empleados públicos, de los delitos que tomaren
conocimiento en el ejercicio de sus funciones, y en especial, en su
caso los que notaren en la conducta ministerial de sus subalternos.
b. Receptores de la denuncia (art. 173): son sujetos receptores de la denuncia:
i. Ministerio Público;

103
ii. Los funcionarios de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones;
iii. Los funcionarios de Gendarmería en caso de los delitos cometidos dentro de
los recintos penitenciarios; y
iv. Cualquier tribunal con competencia criminal.
Siempre que la denuncia no se presente ante el Ministerio Público, todos los
demás receptores deberán hacerla llegar de inmediato al Ministerio Público.

c. Forma y contenido de la denuncia: puede ser hecha por cualquier medio, aunque
sólo se regula la formalidad de la que es formulada de palabra o por escrito. La
denuncia verbal se levantará en un registro en presencia del denunciante, quien lo
firmará junto con el funcionario que la recibiere. La denuncia, verbal o escrita,
deberá contener:
a) La identificación del denunciante y el señalamiento de su domicilio.
b) La narración circunstanciada del hecho.
c) La designación de quienes lo hubieren cometido
d) La designación de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él.

d. Actitudes que puede adoptar el Ministerio Público frente a la denuncia.


a) Denuncia presentada o enviada al Ministerio Público por los órganos
receptores de la denuncia en la cual se proporciones antecedentes suficientes
para iniciar la investigación: rige plenamente el artículo 180 según el cual el
Ministerio Público debe proceder a iniciar investigación en los siguientes
términos: “Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título,
dentro de las veinticuatro horas siguientes a que tomare conocimiento de la
existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal
pública por alguno de los medios previstos en la ley, el fiscal deberá
proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al
esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes
para la aplicación de la ley penal, de los partícipes del hecho y de las

104
circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. Asimismo,
deberá impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.”
b) El Ministerio Público se encuentra facultado para no dar inicio a una
investigación, pudiendo aplicar: (i) el archivo provisional (art. 167); (ii) la
facultad de no iniciar investigación por no revestir el hecho el carácter de
delito o encontrarse extinguida la responsabilidad penal (artículo 168) o; (iii)
aplicar el principio de oportunidad (art. 170).

C. Querella.
En esta parte es necesario remitirse a lo señalado a propósito del querellante como
sujeto procesal y diferenciar claramente una denuncia respecto de una querella.

PARALELO DENUNCIA QUERELLA

Inicio del Es una forma de dar inicio al Permite darle inicio a un proceso por
proceso penal. procedimiento, pero que no es cualquier tipo de delito,
suficiente para iniciar un proceso por especialmente aquellos de acción
un delito de acción penal privada. penal privada.

Sujeto. Cualquier persona. Por regla general la víctima y otro


grupo restringido de personas,
además de ius postulandi.

Forma. Puede ser verbal o escrito. Estrictos requisitos de forma


previstos en el art 113.

Objetivo. Es un acto de mera comunicación de Declaración de voluntad que se


ciertos hechos. efectúa con el propósito de ser
considerado el querellante como un
sujeto procesal, pudiendo dar inicio a
una investigación que aún no hubiere
principiado.

Destinatario Diversos receptores. Juzgado de garantía competente.

105
D. FASE DE INVESTIGACIÓN.

La etapa de investigación es la fase administrativa, flexible e informal que dirige de


forma objetiva el Ministerio Público, de carácter analítica y meramente preparatoria,
destinada a la recopilación de los antecedentes que permitan la comprobación de un delito y
sus partícipes dentro de un juicio oral.
Las diligencias del Ministerio Publico y la policía carecen de valor probatorio, salvo
situaciones excepcionales.
Durante la fase de investigación, se comprende como un principio general
requerirse la autorización previa del juez de garantía para la realización de actuaciones que
privaren, restringieren o perturbaren al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos
que la Constitución y las leyes les aseguran.

a. Características de la etapa de investigación.


i. Es de naturaleza administrativa y no jurisdiccional: se encuentra a cargo del
Ministerio Publico, con el auxilio de la policía y bajo el control del juez de
garantía.
ii. Es una actividad analítica cuya actividad requiere quedar registrada.
iii. Es una etapa meramente preparatoria, y, por tanto, carente de valor
probatorio, salvo casos excepcionales.

b. Etapas.
La fase de investigación admite una distinción entre la investigación formalizada
y desformalizada:
i. Investigación desformalizada: es aquella que se desarrolla con anterioridad
a la formalización de la investigación. Se caracteriza por ser unilateral y
reservada, en la cual el Ministerio Público con el auxilio de la policía
recopila antecedentes sin que se contemple la intervención y participación
del imputado, su defensor ni del juez de garantía (en la medida que con ella
no exista una privación, restricción o perturbación a los derechos previstos
en la Constitución).

106
Excepcionalmente, antes de la formalización de la investigación, el Fiscal
puede solicitar al juez de garantía que le autorice a practicar diligencias que
afecten derechos constitucionales sin previa comunicación del afectado, lo
que el tribunal realizará solo cuando la gravedad de los hechos o la
naturaleza de la diligencia de que se trate permitiere presumir que dicha
circunstancia resulta indispensable para su éxito (por ejemplo, solicitar
autorización para interceptar las comunicaciones telefónicas del imputado).
ii. Investigación formalizada: corresponde a aquella etapa en la cual se
desarrolla una investigación con posterioridad a la práctica de la
formalización de la investigación.

c. Decisión que debe adoptar el Ministerio Público una vez recibida una denuncia.

Una vez que el Ministerio Público ha tomado conocimiento de oficio de un hecho


revista caracteres de delito o mediante una denuncia debe tomar una decisión, la cual, como
ya se había anticipado, consiste en iniciar una investigación u optar por no iniciar
investigación mediante alguna de las opciones que el Código Procesal Penal le ofrece.
En esta decisión, entran en consideración dos principios que orientan la persecución
penal. En primer lugar, el principio de legalidad, el cual puede ser entendido como la
“obligación de los órganos estatales de la persecución penal, de llevar adelante la
investigación respecto de todos los hechos que revistan caracteres de delito hasta las
últimas consecuencias, sin poder suspender, revocar o terminar de manera anticipada la
persecución penal”. Por su parte, el principio de oportunidad en sentido amplio puede
entenderse como la “atribución que tienen los órganos encargados de la promoción de la
persecución penal, fundada en razones diversas de política criminal y procesal, de no iniciar
la acción pública o de suspender provisionalmente la acción iniciada, o de limitarla en su
extensión objetiva y subjetiva, o de hacerla cesar definitivamente antes de la sentencia aun
cuando no concurran las condiciones ordinarias para perseguir y castigar.”
La relación en la que actúan estos principios se presenta generalmente mediante una
consagración del principio de legalidad como una regla general con atenuaciones o
excepciones que introduce el principio de oportunidad. La influencia que pueda ejercer este

107
último se encuentra fundamentada en diversas razones: en primer lugar, descriminalización,
esto es, despenalizar conductas delictivas en casos en que otras formas de reacción son
capaces de producir mejores resultados que el proceso penal; en segundo lugar, eficiencia,
en el sentido de no llevar adelante persecuciones penales con el objeto de descongestionar
al sistema y permitir que se focalice en áreas en donde su actuación resulta indispensable; y
en tercer lugar, priorización de intereses esto es, permitir el término a la persecución en
situaciones que el sistema ha encontrado una solución más óptima para el caso.
Conforme a lo señalado, los casos en que el Ministerio Público se encuentra
facultado para no dar inicio a una investigación, cualquier sea el medio distinto a la querella
por el cual hubiere tenido conocimiento de los antecedentes son:
A. El archivo provisional (artículo 167 y 169)
B. Facultad de no iniciar investigación por no revestir el hecho el carácter de delito o
encontrarse extinguida la responsabilidad penal (artículo 168)
C. El principio de oportunidad en sentido estricto (artículo 170).

A. Archivo provisional (artículo 167 y 169): es la decisión administrativa adoptada por


el Ministerio Público, con anterioridad a la formalización de la investigación,
consistente en no dar inicio a la investigación de un hecho por no aparecer antecedentes
que permitieren desarrollar actividades conducentes a su esclarecimiento.
Permite suspender la investigación de un hecho delictivo hasta que no aparezcan
antecedentes que permitan llevar adelante una investigación exitosa. Si se interpusiere
querella ante el juez de garantía competente, y este la admitiera a tramitación, obligará
al fiscal a seguir adelante con la investigación según las reglas generales (artículo 169).
• Requisitos para que se decrete.
i. No debe haberse producido la intervención del juez de garantía en el
procedimiento.
ii. No deben aparecer antecedentes que permitieren desarrollar actividades
conducentes al esclarecimiento de los hechos, y
iii. La decisión de archivo provisional del fiscal debe ser aprobada por el Fiscal
Regional en caso de que el hecho tenga asignado una pena aflictiva.

108
B. Facultad de no iniciar investigación o archivo definitivo (artículos 168 y 169): es la
decisión administrativa adoptada por el Ministerio Público, con anterioridad a la
formalización de la investigación cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren
constitutivos de delitos o, cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren
establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado.
Existe un control jurisdiccional obligatorio, puesto que dicha decisión debe ser
sometida a la aprobación del juez de garantía. Una vez que el juzgado de garantía
aprueba la decisión del Ministerio Público, el ente persecutor no puede volver a ejercer
la acción posteriormente. No obstante, la víctima podría querellarse según las reglas
generales y en el caso de admitirse a tramitación tal querella se seguirá el procedimiento
según las reglas generales (artículo 169).

• Requisitos para que se ejerza la facultad de no iniciar la investigación.


i. No debe haberse producido la intervención del juez de garantía en el
procedimiento;
ii. los hechos relatados en la denuncia no deben ser constitutivos de delito o
los antecedentes y datos suministrados deben permitir establecer que se
encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado;
iii. la decisión de no iniciar investigación del fiscal debe ser fundada y
adoptada antes de efectuar diligencia investigativa alguna; y
iv. la decisión de no iniciar investigación debe ser sometida a la aprobación
del juez de garantía, acompañando los antecedentes que se tuvieron en
consideración para adoptar semejante decisión.
C. Principio de oportunidad en sentido estricto (art. 170): consiste en la facultad
conferida por la ley al Ministerio Público para decidir en forma motivada no iniciar una
persecución penal o abandonar una que ya se hubiere iniciado, cuando se tratare de un
hecho que no comprometiere gravemente el interés público. Se trata de una
discrecionalidad política del órgano persecutor, prefijado por el legislador, en la
persecución de delitos de bagatela. Es un juicio extrajurídico determinado por criterios
de conveniencia en la persecución penal.

109
a) Requisitos de procedencia.
i. Debe tratarse de un hecho que no comprometiere gravemente el interés
público: se entiende que el hecho compromete gravemente el interés público
cuando:
a) La pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o
reclusión menor en su grado mínimo, o
b) Se trata de un delito cometido por un funcionario público en el
ejercicio de sus funciones.
ii. Debe ser ejercida esta facultad antes o dentro del período de investigación.
iii. Debe ser ejercida esta facultad cumpliendo con las instrucciones generales
dictadas por el Ministerio Público con el objetivo de establecer un uso
racional de la misma.
iv. El fiscal debe emitir una decisión motivada, la que debe comunicar al juez
de garantía, quien debe notificar a los intervinientes si los hubiere.
v. No debe haberse dejado sin efecto la decisión del fiscal por la vía de la
impugnación judicial o administrativa.

b) Control judicial y administrativo del principio de oportunidad en sentido


estricto: el juez de garantía, dentro de los 10 días siguientes a la comunicación
del fiscal, realizará un control judicial formal respecto de la decisión motivada del
fiscal pudiendo dejarla sin efecto, caso en el cual el fiscal se encuentra obligado a
continuar la persecución penal. Ello ocurrirá en dos situaciones:
i. Si excede la penalidad de presidio o reclusión menor en su grado mínimo
o se trata de un delito cometido por funcionario público.
ii. Si la víctima manifestare dentro de estos 10 días de cualquier modo su
interés en el inicio o en la continuación de la persecución penal.
Una vez aceptada por el juez de garantía la decisión del fiscal, existe un eventual
control administrativo puesto que los intervinientes podrían, dentro de un nuevo
plazo de 10 días, reclamar ante las autoridades del Ministerio Público la decisión
tomada por el fiscal a cargo. En este caso, no se trata de un control formal como
el anterior si no que con respecto al mérito de la decisión adoptada.

110
c) Efectos: produce la extinción de la acción penal, no perjudicando en modo alguno
el derecho de perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas
del mismo hecho. (art. 170 inc. final)

d. Diligencias de investigación.

i. Generalidades.
Si el Ministerio Público opta por iniciar la investigación penal, ya sea formalizada o
desformalizada, deberá dirigir esta con auxilio de las policías. Sin perjuicio de la dirección
que este órgano tiene sobre la investigación, los intervinientes pueden proponer la práctica
de diligencias al fiscal en la medida que las consideren pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos (art. 183), lo cual determinará finalmente el fiscal. De la
negativa a practicar determinadas diligencias investigativas podrán reclamar los
intervinientes a las autoridades del Ministerio Público.
Para la práctica de diligencias investigativas, la regla general es que, si importan
privar, restringir o perturbar al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la
Constitución les asegura, se requerirá autorización previa del juez de garantía (artículo 9).
De lo contrario, podrán practicarse una vez que sean ordenadas por el fiscal a cargo, sin
perjuicio de las realizaciones de las denominadas actuaciones autónomas de las policías en
las cuales se entiende que actúan autorizadas por la ley.
En este sentido, las diligencias que requieran autorización del juez de garantía, por
regla general deben ser comunicadas al afectado. Excepcionalmente no se le comunicarán
si es que ello pudiere poner en riesgo el éxito de la respectiva diligencia (art. 182 inciso 3°
y 236).
Cabe reiterar, que la investigación puede dividirse en 2 fases:
a. Investigación propiamente preliminar: no se ha formalizado la investigación. No existe
plazo predeterminado para concluirla.
b. Investigación formalizada: deberá cerrarse en el plazo legal de 2 años desde
formalizada, salvo que judicialmente se hubiere fijado un plazo menor, siendo la RG en
la práctica.

111
Normalmente la investigación propiamente tal no requerirá de la intervención
judicial y será “unilateral” y reservada. Esta situación se compensa en 2 sentidos, ya que
mientras no se formalice la investigación:
a. Los órganos de persecución penal no podrán disponer en forma autónoma de la
práctica de diligencias que afecten los derechos de las personas; ni tampoco.
b. Adoptar medidas que vulneren dichos derechos: cautelares o allanamientos por
ejemplo.
La regla general es que para practicar dichas diligencias o solicitar dichas medidas,
se deba formalizar la investigación: con ello se “judicializa” el procedimiento. Sin perjuicio
de ello, existen excepciones que analizaremos. Los artículos 180 y 181 rigen en parte la
investigación de los fiscales, siendo sus ideas fundamentales:
1. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o encomendar
a la policía las diligencias de investigación que consideren conducentes al
esclarecimiento de los hechos.
2. Dentro de las 24 horas siguientes a que tome conocimiento de la existencia de un
hecho que revista los caracteres de delito de acción penal pública por alguno de los
medios que establece la ley, el fiscal debe proceder a:
a. Practicar las diligencias pertinentes y útiles para el esclarecimiento de
los hechos, de las circunstancias relevantes para aplicar la ley penal, los
partícipes del hecho y las circunstancias que sirvan para verificar la
responsabilidad de los mismos.
b. Impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
3. Los fiscales pueden exigir información de toda persona o funcionario público, los
que no pueden excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente
exceptuados en la ley.
4. Se establece la gratuidad de los servicios de los notarios, Conservador de Bienes
Raíces, entre otros, respecto de las actuaciones solicitadas por el Ministerio Público.
5. Para los fines anteriores, la investigación se llevará a cabo de modo de consignar y
asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de
los partícipes del mismo.

112
6. Se hará constar el estado de las personas, las cosas y los lugares; se identificará a los
testigos; se tomará nota de las huellas, rastros; entre otros.
7. Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica
de operaciones científicas, la toma de fotografías, filmación o grabación y, en
general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios técnicos que
resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos
especializados.

ii. Secreto relativo de la investigación.


La etapa de investigación no es secreta para los intervinientes, salvo ciertas
excepciones. El imputado y los demás intervinientes en el procedimiento pueden examinar
y obtener copias, a su cargo, de los registros y documentos de la investigación fiscal y
podrán examinar los de la investigación policial. Para los terceros ajenos al procedimiento
será secreta. Por ello, se habla de secreto relativo en esta etapa.
Sin perjuicio de lo señalado anteriormente, el fiscal puede disponer que
determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidos en secreto, respecto del
imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considere necesario para la eficacia de la
investigación. En dicho caso, deberá (i) identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y (ii) fijar un plazo no superior a 40 días para la
mantención del secreto.
Ante dicha declaración, tanto el imputado como cualquier otro interviniente están
facultados para solicitar al juez de garantía:
A- Que ponga término al secreto
B- Que limite el secreto en cuanto a su duración
C- Que limite el secreto en cuanto a las piezas o actuaciones abarcadas por él
D- Que limite el secreto respecto de las personas a las cuales afectare

No se puede decretar el secreto en ningún caso respecto de:


A. La declaración del imputado
B. Las actuaciones que el imputado haya intervenido o tenido derecho a intervenir
C. Las actuaciones en que participe el tribunal

113
D. Los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor
Es deber de los funcionarios que hayan participado o tenido conocimiento de
diligencias de investigación, guardar el secreto respecto de ellas. El plazo límite de 40 días,
es un plazo establecido con carácter general. Así, por ejemplo, la ley 20.000 establece como
plazo máximo el de 120 días renovables por 60 días en forma sucesiva.

iii. Proposición de diligencias.


Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el
procedimiento pueden solicitar al fiscal todas aquellas diligencias que consideren
pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos. El fiscal ordenará que se lleven a
efecto las que estime conducentes.
En caso que el Fiscal rechace la solicitud, se podrá reclamar ante las autoridades del
Ministerio Público, según lo disponga su LOC, con el propósito de obtener un
pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia de la diligencia.
De esta forma, se reconoce, sin perjuicio de que el impulso procesal esté en el
Fiscal, que los intervinientes pueden solicitar la práctica de todas las diligencias que
consideren pertinentes.
Asimismo, se debe relacionar esta facultad de los intervinientes con las hipótesis
contenidas en el art. 257, relativas a la reapertura de la investigación, para la práctica de
diligencias precisas, solicitadas oportunamente, y que el fiscal hubiere rechazado o respecto
de las cuales no se hubiere pronunciado.
Durante la investigación, el fiscal puede permitir la asistencia del imputado o de los
demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo
estimare útil. En todo caso, puede impartirles órdenes obligatorias para el adecuado
desarrollo de la actuación o diligencia y puede excluirlos de las mismas en cualquier
momento.

iv. Agrupación y separación de investigaciones.


La regla general es que el fiscal puede investigar separadamente cada delito que
conociere. Sin embargo, podrá desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos,

114
cuando ello resultare conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las
investigaciones que se llevaren conjuntamente.
Cuando 2 o más fiscales se encuentran investigando los mismos hechos y con
motivo de ello se afectan los derechos de la defensa del imputado, éste puede pedir al
superior jerárquico común, en su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso.
Es importante relacionar esta situación con el art. 159 COT: el juez de garantía que
conocía del primer hecho cometido será competente para conocer de los acumulados,
debiendo entregarse a éste los antecedentes por los demás jueces.

v. Tipos de diligencias.

Las diligencias de la investigación admiten múltiples clasificaciones. Por ejemplo:


a. Actos intrusivos versus actos no intrusivos: según si afectan el derecho constitucional
que asegura a las personas el respeto y protección a la vida privada y pública, a la honra
de la persona y de su familia, la inviolabilidad del hogar y de toda forma de
comunicación privada;
b. Actos de investigación que afectan derechos fundamentales versus actos que no los
afectan: importancia para los efectos de la autorización del juez de garantía (art.9)
c. Actos urgentes versus actos no urgentes: según si requieren de la intervención rápida y
eficaz del Ministerio Público y de la Policía, con el fin de que no se extraigan, pierdan o
desaparezcan elementos o antecedentes que puedan servir al esclarecimiento de los
hechos.
d. Actos reservados versus actos no reservados: respecto si el afectado puede acceder al
registro de la actuación respectiva.

A pesar de las anteriores clasificaciones, se analizarán en particular las diligencias


que no requieren de autorización judicial, las que requieren tal autorización y las hipótesis
que se pueden realizar diligencias sin conocimiento del afectado.

I. Diligencias que no requieren autorización judicial previa

115
El Ministerio Público posee amplias facultades para realizar en forma autónoma
todas las diligencias de investigación que sean necesarias, siempre y cuando éstas no
afecten los derechos garantizados en la CPR (se consagra en art. 83 CPR, art. 9 NCPP y art.
4 LOCMP).
Para realizar estas diligencias, el Ministerio Público puede encargar a los cuerpos
policiales, las diligencias, sea por medio de instrucciones generales o particulares.
Cuando la diligencia la realice la policía, debe registrarla, dejando constancia de lo
practicado. En todo caso, estos registros no podrían reemplazar las declaraciones de la
policía en el juicio oral.
Si el Ministerio Público asume directamente la práctica de la actuación, debe
también registrarla, tan pronto tuviere lugar, por cualquier medio que permita garantizar la
fidelidad e integridad de la información.

Ejemplos de actuaciones que no requieren de autorización judicial previa:


a. Solicitud de documentos no reservados a funcionarios públicos o particulares
b. Citación a testigos, para prestar declaración ante el Ministerio Público, sin
apercibimiento de arresto
c. Solicitar información a tribunales del extranjero
d. Solicitar una autopsia
e. Entrada y registro en lugares de libre acceso público

II. Diligencias para las que se requiere autorización judicial previa


Art. 9: Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del
ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare,
requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de
tales efectos, el fiscal deberá solicitar previamente autorización del juez de garantía.
Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea
indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier
medio idóneo al efecto: teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de la
constancia posterior, en el registro correspondiente.

116
No obstante, en el caso de una detención se debe entregar por el funcionario policial
que la practique una constancia de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió, del
delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió.
Dentro de las diligencias que requieren de autorización judicial previa, es posible
distinguir:
A) Aquellas reguladas expresamente en el CPP versus aquellas no reguladas
expresamente
B) Aquellas que pueden solicitarse con conocimiento del afectado versus aquellas que
pueden solicitarse sin ese conocimiento
C) Aquellas que pueden solicitarse antes de la formalización de la investigación versus
aquellas que pueden solicitarse después de la formalización de la investigación
La realización de estas diligencias supone necesariamente la intervención del
Ministerio Público, al menos, en la obtención de la autorización o aprobación judicial
previa, aunque la realización concreta de la diligencia recaiga en funcionarios policiales.
La aprobación o autorización judicial puede otorgarse en forma verbal. Es uno de
los principios del procedimiento y además, posibilita una mayor eficacia en la
investigación. Ello, sin perjuicio que las policías puedan requerir la exhibición de la orden
judicial previa, la cual también podrá requerirla el imputado o afectado con la práctica de la
diligencia. Con todo, las diversas normas del CPP, relativas al tema, permiten sostener que
la escrituración de las autorizaciones no constituye una exigencia general.
El deber de registro de las actuaciones de la etapa de investigación, sean policiales,
fiscales, o judiciales, tienen una finalidad muy clara: revisar la legalidad de las mismas, de
manera ex post. Por ello, no es posible concluir que la obligación de registro impida la
autorización verbal.
Como diligencias que requieren de autorización judicial previa, reguladas
expresamente en el CPP, pueden mencionarse:
1. Citación compulsiva: en el caso que una persona citada por el Ministerio Público no
comparezca en forma voluntaria, el fiscal puede ocurrir ante el juez de garantía, con
el fin de que lo autorice a conducirla compulsivamente a su presencia (33). En el
caso de los testigos, siendo citados por el fiscal, están obligados para comparecer a
su presencia y prestar declaración ante el mismo, salvo los exceptuados en el art.

117
300. Si el testigo no comparece sin justa causa o compareciendo, se niega
injustificadamente a declarar, se le impondrán las medidas de apremio del inciso 1º
y las sanciones contempladas en el inciso 2º del art. 299, respectivamente.
2. Exámenes corporales: resulta útil seguir el concepto más amplio de intervenciones
corporales: medidas de investigación realizadas sobre el cuerpo de las personas, que
implican un reconocimiento externo del mismo (registros e inspecciones) o la
extracción desde su interior de elementos incorporados a él (investigaciones
corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para
el establecimiento del cuerpo del delito y de la participación culpables. Este
concepto amplio, permite incluir:
a. Examen de vestimentas (89)
b. Examen realizado en el control de identidad (85)
c. Situación del 197: Exámenes corporales: Si fuere necesario para constatar
circunstancias relevantes para la investigación, podrán efectuarse exámenes
corporales del imputado o del ofendido por el hecho punible, tales como: (i)
pruebas biológicas; (ii) extracciones de sangre; y (iv) otros análogos siempre
que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado.
Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida en sus
derechos, consiente en hacerlo, el fiscal o la policía ordenará que se practique
sin más trámite. En caso de negarse, se solicita la correspondiente autorización
judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo. El juez de garantía
autorizará la práctica de la diligencia siempre que:
a. Sean relevantes para la investigación
b. No fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado

Esta norma fue modificada. Anteriormente cuando era examinado el imputado,


siempre se requería de la autorización judicial, aunque éste consintiese en someterse al
examen. Con la nueva regulación, y atendido el carácter incriminatorio que un examen
puede tener, debe resguardarse el derecho del imputado a negar su consentimiento,
debiendo controlarse el hecho de que el imputado obre plenamente informado de sus
derechos y de sus posibles consecuencias. Los resguardos señalados en el art. 197, sobre la

118
necesidad de consentimiento y eventual autorización judicial, se aplicarán a la hipótesis de
los exámenes médicos a los que se alude en los arts. 198 (delitos sexuales) y 199, en los
casos en que se trate de un examen corporal que realice un facultativo. En caso que se trate
de un ofendido menor de edad, el consentimiento debe prestarlo quien corresponde,
conforme a la ley civil.
Tratándose de los delitos de carácter sexual, los hospitales, clínicas y
establecimiento de salud semejantes, sean públicos o privados, deberán practicar los
reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas conducentes a acreditar el hecho
punible y a identificar a los partícipes en su comisión, debiendo conservar los antecedentes
y muestras correspondientes.
Se levanta acta del reconocimiento y de los exámenes, debiendo suscribirse por el
jefe del establecimiento y por los profesionales que lo practican. Se entregará una copia a la
persona objeto del mismo (o a quien la tenga bajo su cuidado); la otra copia y las muestras
y resultados se mantienen en custodia y bajo estricta reserva en la dirección del
establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para remitirse al Ministerio
Público.
Si los establecimientos no se encuentran acreditados ante el Servicio Médico Legal
para determinar huellas genéticas, tomarán las muestras biológicas y obtendrán las
evidencias necesarias, procediendo a remitirlas a la institución que corresponda, de acuerdo
a la ley que crea el Sistema Nacional de Registros de ADN y su Reglamento.
En los delitos que fuere necesaria la realización de exámenes médicos para la
determinación del hecho punible, el fiscal puede ordenar que éstos sean llevados a cabo por
el SML o por cualquier otro servicio médico.
Con respecto a las autopsias, en particular:
i. Serán practicadas en las dependencias del SML, por el legista
correspondiente
ii. Donde no lo hubiere, el fiscal designa al médico encargado y el lugar en
que la autopsia debe llevarse a cabo.
iii. Los exámenes y pruebas biológicas destinados a la determinación de
huellas genéticas sólo pueden ser efectuadas por profesionales y técnicos

119
que se desempeñen en el SML, o en aquellas instituciones acreditadas
ante dicho Servicio (constan en una nómina).
3. Exhumación de cadáveres: en calificados casos, cuando el fiscal considere que la
exhumación del cadáver sea de utilidad en la investigación de un hecho punible,
puede solicitar la autorización judicial para la práctica de la diligencia citada. El
tribunal resolverá, como lo estime pertinente, previa citación del cónyuge o de los
parientes más cercanos del difunto. El cuerpo exhumado puede ser de la víctima del
delito o de cualquier otra persona, en la medida que puede aportar antecedentes para
la investigación. En todo caso, practicado el examen o la autopsia correspondientes
se procederá a la inmediata sepultura del cadáver.
4. Pruebas caligráficas: el fiscal puede solicitar al imputado que escriba en su
presencia algunas palabras o frases, a objeto de practicar las pericias caligráficas
que considere necesarias para la investigación. Si el imputado se niega a hacerlo, el
fiscal puede solicitar al juez de garantía la autorización correspondiente. Para que
sea válido el consentimiento que da el imputado, es necesario que el fiscal advierta
al imputado el objeto de la toma de muestra.
5. Entrada y registro en lugares cerrados: cabe recordar que, respecto de los lugares y
recintos de libre acceso público, las policías pueden efectuar su registro, en
búsqueda del imputado, si hubiere en su contra orden de detención, o de rastros o
huellas del hecho investigado o de medios que pudieren servir a la comprobación
del delito.
En el caso de los lugares cerrados en los cuales se puede practicar la diligencia, se
debe distinguir entre lugares cerrados ordinarios y especiales:
a. Lugares cerrados ordinarios: todos aquellos lugares cerrados, distintos de los
regulados en el CPP de modo especial.
i. Cuando se presume que el imputado, o medios de comprobación del
hecho investigado, se encuentre en un determinado edificio o lugar
cerrado, se puede entrar al mismo y proceder al registro, siempre que su
propietario o encargado consienta en la práctica de la diligencia.
El funcionario que practique la diligencia debe individualizarse y
cuidar que la diligencia se realice causando el menor daño y las

120
menores molestias posibles a los ocupantes. Se entregará al propietario
o encargado, un certificado que acredite el hecho del registro, la
individualización de los funcionarios que lo han practicado y del
funcionario que lo ha ordenado.
ii. En caso de que el propietario o encargado del edificio o el lugar no
permita la entrada y registro, la policía adoptará las medidas tendientes
a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez la
autorización, haciendo saber las razones de la negativa. Es un
presupuesto para la entrada y registro (allanamiento) la presunción de
que el imputado o los medios de comprobación del hecho investigado
se encuentran dentro del lugar.
Aun antes de la autorización del juez de garantía, el fiscal puede
disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar
la fuga del imputado o la sustracción de documentos o cosas que
constituyeren el objeto de la diligencia.
En la diligencia se podrán incautar objetos y documentos:
a) Relacionados con el hecho investigado;
b) Los que puedan ser objeto de la pena de comiso
c) Los que puedan servir como medios de prueba, previa orden judicial.
iii. Asimismo, debemos tener presente la situación especial regulada en el
art. 206, en el cual se permite la entrada y registro sin consentimiento
expreso del propietario o encargado ni autorización judicial previa. Ello
será posible en el caso que existan llamadas de auxilio de personas que
se encuentren en el interior u otros signos evidentes, que indiquen que
se está cometiendo un delito. En el delito de abigeato, la policía puede
ingresar a los predios, cuando existan indicios o sospechas de que se
está perpetrando el citado ilícito, siempre que las circunstancias hagan
temer que la demora en obtener la autorización del propietario o del
juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de
los hechores.

121
b. Lugares cerrados especiales: lugares religiosos; edificios donde funcionare
alguna autoridad pública; y recintos militares.
Para entrar y registrar estos lugares, el fiscal no requiere la autorización del
juez de garantía, pero deberá cumplir con otros requisitos tanto o más
exigentes. En estricto rigor, no podría calificarse como una de las diligencias
que requieren de autorización judicial. No obstante, puede haber intervención
del poder judicial. Los requisitos para proceder a la entrada y registro en estos
lugares consiste en:
i. El fiscal debe oficiar a la autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren,
informando la práctica de la actuación. Deberá comunicarlo con al
menos 48 horas de anticipación y conteniendo las señas de lo que
hubiere de ser el objeto del registro, salvo que fuere de temer que por
tal aviso se frustre la diligencia.
ii. Se indicarán las personas que acompañarán al fiscal.
iii. Se invita a la autoridad para que presencie la diligencia o nombre a
alguna persona para que lo haga.
iv. En caso que la diligencia implique el examen de documentos
reservados o de lugares en que se encuentre información o elementos
de dicho carácter y cuyo conocimiento pudiere afectar la seguridad
nacional, la autoridad o persona informa de inmediato al Ministro de
Estado que corresponda, el cual, si lo estima procedente, oficia al fiscal
manifestando la oposición. En el caso de las autonomías
constitucionales, se oficia a la autoridad superior de la misma.
v. En caso que el fiscal estime indispensable la diligencia, remitirá los
antecedentes al fiscal regional, quien si comparte la apreciación, le
solicita a la Corte Suprema que resuelva la controversia (en cuenta),
disponiendo que en el ínter tanto se selle y resguarde el lugar.
vi. En todo caso, rige el art. 19 en el sentido de que, a pesar que se estime
que la publicidad puede poner en riesgo la seguridad nacional, la Corte
Suprema puede disponer que se entreguen los datos que considere
necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación.

122
c. Normas comunes a las distintas clases de lugares cerrados.
1. Horario para el registro: por regla general, la diligencia debe realizarse
entre las 6:00 y las 22:00 horas, salvo
i. Lugares de libre acceso público que se encuentren abiertos
durante la noche.
ii. Casos urgentes, cuando su ejecución no admita demora. La
resolución debe señalar expresamente el motivo de la urgencia.
2. Contenido de la orden de registro: la orden que autoriza la entrada y
registro, debe señalar:
i. El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados
ii. El fiscal que lo hubiere solicitado
iii. La autoridad encargada de practicar el registro
iv. El motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno.
La autorización tiene una vigencia máxima de 10 días, pudiendo ser
menor, cuando el juez así lo determine. En caso que la diligencia se
haga, una vez caducada la autorización, podría ser declarada nula o
incidir en la eventual ilicitud de los medios de prueba obtenidos a
partir de ella.
3. Procedimiento previo.
i. Se notifica la resolución que autoriza la entrada y registro al
dueño o encargado, invitándolo a presenciar el acto, a menos que
el juez de garantía autorice la omisión de estos trámites sobre la
base de antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar
el éxito de la diligencia.
ii. Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la
notificación se hará a cualquier persona mayor de edad que se
hallare en el lugar o edificio, quien puede asimismo, presenciar la
diligencia.
iii. Si no se encuentra a nadie, se hace constar ello en el acta de la
diligencia.

123
iv. Hecha la anterior notificación, se procede a la entrada y registro.
En caso que exista resistencia al ingreso, o nadie responda a las
llamadas, se puede hacer uso de la fuerza pública. En tales casos,
se cuidará que queden bien cerrados los lugares. De todo lo
anterior, se debe dejar constancia por escrito.
v. En los registros, se procurará no perjudicar no molestar al
interesado más allá de lo estrictamente necesario.
vi. El registro se practicará en un solo acto, pero puede suspenderse
cuando no sea posible continuarlo, debiendo reanudarse cuando
cese el impedimento.
vii. Deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada de la
diligencia. Si se incautan objetos o documentos, son puestos en
custodia y sellados, debiendo entregarse un recibo al propietario
o encargado del lugar. En caso de no descubrirse nada
sospechoso, se dará testimonio de ello al interesado, cuando lo
solicite.
4. Objetos y documentos no relacionados con el hecho investigado: si en la
práctica de la diligencia de registro se descubren elementos que permiten
sospechar la existencia de un hecho punible distinto del que constituye la
materia del procedimiento, se puede proceder a su incautación previa
orden judicial, debiendo ser conservados por el fiscal.
5. Medidas de vigilancia: se pueden disponer aún antes de que el juez de
garantía dicte la orden de entrada y registro.
6. Incautación de objetos y documentos.
a. Objetos y documentos relacionados con el hecho investigado
b. Objetos que pudieren ser objeto de la pena de comiso
c. Objetos que pudieren servir como medios de prueba.
Serán incautados, previa orden judicial librada a petición del fiscal,
cuando:
i. La persona en cuyo poder se encontraren no los entregue
voluntariamente;

124
ii. En caso que se encuentren en poder de una persona distinta del
imputado, en lugar de ordenar la incautación, o bien antes de ello,
el juez puede apercibirla para que los entregue. Regirán los
medios de coerción previstos para los testigos. Con todo, el
citado apercibimiento no puede ordenarse respecto de las
personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar
declaración.

7. Interceptación de comunicaciones telefónicas: se encuentra regulada en los artículos


222 a 225. Las medidas se extienden a comunicaciones telefónicas u otras formas de
comunicación a distancia.
Requisitos de procedencia: el juez de garantía, a petición del Ministerio Público,
puede ordenar la interceptación y grabación cuando:
i. Existan fundadas sospechas, basadas en determinados hechos, de:
1. Que una persona hubiere cometido o participado en la preparación o
comisión de un hecho punible que merezca pena de crimen;
2. Que esa persona preparare actualmente la comisión o participación en
tal hecho punible; y
ii. La investigación hiciere imprescindible la medida.
iii. La medida sólo puede afectar:
a. Al imputado
b. A alguna persona que sirva de intermediaria de las comunicaciones
c. A aquellas personas que facilitan los medios de comunicación al
imputado o a sus intermediarios.
d. Por regla general, no se pueden interceptar las comunicaciones entre el
imputado y su abogado. Excepcionalmente, el juez de garantía puede
ordenarlo, cuando estime fundadamente que el abogado pudiere tener
responsabilidad penal en los hechos investigados.
iv. La orden que dispone la interceptación y grabación debe indicar el nombre y
dirección del afectado por la medida y señalar la forma de interceptación y
la duración de la misma, que no puede exceder de 60 días. El juez puede

125
prorrogar por igual plazo la medida, debiendo cada vez examinar la
concurrencia de los requisitos señalados. Es la única medida que puede ser
utilizada antes de la comisión del hecho delictivo.
v. La medida se solicitará en audiencia unilateral con el juez de garantía.
Las empresas telefónicas o de telecomunicaciones deben dar
cumplimiento a esta medida, proporcionando a los funcionarios encargados
de la diligencia, todas las facilidades necesarias para que se lleven a cabo.
Los proveedores de tales servicios deben mantener, en carácter reservado, a
disposición del Ministerio Público, un listado actualizado de sus rangos
autorizados de direcciones IP de las conexiones que realicen sus abonados.
La negativa o entorpecimiento a la práctica de la medida, será
constitutiva del delito de desacato. Los funcionarios de las empresas deben
guardar secreto de la diligencia, salvo que se les cite al juicio oral como
testigos.
Cuando las sospechas consideradas para ordenar la medida, se
disiparen o hubiere transcurrido el plazo de duración, debe interrumpirse la
medida inmediatamente.
La interceptación se registra mediante su grabación o por otro medio
análogo fiel. Debe ser entregada directamente al Ministerio Público, quien
deberá guardarla bajo sello y cuidar que no sea conocida por terceros. El
Ministerio Público puede disponer que se transcriba la grabación, sin
perjuicio del deber de conservar los originales. La incorporación al juicio
oral, se hará en la forma que determine el juzgado de garantía en la
Audiencia de Preparación de Juicio Oral. En todo caso, se puede citar como
testigos a los encargados de practicar la diligencia.
Las comunicaciones irrelevantes para el procedimiento, serán
entregadas, en su oportunidad, a las personas afectadas con las medidas,
destruyéndose toda trascripción o copia de ellas por el Ministerio Público.
Sin embargo, esto no se aplica a las grabaciones que contuvieren
informaciones relevantes para otros procedimientos seguidos por hechos que

126
puedan constituir un delito que merezca la pena de crimen. Se tratarían de
“hallazgos o descubrimientos casuales”
El afectado con la interceptación será notificado de la realización de
la medida, sólo luego de su término, en cuanto lo permita el objeto de la
investigación y en la medida que ello no ponga en peligro la vida o
integridad corporal de terceras personas. Es aplicable el art. 182 (secreto
respecto de terceros, pudiendo igualmente disponerse respecto de los
intervinientes).

No cumpliéndose los requisitos de procedencia o cuando se utilice


fuera de los límites legales, se prohíbe el uso de los resultados de la medida
de interceptación. La parte afectada, puede reclamar de ello:
a. Solicitando la nulidad procesal de la actuación
b. Solicitando la exclusión de prueba en la audiencia de
preparación

III. Diligencias sin conocimiento del afectado.


Las diligencias de investigación que conforme al art. 9 requieren de autorización
judicial previa, pueden ser solicitadas por el fiscal aún antes de la formalización de la
investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa comunicación al
afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma solicitada, cuando la gravedad de los
hechos o la naturaleza de la diligencia de la que se tratare permitiere presumir que dicha
circunstancia resulta indispensable para su éxito.
Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare
proceder de la misma forma, el juez lo autorizará cuando la reserva resultare estrictamente
indispensable para la eficacia de la diligencia.
De esta forma, el art. 236 regula las diligencias que requieren de autorización
judicial previa, las cuales se pueden solicitar antes o después de la formalización de la
investigación.
La regla general es que las diligencias que requieren de autorización judicial previa,
sean comunicadas, antes de llevarse a cabo, al afectado.

127
Excepcionalmente se puede disponer que no sean comunicadas al afectado:
a. Antes de formalizarse la investigación: cuando la gravedad de los hechos o
la naturaleza de la diligencia permitan presumir que el desconocimiento por
parte del afectado es indispensable para el éxito de la actuación.
b. Después de formalizada la investigación: cuando la reserva resulte
estrictamente indispensable para la eficacia de la diligencia.

vi. Conservación de las especies recogidas durante la investigación (Cadena de


custodia).
Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la custodia
del Ministerio Público, quien debe tomar las medidas necesarias para impedir que se alteren
en cualquier forma. El juez de garantía adoptará las medidas que estime convenientes para
la debida preservación e integridad de las especies recogidas.
Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o
realizar alguna pericia, siempre que fueren autorizados por el Ministerio Público o, en su
caso, por el juez de garantía. El Ministerio Público debe llevar un registro especial en que
señale las personas autorizadas para reconocer o manipular la especie. Es importante la
cadena de custodia, toda vez que vela por la integridad de la prueba que se hará valer en el
juicio oral.

e. La prueba anticipada.
La rendición de prueba en etapas anteriores al juicio oral puede ser también una
diligencia que, para ser realizada válidamente, requiere de autorización judicial previa
otorgada por el juez de garantía.
Si la solicitud es formulada para tener efecto en la etapa de investigación,
estaríamos frente a una actuación de las ya analizadas. Sin embargo, se analiza en forma
separada, toda vez que será una prueba que tendrá valor en el juicio oral, sin perjuicio de
que no se haya rendido durante éste.
La estricta aplicación de los principios de oralidad, inmediación y contradicción que
informan el proceso penal, en especial en el juicio oral, deberían significar que la prueba se
rinda en forma íntegra durante la o las audiencias en que se desarrolle el citado juicio.

128
Sin embargo, se admite la introducción al juicio oral de pruebas previamente
producidas y que integran formalmente el material probatorio que puede ser valorado por el
tribunal. Como razones para acogerlas, se pueden mencionar:
a. Con anticipación al inicio del juicio oral, se cuenta con la certeza o la firme
posibilidad, de que ciertas pruebas no podrán producirse en la audiencia
b. Casos en que la prueba resulta imposible o muy difícil de reproducir en el
juicio oral.

Debe dejarse en claro que, las diligencias de anticipación de prueba, aunque tienen
lugar antes de que se lleve a cabo el juicio oral, en su desarrollo deben cumplir con las
exigencias de un verdadero juicio:
a. Permitir la plena intervención de las partes interesadas. Especialmente
fiscales y defensores.
b. Permitir la intervención del juez (de garantía)
c. La “prueba anticipada” respecto de la prueba testimonial, se regula durante
la investigación y durante la etapa intermedia.
d. En el caso de la prueba pericial, se permite anticipar la declaración del
perito, cuando éste no pueda acudir al juicio oral, para ser interrogado al
tenor de su informe (petición que se puede hacer en la audiencia de
preparación del juicio oral).
La prueba anticipada se encuentra regulada en diversos artículos:

A. Respecto de la prueba testimonial (art. 190): obligación de toda persona a comparecer y


la obligación de declarar ante el Ministerio Público, en calidad de testigos, si fueren
citados, salvo determinadas excepciones (ya sea a declarar o a concurrir). En relación a
la anticipación de la prueba en la investigación, rigen los artículos 191 y 192:
a. Cuando concluya la declaración del testigo ante el Ministerio Público, el fiscal le
hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia de
juicio oral, así como de comunicar cualquier cambio de domicilio hasta dicha
oportunidad.

129
b. Cuando al hacerse la prevención anterior, el testigo manifiesta la imposibilidad de
concurrir a la audiencia del juicio oral:
I. Por tener que ausentarse a larga distancia
II. Por existir motivo que haga temer la pronta muerte, su incapacidad física o
mental, o algún otro obstáculo semejante.
En estos casos, el fiscal podrá solicitar del juez de garantía que reciba su
declaración anticipadamente. En tal caso, el juez deberá citar a todos aquellos
que tuvieren derecho a asistir al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades
previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.
La prueba testimonial anticipada, se puede solicitar durante la Audiencia de
Preparación de Juicio Oral: el juez de garantía citará a una audiencia especial para la
recepción de la prueba anticipada.

B. Respecto de la anticipación de prueba pericial: durante la Audiencia de preparación del


Juicio Oral, se puede solicitar la declaración de peritos, cuando fuere previsible que la
persona de cuya declaración se tratare, se encuentre en imposibilidad de concurrir al
juicio oral, por alguna de las razones contempladas para los testigos. El juez de garantía
citará a la audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada.

f. Formalización de la investigación.

La formalización de la investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al


imputado, en presencia del juez de garantía, que desarrolla en la actualidad una
investigación en su contra respecto de uno o más delitos determinados (art. 229).
La definición legal recién descrita ha sido motivo de críticas por parte de la
doctrina, por cuanto se refiere a la comunicación de delitos al imputado, lo cual es
impreciso si se tiene en consideración el principio de congruencia, según el cual, la
acusación no podrá referirse a hechos que no hayan sido comunicados en la formalización
de la investigación, subsistiendo la posibilidad para el Ministerio Público de efectuar una
diversa calificación jurídica de los mismos (art. 259 inciso final). Sin embargo, no será
admisible una extensión de la investigación a hechos o personas no contenidas en la

130
formalización de la investigación 10. En este orden de ideas, de lege ferenda una definición
más precisa debiese referirse a hechos, y no a delitos.
Existe un control previo a la formalización de la investigación (art. 186) según el
cual cualquier persona que se considere afectada por una investigación que no se encuentre
formalizada podrá pedir al juez de garantía que ordene al fiscal informarle acerca de los
hechos que fueren objeto de ella. Si el juez estima que el fiscal debe proceder a formalizar
la investigación, puede fijarle un plazo para ello.

i. Efectos de la formalización de la investigación.


Según el art. 229, se producen los siguientes efectos:
a) Suspende el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad a lo
dispuesto en el artículo 96 del Código Penal.
b) Comienza a correr el plazo para el cierre de la investigación previsto en el artículo
247.
c) El Ministerio Público pierde la facultad de archivar provisionalmente el
procedimiento.
Existen otros efectos que no se producen de pleno derecho, pero que se encuentran
vinculados con la formalización de la investigación en tanto esta es un requisito previo para
que el juez de garantía pueda pronunciarse sobre ciertas solicitudes, a saber:
d) Solicitud de prisión preventiva o imposición de alguna medida cautelar personales
enumeradas en el art. 155;
e) La suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios se
pueden aprobar por parte del juez de garantía, solo una vez formalizada la
investigación.
f) Una nueva formalización de la investigación por hechos distintos respecto de los
cuales se hubiere suspendido condicionalmente el procedimiento, permite la
revocación de dicha salida alternativa.
g) Se requiere haber formalizado la investigación para solicitar determinadas
diligencias de investigación o la recepción anticipada de prueba.

10
En tal caso, se habla en la práctica de una “reformalización de la investigación”, concepto
desconocido para el CPP. Tal reformalización, al no encontrarse regulada en nuestra legislación,
debe entenderse que produce los mismos efectos legales que una nueva formalización.
131
h) Constituye un presupuesto para con posterioridad formular una acusación y luego
desarrollar un juicio oral.
i) La defensa se torna esencialmente obligatoria. 11
j) Finalmente, la formalización de la investigación resulta muy importante para el
principio de congruencia 12 en el sistema procesal penal, según el cual la acusación
solo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de la
investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica (art. 259
inciso final), y por su parte, la sentencia condenatoria no podrá exceder el
contenido de la acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por hechos o
circunstancias no contenidos en ella (artículo 341 inciso 1°).

ii. Audiencia de formalización de la investigación.


El desarrollo de la audiencia de formalización de la investigación consiste en:
a) Comunicación verbal del Fiscal al imputado respecto a los cargos por los que se le
investiga.
b) Debate acerca de las peticiones que plantearen los intervinientes: por ejemplo,
medidas cautelares, salidas alternativas, establecimiento de un plazo para el cierre
de la investigación, entre otros.

g. Mecanismos de aceleración de la investigación.


El Mensaje del Código Procesal Penal señala: “El examen de los problemas del
sistema vigente, así como la experiencia comparada muestran que uno de los mayores
obstáculos al éxito de la justicia criminal lo constituye el manejo de volúmenes muy
grandes de casos, cuyos requerimientos suelen exceder con mucho las posibilidades de
respuesta de los órganos del sistema con sus siempre limitados recursos. Por otra parte, los
avances de las disciplinas penales muestran como las respuestas tradicionales del sistema,
fundamentalmente las penas privativas de libertad en el caso chileno, resultan socialmente

11
Este efecto es aportado por el profesor Sabas Chahuán, según el cual a partir de tal momento será
imprescindible que el imputado cuente con un defensor, ya sea público o particular.
12
La infracción al principio de congruencia en la sentencia definitiva podría dar lugar al recurso de
nulidad conforme a la causal específica contemplada en el art. 374 letra f).
132
inconvenientes para una multiplicidad de casos, sea porque los problemas asociados a ellas
resultan mayores que sus eventuales beneficios, o porque la rigidez en su aplicación
desplaza soluciones alternativas socialmente más productivas y más satisfactorias para los
directamente involucrados en el caso, especialmente las víctimas o los civilmente afectados
por el delito.”
En virtud de lo anterior, el sistema procesal penal cuenta con dos grandes
instituciones; por un lado, los denominados mecanismos de aceleración de la investigación;
y por el otro, las salidas alternativas. La denominación “mecanismos de aceleración de la
investigación” no se encuentra en el CPP, no obstante, en su Mensaje se encuentra
referencias explícitas a estos mecanismos bajo el nombre de procedimientos simplificados
o simplificación de procedimientos, sin embargo, deben diferenciarse del procedimiento
especial que tiene el mismo nombre.
Dicho esto, los mecanismos de aceleración de la investigación son:
I. Plazo judicial para el cierre de la investigación (art. 234): “Cuando el juez de
garantía, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes y oyendo al
ministerio público, lo considerare necesario con el fin de cautelar las
garantías de los intervinientes y siempre que las características de la
investigación lo permitieren, podrá fijar en la misma audiencia un plazo para
el cierre de la investigación, al vencimiento del cual se producirán los
efectos previstos en el artículo 247.” Téngase presente el plazo máximo
legal para el cierre de la investigación (2 años desde la formalización), el
cual puede ser reducido por el juez de garantía, constituyendo la regla
general en la práctica una investigación considerablemente menor a 2 años.
II. Juicio inmediato (art. 235): “En la audiencia de formalización de la
investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la causa pase directamente
a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el
fiscal deberá formular verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También
en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o
acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse
en el juicio. El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren
y ofrecer, a su turno, prueba. Al término de la audiencia, el juez dictará auto

133
de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la audiencia y
postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de
quince ni mayor de treinta días, dependiendo de la naturaleza del delito, para
plantear sus solicitudes de prueba. Las resoluciones que el juez dictare en
conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso
alguno.” En el juicio inmediato, el procedimiento se acota de forma
considerable en el supuesto de que, señala el Mensaje: “el fiscal haya podido
obtener la prueba necesaria en un momento muy cercano a la ocurrencia de
los hechos, por ejemplo, cuando la policía ha detenido al imputado en delito
flagrante y ha logrado identificar inmediatamente a los testigos y demás
medios de prueba. Se ha buscado en todo caso cautelar el derecho a defensa,
permitiendo al juez otorgar un plazo adicional para que el imputado ofrezca
sus pruebas.” En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal
podrá solicitar al juez que la cause pase directamente a juicio oral. No es una
salida alternativa, ya que se produce el enjuiciamiento del imputado en el
juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, cambia la naturaleza de la
audiencia de formalización de la investigación y se transforma en una
audiencia de preparación del juicio oral, por lo que en esa audiencia el fiscal
deberá formular verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la
audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal o acusar
particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el
juicio. El imputado podrá realizar las alegaciones que correspondieren y
ofrecer a su turno, prueba. Al término de la audiencia, el juez dictará auto de
apertura de juicio oral. No obstante, podrá suspender la audiencia y
postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de 15 ni
mayor de 30 días, dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus
solicitudes de prueba.
III. Plazo para formalizar la investigación (art. 186): “Cualquier persona que se
considerare afectada por una investigación que no se hubiere formalizado
judicialmente, podrá pedir al juez de garantía que le ordene al fiscal

134
informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella. También podrá el
juez fijarle un plazo para que formalice la investigación.”
IV. Procedimiento abreviado (art. 406 y siguientes): este procedimiento especial,
que será revisado en detalle más adelante tiene como presupuesto un
acuerdo entre el fiscal y el imputado respecto a los hechos contenidos en la
investigación de modo que se evita extender la investigación y permite la
dictación de una sentencia definitiva por parte del juez de garantía sin los
costos asociados a un juicio oral.

h. Salidas alternativas.
Según cierto sector de la doctrina, las salidas alternativas constituyen también
aplicaciones del principio de oportunidad genéricamente concebido, en cuanto permiten
suspender una persecución penal o hacer cesar una ya iniciada, privilegiando el acuerdo de
las partes como una vía para poner término o suspender el proceso penal, sobre aquella
consistente en la eventual aplicación de una pena.
Pueden definirse como mecanismos en los que se busca una solución al conflicto
distinta a la imposición de una pena (por ello denominadas alternativas) a través de formas
de autocomposición homologada. Dentro de ellas se comprende tradicionalmente a la
suspensión condicional del procedimiento y a los acuerdos reparatorios. Se excluye de esta
categoría al procedimiento abreviado pues en tal caso, si bien existe acuerdo entre el
imputado y el fiscal en cuanto a los hechos contenidos en la carpeta investigativa, en este
procedimiento especial igualmente se busca la imposición de una pena. Se encuentran
reguladas en el Párrafo VIII, Título I, Libro II.

A. Suspensión condicional del procedimiento (art. 237 a 240)


Es aquella salida alternativa que se concede por medio de una resolución judicial en
caso de cumplirse los requisitos previstos en la ley, previo acuerdo entre el imputado y el
Ministerio Público, mediante el cual se suspende la tramitación del procedimiento penal
durante un plazo judicial no superior a tres años, sometiéndose al imputado al
cumplimiento de una o más condiciones durante este período, las que una vez cumplidas

135
conducen a la dictación del sobreseimiento definitivo por extinción de la responsabilidad
penal.
El objetivo de esta salida alternativa, según el mensaje del CPP, consiste en: “una
anticipación del tipo de solución que la sentencia otorgará al caso cuando probablemente
resulte aplicable alguna de las medidas alternativas de la Ley 18.216. Con acuerdo del
fiscal y el imputado, el juez podrá suspender el procedimiento sujetando a este último a
ciertas formas de control de baja intensidad, por un plazo no superior a 3 años. Una de las
ventajas dice relación con la oportunidad en la dictación de esta medida pues su decisión
temprana evita los efectos estigmatizantes del procedimiento y la eventual prisión
preventiva para quien, finalmente, se hará acreedor a una medida no privativa de libertad
destinada a su reinserción social.”

a. Procedimiento.
i. Solicitud del fiscal, previo acuerdo con el imputado, para que se decrete por el juez
de garantía la suspensión condicional del procedimiento. El juez de garantía debe
velar por que el acuerdo del imputado se preste en forma libre e informada.
ii. Citación a una audiencia para pronunciarse acerca de la solicitud de suspensión
condicional del procedimiento. Puede incluso alcanzarse en una audiencia que no
haya sido citada para tal efecto.
iii. Cumplimiento de los requisitos exigidos por ley.
iv. Dictación de resolución judicial pronunciándose acerca de la solicitud, fijando las
condiciones a cumplir y el plazo en que deberán cumplirse, el cual no podrá ser
inferior a un año ni superior a tres.

b. Requisitos.
i. Que la pena que pudiere imponerse al imputado 13, en el evento de dictarse sentencia
condenatoria, no excediere de tres años de privación de libertad.

13
No se refiere a la pena asociada al delito en abstracto, cuya extensión podrá ser mayor a los tres
años de privación de libertad, sino que a la que se le aplicaría en concreto al imputado,
considerando las circunstancias modificatorias de responsabilidad que pudiesen concurrir, por
ejemplo, atenuantes.
136
ii. Que el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple
delito.
iii. Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento
al momento de verificarse los hechos que son materia del nuevo proceso.

La denominada Ley de Agenda Corta Antidelincuencia agregó la exigencia de que


en casos de delitos graves (por ejemplo, homicidio, secuestro, robo con violencia o
intimidación en las personas o fuerza en las cosas, sustracción de menores, aborto y delitos
sexuales) el fiscal de la causa deberá someter su decisión a aprobación del Fiscal Regional.

c. Condiciones.
Las condiciones pueden ser acumulativas y modificables durante el transcurso del
plazo en que deben ser cumplidas. Se encuentran enumeradas en el artículo 238, dentro de
las cuales se pueden mencionar:
i. Residir o no residir en un lugar determinado.
ii. Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas.
iii. Someterse a tratamiento médico o psicológico.
iv. Fijar domicilio e informar al Ministerio Público de cualquier cambio de este.
v. Pagar una determinada suma de dinero a título de indemnización de perjuicios a
favor de la víctima o garantizar debidamente su pago.

d. Efectos.
i. Durante el período que se prolongare, no se reanudará el curso de la prescripción de
la acción penal.
ii. Durante el período que se prolongare se suspenderá el plazo para cerrar la
investigación.
iii. La suspensión condicional del procedimiento no extingue la acción civil de la
víctima o de terceros en contra del imputado. No obstante, si alguna de las
condiciones fuere el pago de una determinada suma de dinero a la víctima, este se
imputará a la indemnización de perjuicios que pudiere corresponder.

137
iv. Transcurrido el plazo sin que la suspensión fuere revocada, se extinguirá la acción
penal, debiendo el tribunal, de oficio o a petición de parte, dictar el sobreseimiento
definitivo.

e. Revocación.
La suspensión condicional del procedimiento es revocable a petición del fiscal o de
la víctima, por los siguientes motivos:
i. Cuando el imputado incumpliere, sin justificación, grave o reiteradamente las
condiciones impuestas; o
ii. Cuando el imputado fuere objeto de una nueva formalización de la investigación por
hechos distintos.

B. Acuerdos reparatorios (art. 241 a 245)


Es aquella salida alternativa que se concede en una audiencia por medio de una
resolución judicial, si la víctima y el imputado hubieren convenido en una reparación de los
daños producidos por el delito, en los casos y con las formalidades previstas en la ley, y que
una vez que se cumplen generan la extinción de la responsabilidad penal.
La lógica que subyace a los acuerdos reparatorios consiste en la satisfacción de las
consecuencias del delito, reparando los daños generados por este, cumpliendo así uno de
los fines de la pena. La específica reparación del daño causado se determina según el
interés de la víctima, desplazando al interés público vulnerado en la comisión del delito.

a. Procedimiento y requisitos de procedencia.


1. Acuerdo entre el imputado y la víctima: la prestación se determinará según el
interés de la víctima, la cual puede consistir en dinero, pero también podría ser
diferente, como, por ejemplo, la realización de trabajos voluntarios.
2. Citación a audiencia con todos los intervinientes: la iniciativa para provocar los
acuerdos puede ser del fiscal, pero también podría ser de la defensa.

138
3. Examen de procedencia del acuerdo reparatorio en relación a los hechos
investigados: los acuerdos reparatorios solo procederán respecto de las siguientes
clases de delitos:
i. Delitos que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial.
ii. Consistieren en lesiones menos graves.
iii. Constituyeren delitos culposos.
4. Resolución judicial aprobatoria: el juez de garantía podrá negar la aprobación de los
acuerdos reparatorios en caso de que:
i. Se trate de hechos respecto de los cuales no se permita la procedencia de los
acuerdos reparatorios.
ii. Si el consentimiento no apareciere libremente prestado.
iii. Si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución
penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado
hubiere incurrido reiteradamente en hechos como los que se investigaren en el
caso particular.

b. Efectos.
1. Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el acuerdo
reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal
dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial.
2. En términos civiles, una vez ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el
acuerdo reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con
arreglo al procedimiento del art. 233 y siguientes del CPC (cumplimiento
incidental).
3. El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin efecto por ninguna acción civil.
4. En términos subjetivos, el acuerdo reparatorio alcanzado por una víctima o
imputado, en el evento de que exista pluralidad de estos, el procedimiento
continuará con respecto a quienes no hayan concurrido a este.
5. El plazo para cerrar la investigación se suspende entre que se suspende desde que se
alcanza el acuerdo reparatorio hasta que se satisfagan las prestaciones que se hayan
acordado.

139
C. Reglas comunes a las salidas alternativas.

1. Oportunidad para solicitarlas.


i. Desde la formalización de la investigación (incluyendo esta audiencia como una
eventual oportunidad) hasta la audiencia de preparación de juicio oral, inclusive.
ii. En la audiencia de procedimiento simplificado.
2. Registro: el Ministerio Público llevará un registro reservado de los acuerdos
reparatorios y suspensiones condicionales del procedimiento que se alcanzaren para
efectos de un seguimiento en su cumplimiento.

i. Cierre de la investigación (art. 247 a 258).


La conclusión de la investigación es la declaración de cierre de la investigación que
formula el fiscal, una vez practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del
hecho punible. La decisión de cierre de la investigación tiene un carácter administrativo y
no jurisdiccional de modo que contra ella no procede recurso alguno.

a) Plazo para declarar el cierre de la investigación.


El fiscal tiene un plazo legal máximo de dos años para declarar cerrada la
investigación, contados desde la fecha de la formalización de ella (art. 247), sin perjuicio de
que podría contar con un plazo judicial menor si el juez de garantía así lo hubiere resuelto.
Si el fiscal no declarare voluntariamente el cierre de la investigación, el querellante
o la defensa podrán solicitar al juez de garantía que cite a una audiencia de apercibimiento
al cierre de la investigación. En tal audiencia, el fiscal podrá:
i. Solicitar que se amplíe el plazo judicial, en la medida que con ello no se
supere el plazo legal máximo de dos años;
ii. oponerse al cierre o no asistir a la audiencia, caso en el que el juez de
garantía deberá dictar el sobreseimiento de la causa; o
iii. allanarse al cierre de la investigación, caso en el cual se abre un plazo de 10
días para que el fiscal adopte una de tres actitudes:
a. Comunicar la decisión de no perseverar;
b. solicitar el sobreseimiento temporal o definitivo de la causa; o

140
c. formular acusación.

b) Reapertura de la investigación.
Dentro de los diez días subsiguientes al cierre de la investigación, los intervinientes
podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente
hubieren formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado
o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.
El juez de garantía resolverá en tal caso:
i. Acoger la solicitud de reapertura de la investigación, fijando para ello un plazo;
ii. rechazar la solicitud de reapertura de la investigación, por alguna de las siguientes
razones:
a. Diligencias que en su oportunidad se hubieren ordenado a petición de los
intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho imputable
a los mismos.
b. Diligencias que fueren manifiestamente impertinentes.
c. Diligencias que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios.
d. En general, todas aquellas diligencias que hubieren sido solicitadas con fines
puramente dilatorios.

j. Actitudes que puede asumir el fiscal luego de declarado el cierre de la investigación:

I. Solicitar el sobreseimiento (art 247 a 258).


El sobreseimiento es un acto jurídico procesal del tribunal que pone término
(sobreseimiento definitivo) o suspende (sobreseimiento temporal), total o parcialmente, el
procedimiento penal en los casos y con los requisitos que establece la ley. Se trata de una
resolución judicial que en tal medida debe ser dictada por el tribunal sin bastar para su
dictación la solicitud que al respecto pueda realizar el Ministerio Público.
La víctima se encuentra expresamente legitimada para impugnar el sobreseimiento,
aun cuando no hubiere intervenido en el procedimiento, pudiendo también hacerlo el
querellante. Por otra parte, el Ministerio Público se encuentra legitimado para impugnar el

141
sobreseimiento que se hubiere decretado contra su opinión, puesto que en tal caso sería una
parte agraviada con esa resolución.

1. Tipos de sobreseimiento.
i. Según los delitos e imputados a los que se extiende.
1. Total: es aquel que se refiere a todos los imputados y a todos los delitos
respecto de los cuales se hubiere formalizado la investigación.
2. Parcial: es aquel que se refiere solo a algunos de los imputados o delitos
respecto de los cuales se hubiere formalizado la investigación. En tal caso,
respecto de aquellos delitos o imputados que no se hubiere resuelto el
sobreseimiento, el procedimiento seguirá según las reglas generales.
ii. En cuanto a sus efectos.
1. Sobreseimiento definitivo: es aquel que pone término al proceso penal y
equivale a una sentencia penal absolutoria.
2. Sobreseimiento temporal: es aquel que suspende el procedimiento, el cual
podrá reanudarse posteriormente.
En ambos, casos el tribunal debe poner término a la prisión preventiva, aunque
la resolución que ordene el sobreseimiento no se encuentre ejecutoriada.

2. Oportunidad para decretar el sobreseimiento.


Se puede dictar en cualquier estado del proceso una vez que concurra una causa
legal y se encuentre completamente acreditada, luego de formalizada la investigación y solo
respecto de los delitos e imputados contemplados en ella. Sin perjuicio de lo anterior, el
legislador puede establecer reglas especiales para determinar específicamente una
oportunidad procesal determinada para su dictación.

3. Sobreseimiento definitivo.
Es aquella resolución que pone término al proceso y equivale a una sentencia penal
absolutoria. Si el sobreseimiento es total y definitivo, tiene autoridad de cosa juzgada (art.
251). Si fuese definitivo y parcial, produce idénticos efectos respecto de aquellos a quienes
afecta.

142
a. Naturaleza jurídica.
Según la clasificación que formula el art. 158 del CPC, el sobreseimiento definitivo
resulta difícil de calificar. De todos modos, los inconvenientes que esto puede producir se
encuentran minimizados en tanto se establece la procedencia del recurso de apelación en su
contra por expreso mandato legal. Al respecto, se han planteado dos posiciones con
bastante sustento.
Desde un punto de vista, podría considerarse como una sentencia interlocutoria de
primer grado porque podría resolver sobre un incidente estableciendo derechos
permanentes para las partes. Abonan a esta postura las circunstancias de que no requiere las
exigencias propias de una sentencia definitiva, pero que efectivamente establece derechos
permanentes para las partes.
Desde otro punto de vista, el cual ha sido la posición mayoritaria de la
jurisprudencia, podría considerarse una sentencia definitiva, por cuanto se pronuncia, no
siempre sobre un incidente, sino que más bien sobre el conflicto penal mismo, poniendo fin
a la instancia de forma total o parcial según sea su carácter. Como argumento a esta
posición se encuentra el hecho de que, si bien no requiere cumplir con los requisitos del
artículo 342 en relación a la sentencia definitiva, de todos modos, debe ser una resolución
fundada conforme al art 36.

b. Causales (art. 250).


1. Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito;
2. cuando apareciere claramente establecida la inocencia del imputado;
3. cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal;
4. cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos
de los motivos establecidos por la ley.
5. cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha
responsabilidad.
6. cuando el hecho de que se trata hubiere sido materia de un procedimiento penal
en el que hubiere recaído sentencia firme respecto del imputado.
El juez no podrá dictar el sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que,
conforme a los tratados internacionales ratificados por Chile, y que se encuentren

143
vigentes, sean imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en los casos
del 1° y 2° del artículo 93 del Código Penal.

4. Sobreseimiento temporal.
Es aquella resolución judicial que suspende el procedimiento penal hasta que cese la
causa que haya detenido la prosecución del juicio.

1. Naturaleza jurídica.
Al igual que el sobreseimiento definitivo, resulta controversial la categorización del
sobreseimiento temporal en alguna de las resoluciones que distingue el art. 158 del CPC.
Así, se ha planteado que podría tratarse de un auto, en tanto se pronuncia sobre un incidente
sin establecer derechos permanentes para las partes. Sin embargo, otros han entendido que
se trata de una sentencia interlocutoria de primer grado en tanto resuelve un incidente
estableciendo derechos permanentes para las partes, consistentes en que el proceso penal
solo podría ser reabierto en la medida que se superen los inconvenientes legales que
motivaron que sea decretado.
No obstante la discusión, debe tenerse presente que se trata de una resolución que
produce cosa juzgada provisional, mas no sustancial; y que respecto de ella procede el
recurso de apelación por mandato legal expreso.

2. Causales (art. 252).


1. Cuando para el juzgamiento criminal se requiera la resolución previa de una
cuestión civil, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171.
2. Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde.
3. Cuando, después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación
mental.

II. Decisión del Ministerio Público de no perseverar en el procedimiento


Una de las actitudes que puede asumir el fiscal dentro de los 10 días siguientes de
cerrada la investigación consiste en comunicar la decisión del Ministerio Público de no

144
perseverar en el procedimiento, por no haberse reunido durante la investigación los
antecedentes suficientes para fundar una acusación (art. 248 letra c).
El Ministerio Público realiza un juicio jurídico y no extrajurídico (como en el caso
del principio de oportunidad), en base dos elementos:
i. Insuficiencia técnica de los medios probatorios y antecedentes recabados para
sustentar la acción penal.
ii. Insuficiencia técnica de la eventual acusación para superar el alto estándar
probatorio del procedimiento penal.
De esta forma lo ha justificado el TC, ya que se ha tratado de declarar
inconstitucional por sucesivas inaplicabilidades, cuyo fundamento es la denegación de
justicia.
Dado que tiene una naturaleza administrativa, en tanto emana directamente del
Ministerio Público, no procede en su contra recursos jurisdiccionales, sin perjuicio de la
impugnación que de tal decisión podría realizar el querellante ante las autoridades del
Ministerio Público en conformidad al art. 258.
Una vez que el Ministerio Público comunica esta decisión en audiencia, no
existiendo discrepancia con el querellante, el juez de garantía debe dictar una resolución, en
la cual deje constancia que se han producido los siguientes efectos:
a. Queda sin efecto la formalización de la investigación.
b. Se revocan las medidas cautelares que se hubieren decretado.
c. La prescripción de la acción penal continuará corriendo como si nunca se
hubiere interrumpido.

III. Acusación fiscal (art 259).


La acusación fiscal es el escrito que debe presentar oportunamente el fiscal ante el
juez de garantía, señalando claramente los delitos y la participación que se atribuye al
acusado por los cuales solicita la aplicación de una pena determinada, determinando en
forma clara y precisa los medios de prueba que hará valer en el juicio oral.

a. Contenido de la acusación fiscal (art 259): La acusación fiscal será formulada por
escrito y deberá contener en forma clara y precisa:

145
a) “La individualización de el o los acusados y de su defensor.
b) La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica.
c) La relación de las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal que
concurrieren, aun subsidiariamente de la petición principal.
d) La participación que se le atribuye al acusado.
e) La expresión de los preceptos legales aplicables.
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público pensare valerse
en juicio.
g) La pena cuya aplicación se solicitare.
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.
Si, de conformidad a lo establecido en la letra f) de este artículo, el fiscal ofreciere
rendir prueba de testigos, deberá presentar una lista, individualizándolos con nombre,
apellidos, profesión y domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el inciso
segundo del artículo 307, y señalando, además, los puntos sobre los que habrán de
recaer sus declaraciones. En el mismo escrito deberá individualizar, de igual modo, al
perito o los peritos cuya comparecencia solicitare, indicando sus títulos o calidades.
La acusación solo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de
la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.”

Al respecto se ha señalado que la acusación está limitada por la formalización de la


investigación en tanto no se puede acusar por hechos que no fueron objeto de la
formalización de la investigación, así como tampoco extenderse a personas respecto de las
cuales la investigación no se formalizó. Lo anterior, es manifestación del principio de
congruencia procesal, el cual vela por una identidad respecto de los hechos contenidos en la
formalización de la investigación, acusación y posterior sentencia.

b. Forzamiento de la acusación (art. 258).


Consiste en la posibilidad de que dispone el querellante, previa autorización del juez
de garantía, de sostener por sí mismo la acusación en los eventos de que el Ministerio
Público no la ejerciere, por haber solicitado sobreseimiento o comunicado su decisión de no
perseverar en el procedimiento.

146
Esta institución busca potenciar la intervención del ofendido por el delito que se
constituye en querellante en el caso de que discrepe respecto de la decisión tomada por el
Ministerio Público en la persecución penal. En tal sentido, se trata de una figura híbrida en
cuanto se pondera el interés particular en la persecución del delito, propio de un sistema
acusatorio; con el interés público de la pretensión punitiva ejercido por un ente estatal más
cercano a un sistema inquisitivo, en el cual, según ya se vio, el Estado suplanta de forma
absoluta la acción penal de la víctima.
En el caso de que efectivamente opere el forzamiento de la acusación, es posible
reconocer un claro ejemplo de sustitución procesal
• Procedimiento.
1. El supuesto en el que se encuadra esta institución es la solicitud del sobreseimiento
definitivo o la comunicación de la decisión de no perseverar por parte del Ministerio
Público.
2. Luego, el querellante debe manifestar su oposición a tal decisión, y solicitar al juez
de garantía que le autorice a sostener por sí mismo la acusación.
3. El juez de garantía debe remitir los antecedentes al fiscal regional, para que este,
dentro de 3 días decida:
i. Decidir que el Ministerio Público formulará acusación, señalando si la
sostendrá el mismo fiscal o designará a otro para tal fin. En este caso no habrá
forzamiento de la acusación.
ii. Ratificar la decisión del fiscal. En este caso, el juez podrá disponer que la
acusación sea formulada por el querellante, quien la habrá de sostener en los
mismos términos que el Código lo establece para la acusación fiscal.

c. Resolución que recae sobre la acusación.


Una vez recibida la acusación fiscal por el juez de garantía, este debe dictar, dentro
de las 24 horas siguientes, una resolución en la cual ordene notificar a todos los
intervinientes de la acusación y de la resolución que recae sobre ella, citándolos a la
audiencia de preparación de juicio oral, la cual deberá tener lugar entre los 25 y 35 días
siguientes a la notificación de esta resolución.

147
E. FASE INTERMEDIA DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO (art. 259 a 280).
Es aquella fase que se verifica en caso de que exista acusación y la cual tiene como
finalidades:
1. Determinar el objeto de la litis, mediante la acusación fiscal, adhesión a la
acusación o acusación particular del querellante, demanda civil de la víctima en
contra del imputado y las defensas que ante ellas deseare en esta etapa formular el
imputado.
2. Depurar el procedimiento obligando a que se hagan valer y se resuelvan todos los
vicios procesales que pudieren afectarlo antes de su paso a la etapa de juicio oral.
3. Probatorias, consistentes en determinar el objeto de la prueba en el juicio oral y los
medios de prueba que podrán ser usados en el mismo, establecer los hechos que
deberán darse por probados en el juicio oral mediante las convenciones probatorias;
y determinar los medios de prueba que no podrán ser utilizados por referirse a
hechos impertinentes, nulos, ilícitamente obtenido o ser reiterativos.
4. Búsqueda de consensos o “justicia consensuada” mediante salidas alternativas,
respecto de la pretensión penal; la conciliación respecto de la pretensión civil; y
según sea el caso, la aplicación del procedimiento abreviado.
5. Puede dividirse en 3 subetapas: al interior de la etapa intermedia pueden
distinguirse tres subetapas:
i. Una etapa escrita: se encuentra conformada por la acusación fiscal, adhesión
a ella, acusación particular, demanda civil y eventuales escritos de
excepciones de previo y especial pronunciamiento y de defensa del
imputado.
ii. Audiencia de Preparación de Juicio Oral: busca fijar o depurar la litis, instar
por la conciliación acerca de acuerdos reparatorios, determinar la prueba a
rendir, entre otros.
iii. Auto de apertura de juicio oral: es la resolución más relevante de esta etapa,
por cuanto es la que da paso a la fase de juicio oral, determinando cual será
el objeto preciso de este.

148
A. Actitudes que puede asumir el querellante (art. 261).
Luego de habérsele notificado la resolución que rece sobre la acusación y hasta 15
días antes de la audiencia de preparación de juicio oral, el querellante podrá por escrito,
asumir alguna de las siguientes actitudes:
a) Adherirse a la acusación fiscal: mediante un escrito, el querellante manifiesta su
conformidad plena con la acusación fiscal. No obstante, el querellante puede
solicitar la corrección de vicios formales de que adoleciere la acusación fiscal.
b) Formular acusación particular 14: en este caso, el querellante podrá plantear una
distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de participación, solicitar
otra pena o ampliar la acusación fiscal, extendiéndola a hechos o imputados
distintos, siempre que respecto de estos se hubiere formalizado la investigación. La
acusación particular debe cumplir con los mismos requisitos que la ley exige para la
acusación fiscal. En este caso también el querellante puede solicitar la corrección de
vicios formales de que adolezca la acusación fiscal.
c) Deducir demanda civil: si el querellante es la víctima y ha experimentado perjuicios
con la comisión del delito, puede deducir demanda civil contra el imputado. Debe
interponerse por escrito y cumpliendo con los requisitos exigidos por el art. 254 del
CPC, conjuntamente con el escrito de acusación fiscal o particular, indicando los
medios de prueba de los que se pretender valer y la solicitud de mantención de las
medidas cautelares reales que se hubieren otorgado durante el curso de la
investigación.
d) No comparecer: el tribunal, de oficio o a petición de parte declarará abandonada la
querella. Además, de no ejercer la demanda civil, se considerará como no
interrumpida la prescripción de la acción civil que se hubiere producido con motivo
de la preparación de la demanda civil.

14
Es importante no confundir la acusación particular con la querella. Recuérdese que esta última
pretende adquirir la calidad de querellante en el proceso y solicitar diligencias de investigación; en
la segunda se solicita una pena por la imputación de determinado delito.

149
B. Actitudes que puede asumir la víctima luego de notificada la acusación fiscal.
La víctima que no se haya constituido en querellante solo podrá deducir demanda
civil hasta 15 días antes de la fecha de la audiencia de preparación de juicio oral.

C. Notificación al acusado (art. 262).


Las actuaciones del querellante y la víctima que se realicen antes de la realización
de la audiencia de preparación de juicio oral, es decir, la acusación particular, adhesión a la
acusación fiscal y la demanda civil deberán ser notificadas al acusado por cédula, a más
tardar, diez días antes de la audiencia de preparación de juicio oral.

D. Facultades del acusado (art. 263).


Desde la notificación de la acusación, y hasta la víspera del inicio de la audiencia de
preparación de juicio oral en forma escrita, o incluso en forma oral al inicio de la audiencia,
el acusado podrá:
a) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su
corrección;
b) Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento, las cuales son (art.
264):
a. Incompetencia del juez de garantía.
b. Litis pendencia.
c. Cosa juzgada.
d. Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o
la ley lo exigieren.
e. Extinción de la responsabilidad penal
Si la defensa no ejerciere como excepciones de previo y especial
pronunciamiento las excepciones de cosa juzgada o extinción de la
responsabilidad penal, ellas podrán ser ejercidas en el juicio oral (art. 265).

150
c) Exponer argumentos de defensa 15 que estime pertinentes y señalar los medios de
prueba cuyo examen en el juicio oral solicitare, en los términos previstos en el art.
259.
d) Señalar los vicios formales que adolece la demanda civil, oponer las excepciones o
contestar la demanda civil.
e) Señalar los medios de prueba cuyo examen solicitare en el juicio oral, cumpliendo
los mismos requisitos que se establecen en el art. 259 respecto de la acusación
fiscal.

E. Etapa oral: Audiencia de Preparación del Juicio Oral.


Esta audiencia está encargada al juzgado de garantía y en ella se deben observar los
siguientes principios:
1. Oralidad: se desarrollará oralmente y no se permitirá la presentación de escritos.
2. Inmediación: el juez de garantía debe presenciarla íntegramente.
3. Continuidad y concentración: idealmente debe desarrollarse sin interrupciones.
4. Presencia de los intervinientes: debe verificarse necesariamente la presencia del
imputado, defensa y Ministerio Público para que la audiencia comience. La
ausencia del querellante o del actor civil producirá el abandono de la querella o de
la acción civil. La presencia de la víctima no es indispensable.

a. Desarrollo de la audiencia de preparación de juicio oral.


El orden en que se desarrolla debe ser decidido por el juez dentro de un orden legal
establecido, procurando la mayor eficacia en el desarrollo de la audiencia. Tendrán lugar en
esta audiencia las siguientes actuaciones:
1. Exposición de presentaciones escritas: el juez de garantía hará una exposición
sintética de todas las presentaciones escritas.
2. Eventual defensa oral del imputado.
3. Explorar la posibilidad de lograr salidas alternativas o proceder conforme al
procedimiento abreviado.

15
Nótese que se trata solo de una posibilidad para la defensa, desaconsejable desde un punto de
vista estratégico. En general, se reservan tales argumentos para los alegatos de apertura y clausura.
151
4. Corrección de los vicios formales de los escritos que se hubieren presentado:
cuando el juez estimare que deben corregirse vicios formales en los escritos,
ordenará que sean estos subsanados, en lo posible, durante la misma audiencia. De
lo contrario, ordenará la suspensión de esta por el menor plazo posible no pudiendo
ser este superior a 5 días. Transcurrido este plazo sin que la acusación del
querellante o la demanda civil fueren corregidas, se tendrán por no presentadas.
En el caso de que se trate de la acusación fiscal, la situación es diferente, pues si no
fuere corregida dentro de estos 5 días, el juez otorgará otro plazo adicional de 5
días, informando de ello al fiscal regional. Si no se subsanaren en tal oportunidad
los vicios, el juez procederá a:
i. Decretar el sobreseimiento definitivo de la causa, si no existiere querellante
que se hubiere adherido a la acusación fiscal o hubiere deducido acusación
particular.
ii. Decretar que el procedimiento seguirá solo con el querellante que se hubiere
adherido a la acusación fiscal o hubiere deducido acusación particular, sin
que el Ministerio Público pueda volver a intervenir en el procedimiento
penal.
5. Resolución acerca de las excepciones de previo y especial pronunciamiento de
la acusación y las excepciones a la demanda civil. Estas excepciones pueden tener
distintas oportunidades de resolución:
i. El juez resolverá de inmediato acerca de la incompetencia, litis pendencia y
falta de autorización para proceder criminalmente. Si el juez acogiere alguna
de ellas, terminará la audiencia. Tal resolución será apelable.
ii. En el caso de las excepciones de cosa juzgada y extinción de la
responsabilidad penal, el juez puede:
a. Acoger una o más de las que se hubieren deducido y decretar el
sobreseimiento definitivo.
b. Dejar la resolución de la cuestión planteada para la audiencia de juicio
oral si el fundamento de la decisión no se encontrare suficientemente
justificado en los antecedentes de la investigación.

152
6. Convenciones probatorias (art. 275): las convenciones probatorias son los
acuerdos a que llegan los intervinientes durante la audiencia de preparación de
juicio oral, con la finalidad de que el juez de garantía pueda dar por establecidos
determinados hechos en el auto de apertura del juicio oral, los que no podrán ser
discutidos y a los cuales deberá estarse durante el juicio oral. El acuerdo versará
sobre hechos que los intervinientes darán por establecidos, pero en cuanto a la
calificación jurídica que estos le den, su apreciación no es vinculante para el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.
7. Debate acerca de las pruebas ofrecidas por los intervinientes (art. 272 y 276): el
debate versa, en lo fundamental, sobre la exclusión de ciertas pruebas para que no
sean admitidas en el juicio oral. En nuestro sistema existe la exclusión de prueba
por las siguientes razones:
a. Exclusión de prueba manifiestamente impertinente: el art. 295 establece que
el objeto de la prueba en el juicio oral será “todos los hechos y
circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a
enjuiciamiento”, debiendo considerarse impertinente todas aquellas que no
versa sobre hechos contenido en la acusación, que no sea necesaria para la
defensa del acusado o para ponderar la eficacia de las pruebas que se
hubieren rendido dentro del juicio oral (art. 276).
b. Exclusión de prueba sobre hechos públicos y notorios: se trata de hechos
cuyo conocimiento forma parte de la cultura normal propia de un
determinado círculo social en el tiempo en que se produce la decisión.
c. Exclusión de prueba superabundante, excesiva y dilatoria, también llamada
prueba inútil: la inutilidad de un medio probatorio puede obedecer a dos
razones:
i. Cuando el medio probatorio no es adecuado para verificar mediante
el las afirmaciones de hecho que pretenden ser probadas por quien lo
invoca. El medio es inútil en atención al específico fin que se
propone (por ejemplo, la prueba de la irreprochable conducta anterior
de una persona mediante prueba de testigos).

153
ii. Cuando el medio de prueba es superfluo, bien porque se han
propuesto dos medios de prueba con idéntico fin (por ejemplo,
piénsese en el caso de dos informes de peritos para acreditar la hora
de muerte de una persona), bien porque el medio de prueba ya se
había practicado antes (típicamente, en el caso de la prueba
anticipada).
d. Pruebas que provengan de actuaciones o diligencias que hubieren sido
declaradas nulas: se trata de la nulidad que se puede declarar por infracción
a normas meramente procedimentales, como la prueba anticipada que se
hubiere declarado nula por no haberse notificado al defensor durante la etapa
de investigación.
e. Pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales (art 276 inc. 3°): el juez de garantía podrá excluir la prueba
que provenga de este tipo de actuaciones, por ejemplo, una declaración
obtenida bajo tortura 16.
8. Pruebas ofrecidas por las partes y que son admitidas para el juicio oral. Las
que no fueron excluidas, serán admitidas en el auto de apertura para rendirse en el
juicio oral.

16
Sin embargo, el problema se presenta en relación con la prueba derivada o indirecta en relación a
la inobservancia de garantías fundamentales. Por ejemplo, una interceptación telefónica que no
cuenta con autorización resulta ilícita, pero es discutible el caso en que aparezca en tal
interceptación un testigo. La declaración de este testigo puede considerarse prueba indirecta o
derivada.
Al respecto, se plantea la teoría de los frutos del árbol envenenado, según la cual: si el origen de
dicha prueba es ilícito, todo lo obtenido a través de ella también lo será. Sin embargo, se han
esgrimido en doctrina ciertos criterios que harían admisible la prueba obtenida de una actuación
ilícita en los siguientes casos:
a. La doctrina de la fuente independiente: si se logra a arribar a la prueba indirecta mediante
otras vías distintas a la fuente viciada, se purgaría el vicio de la prueba derivada.
b. La doctrina del descubrimiento inevitable: se trata del caso en que se estima por los jueces que
más allá de la prueba viciada, las diligencias de investigación de todas maneras iban
encaminadas a obtener dicha evidencia.

154
9. Conciliación sobre la responsabilidad civil (art. 273): El juez deberá llamar al
querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que hubieren
deducido el primero y proponerles bases de arreglo. Regirán a este respecto los
artículos 263 y 267 del Código de Procedimiento Civil. Si no se produjere
conciliación, el juez resolverá en la misma audiencia las solicitudes de medidas
cautelares reales que la víctima hubiere formulado al deducir su demanda civil.
10. Prueba anticipada (art. 280): los intervinientes podrán solicitar que se ordene la
rendición de prueba testimonial o pericial anticipada cuando fuere previsible que la
persona de cuya declaración se tratare se encontrará en la imposibilidad de concurrir
al juicio oral por alguna de las razones señaladas en el art. 191.
11. Unión o separación de acusaciones (art 274): por razones fundadas, el juez de
garantía podrá disponer que se agrupen o separen acusaciones, velando siempre por
no vulnerar el derecho a defensa ni la pronunciación de decisiones contradictorias.

F. Auto de Apertura del Juicio Oral (art. 277).

a. Contenido
Al término de la audiencia de preparación de juicio oral, el juez debe dictar
oralmente el auto de apertura del juicio oral, el cual deberá remitir al tribunal de juicio oral
en lo penal que sea competente. Art 277.- “Auto de apertura del juicio oral. Al término de
la audiencia, el juez de garantía dictará el auto de apertura del juicio oral. Esta resolución
deberá indicar:
a. El tribunal competente para conocer el juicio oral.
b. La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales
que se hubiere hecho de ellas.
c. La demanda civil.
d. Los hechos que se dieron por acreditas a través de las convenciones probatorias.
e. Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a lo previsto en el
artículo anterior.

155
f. La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia de juicio oral,
con mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de
traslado, habitación y los montos respectivos.”
Además, podrá indicar:
i. La decisión del juez de dejar la resolución de las excepciones de previo y
especial pronunciamiento de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad
penal para el juicio oral.
ii. La mención que pone a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal a
las personas sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares
personales, debiendo dejarse siempre constancia de la época que el acusado
estuvo privado de libertad, ya sea por prisión preventiva o por detención,
para efectos de la determinación de imputación de ella a la condena que se
imponga.

b. Impugnación del auto de apertura.


En contra del auto de apertura procede de forma excepcional y por mandato legal el
recurso de apelación, en ambos efectos, pero de forma excepcional, en tanto solo puede
interponerlo el Ministerio Público (art. 279 inciso final). A partir de la lectura de tal
disposición, se ha entendido que debe reunir dos requisitos copulativos:
1. Lo interpusiere el Ministerio Público; y
2. el motivo de la apelación fuere solamente la exclusión de pruebas decretada
por el juez de garantía por provenir de actuaciones o diligencias que
hubieren sido declaradas nulas y haber sido obtenidas con inobservancia de
garantías fundamentales.
Lo anterior, podría interpretarse como una vulneración al derecho de igualdad que
tienen los intervinientes en el proceso penal en tanto solo se le concede la facultad de
recurrir esta resolución al ente persecutor. Al respecto, se ha argumentado que tal situación
se debe a la mayor probabilidad de que las pruebas ilícitas hayan sido obtenidas por el
Ministerio Público, y por la relevancia que podría tener para este su exclusión. Sin
embargo, el argumento no es concluyente en tanto igualmente es posible que a la defensa se
le excluya prueba por inobservancia de garantías fundamentales y la relevancia que tendría

156
para esta parte podría ser capital. A mayor abundamiento, se trata de un asunto que fue
discutido en la discusión parlamentaria e incluso el Tribunal Constitucional 17 declaró
inaplicable tal norma en tanto estimó que vulneraba el derecho al debido proceso y la
igualdad ante la ley.

c. Solicitud de sobreseimiento definitivo (art 277 inc. final)


En el evento de excluirse pruebas para el Ministerio Público, y en el caso de que se
encuentre firme tal resolución, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo de la
causa, en una audiencia especial fijada para tal efecto.

d. Cuestiones previas al juicio oral.


El juzgado de garantía, dentro del plazo de 48 horas desde que el auto de apertura
queda firme, pone a disposición del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal el auto de apertura
y eventualmente a los imputados que estuvieren en prisión preventiva.
Luego, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal competente fijará fecha para el juicio
oral entre los próximos 15 a 60 días de recibido el auto de apertura de juicio oral.
F. JUICIO ORAL (art 281 a 351).
En esta etapa se resuelve de modo definitivo el conflicto penal, configurado por el
ejercicio de la pretensión punitiva estatal versus el derecho a la libertad del acusado,
amparado por la presunción de inocencia. Las dos etapas anteriores, de investigación y
preparación de juicio oral tienen un carácter preparatorio para la realización del juicio oral.

a. Principios del juicio oral.


A partir de ciertas disposiciones del Código y la regulación del juicio oral es posible
extraer diversos principios que informan el juicio oral, entre los cuales se puede destacar:
1. Bilateralidad de la audiencia o contradicción: en primer lugar, este principio se
manifiesta en tanto se exige de forma ininterrumpida y obligatoria por regla general,
la presencia física por parte de quienes son esenciales para el ejercicio de la función
de juzgar, postular el ejercicio de la pretensión punitiva y ejercer la defensa. En

17
Causa Rol N° 1.535-09, sentencia librada el 28 de enero de 2010.
157
segundo lugar, se otorga a todos los intervinientes los mismos derechos para
elaborar sus alegatos, presentaciones y control de la prueba hecha valer en juicio.
2. Dispositivo y presentación de partes: por una parte, el principio dispositivo recibe
plena aplicación en tanto la pretensión punitiva debe ser sostenida siempre por el
Ministerio Público o querellante y en ningún caso podrá participar de ella el tribunal
de juicio oral en lo penal. Misma consideración rige respecto al rol de ejercer los
derechos del imputado radicados exclusivamente en la defensa. Por otra parte, el
principio de aportación de parte recibe aplicación en tanto corresponde
exclusivamente al Ministerio Público, al querellante, actor civil y acusado ofrecer la
prueba que se va a rendir dentro del juicio oral, determinar el orden que estimen
conveniente en que se rendirá y desarrollar los respectivos interrogatorios y
contrainterrogatorios.
3. Oralidad: por regla general, todos los planteamientos, pruebas y decisiones deberán
hacerse en forma verbal, con la sola excepción de la sentencia definitiva que es
escrita, sin perjuicio de darse a conocer a las partes mediante su lectura en una
audiencia.
La incorporación de documentos, objetos y otros medios de prueba se realizará
mediante su lectura y exhibición en conformidad a lo establecido en el art. 333:
“Los documentos serán leídos y exhibidos en el debate, con indicación de su origen.
Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán ser
examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales,
computacionales o cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se
reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción por los
asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o
reproducción parcial o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello
pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos
medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus
declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.”
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito
durante la audiencia de juicio oral. Las declaraciones de los testigos y peritos no
pueden ser practicada mediante lectura de registros en que consten anteriores

158
declaraciones o documentos en que ellas se contuvieren. Se establece la prohibición
de incorporar o invocar como medios de prueba ni de dar lectura durante el juicio
oral a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o
actuaciones realizadas por la policía o el Ministerio Público (art. 334).
Sin perjuicio de lo anterior, hay excepciones al principio de oralidad, permitiéndose
en las siguientes situaciones:
i. Prueba anticipada: Declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido
o caído en incapacidad física o mental, o estuvieren ausentes del país o cuya
residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio conforme a lo establecido en los art. 191, 192
y 280.
ii. Cuando constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren
en incorporar, con aquiescencia del tribunal.
iii. Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos, coimputados rebeldes,
fuere imputable al acusado.
iv. Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes,
presentadas ante el juzgado de garantía.
v. Lectura para ayuda memoria (art. 332): después de que un testigo o el
acusado hubieren prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio
parte o partes de sus declaraciones anteriores prestadas ante el fiscal, el
abogado asistente del fiscal o el juez de garantía, cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, parar demostrar o
superar contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes.
vi. Podrán declarar por escrito o por medio de intérpretes quienes no pudieren
hablar o no supieren hacerlo en idioma castellano.
4. Inmediación: en virtud del principio de inmediación, los miembros del tribunal
deben tener una presencia ininterrumpida durante toda la audiencia de juicio oral,
sin que puedan tomar parte en la dictación de la sentencia quien o quienes no
hubieren estado presentes durante la totalidad de la audiencia, puesto que en tal caso
se generará un motivo absoluto de nulidad, según lo previsto en la letra b del art.
374.

159
5. Continuidad y concentración: dado que se exige la presencia ininterrumpida
durante el juicio oral, no solo de los jueces, sino que, de todos los intervinientes, es
necesario que en lo posible este se desarrolle de forma continua y velando por la
mayor eficacia, brevedad y precisión posible para ello. La continuidad y
concentración se relacionan con la inmediación y oralidad, que son los que permiten
la valoración de la prueba conforme a la sana crítica, al tener que mediar el menor
tiempo posible entre la rendición de la prueba y su ponderación por parte del
tribunal.
La continuidad se manifiesta de forma patente en las limitaciones a la posibilidad de
suspender el juicio oral:

Art. 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá


suspender la audiencia hasta por dos veces solamente por razones de absoluta
necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta
ese momento.

El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo,
el juicio seguirá adelante cuando la declaración de rebeldía se produjere respecto del
imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en el
juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta
indispensable para la prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la
sentencia.

La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período


que excediere de diez días impedirá su continuación. En tal caso, el tribunal deberá
decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.

Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará


verbalmente la fecha y hora de su continuación, lo que se tendrá como suficiente
citación.”

160
6. Publicidad: la regla general es que la audiencia del juicio oral sea pública,
entendiéndose con ello que tiene acceso a la sala donde ésta se desarrolla, no solo
los intervinientes, sino que también el público en general.

b. Prueba en el juicio oral.

i. Concepto de prueba en el proceso penal.


Es el conjunto de actos procesales que se realizan en el juicio oral, para los efectos
de permitir al tribunal alcanzar su convicción fundada y más allá de toda duda razonable,
acerca de la verdad en torno a la existencia de los hechos afirmados por las partes que
permiten determinar el delito y la participación de un imputado en la sentencia definitiva e
imponer, consiguientemente, la pena determinada por ley.

ii. La fase de investigación no constituye prueba.


Entre diligencias de investigación y la actividad probatoria existe una diferencia
estructural, pues los actos de prueba presuponen la realización de las afirmaciones de
hechos que constituyen su objeto, afirmaciones que las partes realizan en sus escritos de
conclusiones provisionales. Por su parte, los actos de investigación se realizan con
anterioridad a la formulación de tales observaciones y su finalidad es aportar aquellos
elementos necesarios para la realización de estas.

iii. Objeto de prueba en el proceso penal.


En el proceso penal rige plenamente el principio de presentación por las partes,
puesto que la prueba se va a rendir solo cuando las partes la hayan ofrecido oportunamente
y de la cual se dejará constancia en el auto de apertura del juicio oral.
Por su parte, el art. 295 establece claramente el objeto de la prueba en el juicio oral
determinado por “todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución
del caso sometido a enjuiciamiento”. En tal sentido, deben considerarse como pertinentes
toda prueba que verse sobre los hechos contenidos en la acusación y/o que sean necesarios
para la defensa del acusado.

161
iv. Limitaciones a la prueba en el proceso penal.
Son todos aquellos casos que dentro de un sistema probatorio significan un
impedimento para la utilización de un medio de prueba destinado a acreditar una
circunstancia dentro de un proceso.
En el proceso penal, las principales limitaciones a la rendición de prueba en el juicio
oral están constituidas por aquellas causales que permiten debatir sobre la exclusión de
prueba en la Audiencia de Preparación del Juicio Oral, junto a algunas otras. Al Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal le está vedada la posibilidad de excluir pruebas, solamente podrá
valorarlas de forma negativa si así lo estima conforme a su criterio.
Dicho lo anterior, podemos señalar como limitaciones a la prueba:
1. Pruebas obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales,
denominada prueba ilícita.
2. Prueba proveniente de diligencias declaradas nulas, denominada prueba
nula.
3. La prohibición de lectura de registros de actuaciones del Ministerio Público,
ni de las Policías.
4. Impedimento de lectura de la declaración prestada con anterioridad al juicio
oral por el testigo o perito, salvo la excepción de lectura para apoyo de
memoria.

v. Carga de la prueba.
En el proceso penal, a diferencia del civil, no hay distribución de la carga de la
prueba, ya que, sobre el imputado no recae ninguna carga de probar su inocencia, sino que,
por el contrario, ella recae exclusivamente sobre la acusación. Por consiguiente, si no se
logran probar los cargos, la presunción de inocencia se mantiene y se debe declarar la
absolución del imputado. En tal sentido, es posible que la defensa se presente sin prueba
alguna a un juicio oral. Ahora bien, si la estrategia de defensa incluye la comprobación de
ciertos hechos, en ese caso tendrá la carga de probar tales hechos.

162
vi. Sistema probatorio de la sana crítica.
En el proceso penal rige plenamente el sistema probatorio de la sana crítica, el cual
es un sistema de valoración libre de la prueba, pero teniendo presente que la valoración
libre de la prueba no significa en absoluto facultad para el juez de formar su convicción de
modo subjetivamente arbitrario. La sana crítica, está integrada por reglas del correcto
entendimiento humano, contingentes y variables, con relación a la experiencia del tiempo y
lugar, pero que son estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos en que debe
aportarse la sentencia (Couture).
En el Código Procesal Penal la regla fundamental que establece el sistema de la
sana crítica es el art. 297 de la “Valoración de la prueba”, según el cual: “Los tribunales
apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.”
El referido art. 297 establece los límites que acotan la libertad probatoria en el
proceso penal, los cuales son:
1. Principios de la lógica: se trata de parámetros de corrección y coherencia que debe
observar el razonamiento judicial. Entre ellos se pueden destacar:
a. Regla de la identidad, por la cual se asegura que una cosa sólo puede ser lo
que es y no otra;
b. Regla de la (no) contradicción, por la que se entiende que una cosa no puede
entenderse en dos dimensiones, como ser falsa o verdadera, al mismo tiempo;
c. Regla del tercero excluido, la cual establece que entre dos proposiciones en la
cual una afirma y la otra niega, una de ellas debe ser verdadera; y
d. Regla de la razón suficiente, por la cual cualquier afirmación o proposición
que acredite la existencia o no de un hecho debe estar fundamentada en una
razón que la acredite suficientemente.
2. Máximas de la experiencia: definiciones o juicios hipotéticos de contenido
general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,
procedentes de la experiencia, pero independientes de los casos particulares de cuya
observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener
validez para otros nuevos. Por ejemplo, pueden mencionarse como máxima de la
experiencia la circunstancia de que un arma encontrada en un domicilio pertenece a

163
alguna de las personas que viven en él. Tal afirmación suele ser verdadera, pero es
razonablemente controvertible en un caso concreto.
3. Conocimientos científicamente afianzados: están constituidos por el saber
humano proporcionado por las ciencias. Un claro ejemplo de conocimiento
científicamente afianzado dice relación con la valoración que se le debe dar a un
examen de alcoholemia, por ejemplo, en el delito de conducción en estado de
ebriedad.

vii. Estándar de prueba.


Los estándares de prueba consisten en afrontar la cuestión acerca de si existen o no
criterios a los que el juez debería atender al valorar discrecionalmente las pruebas de que
dispone, para poder entonces establecer si ha sido conseguida la prueba de un determinado
hecho para establecerlo como “verdadero” en su sentencia.
En materia de valoración de la prueba y adopción de una sentencia penal
condenatoria, confluyen dos coordenadas de la mayor importancia en la construcción del
juicio penal: el sistema de valoración elegido y la presunción de inocencia.
En nuestro sistema, el estándar de prueba exigido para dictar sentencia condenatoria
se encuentra en el art. 340, según el cual: “Convicción del tribunal. Nadie podrá ser
condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de toda
duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho punible
objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una participación
culpable y penada por ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el
juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.”
Así, el estándar de convicción del tribunal para condenar a un imputado es el fijado
por la convicción más allá de toda duda razonable, lo cual no es otra cosa que una decisión
ético-política en orden a disminuir al máximo posible la falibilidad del sistema. De este
modo, se opta por una distribución del error judicial que prefiere aquel que consiste en la
libertad de un culpable antes que el consistente en la condena de un inocente.

164
viii. Medios de prueba en el proceso penal.
En el nuevo proceso penal, se ha establecido el sistema de la prueba libre o
discrecional, dado que el sistema de prueba contemplado es el de completa libertad
probatoria, lo que significa, por regla general, que todo hecho puede ser probado por
cualquier medio de prueba.
Al efecto, se establece expresamente en el art. 295 titulado “Libertad probatoria”
que: “Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e
incorporado en conformidad a la ley”. En complemento a lo anterior, el art 323 titulado
“Medios de prueba no regulados”, establece: “Podrán admitirse como pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de
reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas y en general, cualquier
medio apto para producir fe. El tribunal determinará la forma de su incorporación al
procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.”
En el actual proceso penal se deja al juez en libertad para admitir la utilización de
los medios de prueba que considere aptos para la formación de su convencimiento,
debiendo determinar la forma de su incorporación al procedimiento de los no regulados por
el legislador, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.
Las limitaciones, como ya se han visto, se encuentran consagradas en el art. 276 que
establece las causales de exclusión de prueba para el juicio oral. Según ya se ha señalado,
existe en general una prohibición de incorporación de documentos por escrito al juicio oral,
por lo tanto, cada medio de prueba debe rendirse de forma oral. En tal sentido resultan de
especial interés para el juicio oral la revisión de la prueba testimonial y pericial.

a. Prueba testimonial
Para que se pueda hablar de un testigo en el proceso penal tiene que tratarse de un
tercero indiferente dentro del proceso, esto es, que no se pretende hacer efectiva sobre su
persona la pretensión punitiva estatal, que declare sobre hechos precisos y que conozca los
hechos por haberlos percibido por sus propios sentidos o el dicho de otro.

165
i. Obligaciones de los testigos.
1. Comparecer ante el tribunal: esta obligación no solo rige ante los jueces de
garantía en el caso de prueba anticipada y ante el Tribunal de Juicio Oral,
sino que, también para ante el Fiscal durante el curso de la investigación.
En el art. 300 se encuentra un listado de personas que no tienen la
obligación de comparecer, quienes deberán declarar en el lugar donde
ejercieren sus funciones o en su domicilio, quienes son:
a. El presidente de la República y los expresidentes; los Ministros de
Estado; los Senadores y Diputados; los Miembros de la Corte
Suprema, los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor
General de la República y el Fiscal Nacional.
b. Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General
Director de Carabineros de Chile y el Director General de la Policía
de Investigaciones.
c. Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad
diplomática 18.
d. Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el
tribunal, se hallaren en imposibilidad de hacerlo.
Sin embargo, en dos situaciones podría presentarse una contra excepción:
i. Si la unanimidad del tribunal estimare necesaria su presencia por
razones fundadas.
ii. Si renunciaren a la posibilidad de no comparecer.
Téngase presente que esta facultad de comparecer no obsta a su
obligación de prestar declaración y de decir la verdad.
2. Prestar declaración: existen excepciones a la obligación de prestar
declaración en los siguientes casos:
a. Parentesco (art. 302): no estarán obligados a declarar el cónyuge o
conviviente del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus

18
Respecto de las personas señaladas en la letra c) del art. 300, estas facultativamente podrían
declarar por medio de informes escritos que deben dirigir al tribunal, respondiendo las preguntas
que se le hicieren.

166
parientes colaterales hasta el segundo frado de consanguinidad o
afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado.
b. Secreto profesional (art. 303): tampoco están obligados a declarar
aquellas personas que, por su estado, profesión o función legal, como
el abogado, médico o confesor, tuvieren el deber de guardar secreto
por aquel que lo hubiere confiado.
c. No autoincriminación (art. 305): todo testigo tendrá el derecho a
negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere
acarrearle peligro de persecución penal por un delito. El testigo tendrá
el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a
alguna de los parientes mencionados en el art. 302 inc. primero.
3. Decir la verdad: como una garantía de veracidad del testimonio, se suele
exigir el requisito del juramento previo, el cual es un requisito formal para
el debido cumplimiento del aspecto sustancial o de fondo de declarar todo
lo que sabe y nada más que eso.

ii. Derechos de los testigos.


1. Que sean citados para un día determinado (art. 33)
2. Que se le paguen los gastos que le importa su comparecencia por la
persona que lo presenta (art. 312).
3. Que se reserve su identidad (art. 307 inc. 2° y 3°): puede permitirse por el
tribunal la reserva de la información relativa a su identidad o domicilio
para el caso que su divulgación signifique peligro para el testigo u otra
persona.
4. Solicitar protección (art. 308): el tribunal podrá decretar medidas de
seguridad para los testigos, y de igual forma puede proceder conforme a
ellas el Ministerio Público, de oficio o a petición del interesado.

iii. Tipos de testigos.


Se pueden clasificar, al menos, desde dos puntos de vista, lo cual es útil
para efectos de valorar posteriormente sus declaraciones por parte del tribunal,

167
pero en ningún caso para inhabilitarlos a declarar pues en el proceso penal no
existen incapacidades para declarar (art. 309).
a. Según la forma en que los testigos conocieron los hechos:
i. Presenciales: aquellos que han estado física y mentalmente presentes
en el momento en que acaecieron los hechos.
ii. De oídas: aquellos que conocieron los hechos a través del dicho de
una de las partes o de terceros.
iii. Testigos instrumentales: aquellos que intervienen en la suscripción de
un documento, acreditando la veracidad de la firma de los otorgantes
de acuerdo a lo prescrito por ley.
b. Según las calidades o circunstancias sobre los hechos que declaren los
testigos:
i. Contestes: aquellos que están de acuerdo en el hecho y en las
circunstancias esenciales.
ii. Singulares: aquellos que están de acuerdo sobre el hecho, pero difieren
sobre las circunstancias esenciales que lo rodean.

b. Prueba pericial.
Perito es la persona natural que es llamada a deponer en el juicio sobre hechos
relativos a su ciencia, arte o práctica para ilustrar en mejor forma a los jueces en materias
ajenas a su conocimiento jurídico, respecto de los cuales ha emitido un informe previo. En
el juicio oral se rinde mediante la declaración del perito en juicio.

i. Funciones específicas del perito:


a. Informa al tribunal sobre los principios generales fundados en la
experiencia – los resultados de su ciencia-. Por ejemplo, que el estómago e
intestino de un recién nacido se llenan de aire después de aproximadamente
seis horas de nacido.
b. Comprueba hechos que solamente pueden ser observados y comprendidos
en virtud de conocimientos especiales. Por ejemplo, el intestino del bebé
examinado no contenía aire en el intestino.

168
c. Conclusiones conforme a reglas científicas. En el mismo ejemplo, el bebé
murió dentro de las primeras seis horas de nacido.

ii. Valor probatorio de la declaración pericial.


Téngase presente que no por la circunstancia de que se trate de una declaración
relativa a una específica ciencia o arte, tal declaración deberá producir plena prueba
necesariamente en el juicio oral. Así, rige plenamente el sistema de sana crítica en la
apreciación de la prueba pericial, debiendo el tribunal atender a la idoneidad y aptitud del
perito.

c. Desarrollo de la audiencia del juicio oral.


Es posible distinguir las siguientes etapas en el juicio oral:
1. Apertura del juicio oral: el presidente del tribunal de juicio oral, en el día y hora
fijados para su celebración, deberá constatar la asistencia de los intervinientes
para darle inicio (principio de inmediación). Así mismo, debe constatarse la
disponibilidad de testigos, peritos, intérpretes y demás personas que hayan sido
citadas.
2. Fijación del objeto del debate y medidas previas: se dispondrá que se retiren de
la sala testigos y peritos; se le indicará al acusado que debe estar atento durante
todo el transcurso del juicio; el presidente de la sala deberá señalar las
acusaciones y eventual demanda civil que son materia del juicio oral, siempre
que estas estén contenidas en el auto de apertura de juicio oral.
3. Alegatos de apertura: cumplidos los trámites anteriores, el presidente del
tribunal oral en lo penal concederá la palabra al fiscal, para que exponga su
acusación, al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda
civil si la hubiere interpuesto (art. 325). A continuación, el presidente le indicará
al acusado que tiene la posibilidad de ejercer su defensa, efectuando los
planteamientos y alegaciones que estime pertinentes. Luego se ofrecerá la
palabra al abogado defensor, quien podrá exponer los argumentos en que
fundare su defensa. En cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser
oído, con el fin de aclarar o complementar sus dichos (art. 326). En los alegatos,

169
tanto de apertura como de clausura los intervinientes tienen la posibilidad de dar
a conocer su teoría del caso ante el tribunal.
4. Rendición de prueba: deben observarse las siguientes reglas:
a. Corresponde primero recibir la ofrecida para acreditar los hechos y
peticiones de las acusaciones y demanda civil, y luego la ofrecida por la
defensa. Cada interviniente determina el orden en que rendirá su propia
prueba.
b. La prueba documental se rinde mediante su exhibición y lectura, sintética y
en voz alta por quien la presente.
c. Los objetos que constituyen evidencia deben ser exhibidos y podrán ser
examinados por las partes, las grabaciones y elementos audiovisuales se
reproducirán en un medio idóneo para su percepción.
d. Los testigos y peritos deben ser interrogados personalmente por los
intervinientes, primero por la parte que hubiere ofrecido la respectiva
prueba, y luego por las restantes. La declaración de los testigos se sujetará
al interrogatorio de las partes. Los peritos deberán exponer brevemente el
contenido y conclusiones de su informe y a continuación se autorizará a que
sean interrogados. Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos
sobre los cuales declarare, expresando si los hubiere presenciado, si los
dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído
referir a otras personas (art. 308 inc. 2°).
e. No se permiten preguntas sugestivas en las preguntas del interrogatorio,
pero sí a la parte que contrainterroga. En ningún caso se admitirán
preguntas engañosas, aquellas destinadas a coaccionar ilegítimamente al
testigo o perito, ni las que fueran formuladas en términos poco claros para
ellos.
f. Pruebas no ofrecidas oportunamente: a petición de alguna de las partes, el
tribunal podrá ordenar la recepción de pruebas que ella no hubiere ofrecido
oportunamente, cuando justificare no haber sabido de su existencia sino
hasta ese momento.

170
g. Finalmente, los miembros del tribunal podrán formular preguntas al testigo
o perito con el fin de aclarar sus dichos.
5. Alegatos de clausura. Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente
de la sala otorgará sucesivamente la palabra al fiscal, al acusador particular, al
actor civil y al defensor para que expongan sus conclusiones. Seguidamente, se
otorgará al fiscal y al defensor la posibilidad de replicar sobre las conclusiones
planteadas por los demás intervinientes.
6. Declaración del imputado y clausura del debate: nuevamente se le ofrecerá la
palabra al imputado para que exponga lo que estime conveniente, y luego de
aquello el tribunal declarará clausurado el debate (art. 338).
7. Deliberación del tribunal: los miembros del tribunal que hubieren asistido al
juicio desarrollarán la deliberación en privado.

d. Sentencia definitiva.
La prueba que hubiere de servir de base a la sentencia es sólo la que se rindió
durante la audiencia de juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en la ley
(art. 296 y 340 inc. 2°), la que será apreciada por el tribunal con libertad, pero no podrán
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados (art. 297), debiendo, para condenar, adquirir el tribunal más allá
de toda duda razonable la convicción de que se hubiere cometido el hecho punible objeto
de la acusación y que en el hubiere correspondido al acusado una participación culpable y
penada por ley (art. 340 inc. 1°). No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de
su declaración.
El fallo se encuentra limitado por el principio de congruencia, dado que la sentencia
condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En consecuencia, no se podrá
condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella.
Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella
contenida en la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes
de la responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los
intervinientes durante la audiencia.

171
Si durante la deliberación, uno o más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a
los hechos una calificación jurídica distinta de la establecida en la acusación, que no
hubiere sido objeto de discusión durante la audiencia, deberán reabrir el debate para el solo
objeto de permitir a las partes debatir sobre ella (art. 341).

e. Comunicación de la decisión de absolución o condena.


Una vez concluida la deliberación, la sentencia definitiva que recayere en el juicio
oral deberá ser pronunciada en audiencia, comunicándose la decisión sobre cada uno de los
delitos que se imputaren al acusado, indicando los fundamentos principales para tomar
dicha decisión.
Tal decisión se comunicará, por regla general, en la misma audiencia de juicio oral.
Pero si el juicio se hubiere prolongado por más de 2 días o por su complejidad así se
requiriere, podrá comunicarse la decisión con posterioridad en un plazo no superior a 24
horas.

f. Redacción y lectura de la sentencia definitiva.


Al pronunciarse sobre absolución o condena, el tribunal podrá diferir la redacción
del fallo y en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando
la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. Si el juicio hubiere durado más de 5
días, el tribunal tendrá un plazo de 5 días para la redacción de la sentencia, y además podrá
agregar a este plazo 1 día más por cada 2 días de exceso sobre los 5 días.

g. Contenido de la sentencia.
“Art. 342.- La sentencia definitiva contendrá:
a) La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la
de el o los acusadores;
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la
acusación; en su caso, los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su
pretensión reparatoria, y las defensas del acusado;

172
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieron por probados fueron ellos favorables o desfavorables al acusado, y de
la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de
acuerdo con los dispuesto en el art. 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno
de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno
de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la
responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que
hubiere lugar;
f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado.
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal
colegiado, designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su
autor. La sentencia señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia
o prevención.”

h. Consideraciones sobre la sentencia condenatoria.


Hay ciertas consideraciones a tener presente en el caso de que la sentencia definitiva
sea condenatoria:
1. En el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal en la oportunidad en que comunica sobre su
decisión de absolución o condena. No obstante, tratándose de circunstancias ajenas
al hecho punible, y los demás factores relevantes para la determinación y
cumplimiento de la pena, el tribunal abrirá debate sobre tales circunstancias y
factores, inmediatamente después de pronunciada la decisión de absolución o
condena. Para dichos efectos, el tribunal recibirá los antecedentes que hagan valer
los intervinientes para fundamentar sus peticiones, dejando su resolución para la
audiencia de lectura de sentencia. (art. 343 inc. final).

173
2. Si la sentencia es condenatoria deberá fijar las penas y se pronunciará sobre la
eventual aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción
de libertad previstas en la ley19 (art. 348 inc. 1°).
3. La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión
el día desde el cual empezará ésta a contarse y fijará el tiempo de detención o
prisión preventiva que deberá servir de abono para su cumplimiento (art 348 inc.
2°).
4. Además, atendida la independencia de la acción civil respecto de la acción penal
(art. 67), tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el tribunal
pronunciarse acerca de la demanda civil válidamente interpuesta (art. 349).

i. Ejecución de la sentencia.
La ejecución de la sentencia definitiva penal y de las medidas de seguridad
establecidas en ella será ejecutada ante el juzgado de garantía que hubiere intervenido en el
respectivo procedimiento penal (art. 466)
Respecto de la ejecución de la parte civil indemnizatoria de la sentencia definitiva
dictada dentro del proceso penal no debe ser ejecutada ante los tribunales penales, sino que
ante el juzgado de letra civil que fuere competente conforme a las reglas generales.
Si se hubiere pronunciado una sentencia definitiva penal, acogiéndose la demanda
civil indemnizatoria deducida por la víctima en contra del imputado, único caso en que ello
es posible ante los tribunales del crimen, la ejecución de la sentencia civil no deberá
seguirse ante ellos, sino que ante el tribunal que fuere competente conforme a las reglas
generales.
El procedimiento que deberá aplicarse para obtener la ejecución de la sentencia civil
se nos señala en el art. 472, el que dispone que “en el cumplimiento de la decisión civil de
la sentencia regirán las disposiciones sobre ejecución de las resoluciones judiciales que
establece el Código de Procedimiento Civil”.
Ello implica que el único procedimiento que cabrá aplicar para la ejecución de esa
sentencia que contempla prestaciones civiles será el juicio ejecutivo, dado que no cabe

19
La Ley N° 18.216 establece penas que indica como sustitutivas a las penas privativas o
restrictivas de libertad.
174
aplicar el procedimiento incidental que sólo es procedente cuando la ejecución se solicita
ante el tribunal que conoció del proceso en única o primera instancia.

175
VIII. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES.

Dentro del Libro IV del CPP, los procedimientos especiales, pero de aplicación
general, que se contemplan son los siguientes:
a) Procedimiento Abreviado.
b) Procedimiento Simplificado.
c) Procedimiento por Crimen o Simple Delito de Acción Penal Privada.
d) Procedimiento relativo a personas que gozan de fuero constitucional.
e) Querella de Capítulos.
f) Extradición.
Son procedimientos especiales, dado que el procedimiento ordinario es el
procedimiento ordinario o juicio oral en lo penal regulado en el Libro II del CPP, cuyas
normas reciben aplicación supletoria en los procedimientos especiales cuando ellos no
contengan una norma que regule alguna materia determinada.

1. PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO (art. 388 a 399).

Es aquel procedimiento especial, conocido por el juez de garantía, destinado a


conocer y fallar las faltas y los hechos constitutivos de simple delito, para los cuales el
Ministerio Público requiriere la imposición de una pena que no excediere de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo.

a. Ámbito de aplicación.
El procedimiento simplificado solo es aplicable para el conocimiento y resolución
de los procesos penales que versan sobre los siguientes delitos (art. 388):
a) Las faltas.

176
b) Los simples delitos, de acción penal pública o previa instancia particular, siempre
que el Ministerio Público requiriere la imposición de una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo (es decir, entre 61 y 540 días)
Actualmente se contempla expresamente la continuación de una investigación
iniciada conforme a las normas del procedimiento ordinario, por aquellas previstas para el
procedimiento simplificado, ya que, conforme con lo dispuesto en el inciso 2° del artículo
390 si el fiscal formulare acusación y la pena requerida (en concreto) no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la acusación se tendrá como
requerimiento (acusación en el procedimiento simplificado) debiendo seguirse en adelante
conforme a las reglas del procedimiento simplificado.

b. Tipos de procedimientos simplificado.


a) Procedimiento simplificado, con resolución inmediata (art. 395)
b) Procedimiento simplificado, con realización de juicio previo (art 396); y
c) Procedimiento monitorio 20 (art. 392)

c. Formas de inicio del procedimiento simplificado.


a) Por denuncia (art. 390)
b) De oficio por el Ministerio Público (art. 390)
c) Por querella (art. 394)

d. Actitudes que puede adoptar el fiscal una vez recibidos los antecedentes.
a) No formular requerimiento: el fiscal puede decidir no formular requerimiento y en
tal caso no iniciar el procedimiento simplificado en los siguientes casos:
i. Cuando fueren insuficientes los antecedentes aportados.
ii. Cuando se encontrare extinta la responsabilidad penal del imputado.

20
El procedimiento monitorio se suele mencionar como un procedimiento autónomo con respecto
al procedimiento simplificado, sin embargo, dado que el Código lo regula en el Título del
Procedimiento Simplificado, se estudiará como una variante de este con sus características
particulares.

177
iii. El fiscal decidiere hacer aplicación de la facultad que le concede el art. 170.
b) Formular requerimiento: el fiscal se encuentra obligado a formular requerimiento en
los demás casos.

e. Requerimiento.
Es el acto solemne del fiscal, por el cual solicita al juez de garantía competente dar
inicio a un procedimiento simplificado mediante la citación inmediata a audiencia respecto
de un imputado a quien se atribuye la comisión de una falta o de un simple delito respecto
del cual solicitare la imposición de una pena que no excediere de presidio o reclusión
menores en su grado mínimo.

f. Contenido del requerimiento.


“Art. 391. El requerimiento deberá contener:
a) La individualización del imputado;
b) Una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y
lugar de comisión y demás circunstancias relevantes;
c) La cita de la disposición legal infringida;
d) La exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la imputación;
e) La pena solicitada por el requirente, y
f) La individualización y firma del requirente.

g. Resolución que debe recaer en el requerimiento.


Recibido el requerimiento, el juzgado de garantía competente deberá dictar una
resolución en la cual debe:
a) Ordenar la notificación del requerimiento al imputado, la que se hará personalmente
bajo el apercibimiento señalado en el art. 33, debiendo acompañar copias del
requerimiento y de la querella en su caso, como de la resolución recaída en ellas. El
imputado debe ser citado en la forma señalada con, al menos, diez días de
anticipación a la fecha de la audiencia.

178
b) Citar a todos los demás intervinientes a la audiencia. Debe señalarles su posibilidad
de concurrir con todos sus medios de prueba señalando si se requiere la citación de
peritos o testigos.
c) Fijar el día, hora y lugar en que se llevará a efecto la audiencia, la que no podrá
tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días contados desde la fecha de la
resolución.
A diferencia del procedimiento abreviado, en el procedimiento simplificado la
oposición del querellante no obsta a la citación a audiencia de procedimiento simplificado
pues solo se toma en consideración la pena solicitada por el fiscal.

h. Audiencia de procedimiento simplificado.


a) Constitución de la audiencia: la audiencia no podrá suspenderse, ni aún por falta de
comparecencia de alguna de las partes (art. 396 inc. 2°).
b) Fijación del objeto de la litis: al inicio de la audiencia, el juez realizará una breve
relación del requerimiento y de la querella, en su caso.
c) Salidas alternativas: podrá acordarse en esta audiencia una suspensión condicional
del procedimiento o un acuerdo reparatorio, si estuviese presente la víctima.
d) Interrogatorio del juez de garantía respecto de la admisión de responsabilidad del
imputado: concluidos los trámites anteriores, el juez de garantía le consulta al
imputado si admite responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento.
Para persuadir al imputado a admitir responsabilidad, el fiscal podrá modificar la
pena solicitada.
Nótese la diferencia con el procedimiento abreviado, en el cual el imputado acepta
los hechos materia de investigación, mas no su responsabilidad respecto de los delitos que
se le imputan. Ahora bien, tal admisión de responsabilidad no implica necesariamente una
sentencia condenatoria, pues debe recordarse que el juez no puede condenar con el sólo
mérito de la declaración del imputado.
Según la respuesta del imputado, el procedimiento sigue de forma distinta:
i. Juicio simplificado con sentencia inmediata (art. 395): si el imputado admite
responsabilidad y el juez estima que no son necesarias otras diligencias,

179
dictará sentencia de inmediato. En este caso, el juez no puede imponer una
pena superior a la solicitada en el requerimiento.
ii. Preparación del juicio oral simplificado (art. 395 bis): si el imputado no
admitiere responsabilidad, el juez procederá, en la misma audiencia, a la
preparación del juicio simplificado, el cual tendrá lugar inmediatamente, si
ello fuere posible, o a más tardar, dentro de quinto día.

i. Juicio oral simplificado.

Se trata de un juicio oral, contradictorio y adversarial, en el cual discutirá respecto a


la imputación que se le realiza al imputado. Tal juicio transcurre del siguiente modo (art.
396):
a) Se dará lectura al requerimiento del fiscal y a la querella, si la hubiere.
b) Se oirá a los comparecientes.
c) Se recibirá prueba.
d) El juez pronunciará sentencia absolutoria o condenatoria, fijando fecha dentro de 5
días para dar a conocer el texto completo de esta.

j. Consideraciones de la sentencia condenatoria.


Existen dos instituciones relevantes que el juez debe tener en consideración:
a) Reiteración de faltas de la misma especie: en caso de reiteración de faltas de una
misma especie se aplicará, en lo que correspondiere, las reglas contenidas en el
artículo 351, las cuales, en términos generales, agravan la penalidad.
b) Suspensión de la imposición de la condena por falta: cuando resulte mérito para
condenar por la falta imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no
hicieren aconsejable la imposición de la pena al imputado, el juez podrá dictar la
sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos por un plazo de
seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguna de las
penas sustitutivas contempladas en la ley N° 18.216. Transcurrido el plazo de 6
meses sin que el imputado hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una
formalización de la investigación, el tribunal dejará sin efecto la sentencia y, en su

180
reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta suspensión no
afecta la responsabilidad civil derivada del delito. (art. 398).

k. Recursos en contra de la sentencia.


En contra de la sentencia dictada en procedimiento simplificado procede el recurso
de nulidad.

l. Acciones civiles.
En el procedimiento simplificado solo será procedente la acción civil restitutoria.

m. Procedimiento monitorio (art. 392)


Es aquel procedimiento especial, conocido por el juez de garantía competente,
destinado a conocer sólo de las faltas respecto de las cuales el fiscal solicitare que se
aplicare únicamente la pena de multa por un monto específico y respecto de la cual el juez
de garantía se pronuncia de inmediato haciendo procedente la aplicación de la sanción, a
menos que el imputado oportunamente reclamare en contra del requerimiento o la multa
impuesta, en cuyo caso el procedimiento deberá continuar tramitándose conforme a las
normas del procedimiento simplificado.

i. Ámbito de aplicación.
El procedimiento monitorio solamente es aplicable para el conocimiento y
resolución de los procesos penales que versan sobre faltas respecto de las cuales el fiscal
solicitare que se aplique únicamente la pena de multa. Dentro de este caso pueden
comprenderse casos de delitos que tengan asociada la pena de delito, pero para los cuales el
fiscal en concreto solo solicite multa.
En términos procesales, es una especie de procedimiento simplificado en el cual no
procede la acción civil indemnizatoria, sino que solo restitutoria.
ii. Requerimiento.
Debe cumplir con los mismos requisitos que en el caso del procedimiento
simplificado, con la salvedad de que el fiscal debe especificar el monto de la multa a
solicitar.

181
iii. Evaluación de los antecedentes del requerimiento por el tribunal: una vez
efectuado el requerimiento y puesto en conocimiento del juez de garantía, este lo
avaluará, pudiendo ocurrir las siguientes situaciones:
a. El tribunal no estima suficientemente fundado el requerimiento y la solicitud
de multa: en tal caso debe procederse conforme a las reglas del
procedimiento simplificado.
b. El juez estima suficientemente fundado el requerimiento y la proposición de
multa: debe acoger el requerimiento inmediato dictando una resolución que
así lo declare. Dicha resolución contendrá, además, las siguientes
indicaciones:
a) La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra
del requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de los quince
días siguientes a su notificación, así como de los efectos de la
interposición del reclamo;
b) La instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en
orden a aceptar el requerimiento y la multa impuesta, así como de los
efectos de la aceptación, y
c) El señalamiento del monto de la multa y de la forma en que la misma
debiere enterarse en arcas fiscales, así como del hecho que, si la multa
fuere pagada dentro de los quince días siguientes a la notificación al
imputado de la resolución prevista en este inciso, ella será rebajada en
25%, expresándose el monto a enterar en dicho caso.

iv. Actitudes del imputado frente a la notificación de la resolución: una vez


notificada dicha resolución al imputado, este puede adoptar las siguientes actitudes:
a. Si el imputado pagare dicha multa o transcurriere el plazo de quince días desde
la notificación de la resolución que la impusiere, sin que el imputado reclamare
sobre su procedencia o monto, se entenderá que acepta su imposición. En
dicho evento la resolución se tendrá, para todos los efectos legales, como

182
sentencia ejecutoriada. Si la paga dentro de los 15 días de notificada, accederá
a la rebaja del 25% señalado.
b. Por el contrario, si, dentro del mismo plazo de quince días, el imputado
manifestare, de cualquier modo fehaciente, su falta de conformidad con la
imposición de la multa o su monto, se proseguirá conforme al procedimiento
simplificado.

2. PROCEDIMIENTO ABREVIADO (art. 406 a 415).

Es aquel procedimiento especial, conocido por el juez de garantía, destinado a


conocer y fallar la acusación en aquellos casos en que el fiscal solicite en su acusación una
pena que no supere cierto límite previsto por el legislador, aceptándose expresamente por el
imputado los hechos materia de la acusación y los antecedentes materia de la investigación
que la fundaren como la aplicación de este procedimiento en lugar del juicio oral, sin que
en caso alguno pueda aplicarse una pena superior ni más desfavorable al imputado a la
requerida por el fiscal o el querellante, en su caso.
Se ha señalado que el procedimiento abreviado no contempla un juicio propiamente
tal, en la medida en que en este procedimiento no existe contradicción entre una pretensión
y contra pretensión. Así mismo, el reconocimiento de los hechos materia de investigación
difiere del concepto de prueba que se ha estudiado anteriormente.

a. Fundamento.
En el Mensaje del Código Procesal Penal puede reconocerse el fundamento que se
le concedió a este procedimiento: “Entre las posibilidades de simplificación de los
procedimientos que se proponen, la principal es el llamado procedimiento abreviado
regulado en el Título II del Libro IV. Se trata fundamentalmente de la posibilidad de que el
imputado renuncie a su derecho al juicio oral cuando manifieste su acuerdo en los hechos
contenidos en la acusación y en los antecedentes de la instrucción que la fundan.
Por medio de este procedimiento se busca dar una salida expedita a aquellos casos
en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación realizada por el
fiscal. Se ha preferido esta fórmula a aquella en que se exige una aceptación explícita de

183
culpabilidad para permitir al juez un control más intenso sobre los antecedentes del caso. El
proyecto faculta al juez incluso para absolver en el caso que, a pesar del reconocimiento de
hechos realizado por el acusado, éstos no sean constitutivos de delito o el conjunto de los
antecedentes de la instrucción lo llevaren a adoptar esa decisión.
Dada la trascendencia de la renuncia del acusado al juicio oral, que según ya se ha
dicho constituye el núcleo central de garantías del sistema propuesto, se impide su
aplicación a casos en que se arriesguen penas privativas de larga duración o la de muerte.
Asimismo, se otorgan al juez amplias facultades para controlar que el consentimiento del
imputado haya sido libre e informado, pudiendo incluso rechazar el acuerdo y dar paso al
juicio oral si no lo estimare así.”
Dado que constituye una verdadera renuncia por parte del imputado a un derecho
como es el juicio oral para acceder a un beneficio consistente en la circunstancia de que no
se le podrá imponer una pena superior a la solicitada por el Fiscal, y, además, el
reconocimiento, por regla general 21, de la circunstancia atenuante de colaboración
sustancial en el esclarecimiento de los hechos (art. 11 N°9 del Código Penal), se ha
señalado que el procedimiento abreviado cabría dentro de los casos de lo que se ha llamado
“justicia negociada”.

b. Tribunal competente.
Será competente para conocer del procedimiento abreviado el juzgado de garantía
que hubiere intervenido en la investigación formalizada. Tal regla podría criticarse desde el
punto de vista de la independencia e imparcialidad que se busca en el proceso penal en
tanto el juez que juzga es el mismo que, de cierta forma, presenció el proceso de
investigación.

c. Requisitos para la aplicación del procedimiento abreviado.


Los requisitos que deben concurrir copulativamente para la aplicación del
procedimiento abreviado serán (art. 406):
21
Si bien tal atenuante se concede de forma general en los casos de procedimiento abreviado, ha
habido tendencias en jurisprudencia a estimar que no debe concederse de forma automática junto
con la aplicación de tal procedimiento, siendo la única ventaja que tiene asegurada el imputado la
circunstancia de que la pena que se podría aplicar nunca podrá superar la solicitada por el Fiscal,
aunque si podría disminuir.
184
a) Que se trate de delito respecto de los cuales el fiscal requiriere la imposición de una
pena privativa de libertad no superior a cinco años de presidio o reclusión menores
en su grado máximo ; no superior a diez años de presidio o reclusión mayores en su
grado mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del
título IX del Libro Segundo del Código Penal y en el artículo 456 bis A del mismo
Código, con excepción de las figuras sancionadas en los artículos 448, inciso
primero, y 448 quinquies de ese cuerpo legal, o bien cualesquiera otras penas de
distinta naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas,
conjuntas o alternativas.
De tal disposición se desprende que se trata de la pena en concreto solicitada por el
fiscal, atendiendo a las circunstancias particulares del caso, y en ningún caso de la
pena en abstracto asociada al delito. Así, el fiscal y querellante pueden adecuar la
calificación jurídica de los hechos o también conceder la atenuante del referido art.
11 N° 9 para así ubicar la solicitud de pena bajo el límite exigido por ley.
La denominada “Ley de Agenda Corta Antidelincuencia” introdujo un régimen
especial de aplicación del procedimiento abreviado para ciertos delitos (aquellos
comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del título IX del Libro Segundo del Código
Penal y en el art. 456 bis A del mismo Código, con ciertas excepciones 22) fijando el
umbral máximo en una solicitud de pena que no supere los 10 años de presidio o
reclusión mayores en su grado mínimo. En consecuencia, a partir de la nueva ley
existen dos sistemas de aplicación para el procedimiento abreviado: el régimen
general que contempla un tope de pena de 5 años, y el sistema aplicable a los delitos
contra la propiedad (con sus respectivas excepciones), que contempla un máximo
de pena de 10 años.
Tratándose específicamente de penas privativas de libertad, el procedimiento
abreviado procede cuando la solicitud de pena por parte del fiscal o querellante es
inferior a 5 o 10 años, según sea el delito, y superior a 540 días, ya que, la
acusación fiscal en que requiera una pena inferior a 540 días debe tramitarse
obligatoriamente conforme a las normas del procedimiento simplificado.

22
El referido Título IX tipifica los “Crímenes y Simples Delitos contra la Propiedad” y el art. 456
bis A, la receptación.
185
b) El imputado debe encontrarse en conocimiento y aceptar expresamente los hechos
materia de la acusación y los antecedentes de la investigación que la fundaren,
manifestando su conformidad con la aplicación del procedimiento abreviado (art.
406 inc. 2°)
Antes de resolver la solicitud del fiscal, el juez de garantía consultará al imputado, a
fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al procedimiento abreviado
en forma libre y voluntaria, que conociere su derecho a exigir un juicio oral, que
entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que este pudiere significarle
y, especialmente, que no hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas
por parte del fiscal o de terceros.
c) No puede haber oposición del querellante a la tramitación del procedimiento
abreviado, o de haberla, debe ser rechazada: solo puede oponerse cuando en su
acusación particular hubiere efectuado una calificación jurídica de los hechos, una
forma de participación o considerado circunstancias modificatorias de la
responsabilidad diversas a la acusación de fiscal, de modo que la pena solicitad sea
mayor al límite establecido por ley.

d. Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado.


Puede solicitarse la aplicación del procedimiento abreviado, desde la formalización
de la investigación, en cualquier etapa del procedimiento, hasta la audiencia de preparación
del juicio oral, distinguiéndose si se hubiere formulado la acusación fiscal o no de le
siguiente forma (art. 407):
a) Si no se hubiere deducido aún acusación: el fiscal y el querellante deberán formular
la acusación en la audiencia citada para la aplicación del procedimiento abreviado,
b) Por escrito en la acusación fiscal.
c) Si se hubiere deducido la acusación, el fiscal y el acusador particular podrán
modificarla para que sea procedente la aplicación del procedimiento abreviado.

e. Beneficios para el imputado.


El imputado podría acceder a los siguientes beneficios con motivo de su
conformidad con el procedimiento abreviado:

186
1. En caso de que la sentencia fuere condenatoria, el juez no podrá imponer una superior
ni más desfavorable a la requerida por el fiscal o el querellante (art. 412 inc. 1°)
2. El art 407 inc. 3° establece que la aceptación de los hechos que son materia de
investigación podrá ser considerada como constitutiva de la atenuante establecida en el
art. 11 n°9 del Código Penal. Sin perjuicio de que el fiscal decida considerar que
concurre en la especie la atenuante, ello no es vinculante para el juez de garantía.

f. Resolución que aprueba o rechaza el procedimiento abreviado (art. 410)


El juez de garantía aprobará el procedimiento abreviado cuando concurran los
siguientes requisitos (art. 410 inc. 1°):
a) Los antecedentes de la investigación fueren suficientes para proceder de
conformidad a las normas del procedimiento abreviado;
b) La pena solicitada por el fiscal no excediere los límites previstos por el
legislador: y
c) Verificare que el acuerdo hubiere sido prestado por el acusado con
conocimiento de sus derechos libre y voluntariamente.
Si faltare alguno de estos requisitos, o considere que la oposición del querellante es
fundada, procederá a rechazar la solicitud de procedimiento abreviado y en tal caso se
producirán los siguientes efectos (art. 410 inc. 2°):
a) Dictará auto de apertura del juicio oral.
b) Tendrá por no formulada la aceptación de los hechos por parte del acusado.
c) Tendrá por no formuladas las modificaciones a la pena que el fiscal o querellante
hubieren hecho en virtud de la solicitud de proceder conforme al procedimiento
abreviado.
d) Ordenará eliminar todos los antecedentes que se hayan discutido en la solicitud de
aplicación de este procedimiento, no pudiendo contener el auto de apertura ninguna
alusión relativa a la materia.

g. Tramitación del procedimiento abreviado.


Aceptada su aplicación, el juez abrirá debate sobre el conflicto penal. Otorgará la
palabra al fiscal quien expondrá la acusación y las diligencias de investigación

187
desarrolladas. Luego tendrán la palabra los demás intervinientes y finalmente podrá
declarar el imputado. Finalmente, el juez dictará sentencia de absolución o condena.
En el procedimiento abreviado, dado que no se regula en forma específica, aplican
de forma supletoria las normas de valoración de la prueba y estándar de convicción
establecidos para el juicio oral.

h. Sentencia.
La sentencia puede ser condenatoria y, si bien es poco probable, es posible que sea
absolutoria, por ejemplo, por no alcanzarse el estándar probatorio de convicción más allá de
toda duda razonable. Además, el acusado efectúa una aceptación de los hechos contenidos
en la carpeta investigativa, mas no acepta su culpabilidad en el delito que se le imputa.
La sentencia del procedimiento abreviado no se pronunciará sobre la demanda civil,
la cual podrá ser ejercida posteriormente conforme a las reglas del juicio sumario (art. 412).

i. Contenido de la sentencia.
Art. 413.- La sentencia dictada en el procedimiento abreviado contendrá:
a) La mención del tribunal, la fecha de su dictación y la identificación de los
intervinientes;
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido
objeto de la acusación y de la aceptación por el acusado, así como de la
defensa de éste;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos que se
dieren por probados sobre la base de la aceptación que el acusado hubiere
manifestado respecto a los antecedentes de la investigación, así como el
mérito de éstos, valorados en la forma prevista en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente
cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar su fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere al acusado. La sentencia
condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la aplicación de alguna
de las penas sustitutivas a la privación o restricción de libertad previstas en
la ley;

188
f) El pronunciamiento sobre las costas, y
g) La firma del juez que la hubiere dictado.”
j. Consideraciones sobre la sentencia condenatoria.
a) No podrá imponerse una pena superior a la solicitada por el fiscal o el
querellante en su caso.
b) La sentencia no podrá emitirse únicamente sobre la base de la aceptación de los
hechos por parte del imputado.
c) En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la concesión de alguna de
las penas sustitutivas consideradas en la ley (art. 412).

f. Recursos.
En contra de la sentencia dictada en el procedimiento abreviado procederá el
recurso de apelación concedido en ambos efectos (art. 414).

2. PROCEDIMIENTO POR CRIMEN O SIMPLE DELITO DE ACCIÓN PENAL


PRIVADA (art. 400 a 405)

Es un procedimiento especial, pero de aplicación general, para el juzgamiento de


todos los crímenes o simples delitos de acción penal privada contemplados en el art. 55 y
de todos los cuales se le otorgue tal carácter por leyes especiales.

a. Características
1. Solo puede iniciar por querella de la persona habilitada para promover la acción penal,
que no es otra que la víctima (art. 400).
2. Será competente para conocer de estos procedimientos el juez de garantía competente.
3. No se contempla la intervención del Ministerio Público, al poder ser ejercida la acción
solo por la víctima a través de una querella.
4. No se puede decretar la prisión preventiva.
5. Procede el abandono de la acción penal privada en caso de que: el querellante no
asistiere a la audiencia de juicio o permanezca en inactividad por más de 30 días.

189
6. El perdón del ofendido procede como causal de extinción de la responsabilidad penal
(art. 93 N°5 del Código Penal).

b. Tramitación.
Se aplican de forma supletoria las normas del procedimiento simplificado, con la
única excepción de que no se contempla la institución de la suspensión de la condena.

190
IX. RECURSOS 23.

A. GENERALIDADES.

El régimen de recursos tiene una importancia fundamental dentro del sistema


procesal penal, porque está en directa relación con los principios que lo inspiran y resulta
particularmente descriptivo de la organización del poder del Estado.

Desde una perspectiva histórica, los recursos son mecanismos de impugnación de


decisiones judiciales surgidos durante el desarrollo del sistema inquisitivo como instancias
de control burocrático asociado a la centralización del poder y su organización jerárquica.
En tal sentido, el fallo era generalmente impugnable mediante la apelación, la cual supone
una devolución de competencia desde los tribunales inferiores a los superiores en la
estructura jerárquica de la administración de justicia.

En el sistema procesal chileno anterior a la reforma procesal penal, caracterizado


por un Poder Judicial absolutamente jerarquizado, la existencia de un intenso régimen de
recursos parecía desde todo punto de vista justificada. No solo la sentencia definitiva era
esencialmente apelable, sino que también, con gran amplitud, las resoluciones adoptadas
por el juez de instrucción durante la etapa de instrucción (sumario). El recurso aparecía
concebido claramente como una instancia de control de las decisiones de los tribunales
inferiores más que como un derecho de los imputados o condenados. Téngase presente la
posibilidad de oficio que tenían los tribunales superiores de conocer las sentencias mediante
el trámite de la consulta.

23
En este capítulo final se estudiarán aspectos sustantivos de algunos recursos en materia penal
(reposición, apelación, nulidad y revisión), centrándose en el diseño de recursos en el proceso penal,
ya que, su estudio pormenorizado en cuanto a tramitación se encuentra reservado para las
correspondientes interrogaciones con su respectivo material de estudio. Para un completo estudio se
aconseja estudiar ambos materiales, cada uno en su oportunidad.

191
La reforma procesal penal, tuvo que lidiar con una organización jerárquica que se
mantiene statu quo. Se establece un sistema de recursos que restringe las posibilidades de
impugnación de las resoluciones de primera instancia y limita el ámbito del control superior
en los términos necesarios para asegurar el principio de inmediación, lo que produce
evidentemente, una descentralización del poder jurisdiccional en cuanto el tribunal de
primera instancia pasa, por regla general, a adoptar una decisión definitiva que no está
sometida a revisión posterior. El alcance y ámbito de aplicación de los recursos en materia
criminal va a quedar entregado, así, no ya a las necesidades propios del control burocrático,
sino, a la concepción del recurso como un derecho del imputado, que el sistema procesal
está llamado a resguardar y proteger.

B. Derecho al recurso.

La concepción del recurso como un derecho del imputado tiene su fuente en el texto
de los tratados internacionales sobre derechos humanos, entre los cuales destacan la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derecho
Civiles y Políticos. Ambos tratados han sido ratificados por Chile y se encuentran vigentes,
entendiéndose incorporados al derecho interno por disposición del art. 5°, inciso 2° de la
CPR.

C. Características del régimen recursivo en el sistema procesal penal.

1. Disminución de la intensidad del régimen de recursos: si se compara con el régimen


recursivo anterior a la reforma procesal penal, resulta que disminuye la frecuencia e
importancia de la posibilidad de recurrir. Se establece en el Mensaje, que tal modelo
se debe a que: “plantea un conjunto mucho más complejo de órganos y de
relaciones entre ellos en el nivel de la instancia general. A partir de ese diseño, el
sistema de controles de la actuación de cada uno de los funcionarios públicos que
intervienen está dado por la intervención de los otros en las distintas etapas del
procedimiento. Estas han sido diseñadas precisamente con el objetivo de evitar la
concentración de facultades y lograr que cada una de las decisiones de relevancia
sea objeto de consideración por más de uno de los órganos del sistema, así como de

192
un debate previo con la mayor transparencia posible.” Lo anterior, se manifiesta
específicamente en:

i. Eliminación del mecanismo de la consulta: consistía en que los tribunales


superiores podían revisar de oficio ciertas resoluciones judiciales.

ii. El recurso de apelación se restringe severamente al declararse improcedente


respecto de todo tipo de resoluciones dictadas por el tribunal de juicio oral en lo
penal.

2. Desaparición de la doble instancia: contenido en el punto recién señalado, este


aspecto merece consideración especial. El fundamento debe encontrarse,
nuevamente en el Mensaje: “Los cambios más importantes que el proyecto propone
se refieren a la apelación y a la consulta. Estos mecanismos de control no resultan
en general compatibles con el nuevo sistema. La primera razón para ello dice
relación con la contradicción entre la forma de tramitación de esos recursos y la
centralidad del juicio oral en el procedimiento propuesto. La vigencia de un sistema
oral requiere que el fundamento fáctico de la sentencia provenga de la apreciación
directa de las pruebas que los jueces obtienen en el juicio. En consecuencia, su
revisión por parte de jueces que no han asistido al juicio y que toman conocimiento
de él por medio de actas, lo priva de su centralidad confiriéndosela, en cambio, a la
tramitación del recurso de apelación.” Durante la discusión del proyecto se
profundizó en la idea de que el recurso de apelación atenta contra la oralidad e
inmediación en el siguiente sentido: “La oralidad del procedimiento requiere que el
tribunal que conoce el juicio tenga el máximo poder de decisión. Si en vez de darle
el poder de decisión final al tribunal que asiste al juicio oral se le otorga a otro
tribunal, que conocerá de la causa por la vía de la lectura del expediente, se estaría
poniendo el centro del debate en la lectura del expediente y no en el juicio oral, con
lo cual se estaría privilegiando la opinión del tribunal menos informado por sobre la
opinión del tribunal más informado.

Ahora bien, resulta que un proceso penal sin doble instancia se vería expuesto a
críticas por su constitucionalidad en tanto a través de los tratados internacionales existía un
derecho a la impugnación de las resoluciones judiciales. El sistema resuelve tales críticas

193
mediante la idea de que el derecho al recurso no es lo mismo que derecho a la doble
instancia, de modo tal que la impugnación podría hacerse efectiva de formas diversas a la
apelación. En tal sentido, la efectiva impugnación al interior del juicio oral puede
encontrarse, además del debate previo que precede a cada actuación relevante del proceso,
fundamentalmente en el recurso de nulidad, que permite controlar el respeto a los derechos
y garantías comprometidos en el procedimiento penal y la conformidad de la sentencia con
las reglas de la sana crítica.

3. Prohibición de la reformatio in peius: consiste en la prohibición que pesa sobre el


tribunal que revisa una resolución jurisdiccional por la interposición de un recurso,
de modificarla en perjuicio del imputado, cuando ella sólo hubiese sido recurrida
por él o por otra persona autorizada por él en su favor. Este principio está
reconocido en el art. 360.

D. Reglas aplicables.

Los recursos en materia penal están regulados en el Libro III del CPP, y de forma
supletoria por las reglas sobre el juicio oral contenidas en los artículos 281 a 351 (art. 361).
Si de tal normativa resultan vacíos, por remisión del art. 52 resultarán aplicables las normas
sobre recursos del Código de Procedimiento Civil.

II. RECURSO DE REPOSICIÓN


Es el remedio procesal tendiente a obtener que en la misma instancia en la cual fue
dictada una resolución se subsanen, por el mismo juez, por la totalidad de los miembros del
tribunal al que éste pertenece o por el mismo tribunal, los agravios que aquella pudo haber
inferido.

a. Resoluciones contra las cuales procede.

Procede en contra de sentencias interlocutorias, autos y decretos (art. 362).

194
b. Plazo, forma y efectos del recurso.

a) Resoluciones dictadas fuera de audiencias (art. 362): tiene un plazo de 3 días. El


recurso debe interponerse por escrito y estar fundado, entendiéndose por fundado
aquel que expresa sus fundamentos de hecho y de derecho y contiene peticiones
concretas. Si la reposición se interpone respecto de una resolución que también es
susceptible de apelación, el agraviado debe interponer también, subsidiariamente
ese recurso, ya que si no lo hace se entiende que renuncia a la apelación. No tiene
efecto suspensivo, salvo que se interponga con apelación en subsidio y esta se
conceda en ambos efectos.

b) Resoluciones dictadas en audiencias: debe promoverse verbalmente tan pronto


como se dictaren y será admisible solo cuando la resolución no hubiere estado
precedida de debate.

III. RECURSO DE APELACIÓN.

Es un recurso ordinario, que puede interponer la parte agraviada por una resolución
judicial, ante el tribunal que dictó una resolución, con el objeto de que su superior
jerárquico, tras un nuevo examen de sus fundamentos de hecho y de derecho, la enmienda
con arreglo a derecho, resolviendo su revocación o modificación en la forma solicitada por
el recurrente.

a. Resoluciones impugnables. Son inapelables las resoluciones dictadas por tribunales de


juicio oral en lo penal. 24 Procede solo contra las resoluciones dictadas por los jueces de
garantía y solo en los casos previstos por la ley (art. 370):

a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o lo


suspendieren por más de treinta días. Hay excepciones a esta regla en las cuales la

24
Esta afirmación podría encontrar una excepción en la situación que se dicte alguna resolución
relativa a la solicitud de aplicación, rechazo o sustitución de la prisión preventiva en el juicio oral,
pues por mandato legal (art. 149), tales resoluciones son apelables.

195
resolución produce alguno de esos efectos, pero es improcedente la apelación,
como, por ejemplo, la sentencia dictada en el procedimiento simplificado.

b) Cuando la ley expresamente lo señale: son los siguientes casos:

i. Resolución que declara inadmisible la querella (art 115 inc. 1°)

ii. Resolución que declara el abandono de la querella (art. 120 inc. final)

iii. Resolución que ordena, mantiene, niega lugar o revoca la prisión preventiva, cuando
hubiere sido dictada en una audiencia (art. 149).

iv. La resolución que ordena, mantiene, niega lugar o revoca una medida cautelar
general del art. 155 (art. 155 inc. final y 149).

v. La resolución que se pronuncia y aquella que revoca la suspensión condicional del


procedimiento. (art. 237 inc. 6° y 239)

vi. El sobreseimiento definitivo y temporal. (art. 253).

vii. La resolución que recae en las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta
de autorización para proceder criminalmente, opuestas a la acusación como
excepciones de previo y especial pronunciamiento (art. 271 inc. final).

viii. El auto de apertura del juicio oral, pero sólo por el ministerio público por la
exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en el
inciso tercero del art. 276 (art. 277 inc. final)

ix. La sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el procedimiento


abreviado. (art. 414).

Respecto de la apelación contra la sentencia definitiva dictada por el juez de


garantía en el procedimiento abreviado, resulta un caso cuyo estudio merece interés, en
tanto se prevé la doble instancia para revisar una sentencia definitiva, lo cual en principio
altera el modelo recursivo que rige nuestro actual sistema procesal penal. Sin embargo, tal
regla se deja entender en la medida que un recurso de apelación en este preciso
procedimiento no vulnera los principios que busca resguardar un modelo que excluye de la
doble instancia respecto de sentencias definitivas, según se ha dicho, la oralidad e

196
inmediación. En este sentido, recuérdese que en el procedimiento abreviado el juez falla
sobre la base de los antecedentes investigativos que ha aceptado el imputado y, en tal
sentid, no existe rendición de prueba oral e inmediación que pueda ser vulnerada por la
revisión que la Corte de Apelaciones pueda hacer de estos. En otras palabras, la Corte
examinará la sentencia con los mismos antecedentes que tuvo a la vista el juez de garantía,
de modo que no resultan vulnerados los principios de la oralidad e inmediación.

b. Legitimación activa.

Puede ser interpuesto por la parte agraviada, pudiendo ser cualquiera de los
intervinientes (art. 352).

c. Tramitación ante el tribunal a quo.

i. Plazo: debe interponerse ante el tribunal que dictó la resolución en un plazo de 5


días (art. 365 y 366).

ii. Forma de interposición: deberá interponerse por escrito y encontrarse fundado (art.
367).

iii. Efectos de la interposición del recurso: el recurso de apelación se concederá en el


solo efecto devolutivo, salvo que la ley señale expresamente lo contrario (art. 368).
Se concede en ambos efectos en tres casos:

a. Apelación contra el auto de apertura.

b. Apelación de la sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el


procedimiento abreviado.

197
c. Cuando se trate de la apelación de una sentencia definitiva condenatoria, en
los casos en que la ley admite este recurso contra sentencias definitivas 25
(art. 355).

d. Recurso de hecho (art. 369).

Si, como resultado del control de admisibilidad efectuado por el tribunal a quo, éste
deniega el recurso de apelación siendo procedente; lo concede siendo improcedente; lo
concede en ambos efectos, procediendo concederlo en el solo efecto devolutivo; o lo
concede en el efecto devolutivo debiendo concederlo en ambos efectos, la parte agraviada
tiene derecho a interponer, ante el tribunal de alzada, el denominado recurso de hecho, en el
plazo de 3 días, con el fin de que sea el superior jerárquico el que resuelva si se da o no
lugar al recurso y cuáles deben ser sus efectos.

e. Tramitación ante el tribunal ad quem

1. Ingreso del recurso: es un trámite administrativo que se cumple por el secretario del
tribunal de alzada y que consiste en certificar la fecha de ingreso, asignándole un
número de ingreso con el cual se lo identifica en la Corte.

2. Adhesión a la apelación: es la petición de reforma de la sentencia apelada en la


parte que estima gravosa el apelado.

3. Control de admisibilidad: se aplican supletoriamente las normas del CPC.

4. Vista del recurso: se aplican de forma supletoria las normas del CPC, con algunas
precisiones:

i. Debe hacerse siempre en audiencia pública (art. 358), motivo por el cual nunca
será visto en cuenta.

ii. No es aplicable el art. 200 del CPC que exige a las partes comparecer
haciéndose parte mediante la presentación de un escrito. La comparecencia debe

25
Además del procedimiento abreviado, se permite este recurso en la sentencia condenatoria de
procedimientos especiales, por ejemplo, la querella de capítulos o la solicitud de extradición pasiva.

198
verificarse directamente en el momento de inicio de la audiencia para la vista del
recurso. Si no comparece a ella uno o más recurrentes, debe declararse el
abandono a su respecto, si no comparece uno o más de los recurridos, se procede
a la vista del recurso en su ausencia (art. 358).

iii. Suspensión de la vista de la causa: los art. 356 y 357 reducen considerablemente
las hipótesis en que procede la suspensión en materia penal. Las situaciones en
las que se podría suspender la vista de la causa son las siguientes:

1. Si no existieren personas privadas de libertad:

a. falta de miembros del tribunal (no de la sala, pues si faltan en la sala


se podrá integrar con otros jueces, pudiendo incluso interrumpir la
vista de causas civiles para tal efecto) en número suficiente para dictar
sentencia;

b. por muerte del abogado patrocinante, procurador o litigante que


gestione por sí el pleito;

c. por muerte del cónyuge o de alguno de los descendientes o


ascendientes del abogado defensor, ocurrido dentro de los ocho días
anteriores al designado para la vista;

d. si lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes, facultados para


concurrir a ella, de común acuerdo y solo por una vez.

2. Si existieren personas privadas de libertad en la causa: la única excepción en


que se podría suspender es la muerte del abogado recurrente, del cónyuge o
de alguno de sus ascendientes o descendientes, ocurrida dentro de los ocho
días anteriores al designado para la vista del recurso.

iv. Vista de la causa propiamente tal: en relación a la vista de la causa materia civil,
en el proceso penal se elimina la relación por estimarse que no se ajusta al
carácter adversarial que prima en el proceso penal. De este modo, luego del
anuncio se pasa directamente a los alegatos.

f. Fallo del recurso

199
Concluido el debate, la regla general ordena al tribunal pronunciar sentencia de
inmediato. Excepcionalmente, sin embargo, el CPP permite que “si no fuera posible”, se
dicte en un día y hora que debe dar a conocer a los intervinientes en la misma audiencia
(art. 358 inc. final).

IV. RECURSO DE NULIDAD (372 a 387)

Es el acto jurídico procesal del interviniente agraviado, destinado a obtener la


invalidación del procedimiento o sólo de la sentencia definitiva pronunciada por un tribunal
de juicio oral o por el juez de garantía en ciertos casos, de parte del tribunal superior
jerárquico establecido en la ley, basado en las causales señaladas por el legislador.

a. Origen Histórico.

En un primer momento, se contemplaba en el proyecto de Código Procesal Penal,


sólo la existencia de un recurso de casación. Luego, en la tramitación en la Cámara de
Diputados, se incorporó el recurso extraordinario, con el fin de permitir subsanar por la
Corte de Apelaciones los errores en que se incurriera por los tribunales de juicio oral, al
efectuar una apreciación arbitraria de la prueba para el establecimiento de los hechos.
Finalmente, durante la tramitación en el Senado se elimina el recurso extraordinario y se
estimó que la regulación del recurso de casación presentaba numerosas objeciones de
carácter técnico.

Ante ello, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del


Senado, luego de un análisis, decide reformular completamente los recursos extraordinario
y de casación, y en su reemplazo, crear un recurso de nulidad, cambio que no es sólo de
forma, sino también de fondo.

b. Características.

a) Extraordinario, ya que procede sólo contra algunas resoluciones judiciales, y por


causales que la ley expresamente establece.

200
b) Se interpone directamente ante el tribunal que dictó la resolución impugnada, que
será el tribunal de juicio oral que dictó la sentencia definitiva en el juicio oral, o el
juez de garantía que dictó la sentencia definitiva en un procedimiento simplificado,
para que sea conocido y resuelto por el tribunal superior jerárquico.

c) La regla general es que el recurso sea conocido por la Corte de Apelaciones


respectiva. Excepcionalmente es conocido en un caso de competencia per saltum
por la Corte Suprema.

d) Es de derecho estricto, debiendo cumplirse una serie de formalidades en su


interposición y tramitación, so pena de declararse inadmisible.

e) Es conocido por los tribunales de acuerdo a sus facultades jurisdiccionales.

f) Por regla general, sólo tiene por objeto invalidar una sentencia en los casos que
determina a ley.

g) No procede su interposición en forma conjunta con ningún otro recurso.

h) Sólo puede ser deducido por la parte agraviada, configurándose el agravio no sólo
por el perjuicio que provoca el fallo a la parte recurrente, sino que además por el
generado por la causal que lo hace procedente, salvo en el caso de un motivo
absoluto de nulidad, caso en el cual debemos entender que la ley ha presumido el
perjuicio.

i) No constituye instancia: el tribunal no revisa todas las cuestiones de hecho y de


derecho comprendidas en el juicio, sino que su competencia se limita a la causal que
se hubiere invocado en la interposición. No sería posible cuestionar en sede del
recurso de nulidad los presupuestos fácticos, salvo que se hubiere producido
infracción a las leyes reguladoras de la prueba.

j) Tiene como fundamento velar por resguardar el respeto por las formas del
procedimiento establecidas por el legislador para asegurar la existencia de un
debido proceso y velar por la correcta y uniforme aplicación de la ley penal para la
solución de los conflictos criminales.

201
c. Finalidad del recurso:

Al establecer las causales, el legislador deja entrever las finalidades que busca con
el recurso:

a) Asegurar el respecto de las garantías y derechos fundamentales, tanto dentro del


proceso, como en la dictación de la sentencia del juicio oral. Consecuente con ello,
se contempla la causal genérica del art. 373 letra a), en contra de la sentencia que se
hubiere pronunciado o emanado de un juicio oral en el cual no se hubieren
respetado dichas garantías. Es necesario que el recurrente establezca el derecho que
ha sido desconocido y las razones por las cuáles dicho derecho se encuentra dentro
de aquellos que deben respetarse para encontrarnos ante un debido proceso.

b) Velar por la correcta y uniforme aplicación de la ley en la sentencia a pronunciarse


en la resolución del conflicto dentro del juicio oral. Consecuente con ello, se
contempla como causal del art. 373 letra b), la errónea aplicación del derecho
siempre que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Se trata de
una causal igualmente genérica, debido a que el legislador no establece los distintos
casos en que es procedente el recurso de nulidad, como ocurría en el recurso de
casación en el fondo del antiguo sistema procesal penal. Se establece igualmente el
principio de la trascendencia. Incluso, cuando existan distintas interpretaciones, a
fin de velar por la uniformidad, se entrega la competencia a la Corte Suprema.

c) Sancionar expresamente con la nulidad los procesos y las sentencias que se hubieren
pronunciado en el juicio oral en caso de haberse verificado alguno de los vicios
expresamente contemplados al efecto por parte del legislador. Consecuente con ello,
contempla causales específicas de nulidad en el art. 374, sin que sea necesario en
estos casos acreditar perjuicio alguno, debido a que el legislador ha hecho dicha
calificación: motivos absolutos de nulidad.

d. Tribunales que intervienen.

El recurso debe interponerse directamente ante el tribunal que dictó la resolución


que se trata de invalidar, es decir frente al tribunal a quo. Dicho órgano jurisdiccional podrá
ser:

202
1. El tribunal de juicio oral que dictó la sentencia definitiva en el juicio oral.

2. El juez de garantía que dictó la sentencia definitiva en un procedimiento


simplificado o de acción penal privada.

Se interpone para que sea conocido por el tribunal superior jerárquico establecido en
la ley, ad quem. Por regla general será la Corte de Apelaciones, salvo el caso que nos
encontremos ante la competencia per saltum, en cuyo caso conocerá y resolverá la Corte
Suprema. Los casos de competencia per saltum son:

a) Cuando en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la


sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados
por la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se
encuentren vigentes, (art. 373 letra a y art. 376 inc.1); o

b) Cuando en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea


aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo, siempre que respecto de la materia de derecho objeto del recurso existieren
distintas interpretaciones sostenidas en diversos fallos emanados de los tribunales
superiores, (art. 373 letra b y art. 376 inc.3).

La citada competencia tiene, además, fuerza atractiva (art. 376 inc.4): “Del mismo
modo, si un recurso se fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas
contempladas en los incisos precedentes correspondiere el conocimiento de al menos una
de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas. Lo mismo sucederá si se
dedujeren distintos recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los
fundaren hubiere una respecto de la cual correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema”.

e. Titular del recurso

Los requisitos para que una persona pueda deducir un recurso de nulidad en contra
de una sentencia definitiva son:

a) Debe ser interviniente en el proceso en que se dictó la resolución. (art. 352):


“Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el ministerio público y los

203
demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos en la ley”.

La víctima se encuentra facultada para deducir el recurso de nulidad contra la


sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere deducido querella o intervenido en el
juicio oral o en el procedimiento simplificado (art. 109 letra f).

Sólo puede deducir el recurso en contra de la sentencia el querellante en


aquellos casos excepcionales en que sin ser víctima hubiera deducido la querella,
siempre que no se hubiere declarado el abandono de ella con anterioridad a la
dictación de la sentencia, porque en tal caso carece del derecho para deducir el
recurso.

En el caso del proceso de acción penal privada, el Ministerio Público no puede


ejercer el recurso de nulidad, ya que el recurso no es más que una proyección dentro
del proceso del ejercicio de la acción, la cual está restringida en este tipo de procesos
al Ministerio Público.

b) Debe haber sufrido un agravio con la dictación de la sentencia pronunciada en el


proceso (art. 352).

c) Debe el recurrente haber experimentado un perjuicio con el vicio en que se funda el


recurso, consistente en la privación de algún beneficio o facultad procesal dentro del
proceso o con la infracción de ley que se incurre en la sentencia. A propósito de las
nulidades, el art. 159 contempla como principio general de necesidad del perjuicio:
“Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del
procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad. Existe perjuicio cuando la inobservancia
de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de cualquiera
de los intervinientes en el procedimiento”. Asimismo, se presumirá de derecho la
existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las
garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las demás leyes de
la República, (art. 160).

204
Respecto del recurso de nulidad, se contempla expresamente que la nulidad
sin perjuicio no opera, tanto en preceptos generales como específicos. En este caso y
en el de los motivos absolutos de nulidad, no será necesario acreditar el perjuicio,
debido a que se presume por el legislador.

“Art. 375: defectos no esenciales. No causan nulidad los errores de la


sentencia recurrida que no influyen en la parte dispositiva.” Tratándose de las 2
causales genéricas del Recurso de nulidad se ha contemplado la incidencia esencial
que debe haber tenido tanto la infracción respecto de los derechos o garantías
asegurados por la CPR o por los tratados internacionales y respecto de la errónea
aplicación del derecho (influir sustancialmente en lo dispositivo del fallo).
Excepcionalmente, no es necesario demostrar la existencia del perjuicio cuando nos
encontramos frente a un recurso de nulidad que se interponga por las causales
específicas del art. 374, que son los casos de motivos absolutos de nulidad, en los
cuales el legislador presume la concurrencia del perjuicio respecto del recurrente.

d) El recurrente debe haber reclamado oportunamente del vicio que lo afecta Por regla
general, se debe preparar el recurso, sin perjuicio de que existen ciertos casos en que
no es necesario, ya sea por la naturaleza del vicio o por la oportunidad en que llegó
a conocimiento del recurrente.

f. Resoluciones en contra de las cuales procede.

De acuerdo a lo previsto en los arts. 372, 399 y 405, procede en contra de las
resoluciones que cumplen los siguientes requisitos:

a) Debe ser una sentencia definitiva.

b) Debe haberse pronunciado en alguno de los siguientes procedimientos:

i. Juicio oral

ii. Procedimiento simplificado; o

iii. Procedimiento de acción penal privada.

205
g. Causales del recurso de nulidad

Procedencia: el recurso de nulidad tiene un carácter extraordinario y de derecho


estricto, por lo que además de proceder sólo contra determinadas resoluciones, debe
fundarse sólo en las causales expresamente señaladas en la ley. art. 372: “por las causales
expresamente señaladas en la ley”.

A. Causales genéricas del recurso de nulidad. Según el art. 373 procederá la declaración
de nulidad del juicio oral y de la sentencia:

a) Cuando, en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la


sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías
asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por
Chile que se encuentren vigentes.

Más que la violación de reglas específicas, lo que se trata es de proteger los


principios que deben regir en el derecho penal y en el proceso penal.

b) Cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea


aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo.

En la historia de la ley se dejó expresa constancia del carácter genérico de estas


causales, al señalarse que este recurso apunta a 2 objetivos perfectamente diferenciados: a)
cautela del racional y justo procedimiento; y b) respeto de la correcta aplicación de la ley.
Se dejó constancia, que establecer sólo causales específicas, podría vulnerar el derecho de
revisión consagrado en el Pacto de San José de Costa Rica.

Respecto de las causales genéricas, no basta con la mera concurrencia de la


infracción del derecho o de la garantía, sino que ella debe haber tenido un carácter
sustancial.

Asimismo, se debe tener presente que la nulidad de oficio no puede ser ejercida por
el tribunal ad quem por una causal genérica (sin haberse hecho valer por la parte
recurrente). Ello no acontece con las casuales específicas o motivos absolutos de nulidad
(379 inciso 2º).

206
B. Causales específicas o motivos absolutos de nulidad.

El agravio lo establece el legislador, por lo que basta la concurrencia de la causal


para los efectos de acoger el recurso de nulidad. Son casos en que el propio legislador
determina que, por la gravedad de los hechos en que se sustentan, ha existido infracción
sustancial de las garantías. Según el art. 374, el juicio y la sentencia serán siempre
anulados:

a) “Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no


integrado por los jueces designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada
por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral
en lo penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o hubiere
sido declarada por tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada por un
menor número de votos o pronunciada por menor número de jueces que el
requerido por la ley, o con concurrencia de jueces que no hubieren asistido al
juicio.”

Se trata vicios que afectan al tribunal que pronuncia la sentencia:

i. Sentencia pronunciada por tribunal incompetente.

a. Se puede tratar de incompetencia absoluta o relativa.

b. Recordar que en sede penal no procede la prórroga de la competencia.

c. Es una causal de muy rara ocurrencia, ya que el TJOP se determina en


relación con el juez de garantía que hubiere intervenido en la etapa de
investigación formalizada y preparación de juicio oral.

ii. Sentencia pronunciada por un tribunal no integrado por los jueces designados
por la ley:

a. Se refiere a los tribunales colegiados.

b. No se aplica respecto de la sentencia definitiva pronunciada por el juez de


garantía en un procedimiento simplificado y de acción penal privada.

207
iii. Sentencia pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez
de TJOP legalmente implicado.

a. Basta la concurrencia respecto de 1 de los jueces.

b. Respecto de los jueces con competencia criminal, las causales de


implicancia son más amplias.

iv. Sentencia pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez


de TJOP cuya recusación estuviere pendiente o hubiera sido declarada por
tribunal competente.

a. A diferencia de lo que ocurre con la implicancia, respecto de la


recusación, es necesario que ella se haya hecho valer.

b. Basta que proceda respecto de uno de los jueces del TJOP.

c. En cuanto a la oportunidad para alegar las implicancias o las recusaciones,


se debe estar a lo dispuesto en el art. 76.

v. Sentencia acordada por un menor número de votos que el requerido por la ley.

vi. Sentencia pronunciada por un menor número de jueces que el requerido por la
ley.

a. Debe adoptarse la decisión por la mayoría de los miembros de la sala.

vii. Sentencia pronunciada con la concurrencia de jueces que no hubieren asistido


al juicio.

a. Sólo pueden concurrir a las decisiones del tribunal, los jueces que
hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral.

b. Se explica por los principios formativos del procedimiento: concentración,


continuidad, presencia interrumpida de los jueces de tribunal oral,
apreciación conforme a la sana crítica y fundamentación de la sentencia.

b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de
las personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los

208
artículos 284 y 286; - Se refieren principalmente a la presencia continuada de los
jueces, del Ministerio Público y del defensor del imputado.

c) Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le


otorga;

Se trata de casos en que, estando presente el defensor, ha sido privado


injustificadamente de ejercer derechos que se le confieren durante la audiencia de
juicio oral. Ejemplos de estos casos serían:

i. No se le ofrezca la palabra al defensor para formular la defensa.

ii. No se le permita interrogar testigos.

iii. No se le permite efectuar el alegato final. El profesor Maturana señala que le


parece extraño que esta misma causal no se contemple en relación a las
personas del Fiscal y del acusador particular. En caso de que ello ocurra y
basado en el carácter contradictorio, habrá que encuadrarlo dentro de la causal
genérica del 373 letra a).

d) Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la
ley sobre publicidad y continuidad del juicio;

e) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el


artículo 342, letras c), d) o e). Se refieren a:

c. “La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y


circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos favorables o
desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 297;

d. Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente


cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;

e. La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por


cada uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se

209
pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto
de las indemnizaciones a que hubiere lugar.”

Esta causal, por tanto, se refiere a la falta de fundamentación de la sentencia y a la


omisión en el pronunciamiento acerca de alguna de las pretensiones hechas valer.
Además, debemos tener en cuenta el art. 297 que nos señala que los tribunales
apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.

f) Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el artículo


341. Consiste en el vicio de haberse incurrido en el vicio de ultrapetita o falta de
congruencia entre la acusación y la sentencia. El art. 341 establece la llamada
competencia específica que tiene el tribunal para los efectos de pronunciar la
sentencia, debiendo guardar la congruencia con la acusación formulada en el
mismo. Dispone, textualmente, el art. 341: “La sentencia condenatoria no podrá
exceder el contenido de la acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por
hechos o circunstancias no contenidos en ella. Con todo, el tribunal podrá dar al
hecho una calificación jurídica distinta de aquella contenida en la acusación o
apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la
responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los
intervinientes durante la audiencia. Si durante la deliberación uno o más jueces
consideraren la posibilidad de otorgar a los hechos una calificación distinta de la
establecida en la acusación, que no hubiere sido objeto de discusión durante la
audiencia, deberán reabrirla, a objeto de permitir a las partes debatir sobre ella”.

g) Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal


pasada en autoridad de cosa juzgada. Se consagra en virtud del principio non bis in
idem, el cual por lo demás, está consagrado en el art. 1 inciso 2º, que proscribe un
nuevo procedimiento por los mismos hechos, para el que ya fue condenado,
absuelto o sobreseído definitivamente por sentencia ejecutoriada.

En caso de que no se interpusiere el recurso de nulidad por esta causal, será posible
deducir la acción de revisión contemplada en el art. 473 letra d). Es importante

210
señalar, que a diferencia de lo que ocurre con el recurso de casación en la forma, en
el recurso de nulidad no se han señalado cuáles serían los trámites esenciales, lo
cual deriva en la opción de encuadrarlos dentro de la causal genérica del art. 373
letra a).

h. Plazo para interponer el recurso de nulidad.

En el nuevo proceso penal se contempla un plazo único y sin ampliación alguna


para deducir el recurso de nulidad (no se modifica el plazo ni por la causal ni por el tribunal
que deberá conocerlo). El art. 372 inc.1 dispone que deberá interponerse por escrito dentro
de los 10 días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que
hubiere conocido del juicio oral, ante el juez de garantía que hubiere conocido del
procedimiento simplificado, o de acción penal privada.

El plazo de 10 días se cuenta desde la notificación de la sentencia definitiva, la que


se entiende hecha por la lectura de la sentencia de acuerdo a lo previsto en el art. 346.

i. Preparación del recurso de nulidad.

La preparación del recurso de nulidad consiste en la reclamación que debe haber


efectuado el interviniente que lo entabla, respecto del vicio del procedimiento que se invoca
al interponerlo, ejerciendo oportunamente los medios establecidos por la ley, art. 377 inc.1.

Para que se entienda preparado es necesario:

a. Que se haya reclamado previamente del vicio de procedimiento que constituye


la causal. Los vicios que no sean de procedimiento (por ejemplo, la errónea
aplicación del derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo),
nunca será necesario prepararlos.

b. Que el reclamo del vicio se haya verificado ejerciendo oportunamente los


medios establecidos en la ley. A diferencia de lo que ocurre con el recurso de
casación en la forma, en esta materia no se usa la expresión “recursos”. Se
debe haber reclamado el vicio, mediante cualquier expediente, arbitrio, medio
o facultad. Además, se requiere del ejercicio oportuno de dichos medios, no

211
bastando para la preparación su ejercicio extemporáneo. A diferencia de lo
exigido en la casación civil, en el recurso de nulidad, no se ha exigido que se
utilicen todos los recursos para entenderlo preparado. Por ello, basta la sola
circunstancia de haber utilizado a lo menos uno de los medios establecidos en
la ley para reclamar del vicio. El profesor Maturana considera que es correcta
esta innovación, toda vez que en el nuevo sistema procesal penal se acotan los
medios de impugnación, respecto a lo ocurrido en sede civil.

c. La reclamación del vicio debe ser efectuada por la parte que interpone el
recurso de nulidad. 377 inciso 1.

j. Casos en que no es necesario preparar el recurso:

Como regla general, no es necesario preparar el recurso cuando la infracción


invocada como motivo del recurso no se refiriere a una ley que regulare el procedimiento.
Atendiendo a la clasificación de las leyes en ordenatoria litis y decisoria litis, podemos
afirmar que la preparación del recurso de nulidad se requiere sólo respecto de la infracción
de leyes ordenatoria litis.

Excepcionalmente (aun cuando se traten de leyes ordenatoria litis) tampoco es


necesario preparar el recurso:

a. Cuando se tratare de alguna de las causales específicas de nulidad del art. 374.

b. Cuando la ley no admite recurso alguno en contra de la resolución que


contuviere el vicio o defecto que se invoca como causal del recurso de nulidad.

c. Cuando el vicio o defecto haya tenido lugar en el pronunciamiento mismo de


la sentencia que se trata de anular (Ejs. Ultrapetita, vicios de forma y cosa
juzgada).

d. Cuando el vicio o defecto haya llegado a conocimiento de parte después de


pronunciada la sentencia (aun cuando no se haya producido en el
pronunciamiento de ésta).

212
k. Sanción a la falta de preparación del recurso.

El art. 377 inc.1 señala que la preparación del recurso de nulidad es un requisito de
admisibilidad para que pueda darse tramitación al recurso. Este requisito de admisibilidad
no debe ser controlado en el examen de admisibilidad del tribunal a quo, (art. 380), el cual
se limita a examinar si el recurso procede conforme a la naturaleza de la resolución y a si
fue interpuesto en el plazo.

La preparación del recurso constituye uno de los requisitos que el tribunal ad quem
debe examinar para pronunciarse sobre la admisibilidad (art. 383 inciso 2º). Si no se ha
preparado el recurso de nulidad, el tribunal ad quem podrá declarar la inadmisibilidad del
mismo en cuenta. La razón de la preparación del recurso de nulidad radica en ser un
instrumento para resguardar la buena fe del proceso.

l. Forma de interponer el recurso de nulidad.

El art. 372 señala que debe interponerse por escrito. El escrito, debe cumplir con los
siguientes requisitos:

a) Los requisitos comunes a todo escrito.

b) Debe mencionar expresamente:

i. el vicio o defecto en que se funda,

ii. el agravio causado si se invocan las causales genéricas y

iii. la ley que concede el recurso por dicha causal.

Respecto de las causales que hacen procedente el recurso y que deben


mencionarse en el escrito, se deben tener presentes las siguientes reglas:

a) Se establece una preclusión por consumación, en cuanto a que, quien


interpuso el recurso de nulidad no puede invocar nuevas causales que no se
hubieren hecho valer en el escrito en el cual se hubiere deducido, aun
cuando en el curso de la tramitación del recurso se descubra alguna nueva
causal, art. 379 inc. Sin perjuicio de lo anterior, la Corte de oficio, podrá

213
acoger el recurso que se hubiere deducido a favor del imputado por un
motivo distinto al invocado por el recurrente, siempre que aquél fuere unos
de los señalados en el art. 374 (motivos absolutos de nulidad), art. 379
inc.2.

b) El recurso de nulidad puede fundarse en varias causales, en cuyo caso debe


indicarse si se invocan conjunta o subsidiariamente. Cada motivo de nulidad
debe ser fundado separadamente, art. 378 inc.2. En el recurso de nulidad se
innova en este punto, ya que, en sede de recurso de casación en el fondo, no
es posible invocar causales subsidiarias.

c) Dado que el recurso de nulidad es extraordinario y de derecho estricto, el


recurrente no solo debe señalar el vicio que lo fundamenta, sino que además
la ley que concede el recurso por la causal que se invoca. Así, por ejemplo,
si se invoca el art. 373 letra a) deberá indicarse con precisión cuál derecho
consagrado en la CPR o en un tratado internacional, ha de considerarse
vulnerado. No se contempla que el recurso sea patrocinado por abogado
habilitado como la casación.

c) Debe consignar los fundamentos de las diversas causales que se hubieren hecho
valer en el recurso de nulidad y contener las peticiones concretas que se sometieron
al fallo del tribunal, art. 378 inc.1. Cuando el recurso se fundare en la causal
prevista en el artículo 373, letra b), y el recurrente sostuviere que, por aplicación del
inciso tercero del artículo 376, su conocimiento correspondiere a la Corte Suprema,
deberá, además:

i. Indicar en forma precisa los fallos en que se hubiere sostenido las distintas
interpretaciones que invocare; y

ii. Acompañar copia de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren


efectuado del texto íntegro de las mismas.

En caso de que no se cumpla con estos requisitos adicionales, el prof.


Maturana sostiene que no se genera la inadmisibilidad del recurso de nulidad,
sino sólo se priva al recurrente de la posibilidad que éste sea conocido por la

214
Corte Suprema (será en definitiva conocido por la Corte de Apelaciones
respectiva).

d) Debe señalarse la forma en que se ha preparado el recurso de nulidad o las razones


por las cuales su preparación no es necesaria, art. 377. No se trata de una exigencia
legal, sino sólo de una forma de facilitar el examen de admisibilidad que deberá
efectuar el tribunal ad quem.

e) Debe ofrecerse prueba respecto de los hechos referentes a la causal invocada.

Excepcionalmente, en el recurso de nulidad será posible producir prueba sobre las


circunstancias que constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido, y
como única oportunidad, en el escrito de interposición del recurso (art. 359 inc.1). Es decir,
no se trata propiamente de un requisito de admisibilidad del recurso, sino que permite que
posteriormente se pueda rendir prueba ante el tribunal ad quem, respecto de los hechos
referentes a la causal invocada.

m. Efectos de la concesión del recurso de nulidad en el cumplimiento del fallo.

La regla general que se contempla respecto de todos los recursos es que la


interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la sentencia absolutoria que es
impugnada en el recurso de nulidad, art. 379 inc.1 y 355. Dando aplicación a esta regla,
dispone el art. 153 que el tribunal debe poner término a la prisión preventiva cuando dictare
sentencia absolutoria o decretare el sobreseimiento temporal o definitivo, aunque dichas
resoluciones no se encontraren ejecutoriadas. Por tanto, la sentencia absolutoria impugnada
por medio de un recurso de nulidad es un típico caso de sentencia que causa ejecutoria.

La excepción la señala el mismo art. 379: “La interposición del recurso de nulidad
suspende siempre la ejecución de la sentencia condenatoria recurrida”. Dicha norma tiene
pleno sentido en relación con el art. 468: “Las sentencias condenatorias penales no podrán
cumplirse sino cuando se encontraren ejecutoriadas”.

215
n. Tramitación del recurso de nulidad

A. Tramitación ante el tribunal a quo:

i. Examen de admisibilidad o inadmisibilidad del recurso de nulidad. Interpuesto el


recurso, el tribunal a quo debe proceder al examen de admisibilidad para los efectos
de acogerlo a tramitación. El examen de admisibilidad sólo puede versar sobre, (art.
380):

a. Si se ha interpuesto dentro de tiempo.

b. Si ha sido deducido en contra de una resolución que fuere impugnable por este
recurso.

El examen que hace es limitado a estos dos puntos, con lo cual se busca lograr
una mayor agilidad en la providencia que deberá pronunciar acerca de la
admisibilidad o inadmisibilidad del recurso.

Del examen de admisibilidad puede resultar que el recurso no cumpla con uno
o más requisitos, en cuyo caso el tribunal lo declarará inadmisible de plano. En
contra de la resolución que se pronuncie acerca de la inadmisibilidad sólo
podrá interponerse el recurso de reposición, el que deberá deducirse dentro de
tercero día.

Si el recurso de nulidad cumple con estos requisitos deberá el tribunal remitirlo


al tribunal ad quem que corresponda según lo solicitado por el recurrente por la
o las causales invocadas.

ii. Remisión de los antecedentes al tribunal ad quem: concedido el recurso, el tribunal


a quo ordenará que se remitan los antecedentes a la Corte respectiva. Se remitirá a la
Corte (1) copia de la sentencia definitiva, (2) del registro de la audiencia del juicio
oral o de las actuaciones determinadas de ella que se impugnaren, y (3) del escrito
en que se hubiere interpuesto el recurso, art. 381.

216
La obligación de la remisión de dichos antecedentes recae sobre el tribunal a quo, por lo
que no es procedente la deserción del recurso por no sacar compulsas o franquear el
proceso 26.

B. Tramitación ante el tribunal ad quem.

i. Certificado de ingreso del expediente a la Corte: el secretario del tribunal ad quem debe
estampar en el expediente remitido un certificado que acredita la fecha de ingreso del
expediente, debe incluirlo en el libro de ingresos y asignarle un número de rol (distinto
al que tenía en el tribunal a quo). Esta certificación no se notifica a las partes, pero es
importante porque a partir de ella se cuenta el plazo para los siguientes efectos:

a. Para que las partes diversas al recurrente se adhieran;

b. Para que las partes diversas al recurrente soliciten la inadmisibilidad; o

c. Para que las partes diversas al recurrente formulen observaciones al recurso.


En el recurso de nulidad no se contempla la comparecencia ante el tribunal ad
quem, por lo que no rige la sanción de deserción del recurso por este motivo.
Sin embargo, es necesaria la comparecencia del recurrente en la vista de la
causa, bajo la sanción (en caso de inasistencia) de tener por abandonado el
recurso respecto de los recurrentes ausentes según el art. 358.

ii. Transcurso del plazo de 5 días desde el ingreso del expediente al tribunal para que las
partes diversas al recurrente se adhieran, soliciten la inadmisibilidad o formulen
observaciones al recurso (art. 382). La adhesión debe cumplir con todos los requisitos
necesarios para interponer el recurso de nulidad, y su admisibilidad se resuelve de plano
por la Corte.

iii. Declaración de admisibilidad o inadmisibilidad: transcurrido dicho plazo (5 días desde


el ingreso al tribunal ad quem), el tribunal debe revisar en cuenta los requisitos de

26
Con la Ley 20.886 de tramitación electrónica esto ya no es problema, dado que se dispone la
remisión electrónica de los antecedentes desde el tribunal a quo al ad quem.
217
admisibilidad del recurso. Los elementos de admisibilidad sobre los cuales recaerá el
examen son:

a. Si la sentencia objeto del recurso es aquellas contra las cuales lo concede la ley.

b. Si se ha interpuesto dentro de plazo.

c. Si el escrito de interposición contiene los fundamentos de hecho y de derecho y


las peticiones concretas.

d. Si el recurso ha sido preparado en los casos que ello fuera procedente.

Respecto de los elementos señalados en las letras a) y b) existe un doble control,


ya que son analizados tanto por el tribunal a quo como por el tribunal ad quem.
De dicho examen puede resultar:

i. Que el recurso cumpla con todos los requisitos: en este caso el recurso será
admisible y deberá dictarse por el tribunal la resolución que dispone la vista
del recurso.

ii. Que el recurso no cumpla con uno o más de los requisitos de admisibilidad:
en este caso el tribunal lo declarará inadmisible, art. 383 inc.2. Deberá
efectuar dicha declaración por medio de resolución fundada.

iii. Que el recurso no cumpla con uno o más de los requisitos de admisibilidad,
declarándolo inadmisible, pero estime posible anular de oficio por alguna de
las causales de nulidad absoluta contemplado en el art. 374.

iv. La Corte Suprema puede no pronunciarse acerca de la admisibilidad del


recurso y proceder a remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones
respectiva para que efectúe dicho control y de declarar su admisibilidad,
proceda a conocer y fallarlo, (art. 383). Los casos en que la Corte Suprema
puede ejercer dicha facultad son:

a. Si el recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra


a), y la Corte Suprema estimare que, de ser efectivos los hechos
invocados como fundamento, serían constitutivos de alguna de las

218
causales señaladas en el artículo 374. Es decir, si los hechos en los
cuales se basa el recurso pueden subsumirse tanto dentro de la causal
genérica del 373 letra a) como en uno de los motivos específicos y
absolutos de nulidad, la Corte Suprema debe estimar que no tiene
competencia per saltum y remitir los antecedentes a la Corte de
Apelaciones respectiva.

b. Si, respecto del recurso fundado en la causal del artículo 373, letra
b), la Corte Suprema estimare que no existen distintas
interpretaciones sobre la materia de derecho objeto del mismo o, aun
existiendo, no fueren determinantes para la decisión de la causa, y

c. Si en alguno de los casos previstos en el inciso final del artículo 376


(recurso fundado en distintas causales, correspondiendo al menos 1
de ellas a la Corte Suprema; o si se deducen distintos recursos de
nulidad contra la sentencia y entre las causales que los fundaren
hubiere una respecto de la cual corresponde pronunciarse a la Corte
Suprema), la Corte Suprema estimare que concurre respecto de los
motivos de nulidad invocados alguna de las situaciones previstas en
las letras a) y b) de este artículo.

iv. Designación de abogado patrocinante: en el recurso de nulidad no se contempla la


obligación de designar abogado patrocinante ante el tribunal ad quem hasta antes de la
vista del recurso. Esta designación tiene carácter facultativo y la renuncia del
patrocinante no produce efecto alguno en su tramitación. Sin embargo, conforme lo
dispone el inciso final del 382, hasta antes de la audiencia en que se conociere el
recurso, el acusado podrá solicitar la designación de su defensor penal público con
domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su representación, cuando el
juicio oral se hubiere desarrollado en una ciudad distinta.

v. La prueba ante el tribunal ad quem: por regla general, no es procedente la rendición de


la prueba en el recurso de nulidad. Ella es regla absoluta cuando el recurso se funde en
un error de derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Excepcionalmente acerca de otras causales de nulidad se contempla la posibilidad de

219
rendir prueba para establecer los hechos que sean necesarios para acreditar la causal
invocada.

Ella se regula en el art. 359: “En el recurso de nulidad podrá producirse prueba sobre
las circunstancias que constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido
en el escrito de interposición del recurso. Esta prueba se recibirá en la audiencia
conforme con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso alguno la
circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la
audiencia”.

vi. La vista de la causa: en esta materia se aplican las normas de los arts. 356 a 358, ya
analizadas al tratar la apelación.

o. Modos de terminar el recurso de nulidad.

El recurso termina normalmente por la resolución que falla el asunto, es decir por
una sentencia que versa sobre el fondo del recurso. También puede terminar anormalmente
de forma directa, por el abandono y el desistimiento del recurso. Asimismo, puede terminar
de forma indirecta por el desistimiento y el abandono de la acción penal privada y el
sobreseimiento definitivo.

El fallo del recurso La Corte deberá fallar el recurso dentro de los 20 días siguientes
a la fecha en que se hubiere terminado de conocer de él. El tribunal ad quem para acoger o
rechazar el recurso debe seguir los siguientes pasos:

a. Analizar si la causal invocada es de aquellas que establece la ley.

b. Si los hechos invocados constituyen verdaderamente la causal que se invoca o se ha


producido un error de derecho.

c. Si esos hechos que configuran la causal que se invoca están suficientemente


acreditados

d. Si el vicio ha causado al recurrente un perjuicio reparable sólo por medio de la


invalidación del fallo, a menos que se trate de un motivo absoluto de nulidad del art.
374.

220
e. Si el vicio ha influido en lo dispositivo del fallo.

Analizado lo anterior, el fallo que rechaza el recurso de nulidad deberá contener los
fundamentos que sirvan de base a la decisión, pronunciándose sobre las cuestiones
controvertidas, y declarar que no es nulo el juicio oral ni la sentencia definitiva.

En caso de que acoja el recurso de nulidad, el tribunal deberá exponer los


fundamentos que sirvan de base a su decisión, la causal en que se basa para acogerlo, y
declarar si es nulo o no el juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si sólo es nula
la sentencia, según corresponda conforme al art. 385.

p. Efectos de fallo que acoge el recurso de nulidad:

A. Nulidad de la sentencia y del juicio oral: la regla general, es que el tribunal ad


quem debe declarar la nulidad de la sentencia recurrida y del juicio oral,
debiendo según la causal de nulidad, determinar el estado en que queda el
procedimiento y disponer el reenvío del asunto al tribunal no inhabilitado que
corresponda, para que éste disponga la realización del nuevo juicio oral.

Esta misma situación (acogimiento del recurso de nulidad dando lugar a la


celebración de un nuevo juicio oral), tiene lugar cuando el vicio o defecto se ha
cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia. Art. 386: “Salvo los
casos mencionados en el artículo 385, si la Corte acogiere el recurso anulará la
sentencia y el juicio oral, determinará el estado en que hubiere de quedar el
procedimiento y ordenará la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que
correspondiere, para que éste disponga la realización de un nuevo juicio oral. No
será obstáculo para que se ordene efectuar un nuevo juicio oral la circunstancia
de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el
pronunciamiento mismo de la sentencia”.

El tribunal ad quem por regla general sólo debe limitarse a anular la sentencia y
el juicio oral, sin dictar sentencia de reemplazo sobre el fondo del asunto. Ello
se explica porque si el tribunal ad quem procediera a la dictación de la sentencia
de reemplazo, se violaría el principio de la existencia de juicio oral, el que
221
importa necesariamente que la prueba se rinda y pondere sólo por el tribunal
ante el cual ella se hubiere rendido.

En relación a la sentencia que se dicte en el nuevo juicio oral que se realice ante
el tribunal no inhabilitado con motivo de la orden impuesta por la sentencia del
tribunal ad quem, no será susceptible de recurso alguno, como lo señala el art.
387 inc.1. Se trata de una norma que podría criticarse por inconstitucional, ya
que nada asegura que en el nuevo proceso no se vuelva a incurrir en vicios que
admitan la procedencia del recurso de nulidad.

Excepcionalmente, si la sentencia anulada por el tribunal ad quem fuere


absolutoria y la que se hubiere dictado en el nuevo juicio oral fuere
condenatoria, procederá el recurso de nulidad, pero sólo en favor del acusado,
conforme a las reglas generales”, art. 387 inc.2.

B. Nulidad de la sentencia y dictación de sentencia de reemplazo.


Excepcionalmente, según el art. 385 NCPP, es posible que, en caso de acogerse
el recurso de nulidad, el tribunal ad quem anule sólo la sentencia y no el juicio
oral, y en ese caso será la Corte quien dicte, sin una nueva audiencia, pero en
forma separada, un nuevo fallo resolviendo el asunto aplicando correctamente el
derecho, sin que exista una remisión del expediente al tribunal a quo. Esta
situación sólo será posible cuando el tribunal ad quem hubiere acogido el
recurso por un error de derecho que hubiere influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo por los siguientes motivos:

a. Sentencia anulada hubiere calificado de delito un hecho que la ley no


considerare tal,

b. Sentencia anulada hubiere aplicado una pena cuando no procediere


aplicar pena alguna,

c. Sentencia anulada hubiere impuesto una pena superior a la que


legalmente correspondiere.

Del análisis de estos motivos excepcionales que permiten al tribunal ad


quem dictar una sentencia de reemplazo, podemos deducir que sólo es
222
posible que ello ocurra, cuando el recurso de nulidad ha sido deducido a
favor del acusado. A pesar de que el 385 utiliza la expresión “podrá”, se ha
estimado que se trata de una obligación. Este sería el caso en que el recurso
de nulidad además de perseguir efectos invalidatorios o de anulación,
persigue efectos de enmienda o reforma.

q. Recursos en contra de la sentencia que se pronuncia acerca del recurso de nulidad

Según el art. 387 inc.1 la resolución que fallare un recurso de nulidad no es


susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria
firme. Sin embargo, por interpretación de los arts. 97 COT y 52, es procedente el recurso de
aclaración, rectificación o enmienda en contra de la resolución tanto de la Corte de
Apelaciones como de la Corte Suprema.

3. REVISIÓN DE LAS SENTENCIAS FIRMES

La revisión ha sido definida como aquel proceso especial que tiene por objeto
impugnar una sentencia, ante el grado supremo de la jerarquía judicial, en virtud de
motivaciones que no pertenecen al proceso mismo en que la resolución impugnada se dicta,
sino que, son extrínsecas a dicho proceso y determinan, por lo tanto, la existencia de vicios
trascendentes a él.

El fundamento de la revisión estriba en ser la última posibilidad de realización de


los valores a que el proceso, como todo el derecho, sirve. Si bien el valor de seguridad
puede quedar menoscabado por la aplicación de un recurso de revisión, aunque también la
revisión, en ciertos casos, sirve a la seguridad jurídica, la realización de la justicia impone
el reconocimiento de un recurso de este tipo que prohíbe que resultados trascendentalmente
injustos se consoliden definitivamente, pese al conocimiento y a la prueba de las causas de
que esa injusticia se origina.

223
a. Naturaleza jurídica.

Para algunos, se trata de un recurso en cuanto a que permite impugnar una


resolución judicial. Para otros, se trata de una acción pues se ejerce en contra de una
sentencia que se encuentra firme, es decir, una respecto de la cual no proceden recursos.
Desde el punto de vista de nuestra regulación, podría decirse que no se contempla como un
recurso pues no se regula en el Libro III del CPP, sino que en el Libro IV (Párrafo 3° del
Título VIII).

b. Resoluciones impugnables.

Sentencias firmes condenatorias (art 473).

c. Legitimación activa

La revisión puede ser pedida por el ministerio público, por el condenado o por el
cónyuge, ascendiente, descendientes o hermanos de éste. El condenado puede interponerlo
aun cuando hubiere cumplido su condena, y si hubiere muertos, pueden hacerlo sus
herederos con el objeto de rehabilitar su memoria (art. 474).

d. Causales.

En virtud del art. 473, las causales del recurso de revisión son:

a) Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condena dos o


más personas por un mismo delito que no hubiere podido ser cometido más que por
una sola;
b) Cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del
homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la condena;
c) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia fundada en un
documento o en el testimonio de una o más personas, siempre que dicho documento
o dicho testimonio hubiere sido declarado falso por sentencia firme en causa
criminal;
d) Cuando, con posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere
algún hecho o apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que
fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, y

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e) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia de
prevaricación o cohecho del juez que la hubiere dictado o de uno o más de los
jueces que hubieren concurrido a su dictación, cuya existencia hubiere sido
declarada por sentencia judicial firme.

e. Tribunal competente.

La revisión de las sentencias firmes es de competencia privativa de la Cortes


Suprema, y es ante este tribunal que se presenta la solicitud.

f. Plazo.

No existe plazo para pedir la revisión, el Código señala que puede pedirse “en
cualquier tiempo”.

g. Efectos de la solicitud.

La revisión, no tiene, por regla general, efectos suspensivos (art. 477 inc. 1°).
Excepcionalmente, si el tribunal lo estimare conveniente, puede, en cualquier momento
durante la tramitación de la solicitud, suspender la ejecución de la sentencia impugnada y
aplicar alguna de las medidas cautelares del art. 155 (art. 477 inc. 2°).

h. Fallo de la revisión.

La resolución que acoge la solicitud de revisión debe declarar la nulidad de la


sentencia (art. 478 inc. 1°) y ordenar, según el caso, la libertad del imputado y la cesación
de la inhabilitación que haya sido impuesta como pena principal o accesoria (art. 479 inc.
final).

La Corte Suprema puede, acto seguido y sin nueva vista, pero separadamente, dictar
sentencia de reemplazo “si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la
inocencia del condenado” (art. 478 inc. 2°. En tal caso, la Corte puede pronunciarse de
inmediato sobre la procedencia de la indemnización por error judicial a que se refiere el art.
19 N°7, letra i de la CPR.

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