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CIUDADANO:

JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE MEDIACIÓN, SUSTANCIACIÓN Y


EJECUCION DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO
YARACUY.
SU: DESPACHO.-

Yo, DELKI ROSA TORREZ COLMENAREZ, venezolana, mayor de edad,


hábil en derecho, abogado en el libre ejercicio de mi profesión inscrita por ante el
Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nro.- 281849, apoderada judicial
de la ciudadana. DULCE BIRSAVIT GORDILLO CAMBERO, venezolana, mayor de
edad, de profesión patólogo, casada, titular de la cédula de Identidad Nº V-
11.277.338, residenciada en Ciufetelli 10065 Sugar Pine Dr. W. Clarkston, Michigan
48348, En Michigan, EEUU; carácter que se evidencia de Poder Especial,
debidamente otorgado ante la Notaría Quinta de Maracay, en fecha 30 de
Diciembre de 2019, quedando inserto bajo el Nro.- 37, Tomo 196 de los libros de
autenticaciones llevados por esa Notaría, el cual acompaño en Original al presente
escrito, identificado con la letra “A”, con domicilio procesal en la Urbanización el
Ciepito, calle 1 casa 11 San Felipe-Estado Yaracuy. Con el debido respeto ocurro
ante su competente autoridad, a los fines de exponer y solicitar el DIVORCIO POR
DESAFECTO, (perdida del afecto marital), hacia su cónyuge, en los términos
siguientes:

CAPITULO I
DE LOS HECHOS

En fecha 31 de julio de 2009, mi poderdante contrajo matrimonio Civil, por


ante la ante la Primera Autoridad Civil del Municipio Independencia Estado
Yaracuy, con el ciudadano HENRIFER MIGUEL DOMÍNGUEZ ESPINOZA; según
consta en Acta de matrimonio inserta bajo el N° 122, Folio 122, Tomo I del Año
2009,que acompaño marcada letra “B”, fijando como ÚLTIMO DOMICILIO
CONYUGAL, en el Sector dos (2) del conjunto residencial “LA ESMERALDA” casa
distinguida con el número 26, situada en el sitio denominado “EL PLAYÓN” del
Municipio San Felipe Estado Yaracuy. De esa unión conyugal NO procrearon
hijos. Ahora bien; la Relación desde el principio; fue armoniosa y estuvo basada en
el respeto, la tolerancia, el afecto mutuo y la comprensión; cumpliendo cada uno con
sus obligaciones conyugales; Pero es el caso ciudadano juez que en la relación
surgieron desavenencias que los fueron distanciando como pareja haciendo
imposible la vida en común, por una incompatibilidad manifiesta de caracteres, las
cuales deliberadamente han producido el referido distanciamiento, marcado por un
enfriamiento en la relación conyugal, a tal punto que en la actualidad, les es
imposible la vida en común, además, existe una ruptura de la relación, por cuanto
DULCE BIRSAVIT GORDILLO CAMBERO tiene muchos años que vive y trabaja
fuera de Venezuela, tiene su vida hecha en otro país, y solo viene de visita a
nuestro país en fechas especiales, por lo tanto, solo media entre ellos, LA
DISTANCIA, no existe el mutuo socorro, el débito conyugal, no cohabitan juntos; en
fin, ante los ojos de la ley siguen siendo cónyuges, pero en el mundo real, se fue
perdiendo gradualmente el apego sentimental que existía; provocando una
disminución del interés, actualmente no existe ningún vínculo afectivo o apego
sentimental que lo una a él. Así mismo he de resaltar, que tomando en
consideración el derecho a vivir en un ambiente en armonía, mi poderdante DULCE
BIRSAVIT GORDILLO CAMBERO, luego de que HENRIFER MIGUEL
DOMÍNGUEZ ESPINOZA, la agrediera físicamente, y que se viera obligada a
denunciarlo en la Fiscalía del Ministerio Público, con competencia en Violencia de
género; para resguardar su vida, se separó definitivamente de hecho de su aún
esposo, interrumpiendo definitivamente la vida en común el día viernes veinte (27)
del mes de julio del año dos mil diecinueve (2019), ambos se viviendo a partir de
esa fecha cada uno en residencias diferentes; destacando que no pretende
reconciliación alguna; por lo que manifiesto ante usted, la voluntad de mi
poderdante, de poner fin a la relación matrimonial por invocación expresa del
desafecto, de acuerdo a lo plasmado en el contenido de la Sentencia N° 1070 del
9 de Diciembre de 2016 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

De las Pertinentes Conclusiones

Respetado Juez, La presente pretensión de Divorcio por “Desafecto Marital”(perdida


del amor marital), es procedente por las siguientes razones:
1.- He acompañado la presente Solicitud, de copia certificada del acta de
matrimonio, de la cual se constata que efectivamente, si celebraron matrimonio civil.
2.- El tribunal es competente por territorio, por cuanto el Ultimo Domicilio, fue en la
Ciudad de San Felipe.
3.- Mi poderdante ha manifestado inequívocamente, su total y absoluta falta de
Affectio maritalis o Desamor, hacia su cónyuge HENRIFER MIGUEL
DOMÍNGUEZ ESPINOZA, antes identificado, por haberse terminado el amor y el
afecto que le profesaba. Y siendo una situación de Mero Derecho, no hace alta
prueba alguna de esta causal de Divorcio; para la cual nos hemos basado en la
interpretación vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
contenida en la Sentencia N° 1070 del 9 de Diciembre de 2016, en concordancia

con las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Nros
446, 693,del 15 de mayo del 2014 y 02 de junio de 2015 respectivamente, donde
fueron interpretados los artículos 185 y 185 A del Código Civil, cuya pretensión, es
que sea disuelto el matrimonio Civil, que une a mi poderdante con HENRIFER
MIGUEL DOMÍNGUEZ ESPINOZA .

CAPITULO II

DEL DERECHO

Fundamento la presente Solicitud de Divorcio con base en la interpretación


vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, contenida en
la Sentencia N° 1070 del 9 de Diciembre de 2016, en concordancia con las
sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Nros 446,
693, del 15 de mayo del 2014 y 02 de junio de 2015, que realiza una interpretación
del Artículo 185 del Código Civil Venezolano y establece con carácter vinculante
que:
En este mismo sentido, mediante Sentencia N° 1070 del nueve (9) de Diciembre
del año dos mil dieciséis (2016) de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, con Ponencia del Magistrado Juan José Mendoza Jover, estableció el
siguiente criterio interpretativo Constitucional con carácter vinculante:

Por lo tanto, el matrimonio se erige como la voluntad de las partes, nacida


del afecto, para lograr los fines de la vida en pareja y durante su lapso de
vida constituir el pilar fundamental de la sociedad organizada: la familia.

Así pues, en nuestra sociedad el contrato de matrimonio nace a través


de un vínculo afectivo de libre consentimiento preexistente entre dos
personas de distinto sexo, mediante el cual se genera una serie de
derechos y deberes con el fin de realizar una vida en comunidad.

Dentro de este orden de ideas, la institución romana del Affectio


maritalis trataba acerca de la voluntad de ser marido o de ser mujer,
viniendo a ser el sustento fundamental del matrimonio, por lo que ha de
ser continua y su ruptura desembocaba en el divorcio.
Siendo así las cosas, el afecto, proveniente del latín affectus, refiere a un
sentimiento, el cual es el resultado de las emociones, hacia a alguien o
algo, especialmente de amor o cariño, por lo que podemos concluir que
el afecto o matrimonio y de su permanencia.

Es de agregar, tal y como en la institución del affectio maritalis, dicho


afecto que origina la unión de una pareja en matrimonio debe ser
permanente, por cuanto éste es la fuente directa de la creación del
contrato matrimonial y la existencia, de hecho, del vínculo marital
depende de tal afecto.

En este sentido, al momento en el cual perece el afecto y cariño ocurre


el nacimiento del desafecto, el cual es definido por la Real Academia
Española como la falta de estima por algo o alguien a quien se muestra
desvío o indiferencia.

Dicho desafecto consiste en la pérdida gradual del apego sentimental,


habiendo de una disminución del interés por el otro, que conlleva a una
sensación creciente de apatía, indiferencia y de alejamiento emocional,
lo que con el tiempo lleva a que los sentimientos positivos que existían
hacia el o la cónyuge cambien a sentimientos negativos o neutrales

(...Omissis...)

Es evidente entonces, que cuando aparece el fenómeno del desafecto o


la incompatibilidad entre los cónyuges, resulta fracturado y acabado, de
hecho, el vínculo matrimonial, por cuanto ya no existe el sentimiento
afectuoso que originó dicha unión, más sin embargo, esto no implica
que, desde el punto de vista jurídico se haya roto la unión matrimonial.
Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que
originó el contrato de matrimonio, este no debe de seguir surtiendo
efectos en el mundo jurídico, motivo por el cual no se puede someter a
un procedimiento haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de
caracteres en su demanda de divorcio, pues esta Sala estando en franca
sintonía con el respeto a los derechos constitucionales relativos a la
libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en
la sentencia 693/2015, estableció la posibilidad de que la ruptura jurídica
del vínculo matrimonial se pueda generar por causas no previstas en la
legislación patria, es decir, que el desafecto y la incompatibilidad de
caracteres, creadores de disfunciones en el matrimonio y la familia,
siendo esta la base fundamental para el desarrollo de la sociedad,
pueden ser alegados con el fin de obtener una sentencia que disuelva el
vínculo los principios, valores y derechos constitucionales que rigen la
materia, así como la protección familia y de los hijos –si es el caso-
habidos durante esa unión matrimonial en la cual se produjo el desafecto
o la incompatibilidad señalada

(…) esta Sala estando en franca sintonía con el respeto a los derechos
constitucionales relativos a la libertad y el libre desenvolvimiento de la
personalidad, desarrollados en la sentencia 693/2015, estableció la
posibilidad de que la ruptura jurídica del vínculo matrimonial se pueda
generar por causas no previstas en la legislación patria, es decir, que el
desafecto y la incompatibilidad de caracteres, creadores de disfunciones
en el matrimonio y la familia, siendo esta la base fundamental para el
desarrollo de la sociedad, pueden ser alegados con el fin de obtener una
sentencia que disuelva el vínculo jurídico que une a los cónyuges, para
así lograr el desenvolvimiento efectivo de los principios, valores y
derechos constitucionales que rigen la materia, así como la protección
familia y de los hijos –si es el caso- habidos durante esa unión
matrimonial en la cual se produjo el desafecto o la incompatibilidad
señalada.

Por ello, a los fines de la protección familiar debe entenderse el divorcio


como una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el
propósito de aligerar la carga emocional de la familia.

(...Omissis...)
En consecuencia, considera esta Sala que con la manifestación de
incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la
posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo
dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante
de esta Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y
demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio por parte
del cónyuge-demandante, como manifestación de un sentimiento
intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio
contenciosas.

En efecto, la competencia de los Tribunales es producir como juez


natural conforme lo dispone el artículo 49 constitucional, una decisión
que fije la ruptura jurídica del vínculo con los efectos que dicho divorcio
apareja, sin que pueda admitirse la posibilidad de que manifestada la
existencia de dicha ruptura matrimonial de hecho, se obligue a uno de
los cónyuges a mantener un vínculo matrimonial cuando éste ya no lo
desea, pues de considerarse así se verían lesionados derechos
constitucionales como el libre desenvolvimiento de la personalidad, la de
adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una familia, y
otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona....

De lo antes señalado se colige que la institución del matrimonio se centra en el


Affectio maritales, en donde priva el consentimiento, lo cual conlleva al libre
desenvolvimiento de la personalidad, sentimiento el cual debe constituir, la principal
fuente y pilar de dicha institución jurídica, y por tanto el requisito sine qua non, para
su permanencia en el tiempo. Si bien, nuestro legislador en un principio estableció
normas sustantivas y adjetivas, tendientes a proteger la institución jurídica del
matrimonio, La Sala Constitucional del Tribunal de Justicia, en su actividad
progresista y pedagógica, ha señalado que el consentimiento, es un requisito
indispensable, no solo para contraer matrimonio, sino además para que este
perdure en el tiempo. Es por ello, que ha permitido la invocación de otras causales
para solicitar la disolución del vínculo conyugal, pues una determinada persona
tiene derecho a adquirir un estado civil distinto y/o decidir formar una nueva familia.

Debido a ello, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, enalteciendo


el dinamismo del derecho, el cual debe ir a la par con la sociedad, ha introducido
en el Ordenamiento Jurídico Positivo Venezolano, la modalidad del divorcio bajo la
causal del Desafecto, en cuyo caso, tal como se estableció en la ut supra decisión,
su trámite no precisa de un contradictorio, ya que en este caso, el cónyuge, alega y
demuestra el profundo deseo de no seguir unido en matrimonio, como
manifestación de un sentimiento intrínseco de las personas, lo cual difiere de las
demandas de divorcio con carácter contencioso.
Entonces, cuando la causal de divorcio verse sobre el desamor, el desafecto o la
incompatibilidad de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la jurisdicción
voluntaria, establecido en los artículos del 895 al 902 del Código de Procedimiento
Civil, ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá comparecer
representado o debidamente asistido de abogado) y del Fiscal del Ministerio
Público, pues una vez expresada en los términos descritos la voluntad de disolver
la unión matrimonial “…debe tener como efecto la disolución del vínculo…”. Así lo
refleja la sentencia 1070/2016 supra transcrita de la Sala Constitucional,
procedimiento en el cual fue suprimida la articulación probatoria, ya que tal
manifestación de voluntad efectuada por el cónyuge solicitante no puede depender
de la valoración subjetiva que haga el Juez.
«Que cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las
causales previstas en el artículo 185 del Código Civil, y por cualquier otro
motivo, tales como: la incompatibilidad de caracteres o desafecto, sin que
quepa la posibilidad de que manifestada la ruptura matrimonial de hecho,
se obligue a alguno de los cónyuges a mantener el vínculo jurídico,
cuando éste ya no lo desea, pues de lo contrario, se verían lesionados
derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la
personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, y otros derechos
sociales que son intrínsecos a la persona». Dejó establecido nuestro
Máximo Tribunal de la República que cuando uno de los cónyuges
manifieste la incompatibilidad de caracteres o el desafecto para con el
esposo o la esposa, el procedimiento de divorcio no requiere de un
contradictorio, ya que es suficiente el deseo de no seguir en matrimonio
por parte del cónyuge solicitante, para que se decrete el divorcio, sin que
le sea dable al juez, entrar en consideraciones subjetivas ni axiológicas
acerca de cuáles son las razones por las cuales surgió el desamor, pues
la decisión del juez debe comprender que el divorcio, en éstos casos, es
una solución al conflicto marital surgido entre los cónyuges, con el
propósito de la protección familiar y de aligerar la carga emocional de la
misma.

Todo esto obedece al respecto a los derechos constitucionales relativos a


la libertad y el libre desenvolvimiento de la personalidad desarrollados en
las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
Nº 446 del 15 de Mayo del 2014 Exp. 14-094; Nº 693 del 02 de Junio del
2015 Exp. 12-1163 y Nº 1070 DEL 09 de Diciembre del 2016 Exp. 16-916.

CAPITULO III

DOCUMENTOS FUNDAMENTALES Y PROBATORIOS

Anexo a este Libelo

1.- Poder Original, que acredita mi representación, distinguido con letra “A”

2.- Copia Certificada de Acta de matrimonio, distinguida con la letra “B”

Reitero el criterio de la Sala de Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y


acogido por la Sala de Casación Civil del nuestro máximo Tribunal, respecto a que
EL DESAFECTO NO ESTÁ SUJETO A PRUEBAS para decretar el divorcio,
bastando solo con la libre manifestación de voluntad de uno de los cónyuge de
disolver el vínculo por la terminación del afecto.

CAPITULO IV

DE LOS BIENES

En cuanto a bienes que partir y liquidar manifiesto que durante la vigencia del
matrimonio no adquirieron bienes y nada tienen que reclamar.

CAPITULO V

DE LAS NOTIFICACIONES

Indico como Domicilio Procesal del ciudadano HENRIFER MIGUEL DOMÍNGUEZ


ESPINOZA, plenamente identificado, en el barrio las Madres Sector 2 la Ceibita,
casa número 7 del Municipio Independencia Estado Yaracuy a fin de que juzgue lo
conveniente para materializar la notificación personal e informarle sobre este
procedimiento.

Señalo que mi domicilio procesal será el siguiente: Urbanización el Ciepito, Calle 1


casa 11 San Felipe Estado Yaracuy.

Por todo lo antes expuesto, ocurro ante usted para SOLICITAR EL DIVORCIO POR
DESAFECTO, en base a la Sentencia N° 1070, de fecha 9 de Diciembre de 2016 de
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en concordancia con las
sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Nros 446,
693, del 15 de mayo del 2014 y 02 de junio de 2015, que realiza una interpretación
del Artículo 185 del Código Civil Venezolano y en la Sentencia N° 136 del 03 de
Marzo de 2017 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo.

CAPITULO VI

DEL PETITORIO
Narrados los hechos, invocado el derecho y aportadas las documentales pertinentes
SOLICITO, la admisión de la presente solicitud, sea admitida, sustanciada conforme
a derecho y declarada con lugar, lo cual es el OBJETO de mi pretensión que su
competente autoridad DECRETE el divorcio por DESAFECTO de mi poderdante
DULCE BIRSAVIT GORDILLO CAMBERO, ya identificada, por haber manifestado
su voluntad, sin ningún tipo de coacción de querer poner fin a la relación
matrimonial por invocación expresa del desafecto.

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