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En sala de partos los padres piden que no se haga nada para salvar a su hijo. No
quieren ningún tipo de maniobra de reanimación, cosa que no es posible ya que el
bebé nace en el hospital y es un niño viable.
Ya en ésta situación se hace muy difícil la relación con los padres, especialmente el
padre que vive el parto poniendo la culpa en los médicos y la reanimación como una
experimentación con su hijo. Lo expresa con insultos y amenazas que los
profesionales intentan no escuchar, por lo que posteriormente cuentan, para poder
proseguir su labor sin la más mínima distracción.
La madre, al finalizar el parto solicita que se le retire la leche, yo entiendo que dadas
las circunstancias vividas, proceden a hacerlo sin las explicaciones que normalmente
da la comadrona sobre la importancia de la lactancia materna para la recuperación
del niño y el soporte que dan a las madres animando a que puedan lactar.
Me avisan una vez se ha realizado el ingreso del niño porque el padre, al entrar en la
UCIN ha hecho una explosión insistiendo en que no se hiciese nada, que sólo se
estaba experimentando con su hijo.
Voy a la habitación de la madre donde están los dos. Me presento y el padre, muy
defensivo, me dice que porqué les han mandado al psiquiatra. Explico mi función en
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la UCIN y que entendemos que ellos, como todos los padres que se encuentran en
sus circunstancias, están pasando por una situación extremadamente difícil.
Me dirijo a la madre, le pregunto por como se siente y me dice que no lo sabe, la veo
aturdida y no sabiendo cual es su posición y cuales sus sentimientos.
Les comento si tienen familia cerca de ellos. La madre comenta que su padre esta en
el mismo hospital con un cáncer terminal, sigue con una expresión fría y distante. El
padre comenta que no han dicho a nadie que ya han tenido al niño.
Les comento que quizás les sería de apoyo hablarlo con alguien cercano. Los dos
dicen que no. “Esperan que se muera”.
La madre comenta que ella no quiere verlo porque ya se ha hecho a la idea y prefiere
no tener que despedirse.
Me quedo con la madre y le pregunto si tiene ganas de hablar, entiendo que es muy
importante, en estos momentos, respetar las decisiones que ellos tomen y dar
tiempo. La madre me dice que sí que le va bien poder hablar.
Intenta disculparse por la actitud de su marido. Comento que están en una situación
difícil y podemos entender que cada persona reacciona como puede frente a la
ansiedad tan fuerte que esto genera.
La madre habla de que ya habían salido de la situación de peligro que se dio al inicio
del embarazo. Habla de que al inicio del embarazo ya se había hecho a la idea de
perderlo, pero luego parecía que ya no existían problemas.
Hablamos de que a ella y a su bebé les sería muy beneficioso estar cerca. Hablamos
de que nadie le podrá asegurar la evolución de su hijo pero sea la que sea puede
ayudarles estar cerca de su hijo. La madre comenta que el padre ha estado en la UCIN
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y lo ha vivido muy mal y le ha dicho que mejor que no lo vea. Le pregunto si es lo
que ella siente que quiere hacer y me dice que no, ella quiere verlo aunque no tiene
esperanza.
Llega el padre, y me pregunta si todavía estoy aquí. La madre le aclara que ella quería
hablar. Les digo que sería bueno que ellos pudiesen hablar de lo que desean cada
uno y que estamos disponibles para acompañarles. Me despido y me voy.
Al cabo de una hora bajan a la UCIN. La madre entra con el padre y ven al niño. La
neonatóloga les informa de cómo esta el niño, de todo lo que lleva y para que. Les
dice que de momento solo pueden acariciarlo pero enseguida que puedan lo podrán
tener piel con piel. La madre escucha muy atenta pero me sigue llamando la atención
la inexpresividad de su cara. El padre, aunque se enfada y protesta, puede estar más
expresivo. Cuando la Dra. Se retira va la enfermera de referencia, se presenta a la
madre, es una persona muy dulce y le explica los cuidados del niño. La madre apenas
se atreve a tocarlo y se le respeta. Se van al poco tiempo.
A las doce baja el padre solo porque la madre espera la visita del ginecólogo. Durante
el tiempo que esta el padre el niño hace una apnea, muy frecuente en los grandes
prematuros, y tienen que hacerle una aspiración de mucosidades. El padre se impacta
y nuevamente se pone a gritar a las enfermeras y las Dras. que acuden a asistir al
niño. Los otros padres, están inquietos e intento ir con el padre a un despacho para
hablar.
En primer lugar lo dejo que diga todo lo que siente de rabia y malestar. Cuando ha
expresado toda la queja que tiene contra todo y todos, le digo que lo está pasando
muy mal y que puede que necesite una ayuda. Me comenta que él tiene a su
psiquiatra desde hace dos años por culpa de los médicos, esta con antidepresivos y
neurolépticos. Le pregunto ¿posculpa de los médicos?, y me explica que él es hijo
único y se quedo huérfano de padre de muy joven, vivió con la madre hasta que
enfermó de cáncer. Hace dos años ya estaba terminal y la ingresaron en el Clínico.
Durante dos meses la tuvieron sedada hasta que cogió una infección y le plantearon
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que él tenía que firmar quitar el soporte vital. Lo hizo pero lo ha pagado muy caro.
Nunca más firmará algo así y por esto quería que a su hijo ya no lo reanimasen, ¡para
qué’ ¡PARA ESTUDIAR CON ÉL? Hablamos de que no es así, en nuestra Unidad han
nacido muchos niños como el suyo, y la mayoría, con mucho esfuerzo para ellos,
están bien aunque si es cierto que necesitan ayuda durante mucho tiempo.
La reunión que realizamos con todo el equipo fue importante porque los médicos y
las enfermeras pudieron expresar cómo se habían sentido y ayudó a elaborar y
entender desde las dificultades del padre sus sentimientos y no enfrentarse o
quedarse cogido a la forma sino al sufrimiento y el dolor insoportable que suponía
para este padre revivir una situación que para él había sido imposible de elaborar y
que nadie le había ayudado a hacerlo, o él no se había podido dejar ayudar.
A los dos días nos planteamos hablar con la madre sobre la lactancia. Previamente
hablamos con los ginecólogos que nos dan pocas esperanzas de que la madre pueda
producir leche.
Se inicia el método piel con piel mientras la madre se pone el sacaleches. La madre se
va de alta y empieza a permanecer muchas horas en la Unidad muchos días de 9 a 9
con lo que permite apoyar la idea de sacarse leche y realizar el método piel con piel.
INFORME
Actualmente el bebé tiene cuatro meses y medio y es posible que todavía tenga que
permanecer en la UCIN dos o tres meses más.
La madre le está dando el pecho y desde que el niño ha empezado a mamar está más
conectado, mira a su madre y la busca.
Todavía es muy pequeño y lleva sonda nasogástrica porque, aunque se alimenta con
lactancia materna, no puede tomar todo lo que necesita porque se cansa. La madre
se saca la leche para darle el complemento que necesita.
Cuando nos encontramos frente a circunstancias tan difíciles de abordar son muchas
las preguntas que uno se hace porque es muy difícil abordar tantos duelos y tantas
proyecciones que quedan muchas dudas sobre como podrán ir elaborando y como
será la relación con un bebé al que se ha vivido como un aborto o del que se deseaba
la muerte.