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El texto expone la afición del Magistral por el montañismo, por “subir a las alturas”;
más adelante enlaza esta afición con la relación que tiene D. Fermín con la ciudad de
Vetusta y cómo el paso del tiempo crea en él una enorme frustración por sus sueños
no alcanzados. Sin embargo, este hecho no hace que disminuyan sus ambiciones sino
todo lo contrario, siente una mayor necesidad de reafirmar su dominio, su poder sobre
algo o alguien, en este caso sobre Vetusta (ejemplo del texto: Vetusta era su pasión y
su presa), sus habitantes de forma general, y particularmente, sobre Ana Ozores, la
“Regenta”, el símbolo de lo más selecto de Vetusta, por su pertenencía a la clase
dirigente, por ser objeto de codicia sexual entre los hombres y envidiada por las
mujeres de su círculo social.
Pasión-----------VETUSTA--------------Presa
Vetusta/Gula/Pasión y Presa------------
º PARTE
CAPÍTULO I
1. La acción se sitúa después de comer: concretamente a la hora de la siesta, después del mediodía. Y
el lugar donde transcurre la acción es en la catedral de Vetusta, en la torre de la basílica.
2. IRONÍA con contrastes: “La heroica ciudad dormía la siesta” (se contrasta la heroicidad de la ciudad
con la aburrida y tediosa siesta), “Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la
digestión del cocido y la olla podrida (se contrasta de nuevo la lealtad y la grandeza de la ciudad,
con el cocido y la olla de la hora de comer).
3. Según Birsmark y Celdonio, el Magistral es un tipo orgulloso, y muy bien plantado, que desprende
gran respeto (por eso tienen miedo de que les pegue), y que se convierte en una gran aspiración
para Celedonio ya que quiere llegar a ser como él.
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5. 3. CELEDONIO: físicamente es moreno, bajo, feo, desdentando y bastante sucio. Su instinto natural
produce que de su apariencia de cara humilde se convierta en una expresión oficial cuando aparece
el Magistral; esto nos hace pensar que Celedonio es uno más de los habitantes de Vetusta:
completamente hipócrita.
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7. MAGISTRAL: Orgulloso, desprende gran respeto por su pulcritud y el gran nivel social en la manera
de vestir, lo que conlleva a que tenga un gran nivel social, desprenda aún más respeto, y que
cualquier acólito (como Birsmack o Celdonio) quiera llegar a su posición. El magistral también es
serio, altivo y egoísta, y su gran característica es que ansía el poder y quiere llegar a lo más alto.
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9. 4. Sus aspiraciones es llegar a lo más alto, ser el más poderoso, es decir, “ser el amo del amo”.
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11. Su posición sobre Vetusta es la de Magistral de la misma ciudad, aunque aspira a ser obispo.
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13. 5. Vetusta se divide en 2 barrios: La Encimada: es allí donde se encuentra la catedral donde Fermín
de Pas esta subido; tiene casas viejas, calles estrechas y sucias, de manera rústica que hace suponer
que es donde habitan las personas poco acabaladas, aunque también existe una zona de casas ricas
que poseen un terreno muy grande dentro de la Encimada. El otro barrio es la Colonia: allí es donde
viven las personas pertenecientes a una clase social alta, como nobleza y mercaderes ricos, aunque
predomina los indianos (americanos) con sus grandes fortunas que trajeron de América.
Analisi de la regenta
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-espacio-literario-en-la-regenta/html/966bd558-b13e-4b98-
a3de-bdff0a50e0ca_2.html
gonzalo sobejano
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/madame-bovary-en-la-regenta-0/html/0230c7cc-82b2-11df-
acc7-002185ce6064_2.html
La primera entrega fue Pipá (1879), novela corta influenciada por el naturalismo, que
presenta en germen personajes que aparecerán en La Regenta (1884-85). La Revista de
Asturias publicó en 1880, entre abril y junio, tres capítulos de Speraindeo, primer intento de
novela, que nunca llegó a terminar.
La novela come Portada de «La Regenta», 1884-1885.Cuestión interesante sería determinar de dónde le
influenza de la viene la ambición y el impulso de escribir una novela como La Regenta. Quizá el de mayor
regenta significación le fue dado por el naturalismo, según el propio autor sugiere al reseñar la obra
de Galdós; por ejemplo, al considerar La desheredada (1881), indicó las posibilidades que
ofrecía, por la concepción de la novela naturalista y sus técnicas. Por otro lado, la temática
epocal iba perfilándose y se repetía en formas parecidas, con variaciones formales en las
diferentes novelas del momento.
Trama brevemente Todo ello dio lugar a la invención de un mundo ficticio y de un escenario cuyo referente es
la ciudad de Oviedo (en la novela, Vetusta): la bella y sensible Ana Ozores, recién casada
società con el maduro Víctor Quintanar, ex regente de la Audiencia, se ve acosada por el donjuán
de la ciudad, Álvaro Mesía, y por el magistral de la catedral, don Fermín de Pas. Acaba
cediendo al cerco de don Álvaro, tras rechazar al sacerdote que tan apasionadamente la
ama. Don Víctor, que descubre el adulterio, presionado por Pas, desafía a don Álvaro, y
muere en el duelo. La novela resulta extraordinaria por el cuidado y detalle con que se
presenta la vida de Vetusta y sus diferentes clases sociales; para la descripción del
ambiente provinciano y del entramado de la vida colectiva, lo más naturalista de la obra,
utiliza las técnicas más apropiadas, como el monólogo interior y el estilo indirecto libre,
aptos para que la historia parezca contarse por sí misma -la narran los personajes- y para
penetrar en el interior de los seres ficticios, en su sentir.
AGGIUNGERE ALLA VITA – FRANCISCO GINER DE LOS RIOS
Durante los años en que vivió y estudió en Madrid Filosofía y Letras, para luego doctorarse
en Derecho con su tesis doctoral El Derecho y la moralidad, nuestro hombre se vinculó
estrechamente con don Francisco Giner de los Ríos, alma de la Institución Libre de
Enseñanza y uno de los centros importantes del krausismo en España. El influjo que don
Francisco pudo tener en él le ayudó a desarrollar una visión penetrante para señalar y
analizar los problemas de España.
La iglesia, el casino y el teatro eran los lugares más frecuentados por los
habitantes de Vetusta. De la misma forma que desde la torre de la
catedral se tomaba el pulso a la ciudad, en el interior de ésta retumbaba
el eco de los latidos de sus feligreses. Los muros de la catedral, al tiempo
que daban cobijo a sus fervorosos fieles, también albergaban sus
ilusiones, problemas, inquietudes, miradas insinuantes… los devaneos de
Obdulia «tienen lugar no sólo en las carboneras sino también en los
palacios y en los templos»8 «y en la catedral... en la capilla de las
reliquias, en los sótanos, en la bóveda, en todas partes creo que se daban
unos... apretones»9... «el amor sacrílego iba y venía volando invisible
por naves y capillas como una mariposa que la primavera manda desde
el campo al pueblo para anunciar la alegría nueva».10
Tal médico se recogía a las diez después de perder las ganancias del día:
se levantaba a las seis de la mañana, recorría todo el pueblo entre
charcos y entre lodo, desafiaba la nieve, el granizo, el frío, el viento; y
después de ímprobo trabajo, volvía, como con una ofrenda ante el altar, a
depositar sobre el tapete verde las pesetas ganadas. Abogados,
procuradores, escribanos, comerciantes, industriales, empleados,
propietarios, todos hacían lo mismo.13
El propio autor observa que «Examinar con algún detenimiento a los
habituales sacerdotes de este culto ceremonioso y circunspecto de la
espada y el basto, es conocer a Vetusta intelectual en uno de su aspectos
característicos».14
El magistral y Mesía son los dos personajes que sobresalen (junto a Ana
Ozores) a lo largo de toda la obra. Cada uno, el magistral y Mesía con un
mundo diferente, pero con una misma finalidad, derrotar a Ana. Cuando
hablan de ella, no lo hacen refiriéndose a una persona, o una mujer
sensible, sino que se trataba de conquistar una plaza o derribar una
fortaleza.26
llegó el caso de contar cómo había podido don Álvaro vencer a la hija de
un maestro de la Fábrica vieja, muy honrado, que velaba por el honor de
su casa como un Argos... se apretaba contra su víctima, la llenaba de
deseos de él, de su arrogante belleza varonil y simpática; después
hablaba de amor como en broma... y cualquier día o cualquiera noche ...
la ocasión echaba el resto y la deshonra entraba en la casa, y el amigo
íntimo, el favorito de todos, salía para no volver nunca.28
el amor, por supuesto, como toda experiencia que podamos llevar a cabo,
puede ser degradado a un estado del ser que a su vez puede reducirse a la
condición de mercancía y luego fetichizado como cualquier otra
mercancía. Se convierte en una suerte de paquete, de dimensiones
socialmente establecidas...41
Pero las dos grandes ocupaciones de don Víctor eran sentirse como un
actor y la práctica de la cacería. Estas «obligaciones» eran también sus
dos grandes pasatiempos. La cacería la practicaba durante el día y, antes
de acostarse, leía armado con una espada.
Leopoldo Alas escribió una obra en la que supo recoger con una maestría
inigualable todos los elementos de la sociedad de la Restauración. Sus
personajes están vivos. Son personajes que expresan minuciosamente su
circunstancia, su dolor y sus ilusiones. Son personajes que prevalecen.
Nos dicen de su vida y se introducen en la nuestra. Éste es el verdadero
poder de un creador, de un novelista inigualable, que escribe con una
materia que profundiza y ahonda en el pensamiento del lector de
entonces, en el lector de ahora y en el del mañana. La Regenta es, en
suma, una obra imperecedera
RIASSUNTO
Con todas estas limitaciones, el joven crítico Clarín termina, a los 33 años de edad,
La Regenta, novela «provinciana» y «universal»; la novela española del siglo XIX
más provinciana (en apariencia) y más universal (en sustancia).