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CRISTHIAN SAHID VELÁSQUEZ GONZALES

32021145

CLASE: DERECHOS HUMANOS

FECHA: 29 DE ENERO DEL 2022

SECCIÓN 551

RESEÑA DERECHOS HUMANOS

ABOGADA KARLA JOHANA PADILLA


CONTRERAS
RESEÑA DE DERECHOS HUMANOS.

La situación de los derechos humanos en Honduras, con énfasis en el conflicto


poselectoral, seguridad ciudadana, administración de justicia, libertad de expresión, la
situación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Asimismo,
analiza de manera particular la situación de grupos y personas de especial preocupación,
entre ellos mujeres; niñas, niños y adolescentes; personas lesbianas, gay, bisexuales,
trans e intersex (LGBTI); personas defensoras de derechos humanos y operadoras de
justicia; personas privadas de libertad; pueblos indígenas, afrodescendientes y
comunidades garífunas; desplazados internos; así como migrantes, solicitantes de asilo,
y otras personas en el contexto de la movilidad humana. De igual forma, ofrece
recomendaciones con el objetivo de asistir al Estado hondureño en el fortalecimiento de
sus esfuerzos para proteger y garantizar los derechos humanos en el país.

Durante los últimos años, la CIDH ha dado seguimiento a la situación de derechos


humanos en Honduras, a través de los diferentes mecanismos de monitoreo. Entre estos
destacan las audiencias temáticas y de país, el sistema de casos y peticiones, el sistema
de medidas cautelares, solicitudes de información, visitas por parte de las y los
Relatores, entre otros. En su informe de país sobre la situación de los derechos humanos
en Honduras emitido en 2015, la CIDH señaló la existencia de asuntos estructurales que
han afectado durante décadas el goce de los derechos humanos de sus habitantes.
Además, indicó que, a partir del golpe de Estado de 2009, se produjeron violaciones de
derechos que afectaron gravemente a la población hondureña, cuyos efectos o
repercusiones han persistido y han hecho más compleja la situación en el país. Durante
la visita in loco realizada en 2018, la CIDH constató la persistencia de problemas
estructurales como la pobreza, desigualdad y discriminación, la corrupción, la debilidad
institucional y la situación de impunidad.

La CIDH valora las medidas adoptadas por el Estado de Honduras para hacer frente a
algunas de las situaciones presentadas en el informe. En particular, reconoce la creación
de la Secretaría de Estado en el Despacho de Derechos Humanos, con el fin de impulsar
e implementar la Política Pública y Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos.
Asimismo, valora la creación e implementación del Sistema de Recomendaciones de
Honduras (SIMOREH) con el fin de dar seguimiento a las recomendaciones formuladas
al Estado de Honduras por los distintos mecanismos internacionales y regionales de
protección a los derechos humanos. Igualmente reconoce la aprobación de la Ley de la
Carrera Policial y los esfuerzos realizados en cuanto a la disminución en la tasa general
de homicidios y para fortalecer y profesionalizar a la policía. Asimismo, reconoce la
creación de la Fiscalía Especial para la Protección de Defensores de Derechos
Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, así como el
compromiso manifestado de continuar con el fortalecimiento del Mecanismo Nacional
de Protección.

La CIDH igualmente toma nota del reconocimiento del Estado hondureño de la


existencia de una situación de desplazamiento interno en su territorio, así como la
tipificación del delito de desplazamiento interno en el artículo 248 del nuevo Código
Penal y la creación de la Dirección de Protección a Personas Desplazadas Internamente
por la Violencia. También destaca los esfuerzos para el fortalecimiento de la atención de
los migrantes retornados. Adicionalmente, la Comisión valora las medidas adoptadas
por el Estado a fin de garantizar los derechos de las personas privadas de libertad, tales
como el incremento del presupuesto en 2017, los procesos iniciados para identificar a
las personas sujetas a beneficios de preliberación, el establecimiento de la vigilancia
electrónica como medida alternativa a la prisión preventiva, y la celebración de
audiencias virtuales.

El proceso electoral de 2017 y el contexto de violencia que siguió a las elecciones, que
incluyó el uso desproporcionado de la fuerza pública y la falta de avances en
investigaciones al día de hoy, aunado a información que apunta a una creciente
concentración del Poder Ejecutivo sobre los poderes Legislativo y Judicial, repercute en
la falta de confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas y políticas.
Adicionalmente, la desigualdad y la falta de oportunidades para amplios sectores de la
población –constituida mayoritariamente por jóvenes- están enraizadas en un sistema
que, según los testimonios recabados, beneficia a unos cuantos que tienen relaciones
con altas esferas de poder político y económico. Estas situaciones afectan de manera
desproporcionada a personas en situación de vulnerabilidad, lo que genera una clara
desigualdad e impacta en el goce efectivo de sus derechos humanos.

Se destacan algunos puntos de agenda para la reivindicación de derechos desde la


perspectiva de los grupos consultados:
1) Población migrante: Se demanda una política pública integral en materia de
migración y formulación de una agenda mínima que priorice la protección de la persona
migrante. Se requiere establecer canales de coordinación entre el gobierno y las
organizaciones civiles para el seguimiento de la implementación del Plan Alianza para
la Prosperidad; se requiere dar especial atención a la búsqueda de hondureños
desaparecidos en la ruta migratoria y de un equipo técnico para el hallazgo e
identificación de restos. Hace falta asistencia estatal especializada para migrantes
retornados con necesidades específicas; mecanismos de identificación de personas en
situación de forzamiento a la migración con el fin de brindarles la asistencia y
protección requeridas, lo mismo que es necesario garantizar la reintegración familiar de
niños y adultos.
2) Niños, niñas y adolescentes: Se insta a mejorar las políticas para la protección de
derechos de los niños y a garantizar el debido acceso a la justicia para niños víctimas de
violencia; se reclama prestar atención especial para combatir las peores formas de
trabajo infantil y trata de niños, incluida la explotación sexual comercial, y adaptar
plenamente el sistema de justicia juvenil con la Convención sobre los Derechos del
Niño. Se plantean como necesidades la salud materno-infantil, la nutrición, agua y
saneamiento, el desarrollo infantil temprano, el acceso a una educación de calidad, la
protección de las niñas y niños frente a la violencia y la explotación, la prevención del
VIH/SIDA y del embarazo adolescente. Asímismo se solicitan políticas públicas,
participación y movilización social de la infancia y abordar la situación de los niños,
niñas y adolescentes vinculados con las maras o pandillas violentas, tomando en
consideración las causas estructurales que subyacen al contexto que se vive en
Honduras en la actualidad.

3) Mujeres: Se demanda la incorporación de figuras legales como el feminicidio, la


violencia contra las mujeres y los delitos sexuales en el nuevo Código Penal. Se plantea
en el ámbito político la modificación del Reglamento de la Paridad y Mecanismos de
Alternancia, con la finalidad de que los partidos políticos garanticen la participación
igualitaria de hombres y mujeres aspirantes a cargos de elección popular. En el ámbito
policial se señala como necesidad la reasignación de presupuesto y desembolso a la
Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) para la investigación y seguimiento
de los feminicidios a nivel nacional. Se exige el respeto de los derechos sexuales y
reproductivos. También se reclama el fortalecimiento de la institucionalidad del INAM
y el que dicha entidad sea capaz de dar respuestas a las necesidades de las mujeres
hondureñas a través de la formulación, promoción, coordinación, ejecución y
seguimiento de la Política Nacional de la Mujer.

4) Pueblos indígenas y afrodescendientes: Se demanda restablecer las dependencias e


instituciones estatales destinadas a este grupo de población Programa Nacional de
Educación para las Etnias Autónomas de Honduras (PRONEAH) y Secretaria de los
Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (SEDINAFRO); la participación directa de los
pueblos indígenas y afrodescendientes en el diseño, gestión y ejecución de proyectos de
desarrollo (reforestación, iniciativas turísticas etc.) que pudieran realizarse en sus
territorios; y la asignación de presupuesto a las organizaciones de los pueblos indígenas
y afrodescendientes que pudiera permitir, de forma autónoma, la evaluación y
monitoreo de estos proyectos de desarrollo.

BIBLIOGRFIAS.
https://www.ndi.org/sites/default/files/Derechos%20Humanos%20-%20El
%20Caso%20de%20Honduras.pdf
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Honduras2019.pdf

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