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Charles Wesley

“El Wesley olvidado”


Charles Wesley, Epworth Inglaterra
(1707-1788)

• Se le conoce como el Wesley olvidado


• Tuvo un nacimiento traumático.
• Fue el decimo octavo hijo de 19 hijos de un
clérigo anglicano Samuel Wesley.(Solo 10 de
los hijos de Wesley sobrevivieron hasta la
edad adulta.)

Samuel el padre de los Wesley quería que sus


hijos se convirtieran en eruditos y clérigos. Samuel Wesley Susana Wesley
(1662-1735) (1669-1742)
Este deseo fue seguido por Susana…

Así que junto a sus hermanos charles se unía a


su madre todos los días para recibir clases,
quien hablaba griego, latín y francés.
Susana les enseñaba metódicamente a todos
sus hijos durante 6 horas todos los días.

De Susana Charles aprendió hábitos como el


autocontrol , las rutinas , la oración y la
devoción.
Charles ingreso en la Westminster school de
Londres en 1716. y en 1726 fue elegido como
miembro christ church college en Oxford,
mientras su hermano John Wesley (1703- 1791)
era ordenado y elegido miembro en Lincoln
College.
Estando en Oxford charles se dedico a algunas
traducciones de algunos clásicos griegos y
algunas obras latinas al ingles mientras
experimentaba un periodo de cierta apatía a la
fe.
Durante el invierno de 1728 charles empezó a
pensar en formas de tomar mas enserio su fe. Lo
que lo motivo a el y a varios amigos suyos a
crear un club al que llamaron “ Hoy club”
Este grupo de estudiantes entusiasmados se
reunirían todas las semanas para celebrar la
comunión y seguir un régimen de estudio bíblico
, oración y ayuda social, debido a su fuerte
régimen , se les puso el sobre nombre de
metodistas. Si bien el pequeño John tomaría el
mando del pequeño grupo , en realidad fue
iniciado por charles. Así que a el se le puede
llamar el primer metodista.
En 1735 charles se convertiría en clérigo de la
iglesia de Inglaterra y el 21 de octubre de ese
mismo año convencido por su hermano John,
Charles se embarcó en un largo viaje misionero a
América para adoctrinar a otros pueblos en la
vida religiosa. En medio de la travesía en barco
se desató una tormenta que amenazaba con la
vida de los tripulantes. En medio del profundo
temor que sentían los hermanos John y Charles
de morir sin la seguridad de la salvación,
observaron un grupo de cristianos que cantaban
himnos con gozo en sus corazones y plena paz
en su alma. La fe de estas personas dejó una sed
en Charles de conocer la fuente de paz que ellos
gozaban. A pesar de que les predicaba a otros
acerca de amar y agradar a Dios, Charles mismo
no gozaba de la paz con Dios.
Luego de su viaje misionero, estuvo un tiempo en
Londres, Inglaterra, durante una sequia espiritual y
debilitado por la enfermedad.
Durante su enfermedad recibió varias visitas, una de
ellas de Peter Böhler, quien le preguntó a Charles si
esperaba ser salvo. El joven le dijo que si.
El Sr. Böhler le preguntó cuál era la base de su
esperanza. Charles dijo,
“porque he puesto mi mayor esfuerzo en servir a Dios”.
Ante esta respuesta, el Sr. Böhler movió su cabeza en
señal de decepción y no dijo más.

Peter Böhler
(1712-1775)
Los siguientes días fueron una constante lucha en el
corazón de Charles Wesley. Su condición se podría
comparar a la del salmista, “Como el ciervo brama por las
corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma
mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo” (Salmo
42:1-2).
Charles comenzó a leer un libro de Martin Lutero sobre
Gálatas mientras se recuperaba de su enfermedad,
quedándose en casa con algunos moravos piadosos.

Finalmente, Charles comprendió que la salvación no


depende de sus obras o sus esfuerzos, sino que es recibida
solamente por la fe en la obra de Cristo en la cruz. Sus
palabras fueron, “Ahora sí tengo la paz con Dios”.
Dos días después comenzó a escribir un himno celebrando su conversión.
Unas semanas más tarde el propio John tendría su propio encuentro espiritual con el
evangelio. Los Wesley comenzaron su ministerio , recorriendo miles de kilómetros a caballo a
lo largo de los años en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, siendo Londres, Bristol y Newcastle
los principales centros de su trabajo. El viaje le dio tiempo a Charles para reflexionar, y fue
mientras montaba a caballo que compuso los versos de muchos de sus himnos.

Pronto un despertar espiritual se desembocaría en la vida de los Wesley. John y Charles se


unieron a George Whitefield (1714-1770), otro antiguo miembro del Holy Club y muy amigo de
Charles, para proclamar el mensaje del evangelio. En poco tiempo las iglesias establecidas
empezaron a cerrar las puertas a la predicación de estos jóvenes entusiastas, así que, bajo la
influencia de Whitefield, decidieron abandonar los edificios eclesiales y llevar el mensaje a las
calles. En una ocasión el propio Charles preguntó sobre Whitefield en un evento evangelístico
público: “¿Qué ha ganado Satanás al expulsar a Whitefield de las iglesias?” George Whitefield
En las anotaciones de su diario de 1739 a 1743, Charles calculó el número de personas a las (1714-1770), )
que había predicado. De solo aquellas multitudes para las que indicó una cifra, el total durante
estos cinco años ascendía a 149.400. Desde el 24 de junio hasta el 8 de julio de 1738, Charles
informó haber predicado dos veces a multitudes de diez mil en Moorfields. Predicó a 20.000
en Kennington Common y dio un sermón sobre la justificación ante la Universidad de Oxford.
Poco después, Whitefield se fue a una de sus muchas visitas a Estados Unidos, dejando a los
Wesley para organizar el creciente movimiento metodista.
Durante un viaje a Gales en 1747, Charles, que ya tenía 40 años, conocería a Sarah
Gwynne (1726-1822) de 20 años, con quien se casaría, en una ceremonia oficiada por John y
con quien tuvo dos hijos y una hija, los únicos dos descendientes que sobrevivirían de los ocho
hijos nacidos del matrimonio. Sus hijos fueron considerados grandes prodigios musicales y
compositores por derecho propio. Según varios testimonios de personas cercanas,
el matrimonio fue feliz, piadoso y ejemplar, y para muchos debe calificarse como uno de los
matrimonios cristianos más felices de todos los tiempos.
Durante los siguientes años, Charles continuaría viajando y predicando mientras el metodismo
crecía de forma vertiginosa. Sin embargo, el cansancio llegó y tuvo que reconocer que no tenía
las fuerzas de su hermano John o de Whitefield para sostener un ministerio tan itinerante. Su
último viaje nacional fue en 1756. Posteriormente, su salud lo llevó a retirarse gradualmente
del ministerio itinerante. Pasó el resto de su vida en Bristol y Londres, componiendo himnos,
predicando y supervisando las capillas metodistas de la región.
Dos días después comenzó a escribir un himno celebrando su
conversión.
Unas semanas más tarde el propio John tendría su propio
encuentro espiritual con el evangelio.

“¿Cómo en su sangre pudo haber?”.

Su don de poeta fue grandemente utilizado para escribir más


de 6500 himnos a lo largo de su vida. El caudal de alabanza que
fluyó de la pluma de este gran escritor sigue llenando los
corazones y las voces de miles de creyentes alrededor del
mundo.

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