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ADRIANA GUADALUPE URDIALES MORAN

RESUMEN
JERARQUÍA DEL DERECHO INTERNACIONAL.

Jerarquía de las normas internacionales.


En las constituciones se observan un tratamiento diverso para los tratados de
las normas consuetudinarias, que se aplican directamente por remisión de la
norma constitucional. En términos generales, las constituciones otorgan a los
tratados cuatro tipos de rangos supranacional, constitucional, supra legal y y
legal las constituciones que otorgan el mismo rango jerarquico a los tratados y a
las leyes, en algunos casos únicamente en lo relativo a las leyes federales. En
este grupo encontramos en su mayoría a las constituciones que tienen su origen
en la Constitución de Estados Unidos de América. La constitución de México
consagra una fórmula similar a la de Estados Unidos, al poner en su art. 133 las
leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que
estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente
de la República, con la aprobación del Senado, serán Ley Suprema de toda la
unión

Las Normas Internacionales desde la perspectiva del artículo 133


Constitucional.
Los autores constitucionalistas e internacionalistas interpretan la disposición de
diversas maneras ante la ausencia de un criterio de jerarquización entre las
leyes federales y los tratados, cuando ambas están de acuerdo con la
Constitución Felipe Tena Ramírez señala que el texto del artículo 133, es
impreciso, ya que el precepto oscuro, incongruente y dislocado de nuestro
sistema y consagra una defensa subsidiaria de la Constitución al imponer a los
jueces locales la obligación.

Otros constitucionalistas como Jorge Carpizo y Elisur Arteaga sostienen que los
tratados tienen la jerarquía de las leyes del Congreso de la Unión. El primero
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precisa que los tratados son jerárquicamente superiores a las leyes ordinarias,
pero de igual jerarquía a las constitucionales.

Fernando Alejandro Vázquez Pando y la autora de este libro sostienen que en


virtud del federalismo adoptado por la Constitución vigente, en el Estado
mexicano pueden diferenciarse tres estratos jurídicos diversos: el que podría
llamarse nacional, el federal y el local.

La Constitución misma no puede considerarse un ordenamiento federal, ni local,


pues ambas competencias son creadas por la Constitución, la cual les está
supra ordenada.

Los tratados no son leyes en sentido estricto, cuando la Constitución los califica
en el art. 133 como integrantes de la ley suprema no da al terminación ley la
connotación técnica específica de ordenamiento general derivado del proceso
legislativo, pues evidentemente la Constitución misma no es una ley en sentido,
sino que tan sólo pretende establecer un principio jerárquico conforme al cual
los tratados y las leyes federales que están de acuerdo con la Constitución son
la normatividad jerárquica superior, derivando tal superioridad de la congruencia
con la Constitución.

El autor Raúl Medina Mora sostiene que el tratado prevalece frente a las leyes
federales y las locales, siempre que no se violen garantías individuales, y
concluye que los tratados hoy en día no son exclusivamente fuente de
obligaciones.

 Teoría del control de convencionalidad.

La mayoría de los Estados siguen el sistema de que un vez que el tratado se


incorpora por reunir los requisitos constitucionales son publicados en gacetas o
diarios oficiales, En estos casos las normas convencionales auto aplicativas no
requieren para su aplicación de ningún acto de carácter administrativo o legislativo
posterior; en cambio, las normas no auto aplicativas requieren de un acto
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legislativo o administrativo mediante el cual el Estado correspondiente instrumenta


la aplicación interna.

Dichos requisitos pueden consistir por ejemplo, en una declaración previa de


constitucionalidad, en su conformidad con la Constitución, en una aprobación
simple o calificada, dependiendo de la materia por un órgano parlamentario, la
celebración por el Poder Ejecutivo o un órgano parlamentario, o una combinación
de los mismos.

En el caso de México, los tratados requieren para incorporarse estar de acuerdo


con la Constitución y celebrarse por el Presidente de la República con la
aprobación del Senado.

Incorporación del Derecho Internacional

El procedimiento de vinculación es el que siguen todos los países de


Iberoamérica en lo atinente a la materia de los tratados, es decir, sujetan la
aplicación en el ámbito interno al cumplimiento de distintos requisitos que varían
de un Estado a otro.

 Criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la


jerarquía de los tratados internacionales y leyes federales.

Las jurisprudencias y tesis sobre el tema son escasos en comparación con otros
temas la Corte propiamente se pronuncia a finales de la década de 1980. En
1992 la Corte adoptó el criterio siguiente que las leyes federales y tratados
internacionales tienen la misma jerarquía normativa, de conformidad con el
artículo 133 constitucional, siempre que emanen de ella. En otra tesis aislada de
octubre de 1998 se dispone la ley suprema de nuestro orden jurídico es la propia
Constitución, la que emanan del Congreso de la Unión y los tratados
internacionales que existan de acuerdo con la misma. Otras dos tesis de 1999
determinan la misma jerarquía de las leyes del Congreso de la Unión y de los
tratados, una de ellas puntualiza; una regla de conflicto a que deben sujetarse las
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autoridades mexicanas, pero conforme a la misma no puede establecerse que los


tratados sean de mayor obligación legal que las leyes del Congreso.

En 1999 la Corte emitió una tesis aislada que marca un giro de ciento ochenta
grados en relación con el tema, y apunta; Tratados internacionales, se ubican
jerárquicamente por encima de las leyes federales y en un segundo plano
respecto de la constitución federal.

Puede observarse que de 1992 hasta 1999 la Corte no establece principio alguno
cual se pueda deducir la primacía de las leyes federales o de los tratados, sino
hasta esta última tesis, cuando expresamente alude a una jerarquía superior de
los tratados, la última tesis soporta la primacía de los tratados sobre las leyes
federales con las siguientes afirmaciones: La celebración de los tratados por el
Presidente de la República como jefe de Estado con la aprobación del Senado
como representante de la voluntad de las entidades federativas y No se considera
la competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato
expreso del propio art. 133 el Presidente de la República lo suscribe corno jefe de
Estado.

La jerarquía que debería corresponder a los tratados en la pirámide jurídica que


establece nuestro art. 133 constitucional sería la ubicación de los tratados en
materia de derechos humanos al mismo nivel de la Constitución, ya que
actualmente las garantías individuales constituyen límites impuestos a la autoridad
y un mínimo estándar que no impide su ampliación mediante ley o tratado.

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