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Constitución Legal
https://dgdp.edomex.gob.mx/constitucion_legal
4.1.1 NORMATIVIDAD PARA SU CONSTITUCIÓN
La supremacía constitucional es el principio básico de todo sistema jurídico. Existe
una jerarquía normativa indispensable, y el fundamento de validez de todo
ordenamiento se encuentra en las disposiciones de carácter constitucional.
En todas las constituciones o leyes supremas que han regido la vida de México,
ha sido recogido el principio de supremacía constitucional. En el artículo 237 del
decreto de Apatzingán, en el artículo 24 del acta constitutiva de la Federación
mexicana, en el artículo 161-III de la Constitución de 1824, en el artículo 3° del
Acta de Reformas de 1847, en el artículo 126 de la Constitución de 1857 y en el
artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917,
reformado en 1934.
El texto original del artículo 133 tiene su antecedente inmediato en el artículo 126
de la Constitución de 1857 que, a su vez, se inspiró en el artículo 6°, inciso dos, de
la Constitución de los Estados Unidos de América. El proyecto que Carranza envió
al Constituyente de Querétaro omitió este precepto, pero la Segunda Comisión de
Constitución lo presentó al Congreso Constituyente en la 54ª sesión ordinaria,
celebrada el 25 de enero de 1917, fue aprobado por unanimidad el texto del
artículo 132 que en el cuerpo final de la Constitución mexicana quedó incorporado
como artículo 133.
En 1934, fue reformado el artículo 133, sin modificar en esencia su sentido ni su
alcance originales, se hicieron en su texto tres precisiones en relación con los
tratados internacionales: se cambió la terminología “hechos y que se hicieren” por
los vocablos “celebrados y que se celebren”; se adicionó el mandato “que estén de
acuerdo con la misma”; y por último, se sustituyó al Congreso de la Unión por el
Senado, en la importante responsabilidad de aprobarlos.
Una interpretación gramatical del actual primer párrafo del artículo 133 de nuestra
carta fundamental (“esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que
emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el presidente de la república, con aprobación del
Senado, serán la ley suprema de toda la Unión”) parece contradecir la supremacía
única de la Constitución. Pareciera que el propio artículo otorgara el carácter de
supremacía no sólo a la Constitución, sino también a las leyes dadas por el
Congreso federal que emanen de ella y a los tratados internacionales que celebre
el presidente de la República con aprobación del Senado.
Un tema que por su trascendencia tiene que ser claro y preciso, con la expresión
“leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella” ha generado una serie de
problemas jurídicos de interpretación que nunca han quedado resueltos a plenitud
ni por la jurisprudencia ni por la doctrina. Pareciera que el sentido literal del
precepto subordinara todo el derecho local (incluso a las constituciones de las
entidades federativas) al derecho federal; deducción inadmisible pues acabaría
con el sistema federal y haría nugatoria la soberanía de los estados miembros que
garantizan los artículos 4 y 41 de la misma Constitución federal.
Para salvar este sentido gramatical del artículo 133, la Honorable Suprema Corte
de Justicia ha hecho verdaderos malabares interpretativos, y emitido
jurisprudencia en los más distintos sentidos: supremacía del derecho federal frente
al local; misma jerarquía de los dos, en sus variantes, lisa y llana y con la
existencia de leyes constitucionales; ley suprema la que sea calificada de
constitucional; leyes federales y tratados internacionales tienen la misma jerarquía
normativa; tratados internacionales jerárquicamente superiores a las leyes
federales.
En realidad, no existe tal supremacía del derecho federal sobre el local. Uno y otro
están subordinados a la Constitución, pero no se subordinan entre sí. Se trata de
dos esferas de validez independientes una de la otra, cuyas facultades limita
expresamente la carta magna en el artículo 124, de tal manera que ninguna de
esas dos jurisdicciones es superior a la otra, sino que ambas son coextensas,
porque cada una tiene su materia propia.
b.1 Primacía de las leyes constitucionales sobre las leyes ordinarias federales,
constituciones y demás leyes locales
Las leyes constitucionales son normas que hacen explícito el sentido pleno de los
mismos textos constitucionales; esto es, son el cuerpo y el alma de la Constitución
que se expanden, determinando, precisando y diciendo con la mayor claridad en
todos sus detalles lo que son y lo que significan.
Estas leyes constitucionales son las leyes que en la nueva redacción del artículo
133 se sitúan en una jerarquía superior a las leyes ordinarias federales y a las
leyes locales, porque junto con los tratados internacionales son normas de la
unidad del estado federal y no de alguno de los dos órdenes que integran a ese
Estado federal (la Federación y las entidades federativas).
b.2 Primacía de los tratados sobre las leyes ordinarias federales, constituciones y
demás leyes locales
Para la corriente monista internacional existe un solo orden jurídico. Las normas
jurídicas que la integran pueden ser internas o internacionales. En el supuesto de
oposición entre lo regulado por unas y otras, tendrá primacía la norma jurídica
internacional.
Por su parte, la teoría monista nacionalista afirma que frente a una situación de
antagonismo entre norma jurídica internacional y la norma interna, ha de
prevalecer la norma jurídica interna. el sistema referente a la jerarquización de
normas jurídicas internacionales frente a internas adoptado por la constitución de
los Estados Unidos de América, es ejemplo preclaro de la posición monista
nacionalista.
Inspirado en el párrafo segundo del artículo 6° de la Constitución de los Estados
Unidos de América, el artículo 133 Constitucional también asume en su redacción
original el monismo nacionalista. Las consecuencias de esta posición doctrinal son
evidentes: la tesis monista con primacía del derecho interno fractura la misma
noción del derecho internacional como sistema jurídico unitario con identidad
propia. Habría así no uno sino muchos derechos internacionales, en función de la
noción nacionalista que cada estado se hiciera del derecho internacional. En
última instancia esta posición conduce a la negación misma del derecho
internacional y determina la fragmentación de la comunidad internacional en
perjuicio de los estados más débiles.
Para que en un tercer párrafo se establezca que los tratados relativos a derechos
humanos, suscritos y ratificados por el estado mexicano, tengan jerarquía
constitucional y prevalezcan en el orden jurídico interno, en la medida en que no
contengan normas sobre su goce y ejercicio que alteren las garantías y derechos
establecidos por la propia constitución para el hombre y el ciudadano.
b.3 Los tratados internacionales forman parte del ordenamiento jurídico interno
Con el contenido del nuevo segundo párrafo se reafirma que los compromisos
internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y
comprometen a todas sus autoridades. Ello explica que el Constituyente haya
facultado al Presidente de la República a suscribir los tratados internacionales en
su calidad de jefe de estado y que el Senado intervenga como representante de la
voluntad de las entidades federativas: como consecuencia, una vez ratificados, los
tratados forman parte del derecho interno del país, obligan en el ámbito federal o
local, y sus disposiciones sólo pueden ser derogadas, modificadas o suspendidas
en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas
generales del derecho internacional.
Es por ello que en nuestro proyecto se pretende que los tratados en materia
derechos humanos, suscritos y ratificados por el Estado mexicano, tengan
jerarquía constitucional y prevalezcan en el orden interno, en la medida en que no
contengan normas sobre su goce y ejercicio que alteren las garantías y derechos
establecidos por la ley fundamental para el hombre y el ciudadano.
Como lo sostuvo el jurista Antonio Martínez Báez, a decir del doctor Jorge
Carpizo, la esencia de la actividad jurisdiccional estriba en la función definitoria del
derecho aplicable al caso concreto, luego todo juez y en todo proceso aplicará la
norma que juzgue adecuada y en el lance de que ese precepto resulte
anticonstitucional no lo debe cumplir, pues debe dar preferencia, primacía y
prioridad a la ley fundamental.
Artículo 133. Esta Constitución será la Ley Suprema de toda la Unión. Las leyes
constitucionales aprobadas por el Congreso de la Unión que emanen de ella y
todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se
celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, tendrán
primacía sobre las leyes ordinarias federales, constituciones y demás leyes
locales. Los jueces de las entidades federativas se arreglarán a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, leyes constitucionales y tratados, a
pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las constituciones o
leyes de los estados.
http://www.diputados.gob.mx/sia/coord/refconst_lviii/html/070.htm
4.1.2 NORMATIVIDAD PARA SU OPERACIÓN
Programas
2021
o S285 - Reglas de Operación del Programa de Microcréditos para el Bienestar
o U007 - Lineamientos de Operación del Programa de Apoyo Financiero a
Microempresas Familiares
2020
o S151 – Programa para el Desarrollo de la Industria de Software (PROSOFT) y la
Innovación
o S220 – Programa para la Productividad y Competitividad Industrial
o S285 – Programa de Microcréditos para el Bienestar
o U007 – Lineamientos de Operación del Programa de Apoyo Financiero a
Microempresas Familiares
2019
o S020 – Fondo Nacional Emprendedor
o S021 – Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (PRONAFIM)
o S151 – Programa para el Desarrollo de la Industria de Software (PROSOFT) y la
Innovación
o S220 – Programa para la Productividad y Competitividad Industrial
o U006 – Programa de Microcréditos para el Bienestar
Fideicomisos
2020
o Fideicomiso Público de Administración y Pago denominado Fondo para el
Desarrollo de Zonas de Producción Minera
2019
o Fideicomiso público para promover el desarrollo de proveedores y contratistas
nacionales de la industria energética
o Reglas de Operación del Fideicomiso denominado Fondo para el Desarrollo de
Zonas de Producción Minera
Consulta aquí el histórico de las Reglas y Lineamientos de Operación.
https://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/reglas-y-lineamientos-de-operacion?
state=published
7En tal perspectiva, la manifestación concreta del poder del Estado dependerá del
cambiante equilibrio de fuerzas involucradas en la acción política tanto dentro
como fuera del Estado. De este modo, el Estado es una “relación social” en
función de la cual las relaciones de poder son “condensadas” y “materializadas”
precisamente a través del conjunto de instituciones y centros de poder que lo
conforman (Ibid:52-53).
1 El enfoque de Jessop es uno de los pocos en la reciente teoría social que
recupera y desarrolla, de (...)
29En un nítido contraste con las teorías económicas neoclásicas, la EPC insiste
en que la economía y los mercados siempre son construidos socialmente de
manera históricamente específica (Jessop 2004: 144). Asimismo, pone el acento
en el papel clave que cumplen los discursos y las prácticas discursivas en la
formación de los sujetos y de las subjetividades, comprendiendo las
interpretaciones y las decisiones de los actores económicos en los diferentes
mercados y en la actividad económica en un sentido amplio, incluida su dimensión
simbólica.
Por consiguiente, una idea crucial de lo expuesto es que los mercados y las
instituciones económicas han de ser entendidos como profundamente incrustados
o insertos en concomitantes bases sociales (Evans 1995).
37El marco teórico que ofrece la EPC para avanzar en dichos debates se centra,
entre otros aspectos, en las relaciones entre economía y cultura, en el desarrollo
analítico del concepto de incrustación social, al tiempo que sirve para prestar
atención a los desafíos al neoliberalismo en el subcontinente, y que toman cuerpo
en un contra movimiento de protección social en distintos lugares, tal como se
desprende de la obra de K. Polanyi.
La economía solidaria/popular
38Una característica central del actual dinamismo político y social de varios países
de América Latina obedece a un proceso de crítica y resistencia de amplios
sectores sociales a la hegemonía neoliberal desde la década de 1980 en adelante
bajo el “Consenso de Washington” (Santos 2005: 23-4). En otras palabras, tras el
movimiento de globalización neoliberal que impuso su hegemonía en el
subcontinente, se ha desatado un contra movimiento de protección de la sociedad
que se inserta en un marco mucho más amplio de lucha a favor de una
“globalización contra-hegemónica” (Ibid: 84), que subraya la necesidad de dar
impulso mundial a leyes, prácticas e instituciones económicas alternativas que
hagan posible la incrustación social de los mercados. Entre los ejemplos de
alternativas de producción, que suelen ser estudiados, se encuentra el reciente
resurgimiento del movimiento cooperativista de trabajadores, particularmente en la
provincia de Quebec, el cual ha forjado lazos asociativos con pequeñas y
medianas empresas, instancias estatales, instituciones financieras locales y
agentes de la sociedad civil (Block, Evans 2007: 330). Conforme a Block y Evans
(Ibid), el cooperativismo, dadas ciertas condiciones, puede ser entendido como
una forma alternativa relevante de organización de la producción, la economía y
los mercados. Dicha aseveración, como se ha visto, se ubica en la línea de
análisis de K. Polanyi.
39Ahora bien, y en relación al notable interés por “formas cooperativas de
producción”, “economías populares” y “desarrollo alternativo”, acompañado de la
búsqueda de “alternativas al desarrollo” (Santos, Rodríguez 2011:16-44), se
constata la aparición de nuevos enfoques conceptuales que, en definitiva, desde
los debates en torno al desarrollo y la economía en América Latina (Coraggio
2013; Elizalde 2013), son susceptibles de ser abordados desde la EPC. Propongo
específicamente reforzar el fundamento conceptual de dichos debates a partir del
enfoque estratégico-relacional y de su correspondiente economía política cultural.
4 En autores como Hettne (1982) y Galtung (1980) se encuentran algunas de las
primeras formulaciones (...)
42De otra parte, las propuestas de “desarrollo alternativo”4, que son formuladas a
contar de las décadas de 1980 y 1990, son extraordinariamente variadas y tienden
a reflejar el descontento con modelos de desarrollo que marcaron las estrategias
económicas seguidas por gran parte de los países en vías de desarrollo (Kiely
1995). Con todo, hay ciertas ideas centrales que caracterizan al “desarrollo
alternativo”. Dado lo anterior, se parte con una tajante crítica al reduccionismo
economicista y tecnocrático presente en los modelos dominantes de desarrollo
(Coraggio 1995). Así, “contra la idea de que la economía es una esfera
independiente de la vida social, cuyo funcionamiento requiere del sacrificio de
bienes y valores no económicos-sociales (igualdad), políticos (participación
democrática), culturales (diversidad étnica) y naturales (el ambiente)- el desarrollo
alternativo subraya la necesidad de tratar la economía como parte integrante y
dependiente de la sociedad y de subordinar los fines económicos a la protección
de estos bienes y valores” (Santos, Rodríguez 2011:34).
46En primer lugar, Santos y Rodríguez (Ibid: 49) arguyen que las “alternativas de
producción” no son únicamente económicas, y que su éxito pasa por una
integración con “procesos culturales, sociales y políticos”. En segundo lugar, se
argumenta que las “alternativas de producción” deben ser incrustadas y apoyadas
por “redes de colaboración y ayuda mutua” (Ibid: 51). Asimismo, se hace hincapié
en el dilema que supone el Estado, ya que abogan por impulsar las alternativas en
cuestión tanto dentro como fuera del mismo (Ibid: 52-3). Por último, Santos y
Rodríguez (Ibid: 53-4) destacan, más allá del localismo, que las reformas
planteadas han de ser capaces de operar en una amplia gama de escalas.
47En su conjunto, las ideas examinadas arriba se sitúan en una perspectiva que,
en términos de la EPC estratégico-relacional, cuestiona e impugna la ampliación
de la lógica de acumulación de capital a la sociedad en su conjunto (Jessop
2008:322), procurando apuntalar el “valor de uso social “y reinsertando el mercado
conforme a lógicas sociales (Ibid), con lo cual cuenta con potencial contra
hegemónico para contrarrestar la propagación neoliberal de la forma
mercancía.5 En otras palabras, la apropiación selectiva que hacen Santos y
Rodríguez (2011) de las tres corrientes que analizan, pese a sus diferencias, se
sitúan en el campo de prácticas sociales que regulan y moldean los mercados y la
actividad económica, limitando el dominio ecológico del sistema económico en el
conjunto de la sociedad. En los tres casos se identifican relaciones entre
economía y cultura en un contexto social más amplio, razón por la que se torna
imprescindible teorizar las características del mismo.
48En efecto, la EPC ofrece un marco teórico sólido ya que investiga las
configuraciones entre economía y cultura en un contexto mayor de sistemas
sociales autopoiéticos que se diferencian funcionalmente al interior de la formación
social. Esto quiere decir que en tales configuraciones inciden de manera decisiva
las instituciones y prácticas de los distintos sistemas sociales, como el político, el
judicial, el educacional, el religioso, etc. Asimismo, proporciona una base
conceptual desde la cual se explora seriamente el papel del Estado en el conjunto
de la formación social. Paralelamente, elabora y enriquece la teorización acerca
de la incrustación social de la economía, la producción y los mercados, lo cual
contribuye tanto a la comprensión de los límites del dominio ecológico neoliberal
en América Latina como a la búsqueda de formas económicas alternativas y más
democráticas. Finalmente, otra fortaleza de la EPC estratégico-relacional es el
conocimiento que brinda sobre la proliferación de escalas espaciales,
conectándolo con las discusiones relativas a la gobernanza y las redes.
https://journals.openedition.org/polis/10596
4.2.1 PROGRAMAS GUBERNAMENTALES Y DEL SECTOR
PRIVADO EN LA LOCALIDAD
En el terreno del análisis de política pública, esta línea teórica que vincula el
crecimiento, la inequidad y la pobreza ha sido retomada por autores como
Bourguignon y Spadaro (2006); la particularidad de su propuesta de análisis es
que se basa en la técnica de micro simulación como una herramienta de
evaluación, que utiliza micro datos provenientes, por ejemplo, de las encuestas
nacionales que incluyen características del ingreso y gasto de los hogares. Este
enfoque tiene un abordaje ex ante, es decir, permite observar los cambios
generados por una política de forma hipotética antes de que en efecto ocurran, lo
que resulta ventajoso desde el punto de vista de la selección de programas que
optimicen la aplicación de recursos públicos.
En México, este enfoque puede resultar útil ante la orientación de la política social
de los últimos años, inserta en un contexto macroeconómico en el que se busca la
estabilidad y el crecimiento, pero en el cual el diseño de programas de asistencia
ha sido cuestionado desde la perspectiva académica ante la inercia política que
aparentemente conllevan estas acciones.
Por parte de la metodología que evalúa el carácter en favor de los pobres de los
esfuerzos de política y el crecimiento económico, Kakwani, Khandker y Son (2003)
destacan que "The most important goal for the developmental effort has become
poverty reduction, which can be achieved by economic growth and/or by the
distribution of income" (Kakwani, Khandker y Son, 2003, p. 1).
Y usando datos de la década de los noventa en países del sureste asiático, como
Tailandia, Corea y Vietnam, encuentran que los dos últimos han avanzado en un
crecimiento basado en políticas en favor de los pobres, no así el caso de
Tailandia. En su análisis, las políticas públicas con programas sociales
implementados en el periodo posterior a la crisis asiática de esa década jugaron
un papel fundamental al establecer una red de seguridad social complementaria a
los mecanismos familiares tradicionales2 (Kakwani, Khandker y Son, 2003, p. 20).
Se observa que los ingresos por transferencias son relativamente más elevados
en las zonas rurales que en las urbanas, pues en las primeras el ingreso promedio
por transferencias (privadas y gubernamentales) en 2010 fue de 63.3 dólares por
persona, lo que equivale a unos 3 217 7 pesos mensuales por hogar, mientras que
en el ámbito urbano (localidades con 2 500 o más habitantes) el monto promedio
fue de 47.8 dólares por persona, lo que implica una brecha
de 32.4%. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
33802013000200004
4.2.2FACTORES CULTURALES EN LA OPERARACIÓN DEL
DESPACHO
Después de haber hecho las reflexiones anteriores, lo último que falta para poner
en contexto el problema, es enumerar los posibles riesgos a los que se enfrenta la
documentación digital, mismos que trataremos de evitar precisamente a través de
la preservación digital. En términos generales, podemos agrupar los riesgos en
cinco grupos principales; éstos son:
Este concepto es muy nuevo y junto con otros términos tales como "preservación
digital" y "archivo digital" está en proceso de evolución. Por lo mismo, no es
utilizado todavía ampliamente y habrá que estar atento a su evolución y en su
caso aceptación por las personas que trabajan estos temas dentro de las
instituciones de preservación documental.
Mientras eso llega y para fines de este trabajo, continuaremos utilizando la
terminología "tradicional" de conservación, preservación, restauración, etcétera.
Por tanto aclaramos que el objeto de estudio de este trabajo es el de analizar la
conservación digital como fin ulterior y a largo plazo; para ello, debemos aprender
acerca de la preservación digital; esto es, cómo crear, proteger y resguardar
anticipadamente los documentos digitales para lograr la permanencia de sus
contenidos. Y que en caso de deterioro o daño los debemos restaurar.
...los retos de la preservación digital de largo plazo no serán resueltos sólo con el
uso de mejores herramientas tecnológicas. Surgen hoy oportunidades para
investigar acerca de modelos económicos o de negocio en programas de
preservación digital que sean viables y sustentables a largo plazo. Se requiere
investigar también acerca de políticas e incentivos para preservación a largo plazo
así como los impedimentos económicos, sociales o legales al archivado digital".
[NSF Workshop, 2002].
Partiendo del hecho de que éstos no son nunca proyectos baratos ni de corto
plazo, deben establecerse minuciosamente los elementos económicos que se
verán involucrados en el desarrollo del mismo, así como su planeación a mediano
y largo plazo. La falta de esta previsión de costos -sobre todo a lo largo del
tiempo-, hace que muchos proyectos sean iniciados con mucho entusiasmo y
deban ser interrumpidos después de cierto tiempo por falta de esta previsión del
recurso. Muy importante: debe recordarse siempre también a la hora de costear,
que no preservar sale a la larga todavía más caro. Muchas veces los proyectos de
preservación son evitados o soslayados por motivos económicos. Otras veces son
realizados teniendo en mente casi como única premisa el economizar recursos.
Como ha podido comprobarse una y otra vez en el tiempo, estas prácticas no
planeadas o sesgadas a la larga se pagan caro. En palabras de Vernon Law: "la
experiencia es el maestro más severo; primero te aplica el examen y luego te da la
lección".
¿Por qué decimos que los beneficios son tangibles e intangibles? Obviamente,
hay un costo y un beneficio. Los costos de crear una colección o biblioteca, así
como los costos de mantenerla, digitalizarla, preservarla, etcétera, son
absolutamente medibles; hasta el último centavo. Son por tanto tangibles. Los
beneficios, en cambio, son en su inmensa mayoría intangibles, con una mínima
proporción tangible.
En toda institución -entre ellas por supuesto las bibliotecas y archivos-, a la hora
de elaborar costos es necesario caer siempre en una relación costo / beneficio,
con el fin de obtener un cociente de retribución de la inversión en relación con el
beneficio obtenido. Reflexionemos un poco: cuando hay dos beneficios, el tangible
y el intangible ¿cómo se calcula esta relación? Por regla general el beneficio
tangible, es decir el económico, representa una parte muy pequeña en proporción
a los costos, y por lo mismo no nos sirve a la hora de establecer esta relación. Si
consideramos los costos -tangibles- divididos entre los beneficios económicos de
la biblioteca -tangibles también-, obtendríamos una relación absurda: invertimos
mucho más dinero del que recuperamos, y es por tanto un mal negocio.
Obviamente una relación costo / beneficio obtenida de esta forma no nos conduce
a nada y si a ella nos apegáramos no habría bibliotecas.
Es imperativo por tanto incluir en esta relación a los beneficios intangibles; esto
significa que debemos convertir de alguna forma lo intangible en tangible; ello
implica a su vez que seamos capaces de establecer unidades de medición de
estos beneficios precisamente para poder hacerlos tangibles. Existen varios
métodos para lograrlo; en términos generales, todos giran alrededor de dos
factores: el primero de ellos es tratar de asociar un valor "tangible" -esto es,
"medible"- a esos valores intangibles. Es decir, tratamos de medir de manera
indirecta una variable intangible asociándole un valor relacionado que pueda ser
medible con el fin de hacerla tangible. En una biblioteca "tradicional", estas
variables usualmente son: número de libros prestados, o de usuarios atendidos
por la biblioteca, o de alumnos de la escuela; artículos consultados, etcétera.
Todos estos son valores "medibles", los que asociados a los elementos intangibles
nos permiten tener algunas medidas de valor ya con una cierta escala. ¿El
segundo factor en estos métodos es el de ponderarlo?, elementos, esto es,
atribuirle un peso a cada uno de esos elementos del conjunto de variables con
objeto de encontrar un valor numérico final conformado por los "pesos específicos"
de cada una de las partes.
De esta forma hemos podido establecer durante muchas décadas esta relación
costo / beneficio en las bibliotecas y archivos, justificando su existencia e
inversión, incluyendo en estos beneficios, claro está, el de preservar las
colecciones para la posteridad.
• Costo de digitalizar
• Costo de editar
• Costo de registrar
• Costo de almacenar
• Costo de actualizar
Costo de Digitalizar
Debe tenerse en cuenta que a veces, dada la magnitud del proyecto, se requieren
varios digitalizadores y reproductores a la vez para lograrlo en tiempo. Una vez
que se han escrito las especificaciones deseadas para los documentos a
digitalizar y los accesorios necesarios para hacerlo debemos cuantificar el
volumen de documentos a convertir. Este dato, asociado a un tiempo que
medimos y establecemos para realizar cada digitalización en forma unitaria, nos
indicará cuál es el tiempo total que consumiríamos para digitalizar todos los
documentos si usáramos una sola estación digitalizadora. Dependiendo del tiempo
que nosotros deseemos dejar preestablecido para la consecución total del
proyecto, es obvio que deberemos multiplicar el número de "estaciones
digitalizadoras". Por ejemplo, si obtuviésemos el resultado de que con una
estación digitalizadora nos llevaría cuatro años para digitalizar una colección dada,
es lógico pensar que dos estaciones digitalizadoras lo harían en dos años, cuatro
estaciones en un año, ocho en seis meses, etcétera. Obviamente, el costo se
multiplica en la misma proporción en equipo y mano de obra para realizar este
proceso.
Una vez determinado el costo de digitalizar de acuerdo con el tipo y número de
equipos que requerimos: reproductores, escáneres, computadoras, etcétera, así
como el número de operarios de los equipos que se requerirán, medidos por
horas, jornadas, etcétera. Asociados a un periodo razonable de ejecución del
proyecto y establecidos los tipos y cantidades de equipos y recursos humanos
implicados, podemos cotizar estos recursos para obtener el total de lo que costaría
hacerlo si adquiriéramos esos equipos y pagáramos ese personal. La segunda
alternativa es, como ya mencionamos, cotizar las mismas especificaciones de
calidad en la entrega de los documentos digitales y los mismos plazos con un
proveedor y analizar el costo de hacerlo con él. La decisión final entre hacerlo
nosotros en la biblioteca o tercerizarlo depende de aquella que, a igualdad de
calidad, nos ofrezca el menor costo, o en su caso, lo lleve a tiempos atractivos
para nuestra biblioteca.
Una vez que hemos determinado el costo de digitalizar, debemos continuar con el
segundo costo involucrado: el costo de editar. Este costo se establece en función
de dejar los documentos como un objeto digital útil, de acuerdo a nuestras
especificaciones. ¿Qué significa esto de "útil"? Por lo general, el documento, tal
como sale del escáner, cámara, grabadora o cualquier aditamento que hayamos
utilizado para digitalizar, no es útil en esa forma. Es decir, digitalizar y "salvar" el
archivo casi nunca es suficiente. Es necesario ir convirtiendo, afinando, puliendo el
documento digitalizado para hacerlo útil a nuestros propósitos, dándole la calidad
intrínseca que hemos establecido previamente.
Si bien éstas no son todas las tareas de edición, nos dan una idea muy
aproximada de lo que es posible requerirse para perfeccionar un documento. En
este proceso es necesario estimar un tiempo promedio de edición de cada
documento para poderlo costear, y de esta forma hacer una proyección del costo
de editar todo el acervo después de digitalizarlo. Esencialmente, el proceso de
editar un documento es un proceso humano cuyo costo principal es el de la mano
de obra para hacer la edición -por lo general calificada-. Será necesario, además,
en su caso, agregar el costo de las licencias de programas necesarios para editar:
procesadores de palabra, editores de imagen o de sonido, sistemas OCR,
etcétera. Por supuesto se pueden hacer cálculos paralelos para obtener los costos
de editar fotografías, sonido, video, etcétera. Al igual que en el caso de los costos
de digitalización, deben compararse los costos entre la alternativa de hacerlo
nosotros en la biblioteca con los de enviarlo a un proveedor externo.
Una vez que definimos qué tipo de registro vamos a agregarle a nuestros
documentos digitalizados, es necesario estimar el costo promedio por documento
para obtener ese registro, con el fin de poder extrapolar y proyectar el costo de
registrar toda la colección. Este costo por documento puede ser muy variable,
desde un costo mínimo cuando "reutilizamos" registros que ya se encontraban en
nuestro poder provenientes del catálogo del acervo tradicional, hasta costos altos
cuando optamos por agregar muchos descriptores detallados y finos como es el
caso de esquemas XML sofisticados. Es un hecho ineludible que, a mayor riqueza
y detalle de registro, mejor recuperación por parte del usuario, pero ello conlleva
también mayor costo, siempre en proporción a la complejidad del registro. Aquí no
hay una receta mágica que permita hacer una recomendación acerca de cuál tipo
de metadatos deban usarse. Lo mejor es hacer varios escenarios y comparar los
resultados entre uno y otro con objeto de encontrar el mejor método de registro
posible a un costo que esté dentro de nuestro presupuesto y viabilidad. Reitero
nuevamente que nunca deben crearse colecciones digitales sin contemplar un
mecanismo de registro adecuado, el mejor posible de acuerdo con las
posibilidades técnicas, humanas y, por supuesto, de costos.
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-358X201100030000
¿Qué es un contrato?
Para que se pueda llevar a cabo un contrato no basta con que el acuerdo sea
verbal, debe presentarse por escrito con la firma de los involucrados y enmarcarse
dentro de la ley para su cumplimiento.
Por esta razón de legalidad, se dice que todos los contratos son convenios, pero
no todos los convenios son contratos.
Cuando una persona le hace una oferta a otra y ésta lo acepta, debe expresarse
por escrito y registrarse como un compromiso legal para que pueda existir el
contrato.
Tipos de contratos
¿Qué es un convenio?
Los convenios se pueden dar en todo tipo de ámbitos porque no requiere del
cumplimiento de condiciones específicas para llevarse a cabo. Por esto, cualquier
acuerdo que no esté sujeto a la ley puede ser considerado un convenio.
Tipos de convenio
https://www.diferenciador.com/contrato-y-convenio/
La DTD (declaración !DOCTYPE).
El contenedor principal (elemento html).
La sección del encabezado (elemento head).
La sección del cuerpo (elemento body).
Todo documento HTML debe comenzar con una declaración que identifica
su tipo. Esta es una medida muy útil que informa de antemano a los
navegadores, qué tipo de documento están a punto de procesar,
permitiéndoles ajustar sus mecanismos de procesamiento en consecuencia.
La declaración DTD es insertada mediante una etiqueta especial (!
DOCTYPE) que toma una forma particular para cada tipo de documento.
Esta declaración sólo puede estar presente al comienzo del documento. El
siguiente ejemplo muestra la DTD para un documento HTML5:
https://www.htmlquick.com/es/tutorials/document-structure.html
4.3.2 NORMATIVIDAD QUE APLICA
Proyectos de normatividad