Está en la página 1de 40

CAMPUS ADVENTISTA DE SAGUNTO

FACULTAD ADVENTISTA DE TEOLOGÍA

TRABAJO DE FIN DE GRADO

CONCEPTO DE RECHAZO DIVINO


EN RO 11,1-2
Estudio del término apōtheō

Alumno: Luis Quijano Monroy

Director:
Laurentiu Ionescu

Septiembre 2021
ii
ÍNDICE
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN…………………………………………………1

- Propósito de la investigación …………………………… 2

- Objetivos específicos………………………………………2
- Justificación del estudio……………………………………2
- Presuposiciones…………………………………………… 2
- Hipótesis………………………………………………… 3
- Metodología……………………………………………… 3

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO……………………………………………… 4

- Padres de la Iglesia……………………………………… 4
- Reforma………………………………………………… 5
- Autores Modernos………………………………………. 6
- Autores Contemporáneos………………………………… 8
- Doctrina de la Providencia……………………………… 14
- Doctrina de la Elección y la predestinación……………… 14
- Conclusión del capítulo……………………………………16

CAPÍTULO III
EXÉGESIS……………………………………………………… 18

1. Estructura de la carta a los Romanos………………………….. 18


2. Estructura de la perícopa………………………………………. 19
3. Análisis de pasaje……………………………………………… 20
4. Contexto de la epístola………………………………………… 20
5. Contexto de los destinatarios…………………………………... 20
6. Traducción de Ro 11,1-2………………………………………. 22
- 6.1 Texto griego…………………………………….….. 22
- 6.2 Vulgata Latina……………………………………… 22
- 6.3 Traducciones antiguas……………………………… 22
- 6.4 Traducciones actuales……….………………........... 23
- 6.5 Traducción propia…………………………………... 23
- 6.6 Intratextualidad……………………………………… 23
7. Incidencia en las Escrituras………………………………………. 24
- 7.1 Antiguo Testamento………………………………… 24
- 7.2 Nuevo Testamento………………………………… 25
- 7.3 Otras búsquedas del término………………………… 26

CAPÍTULO IV
CONCLUSIÓN…………………………………………………… 27

- Aplicación pastoral…………………………………………30

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………….. 32

iii
iv
CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN
El tema de esta investigación es el concepto de rechazo en el contexto
neotestamentario, específicamente en Ro 11,1-2. El correcto entendimiento de este
concepto requiere un análisis concienzudo del texto y es relevante cuando se llega a una
comprensión global de su significado en la trama de los capítulos 9-11 de la misma
carta.

En el texto bíblico se halla que el Salvador es objeto del rechazo humano, pero
por otro lado, también es Él quien rechaza o desecha al hombre en algunas
circunstancias concretas, sobre todo en relatos del Antiguo Testamento. Nadie pone en
duda lo primero, pero, ¿en qué modo se da el rechazo de Dios hacia el ser humano?
¿Qué significa que Dios rechace a una persona?, ¿y a una nación completa? La
respuesta a estas interrogantes será consecuencia directa del análisis que este trabajo
propone.

En este sentido se abren dos posibilidades de forma más extremas: Dios, en su


soberanía, rechaza arbitrariamente a quien Él quiere y ve conveniente, o, Dios rechaza
sólo a quienes no han creído en Él. Se pretende dar respuesta en qué términos se da esto.
Se comprobará, además, que la investigación abre cuestiones que por denominación no
afectan a la iglesia adventista, pero son de amplia difusión y debate en el protestantismo
actual.

Y es que las traducciones contemporáneas utilizan “rechazar” para al menos seis


términos del griego en el Nuevo Testamento: 16 veces aparece ἀθετέω “no válido”,
ἀποτίθεμαι se encuentra otras 12 “no prestar atención, negar”, 9 ocasiones aparece
ἀποδοκιμάζω “considerar como indigno, desechar”, ἀποτίθεμαι está otras 9 veces
“apartar, poner a un lado”, en 6 ocasiones está el término ἀπωθέω “rechazar”, y,
ἀπόβλητος sólo aparece en 1 Tim 4,4 “ser rechazado”. También es frecuente encontrar
desechar o despreciar para la traducción de estos términos.1

1
Léxico griego Louw-Nida.

1
Propósito de la investigación

El propósito de este trabajo es aportar información sobre la interpretación más


adecuada del término apōtheō en su forma contenida en Ro 11,1-2, y cómo ésta influye
en la dialéctica interna en la iglesia actual en el tema del rechazo de Dios hacia el ser
humano.

Objetivos específicos

Los objetivos específicos de este trabajo son:


1º Hacer una reseña de la historia de la interpretación del término en Ro 11,1-2.
2º Analizar la implicación que tuvieron estas interpretaciones en los comentarios
modernos y en el apoyo a doctrinas que se derivan de ellas.
3º Hacer un análisis exegético del término.
4º Extraer una conclusión sobre el concepto de rechazo congruente con el texto
bíblico y los escritos de Elena White.

Justificación del estudio

Ya sea por la influencia histórica del cristianismo romano, o por una


interpretación errada de los términos en que Dios rechaza a alguien, el significado de las
palabras de Ro 11,1-2 requiere ser despejado y liberado de los efectos de la doctrina de
la predestinación. Se suele entender que cuando se desobedece o desestima a Dios, éste
rechaza irrevocablemente al ser humano. También esta idea debe ser matizada.

Presuposiciones

Para esta investigación se asume que la Biblia, toda ella, es la Escritura inspirada
por Dios, que contiene su voluntad y el mensaje para la humanidad. Así mismo, se
acepta la inspiración divina sobre los escritos de Ellen White.

2
Hipótesis

La hipótesis en la que se sustenta esta investigación es: El rechazo por parte de


Dios hacia el hombre es en circunstancia de un llamado específico a cumplir. En esa
condición, la respuesta negativa del hombre, provoca el rechazo divino. Dios no
desecha a ninguna persona para la salvación.

Metodología

Se propone primeramente una investigación sobre la historia de la interpretación


del término apōtheō en Romanos 11,1-2. Se hará un recorrido historiográfico, y
posteriormente un análisis exegético de los versículos en cuestión. De esta forma se
construirá la respuesta a la problemática del rechazo divino en la interpretación de
Romanos 9-11. Finalmente se extraerá una conclusión de acuerdo a los resultados de los
puntos anteriores, los que determinarán la validez, o no, de la hipótesis presentada.

3
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

En este apartado de hará una breve revisión bibliográfica a la temática del


rechazo concerniente a Romanos 11,1-2, que cuenta con abundante bibliografía, y que
explica que Dios no rechazó a Israel, a pesar de tener motivos para hacerlo a tenor de
los capítulos anteriores de la carta.

Padres de la iglesia

Además de tomar Ro 11,1 como base para afirmar el lugar de procedencia del
apóstol Pablo, los Padres de la Iglesia generalmente no encuentran problema en
determinar que es legítimo que Dios tenga el derecho de rechazar en su soberanía a
quien Él designe, siendo que el fin último siempre misericordioso y justo. Se aprecia
que este rechazo es siempre en términos de la salvación final. De los representantes de
la época, destacan Juan Crisóstomo y Agustín de Hipona.

En su obra homilética, Juan Crisóstomo2 vincula Ro 11,2 donde Dios no desecha


a su pueblo, el que conoció de antemano, con el conocimiento del buen Pastor hacia sus
ovejas de Jn 10,14-15. El obispo de Constantinopla continúa hacia el versículo 16,
donde hay otras ovejas de otro redil que deben ser traídas por el Pastor. De este modo
parece lógico relacionar a esas otras personas -nunca en sentido étnico, sino personal-
como parte del pueblo de Dios, y, por ende, no rechazados de la salvación.

Por su parte, Agustín de Hipona3 menciona repetidas veces los primeros versos
de Ro 11, generalmente intentando reconciliar la predestinación con el libre albedrío. En
una de sus cartas hace referencia a Ro 11,1 sobre el uso del etnónimo “israelita” por
parte de los gentiles, al ser ya de interpretación corriente de la iglesia de su tiempo que
Pablo identificara a los cristianos con el Israel espiritual. Aquí San Agustín parece
asumir el término rechazar en sentido soteriológico y explica que el apóstol no se
contradice cuando en 10,21 califica a Israel como incrédulo y desobediente y en 11,1

2
Philip Schaff, ed., A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, vol.
14, Saint Chrysostom: Homilies on the Gospel of St. John and Epistle to the Hebrews, First series (NY:
The Christian Literature Company, 1889), 216-17.
3
Lope Cilleruelo, ed., Obras de San Agustín, Cartas 2o (Madrid: Editoral Católica, 1953), 859-61.

4
dice que Israel no es rechazado, sino que se establece una diferencia entre el lenguaje
corriente de su tiempo y el lenguaje espiritual.

Su perspectiva entiende el rechazo como un abandono de quienes no creyeron en


Jesús, aunque sean de origen judío, pues no todos, es decir, sólo algunos, constituyen
verdaderamente Israel, los que serían salvos. Aplica el libre albedrío sobre la base de
una predestinación de los que creerían4.

Reforma

En la Reforma, los autores más resaltantes que interpretaron Ro 11,1-2, se


caracterizan por su aceptación del misterio de la elección incondicional. Promueven que
el hombre ha de reconocer sus límites, pues no es correcto cuestionar lo que la
Providencia ha preferido dejar bajo su sola potestad y que queda solo la aceptación de
su voluntad.

Juan Calvino5 de alguna forma apoya que Dios ha rechazado a la nación


israelita, y que como pago éstos cayeron en ceguera, pero que, aunque se apartaron de la
Alianza, Dios la mantiene porque la concertó con los padres del pueblo. Declara que su
rechazo no ha invalidado su promesa, pues el rechazamiento general no evita la
salvación de algunos que, como el mismo apóstol, hicieron efectivo su llamamiento por
la fe.

El reformador encuentra dos partes en la respuesta a 11,16: 1) Dios no ha


rechazado totalmente al linaje de Abrahán, de acuerdo a la firmeza de su pacto, y, 2) el
efecto de la adopción no se muestra en todos los que son hijos de la carne, porque la
elección secreta les precede.

4
Philip Schaff, ed., A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church., vol.
5. Saint Augustin: Anti-Pelagian Writings, Augustine of Hippo: A Treatise on the Gift of Perseverance,
First Series (NY: The Christian Literature Company, 1887), 544-45.
5
Juan Calvino, Comentario a la Epístola a los Romanos, trad. Gutiérrez Claudio (Grand Rapids: MI:
Libros Desafío, 2005), 286. El reformador declara que la presentación de su respuesta es también para
resolver la idea de que Dios no elige conforme a la dignidad humana, es decir, tiene que sugerir algo que
pueda sostener la justificación por la fe, y al mismo tiempo la predestinación de quien Dios quiere que se
salve.
6
Calvino, 286.

5
Su interpretación de Romanos fue clave para sustentar la doctrina de la
predestinación7. Por esto mismo la pre elección divina, según el reformador, no depende
de la presciencia de Dios sobre el buen actuar de los elegidos, es decir, de sus obras
futuras, sino de la sola disposición misericordiosa de Dios. la elección está por encima
que la gracia. Es decir, primero ocurre la elección divina, y luego, se hace efectiva la
gracia.

Martín Lutero comenta brevemente sobre 11,1-2 resaltando la firmeza de la


predestinación aún con los que aparentemente están apartados de toda salvación. En su
comentario a la epístola ve a Pablo como ejemplo de esto, cuando reafirma su
procedencia étnica y teniendo un pasado contrario a Cristo, saberse salvo por haber
conocido el Evangelio8. El reformador acepta la predestinación como una muestra
misericordiosa de los designios divinos.

Ya en el siglo XVIII, M. Henry9 hace una interpretación bastante coherente


sobre Romanos 11. Las tres posibilidades que resultan de la pregunta de Pablo y su
respuesta en el verso 2, son: a) No todos los judíos fueron rechazados, b) Aunque el
cuerpo del pueblo hubiese sido rechazado, ahora los gentiles son acogidos, y, c) aunque
el pueblo judío fuese rechazado, en su tiempo, volvería a ser parte del pueblo de Dios,
de su iglesia. Alega que el remanente que permanece en el pueblo es elegido no en
función a sus obras o piedad, sino enteramente por gracia10.

Autores modernos

En el siglo XX, la interpretación de Ro 9-11 tuvo un importante acercamiento al


semitismo y al papel de Israel en el Plan de Salvación11. Esta aproximación fue mucho
más evidente a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando el protestantismo adquirió
una notable simpatía por el legado judío.
Scofield, a principios de siglo ya hace una interpretación mucho más literal del

7
Véase Doctrina de la elección y la predestinación, p. 15
8
Martin Luther, Carta del Apóstol Pablo a los Romanos, trad. Erich Sexauer (Barcelona: Editorial CLIE,
1998), 353.
9
Matthew Henry, Matthew Henry’s commentary on the whole Bible: complete and unabridged in one
volume (Peabody: Hendrickson Publishers, 1994), 2221.
10
Matthew Henry, Comentario Bíblico de Matthew Henry: obra completa sin abreviar, trad. Francisco
Lacueva (Barcelona, España: Editorial CLIE, 1999), 1542.
11
Daniel Bosqued, «La salvación de “Todo Israel”: estudio histórico, exegético y teológico de Romanos
11,26» (Universidad Adventista del Plata, 2008), 70-71.

6
no rechazo de Israel en términos soteriológicos y le otorga un papel distinguido con
respecto a la iglesia cristiana12.
A mediados de siglo, Wuest concluye que en el capítulo 11 se unifican la
soberanía de Dios y la realidad pecadora del pueblo de Israel, ambos temas presentados
en los capítulos 9 y 10 respectivamente13. Explica que la fuerza de la pregunta de 11,1
que incluye el término απωθεω, no busca tanto una respuesta aclaratoria, sino que es la
licencia retórica que usa el apóstol para recordar que Dios efectivamente es fiel a su
promesa. Menciona que por la que el rechazo sea impensable radica en que Israel estuvo
“en la mirada de Dios desde la eternidad”:

Israel stood before God’s eyes from eternity as His people, and in the immutableness of
the sovereign love with which He made it His, lies the impossibility of its rejection14

N.P. Williams15 adopta la predestinación como única explicación de la extensión


de misericordia a Israel a pesar de haber rechazado a Cristo. El autor lo entiende así
interpretando el capítulo 9, y como fundamento del porqué la nación no ha sido
desechada del todo, y finalmente se salve toda.

Barclay16, en su comentario a Romanos, da a entender que Dios no rechazó a


aquellos que permanecieron fieles entre el pueblo de Israel, pues Él siempre propicia
que quede un remanente que no se entregara a la idolatría. Según la misma
argumentación de Pablo, Dios muestra a Elías que aún había siete mil que eran íntegros,
quienes serían son los no rechazados del pueblo. Este autor interpreta que para los
rechazados, Dios mismo procuró que cayeran en sopor, “para que no oigan lo que se les
decía” y así posibilitar la salvación de los gentiles.

12
C.I. Scofield, The Scofield Reference Bible: The Holy Bible Containing the Old and New Testaments
(New York; London; Toronto; Melbourne; Bombay: Oxford University Press, 1917), 1204.
13
Kenneth Samuel Wuest, Wuest’s Word Studies from the Greek New Testament: For the English Reader
(Grand Rapids: Eerdmans, 1999), 184-85.
14
Wuest, 187.
15
N.P. Williams, «The Epistle to the Romans», en A New Commentary on Holy Scripture: Including the
Apocrypha, vol. 3 (New York: The Macmillan Company, 1942), 477-78.
16
William Barclay, The Letter to the Romans, 3rd ed. fully rev. & updated, New Daily Study Bible
(Louisville, London,: Westminster John Knox Press, 2002), 171-72.

7
Contemporáneos

Diversos autores concluyen que el pueblo de Israel, como nación no fue


desechada, primero no totalmente, y segundo, tampoco finalmente17. Buena parte de los
comentarios analizados atienden a la problemática del rechazo de Israel con el
argumento de la presciencia divina misericordiosa, que aparta al pueblo judío para que
pueda añadirse el gentil. Finalmente, Dios mismo reinsertaría a su pueblo, con quien
hizo una alianza que Él no puede fallar en cumplir18.

En lo que coinciden todos los autores, con mayor o menor intensidad, es en que
Pablo utiliza una expresión contundente para responder a la cuestión del rechazo de
Dios por su pueblo: ¡de ninguna manera!, o ¡Dios no lo quiera! Son traducciones del
énfasis del apóstol en esa respuesta. No es posible pensar, aún después de la
argumentación de los capítulos 9 y 10 en favor de los gentiles, que Dios haya rechazado
a su pueblo elegido. De los estudiosos que tratan el tema:

Fitzmyer19 ve crucial la conexión con Abraham utilizada en 4,16 y 9,7. Aparecen


ecos de Jr 31,37 y Sl 94,14, donde YHWH dice que no rechazará ni desampará a su
pueblo. Pablo utiliza así el Antiguo Testamento para presentar su teología con respecto
a quienes son el pueblo de Israel. Por otro lado está el pensamiento protológico que
hace a Dios responsable del final endurecimiento de quienes rechazaron la verdad. El
pueblo que de antemano conoció, tuvo la oportunidad de elegir, pero habiendo sido
infiel con el pacto, fue finalmente no alcanzaron lo que buscaba (versos 7-10).

Por otro lado, Ryrie20, en su comentario del Nuevo Testamento, aborda Ro 11


desde la escatología. Con su breve referencia a los primeros versículos de este capítulo
muestra la imposibilidad del rechazo de Israel, aludiendo a dos hechos: el rechazo no es

17
Roberto Jamieson, A. R. Fausset, y David Brown, Comentario exegético y explicativo de la Biblia -
tomo 2: El Nuevo Testamento (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2002), 337.; Dan G.
Jonhson, «The Structure and Meaning of Romans 11», The Catholic Biblical Quarterly 46, n.o 1 (1984):
91-104.
18
Por ejemplo Robert Jewett, Roy David Kotansky, y Eldon Jay Epp, Romans: a commentary,
Hermeneia--a critical and historical commentary on the Bible (Minneapolis: Fortress Press, 2007), 653.;
Bob Utley, «La Carta a los Romanos: El Evangelio Según Pablo: Romanos», en Comentario del
intérprete bíblico (Marshall, TX: Lecciones Bíblicas Internacional, 2015), Ro 11:1., además de la
mayoría de los vistos en este trabajo.
19
Joseph A. Fitzmyer y Paulus, Romans: A New Translation with Introduction and Commentary, 1. Yale
Univ. Press impr, The Anchor Yale Bible 33 (New Haven: Yale Univ. Press, 2008), 604.
20
Charles Caldwell Ryrie, Biblical theology of the New Testament, Rev. ed. (Dubuque, Iowa: ECS
Ministries, 2005), 197-99.

8
a la totalidad del pueblo, y que, en todo caso, es sólo temporal. Menciona que la
posibilidad de salvación de los israelitas, por ser parte del olivo original, tienen más
facilidad de ser reinjertados con relación a los gentiles, que no son naturalmente del
“olivo bueno”.

Gruenler21 incluye Ro 8,18-39 al bloque de los capítulos 9 al 11. En esos


versículos Pablo alienta a los romanos a ver la salvación de los que esperan en las
promesas divinas, para luego, iniciar la explicación de la elección de Israel en la figura
del remanente. Explica que el rechazo del pueblo de Israel no es completo, pues la
frustración de ver a su pueblo ajeno al Evangelio de Cristo da paso a la esperanza, que
conlleva a la gloria de la salvación (8,20).

Seifrid22 es mucho más riguroso en su escatología de estos versos, sugiriendo


que efectivamente hay un rechazo parcial para Israel, refiriéndose a la parte de la nación
que sufrirá los desastres como consecuencia del juicio divino. En ese momento futuro se
encontraría la esperanza salvífica en la descendencia o el remanente (9,27.29). Para
Seifrid, el rechazo es un hecho, pero no es definitivo. Por lo tanto, en 11,1-2 Pablo habla
de una acción total y no permanente por parte de Dios, ya que el apóstol lo aclara
rotundamente en ambos versículos.23

Frame24 aboga por la elección divina, si bien entiende que también los elegidos
se pueden perder, como en los casos de Saúl o Judas. La iglesia visible es elegida
históricamente, y cómo Israel, pertenece a Cristo de una forma especial. Así, de una
forma no muy clara, se unifica la doctrina de la elección, como sería en Jesús, con el
libre albedrío de los elegidos.

Doornbos25 introduce el concepto de gracia especial, refiriéndose a la elección


salvífica hacia Israel. Una gracia irresistible que ha guardado para los elegidos la

21
Royce Gordon Gruenler, «Romans, Theology Of», en Evangelical Dictionary of Biblical Theology,
Baker Reference Library (Carlisle: Paternoster [u.a.], 1996), 692.
22
Mark A. Seifrid, Christ, Our Righteousness: Paul’s Theology of Justification, Reprint, New Studies in
Biblical Theology 9 (Leicester: Apollos [u.a.], 2000), 158.
23
Seifrid, 164-65.
24
John M. Frame, Salvation belongs to the Lord: an introduction to systematic theology (Phillipsburg,
N.J: P & R Pub, 2006), 178.
25
Gayle Doornbos, «The Spirit and Special Grace», en Lexham Survey of Theology, ed. Brannon Ellis y
Mark Ward (Lexham Press, 2018). Edición electrónica

9
salvación efectiva y la restauración integral que se consuma en el escatón.

Gulley26 indica que la base de la interpretación dispensacionalista es claramente


errónea, y que Dios no rechazó a su pueblo, pero no en sentido soteriológico, sino de su
llamamiento misiológico. Según su tesis, Dios elige a Israel, así como a Jacob sobre
Esaú (Ro 9,13; Gn 22,18) para traer salvación al mundo.

Además, el profesor Gulley escribió un artículo sobre la predestinación y los


problemas teológicos que provoca27, al enfrentar el sacrificio redentor de Cristo, quien
murió por todos, con la supuesta voluntad del Espíritu de no salvar a todos, entre otras
dificultades insalvables que presenta esta doctrina. Sugiere que la elección de Israel, fue
una elección corporativa para la misión. En esta misma línea son las interpretaciones de
varios autores en la actualidad28.

Hawkins29 también ve dificultades a la doctrina de la reprobación o doble


predestinación al rechazo de Israel. Expone las tres ideas que los estudiosos extrajeron
hasta mediados de siglo a partir de Ro 9-11: primeramente, que el pueblo judío se había
cerrado a aceptar el evangelio de Cristo, luego, que a pesar de eso Dios guardó a un
pequeño remanente que sí creyó el evangelio, y finalmente, que la soberanía divina
había determinado que el pueblo no creyese al endurecerlo. Este autor rechaza este
último pensamiento por ser totalmente irreconciliable con los otros anteriores.

Para Morris30, Pablo describe a Israel como el pueblo en el que Dios llevaría a
cabo su propósito de forma especial, por lo que no tiene sentido pensar que fuese
rechazado. Esta idea se aclararía más en el versículo 2, cuando añade en la respuesta, “a
quien conoció de antemano”. Sin embargo, Morris no ve que Pablo hable de la

26
Norman R. Gulley, Systematic theology (Berrien Springs, Mich: Andrews University Press, 2003), 745-
48.
27
Norman R. Gulley, «Who Does the Choosing?», Adventist Review, 28 de abril de 2011,
https://www.adventistreview.org/2011-1512-14.
28
Sobre la misión de Israel, entre otros, el doctor Badenas menciona: “En los caps. 9-11 [de Romanos]
Pablo trata del concepto de la «justicia de Dios» y sus implicaciones particulares a nivel corporativo,
demostrando cómo afecta al concepto de «elección» y al sentido de misión de la iglesia, especialmente en
relación con Israel.” Roberto Badenas, «Cristo, fin de la Ley» (Tesis Doctoral, The University of
Sheffield, 2007), 323.
29
Robert Hawkins, «The Rejection of Israel: An Analysis of Romans IX-XI», Anglican Theological
Review, 1941, 329-35.
30
Leon Morris, The Epistle to the Romans, Repr, A Pillar Commentary (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans
[u.a.], 1994), 399.

10
salvación de toda la nación de Israel.

Este autor también menciona que alguna interpretación sugiere que la vocación
misionera de Israel se estaría cumpliendo en Pablo, al llamarse así mismo, descendiente
de Abraham, de la tribu de Benjamín.31 Al comienzo del capítulo 11, la pregunta
retórica estaría dando voz a la interrogante lógica producida en el lector al ver lo
expuesto en los dos capítulos anteriores. Pero la respuesta del apóstol es una negativa
rotunda, casi mostrando imposibilidad del planteamiento de la pregunta.

Mounce32 lleva la interpretación hacia el rechazo de los que no creyeron y la


gracia inmerecida para el remanente que fue elegido. Como la mayoría de los autores se
enfocan en la gracia como antagónica a las obras, que según dice Mounce, son
mutuamente excluyentes. También explica el uso del modismo semítico utilizado para
“aborrecer” a Esaú, y así enfatizar el contraste con la elección de Jacob en Ro 9,13. 33

Por otro lado, el pastor Keller también señala una predestinación prevista por
Dios para que sólo algunos elegidos del Israel étnico sean salvos. Explica que los
rechazados buscaron su propio rechazo, pues creyeron en sus obras antes que en la
gracia para salvación, y así se condenaron así mismos, pero contradictoriamente, que
Dios ha ordenado de antemano que sea así.34

Es contradictorio el análisis de Moo35, pues, al interpretar Ro 11,1-2 entiende


que Dios mismo determinó que la mayoría del pueblo de Israel fuesen endurecido, pero
que, debido a su fidelidad, demuestra su amor llamando como pueblo suyo al conjunto
de toda la nación, aunque finalmente salve sólo a unos pocos elegidos. Acepta que la
elección y la predestinación son doctrinas que producen consternación, pero que, dado
que Pablo no procura aclarar el tema dando una respuesta lógica y acorde a lo esperado
de un Dios justo, es mejor aceptar lo escrito

31
Morris, The Epistle..., 398-99.
32
Robert H. Mounce, Romans, The new American commentary, v. 27 (Nashville, Tenn.: Broadman &
Holman, 1995), 214-16.
33
Mounce, 198-99. En cambio, Agustín asocia Rom 9,13 con la inevitable predestinación de quien
“merece” el endurecimiento, Cilleruelo, Obras de San Agustín, Cartas 2o, 837.
34
Thimothy Keller, Romanos 8-16 para Ti (Poiema, 2018), cap. 6. Dios e Israel. Edición Kindle.
35
Douglas J. Moo, The Epistle to the Romans, The new international commentary on the New Testament
(Grand Rapids, Mich: W.B. Eerdmans Pub. Co, 1996), 672.

11
Barry36 indica la literalidad de Romanos 9,14-33, haciendo a Dios responsable
soberano de la trama de rechazo del pueblo hacia sí mismo. Esto hace ver que hay una
arbitrariedad divina indescifrable con la perdición de parte de Israel, aun cuando luego
Dios vuelva a injertar a algunos la rama natural (11,23).

Más equilibrados parecen Walvoord y Zuck37 en su comentario expositivo,


aportan una explicación acorde al sentido retórico de la pregunta, traduciéndola “Dios
no rechazó a su pueblo… ¿verdad?”, de modo que se intuye ya una confirmación a la
cuestión. Y es que en el Antiguo Testamento está también la respuesta, Dios no ha
rechazado a su pueblo (1 Sam 12,11; Sl 94,14). Dios casi parece declarar “no poder
hacerlo” (Jr 31,37)

De igual forma, Patterson38 considera la respuesta de Pablo en el contexto de las


promesas del pacto del Antiguo Testamento, donde se indica la elección inmutable de
Israel, y el trabajo de Dios por su pueblo, aun cuando esté en apostasía. La ceguera de
los judíos no sería total en este supuesto. Hace un análisis de προγινώσκω, como una
elección previa que se mantiene hasta el presente. El pre conocimiento de Dios sería de
la persona que elije, no de sus actos. De este modo sustenta la predestinación divina
como fundamento del no rechazo de Dios.

Para Mangum39, Pablo hace las preguntas que el lector de la carta se haría, y
presenta en su diatriba las conclusiones que expuso en los capítulos 9 y 10. Su respuesta
contiene dos tiempos para el plan de salvación de Israel como nación. Uno presente, en
el que a pesar del tropiezo de la nación, no la desecha, pues aún hay judíos salvos y
Pablo es uno de ellos. Y otra línea futura, en la que Israel volvería con mayor celo a
Dios por haber visto que los gentiles gozan de su favor.

36
John D. Barry, Faithlife Study Bible, Digital (Bellingham, WA: Lexham Press, s. f.), Ro 11:1.
37
John Walvoord y Roy Zuck, El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo Testamento,
tomo 2: San Juan, Hechos, Romanos (Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C., 1996), 303.
38
Paige Patterson, «Salvation in the Old Testament», en CSB Study Bible: Notes (Nashville, TN: Holman
Bible Publishers, 2017), 1798.
39
Douglas Mangum, ed., Lexham Context Commentary: New Testament (Bellingham, WA: Lexham
Press, 2020), Ro 11:1-6.

12
Por otro lado, Runge40 hace un análisis sobre la Carta a los Romanos, donde
extiende el capítulo 11 en lo que es una especie de conclusión de Pablo de los capítulos
anteriores, apoyando su argumentación en textos del Antiguo Testamento. Enfatiza en
cuanto al rechazo de Israel, que el escritor pasa de lo global a lo particular, del pueblo
como nación, a los sujetos que permanecieron fieles. De ese modo, nunca se puede decir
que la nación completa haya sido rechazada. En este caso, no se diferencia entre un
rechazo temporal, y otro rechazo permanente.

Desde la perspectiva judía, D. Stern41, ve a Saulo como mensajero de los


gentiles del legado de su pueblo para la salvación mundial. La carta en el contexto
actual, representa un medio de protección para Israel, el cual nunca podrá ser rechazado,
pues el llamado de Dios y sus dones son irrevocables (vs 29).

D. Dockery42, A. Knowles43 y Wiersbe44 resaltan a Pablo como muestra del no


rechazo de la simiente judía. En todo caso, afirman, Pablo prefigura lo que puede ser
todo judío en el futuro. También R. López45 entiende en Pablo un ejemplo de los judíos
salvos por gracia, aunque en una línea más determinista, habla de una futura liberación
permanente de Israel.

Otros autores colocan el rechazo de Dios hacia Israel en un plano temporal,


hasta que la nación vuelva a ser Israel, donde sus habitantes son hijos de la promesa. En
este caso es clara la alusión al capítulo 9,6-8.

J. Wilch46 también entiende que el rechazo de apōtheō no es definitivo.


Argumenta que esto se puede entender en v.15, cuando la “readmisión” del pueblo

40
S. E. Runge, Comentario de alta definición: Romanos, trad. R. G. Medina y J. T. Terranova
(Bellingham, WA: Lexham Press, 2014), Ro 11:1-10.
41
David Stern, Jewish New Testament Commentary: a companion volume to the Jewish New Testament,
electronic edition (Clarksville: Jewish New Testament Publications, 1996), Ro 11:1.
42
David S. Dockery, ed., Holman Bible Handbook (Nashville, TN: Holman Bible Publishers, 1992), 684.
43
Andrew Knowles, The Bible guide, 1st Augsburg books ed (Minneapolis, MN: Augsburg, 2001), 572.
44
Warren Wiersbe, The Bible exposition commentary, vol. 1 (Wheaton, IL: Víctor Books, 1996), 550.
45
René A. López, «The Epistle of Paul the Apostle to the Romans», en The Grace New Testament
Commentary (Denton, TX: Grace Evangelical Society, 2010), 680.
46
John R. Wilch, «Romans 11:15: Did God Reject The Jews?», LTR II:1 (1989-90), 9-14.

13
traerá vida entre los muertos, ya que πρόσλημψις “admisión”47 o “restitución” denota
una recepción de algo que se buscaba. Esta sería la respuesta de Pablo a la búsqueda del
verso siete.

Pero si hay un autor que reflexiona pragmáticamente hablando, sobre la


profundidad de la pregunta retórica de 11,1, ese es Barth48. En su conocida obra sobre
esta carta, enfoca el pesar de Pablo por el pueblo elegido, al que Barth llama, la iglesia
de hoy. Para él, Dios tiene todo el derecho de desechar, pero por su amor, Él quiere
salvar:

El hecho de que el hombre conozca a Dios no le salva, le juzga. El que Dios


conozca al hombre, eso le salva, le instaura. Dios es el primero; por tanto,
también el último. Dios rechaza; por eso también elige. Dios condena; por eso
también agracia.

Llegado este punto de la investigación, es será oportuno recordar las doctrinas


que buena parte del protestantismo ha desarrollado y que determinan directamente el
sentido de la interpretación del término apōtheō en 11,1-2.

Doctrina de la providencia

Dios actúa en su soberanía de forma misericordiosa para con los seres creados.
A todos prodiga el bien en la naturaleza que provee el sustento y la posibilidad de
crecer. Esta es la llamada providencia general, que incluye restricciones y resguarda la
vida terrena de las criaturas, y se diferencia de la providencia especial, que libera y
redime. La providencia especial es la que Dios otorga a los elegidos, como en el caso de
Israel y la Iglesia49.

Doctrina de la elección y la predestinación

La doctrina de la elección o predestinación consiste en la libre y soberana obra

47
Timothy Friberg, Barbara Friberg, y Neva F Miller, Analytical lexicon of the Greek New Testament
(Victoria, B.C.: Trafford, 2005).
48
Karl Barth, Carta a los Romanos, trad. A. Martínez de la Pera (Madrid: Biblioteca de Autores
Cristianos, 2002), 466.
49
Oliver Buswell, Teologìa Sistemática, vol. 1. Dios y Su revelación (Miami, FL: LOGOI, 1979), 165-66.

14
salvadora de Dios sobre algunos elegidos, los que conocía desde antes de la fundación
del mundo (Ef 1,4; 2 Tim 1,9). Según esta doctrina la elección de Dios a algunos para
salvación, supone, en realidad, el rechazo de los no elegidos, por eso se le denomina
también doctrina de la doble predestinación. Ésta a su vez, está relacionada con la
doctrina de la reprobación, que consiste en que Dios también elige a ciertas personas
deliberadamente para que se pierdan50. En ese caso, estas personas no tendrían opción a
la salvación, pues su destino es la perdición51. Si la vocación de una persona es la señal
de su elección, las personas que no han conocido el nombre de Dios, están condenados
para muerte eterna, pues es señal de que no son elegidos.

Lutero en su célebre Comentario a Romanos52, tiene a bien prevenir al lector


acerca de la predestinación con respecto a los capítulos 9-11. Asegura que en ellos se
manifiesta la providencia de Dios en la cual tiene su origen “quien ha de creer y quien
no, quien puede liberarse de los pecados y quien no”. La doctrina de la predestinación
tiene uno de sus fundamentos en ese trabajo.

Calvino es el más conocido defensor de la doctrina de la elección y la


predestinación. En Institución de la Religión Cristiana menciona la libre elección de
Dios, que como Creador soberano tiene legítima autoridad sobre el destino de los seres
vivos. Aunque Calvino dice no gustar del término “destino”, pues suele entenderse
como algo predeterminado e inmutable, en sus postulados en buena forma expone una
teología de la predestinación, pero en el sentido de que sólo Dios puede conocer.

La interpretación de Ro 11,7-8, y de otros textos de Romanos, que a su vez son


tomadas del Antiguo Testamento y replicadas en el Nuevo53, ha sido tomada como
apoyo a la doctrina de la predestinación. Si bien “cerrar los ojos para que no vean o sus
oídos para que aunque oigan, no entiendan”, es una sentencia profética varias veces

50
Frame, Salvation belongs to the Lord, 180-81.
51
Víctor Manuel Fernández, «Romanos 9-11: gracia y predestinación», Teología, 1995, pág. 41 del
artículo.
52
Martin Luther y Erich Sexauer, Comentarios de Martín Lutero Vol. 1. Vol. 1., 2003, 354-56.
53
Para entender el lenguaje no literal bíblico ver, por ejemplo, cómo se expresa el endurecimiento de
corazón de Faraón en Ex 4,21. y 9,34 entre otras muchas ocasiones en las que se hace a Dios responsable
de lo que ocurre sólo por no intervenir en la decisión humana. Cf. Francis Nichol, ed., Comentario
Bíblico Adventista (Review and Herald Publishing Association, 1980), Vol 1, 528.

15
vista en la Biblia54, de ninguna forma significa que Dios ejerza poder para evitar que
algunos accedan a la verdad, sino que se está describiendo la realidad de la nación de
Israel a lo largo del tiempo. Un dios que deliberadamente desecha a sus criaturas no
concuerda con la descripción de YHWH manteniendo su amor a pesar del pecado de
éstas. Y mucho más evidente se hace esta disonancia cuando el Hijo de Dios compra
con su propia vida el acceso a la redención de cada ser humano.

La predestinación como doctrina es contraria a numerosos textos en los que Dios


llama al arrepentimiento (Ez 33,11; He 3,19) no desea el mal de ninguno (2 P 3,8-9),
espera pacientemente (Ro 9,22), y, sobre todo, su llamado es misericordioso y universal
(2 Cr 30,9; Jl 2,12-14; Jn 3,16-17; Tit 2,11). Se sobrentiende la imposibilidad de un
llamado así contra su propia voluntad, como se supondría si llamara al arrepentimiento
a quienes Él predeterminó para perdición. Según Stg 2,9, el hacer acepción de personas
es pecado55.

Calvino declara que Dios se guarda el derecho de condenar a quien él quiere,


cuando en la misma esencia de su ser está el salvar a todos. Su justicia es tal que el Plan
de Salvación requiere una paga por el pecado que no puede eludirse, por lo que se
ofreció a sí mismo para saldar la deuda. Su justicia es tal, que todos los seres creados
esperan expectantes el desenlace de la historia humana, pues cómo es que Dios ha
perdonado y salvado a los más pecadores, no puede ser por una predestinación, sino por
la eficacia de la fe otorgada por Dios.

Conclusión del capítulo

En el presente estudio sólo se mencionaron algunos de los autores clásicos más


representativos y un grupo de los eruditos que continúan investigando el tema. A pesar
de la cantidad de obras al respecto, sólo se aprecian dos grupos de interpretación del
rechazo en Ro 11,1-2 claramente diferenciados. El primero toma dicho rechazo de Israel
como la sentencia que deja fuera de la salvación al grueso de judíos, descontando el
remanente prometido. El segundo grupo, entiende el rechazo de Israel en términos de su

54
Esta expresión se encuentra también en Is 6,10; 44,18; Mt 13,10-17; Mc 4,12; Lc 8,10; Jn 12,14; He
28,27.
55
Gulley, «Who Does the Choosing?» https://www.adventistreview.org/2011-1512-14

16
misión como nación llamada a llevar el mensaje de Dios al mundo.

Fuera de esa diferencia, la mayoría concuerda con que en el capítulo 11 se


resuelve el futuro del pueblo judío, de apariencia tan sombría hasta esa altura de la
carta. Otra conclusión a la que prácticamente todos llegan es que Israel realmente
merecía ser rechazado por parte de Dios, pero que en su misericordia, el Salvador elige
por gracia a una parte de su pueblo.

17
CAPÍTULO III
EXÉGESIS

1. Estructura la carta a los Romanos

Se ha dicho que esta carta, de abundante contenido teológico, es de las más


importantes del cristianismo56 pues resume todo el evangelio y exalta la grandeza de
Cristo al hacerse hombre y ofrecerse en sustituto por todos los seres humanos, así como
que la salvación es sólo por gracia a través de la justificación por la fe.
La carta presenta la teología que sustenta el evangelio de Cristo a todas las naciones, de
forma resumida y pero a la vez con la profundidad que sólo el Espíritu puede otorgar.Se
aprecia temas claramente demarcados como lo muestra el siguiente esquema general57:
I. Introducción (1,1-1,17)
II. Justificación por la fe (1,18-4,25)
i. Reinado universal del pecado (1,18-3,20)
ii. Justificación por la fe (3,21-4,25)
III. Esperanza de la salvación (5.1-8,39)
i. La esperanza de gloria (5,1-21)
ii. Libertad de la esclavitud del pecado (6,1-23)
iii. Libertad de la esclavitud de la ley (7,1-25)
iv. Seguridad de la vida eterna (8,1-30)
v. Celebración de la seguridad del creyente (8,31-39)
IV. La defensa del evangelio: El problema de Israel (9,1-11,36)
i. Tensión entre las promesas de Dios y la situación de Israel (9,1-5)
ii. Definición de la promesa I (9,6-29)
iii. Comprensión de la difícil situación de Israel (9,30-10,21)
iv. Resumen, Israel, los “elegidos”, y los “endurecidos” (11,1-10)
v. Definición de la promesa II (11,11-32)
vi. Conclusión: alabanza a Dios por su plan. (11,33-36)
V. El poder transformador del evangelio: La conducta cristiana (12,1-15,13)
i. La transformación total (12,1-2)

56
Luther, Carta del Apóstol Pablo a los Romanos, 11.
57
Tomado de Douglas J Moo, Comentario a la epístola de Romanos (Viladecavalls, Barcelona: Clie,
2014), 60.

18
ii. La humildad y el servición nutuo (12,3-8)
iii. El amor y sus manifestaciones (12,9-21)
iv. El cristiano y los gobernantes seculares (13,1-7)
v. El amor y la ley (13,8-10)
vi. Vivir a la luz del día (13,11-14)
vii. Llamamiento a la unidad (14,1-15,13)
VI. Conclusión (15,14-16,27)
i. Planes de viaje y ministerio de Pablo (15,14-33)
ii. Saludos (16,1-23)
iii. Doxología final (16,25-27)

Como se verá a continuación, el verso que analiza este trabajo resume la teología
presentada en los capítulos 9 y 10 sobre la situación del pueblo de Israel en el Plan de
Salvación dentro del contexto de inmediato y general de la predicación y aceptación del
evangelio. Esto es relevante porque la iglesia establecida en Roma, a la que se destinaba
la carta, se componía tanto de gentiles como de judíos convertidos al cristianismo58. De
esta forma, se advierte una intencionalidad de Pablo al comenzar el capitulo 11. Hay
similitud con respecto al capítulo 9, donde el apóstol se identifica con su pueblo y
transmite su pesar por la situación de incredulidad del mismo59.

La temática de los capítulos 9 al 11 es un bloque claramente diferenciado, y si


bien un análisis completo de Romanos 11 requiere estudiar también los dos capítulos
anteriores, en este trabajo se hará sólo una breve descripción del contexto de la perícopa
dentro de la estructura del libro, para acudir a la noción del término apōtheō en los dos
primeros versos, y comprender el alcance de la traducción en el contexto de la carta.

2. Estructura de la perícopa

La estructura de la perícopa gira en torno a la gracia que Dios otorga a su pueblo60:


A (11,1-4) ¿Ha rechazado Dios a su pueblo? (11,1)

58
Raymond Edward Brown, Joseph A Fitzmyer, y Roland E Murphy, Nuevo comentario Bíblico San
Jerónimo (Estella, Navarra: Verbo Divino, 2004), 363.
59
Jonhson, «The Structure and Meaning of Romans 11», 91-104.
60
Hajime Murai, Literary Structure of the Bible, accedido 5 de septiembre de 2021,
http://www.bible.literarystructure.info/bible/45_Romans_pericope_e.html#21.

19
B (11,5-6 Si es por gracia, ya no es en base a las obras (11,6)
A’ 11,7-10) No alcanzó lo que buscaba, sino que los elegidos lo alcanzaron (11,7)

3. Análisis de pasaje

Raíz del esquema de Ro 11,1-261


μὴ γένοιτο· καὶ γὰρ ἐγὼ Ἰσραηλίτης εἰμί, ἐκ
σπέρματος Ἀβραάμ, φυλῆς Βενιαμίν.

οὐκ ἀπώσατο ὁ Θεὸς τὸν λαὸν αὐτοῦ

ἀπώσατο ὁ Θεὸς τὸν λαὸν αὐτοῦ

ὃν προέγνω. ἢ οὐκ οἴδατε ἐν Ἠλίᾳ τί λέγει

ἡ γραφή, ὡς ἐντυγχάνει τῷ Θεῷ κατὰ τοῦ


Ἰσραήλ;

4. Contexto de la epístola

La epístola a los Romanos fue escrita por el apóstol Pablo mediante un


amanuense, probablemente en Corinto, hacia el año 56 d.C., es decir, más de 20 años
después de su conversión al cristianismo62. A diferencia de las demás cartas del apóstol,
la de Romanos se dirige a una iglesia que él no conoce personalmente. El mensaje es
importante para Pablo, puesto que es la carta más extensa de todas y no tiene
inconvenientes en presentarse profusamente sólo para comenzar en 1,17 a desglosar su
teología.

5. Contexto de los destinatarios

La epístola a los Romanos se dirigió a una iglesia a la cual Pablo aún no


conocía63. Ella se componía de personas de varias procedencias, era una comunidad

61
Tomado del Software Bíblico Logos.
62
Juan de Churruca, Cristianismo y mundo romano., vol. 67 (Bilbao, España: Universidad de Deusto,
2014), cap. Actitud del cristianismo ante el Imperio Romano, 80,
https://lectura.unebook.es/viewer/9788498309768.
63
Jürgen Becker, Pablo, el apóstol de los paganos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1996), 404.

20
pagano-cristiana, a la que el apóstol quería proteger de los argumentos judaizantes.

Es la carta paulina más extensa. Tiene en los capítulos 9-11 una cohesión interna
muy fuerte que se desprende de 1-4, en donde se iguala a los judíos y paganos como
pecadores. La diatriba griega es utilizada magistralmente por Pablo para llevar a sus
lectores hacia temas tan relevantes como la predestinación de Israel a la salvación64. A
esta retórica se debe que en Ro 11,1 la respuesta contundente al rechazo del pueblo es
una prolepsis oculta, pues en la pregunta se intuye ya la negativa65. Era impensable para
un judío que Dios se apartase de su pueblo escogido.

Sin embargo, el motivo de la carta parece no ser otra que el amor que Pablo
sentía hacia aquel grupo de hermanos en la fe. Es diferente a otras epístolas porque
desarrolla como ninguna la teología de la justificación por la fe. Se cree que luego de
escribirla se disponía a volver a Jerusalén, y de cuya misión no sabía el desenlace. De
ahí que sea una especie de testamento teológico66.

Sobre la relación de Israel con el pueblo de Dios, Pablo utilizaba los mismos
rasgos para referirse al antiguo pueblo de Israel67, el elegido por Dios, y a los cristianos
que provenían del paganismo. Esto explicaría porque se debate si Dios rechazó o no a
Israel.

Diversos autores ven en Romanos un trasfondo en el que se pretende entender a


qué grupo de personas representa Israel. El que Dios no le rechace parece ser algo
indiscutible. Aletti68, analiza la relación que hace Pablo del pueblo de Dios en Romanos
9 con Oseas 2, en donde Dios llama pueblo suyo a quien antes no lo era.

Los capítulos 9-11 tratan sobre el futuro de Israel69. En estos mismos capítulos,
Pablo cita muchos más pasajes del Antiguo Testamento que en ninguna otra parte de su

64
Becker, Pablo…, 404-413
65
Ethelbert W Bullinger y Francisco Lacueva, Diccionario de figuras de dicción usadas en la Biblia
(Terrassa, Barcelona: Clie, 1990), 802.
66
Becker, Pablo…, 415
67
Jean Noël Aletti, Eclesiología de las cartas de San Pablo (Estella, Navarra: Verbo Divino, 2010), 89.
68
Aletti, Eclesiología…, 100-117.
69
Thomas H. Tobin, Paul’s rhetoric in its contexts: the argument of Romans (Peabody, Mass:
Hendrickson Publishers, 2004), 353.

21
obra70, todo para probar la apertura de la gracia hacia los paganos.

6. Traducción de Ro 11,1-2:
6.1. Texto griego

1 Λέγω οὖν, μὴ ἀπώσατο ὁ θεὸς τὸν λαὸν αὐτοῦ; μὴ γένοιτο· καὶ γὰρ ἐγὼ Ἰσραηλίτης
εἰμί, ἐκ σπέρματος Ἀβραάμ, φυλῆς Βενιαμίν.
2 οὐκ ἀπώσατο ὁ θεὸς τὸν λαὸν αὐτοῦ ὃν προέγνω. ἢ οὐκ οἴδατε ἐν Ἠλίᾳ τί λέγει ἡ
γραφή, ὡς ἐντυγχάνει τῷ θεῷ κατὰ τοῦ ⸀Ἰσραήλ;71

6.2.Vulgata latina

1 dico ergo numquid reppulit Deus populum suum absit nam et ego Israhelita sum ex
semine Abraham tribu Beniamin
2 non reppulit Deus plebem suam quam praesciit an nescitis in Helia quid dicit scriptura
quemadmodum interpellat Deum adversus Israhel72

1 Digo pues: ¿Por ventura ha desechado Dios a su pueblo? No por cierto: porque
también yo soy israelita del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al que conoció en su presciencia, ¿O no sabéis lo
que dice de Elías la Escritura: cómo se queja a Dios contra Israel?73

6.3.Traducciones antiguas

La Biblia del Oso, y las siguientes versiones de RV colocan el verbo desechar


para traducir apōtheō.

70
Jacob Taubes, Miguel García-Baró López, y Aleida Assmann, La teología política de Pablo (Madrid,
España: Editorial Trotta, 2007), 55.
71
Michael W. Holmes, El aparato crítico del Nuevo Testamento griego: Edición SBL (Bellingham, WA:
Lexham Press; Society of Biblical Literature, 2014), Ro 11.
72
Biblia Sacra Vulgata. Editio quinta, Stuttgart, Deutsche Bibelgesellschaft, 2007
73
Phelipe Scio de S. Miguel, trad., La Biblia. El Antiguo y Nuevo Testamento traducidos al español de la
Vulgata Latina (Londres: Spottiswoode y Compañía, 1857), Ro 11,1-2.

22
6.4.Traducciones actuales

Buena parte de las traducciones contemporáneas utilizan el verbo “desechar” al


interpretar apōtheō. Es el caso de las versiones muy utilizadas como LBLA y RVA60.
En versiones más dinámicas como NTV, TLA y DHH aparece “rechazar”. También la
NVI, NBE, BJ y versiones de equivalencia más formal como CI y Nácar Colunga
traducen apōtheō por “rechazar”. La Biblia Junemann Septuaginta utiliza “repeler”. La
BLP coloca “repudiado”, con el sentido más semítico. Se aprecia muy poca alteración
con respecto a la interpretación del término.

6.5.Traducción propia

1 Digo por tanto, ¿ha apartado Dios al pueblo suyo? ¡De ninguna manera!, puesto que
yo soy israelita, descendiente de Abraham, procedente de la tribu de Benjamín.
2 No apartó Dios a su pueblo, al que preconoció. ¿o no sabéis lo que dice la Escritura de
Elías, cuando se queja a Dios contra Israel?

6.6.Intratextualidad

Existen ciertas variantes textuales de Ro 11,174, como la que coloca


κληρονομιά75, “herencia”, en lugar de λαός, “pueblo”. Esto parece ser una alusión en la
LXX a 1 S 12,22 y Sl 94,14 [LXX=93,14], donde se encuentran ambos términos juntos,
fortaleciendo la idea de pueblo y herencia de Dios. En ese caso, el término correcto no
sería άπωθέω sino εγκαταλείπω, “abandonar”, “dejar atrás”76, tal y como se utiliza en Sl
94,14. De esta forma, Dios no estaría rechazando, sino “dejando atrás” a Israel, que de
alguna forma ilustra una acción menos radical que el término rechazar, sobre todo si se
toma el rechazo como una condenación sin salvación.

74
Mark D Given, «Restoring the Inheritance in Romans 11:1», Journal of Biblical Literature 118, n.o 1
(1999): 89-96.
75
Los manuscritos que difieren son 𝔓46 F G itg al, itbfgx , Goth, Ambrosiaster, Ambrose, and Pelagius.
Esta possible asimilación también la advierte Bruce M. Metzger, United Bible Societies, A textual
commentary on the Greek New Testament, 4th rev. ed., Second Ed. (London; New York: United Bible
Societies, 1994), 464.
76
José Manuel Pabón y Editorial Vox, Manual griego clásico-español: diccionario bilingüe : con
apendice gramatical (Barcelona: Vox, 2016), 169.

23
7. Incidencia del término en las escrituras

7.1. Antiguo testamento

En el Nuevo Testamento, ἀπωθέω, aplicado a un ente humano, sólo aparece en


Ro 11,1-2 en la pregunta retórica de Pablo. Desde Homero se aprecia que es un término
fuerte, traducido como “repeler”, “rechazar”.77

Sin embargo, en la LXX el término aparece en diversos contextos, siendo el más


usual cuando se utiliza para expresar el pesar por sentirse rechazado por Dios. Se utiliza
también para designar todo tipo de rechazo, desde personas hasta objetos inanimados.

Uno de los textos que de los que Ro 11,1-2 se hace eco es


1 Sam 12,22 y Sl 94,14, donde Dios no rechazará a su pueblo:

1Sam 12:22 LXT78 Ro 11:1 BNT79


ὅτι οὐκ ἀπώσεται κύριος τὸν λαὸν αὐτοῦ Λέγω οὖν, μὴ ἀπώσατο ὁ θεὸς τὸν λαὸν
διὰ τὸ ὄνομα αὐτοῦ τὸ μέγα ὅτι ἐπιεικέως αὐτοῦ; μὴ γένοιτο· καὶ γὰρ ἐγὼ
κύριος προσελάβετο ὑμᾶς αὑτῷ εἰς λαόν Ἰσραηλίτης εἰμί, ἐκ σπέρματος Ἀβραάμ,
φυλῆς Βενιαμίν

En total, según la LXX80 hay 103 incidencias en 98 versículos de la raíz de


ωθεω81, “rechazar” en las formas de ἀπωθέω, y de, ἐξωθέω en sentido de “echar fuera”.
De ese número, entre 73 y 79 utilizan ἀπωθέω, dependiendo de la versión Septuaginta82.
Además, el término es utilizado para las siguientes situaciones:

Dios no rechaza para siempre: Sl 77,7; Lm 3,31 Petición para que Dios levante
su rechazo Sl 44,23. Dios rechazó Sl 42,2; 44,9; 89,38; 108,11; 2 Re 17,20; 21,14; Jr

77
Gerhard Kittel, Compendio del diccionario teológico, 2003, 67.
78
Alfred Rahlfs, ed., LXX Septuaginta (Old Greek Jewish Scriptures).
79
Nestle-Aland 27h Ed., Novum Testamentum Graece,
80
Henry Barclay Swete, The Old Testament in Greek According to the Septuagint, 4 vols. (Cambridge
University Press, 1909).
81
Software Bíblico Logos.
82
Software Bíblico Bibleworks.

24
2,37; 7,29; Lm 3,45. Sintiendose rechazado Sl 43,2; 44,23; 59,12; 73,1; 76,8; 88,14; Jon
2,4. Rechazo futuro: 2 Re 21,14; 22,27; Os 9,17; Ez 5,11. Rechazo entre personas: Pr
19,26 (madre); Jr 4,30 (amantes). 23,17 (Dios, su Palabra); Ez 11,45 (aborrecer
parientes). 19,5 (perder la esperanza). Apartar a alguien 2 Re 4,7
Rechazo a objetos: Pr 1,8. 6,20 (enseñanza). 4,24 (perversidad). 15,32
(corrección, disciplina) ; Os 4,6 (conocimiento); Am 2,4 (Ley de Dios). 5,21 (fiestas); Jr
6,19 (palabras de Dios); Lm 2,7 (altar); Ez 5,6; 20,13; 16. 24 (mandatos, leyes);
Arrojado el impío Pr 14,32. Echado a las tinieblas Job 18,18. Alejamiento de paz
Lm 3,17; de la fornicación Ez 43,9. Muerte, perdido Lm 3,54. En Lm 5,22 puede
significar desecho total como afirmación, o como pregunta retórica.
Dispersar Ez 11,16; So 3,19 apartado, descarriado, disperso

7.2.Nuevo testamento

En el Nuevo Testamento, además de las dos citas en Ro 11, hay cuatro ocasiones en las
que se utiliza apōtheō83:

He 7,27 ὁ δὲ ἀδικῶν τὸν πλησίον ἀπώσατο αὐτὸν εἰπών· τίς σε κατέστησεν ἄρχοντα καὶ
δικαστὴν ἐφ᾽ ἡμῶν;

Entonces, el que maltrataba a su prójimo le rechazó diciendo: ¿Quién te ha


puesto por gobernador y juez sobre nosotros.

He 7,39 ᾧ οὐκ ἠθέλησαν ὑπήκοοι γενέσθαι οἱ πατέρες ἡμῶν, ἀλλὰ ἀπώσαντο καὶ
ἐστράφησαν ἐν ταῖς καρδίαις αὐτῶν εἰς Αἴγυπτον

Nuestros padres no quisieron serle obedientes; más bien, le rechazaron y en sus


corazones se volvieron atrás a Egipto

He 13,46 παρρησιασάμενοί τε ὁ Παῦλος καὶ ὁ Βαρναβᾶς εἶπαν· ὑμῖν ἦν ἀναγκαῖον


πρῶτον λαληθῆναι τὸν λόγον τοῦ θεοῦ· ἐπειδὴ ἀπωθεῖσθε αὐτὸν καὶ οὐκ ἀξίους
κρίνετε ἑαυτοὺς τῆς αἰωνίου ζωῆς, ἰδοὺ στρεφόμεθα εἰς τὰ ἔθνη.

Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, dijeron:


—Era necesario que se os hablase a vosotros primero la palabra de Dios; pero
ya que la habéis desechado y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos
volvemos a los gentiles.

1 Tim 1,19 ἔχων πίστιν καὶ ἀγαθὴν συνείδησιν, ἥν τινες ἀπωσάμενοι περὶ τὴν πίστιν
ἐναυάγησαν

83
Todos los textos se toman de la versión Novum Testamentum Graece, Nestle-Aland 27h Edition y
Santa Biblia Reina-Valera Actualizada, electronic ed., Logos Library Syst (El Paso: Baptist Spanish
Publishing House, 1989).

25
manteniendo la fe y la buena conciencia, la cual algunos desecharon y
naufragaron en cuanto a la fe.

Sólo en Timoteo apōtheō está participio nominativo. En He 7, el texto menciona


el rechazo hecho a Moisés en dos ocasiones.

Referencia Voz Tiempo Modo Caso Persona Número


He 7,27 Medio Aoristo Indicativo - Singular Tercera
He 7,39 Medio Aoristo Indicativo - Plural Tercera
He 13,46 Medio/pasivo Presente Indicativo - Plural Segunda
Ro 11,1 Medio Aoristo Indicativo - Singular Tercera
Ro 11,2 Medio Aoristo Indicativo - Singular Tercera
1 Tim 1,19 Medio Aoristo Participio Nominativo Plural -

Por efectos de espacio se omitirá el análisis morfológico de los versículos, pues


el planteamiento de interpretación recae en el concepto del término en el contexto del
discurso amplio de la carta.

7.3.Otras búsquedas del termino:

También se rastraron los apócrifos del Antiguo y Nuevo Testamento. En ellos,


aparece en 10 ocasiones, con traducciones como “rehusar”84 en 3 Mac 3,22, “deponer”
en 6,32 además de “rechazar”. También se encuentra apōtheō en los Padres apostólicos,
en la Epístola de Bernabé 4,13 se utiliza el término como “empujar”85, y en la Epístola a
Diogneto 9,2 se traduce al español como “no nos aborreció”86 En Josefo aparece 13
veces, algunas como “alejar”87, “expulsar”88. En Filón se hallan 27 incidencias.

84
I. Rodríguez Alfageme (Traductor), Apócrifos del Antiguo Testamento II (Cristiandad, 1983), 487-503.
85
Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1974), 771-810.
86
Ruiz Bueno, Padres..., 845-60.
87
Flavius Josephus y José Vara, Antigüedades judías, AKAL/clásica 45–46 (Torrejón de Ardoz, Madrid,
España: Akal, 1997), vol. 1. pg164.
88
Flavius Josephus y William Whiston, The Works of Josephus: Complete and Unabridged, New updated
ed (Peabody, Mass: Hendrickson Publishers, 1987), 350.

26
CAPÍTULO IV
CONCLUSIÓN

De la presente investigación se desprende que el apostol Pablo expone una


conclusión en el capítulo 11 a las interrogantes planteadas en 9 y 10. Usando
herramientas retóricas, hace una exposición de temas que dejan ver la tensión producida
por su situación particular como líder del movimiento cristiano, de origen hebreo, que
ha de mediar en las comunidades donde tanto gentiles como judíos buscan imponer sus
medidas.

El apóstol tiene que aclarar que no es contrario a Israel como nación, como se
podría pensar luego de quien predica a los no judíos y se enfrenta a ellos para tal fin, ni
tampoco judaizante, como podría esperarse después de su identificación con Israel.
Además no quiere ver que se desprecia a la religión judía, a pesar de las dificultades que
han representado en cada ciudad por la que predicaba a Jesús. Por tanto, la tarea literaria
es notable, pues transmite el evangelio puro de la gracia, que alcanza tanto a gentiles
como al obstinado y privilegiado pueblo de Israel.

Por otro lado, el uso del término apōtheō, aunque existe una variante textual que
da posibilidad a alterar el verbo “rechazar” por “abandonar”, señala indistintamente un
alejamiento voluntario del favor de Dios hacia el ente que se dirige.

Veo dificultad para entender el rechazo divino como sinónimo de condenación


eterna, a pesar de que la ausencia de la protección de Dios pueda significar la muerte
para el pueblo o personaje en cuestión. Esto se ejemplifica en el mismo capítulo 9,
cuando se menciona a Esaú y Jacob. El semitismo que confronta la elección de Jacob
con un “odio” hacia Esaú, no conlleva sin embargo que Esaú haya sido condenado a la
muerte, sino que su hermano menor fue elegido para ser progenitor de su pueblo89.

Al respecto del rechazo por parte de Dios, la escritora Ellen White dice:

“a pesar de que tan a menudo agraviamos el corazón de Cristo, y no merecemos el

89
Nichol, Comentario Bíblico Adventista, sec. Ro 9,13.

27
perdón cuando se lo pedimos, él no nos rechaza”90

No rechaza a ningún ser humano lloroso y contrito.91

El Señor Dios, mediante Cristo, extiende su mano durante todo el día invitando al
necesitado. Recibirá a todos. Da a todos la bienvenida. No rechaza a ninguno. Se gloría
en perdonar al más empedernido de los pecadores.92

Mi querida hermana: Tengo evidencias de que Dios la ama, y que ese precioso Salvador
que se dio a sí mismo para que usted pudiera salvarse no la rechaza porque ha sido
tentada y ha sido vencida en su debilidad. No permita que su preocupación la separe de
los brazos del amante Jesús; por el contrario, entréguese a él con confianza y fe. La
ama, la cuida, la bendice y le dará su paz y su gracia. Le está diciendo, “Tus pecados te
son perdonados”. Lucas 5:23. Le aseguro que Jesús nos ama aunque erremos y
caigamos en la trampa del pecado. Nos perdona hasta lo sumo. Reciba en su alma la
dulce promesa de Dios...93

Puede verse que en varias ocasiones transmite la idea del perdón divino y
aceptación de quien vuelve a la comunión con Dios, a pesar de los pecados que se
hubieran cometido. Sin embargo, también menciona los casos en los que Dios rechaza a
personas de alguna forma:

Pero los pecados que no son confesados nunca serán perdonados; el nombre del que así
rechaza la gracia de Dios será borrado del libro de la vida.94

Dios puede rechazar el ministerio de alguien no honesto:

Dios rechaza el trabajo ministerial—Después de haber soportado por tanto tiempo su


perversidad, mientras Ud. profesaba ser un pastor del rebaño, Dios le confió otro tiempo
de prueba en respuesta a nuestras apesadumbradas peticiones en su favor. El Señor,
entonces, le abrió el camino. Nos sentimos muy tristes por Ud.; y cuando comprobamos
cómo terminó el asunto, nos sentimos peor que antes.95

En este sentido podemos interpretar 1 Sam 15,23.26, cuando Saul es

90
Ellen G. White, Joyas de los Testimonios 2 (Ellen G. White State, 2004), 522.1.
91
Ellen G. White, Ministerio de curación (Ellen G. White State, 1959), 59.3.
92
Ellen G. White, A fin de conocerle, Ed. electrónica (Ellen G. White State, 2008), 233.5.
93
Ellen G. White, Cada día con Dios, Ed. electrónica (Ellen G. White State, 1979), 61.2.
94
White, A fin..., 240.3.
95
Ellen G. White, Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, Ed. electrónica (Ellen G.
White State, 1993), 196.2.

28
“desechado”96 al haber y desobedecido la Palabra de Dios. En este caso, el mismo
versículo explica que Dios desecho a Saúl del llamado para el que había sido elegido, el
de ser rey, no de su salvación. Si bien el caso de Saúl terminó trágicamente, el trato de
Dios para con los pecadores no suele ser de condenación a menos que Él así lo
requiera97.

Si la aceptación de un pueblo diferente al judío, para formar parte del olivo de


11,17, significa el desecho de los demás pueblos, la predicación a toda nación no tendría
sentido. La cuestión entonces, es ¿qué significa el ser tomado como pueblo de Dios, y
aceptar los dones y el llamado irrevocables?98.

En Ro 10,14-17 se vinculan el concimiento de Dios con la predicación de su


mensaje, todo en un contexto de intimidad entre Dios y su pueblo99. Este vínculo
estrecho entre Dios y su pueblo produce la fe, que a su vez es resultado de oír la
Palabra, y que se traduce finalmente en la predicación de su mensaje. En otras palabras,
el rechazo de Dios a Israel, en caso de haber sido así, significaría la privación a toda la
nación de Israel de la facultad de difundir el mensaje de Dios, cosa que desmiente Pablo
con su propio ejemplo.

En vista de la interpretación de apōtheō para Israel, y de que el mismo apóstol


responde a la pregunta retórica con una contundente negativa, ha de haber una conexión
argumentativa en el bloque de los capítulos 9-11 que explique los términos del llamado
al que Israel no ha sido dejado de lado. Esta vía de interpretación del no rechazo de
Israel recae entonces fuertemente en la idea de un no rechazo en términos misiológicos.
Entonces, el injerto en el olivo podría interpretarse como el mensaje que es llevado a
través de las ramas del nuevo pueblo elegido, en este caso, de la iglesia, el Israel
espiritual100.

96
Aunque en la LXX aparece ἐξουθενέω, “despreciar”, la traducción usual para este caso es
“desechar”, como en la versión RVA60.
97
En 1 Re 21,29 puede verse como Dios envía al profeta para condenar al impío Acab, pero luego por la
reacción del rey, muestra misericordia para con él.
98
Ro 11,29
99
La intimidad de Dios con su pueblo, es ilustrada ampliamente en los textos proféticos, y luego Pablo lo
trae a su discurso en el verso 19, cuando el pueblo es “provocado a celos”, al haber otro pueblo que entra
en esa intimidad.
100
Sobre la iglesia como el Israel espiritual en la teología de Pablo véase la tesis: Bosqued, «La salvación
de “Todo Israel”: estudio histórico, exegético y teológico de Romanos 11,26», 339-40.

29
Por otro lado, aunque la nación judía no predica el mensaje de Dios propiamente
hablando, es indudable que su legado y mensajes siguen siendo un llamado a la fe en un
Creador Todopoderoso, incluso en el siglo presente. Su cultura se diferencia de
cualquier otra en la tierra a lo largo de la historia humana. A eso puede estar haciendo
referencia Pablo en 10,18 cuando menciona que el mensaje profético de Israel salió
hasta los confines de la tierra101.

Además de esto, la interpretación de Ro 11,1-2 es el comienzo de la conclusión


de los capítulos 9-11 con los que Pablo explica la situación de Israel, con la
interpretación espiritual que adopta el término, cuando el evangelio comienza a llevarse
a los gentiles. En este caso, la misión y el llamado de llevar el mensaje de Dios se
traspasa a la iglesia de Cristo.

Por todo lo expuesto, y así como en la hipótesis, una de las posibilidades de


entender el concepto del rechazo expresado en Ro 11,1-2 no es en un sentido
escatológico de predestinación a la salvación. En virtud del análisis realizado es más
probable interpretar el concepto del rechazo en el sentido objetivo del llamado de
predicar el mensaje de Dios a todo el mundo. Israel estaba llamado a cumplir ese
cometido, pero aunque la nación no cumpla ese papel en la actualidad, siempre hubo
personas que sí lo hicieron, como el mismo apóstol escribe. La aplicación para nuestro
tiempo hace que este llamado sea hecho a la iglesia cristiana.

Aplicación pastoral

Encarar la salvación de quienes no forman parte de la iglesia puede resultar


difícil cuando se trata de personas con las que se tiene un vínculo cercano. Muchos
cristianos ruegan por la conversión de sus familiares y allegados más queridos. Confían
en el poder de Dios, que en los relatos bíblicos alcanza a personajes que son ajenos al
pueblo de Israel, y que luego son contados con los salvos sólo por la profesión de su fe.
Sin embargo, cuando una persona no conoce el mensaje de Cristo, ¿qué perspectivas de
salvación tiene?

101
Stern, Jewish New Testament Commentary: a companion volume to the Jewish New Testament,
electronic edition, sec. Ro 11,1.

30
El mismo Pablo menciona a los gentiles que son ley a sí mismos102, entendiendo
que el Espíritu Santo obra en los corazones de todos los seres humanos a través de su
conciencia, escribiendo la Ley moral basada en el amor. La forma en la que Dios pesa la
fe de quienes no son de la iglesia, es un misterio para nosotros, pero es innegable que la
divinidad anhela que todos procedan al arrepentimiento103.

El mensaje de gracia habría sido difícil de asimilar por los judíos guardadores de
las ceremonias, quienes veían a los gentiles hacerse creyentes de la Palabra sin
reconocer la función ceremonial que prefiguraba a su Salvador. Hoy, esta dificultad
podemos tenerla los cristianos. Estamos tentados a tener un “concepto demasiado
estrecho y egoísta de la salvación”104.

102
Ro 2,14-15
103
2 Pe 3,9
104
Nichol, Comentario Bíblico Adventista, vol. 6 pág 486.

31
BIBLIOGRAFÍA

Aletti, Jean Noël. Eclesiología de las cartas de San Pablo. Estella, Navarra: Verbo
Divino, 2010.
Badenas, Roberto. «Cristo, fin de la Ley». Tesis Doctoral, The University of Sheffield,
2007.
Barclay Swete, Henry. The Old Testament in Greek According to the Septuagint. 4 vols.
Cambridge University Press, 1909.
Barclay, William. The Letter to the Romans, 3rd ed. fully rev. & updated. New Daily
Study Bible. Louisville, London,: Westminster John Knox Press, 2002.
Barry, John D. Faithlife Study Bible. Digital. Bellingham, WA: Lexham Press, s. f.
Barth, Karl. Carta a los Romanos. Traducido por A. Martínez de la Pera. Madrid:
Biblioteca de Autores Cristianos, 2002.
Becker, Jürgen. Pablo, el apóstol de los paganos. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1996.
Bosqued, Daniel. «La salvación de “Todo Israel”: estudio histórico, exegético y
teológico de Romanos 11,26». Universidad Adventista del Plata, 2008.
Brown, Raymond Edward, Joseph A Fitzmyer, y Roland E Murphy. Nuevo comentario
Bíblico San Jerónimo. Estella, Navarra: Verbo Divino, 2004.
Bullinger, Ethelbert W, y Francisco Lacueva. Diccionario de figuras de dicción usadas
en la Biblia. Terrassa, Barcelona: Clie, 1990.
Buswell, Oliver. Teologìa Sistemática. Vol. 1. Dios y Su revelación. Miami, FL:
LOGOI, 1979.
Calvino, Juan. Comentario a la Epístola a los Romanos. Traducido por Gutiérrez
Claudio. Grand Rapids: MI: Libros Desafío, 2005.
Churruca, Juan de. Cristianismo y mundo romano. Vol. 67. Bilbao, España: Universidad
de Deusto, 2014. https://lectura.unebook.es/viewer/9788498309768.
Cilleruelo, Lope, ed. Obras de San Agustín, Cartas 2o. Madrid: Editoral Católica, 1953.
Dockery, David S., ed. Holman Bible Handbook. Nashville, TN: Holman Bible
Publishers, 1992.
Doornbos, Gayle. «The Spirit and Special Grace». En Lexham Survey of Theology,
editado por Brannon Ellis y Mark Ward. Lexham Press, 2018.
Fernández, Víctor Manuel. «Romanos 9-11: gracia y predestinación». Teología, 1995.

32
Fitzmyer, Joseph A., y Paulus. Romans: A New Translation with Introduction and
Commentary. 1. Yale Univ. Press impr. The Anchor Yale Bible 33. New Haven:
Yale Univ. Press, 2008.
Frame, John M. Salvation belongs to the Lord: an introduction to systematic theology.
Phillipsburg, N.J: P & R Pub, 2006.
Friberg, Timothy, Barbara Friberg, y Neva F Miller. Analytical lexicon of the Greek
New Testament. Victoria, B.C.: Trafford, 2005.
Given, Mark D. «Restoring the Inheritance in Romans 11:1». Journal of Biblical
Literature 118, n.o 1 (1999): 89-96.
Gruenler, Royce Gordon. «Romans, Theology Of». En Evangelical Dictionary of
Biblical Theology. Baker Reference Library. Carlisle: Paternoster [u.a.], 1996.
Gulley, Norman R. Systematic theology. Berrien Springs, Mich: Andrews University
Press, 2003.
———. «Who Does the Choosing?» Adventist Review, 28 de abril de 2011.
https://www.adventistreview.org/2011-1512-14.
Hawkins, Robert. «The Rejection of Israel: An Analysis of Romans IX-XI». Anglican
Theological Review, 1941.
Henry, Matthew. Comentario Bíblico de Matthew Henry: obra completa sin abreviar.
Traducido por Francisco Lacueva. Barcelona, España: Editorial CLIE, 1999.
———. Matthew Henry’s commentary on the whole Bible: complete and unabridged in
one volume. Peabody: Hendrickson Publishers, 1994.
Holmes, Michael W. El aparato crítico del Nuevo Testamento griego: Edición SBL.
Bellingham, WA: Lexham Press; Society of Biblical Literature, 2014.
Jamieson, Roberto, A. R. Fausset, y David Brown. Comentario exegético y explicativo
de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento. El Paso, TX: Casa Bautista de
Publicaciones, 2002.
Jewett, Robert, Roy David Kotansky, y Eldon Jay Epp. Romans: a commentary.
Hermeneia--a critical and historical commentary on the Bible. Minneapolis:
Fortress Press, 2007.
Jonhson, Dan G. «The Structure and Meaning of Romans 11». The Catholic Biblical
Quarterly 46, n.o 1 (1984): 91-103.
Josephus, Flavius, y José Vara. Antigüedades judías. AKAL/clásica 45–46. Torrejón de
Ardoz, Madrid, España: Akal, 1997.

33
Josephus, Flavius, y William Whiston. The Works of Josephus: Complete and
Unabridged. New updated ed. Peabody, Mass: Hendrickson Publishers, 1987.
Keller, Thimothy. Romanos 8-16 para Ti. Poiema, 2018.
Kittel, Gerhard. Compendio del diccionario teológico, 2003.
Knowles, Andrew. The Bible guide. 1st Augsburg books ed. Minneapolis, MN:
Augsburg, 2001.
López, René A. «The Epistle of Paul the Apostle to the Romans». En The Grace New
Testament Commentary. Denton, TX: Grace Evangelical Society, 2010.
Luther, Martin. Carta del Apóstol Pablo a los Romanos. Traducido por Erich Sexauer.
Barcelona: Editorial CLIE, 1998.
Luther, Martin, y Erich Sexauer. Comentarios de Martín Lutero Vol. 1. Vol. 1., 2003.
Mangum, Douglas, ed. Lexham Context Commentary: New Testament. Bellingham,
WA: Lexham Press, 2020.
Metzger, Bruce M. United Bible Societies, A textual commentary on the Greek New
Testament, 4th rev. ed. Second Ed. London; New York: United Bible Societies,
1994.
Moo, Douglas J. Comentario a la epístola de Romanos. Viladecavalls, Barcelona: Clie,
2014.
Moo, Douglas J. The Epistle to the Romans. The new international commentary on the
New Testament. Grand Rapids, Mich: W.B. Eerdmans Pub. Co, 1996.
Morris, Leon. The Epistle to the Romans. Repr. A Pillar Commentary. Grand Rapids,
Mich.: Eerdmans [u.a.], 1994.
Mounce, Robert H. Romans. The new American commentary, v. 27. Nashville, Tenn.:
Broadman & Holman, 1995.
Murai, Hajime. Literary Structure of the Bible. Accedido 5 de septiembre de 2021.
http://www.bible.literarystructure.info/bible/45_Romans_pericope_e.html#21.
Nichol, Francis, ed. Comentario Bíblico Adventista. 7 vols. Review and Herald
Publishing Association, 1980.
Pabón, José Manuel y Editorial Vox. Manual griego clásico-español: diccionario
bilingüe : con apendice gramatical. Barcelona: Vox, 2016.
Patterson, Paige. «Salvation in the Old Testament». En CSB Study Bible: Notes.
Nashville, TN: Holman Bible Publishers, 2017.
Rodríguez Alfageme (Traductor), I. Apócrifos del Antiguo Testamento II. Cristiandad,
1983.

34
Ruiz Bueno, Daniel. Padres Apostólicos. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos,
1974.
Runge, S. E. Comentario de alta definición: Romanos. Traducido por R. G. Medina y J.
T. Terranova. Bellingham, WA: Lexham Press, 2014.
Ryrie, Charles Caldwell. Biblical theology of the New Testament. Rev. ed. Dubuque,
Iowa: ECS Ministries, 2005.
Santa Biblia Reina-Valera Actualizada, electronic ed. Logos Library Syst. El Paso:
Baptist Spanish Publishing House, 1989.
Schaff, Philip, ed. A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the
Christian Church. Vol. 5. Saint Augustin: Anti-Pelagian Writings. Augustine of
Hippo: A Treatise on the Gift of Perseverance, First Series. NY: The Christian
Literature Company, 1887.
———, ed. A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian
Church. Vol. 14. Saint Chrysostom: Homilies on the Gospel of St. John and
Epistle to the Hebrews, First series. NY: The Christian Literature Company,
1889.
Scio de S. Miguel, Phelipe, trad. La Biblia. El Antiguo y Nuevo Testamento traducidos
al español de la Vulgata Latina. Londres: Spottiswoode y Compañía, 1857.
Scofield, C.I. The Scofield Reference Bible: The Holy Bible Containing the Old and
New Testaments. New York; London; Toronto; Melbourne; Bombay: Oxford
University Press, 1917.
Seifrid, Mark A. Christ, Our Righteousness: Paul’s Theology of Justification. Reprint.
New Studies in Biblical Theology 9. Leicester: Apollos [u.a.], 2000.
Stern, David. Jewish New Testament Commentary: a companion volume to the Jewish
New Testament, electronic edition. Clarksville: Jewish New Testament
Publications, 1996.
Taubes, Jacob, Miguel García-Baró López, y Aleida Assmann. La teología política de
Pablo. Madrid, España: Editorial Trotta, 2007.
Tobin, Thomas H. Paul’s rhetoric in its contexts: the argument of Romans. Peabody,
Mass: Hendrickson Publishers, 2004.
Utley, Bob. «La Carta a los Romanos: El Evangelio Según Pablo: Romanos». En
Comentario del intérprete bíblico. Marshall, TX: Lecciones Bíblicas
Internacional, 2015.

35
Walvoord, John, y Roy Zuck. El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Nuevo
Testamento, tomo 2: San Juan, Hechos, Romanos. Puebla, México: Ediciones
Las Américas, A.C., 1996.
White, Ellen G. A fin de conocerle. Ed. electrónica. Ellen G. White State, 2008.
———. Cada día con Dios. Ed. electrónica. Ellen G. White State, 1979.
———. Joyas de los Testimonios 2. Ellen G. White State, 2004.
———. Ministerio de curación. Ellen G. White State, 1959.
———. Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio. Ed. electrónica.
Ellen G. White State, 1993.
Wiersbe, Warren. The Bible exposition commentary, vol. 1. Wheaton, IL: Víctor Books,
1996.
Wilch, John R. «Romans 11:15: Did God Reject The Jews?» LTR II:1 (1989-90), s. f.
Williams, N.P. «The Epistle to the Romans». En A New Commentary on Holy
Scripture: Including the Apocrypha, Vol. 3. New York: The Macmillan
Company, 1942.
Wuest, Kenneth Samuel. Wuest’s Word Studies from the Greek New Testament: For the
English Reader. Grand Rapids: Eerdmans, 1999.

36

También podría gustarte