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Andrea Tinoco González

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Reseña Blade Runner

Blade Runner es una película de 1982 producida por Michael Deeley y bajo
dirección de Ridley Scott que incluye a Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Daryl
Hanna, William Sanderson, Edward Olmos, Emmet Walsh, etc., entre sus personajes
principales, los cuales se van a desenvolver en una trama futurista y de ciencia ficción para
lograr juntos la creación de un filme que sería considerado como uno de los iniciadores del
posmodernismo en el cine.
La trama supone un mundo del año 2019 en el que Decker (Ford), un ex policía de
una categoría especial denominada blade runner, es designado con la tarea de perseguir a
un grupo de replicantes (androides parecidos a los humanos, capaces de pensar, analizar y
sentir, pero en una versión “mejorada” -más fuertes y con habilidades específicas- creados
por los mismos humanos para ejercer trabajo de esclavos) que había escapado de su
cautiverio y regresado a la Tierra, esto después de una que una rebelión de su parte, en la
que asesinaron humanos, los llevara a ser prohibidos en la Tierra.
A lo largo de toda la película se muestran características que pueden ser
denominadas como posmodernas, esto va desde la ambientación de los escenarios que se
proponen, pues en su mayoría son fríos, oscuros, con tonalidades azules, rodeados de
residuos y contaminación lo que supone un deterioro de la Tierra gracias a los diversos
avances tecnológicos y al egocentrismo del ser humano por creerse “dioses creadores” que
provoca así la nula preocupación por proteger su medioambiente, hasta lo que sería, a mi
parecer, la principal pauta del posmodernismo que posee el filme: el conflicto inicial de la
trama, es decir, el desarrollo de seres que poseen características y capacidades similares a
las de los humanos pero sin ser humanos. Este rompimiento con la idea o lo que sería la
“verdad” modernista de que solo los humanos son los únicos seres pensantes, entrega a la
película el título de posmoderna. Del mismo modo, se pueden apreciar muchos otros
indicios para denominarla de esta manera, como el hecho de que esté plagada de símbolos
que hacen referencia a la realidad que se vive dentro de ella, las múltiples representaciones
de un mundo que se ha inmiscuido a fondo dentro de lo superficial, dentro del
adoctrinamiento del ideal de superioridad, la mera estética que se propone con el hecho de
jugar con los códigos genéticos y modificarlos y que todo eso esté llevado a cabo por un
solo ser ala cabeza, representando así lo que podría ser un monopolio capitalista.
Esta película, muestra un mundo guiado por las aras del deseo del humano de
sentirse dueño, creador y destructor (ejemplo de esto, que a la acción de querer eliminar a
los replicantes se le llamara retirada), señor de la única verdad, incluso y, a mi parecer,
extiende el mensaje de no dejarse guiar solo por la lógica, por la idea de superioridad a la
que tiende el humano, el poder y una única razón absoluta; eso, combinado con las
características ambientales, escenográficas, guionistas en las que en ocasiones se dejaban
diálogos abiertos a múltiples interpretaciones, es decir, que no aclaraban del todo su punto
y eran ambiguos como por ejemplo la repetición de la línea “es un martirio vivir con
miedo”, y simbólicas, hacen de esta creación filmográfica una obra considerada tanto
posmoderna como maestra.

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