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Los aceites se forman en las partes verdes (con clorofila) del vegetal y al crecer la planta son
transportadas a otros tejidos, en concreto a los brotes en flor. Se desconoce la función exacta de
un aceite esencial en un vegetal; puede ser para atraer los insectos para la polinización, o para
repeler a los insectos nocivos, o puede ser simplemente un producto metabólico intermedio.
Los aceites esenciales se encuentran ampliamente distribuidos en unas 60 familias de plantas que
incluyen las Compuestas, Labiadas, Lauráceas, Mirtáceas, Pináceas, Rosáceas, Rutáceas,
Umbelíferas, etc. Se les puede encontrar en diferentes partes de la planta: en las hojas (ajenjo,
molle, albahaca, buchú, cedrón, eucalipto, hierbabuena, limoncillo, mejorana, menta, pachulí,
quenopodio, romero, salvia, toronjil, etc.), en las raíces (angélica, ásaro, azafrán, cálamo,
cúrcuma, galanga, jengibre, sándalo, sasafrás, valeriana, vetiver, etc.), en el pericarpio del fruto
(limón, mandarina, naranja, etc.), en las semillas (anís, cardamomo, eneldo, hinojo, comino,
molle, etc.), en el tallo (canela, caparrapí, etc.), en las flores (árnica, lavanda, manzanilla,
tomillo, clavo de olor, rosa, etc.) y en los frutos (alcaravea, cilantro, laurel, nuez moscada,
perejil, pimienta, molle, etc.).
Hay que especificar que en la menta el aceite esencial puede estar ubicado en los pelos
glandulares de las ramas y hojas; en clavo de olor, en el brote o yema. Algunas plantas tienen
aceite esencial que difiere en composición a través de la planta; la canela es un ejemplo, el aceite
esencial obtenido de las hojas contiene principalmente eugenol, la corteza principalmente
cinamaldehído y la raíz el alcanfor (Gráfica 1).
Los órganos de la planta que contienen los aceites esenciales naturales se ilustra en la gráfica 2,
los aceites esenciales se encuentran generalmente en una o más partes de la planta como flores,
hojas, tallos, frutos, raíces tal como lo mencionamos en el punto anterior. En este punto se
detalla las estructuras específicas de la planta que producen y almacenan aceites esenciales.
Del punto de vista práctico pueden ser clasificados en categorías en aceites superficiales y
subcutáneos. Basado en la información actual disponible, puede desprenderse que los aceites del
Labiatae, Verbenaceae y de las familias Geraniaceae son los únicos aceites superficiales
conocidos; consecuentemente, los demás se consideran aceites subcutáneos.
Los aceites esenciales son líquidos volátiles a temperatura ambiente, muy raramente tienen color
y su densidad es inferior a la del agua (la esencia de sasafrás o clavo de olor constituyen
excepciones). Casi siempre dotadas de poder rotatorio, tienen un índice de refracción elevado.
Son solubles en alcoholes y en disolventes orgánicos habituales, como éter o cloroformo, y
alcohol de alta gradación, son liposolubles y muy poco soluble en agua, son arrastrados por el
vapor de agua.
Las propiedades químicas de los aceites esenciales o esencias son muy diversas, puesto que el
grupo engloba substancias muy heterogéneas, de las esencias de las plantas, prácticamente puede
encontrarse sólo uno (en la gaulteria hay 98.00 % - 99.00% de salicilato de metilo y la esencia de
canela contiene más de 85.00% de cinamaldehído) o más de 30 compuestos como en la de
jazmín o en la de manzanilla.
La composición de una esencia puede cambiar con la época de la recolección, el lugar geográfico
o pequeños cambios genéticos. En gimnospermas y angiospermas es donde aparecen las
principales especies que contienen aceites esenciales, distribuyéndose dentro de unas 60 familias.
Las características de un aceite esencial pueden ser dadas en forma general mediante valores de
índice de refracción, gravedad específica, rotación específica, rango de temperatura de
ebullición, punto de cristalización o congelación, índice de acidez, índice de éster.
Según Valencia (1995), la caracterización comprende todos aquellos métodos que conllevan a la
identificación de un compuesto puro o de tipos de compuestos presentes en una mezcla.
Además agrega que cuando se trata de ésta última, se tiene que realizar un análisis cuantitativo
de los componentes.
García Naranjo (2002), menciona que los métodos de análisis de aceites esenciales comprenden:
examen organoléptico, características de propiedades fisicoquímicas, valoraciones químicas
específicas, análisis por cromatografía de gases, entre otros.
Examen organoléptico: Se observa el color, claridad, viscosidad, presencia de sedimentos, ceras
separadas y agua. Asimismo, el olor y el sabor.
a) Densidad
La NTP 319.081 (1974), define a la densidad como la relación entre la masa de un volumen dado
de un aceite esencial y su volumen, determinados a 20ºC y a la densidad relativa como la
relación entre la densidad del aceite a 20ºC y la densidad del agua destilada a la misma
temperatura.
El principio del método se basa en la medida de la rotación del plano de polarización de la luz, a
una longitud de onda definida, al atravesar un espesor determinado de aceite esencial. La
longitud de onda es generalmente aquella correspondiente a la línea D del sodio.
Guenther (1948), menciona que la mayoría de los aceites esenciales al ser sometidos a una luz
polarizada poseen la propiedad de rotar el plano de polarización a la derecha (dextrógiro) o a la
izquierda (levógiro). Además agrega que el grado de rotación así como su dirección son
importantes como criterio de pureza. Es importante tener en cuenta que Martínez citado por
Chacón (2003), dice que las esencias pobres en oxígeno son más activas a la luz polarizada.
c) Índice de refracción
El Codex Alimentarius (2005), indica que el índice de refracción de una sustancia es la relación
que hay entre la velocidad de un rayo de luz en el aire y la velocidad de un rayo de luz en el
material a evaluar bajo las mismas condiciones. Es igual a la relación del seno del ángulo de
incidencia hecho por un rayo de luz en el aire y el seno del ángulo de refracción hecho por el
rayo en el material que está siendo evaluado. La determinación del ángulo de refracción debe
hacerse a la temperatura especificada según norma o a 25ºC si la temperatura no ha sido
especificada. Esta constante física es utilizada con fines de identificación de, y detección de
impurezas en, aceites volátiles y otras sustancias líquidas.
El índice de refracción oscila generalmente entre 1,43 y 1,62 a temperaturas alrededor de 20ºC
siendo además este un parámetro que permite revelar la presencia de sustancias extrañas.
A continuación, en la tabla 1, se presenta un cuadro elaborado en base a información
proporcionada por Domínguez (1973):
Tabla 1. Relación Densidad vs. Índice de refracción en Aceites Esenciales
d) Solubilidad en etanol
De acuerdo con Carrizales y Soto (1979), la cromatografía es una técnica que analiza con rapidez
y precisión mezclas de sustancias volátiles. El método se basa en la partición de los componentes
en una fase móvil (el gas) y la fase estacionaria. La fase móvil al atravesar la fase estacionaria,
separa la muestra en sus componentes de acuerdo a las diferencias de solubilidad y volatilidad de
los mismos, así cada componente sale por separado y a un tiempo característico que está en
función de los parámetros de trabajo, este tiempo es de un valor útil en la identificación.
Finalmente cada componente pasa al detector donde se convierte en una señal eléctrica
proporcional a la cantidad de muestra que sale, la cual se registra con un graficador dando como
resultado una gráfica llamada cromatograma.
También se utiliza en diferentes productos como jabones, perfumes, cremas, insecticidas, etc.
(Hernández 2005) (tabla 3).