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Todos tenemos un color de ojos que nos identifica. Algunos los tienen de un tono castaño
tan oscuro que parece que la pulila se perdiera en su iris; otros, son tan azules como el agua
de algunas playas del Caribe. También hay verdes, ámbar, avellana y hasta grises. Y todos,
sin importar como sea, son especiales y están determinados, en gran medida, por la
información genética de cada uno.
Al igual que cada aspecto de nuestro organismo, el ADN codifica la información genética
que determina cómo es nuestro iris (la membrana responsable de regular la cantidad de luz
que entra a nuestro ojo y que tiene los colores). De ahí que algunos tengan ojos azules y
otros cafés.
De hecho, existen diversos genes involucrados en el color de los ojos, todos con nombres
extraños: Por ejemplo, el gen EYCL1 está presente en la gama de colores entre el verde y el
azul; el EYCL2 se encuentra en los humanos con iris de colores que van desde el marrón
hasta los tonos más oscuros; y el gran EYCL3 determina cuánta melanina produce nuestro
cuerpo. Esto es muy importante porque, dependiendo de la cantidad, el color del ojo
también cambia.
Novák. [Creative Commons 3.0], via Wikimedia Commons.
Ahora, ¿qué determina cuánta melanina produce un humano? Por el momento, la mejor
respuesta la ha ofrecido la genética, que es la parte de la biología que estudia los genes y
los mecanismos de transmisión de los caracteres hereditarios.
Según la genética, los humanos, como muchos otros organismos que se reproducen
sexualmente, heredamos características de nuestros padres que se expresan desde nuestro
nacimiento y a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas características las obtenemos de
mamá, otras de papá, y algunas son más dominantes que otras.
Por ejemplo, supongamos que estamos estudiando una familia compuesta por una mamá de
ojos cafés, un papá de ojos azules y un bebé que nació con los ojos cafés al que llamaron
Ana. Mientras que color de los ojos de la mamá está determinado por un gen dominante
(café), el del papá es el resultado de la expresión de un gen recesivo (azul), que es más
provable de obtener cuando se encuentran dos genes rececibos. Por eso, lo más provable es
que Ana tenga dos lindos ojos cafés.