PARTICIPACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS

Y ADOLESCENTES EN LOS PROCESOS

DE MEDIACIÓN
En la actualidad, se ha hecho más importante
que nunca el principio de oír a los niños,
niñas y adolescentes (NNA) en los procesos
judiciales. Sin embargo, esto se ha visto
afectado por la capacidad de los operadores
jurídicos, y las condiciones existentes para
delimitar parámetros y criterios que definan
cuándo los niños pueden, o deben, darse a
entender.

En los conflictos familiares de carácter

jurídico se toman decisiones que afectan a
todo el núcleo familiar, padres e hijos. Por
esta razón, la mediación familiar se destaca
como uno de los mecanismos más útiles y
efectivos para la solución de la controversia
jurídica, evitando los excesivos costos
emocionales y económicos que involucra un
procedimiento judicial.

A continuación, te invitamos a entender la

importancia de la participación de los NNA
en los procesos de mediación familiar,
revisando un extracto del curso Protección
de derechos de Niños, Niñas y Adolescentes,
perteneciente al Diplomado en Derecho
de la Infancia, certificado por la Universidad
de Los Andes.
¿DEBERÍAN LOS NNA SER PARTE DEL
PROCESO DE MEDIACIÓN?

Las decisiones tomadas por las partes en

un proceso de esta naturaleza, afecta a toda
la familia. En ese sentido, el ordenamiento
chileno contempla la posibilidad de que los
NNA sean escuchados, pudiendo citarlos
solo si su presencia es estrictamente
indispensable para el desarrollo de la
mediación. Esto siempre considerando el
interés superior del niño y el derecho a ser
oído.
La norma acentúa la preponderancia de los
Otros puntos importantes de tener en cuenta padres en torno a los acuerdos.
en torno a discusión sobre la participación de
los menores en el proceso de mediación, son
los siguientes:

Se debe considerar principalmente el interés

superior del niño y el derecho a ser oído.

Distintos debates proponen citar siempre al

NNA, y que ellos puedan decidir si quieren o
no asistir.

Diversas normas establecen el deber de

escuchar a los menores, al punto de que la
Corte Suprema considera que es un trámite
esencial.
BENEFICIOS DE LA PARTICIPACIÓN
DE LOS NNA EN EL PROCESO DE MEDIACIÓN

Es indispensable evaluar las capacidades, y potencialidades,

de los NNA en aquellas situaciones judiciales en que se
encuentren debatiendo acerca del futuro, y desarrollo integral
de los mismos.

Por esto, la mediación es el instrumento adecuado para

promover la cultura del consenso entre las partes en conflicto.

El concreto, la participación de los NNA permite:

Avanzar en la búsqueda de criterios

que permitan a los adultos incorporar
la participación activa de la infancia y
adolescencia en estos procesos.

Vislumbrar caminos diversos en cuanto a la

orientación de los padres en la toma de sus
decisiones.

Los padres pueden obtener desde la voz

misma de los NNA las consecuencias que
surgen a partir de sus decisiones, respecto a
los intereses de los niños que se encuentran
bajo sus cuidados.

Evita los enfrentamientos y permite alcanzar

un acuerdo más positivo para todo el núcleo
familiar.
 Facilita el proceso de encontrar soluciones
constructivas a los problemas familiares.

Ayuda a las partes a preservar y mejorar sus

relaciones.

Favorece a las partes a tomar decisiones con

pleno conocimiento, por lo tanto, impide que
las emociones y sentimientos compliquen el
proceso.

Da a las partes el control sobre sus

decisiones, debido a que evita que sean
terceras personas las encargadas de
condicionar el futuro de los afectados.

La mediación es una opción para que los niños puedan ser

escuchados sobre aquello que les concierne, de modo que el
énfasis está en: La defensa del interés de los niños y no en la
figura dominante de los padres como orientadores y guías.
INCORPORACIÓN DE LOS NIÑOS
EN EL PROCESO DE MEDIACIÓN

La discusión que emana de la incorporación de los niños en los procesos de mediación, habla
acerca de si es acertado o contraproducente hacerlos parte del conflicto. En la psicología
existen dos paradigmas que pueden ayudar a comprender dicho debate:

EL PARADIGMA CLÁSICO EL ENFOQUE MODERNO

En cuanto a los NNA: En cuanto a los NNA:

Rechaza la idea basada en que los niños
tienen dificultad para comprender de manera
racional lo abstracto y conceptos complejos.
En consecuencia, no están capacitados
para enfrentar la realidad y tomar decisiones
racionales.
Sostiene el derecho de los niños a participar
en los procedimientos de conflicto familiar,
reconociéndolos como titulares de derecho.
Es un deber jurídico emplazado en el
reconocimiento a la dignidad básica de los
niños.

Sobre su inclusión:
La inclusión los expone a un conflicto que
puede generar daños futuros y respecto
del cual no son responsables. De este
modo, los niños deben estar alejados de
las negociaciones entre adultos. Hacer lo
contrario deteriora la autoridad de los padres
y los obliga a elegir.
Sobre su inclusión:
Su participación repercute positivamente en
su autoestima y funcionamiento psicológico,
debido a que favorece su independencia
familiar y facilita la adaptación a la nueva
situación tras haber recibido una explicación.
Si tomamos esto en cuenta, podemos decir
que, tanto desde el punto de vista de la
psicología como del derecho, es conveniente
escuchar a los niños e incluirlos en el
proceso de mediación.

Desde la psicología, la incorporación de

los niños en el proceso es significativa en
lo concerniente a la construcción de su
personalidad, y la fuerza necesaria para
afrontar las dificultades que ofrece la
disociación familiar. Por otro lado, desde el
derecho, la Convención de los Derechos del
Niño (ONU, 1989) defiende el derecho a los
niños a ser escuchado cuando se trata de
asuntos que los afecta directamente.

El art. 12.2 de la Convención de los Derechos

del Niño protege el derecho del niño a ser
oído: “Se dará al niño la oportunidad de ser
escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo que afecte al niño”.

Incluso, este artículo afirma que: “Los niños

deben recibir la protección y asistencia
necesaria para poder asumir plenamente sus
responsabilidades dentro de la comunidad
más adelante, por lo que favorece a su
independencia. Del mismo modo, los
niños tienen el derecho a ser escuchados,
expresar sus necesidades y expectativas de
futuro, y que las personas adultas tomen en
consideración dichos pensamientos”.
¿EN QUÉ CONSISTE
LA ACCIÓN SIMBÓLICA?
Existen diferentes procedimientos para
incluir a los niños en la mediación familiar,
estructuradas en función de la edad y la
madurez del NNA. Una de ellas es la acción
simbólica.
En la acción simbólica existen uno o dos
mediadores que trabajan a la vez, uno con
los padres y otro, etiquetado como amigo
especial, con los niños. Este mediador trabaja
con los padres, e introduce en la conversación
comentarios y preguntas sobre los hijos.
Además, es el encargado de notificar a los
niños las decisiones acordadas por sus
padres y recoge las reacciones y opiniones de
estos, elaborando posteriormente un informe
que entregará al juez.
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oportunidad para resolver los problemas
rápidamente antes de alcanzar situaciones
no deseables. Desde los distintos puntos de
vistas, psicológicos y de derecho, prevalece
siempre la necesidad de oír a los niños en
los procesos que los involucran, teniendo en
cuenta que se tomarán decisiones sobre su
futuro.
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orientadas a un mismo fin, alcanzar el mejor
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