CASO N°1. El caso de un Ing.

Junior en una obra mal

administrada.
El ingeniero Pérez es un ingeniero junior quien ha sido contratado en
el cargo de Residente de Obra por una Empresa Constructora. El
Director de Obra es un Arquitecto senior quien se prestó el nombre de
una Empresa de la ciudad de La Paz y se adjudicó la obra en la ciudad
de Potosí.

La obra se trata de una escuela a ser construida en una hectárea y tiene

tres niveles. La obra tiene un 60% de avance. La obra gruesa está
prácticamente concluida, así como toda la tabiquería y el techado. Se
están iniciando las tareas de obra fina (revoques, contrapisos, cielos
falso, instalaciones sanitarias, etc).

En los primeros días de trabajo el Ing. Pérez se da cuenta que la obra

está con bastante retraso ya que los Supervisores de la Entidad
Contratante están presionando para que se contrate más obreros y se
tomen otras medidas. El libro de órdenes está lleno de llamadas de
atención por ineficiencias y retrasos.

El Ing. Pérez se percata que el personal consta de sólo unos 5 maestros,

con sus ayudantes y que hay varios sectores de la obra que no están
siendo atendidos. Hay un aviso de que se requiere obreros. Los obreros
cobran semanalmente por avance ejecutado y los ayudantes por
jornal. El nivel de salario está ligeramente por debajo del promedio.

También se percata de que hay antecedentes de robos de materiales

y herramientas. No existe un portero ni un depósito en toda la faena y
se utilizan algunos ambientes de la obra para guardar materiales, pero
tales ambientes no tienen puertas ni ventanas. Uno de los obreros se
queda a dormir en un cuarto improvisado en la obra y funge como
portero.
Por otra parte, frecuentemente vienen a la obra, proveedores que
reclaman el pago de los materiales entregados y el gerente los evade
indicando que no le pagan y que pronto se les hará efectivo su pago.

El Ing. Pérez también observa que los materiales que llegan a la obra
llegan en pequeñas cantidades y se agotan rápido y en varias ocasiones
los obreros se quedan sin poder avanzar la obra hasta que llegue una
nueva provisión.

En cuanto a la calidad del trabajo, es parcialmente aceptable porque

una de las brigadas de obreros tienen una gran destreza y habilidad. Se
han cometido algunos errores en los vaciados que se están
disimulando con revoques con conocimiento de los supervisores.

En el aspecto financiero, el Ing. Pérez observa que el poco flujo de

dinero que hay se prioriza para: el bolsillo del Gerente, para pagar a
los obreros semanalmente y para comprar algo de material para que la
obra no se detenga. A varios obreros se les debe parte de su salario.

A pesar de tales factores negativos, la obra sigue a flote gracias a la

habilidad verbal del Gerente quien en cada reunión persuade a los
Supervisores que se le otorgue más plazo. También convence a los
obreros que no se vayan y que no es culpa de él sino de los
Contratantes que no le pagan y finalmente convence a algunos
proveedores que le fíen material y que apenas le paguen él también les
pagará. El Gerente quiere concluir la obra y no ser multado ya que
tendría que rendir cuentas a sus socios, pero no corrige su estilo de
trabajo.

El Ing. Pérez debe comenzar a trabajar y organizar la obra hasta su

conclusión.