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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental de las Artes

Barinas Estado Barinas

El Aparato Fonador

Profesor: Bachiller:

Leticia Chacon Reidy Ramirez

C.I 23.916.885

Barinas, Abril del 2022


El hombre desde que se posó sobre la tierra, entre muchas cosas, tuvo la necesidad de
expresarse, no de manera tan compleja como lo es ahora, sino que, para cosas más simples,
pero igual de importantes. Saber dónde están las frutas, saber que puede y no puede
comerse, saber dónde están los depredadores, entre muchas cosas.

Para ello desarrollo algunas habilidades como la escritura, que también le permitió
transmitir su conocimiento. Y, además de este desarrollo el habla, que le permitió transmitir
ese conocimiento sin depender de un material donde tenga que estar sostenido.

Esta habilidad que desarrollo el hombre para comunicarse, es mas compleja de lo que
parece, aunque después de desarrollada parezca tan sencilla.

El encargado de poder ejecutar esa habilidad es el aparato fonador, que, aunque parece ser
uno solo es la conjunción de varios sistemas, órganos y partes del cuerpo.

Para que la voz sea producida el aire que es la voz propia debe viajar desde afuera hacia
adentro y luego volver a salir.

Para ello se deben producir ciertos mecanismos

El primero de ellos es el Mecanismo respiratorio:

En esencia, la voz es aire. Por eso los órganos que utiliza el hombre para producir algún
sonido son los mismos que utilizas para respirar: diafragma, pulmones, músculos
intercostales y abdominales, bronquios y tráquea.

El proceso de respiración produce en dos fases:

La Inspiración: que es cuando, se toma aire, los músculos intercostales y el diafragma se


contraen tirando de los pulmones hacia abajo y haciendo que la caja torácica aumente de
volumen para que pueda entrar una mayor cantidad de aire.

Y luego La Espiración: durante la espiración los músculos intercostales se relajan, las


costillas caen hacia abajo y el diafragma, también relajado, provoca que la capacidad de la
caja torácica disminuya al tiempo que el aire sale de los pulmones.

Posteriormente tenemos el Mecanismo de fonación


La cavidad laríngea o glótea, formada por la laringe y las cuerdas vocales, es el lugar en el
que físicamente se produce el sonido. Es una zona clave del aparato fonador ya que, por un
lado, permite la entrada y salida de aire en los pulmones, y por otro determina las
características particulares de la voz de una persona. Es aquí donde se encuentran las
cuerdas vocales y, por lo tanto, el lugar en el que se producen cosas tan importantes como
el tono o la intensidad del sonido.

La laringe está formada por una serie de cartílagos que varían de tamaño en función de la
edad y el sexo de la persona. Este factor tiene consecuencias en el tamaño de las cuerdas
vocales: cuanto mayor sea la laringe, mayores serán las cuerdas vocales y, en consecuencia,
se producirán sonidos más graves. Precisamente por este motivo, la voz de los niños es más
aguda: su laringe es más pequeña y también lo son sus cuerdas vocales.

Aparte de los cartílagos, las cuerdas vocales y la laringe, en este punto en el que la
espiración hace que el aire se transforme en un sonido, intervienen numerosos músculos.
De manera muy simplificada, lo que sucede es que el aire procedente de los pulmones
asciende hacia la glotis, que en ese momento se encuentra cerrada. El aumento de presión
en la zona subglótica provoca la apertura de las cuerdas vocales que a través de
movimientos de contracción permiten pasar una mayor o menor cantidad de ese aire, lo que
determina que el sonido resultante sea más grave o más agudo.

Otro de los Mecanismo que podemos observar es el de resonancia

Hasta este punto lo único que habremos logrado producir será un sonido básico. Una
transformación elemental de ese aire al que todavía le hará falta un tratamiento especial
para transformarse en la voz o la melodía de una canción.

Es en esta zona del aparato vocal en la que se produce el mecanismo de resonancia, o lo


que es lo mismo, la amplificación, el control y la modulación del soplo fonatorio. En este
proceso intervienen tres partes de la anatomía facial:

Cavidad nasal: es una cavidad rígida y no puede cambiar de tamaño. En el proceso de


fonación su función más destacada es la de permitir la entrada de aire hacia los pulmones.

Cavidad oral: los sonidos chocan contra las paredes de la boca y esta, en tanto que puede
cambiar de tamaño con facilidad, es la que se encarga de su modulación.
Faringe: la faringe se encarga de distribuir el aire que llega desde la laringe. Es además un
tubo muy particular puesto que tiene la capacidad de modificar su tamaño y con ello
determinar el timbre de la voz.

Y el ultimo Mecanismo es el articulador

Los órganos son el paladar, la lengua, los dientes, los labios… En definitiva, todo lo que
compone lo que compone anatómicamente la cavidad bucal.

Es en esta parte del aparato fonador donde los sonidos adquieren sus últimos matices,
donde el aire se transforma en palabras y las palabras en emociones. La lengua, ese
elemento tan versátil y motriz, es el que, junto a los labios, los dientes, participan en la
producción de todos los fonemas necesarios para la comunicación humana.

Pero para la activación del aparato fonador es indispensable la existencia del aire, ya que es
tanto el medio como el elemento que utiliza el ser humano para producir la voz, el aire es
almacenado y circula, convertido en sonido, donde adquiere timbre.

El cuerpo humano tiene la capacidad de, por el mismo canal ingerir alimento y realizar la
respiración y para ello la epiglotis cumple una importante función, se sitúa en la parte
posterior del ángulo del tiroides al que se une por medio de un pequeño ligamento. Su
función es cerrar el vestíbulo de la laringe para impedir la entrada de cuerpos extraños a las
vías respiratorias durante la deglución. No posee ninguna función relacionada con la
fonación.

Pero el mayor protagonista para el canto son las Cuerdas Vocales.

A pesar de lo que piensan muchos no tenemos dos cuerdas, tenemos un total de cuatro
cuerdas vocales, dos llamadas verdaderas y otras dos conocidas como falsas. Las cuerdas
vocales superiores son los pliegues vestibulares y no tienen función en la producción de
sonidos. Las cuerdas vocales inferiores son, en realidad, los pliegues vocales responsables
de la producción de sonidos.

Como responsables de la vibración que genera el sonido, las cuerdas vocales y su conjunto
de funciones permiten que las personas tengamos la voz.

Los seres humanos hemos aprendido a controlar las cuerdas vocales con el objeto de
producir sonidos. Cuando las cuerdas vocales vibran, con el paso de aire, la composición y
forma de dicha vibración produce los diferentes sonidos de los que se compone la voz.
Por medio del uso racional, el propósito de dar forma al aire que sale de nuestra laringe
para que se convierta en sonido -al pasar por las cuerdas vocales– es una clara muestra de la
evolución humana y su aparato fonatorio. Las personas hemos desarrollado la habilidad de
hablar o cantar por medio de la modulación y la articulación de palabras compuestas de
sonidos y muecas vocales.

Las cuerdas vocales son, en realidad, nuestro instrumento sonoro propio y las principales
responsables de nuestra voz.

Se ubican dentro de la laringe, en la parte superior de la tráquea que se une posteriormente


a los cartílagos aritenoides, y de manera anterior al cartílago tiroides. Sus bordes externos
se unen a los músculos de la laringe, mientras que sus bordes internos son libres (el
agujero). Se construyen a partir de epitelio, pero tienen unas pocas fibras musculares en
ellos, es decir, el músculo vocal que tensa la parte anterior del ligamento cerca del cartílago
tiroides.

Si consideramos solo uno de los lados de la laringe, el pliegue vocal se forma gracias a la
presencia de un ligamento denominado ligamento vocal o tiroaritenoideo inferior. Este
ligamento discurre desde la cara ventral del cartílago aritenoides hasta la cara dorsal del
cartílago tiroides y, sobre él, cae a modo de manta el músculo vocal y la mucosa laringe,
constituyendo finalmente los repliegues membranosos de los repliegues vocales.

Entre los repliegues vocales inferiores queda una abertura que recibe el nombre de glotis.
Esta glotis se divide a su vez en glotis fonadora (espacio que queda entre los bordes
ligamentosos de los repliegues vocales y que es más anterior) y glotis respiratoria (espacio
que queda entre los bordes membranosos, que no se cierra en la fonación, y constituye un
canal por donde transcurre aire de forma continua. Es más posterior).

Los músculos que componen la estructura de los pliegues vocales se conocen como
músculos vocales, siendo estos mediales y encontrándose más lateralmente los músculos
tiroaritenoideos. La apertura o cierre de la glotis se da debido a un mecanismo de
movimiento lateral y medial de los cartílagos aritenoideos, que sostienen a los pliegues
vocales, por acción de los músculos cricoaritenoideos (laterales y mediales). Todo este
aparato músculocartilaginoso forma parte de la estructura de las cuerdas vocales y le da su
funcionalidad.

La voz humana ha evolucionado no solo para producir palabras sino que también para
articular palabras y con ello expresarse, una de las habilidades mas importantes que ha
tenido el hombre.

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