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Capítulo 36

Fracturas de la pelvis, acetabulares


y del sacro
Raymond D. Wright Jr, MD

2. Vascular.
I. Fracturas de pelvis
a. Las arterias ilíacas comunes surgen de la bifur-
cación de la aorta abdominal a la altura de L4.
A. Epidemiología
• La arteria ilíaca externa se dirige hacia ade-
1. Se producen con mayor más frecuencia en varo- lante por el borde de la pelvis hasta surgir
nes hacia los 40 años de edad. ya como arteria femoral común al pasar el
2. Las lesiones viscerales y de los tejidos blandos ligamento inguinal.
asociadas tienen una diversidad considerable. • La arteria ilíaca interna se origina en situa-
ción más posteroinferior cerca de la arti-

3: Traumatología
3. Las tasas de morbilidad y mortalidad oscilan en- culación sacroilíaca. La rama posterior da
tre el 10% y el 50%. origen a la arteria glútea superior y otras
B. Anatomía ramas antes de salir de la pelvis por detrás,
donde da origen a la arteria glútea inferior
1. Ósea. y a las arterias pudendas internas. La rama
a. El cinturón pélvico está formado por los dos anterior de la arteria ilíaca interna se con-
huesos coxales unidos por detrás al sacro y vierte en la arteria obturatriz.
por delante en la sínfisis del pubis (Figuras 1 b. La corona mortis corresponde a una conexión
y 2). entre las arterias obturatrices y las ilíacas. En un
estudio en cadáveres, se apreció que esta anasto-
b. Cada uno de los huesos coxales está formado mosis se encuentra a una distancia media de
por la unión del ilion, el isquion y el pubis. 6,2 cm de la sínfisis del pubis en el 84% de los
c. El cinturón pélvico no tiene estabilidad ósea casos y que puede ser arterial, venosa o de am-
propia. bos sistemas. Tradicionalmente, esta estructura
ha tenido relevancia en el contexto de la disec-
• La estabilidad anterior proviene de la sín- ción retropúbica en las fracturas del acetábulo.
fisis del pubis, formada por un disco fibro-
cartilaginoso situado entre ambas ramas c. Las venas ilíacas internas proceden de un plexo
horizontales de los huesos coxales de cada venoso situado en la zona posterior de la pelvis.
lado y las uniones ligamentosas que lo ro- Las lesiones de este plexo venoso son la cau-
sa del 90% de las hemorragias asociadas a las
dean.
fracturas del cinturón pélvico.
• La estabilidad posterior se debe a los liga- 3. Nerviosa.
mentos sacroilíacos anterior y posterior (el
posterior es más potente que el anterior). a. El plexo lumbosacro está formado por las raí-
ces de los nervios raquídeos L1-S4 (Figura 3).
• Los ligamentos sacroespinoso y sacrotube-
roso proporcionan estabilidad al suelo pél- b. El nervio femorocutáneo externo (L2-3) discu-
vico. Los ligamentos iliolumbares conectan rre por debajo del ligamento inguinal cerca de
firmemente las apófisis transversas de las la espina ilíaca anterosuperior.
vértebras L4 y L5 con la cara posterior del c. El nervio obturador (L2-4) pasa por delante de
ilion. la lámina cuadrilátera y sale por fuera y por arri-
ba del agujero obturador, en el surco obturador.
d. El nervio femoral (L2-4) acompaña al tendón
Ni el Dr. Wright ni ninguno de sus familiares inmediatos del psoas ilíaco.
han recibido regalías ni tienen acciones u opciones sobre
acciones de ninguna compañía ni institución relacionadas e. El nervio ciático (L4-S3) sale por la escotadura
directa o indirectamente con el tema de este capítulo. ciática mayor.

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Sección 3: Traumatología

Anterior Medial

Cresta ilíaca
Cresta ilíaca Espina ilíaca
Fosa ilíaca posterosuperior
Fosa ilíaca
Espina ilíaca
Espina ilíaca anterosuperior
anterosuperior Carilla articular Espina ilíaca Carilla articular
del ilion anteroinferior del ilion
Espina ilíaca Línea arcuata Cuerpo del ilion
anteroinferior
Línea arcuata Rama horizontal
del pubis Espina isquiática
Ceja cotiloidea Espina isquiática
Línea iliopectínea
Línea Tubérculo Cuerpo del isquión
iliopectínea del pubis
Acetábulo Sínfisis Porción media Tuberosidad
del pubis isquiática
Tuberosidad Sinfisis Agujero
Agujero Rama inferior
isquiática obturador obturador
del pubis

Lateral

Línea glútea anterior


3: Traumatología

Cresta ilíaca

Región glútea Línea glútea inferior

Espina ilíaca
posterosuperior Espina ilíaca anteroinferior

Espina ilíaca
posteroinferior Ceja cotiloidea
Escotadura isquiática mayor Cavidad semilunar
Acetábulo
Fosa acetabular
Espina isquiática Escotadura
acetabular
Escotadura isquiática menor

Tuberosidad isquiática Tubérculo del pubis

Agujero obturador

Figura 1 Ilustración que muestra la anatomía ósea de la pelvis.

f. La raíz L5 yace en la parte anterosuperior del • Tipo B: inestables a la rotación, estables


ala del sacro en una situación 10-15 mm medial verticalmente.
a la cara anterior de la articulación sacroilíaca.
• Tipo C: inestables a la rotación y verticalmente.
C. Clasificación
2. Clasificación de Young-Burgess.
1. Sistema de la AO Foundation/Orthopaedic Trau-
a. Se basa en el mecanismo de lesión (Figura 5).
ma Association (AO/OTA).
b. Los mecanismos de lesión se dividen en las si-
a. Esta clasificación se basa en la original de Tile
guientes categorías: compresión lateral, com-
y Pennal, a la que se añadió un modificador
presión anteroposterior, cizalladura vertical y
numeral (Figura 4).
mecanismo combinado (Tabla 1).
b. La clasificación de Tile hacía referencia a la posible 3. Clasificación de Letournel.
inestabilidad de las fracturas del cinturón pélvico.
a. Se basa en la localización anatómica de la le-
• Tipo A: estables. sión.

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Ligamento
Vista anterior Promontorio longitudinal anterior
sacro
Ligamentos iliolumbares
Ligamentos
sacroilíacos anteriores

Espina ilíaca
anterosuperior

Ligamento inguinal
Ligamento sacrotuberoso
Espina ilíaca anteroinferior
Ligamento sacroespinoso
Hueso coccígeo
Espina isquiática
Sínfisis del pubis
Tubérculo del pubis

Membrana obturatriz

Vista posterior Apófisis espinosa de L4


Cresta ilíaca Ligamento iliolumbar
Ligamentos

3: Traumatología
Tubérculo ilíaco
interóseos sacroilíacos
Región glútea del ilion
Agujero ciático mayor
Espina ilíaca posterosuperior
Ligamento sacroespinoso
Espina ilíaca posteroinferior

Ligamentos sacroilíacos posteriores


Agujero ciático menor

Espina isquiática
Ligamento sacrotuberoso
Membrana obturatriz

Hueso coccígeo
Tuberosidad isquiática

Figura 2 Ilustración que muestra la anatomía ligamentosa de la pelvis.

b. La pelvis se divide en dos zonas, anterior y 3. También son posibles mecanismos de baja energía
posterior. en pacientes ancianos con huesos debilitados.
c. Este sistema de clasificación es puramente des- E. Evaluación
criptivo y no permite estimar la gravedad de la
lesión ni la estabilidad de la pelvis (Figura 6). 1. Dada la elevada incidencia de lesiones asociadas,
se aplica el protocolo Advanced Trauma Life Sup-
D. Mecanismos de lesión port (ATLS).
1. La mayoría de las veces el mecanismo correspon- 2. Se debe inspeccionar la piel y los tejidos blandos
de a un traumatismo de alta energía. en busca de lesiones abiertas, incluyendo el periné
2. Causas más frecuentes (en orden descendente de y los pliegues glúteos; también hay que practicar
frecuencia): una exploración rectal y vaginal.
a. Accidentes de motocicleta. 3. En la piel, deben buscarse lesiones internas cerradas
de desolladura (Morel-Lavallee). La grasa necrosa-
b. Atropellos a peatones.
da y el hematoma resultantes complican la exposi-
c. Caídas. ción quirúrgica y pueden requerir desbridamiento.
d. Accidentes de tráfico. 4. También se requiere una exploración neurológica
completa, incluyendo las raíces nerviosas sacras.
e. Lesiones por aplastamiento.

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T12 Origen del psoas mayor de los


Costilla 12ª cuerpos vertebrales, las apófisis
transversas y los discos
Músculo cuadrado L1 intervertebrales (T12-L4) y del
lumbar psoas menor de los cuerpos
vertebrales (T12, L1)
Músculo transverso del L2
abdomen (seccionado)
Nervio iliohipogástrico
L3 Plexo lumbar
Nervio ilioinguinal
Músculo psoas Tronco lumbosacro
menor
Músculo psoas L4
mayor Cresta ilíaca

Nervio genitofemoral L5

Nervio cutáneo Espina ilíaca anterosuperior


externo del muslo
Músculo ilíaco
Nervio femoral
Rama horizontal del pubis Bolsa iliopectínea
Trocánter mayor

Músculo psoas ilíaco Ligamento iliofemoral de la


(inserción en el trocánter articulación de la cadera
3: Traumatología

menor) (ligamento de Bigelow)

Fémur

Figura 3 Ilustración que muestra los músculos anteriores del plexo lumbosacro. (Reproducida con la debida autorización de
Della Valle CJ, Weber K: Hip and thigh: Anatomy of the hip and thigh, en Sarwark JF, ed: Essentials of Musculoskeletal
Care, ed 4. Rosemont, IL, American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2010, 530.)

5. Estudios de imagen. d. Tomografía computarizada.


a. Las radiografías anteroposteriores de la pelvis • Las imágenes de tomografía computarizada
constituyen el estudio inicial en los pacientes (TC) mejoran la detección de las lesiones y su
con sospecha de traumatismo del cinturón pél- clasificación en los diferentes tipos; hasta el
vico (de hecho, se incluyen en el protocolo de 30% de las lesiones posteriores pueden pasar
estudio de todo paciente traumatizado) (Figu- desapercibidas en las radiografías planares.
ra 7, A). • Permite valorar los túneles de salida de las raí-
b. Proyección de la entrada de la pelvis (Figura 7, B). ces nerviosas sacras y la presencia de estenosis
por fragmentos óseos o por la propia fractura.
• Angulación caudal variable, dependien-
do de la anatomía particular del paciente; • También muestra el estado de los tejidos
blandos y detecta hematomas, hemorragia
idealmente, el haz de rayos debe ser per-
arterial activa (en los estudios con contras-
pendicular al platillo de S1. te) y desplazamientos de los órganos de la
• Pone de manifiesto desplazamientos ante- pelvis por hemorragias.
roposteriores del cinturón pélvico y la ro- • Con la TC se confirma el diagnóstico y se
tación horizontal de la hemipelvis afectada. obtienen detalles del conjunto del cintu-
c. Proyección de la salida de la pelvis (Figura 7, C). rón pélvico, que permiten detectar lesiones
ocultas que pueden haber pasado desaper-
• Angulación craneal variable; idealmente, la cibidas en las radiografías.
porción craneal de la sínfisis del pubis está
centrada sobre el cuerpo vertebral S2. F. Tratamiento

• Pone de manifiesto desplazamientos cra- 1. Manejo inicial.


neocaudales del cinturón pélvico y permite a. La evaluación de la situación hemodinámica
estudiar la morfología del sacro. del paciente y del tipo de lesión son las dos

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Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

Grupos:
Fracturas de tipo A: pelvis, anillo, estables (61-A)

1. Fractura del hueso coxal, 2. Fractura del hueso coxal, 3. Fractura transversal de sacro
arrancamiento (61-A1) estallido (61-A2) y cóccix (61-A3)

Fracturas de tipo B: pelvis, anillo, parcialmente estables (61-B)


1. Unilateral, separación parcial 2. Unilateral, separación parcial 3. Bilateral, lesión parcial
del arco posterior, rotación externa del arco posterior, rotación interna del arco posterior (61-B3)
(fractura “en libro abierto”) (61-B1) (fractura por compresión lateral) (61-B2)

3: Traumatología
Fracturas de tipo C: pelvis, anillo, rotura completa del arco posterior, inestables (61-C)
1. Unilateral, rotura completa 2. Bilateral, rotura completa ipsilateral, 3. Bilateral, rotura completa (61-C3)
del arco posterior (61-C1) incompleta contralateral (61-C2)

Figura 4 Sistema de clasificación de la AO/Orthopaedic Trauma Association de las fracturas de pelvis. Las fracturas de tipo A
se consideran estables. Las de tipo B son inestables a la rotación y estables verticalmente. Las fracturas de tipo C son
inestables a la rotación y verticalmente.

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Sección 3: Traumatología

Figura 5 Diagrama que representa la clasificación de Young-Burgess de las fracturas de la pelvis. A, Compresión anteroposte-
rior, tipo I. B, Compresión anteroposterior, tipo II. C, Compresión anteroposterior, tipo III. D, Compresión lateral, tipo I.
E, Compresión lateral, tipo II. F, Compresión lateral, tipo III. G, Cizalladura vertical. (Reproducida con la debida auto-
rización de Hak DJ, Smith WR, Suzuki T: Management of hemorrhage in life-threatening pelvic fracture. J Am Acad
3: Traumatología

Orthop Surg 2009;17[7]:451.)

Tabla 1
Características de los tipos de fracturas de la clasificación de Young-Burgess
Mecanismo I II III Comentarios
Compresión Fracturas Rotura ligamentosa Patrón de Mortalidad creciente paralela
lateral horizontales de posterior de compresión a la gravedad de las lesiones
las ramas con la articulación lateral en el lado por compresión lateral, debida
impactación en sacroilíaca o de la lesión y al aumento de la incidencia
el sacro equivalente en los deformidad en de lesiones cerebrales y ligero
huesos del ilion rotación externa aumento de las complicaciones por
posterior del contralateral SDRA, sepsis y shock
Compresión Ensanchamiento Ensanchamiento Lesión de la El shock, la sepsis y el SDRA son
anteroposterior anterior de la anterior de la sínfisis anterior causas importantes de mortalidad a
sínfisis ≤ 25 mm, sínfisis ≥ 25 mm, con dislocación medida que aumenta la gravedad
dislocación distensión de completa de de las lesiones por compresión
sacroilíaca los ligamentos la articulación anteroposterior. Las de tipo III son
incompleta sacroilíaco anterior, sacroilíaca las que tienen mayor necesidad de
sacroespinoso y reposición hídrica e incidencias de
sacrotuberoso hemorragia y de mortalidad más altas
Cizalladura Separación total de las estructuras ligamentosas Afectación sistémica asociada similar
vertical posteriores con inestabilidad craneocaudal y de rotación a la del grupo de compresión lateral
Mecanismo Patrón de fractura no clasificable en ninguna de las Afectación sistémica asociada
combinado categorías anteriores similar a la del grupo de
compresión anteroposterior
SRDA: síndrome de distrés respiratorio del adulto.

consideraciones principales que dictan el ma- da, deben estabilizarse rápidamente las lesiones
nejo inicial. óseas para reducir la hemorragia intrapélvica.
b. La aplicación del protocolo ATLS es obligatoria d. La estabilización ósea urgente de la pelvis se
en todo paciente con traumatismo óseo pélvico. puede conseguir de varias maneras:
c. En los pacientes con patrones de fractura ines- • Fijación externa: excelente control pélvico
tables y situación hemodinámica comprometi- anterior; relativamente escasa utilidad en

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Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

las fracturas de pelvis con desplazamiento


posterior completo; requiere fluoroscopia
para evitar complicaciones durante la colo-
cación; las agujas y los tornillos pueden con- E
taminar las ulteriores incisiones quirúrgicas. B

• Clamp pélvico: excelente control del arco pos- C


A
terior; requiere fluoroscopia para evitar com-
plicaciones durante la colocación; puede con- D
taminar los abordajes quirúrgicos posteriores
o la inserción de tornillos iliosacros. F
G
• Pantalones neumáticos anti-shock: su apli-
cación puede reducir el retorno venoso, I
causar síndrome compartimental y provo-
car lesiones de la piel y los tejidos blandos.
• Fajas o cinchas pélvicas: aportan estabili-
dad al conjunto del cinturón pélvico; pue- H
den aplicarse en el mismo lugar del acci-
dente. Figura 6 Ilustración que representa la clasificación de
Letournel de las fracturas de la pelvis. Esta clasifi-
• Sábanas: fácilmente disponibles; su apli- cación es descriptiva y aporta información sobre
cación correcta requiere pinzas de Kocher, la localización y los tipos de lesiones del cinturón
pinzas de campo y demás material de suje- pélvico.
ción; pueden cortarse trozos de los paños

3: Traumatología
quirúrgicos para alcanzar los vasos, practi-
car angiografías, colocar fijadores externos c. Deben practicarse radiografías tras la mo-
o implantar material de fijación percutá- vilización para comprobar que ésta no haya
neo; debe vigilarse estrechamente el estado puesto de manifiesto una inestabilidad hasta
de la piel (Figuras 8 y 9) entonces oculta.
• Tracción: se utiliza en fracturas con posibi- 3. Tratamiento quirúrgico.
lidad de inestabilidad craneocaudal.
a. Generalmente reservado para lesiones inesta-
2. Tratamiento no quirúrgico. bles.
a. Está indicado en pacientes con lesiones esta- b. Las lesiones inestables de la sínfisis general-
bles o en los que tienen otras enfermedades mente se tratan mediante reducción abierta y
asociadas que contraindican la intervención fijación interna (RAFI) con placas y tornillos
quirúrgica. aplicados en sentido craneal.
b. La movilización se hace con apoyo sobre la pun- c. Las fracturas de la rama horizontal del pubis
ta del pie o sobre la planta en el lado de la lesión pueden estabilizarse quirúrgicamente, en fun-
del arco posterior.

Figura 7 Imágenes representativas del estudio radiológico en las fracturas de pelvis. A, La proyección anteroposterior de pelvis
se emplea para el diagnóstico inicial y para decidir la conducta a seguir. B, La proyección de pelvis mayor se obtiene de
modo que se superpongan los cuerpos vertebrales de S1 y S2; aporta información sobre el desplazamiento anteropos-
terior de una de las hemipelvis respecto a la contralateral. También puede verse con esta proyección la rotación en el
plano horizontal. C, La proyección de pelvis menor muestra la morfología de los segmentos sacros primero y segundo
y permite valorar el desplazamiento craneocaudal y las lesiones de la pelvis baja.

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Sección 3: Traumatología

del grado de desplazamiento y de la localiza-


ción de la lesión en el ilion.
e. Las fracturas sacroilíacas se pueden tratar percu-
táneamente si son incompletas o bien completas
con desplazamiento susceptibles de una reduc-
ción mediante técnica cerrada; generalmente se
requiere una reducción abierta para las luxacio-
nes completas no reductibles mediante técnicas
Figura 8 Radiografías anteroposteriores de una fractura cerradas o indirectas. La reducción abierta pue-
de pelvis en un varón de 52 años. A, La sínfisis del de hacerse por vía anterior a través de la ven-
pubis está separada y hay lesión incompleta de la
articulación sacroilíaca izquierda anterior. B, La tana lateral en la exposición ilioinguinal o por
misma lesión tras colocación de una sábana apre- vía posterior en la exposición de la articulación
tada para cerrar el cinturón pélvico. sacroilíaca. Los métodos de fijación incluyen tor-
nillos iliosacros, placas transacras, barras transa-
cras o una placa con dos o tres agujeros inserta-
ción de la contribución de la fractura a la esta- da a través de la articulación sacroilíaca anterior.
bilidad global del cinturón pélvico; las opcio-
nes quirúrgicas son los tornillos de esponjosa, f. Las fracturas de sacro que acompañan a las
las placas o los fijadores externos. del cinturón pélvico se pueden tratar median-
te fijación percutánea si se ha conseguido una
d. Las fracturas del ilion posterior pueden tratar- reducción aceptable; para ello, pueden usarse
se con RAFI o fijación percutánea, en función tornillos iliosacros y barras posteriores tran-
3: Traumatología

Figura 9 Fotografías que ilustran cómo debe aplicarse una sábana doblada para estabilizar de urgencia una fractura de pelvis.
A, La sábana doblada se estira lo más posible para evitar que haya arrugas que causen irritación y lesiones de la piel.
B, Uno de los lados de la sábana se coloca en el lado contralateral del paciente. C, Ambos extremos de la sábana se
cruzan y se tensan sobre el paciente. D, La sábana se mantiene fija mediante pinzas de Kocher grandes.

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Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

silíacas. La RAFI se lleva a cabo mediante ŊŊ Túneles de las raíces de los nervios sa-
abordaje posterior. Tras conseguir la reduc- cros irregulares en vez de circulares.
ción abierta, pueden usarse para la fijación
ŊŊ Disco S1 residual.
tornillos iliosacros, transilíacos o transacros y
barras o placas transilíacas. ŊŊ Cuerpo superior del sacro no empotra-
do caudal a la zona externa del ilion en
g. La movilidad postoperatoria generalmente
la pelvis menor.
consiste en apoyo sobre la punta del pie o la
planta del lado de la lesión posterior del cintu- ŊŊ Cuerpos mamilares.
rón pélvico durante unas seis semanas.
ŊŊ Articulación sacroilíaca machihembra-
4. Técnicas quirúrgicas. da.
a. Fijación externa. • Radiografías intraoperatorias de los torni-
llos iliosacros:
• Opciones para la inserción de las agujas:
ŊŊ Proyección de la pelvis mayor: muestra
ŊŊ A través del glúteo medio, dirigidas ha-
el margen de seguridad ósea en sentido
cia el reborde pélvico.
anteroposterior; los túneles para las raí-
ŊŊ Por la espina ilíaca anteroinferior diri- ces de los nervios sacros pueden verse
gidas hacia la ceja cotiloidea o la espina desde su salida de la línea media pos-
ilíaca posterosuperior. terior hasta la zona periférica anterior
(Figura 11).
ŊŊ Se requiere fluoroscopia para colocar
las agujas con seguridad y firmeza. ŊŊ Proyección de la pelvis menor: muestra
el margen de seguridad ósea en sentido
• Para tratar con éxito lesiones del cinturón

3: Traumatología
craneocaudal; los túneles para las raíces
pélvico con fijación anterior, es necesario
de los nervios sacros pueden verse desde
que las estructuras posteriores estén pre-
su salida de la línea media en posición
servadas, con el fin de que el dispositivo
craneal hasta su final en la zona perifé-
anterior ejerza de banda de tensión. Un
rica caudal (Figura 12).
ejemplo sería la compresión anteroposte-
rior en una fractura de tipo II con separa- ŊŊ Proyección lateral del sacro: esta pro-
ción e inestabilidad de la sínfisis del pubis yección es obligada para comprobar la
y ligamentos sacroilíacos posteriores intac- implantación correcta de los tornillos y
tos. La fijación externa anterior no permite evitar lesiones de las raíces nerviosas L5
estabilizar adecuadamente una hemipelvis y S1 al colocarlos en la parte superior
con afectación posterior completa. del sacro. Esta proyección se obtiene
cuando el taladro está justo por fuera
• La fijación externa anterior se aplica con
del túnel de la raíz nerviosa sacra alta; la
más frecuencia como sistema de fijación de-
broca debe estar por arriba y por delan-
finitivo que como actuación provisional de
te de la proyección lateral del túnel de
urgencia. La razón es que las incisiones de-
la raíz nerviosa sacra alta. Si el paciente
finitivas para instrumentar el cinturón pél-
no tiene dismorfismo del segmento sa-
vico pueden haber quedado contaminadas
cro superior, el taladro debe estar por
por las agujas de la fijación externa previa.
debajo y detrás de la densidad cortical
b. Tornillos iliosacros. ilíaca, pues ésta se aproxima a la curva
del ala del sacro en los segmentos sacros
• Indicados para fracturas sacroilíacas, frac- superiores no dismórficos (Figura 13).
turas del sacro y fracturas-luxaciones sa-
croilíacas. 5. Circunstancias especiales y lesiones acompañan-
tes.
• La morfología del sacro puede limitar las
posibilidades de inserción segura de los a. Fracturas de pelvis abiertas.
tornillos. Es importante diagnosticar el
dismorfismo del segmento sacro superior • La mortalidad de las fracturas de pelvis
antes de planificar el tratamiento quirúrgi- expuestas se acerca al 50%, sin incluir las
co del cinturón pélvico posterior. Aproxi- fracturas directas del ilion periférico.
madamente entre el 30% y el 40% de la • El tratamiento incluye desbridamiento e
población tiene dismorfismo sacro. irrigación a fondo, además de la estabili-
• Signos radiográficos de dismorfismo sacro zación ósea.
(Figura 10): ŊŊ Se administran la dosis de recuerdo de
ŊŊ Alas del sacro con curva anterior ascen- la vacuna antitetánica y antibióticos de am-
dente. plio espectro desde el inicio.

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Sección 3: Traumatología
3: Traumatología

Figura 10 Comparación entre un sacro normal (A-D) y un dismorfismo sacro (E-H) en las proyecciones radiográficas de la pelvis
mayor (A, E) y de la pelvis menor (B, F) con sus correspondientes reconstrucciones con la tomografía computarizada
(TC) tridimensional (C, D, G, H). El dismorfismo del segmento sacro superior se caracteriza por alas del sacro con curva
anterior ascendente, túneles para los nervios sacros irregulares en vez de circulares, un disco S1 residual y presencia de
cuerpos mamilares. La forma característica machihembrada de la articulación sacroilíaca es un signo radiológico típico
que se aprecia mejor en la TC.

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Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

Figura 11 Fluoroscopia en la proyección de pelvis mayor del Figura 12 Fluoroscopia en la proyección de pelvis menor del
segmento sacro superior. Las líneas señalan el re- segmento sacro superior. Las líneas señalan el re-
corrido de los túneles para las raíces de los nervios corrido de los túneles para las raíces de los nervios
sacros superiores. sacros superiores.

3: Traumatología
Figura 13 Fluoroscopia en la proyección lateral real del
segmento sacro superior. Las líneas señalan el re-
corrido de los túneles para las raíces de los nervios
sacros superiores.

ŊŊ Para las heridas contaminadas con ma-


terial fecal, hay que practicar una colos-
tomía de descarga.
• Es esencial la inspección cuidadosa del pe-
riné. Puede haber lesiones ocultas en los
pliegues glúteos, el escroto, la vagina, la
vulva y demás órganos (Figura 14).
b. Lesiones neurológicas.
• Alrededor del 10-15% de los pacientes pre-
sentan lesiones neurológicas. Los factores
predictores del pronóstico más importan- Figura 14 Fotografía de un paciente con fractura expuesta
tes en estos casos son el tipo y la cronicidad del cinturón pélvico y una amplia herida en el
periné.
de la afectación neurológica.
• Los déficits neurológicos focales por atra-
pamiento óseo (es decir, compresión de las • Las roturas de la vejiga pueden ser extrape-
raíces nerviosas sacras en las fracturas del ritoneales, intraperitoneales o ambas.
sacro) obligan a practicar una descompre-
sión de las raíces nerviosas además de la ŊŊ Las roturas extraperitoneales se pueden
fijación de la fractura. tratar por el método cerrado insertando
una sonda uretral durante 10-14 días y
c. Lesiones genitourinarias. administrando antibióticos de amplio
espectro.
• La lesión de la uretra es más frecuente en
varones que en mujeres, debido a su mayor ŊŊ Las roturas intraperitoneales requieren
longitud. tratamiento quirúrgico.

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Sección 3: Traumatología

ŊŊ La inestabilidad de la pelvis que causa moverse de la cama a la silla empleando las


por la persistencia de problemas vesica- extremidades superiores, si es posible.
les debe estabilizarse quirúrgicamente.
• Una vez demostrada la consolidación ra-
d. Shock hipovolémico. diológica, puede ir cargándose peso paula-
tinamente, además de iniciar ejercicios de
• El tratamiento se inicia con la valoración
fortalecimiento de las extremidades infe-
multidisciplinar del protocolo ATLS.
riores.
ŊŊ Inserción de dos cánulas gruesas en ve-
7. Complicaciones.
nas periféricas.
a. Las seudoartrosis son raras en las fracturas
ŊŊ Infusión de 2 l de solución isotónica.
estables, pero pueden aparecer en lesiones tra-
• La estabilización de la pelvis debe formar tadas mediante métodos cerrados en las que
parte del tratamiento de urgencia; una ma- quedan inestabilidades no apreciadas.
nera de conseguirlo es envolver al paciente
b. Las consolidaciones defectuosas son más fre-
con una sábana doblada.
cuentes, en especial en pacientes con inestabi-
• Si no hay respuesta adecuada a la adminis- lidad craneocaudal.
tración de líquidos, puede plantearse una
c. Las dismetrías de los miembros y de la pelvis
transfusión de sangre de tipo O negativo.
al sentarse pueden ser consecuencia de despla-
• En los pacientes que no responden a la tera- zamientos craneales de fracturas inestables.
pia inicial con fluidoterapia y transfusión, d. Tromboembolismo.
hay que valorar otras fuentes de hemorra-
gia (abdomen, tórax, heridas abiertas). • La incidencia de trombosis venosa profunda
3: Traumatología

puede alcanzar hasta el 35-50% de los casos.


• Como el 90% de las hemorragias asociadas
a las fracturas de pelvis se deben a hemo- • La incidencia de embolia pulmonar es del
rragias óseas o sangrado venoso retroperi- 10%.
toneal, la angiografía se considera un proce- • Las embolias pulmonares letales se dan en
dimiento complementario más que primario el 2% de los pacientes.
de control de la hemorragia en la mayoría
de los pacientes con fractura de pelvis. e. Se recomienda profilaxis farmacológica en to-
dos los pacientes con fracturas de pelvis; no
• También se han utilizado apósitos he- hay unanimidad sobre su índole y su duración.
mostáticos retroperitoneales como método
complementario para controlar las hemo- f. Los pacientes con contraindicaciones para la
rragias. profilaxis de la trombosis venosa o la embolia
pulmonar pueden beneficiarse de la implanta-
6. Rehabilitación. ción de un filtro de vena cava inferior.
a. Fracturas estables tratadas mediante métodos g. Es posible causar lesiones neurovasculares
no quirúrgicos. con el material de osteosíntesis en la pelvis. Es
obligado conocer a fondo las vías de fijación
• Los pacientes pueden comenzar la movili-
ósea y sus respectivas correlaciones radiográ-
zación inmediatamente evitando la carga ficas antes de intentar la fijación quirúrgica en
del peso tras confirmar que el patrón de las fracturas del cinturón pélvico.
fractura es estable.
• Una vez demostrada la consolidación radioló-
gica puede comenzarse con ejercicios de forta- II. Fracturas acetabulares
lecimiento de cuádriceps, cadera y tronco.
b. Fracturas inestables tratadas quirúrgicamente. A. Epidemiología
• La movilización del paciente y la autoriza- 1. Las fracturas del acetábulo se acompañan con fre-
ción a cargar el peso dependen de la locali- cuencia de otras lesiones.
zación de la fractura en el cinturón pélvico 2. En una de las series de fracturas acetabulares más
posterior. numerosa se encontraron las siguientes lesiones
• Los ejercicios de movilización incluyen asociadas:
apoyo en el miembro ipsilateral a la lesión a. Lesiones de una extremidad: 35%.
pélvica posterior y carga completa del peso
en el contralateral. b. Lesiones en la cabeza: 19%.
• Los pacientes con fracturas posteriores bila- c. Lesiones torácicas: 18%.
terales sólo deben recibir autorización para d. Parálisis de nervios: 13%.

388 Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 © 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons
Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

e. Lesiones abdominales: 8%.


f. Lesiones genitourinarias: 6%.
g. Lesiones de columna vertebral: 4%.
B. Anatomía
1. Letournel describió el acetábulo como una estruc-
tura contenida en un arco con forma de Y inverti-
da (Figura 15).
a. Columna anterior: va desde la parte anterior
de la cresta ilíaca hasta la sínfisis del pubis;
incluye la fosa ilíaca, el pilar medio, la espina
ilíaca anterosuperior, la espina ilíaca anteroin-
ferior y la rama horizontal del pubis.
b. Columna posterior: su extremo craneal es la
ceja cotiloidea; se extiende en dirección caudal Figura 15 Ilustraciones que representan las columnas del
acetábulo tal y como describió Letournel. (Repro-
e incluye la tuberosidad isquiática, la pared ducida con la debida autorización de Letournel E:
posterior y la lámina cuadrilátera. Acetabulum fractures: Classification and manage-
ment. Clin Orthop Relat Res 1980;151:82.)
2. El concepto de columna recalca la importancia de
las estructuras óseas que rodean la superficie articu-
lar a la hora de la reducción, la aplicación de pinzas c. Útil en los siguientes tipos de fracturas:
y la implantación de materiales permanentes.

3: Traumatología
• Pared posterior.
C. Clasificación
• Columna posterior.
1. Clasificación de la AO/OTA: pelvis (hueso 6); lo-
calización acetabular (región 2) (Figura 16). • Columna posterior-pared posterior.
2. La clasificación que más se usa es la de Judet y • Transversas.
Letournel en cinco patrones básicos y otros cinco • Transversa mas pared posterior.
mixtos (Figura 17).
• En forma de T (algunas).
a. Patrones básicos: pared anterior, columna an-
terior, pared posterior, columna posterior y 2. Vía ilioinguinal (Figura 20).
transversa (Tabla 2). a. Usualmente se practica en posición de decúbi-
b. Patrones combinados: columna posterior y pa- to supino; es la más utilizada para las fracturas
red posterior, transversa mas pared posterior, asociadas de ambas columnas del acetábulo.
en forma de T, hemitransversa anteroposterior b. La incisión cutánea clásicamente se hace a lo
y completa de ambas columnas (Tabla 3; y Fi- largo de la cresta ilíaca justo por detrás del pilar
gura 18). intermedio y se continúa hasta la espina ilíaca
D. Vías de abordaje quirúrgico anterosuperior. La incisión sigue una dirección
caudal y medial y acaba 2 cm por encima de la
1. Vía de Kocher-Langenbeck (Figura 19). sínfisis del pubis en la línea media. De ahí se crea
a. Se practica en posición lateral o en decúbito una ventana lateral mediante disección subperiós-
prono. tica del músculo ilíaco en la fosa ilíaca interna.
La ventana medial se hace mediante incisión de la
b. Riesgos durante la exposición. aponeurosis oblicua externa apartándola distal-
• Nervio ciático: se protege mediante visión mente, tras lo cual se separa el ligamento inguinal
directa, flexión de la rodilla y extensión de en su trayecto oblicuo. El nervio femorocutáneo
la cadera. No deben aplicarse separadores externo puede identificarse inmediatamente por
en la escotadura ciática menor. debajo del ligamento inguinal en la espina ilíaca
anterosuperior. La fascia iliopectínea divide esta
• Rama ascendente de la arteria circunfleja ventana media en dos partes: la externa contiene
femoral interna: se protege mediante te- el tendón del psoas ilíaco y el nervio femoral, y la
notomía de los músculos piriforme y ob- interna, el paquete vascular inguinal (arteria, vena
turador interno a 1 cm de sus respectivas y linfático). La fascia iliopectínea se secciona bajo
inserciones femorales. visión directa. La descripción clásica de la ventana
• Paquete vasculonervioso glúteo superior: medial incluye la movilización lateral del cordón
se encuentra entre el glúteo medio y el espermático o el ligamento redondo con sección
glúteo menor. del tendón del recto abdominal.

© 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 389
Sección 3: Traumatología

Localización: Acetábulo (62)

Tipos:
A. Articular parcial, una columna (62-A) B. Articular parcial, transversa (62-B) C. Articular completa, ambas columnas (62-C)
3: Traumatología

Grupos:
Pelvis, acetábulo, articular parcial, Pelvis, acetábulo, articular parcial, Pelvis, acetábulo, articular completa,
una columna (62-A) transversa (62-B) ambas columnas (62-C)
1. Pared 2. Columna 3. Anterior 1. Transversal 2. En forma 3. Columna anterior, 1. Alta 2. Baja 3. Con extensión
posterior posterior (62-A3) (62-B1) de T (62-B2) hemitransversal (62-C1) (62-C2) a la articulación
(62-A1) (62-A2) posterior (62-B3) sacroilíaca (62-C3)

Figura 16 Diagrama de la clasificación de la AO/Orthopaedic Trauma Association de las fracturas del acetábulo.

c. Riesgos durante la exposición. • Corona mortis: comunicación entre los sis-


temas vasculares obturador e ilíacos; puede
• Vasos ilíacos: se protegen mediante disec-
ser arterial, venosa o de ambos sistemas.
ción subperióstica en la ventana lateral; la
tensión sobre los vasos se alivia mantenien- d. Útil en los siguientes tipos de fracturas:
do la cadera del paciente flexionada duran-
• Columna anterior.
te la disección y trabajando a través de la
ventana medial. • Columna anterior-hemitransversal posterior.
• El nervio femorocutáneo se identifica de- • En forma de T.
bajo del ligamento inguinal más profunda- • Transversa.
mente, usualmente a la altura de la espina
ilíaca anterosuperior, aunque su posición • Combinada de ambas columnas.
puede variar. 3. Vía iliofemoral ampliada.
• Cordón espermático y nervio ilioinguinal: a. Algunos autores recomiendan esta vía para
disección cuidadosa de la aponeurosis obli- algunas fracturas del acetábulo complejas que
cua externa. abarcan un componente transverso, transtec-

390 Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 © 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons
Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

3: Traumatología
Figura 17 Diagrama que representa los subtipos de fracturas acetabulares descritos por Letournel y Judet. (Reproducida con
la debida autorización de Webb LX: Open reduction and internal fixation of posterior wall acetabular fractures, en
Flatow E, Colvin AC, eds: Atlas of Essential Orthopaedic Procedures. Rosemont, IL, American Academy of Orthopaedic
Surgeons, 2013, p 385.)

tal fragmentación de la ceja cotiloidea o frac- b. Puede ser útil para la reparación quirúrgica de
turas combinadas de ambas columnas con algunas fracturas de la pared anterior.
fragmentación de la ceja posterior.
E. Mecanismos de lesión
b. Este abordaje quirúrgico se indica en fracturas
1. Frecuentemente por lesiones por traumatismos de
acetabulares de más de tres semanas de anti-
alta energía: choques de vehículos a motor, caídas
güedad.
de altura, accidentes de motocicleta.
4. Vía de Stoppa.
2. Los mecanismos a baja energía pueden darse en
a. Esta vía puede emplearse en reemplazo de la pacientes con huesos poco resistentes.
ventana medial de la exposición ilioinguinal o
3. El patrón de fractura viene determinado por el
usarse independientemente en algunas fractu-
vector de la fuerza lesional y por la posición de la
ras acetabulares.
cadera en el momento del impacto.
b. Se practica una disección retropúbica para ex-
4. La fuerza lesional puede ejercerse directamente
poner la zona interna de la lámina cuadrilátera.
sobre la pelvis o indirectamente por un mecanis-
c. Esta vía de abordaje es útil para visualizar la mo axial desde la cabeza del fémur.
fractura, reducirla, aplicar pinzas hemostáti-
F. Evaluación
cas y colocar placas intrapélvicas.
1. Exploración física.
d. Se utiliza en fracturas combinadas de ambas co-
lumnas y en las fracturas de la columna anterior. a. Dada la gran frecuencia de lesiones asociadas, se
requiere una valoración por el protocolo ATLS.
5. Vía de Smith-Petersen.
b. Se valora la presencia de fractura, roturas de
a. Esta vía de exposición aprovecha el plano in-
ligamentos de la rodilla o parálisis del nervio
ternervioso entre los nervios glúteo superior y
ciático (especialmente en las fracturas-luxa-
femoral.

© 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 391
Sección 3: Traumatología

Tabla 2
Tipos básicos de fracturas acetabulares
Tipos de fracturas
básicas Descripción Comentarios
Pared posterior Separación de la superficie articular Frecuentemente acompañada de luxación posterior de
posterior la cadera
Elevada incidencia de artropatía degenerativa
postraumática aun en los patrones simples
La impactación marginal puede complicar las
estrategias de reducción
Columna El extremo craneal de la fractura El paquete vasculonervioso glúteo superior puede estar
posterior frecuentemente se localiza cerca desplazado o dañado por los fragmentos fracturados
de la punta de la escotadura ciática
mayor, separa la superficie articular
y la lámina cuadrilátera y acaba en el
anillo obturador inferior
Pared anterior La línea de fractura se inicia entre Fractura muy poco frecuente
la espina ilíaca anteroinferior y la
eminencia iliopectínea; incluye partes
de la superficie articular anterior y de
la rama horizontal del pubis
3: Traumatología

Columna anterior La fractura del hueso coxal se Muy baja: el límite craneal de la fractura se encuentra
extiende caudalmente hasta abarcar en el cuerno anterior de la superficie articular
la superficie articular y el anillo Baja: el límite craneal de la fractura se encuentra en el
obturador inferior canal del psoas
Media: el límite craneal de la fractura se encuentra en
la incisura interespinosa
Alta: el límite craneal de la fractura se encuentra en la
cresta ilíaca
Transversa Divide el acetábulo en segmentos Solamente patrones básicos de fractura que incluyen
craneal y caudal ambas columnas
Transtectal: cruza la cúpula del acetábulo
Yuxtatectal: porción craneal de la fosa cotiloidea
Infratectal: la fosa cotiloidea está dividida
horizontalmente

ciones de la pared posterior) en la extremidad necesariamente una estructura anatómica


inferior ipsilateral. particular.
c. La inspección de la piel y los tejidos blandos b. Proyecciones de Judet (oblicuas a 45°): pro-
debe buscar lesiones o heridas en periné, plie- yecciones oblicua ilíaca y oblicua obturatriz
gues glúteos, recto y vagina. (Figura 22).
d. En la piel, deben buscarse lesiones internas • La proyección oblicua ilíaca permite ver la
cerradas de desolladura (Morel-Lavallee). La columna posterior, la pared anterior, la es-
grasa necrosada y el hematoma resultantes cotadura ciática y la fosa ilíaca.
complican la exposición quirúrgica y pueden
• La proyección oblicua obturatriz muestra
requerir un desbridamiento.
la columna anterior, la pared posterior y el
2. Estudios de imagen. surco obturador.
a. La exploración inicial básica corresponde a la • Cuando las radiografías son técnicamente
radiografía anteroposterior de pelvis. correctas, la proyección oblicua ilíaca de
un lado muestra la oblicua obturatriz del
• Para diagnosticar provisionalmente las frac-
contralateral en la misma radiografía.
turas del acetábulo y su tipo se utilizan seis
líneas radiográficas (Figura 21, Tabla 4). c. La TC permite confirmar el patrón de fractura
y comprobar si hay fragmentación articular,
• Estas líneas son anatómicamente tangen-
impactación marginal, fracturas ocultas de la
ciales al haz de rayos X y no representan
cabeza del fémur del mismo lado o fragmentos

392 Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 © 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons
Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

Tabla 3
Tipos de fracturas acetabulares combinadas
Tipos de fracturas combinadas Descripción Comentarios
Columna posterior y pared Combinación de fracturas de la columna El componente de la columna posterior
posterior posterior y de la pared posterior a veces es incompleto
Transversal y paredes Esta modalidad de fractura es muy A veces se acompaña de luxación
posteriores frecuente posterior de la cadera
En forma de T Fractura transversal asociada con una También puede asociarse a fractura de
fractura vertical que separa el segmento la pared posterior
isquiopúbico
Hemitransversal Puede ser una fractura de la pared Tipo de fractura frecuente en el
anteroposterior anterior o de la columna anterior anciano por caída sobre la cadera
combinada con el componente
posterior de una fractura transversal
Completa de ambas columnas Separación completa del acetábulo del El “signo del espolón” en la radiografía
esqueleto axial (Figura 18) es diagnóstico; representa
la porción caudal del ilion intacto
La congruencia secundaria se debe
a la medialización de las columnas
anterior y posterior del acetábulo;
puede ser indicación de tratamiento

3: Traumatología
no quirúrgico en ciertos pacientes

óseos libres en el interior de la cavidad ace-


tabular. La TC también permite descartar la
presencia de lesiones asociadas del cinturón
pélvico, que se dan aproximadamente en el
30% de las fracturas acetabulares.
G. Tratamiento
1. Tratamiento quirúrgico.
a. La RAFI está indicada en las fracturas que cau-
san inestabilidad de la cadera y cuando hay más
de 2 mm de desplazamiento articular, impacta-
ción marginal o fragmentos intraarticulares.
b. Hay datos recientes que apoyan el tratamiento
percutáneo de las fracturas acetabulares con
desplazamiento mínimo para permitir la mo-
vilización en pacientes politraumatizados.
c. Artroplastia total de cadera en determinados Figura 18 Proyección oblicua obturatriz e imagen corres-
pacientes ancianos. pondiente de la tomografía axial computarizada
(inserto) de una fractura acetabular izquierda con
2. Tratamiento no quirúrgico. afectación de ambas columnas. El signo del espo-
lón (flechas) es la representación radiográfica de la
a. Indicado en fracturas con desplazamiento mí- porción caudal del ilion intacto.
nimo (< 2 mm).
b. Ángulos techo-arco: fracturas que no afectan a
la cúpula acetabular, definida por el área con- d. Las fracturas combinadas de ambas columnas
tenida en 45° de arco del techo o los 10 mm pueden mostrar congruencia secundaria; las
craneales del acetábulo analizados en la TC. columnas anterior y posterior se desplazan ha-
cia el centro y contienen la cabeza del fémur
c. Las fracturas de la pared posterior del acetá- manteniendo una alineación aceptable.
bulo se pueden tratar sin cirugía si no hay im-
pactación marginal y la exploración forzada H. Rehabilitación
(realizada bajo anestesia y con fluoroscopia) 1. Se aplica apoyo sobre el lado del acetábulo afecta-
es negativa. do sin cargar el peso del cuerpo.

© 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 393
Sección 3: Traumatología

Figura 19 Fotografías que representan la posición del paciente y las marcas de referencia quirúrgicas para la operación de
reducción abierta y fijación interna de una fractura acetabular a través de la vía de abordaje de Kocher-Langenbeck
en decúbito prono. A, Se coloca al paciente en decúbito prono con el miembro ipsilateral preparado y envuelto con
paños quirúrgicos circunferencialmente. B, Incisión prevista y puntos de referencia.
3: Traumatología

Figura 21 Ilustración que representa las líneas radiográficas


descritas por Letournel que ayudan a valorar las
Figura 20 Fotografía que representa la preparación del fracturas acetabulares en las radiografías planares
paciente y las marcas de referencia quirúrgicas para de la pelvis. (Reproducida con la debida autori-
la operación de reducción abierta y fijación interna zación de Bellino MJ: Acetabular fractures: Acute
del acetábulo a través de la vía de abordaje ilioin- valoration, en Baumgaertner MR, Tornetta P III,
guinal. El paciente se coloca en decúbito supino con eds: Orthopaedic Knowledge Update: Trauma, ed
el miembro ipsilateral preparado y envuelto con 3. Rosemont, IL, American Academy of Orthopae-
paños quirúrgicos circunferencialmente. dic Surgeons, 2005, p 264.)

2. Los pacientes con fractura acetabular bilateral 6. Al cabo de 6-10 semanas, o cuando se aprecie con-
sólo pueden moverse de la cama a la silla utilizan- solidación en las radiografías, puede autorizarse al
do las extremidades superiores. paciente a cargar el peso sobre el miembro.
3. Para prevenir rigideces articulares, se inician ejer- 7. A medida que se va cargando peso se introducen
cicios pasivos continuos tempranamente después gradualmente ejercicios de fortalecimiento del
de la intervención. cuádriceps, cadera y tronco.
4. Deben iniciarse inmediatamente ejercicios activos I. Complicaciones
de movilidad de rodilla y tobillo.
1. Tromboembolismo, igual que en las fracturas de
5. A los pacientes intervenidos por vía posterior con pelvis.
la exposición de Kocher-Langenbeck se les colo-
2. Formación de hueso heterotópico.
can dispositivos de protección de la cadera para
mayor comodidad, para proteger la zona operada a. Aparece sobre todo en los pacientes sometidos
y para evitar desplazamientos. a fijación quirúrgica con la técnica de Kocher-

394 Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 © 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons
Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

Tabla 4
Descripción de las líneas radiográficas usadas para evaluar las fracturas acetabulares
Estructura
Línea radiográfica anatómica Comentario
Borde posterior Pared Usualmente periférica a la pared anterior
del acetábulo posterior Inferiormente cubre el contorno de la tuberosidad isquiática superior
Borde anterior Pared Periféricamente más transversal que el borde posterior
del acetábulo anterior Medialmente confluyente con el borde interior de la lágrima acetabular
Techo del Cúpula del Representa sólo 2-3 mm de la cúpula craneal
acetábulo acetábulo No indica integridad del conjunto de la cúpula
Lágrima Ninguna Rama externa: fosa cotiloidea externa
acetabular Rama interna: pared externa del canal obturador que sale de la lámina cuadrilátera
(U radiográfica) Borde inferior: localizado en la muesca isquiopúbica; forma el borde superior del
agujero obturador
Línea Columna Resulta del haz de rayos tangente a un segmento de la lámina cuadrilátera isquiática
ilioisquiática posterior Cranealmente confluyente con la línea iliopectínea
Línea iliopectínea Columna Entre la sínfisis y la línea ilioisquiática (tres cuartos anteriores de la pelvis), esta
(ceja cotiloidea) anterior línea se corresponde exactamente con el reborde anatómico
La cuarta parte posterior corresponde con una superficie 1-2 cm caudal al
reborde anatómico

3: Traumatología
Figura 22 Proyecciones de Judet de la pelvis. A, Proyección oblicua ilíaca en la que se aprecia la pared anterior del acetábulo
izquierdo, así como la columna posterior. B, Proyección oblicua obturatriz en la que se muestran la columna anterior
de la cadera izquierda y una gran fractura con desplazamiento de la pared posterior. Obsérvese que la imagen oblicua
ilíaca de la cadera afecta corresponde a la imagen oblicua obturatriz de la cadera contralateral, y viceversa.

Langenbeck (Figura 23) o por la vía de exposi- 3. Necrosis aséptica de la cabeza del fémur.
ción iliofemoral ampliada; la osificación hete-
a. Se da más frecuentemente si hay luxación de la ca-
rotópica es rara tras la exposición ilioinguinal.
beza del fémur además de la fractura del acetábulo.
b. También tienen mayor riesgo de formación de b. La cabeza del fémur luxada debe recolocar-
hueso heterotópico los pacientes sometidos a se lo antes posible, para reducir al mínimo la
más de una intervención sobre el acetábulo. trombosis de los vasos que la nutren.
c. Opciones de profilaxis: c. Al practicar la disección en la operación, hay
• Indometacina, 25 mg tres veces al día du- que evitar lesionar la rama ascendente de la
rante 4-6 semanas. arteria circunfleja femoral medial.
• Radioterapia (700 cGy); desaconsejada en 4. Lesiones vasculonerviosas.
niños y en mujeres en edad fértil. a. Pueden ser traumáticas o iatrogénicas.

© 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 395
Sección 3: Traumatología

Figura 23 Radiografía anteroposterior de un paciente con osifi-


cación heterotópica tras fijación de una fractura ace-
tabular por la vía de abordaje de Kocher-Langenbeck.

b. Es imprescindible manejar con sumo cuidado Figura 24 Ilustraciones que representan el sistema de clasi-
3: Traumatología

los tejidos blandos para preservar la función ficación de Isler de las fracturas del sacro. (Repro-
ducida con la debida autorización de Vaccaro AR,
de los nervios (p. ej., manteniendo la cadera Kim DH, Brodke DS, et al: Diagnosis and manage-
extendida y la rodilla flexionada durante el ment of sacral spine fractures: Instructional course
procedimiento de Kocher-Langenbeck con el fin lecture. J Bone Joint Surg Am 2004;86[1]:165-175.)
de proteger el nervio ciático).
c. Los separadores deben aplicarse con cuidado y
se deben evitar los separadores automáticos.
b. Fracturas que afectan a la unión lumbosacra.

III. Fracturas del sacro c. Fracturas intrínsecas del sacro.


2. Las fracturas de sacro asociadas a fracturas de
A. Epidemiología la pelvis suelen ser verticales. Se incluyen en
los sistemas de clasificación de la AO/OTA, de
1. En el 45% de los traumatismos del cinturón pél- Young-Burgess y de Letournel (véase el epígrafe
vico se producen fracturas del sacro. I.C).
2. Algunas fracturas del sacro no afectan al cinturón 3. Las fracturas que afectan a la unión lumbosacra
pélvico y se deben a golpes directos (fracturas trans- se clasifican habitualmente con el sistema de Isler.
versales del sacro, fracturas coccígeas). Correspon- En esta clasificación, la línea de fractura se descri-
den a menos del 5% de las fracturas de sacro.
be con referencia a la carilla articular L5-S1 (Fi-
B. Anatomía gura 24).
1. El sacro tiene una forma aproximadamente trian- a. Las fracturas de tipo I son laterales respecto de
gular en el plano coronal. la carilla.
2. En el plano sagital, la anatomía del sacro es va- • Estas fracturas no suelen comprometer la
riable; suele presentar cierto grado de lordosis, estabilidad lumbosacra.
especialmente en los segmentos caudales.
• Si se combinan con fracturas de las ramas
3. Los túneles para las raíces nerviosas sacras surgen del pubis, pueden afectar a la estabilidad
del canal del sacro y discurren desde su posición
del cinturón pélvico.
inicial central, craneal y posterior en dirección la-
teral, caudal y periférica. b. Las fracturas de tipo II son transversales res-
C. Clasificación de las fracturas pecto de la carilla articular L5-S1.

1. Las fracturas de sacro generalmente se organizan • Se trata de fracturas extraarticulares de la


en tres categorías: unión lumbosacra.

a. Fracturas asociadas a lesiones del cinturón • Hay luxación articular por desplazamiento
pélvico. de la carilla.

396 Aaos Comprehensive Orthopaedic Review 2 © 2014 American Academy Of Orthopaedic Surgeons
Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

Figura 26 Ilustraciones que representan la subclasificación


de las lesiones de la zona III. (Reproducida con la
debida autorización de Vaccaro AR, Kim DH, Bro-
dke DS, et al: Diagnosis and management of sacral
spine fractures: Instructional course lecture. J Bone
Joint Surg Am 2004;86[1]:165-175.)

Figura 25 Ilustración que representa el sistema de clasifi-


cación de Denis de las fracturas intrínsecas del ponente de cizalladura en la lesión o si la
sacro. (Reproducida con la debida autorización fractura es conminuta.
de Vaccaro AR, Kim DH, Brodke DS, et al: Diag-

3: Traumatología
nosis and management of sacral spine fractures: c. Las fracturas de la zona III son mediales a los
Instructional course lecture. J Bone Joint Surg Am
2004;86[1]:165-175.)
túneles de las raíces nerviosas sacras.
• Son las que se acompañan con mayor pro-
babilidad de déficits neurológicos.
c. Las fracturas de tipo III son mediales respecto • Hasta el 76% de los pacientes con fractu-
de la carilla. ras de la zona III presentan disfunción de
• Este tipo de fractura es más probable que intestino, vejiga y órganos sexuales.
cause una inestabilidad importante. • En las fracturas de la zona III puede haber
• Las fracturas bilaterales provocan disocia- un componente transversal. Con frecuencia
ción lumbosacra. se confunden con fracturas bilaterales de las
zonas I o II (aunque en realidad son muy
4. Las fracturas intrínsecas del sacro se clasifican raras). Este componente transversal de las
generalmente según el esquema de Denis. Este sis- fracturas de la zona III ha sido subclasifi-
tema describe la relación de la fractura con los cado por Strange-Vognsen y Lebach y por
túneles de las raíces nerviosas sacras (Figura 25). Roy-Camille y colaboradores (Figura 26).
a. Las fracturas de la zona I son laterales a los 5. Las fracturas de sacro también se pueden clasifi-
túneles de las raíces nerviosas sacras. car según la letra a la que más se asemejan (Figu-
ra 27).
• Es la localización más frecuente de estas
fracturas (50% de la serie original de Denis D. Mecanismos de lesión
y colaboradores). 1. Usualmente se trata de traumatismos de alta ener-
• Aparecen alteraciones de las raíces nervio- gía: caídas de altura, choques de vehículos a mo-
sas en el 6% de los casos, correspondientes tor y accidentes de motocicleta. Los pacientes con
a la raíz L5 o al nervio ciático. huesos de poca calidad pueden presentar fractu-
ras de sacro por sobrecargas no suprafisiológicas.
b. Las fracturas de la zona II pasan a través de los
orificios de los nervios. 2. Los golpes directos o las caídas sobre el sacro
pueden provocar fracturas transversales.
• Ocupan el segundo lugar en frecuencia
(34% de las fracturas de la serie original de 3. En pacientes con osteopenia puede haber fractu-
Denis y colaboradores). ras de sacro por insuficiencia.
• El 28% se acompañan de afectación unila- E. Evaluación
teral de las raíces L5, S1 o S2. 1. Exploración física.
• Las fracturas de la zona II pueden ser con- a. Idéntica a la de los traumatismos del cinturón pél-
siderablemente inestables si hay un com- vico; debe valorarse la estabilidad de la pelvis me-

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Sección 3: Traumatología

la búsqueda de lesiones ocultas. Puede haber


lesiones internas cerradas de desolladura (Mo-
rel-Lavallee).
2. Técnicas de imagen.
a. Radiografías anteroposterior y de la pelvis
mayor y la pelvis menor.
b. La proyección lateral del sacro puede ser útil
en las fracturas transversales del cuerpo del sa-
cro o en las coccígeas.
c. La TC con reconstrucción coronal y sagital
permite valorar los túneles de las raíces ner-
viosas y planear la intervención.
F. Tratamiento
1. A la hora de considerar las opciones terapéuticas,
las fracturas de sacro pueden clasificarse, en líneas
generales, en cuatro subtipos:
a. Fracturas asociadas a lesión del cinturón pélvico.
b. Fracturas acompañadas de lesión de la carilla
articular lumbosacra.
3: Traumatología

Figura 27 Ilustraciones que representan los diferentes tipos


de fracturas del sacro según la letra a la que más
c. Fracturas de sacro con luxación de la articula-
se asemejan. Reproducida con la debida autori- ción lumbosacra asociada.
zación de Vaccaro AR, Kim DH, Brodke DS, et al:
Diagnosis and management of sacral spine fractu- d. Fracturas con lesión neurológica, déficit per-
res: Instructional course lecture. J Bone Joint Surg sistente de la médula espinal o síndrome de la
Am 2004; 86[1]:165-175.) cola de caballo.
2. En las fracturas de sacro que forman parte de una
lesión del cinturón pélvico, el tratamiento de la
diante exploración manual forzada; hay que apli- fractura coincide con el de la lesión pélvica.
car el protocolo ATLS, dada la importante fuerza
que hay que aplicar para que el sacro se fracture. 3. Fracturas con lesión de la carilla articular lumbo-
sacra.
b. Es frecuente que las fracturas de sacro pasen
desapercibidas en la evaluación inicial; hasta a. Las lesiones estables o con desplazamiento mí-
el 30% se diagnostican tardíamente. nimo se pueden tratar mediante métodos con-
servadores.
c. Hay que explorar con la mayor atención las
raíces nerviosas sacras. b. Las lesiones inestables requieren fijación qui-
rúrgica para minimizar el riesgo de incon-
• Debe explorarse y anotarse en la historia clíni- gruencia facetaria residual.
ca el estado de las funciones motora y sensiti-
4. Fracturas con luxación lumbosacra.
va y los reflejos de las extremidades inferiores.
a. Si no hay fragmentos alojados en los túneles de
• La evaluación neurológica incluye la ex- las raíces nerviosas o en el canal central, puede
ploración rectal digital. optarse por la fijación percutánea in situ.
ŊŊ Debe documentarse la contracción del b. Los pacientes con fracturas más desplazadas
esfínter rectal voluntaria y espontánea. requieren tratamiento abierto con descompre-
ŊŊ También se debe documentar la presencia sión. Se han descrito numerosas técnicas, entre
de sensación táctil ligera y a la punción ellas la artrodesis lumbopélvica.
en los dermatomas concéntricos S2 a S5. G. Rehabilitación
• Deben explorarse también los reflejos bul- 1. Véase en la sección I.F.6 la correspondiente a las
bocavernoso y cremastérico. fracturas de sacro que forman parte de una frac-
d. Es también necesaria una exploración vascular tura de pelvis.
de ambas extremidades inferiores. 2. Puede necesitarse rehabilitación específica de le-
e. Los tejidos blandos de la zona pélvica y del siones medulares en los pacientes con déficits neu-
periné se deben explorar cuidadosamente a rológicos.

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Capítulo 36: Fracturas de la pelvis, acetabulares y del sacro

H. Complicaciones 2. La incidencia de no consolidación en las fracturas


de sacro es del 10-15%.
1. Entre el 5 y el 50% de los pacientes operados pre-
sentan infecciones. 3. De los pacientes que presentan una fractura de
sacro, el 30% quedarán con dolor crónico.

Puntos clave a recordar


1. El estudio radiológico del paciente con fractura de 6. Las fracturas acetabulares suelen clasificarse según
pelvis debe incluir radiografías en las proyecciones el sistema de Judet y Letournel. En esta clasificación,
anteroposterior, de la pelvis mayor y de la pelvis se consideran cinco tipos de fracturas básicos y otros
menor, así como TC, que debe considerarse como el cinco combinados.
método de confirmación para analizar con detalle 7. Las proyecciones de Judet de la pelvis ayudan a
el arco posterior y desvelar lesiones ocultas. analizar los detalles de las fracturas acetabulares.
2. El tratamiento inicial de las fracturas de pelvis La proyección oblicua obturatriz muestra la colum-
incluye el control de la hemorragia a base de fajas na anterior y la pared posterior, mientras que la
pélvicas, sábanas y tracción ósea. proyección oblicua ilíaca permite ver la columna
3. Las fracturas de tipo III de Young-Burgess por com- posterior y la pared anterior.
presión anteroposterior son las que tienen mayor 8. La TC es parte integral del estudio radiológico de las
necesidad de reposición hídrica e incidencias de fracturas del acetábulo, ya que permite apreciar si hay
hemorragia y de mortalidad más altas. impactación marginal, fragmentación articular, frag-
4. Es importante descartar el dismorfismo del segmen- mentos óseos libres en el interior de la cavidad acetabu-

3: Traumatología
to sacro superior antes de planificar el tratamiento lar o fracturas de la cabeza del fémur por impacto.
quirúrgico del cinturón pélvico posterior. 9. Las fracturas acetabulares pequeñas o posteriores
5. La proyección radiológica lateral del sacro es obli- periféricas se pueden tratar sin cirugía si no hay im-
gada para comprobar la implantación correcta de pactación marginal y la exploración forzada (reali-
los tornillos en la parte superior del sacro y evitar zada bajo anestesia y con fluoroscopia) es negativa.
lesiones de las raíces nerviosas L5 y S1. 10. En las fracturas del sacro con compromiso anatómico
del canal central o de las raíces nerviosas, se requiere
fijación lumbopélvica además de la descompresión.

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