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¿DE QUIÉN ES EL SAMBA?

Canción popular, media e identidad


nacional en el Brasil de los años 30
Tania da Costa García

Traducción: Luciano Massa


Revisión técnica: Javier Venegas

Tania da Costa García. Doctora en Historia egresada


de la Universidad de San Pablo. Profesora de los cursos
de grado y posgrado en Historia, Universidad Estatal
Paulista · Unesp/Franca, Brasil. Miembro del equipo
de investigación "Cultura e Política nas Américas:
circula~ao de idéias e configura~ao de identidades
(séculas XIX y XX)", financiado por la Funda~ao de
a
Auxilio Pesquisa do Estado de Sao Paulo {Fapesp).
Coeditora de la Revista História de la Unesp. Autora de
numerosos artículos y del libro O lt verde a amare/o de
Carmen Miranda (1930-1946), editado en San Pablo por la
Editorial Annablume, Fapesp, en 2004.

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Estudiar la mustea popular mediatizada para la produc-ción, difusión y fijación de un
como representación social perteneciente a universo simbólico común. En el siglo XX, para
las sociedades modernas, implica investigar las la producción y reproducción de las identidades
relaciones entre lo nacional y lo popular. nacionales -a diferencia del siglo XIX en el que
La idea de nación está tan imbricada a la predominó el uso de la prensa escrita y, por lo
Modernidad que la impresión que se tiene con tanto, de la cultura letrada- se hizo un amplio
relación a la nacionalidad es que tal sentimiento uso de la radio, del cine y de la televisión, a fin
identitario existe desde tiempos remotos. La de promover un conjunto de imágenes y símbo-
historia de la nación, en el caso de los países los capaces de integrar la nación. En América
del continente americano, es narrada desde su Latina, el papel de tales vehículos fue demasiado
"origen", cual sea: el descubrimiento, pasando importante, una vez que la escritura, incluso
por los procesos de colonización e independen- cuando nos adentramos en el siglo XX, era to -
cia. La historia de la nación es la historia contra davía de dominio restricto. Como bien observa
sus opresores. Martín Barbero, a diferencia de la trayectoria
Sin embargo, es solamente con la autonomía europea, prácticamente saltamos de la cultura
política, conquistada a través de los acuerdos oral a la mediática, sin sentar base en la cultura
y/o rupturas, que tiene origen la necesidad de escrita, que, entre nosotros, se desenvolvió
dar sentido a esta unidad. Desde entonces, son paralela y concurrencialmente a aquella propa-
identificados elementos comunes entre aquellos gada por los medios de comunicación masiva. 2
que habitan el mismo territorio. A través de El desarrollo de los medios de comunicación
lazos identitarios, preexistentes y/o inventados en la región, marcado entre los años 20 y 30,
(imaginados) -conjunto de valores, símbolos, coincidió con la intensificación de la migración
recuerdos y mitos disponibles- se define la del campo a la ciudad, con la llegada de levas
identidad nacional. 1 de inmigrantes como consecuencia de las
Tales prefiguraciones, fundadoras de lo crisis económicas de la Europa de posguerra
nacional, fundamentadas en lo social y en lo y con el desarrollo de la industrialización,
político, fueron y son constantemente rein- generando una configuración social más com-
terpretadas por las sucesivas generaciones. En pleja del espacio urbano, lo que exigió una
cada época se utilizan los soportes disponibles nueva organización política sustentada en

1 A. Omith, "Conmemorando a los muertos, inspirando a los vivos. Mapas, recuerdos y moralejas en la creación de las
identidades nacionales", 1998, pp. 61-80.
2 J. Martín-Barbero, Dos meios as media~6es: comunica~ao, cultura e hegemonía, 1997.

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nuevos lazos de solidaridad. Se carecía de una una realidad paralela, en congruencia con
reconfiguración del simbólico nacional capaz las transformaciones sociales del período.
de integrar estos nuevos sectores a la nación. Lo popular urbano, respaldado por los in-
En ese proceso de construcción y recons- tereses de mercado, vía medios de comuni-
trucción de las identidades nacionales, dife- cación, pasaba a integrar el juego político.
rentes apropiaciones de la denominada cultura Vale recordar que, reconociendo el poder
popular estuvieron en choque, incluyendo o persuasivo de los medios, gobiernos populistas
excluyendo en el plano simbólico determinados se apropiaron de estos instrumentos como forma
grupos e ideologías del poder. de atracción y de coerción -desde la propa-
Vale recordar que la relación entre identidad ganda política a la seducción de intelectuales y
nacional y cultura popular tiene inicio con los artistas ligados a este universo, hasta la censura
estudios folclóricos surgidos en la Europa del y la persecución sistemática- a fin de adecuar
siglo XIX, como consecuencia de la necesidad de y disciplinar los elementos oriundos de este
consútución de una identidad para la nación. En universo a la ideología del Estado. Evidente-
bu.sea de la ''e..-encia del pueblo", los folcloristas mente las reacciones fueron las más diversas,
escogieron el mundo campesino como depositario desencadenando negociaciones entre los grupos
de lll1 pasado común capa: de representar el espí- divergentes. Esta perspectiva predominó en
riru nacional, en denirnemo del universo urbano diferentes países de América Latina entre los
degradado, corrompido, visto como amenaza a arí.os 30 y 40, eligiendo lo popular como lugar
esta unidad. Lo que interesaba era el "pasado de lucha y de conflicto.
en vías de extinción".3 A pesar de las polémicas Aclaro, desde ya, que no pretendo, con ese
internas entre los folcloristas, esta concepción de encaminamiento, simbolizar a la cultura popular
folclore fue, básicamente, la que alcanzó el siglo como un formato monolítico, detentado exclusi-
XX, orientando los debates en tomo a los criterios vamente por un grupo social. Como bien afirma
para definir la cultura nacional. Stuart Hall, "no existe una cultura popular ín-
Sin embargo, al promoverse la integración tegra y autónoma situada fuera de las relaciones
de las manifestaciones culturales de los de abajo de poder y de la dominación cultural".6
al universo simbólico de la nación, se procede Tener, por lo tanto, la canción popular, su
no sólo a una selección, sino también a una re- producción, circulación y consumo, como obje-
apropiación de estos elementos, atribuyéndoles to de investigación histórica significa un acceso
nuevos significados y descartando otros. Ese fue privilegiado al proceso de transformaciones polí-
el caso, por ejemplo, de la música culta brasileña ticas y sociales, a partir de las reconfiguraciones
inspirada en los motivos populares.4 operadas en el campo de la cultura.
Lo popular se tornó también una denomi- Para una reflexión más detenida sobre el
nación para diferenciar la cultura producida tema, traigo aquí algunas consideraciones sobre
de forma espontánea en el medio urbano, de los discursos en torno a la identidad nacional
aquella letrada, de origen iluminista, institucio- que atravesaron el ambiente social y cultural del
nalizada como la "verdadera cultura". 5 Brasil de los años 30, teniendo como objeto de
Aún así, a pesar del reconocimiento o no análisis el universo de la canción popular, sobre
de ese universo por los grupos que asociaban todo el samba.
lo nacional a la "alta cultu ra", los medios En las páginas de la revista de variedades O
de comunicación (la radio, el disco, el cine) Cruzeiro, publicación de· circulación nacional
asociados a la libertad de consumo inhe- de mayor destaque en el período, en febrero de
rente a las sociedades capitalistas, forjaron 1937 las discusiones en torno del samba, como

3 R. Ortiz, Románticos e folcloristas: cultura popular, 1993, pp. 23-28.


4 Para Mario de Andradc, intelectual del movimiento modernista de 1922, que integró posteriormente el gobierno de Gctulio
Vargas, la música popular debía ser el punto de partida para la creación de la moderna música brasileña.
5 S. Hall, "Notas sobre a dcsconstru<;áo do 'popular' ", 2003.
6 Ibídem, p. 254.

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símbolo de música nacional, estaban a la orden rural,".8 En esta dirección era negada toda" (... )
del día. Vale aquí la reproducción del fragmento: la cultura popular emergente, la de los negros
de la ciudad, por ejemplo, y todo un gestuario
( ... ) En el Brasil el samba nace de una que proyectaba las contradicciones sociales en
encrucijada de razas diversas y de culturas el espacio urbano, en nombre de la estilización
diferentes. El negro trajo para nuestra música
de las fuentes de la cultura popular rural" .9 Así,
popular la misteriosa majestuosidad de sus
dioses esculpidos en ébano. El samba de las
a despecho de reconocer la fuerza de este reper-
fa velas cariocas y los maracatus de Pernambuco, torio que tomaba cuenta de la escucha urbana,
descendientes directos y próximos de la música llegando el periodista a apoyar el género como
que él practicaba en el continente africano, integrante del cancionero nacional, dejaba
conserva todavía hoy un profundo carácter registradas sus consideraciones. La raíz negra
religioso (... ).
del samba, para ser digerida por una sociedad
En su origen, practicada al aire libre, la
música negra utiliza una gran variedad de rígidamente jerarquizada, debería pasar antes
instrumentos de percusión( ... ). por el perfeccionamiento del blanco. Pues el
El negro posee por eso pocos instrumentos negro, siendo un primitivo, no tendría capaci-
melódicos. Todas las fases por las que pasó el dad para crear la canción popular nacional. Su
sonido musical en las naciones civilizadas, ( .. .) "impulsividad", "sensualidad'' y "sopor animal"
quedaron cerradas a la raza negra. (...).
Artísticamente el negro no es un prima-
se traducían en un "desequilibrio moral e inte-
rio. Es a lo sumo un primitivo, temperamento lectual", 10 comprometiendo la musicalidad. Sólo
impulsivo, sensualidad a flor de piel, melodía una raza "superior" podría, a través de ordena-
a flor de los labios: sopor animal seguido de ción y de selección, dar sentido a su sonoridad.
paroxismos criminales o éxtasis místico. Las palabras "seleccionar" y "ordenar" marcan
Falta en ellas la inteligencia constructiva de
exactamente el significado que tiene la cultura
las razas superiores que selecciona, compone y
ordena, atributo de las razas superiores. (...) para los pretendidos "estratos cultos": barbarie
Él es ante todo un improvisador ingenuo. (...) a ser civilizada. La mezcla sería solo permitida
Se coma necesario el recurso de la in- si se sometía a este proceso de depuración. Esta
teligencia del blanco, para coordenar, ritmar, era la forma encontrada para la aceptación
organizar la abundancia amoifa de las mani- de la canción popular urbana, vehiculizada y
festaciones del arte negro.
propagada por los medios de comunicación
(...) El florecimiento del ambiente urbano
permitió el punto de mixtura creativa entre de masas como representación de lo nacional.
los sonidos escindidos por la Casa Grande y Paralela y marginalmente, el mismo género
la Senzala, creando el espacio de una síntesis musical hacía emerger temas que comprome-
original entre las influencias musicales afri- tían esta unidad idealizada. Desordenando y
canas, europeas y, en menor grado, del indio desorganizando, la propia canción popular
de la tierra. 7
presentaba un otro universo simbólico, tor-
nándose, al mismo tiempo, producto y proceso
Indudablemente, los orígenes de este dis- de las representaciones que iban componiendo
curso en torno de lo que debería representar lo nacional.
la música popular nacional estaban en el
Modernismo Musical. "'Nuestro repertorio En un pasaje de Voce nasceu pra ser gran-
sonoro honra la nacionalidad,, decía Mário de fina, 11 samba de La urindo de A lmeida, la
Andrade en el Ensaio sobre a música brasileira oposición entre la cultura del morro y la
(1928), refiriéndose a las virtudes' autóctonas, de la ciudad apunta hacia las fronteras de-
y 'tradicionalmente nacionales de la música marcadas del espacio urbano. El morro es el

7 Revista O Cruzeiro, 6/02/37, pp. 36-37.


8 J.M. Wisnik, O nacional e o popular na cultura brasileira. Musica, 1982, p. 131.
9 Ibídem, p. 133.
10 R. Ortiz, Cultura Brasileira e Identidade Nacional, 1985, p. 21.
11 Samba de autoría de Laurindo de Almeida, grabado por Carmen Miranda en abril de l 930, en Odeon.

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lugar de la cancwn nacional en opos1c10n Dizque o samba é coisa "pau",
a la ciudad civilizada y sin identidad. 12 faz barulho inté se zanga
Mas a noite, toda prosa, dan~a o samba na
Vocé quería aprender o samba Kananga'*
Mas sua cabecinha nao deve andar boa
A sua voz é desclassificada La identificación de esos sectores de la so-
Nao tem ritmo nem nada, vocé náo enroa ciedad con la canción popular urbana ocurría de
Vocé nasceu pra ser granfina
forma clandestina. El malandraje, presente en
Andar na seda e discutir francés
Se compenetre que o samba é alta bossa el samba, iba seduciendo a todos con su ritmo y
E é p'rá nego de cho<;a que nao fala inglés (...) • revelando que entre el "orden" y el "desorden"
había más comunicación que la que el discurso
A la gente civilizada que prefiere el francés hacía suponer. Al mismo tiempo, demostraba el
o el inglés antes que el portugués, le falta el recelo de esos segmentos en formar parte de esta
ritmo de samba. Y el samba es reivindicado unidad, que elegía lo que era "nuestro" como
como representación exclusiva de un determi- representación de lo nacional, y transformaba
nado segmento social, pues para entender de a todos en brasileños.
samba es preciso nacer en el morro. Aunque la
palabra "morro" no aparezca, "nego de cho~a" El samba, elegido como símbolo del "pueblo
marca la oposición a la ciudad. De ese modo, nuevo", hacía transparentes las fronteras so-
si por un lado la canción popular negociaba e ciales que la política populista del período in-
inventaba una unidad, por otro se burlaba de sistía en esconder detrás de la unidad nacional.
los elementos de distinción social ostentados Unidad que no era simplemente un discurso
por las pretendidas clases "elevadas". ideológico gubernamental, sino que integraba,
de hecho, el imaginario de esta sociedad.
El comportamiento disimulado de las preten- Aunque no se esté tratando aquí propia-
didas "clases cultas", que aunque demostrasen mente del denominado "samba malandro" y de
simpatía por el género, insistían en rebajarlo la censura sobre esta temática instituída por el
frente a la música extranjera o erudita, no pasó Departamento de Prensa y Propaganda a partir
desapercibido por el sambista. de 1940,13 llamo la atención en el hecho de que el
malandraje no era sólo tema de la canción, atra-
El Samba de Assis Valente, Tsso rufo se atura, vesaba en verdad todo el repertorio referente al
grabado por Carmen Miranda en 1935, ironiza género. 14 El malandraje constituía, en el período,
tal situación. Sigue la reproducción de parte una táctica de supervivencia y de contestación
de la letra: al status qua. Así, el malandra está no sólo en la
figura del hombre sustentado por la mujer, o en
(... ) A Madame Butterfly diz que Beethoven aquel personaje que no trabaja y sabe cuán bueno
é seu querido
es ser libre y vaguear, sino en el que se b~rla de los
Quando ouve a batucada piie o dedo no
ouvido valores importados de la gente bacana, presente
en el samba de Laurindo de Almeida; en aquel

12 Lamentablemente, no füeron localizados los fonogramas con las interpretaciones de las canciones aquí analizadas, por eso me
limito a trabajar solamente con las letras de los sambas, lo que considero pertinente para los propósitos aquí objetivados.
* "Vos querías aprender el samba/ Pero tu cabecita no debe andar bien / 1i.1 voz es descalificada/. [N. de T. J.
No tiene ritmo ni nada, vos no entonás / Vos naciste para ser bacan a/ Vestir de seda y discutir en francés /
Convencete que el samba es alta bossa ! Y es pal ' negro de la choza que no habla inglés".
** "Madame Butterfly dice que Bccthovcn es su querido/ Cuando oye la batucada pone el dedo en el oído / Dice que el samba
es cosa 'paf' , hace barullo ronces se enoja/ Pero a la noche, toda fanfarrona, baila el samba en Kananga". [N. de T. ].
13 El Departamento de Prensa y Propaganda fue creado por el gobierno de Geculio Vargas en 1939, durante el Estado Novo,
a fin de difundir no sólo una imagen positiva del gobierno, sino también rechazar a sus opositores.
14 En este período, el gobierno populista de Getulio Vargas, sin poder negar el éxito de público alcanzado por la canción
popular, invertía en el samba, buscando construir un canal de comunicación con un electorado más amplio. Aún así, dictaba
cuál repertorio debería representar la música popular brasileña.

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que exalta la cultura del morro en oposición a la la "vagancia organizada". Nuevamente, Assis
ciudad: la sociedad culta del dote, presente en junta dos palabras de sentidos contradictorios,
Isso nao se atura; y no el holgazán que se queja ironizando la lógica dominante y proponiendo
de la policía y encuentra una forma de engañar otra en su lugar. Es carnaval, y el orden institui-
a la autoridad como en el samba de Assis Valen- do da permiso a la subversión, al desacato. Pero,
te, Minha embaixada chegou de 1935. Dudando este mismo carnaval, al apelar a una alegría
del sistema, esto es, queriendo ser ciudadano, colectiva, termina omitiendo las diferencias
pero desconfiando del precio de esa adhesión, sociales. Assis no pierde esta dimensión de la
se burla y critica el orden instituido, inven- fiesta llamando la atención hacia el nombre de
tando otro en su lugar a través de la canción: la Favela en la lujosa academia. Y hace la crítica
de la apropiación del samba y del carnaval por
Minha embaixada chegou, deixa o meu povo passar
Meu povo pede licen<,a, p'rá na batucada desacatar
las "clases cultas" que, aunque caigan en la
Vem vadiar no meu corac;áo farra, menosprecian los valores de la gente del
Cai no folia meu a mor pueblo. El sambista exalta la Favela como un
Vem esquecer sua tristeza lugar apartado de la ciudad, con otra cultura,
Mentido a natureza otros "doctores", otra "medicina", y desaprueba
Sorrindo a tua dor
Eu vi o nome da Favela, na luxuosa academia
a la ciudad como el lugar del samba, porque en
Mas a favela p'ro dotó é morada de malandro ella no hay espacio para la "gente del morro".
Que náo tem nenhum valor La oposición entre la cultura del morro y de la
Náo tem doutores na Favela, mas a Favela ciudad apunta hacia las fronteras demarcadas
tem doutores del espacio urbano. El morro, la favela, fue el
O professor se chama bamba, medicina lá é
lugar encontrado por aquellos que tuvieron su
macumba
Cirurgia lá é samba vida privada, invadida y desautorizada por la re-
Já náo se ouve a batucada, a serenata náo há ordenación del espacio promovida por el Estado.
mais Como bien afirma Garcez Marins, el límite de
E o violáo deixou o morro e ficou pela cidade esta reurbanización se encontraba en la ausen-
Onde o samba náo se faz
cia de una política habitacional que solucionase
Minha embaixada chegou, meu povo deixou
passar
el problema de la vivienda. 15 De este modo, la
Ela agradece a licenc;a que o povo !he deu para favela se volvió el lugar del "otro" indeseable,
desacatar:•• de aquel que, impedido de estar en medio de
la civilización, subió al morro para poder vivir
El samba comienza pidiendo permiso para y salvaguardar sus costumbres. Desde 1903, el
desacatar. Sin embargo, permiso y desacato Estado prácticamente legalizaba el proceso de
son palabras de significados opuestos, ya que favelamiento. De acuerdo con la ley, "Las chozas
quien desacata no pide permiso, al contrario, toscas no serán permitidas, sea cual fuese el
desconsidera cualquier convención. Pero este pretexto al que se eche mano para la obtención
fue un samba lanzado para el carnaval y el jefe del permiso, salvo en los morros que todavía no
de la farra, parodiando al jefe de policía, que- tuvieran habitaciones y mediante permiso" . 16
riendo evitar confusiones con las autoridades, Según Marins, "los morros estaban por todo Rio,
va avisando a al que vino, invitando a todos a y casi todos eran deshabitados; en cuanto a los

*** "Mi embajada llegó, deja a mi pueblo pasar/ Mi pueblo pide permiso, para desacatar en la batucada / Ven a vaguear
en mi corazón/ Cae en la farra mi amor / Ven a olvidar tu tristeza/ Mintiendo a la naturaleza/ Sonriendo a tu dolor / Vi el
nombre de la Favela, en la lujosa academia / Pero la Favela pal dotor es morada de malandra / Que no tiene ningún valor
/ No hay doctores en la Favela, pero la Favela tiene doctores / El profesor se llama bamba, medicina allá es macumba /
Cirugía allá es samba / Ya no se oye la batucada, serenata no hay más/ Y la guitarra dejó el morro y se quedó por la ciudad
/ Donde no se hace el samba/ Mi embajada llegó, mi pueblo dejó pasar / Ella agradece el permiso que el pueblo le dio para
desacatar". [N. de TJ.
15 G. C. P. Marins, "Habita<,áo e Vizinhan<,a: limites da privacidade no surgimento das metrópoles brasileiras", s/f, p. J 59.
16 N. Sevcenko (org)., Hiscória da Vida Privada no Brasil-República; da belle époque ¿¡erado rcúlio, s/f, p. 154.

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permisos (... ) esos pudieron ser fácilmente olvi- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
dados, o incluso evadidos". 17 De esta forma, se
- HALL, S.: "Notas sobre a desconstru,;ao do 'popular"',
reescribía en la urbe la escición social y espacial en Hall, S.: Da Diáspora: Identidade e media¡;oes culturais,
marcada por la Casa Grande y la Senzala. Por Belo Horizonte, Editora UFMG, 2003.
eso, en la música de Assis Valente el malandra - MARTIN-BARBERO, J.: Dos meios ás media¡;oes:
comzmica<;ao, cultura e hegemonía. Rio de Janeiro, UFRJ,
desobedece, negando lo que le fue negado: el 1997.
orden de la ciudad. Desobedece para desorde- - MARINS, G. C. P.: "Habira,;áo e Vizinhan,;a: limites da
nar y reordenar enseguida según sus deseos. privacidade no surgimento das mecrópoles brasileiras",
en Sevcenko, N. (org.): História da Vida Privada 1w Brasil-
En el Brasil de los años 30 la canción
República; da belle époque aera do rádio, Sao Paulo, Cia. de
popular urbana, más exactamente el samba las Letras, s/f.
carioca, a concragusto de aquellos que veían al - ORTlZ, R.: Romi'mticos e folcloristas: cultura popular, Sao
género como cultura inferior, "cosa de negro" Paulo, Brasiliense, 1993.
- ORTIZ, R.: Cultura Brasileira e ldentidade Nacional, Sao
que precisaba ser civilizada por la "cultura del Paulo, Brasilicnsc, 1985.
blanco", conquistaba espacio en la radio, en el - SMITH, A.: "Conmemorando a los muertos, inspirando a
disco, en el cine, y ganaba audiencia nacional. los vivos. Mapas, recuerdos y moralejas en la creación de las
A los medios de comunicación les interesaba identidades nacionales", en Revista Mexicana de Sociología,
vol. 60, Nº l, enero-marzo 1998.
apostar en la propagación del género y expan- - WISNIK, J. M.: O nacional e o po¡,ular na cultura brasileira.
dir su mercado consumidor. Al gobierno no le Musica, Sáo Paulo, Brasilicnsc, 1982.
quedaba otra postura más que conceder lugar
a aquellos sectores que, cada vez más, pasaban
a interferir en el juego político; es un hecho
que tal reconocimiento significó la selección y
la censura de un repertorio. Los sambistas, a su
vez, sin preterir la posibilidad de difusión de su
trabajo y de profesionalización en el mercado,
no dejaron, sin embargo, de posicionarse frente
a las tensiones generadas en torno del samba
integrado al simbólico de la nación. En sus
composiciones trataron de señalar las fisuras
de esta unidad, revelando las jerarquías y los
conflictos sociales del período. :~

17 Ibídem, p. 154

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