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TEMA 2.
A partir de los sofistas el centro de interés del pensamiento pasa del tema de la
naturaleza al problema del hombre. En relación con las leyes por las que ha de regirse
la comunidad política (leyes políticas) y el individuo (leyes morales), se plantea el
problema acerca de la naturalidad o convencionalidad de las mismas, es decir, el
problema de la contraposición physis-nomos. El término “physis” hay que entenderlo
como “lo natural”, “la ley de la naturaleza” y el término “nomos” como “la norma”, la
“ley” establecida por los seres humanos, como “lo convenido”, la “ley de la ciudad”.
Esta oposición physis-nomos no se daba en la filosofía presocrática porque no existía
esa distinción ya que era una y la misma la ley que gobernaba tanto en la ciudad como
en el ámbito de la naturaleza en general.
Cuando se plantean este problema los sofistas se están preguntando por la validez
del nomos, y esto significa preguntarse por la validez del derecho, de las costumbres,
es decir, por la validez de las leyes que gobiernan la ciudad y para la mayoría de los
sofistas esas leyes no son naturales sino artificiales, convencionales, creadas por el
hombre: surgen de los pactos y consensos entre los hombres. (Convencionalismo).
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Para no perder el hilo de la exposición vamos a desarrollar primero el apartado sobre el intelectualismo
moral y después el apartado sobre el método socrático.
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Tema 2
1ª Parte. Filosofía antigua y medieval.
Historia de la Filosofía. Antonio José López.
Protágoras afirmaba que el hombre era la medida de todas las cosas; con esta
afirmación establece el relativismo en el plano del conocimiento, relativismo que
llevará al escepticismo: pues si cada hombre en concreto tiene un conocimiento
particular de la realidad entonces se hace imposible un conocimiento universal válido
para la totalidad de los hombres; pero no sólo se trata de un relativismo cognoscitivo,
también en el plano de la moral cada hombre tendrá una determinada idea de lo que es
el bien, lo justo, etc., de modo que cada sujeto tendrá una visión particular –subjetiva-
de los valores morales (relativismo moral).
Así, pues, hay que interpretar la posición moral y gnoseológica de Sócrates como
una reacción frente al relativismo y convencionalismo de los sofistas. (Para Sócrates,
también el excesivo individualismo de los sofistas suponía una amenaza para la
integridad de la polis).
Frente al convencionalismo sofístico que sostiene que las leyes son creaciones
humanas, Sócrates defiende que las leyes morales habría que buscarlas en la propia
naturaleza del sujeto, en su interioridad. Para este filósofo, la naturaleza o esencia del
hombre sería el alma, entendida como conciencia y personalidad tanto intelectual
como moralmente; de ahí que, siguiendo la inscripción del templo de Delfos “conócete
a ti mismo”, Sócrates haga un llamamiento a la interioridad, invitando al hombre a
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Tema 2
1ª Parte. Filosofía antigua y medieval.
Historia de la Filosofía. Antonio José López.
reflexionar sobre sí mismo pues sólo esa auto-reflexión será la que le lleve a
reconocer sus propios límites y a hacerle justo y virtuoso.
SÓCRATES2
El intelectualismo moral.
Es, pues, necesario esforzarse en definir con rigor las virtudes o conceptos morales
para llegar a un acuerdo racional sobre temas morales y políticos. Además, es
necesario esforzarse, porque según Sócrates sólo sabiendo qué es la justicia se puede
ser justo, solo sabiendo qué es lo bueno se puede obrar bien. Sócrates tiende a
identificar la virtud con el saber; esta identificación suele denominarse intelectualismo
moral. Según nuestro autor, el bien y la virtud proporcionan la auténtica felicidad, de
modo que entonces nadie obrará mal intencionadamente pues nadie quiere ser infeliz o
desgraciado. Si alguien hace el mal, será sólo por ignorancia. Solamente el hombre
bueno o virtuoso puede ser feliz.
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Sócrates es uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos, no sólo porque fue el maestro
de otro grande, Platón, sino porque representa a su vez el espíritu reflexivo y crítico que caracteriza a la
filosofía. Nace en el año 470 a. C. en Atenas, hijo de Sofronisco –escultor– y Fenareta –comadrona–; se
casó con Jantipa. Lo que más amaba era poder hablar con los jóvenes griegos en el ágora, auténtico
mercado de las ideas. Su vida –igual que su muerte– es un auténtico espejo de sus doctrinas filosóficas;
acusado injustamente por Meleto y Anito de corromper a la juventud y negar a los dioses fue condenado
a tomar un veneno –cicuta– que acabara con su vida. Sus jóvenes amigos aristócratas le propusieron la
huida pero él en un gesto de honradez y para seguir siendo consecuente con su filosofía se negó a esta
propuesta aceptando su inevitable destino trágico para no transgredir las leyes de la ciudad. Sócrates era
un personaje molesto para las autoridades atenienses porque nunca ocultaba la verdad, de ahí que él
dijera de sí mismo que era como una especie de “tábano” de las conciencias. Hay autores que lo
consideran un personaje tan importante como Jesús. Nunca escribió nada pero su pensamiento fue
ampliamente difundido por su gran discípulo, Platón. Murió en el año 399 a. C. al tomar la cicuta.
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Tema 2
1ª Parte. Filosofía antigua y medieval.
Historia de la Filosofía. Antonio José López.
El método socrático.
Frente a los monólogos de los sofistas, Sócrates –que nunca cobró nada por
sus enseñanzas- propone el diálogo como forma de conocimiento. Este autor concedía
una importancia fundamental a la educación de los ciudadanos. Partiendo de la idea de
que la verdad se encuentra en el interior de las personas y tomando como ejemplo los
oficios de su padre –escultor- y de su madre –comadrona -, dirá que su tarea consiste
en ayudar a dar a luz (mayéutica) a las ideas que las personas llevan dentro.