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Decadencia de las Naciones

Desarrollo Humano y Profesional


Parte 1
La humanidad cuenta con años, quizás mejor contables en siglos de historia. A lo largo de
nuestra historia hemos visto un sinfín de pueblos, imperios, reinos o en general, grupos de
personas que comparten rasgos culturales, idiomáticos u otros. Sin embargo, estos grupos
no se han mantenido a lo largo del desarrollo de la humanidad. Las civilizaciones florecen y
mueren, pues incluso ellas son parte del innegable ciclo de vida que rige nuestro mundo.
Cada civilización ha sido espectacular y ha tenido su aporte y trascendencia a lo largo de la
historia. Sin embargo, es la cultura la que hace que los seres sean humanos, racionales,
críticos y éticamente comprometidos, se podría decir que el “cómo vivimos” viene de la
cultura.
Pero el ciclo de vida que nos rige no es estático, existe el proceso de muerte y seguramente
de agonía en estos grupos sociales. Por eso tenemos la decadencia social, la
descomposición cultural, y la descomposición moral:

Declinación de la
educación
Crisis de la falta Crecimiento de
de ley Debilidad en los la inmoralidad
fundamentos
culturales
Pérdida de Descomposición Descomposición
Decadencia cultural Descomposición
disciplina Pérdida del de la creencia
Social respeto por la moral
económica religiosa
tradición

Una creciente Aumento del Devaluación de


burocracia materialismo la vida humana

Este declive en nuestra actualidad sigue los patrones de otras épocas. Se sabe de los vicios
extranjeros, de la opresión y el abuso de poder que acabaron con grupos enteros. Sin
embargo, estamos repitiendo ese mismo patrón de comportamiento.
La corriente
La devaluación de los principios y fundamentos de la cultura y la sociedad son la causa de
la decadencia actual. Vemos un efecto domino en donde la falta de principios éticos y
morales causa una decadencia moral en el “ser” o individuo. Esto a su vez genera cambios
a mayor escala en la inmoralidad e ilegalidad, adaptación y acomodamiento a la
degradación de la moral, generando deshonestidad y violencia sistémica y cultural. Los
efectos se manifiestan en:
Hogares

Medios de
Centros
comuica-
educativos
ción

Decadencia
Lugares
Religión
de trabajo

Entreteni-
Gobierno
miento

Todas estas áreas se ven afectadas por la decadencia de los principios éticos y morales.
Todas tienen el común el abuso, la pasividad, la irresponsabilidad, los engaños, la poca
organización y la vida sin propósito. Mucho de algo, siempre será malo. Actuar sin esperar
consecuencias es ingenuo y hasta carece de un sentido común básico. Vivimos enfocados
en nosotros mismos que no nos percatamos de nuestro efecto externo, y por lo mismo, no
tenemos una meta común como nación.
Las personas que trabajan para conducir nuestra nación son líderes que en muchas
ocasiones no son las personas más aptas. “En lugar de servir, usan a la gente y se sirven de
ella”. Vivimos en un mundo en dónde los líderes ya no trabajan para el pueblo, si no es el
pueblo quien debe servir a los líderes. Necesitamos recuperar los valores y principios de
nuestra sociedad para tener lideres justos y ejemplares. Necesitamos tener un sentido de
comunidad y abnegación para poder dar sin necesidad de esperar algo a cambio. Aunque
claro, los lideres sociales deberían serlo sabiendo que no van a recibir nada más que el
agradecimiento de la gente.
El poder es una cuestión difícil de tratar y lidiar, especialmente para los lideres pues ellos
son los que tienen la mayor oportunidad de fallar. Sin embargo, existen otros sectores de la
población que pueden tener el mismo riesgo como se presentan a continuación:
Son un puñado.
Malos Tienen muy claros sus propósitos, crean y fomentan la
corriente.

Son muchos.
Cómplices Apoyan a los malos y comparten el botín "sin involucrarse".

Son la mayoría.
Indiferentes No están de acuerdo con el mal, pero no hacen nada ni
saben cómo ponerse.

Son algunos.
Tratan de resistirse a la corrupción, pero al ver la aparente
Confundidos prosperidad de los malos, dudan en hacer el bien.
Pronto serán parte de la corriente

Estamos en crecimiento.
Íntegros Son los que hacen el bien, alcanzando la prosperidad en
todo sentido. Debemos fomentar su incremento.

Como vemos, la mayoría es gente indiferente a la situación actual y en muchos casos, a la


realidad. Ellos y los confundidos son los sectores más vulnerables al poder. Siempre es
importante recordar que, aunque vivamos en un mundo con muchos requisitos materiales,
no deben ser el fin de nuestras vidas. Ni el dinero ni el poder deben ser una meta o un fin, si
no un medio para lograr los objetivos que tengamos, que tendrían que ser para nuestro
beneficio honesto o para beneficio de la nación.
Es trascendental entender que los cambios siempre empezaran de la unidad más pequeña,
que sería con nosotros mismos. Debemos oponernos a la corriente de decadencia y ser parte
del cambio positivo con principios y valores éticos-morales. Si cambiamos nosotros, es más
fácil incitar al cambio en nuestro entorno. Debemos buscar nuestro bienestar en las áreas:

Físico-
Espiritual Intelectual Financiero Sociocultural
Emocional

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