Está en la página 1de 36

Hola Aquí les dejo un trabajo Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

Hola Aquí les dejo un trabajo

«Platillo volante» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Platillo volante


(desambiguación).
No debe confundirse con el objeto sumergible no identificado osni.
Clásica fotografía de un ovni en Nueva Jersey, tomada el 31 de julio de 1952.1

El término objeto volador no identificado, más conocido por el acrónimo ovni,2


nota 1
se refiere a la observación de un objeto volador, real o aparente, que no
puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido
después de una investigación.
El acrónimo fue creado para reemplazar al de «platillo volante», ya que a
diferencia de este un ovni no tiene por qué ser necesariamente un objeto
tecnológico o tripulado (puede ser también una estrella, un meteorito o un avión
desconocido), y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones
aéreas. Aunque autores como Erich von Däniken o Jacques Vallée han apuntado
que los antiguos carros de los dioses o las apariciones y raptos en bosques y
pantanos podían ser el equivalente a los relatos ovni actuales, el fenómeno
comenzó en 1947, íntimamente vinculado a los medios de comunicación.
La literatura especializada en estos temas ha ido creciendo en número de
cabeceras y tirada, para pasar a recoger también supuestos contactos telepáticos,
pretendidos secuestros y declaraciones sobre experimentos genéticos realizados
por los tripulantes de dichos objetos. Todas estas afirmaciones extraordinarias
tienen en común la ausencia de pruebas extraordinarias que las demuestren. Pese
a ello, la hipótesis extraterrestre sigue siendo tema de debate.

Índice

 1Contexto histórico
 2Terminología
 3Historia
o 3.1Ovnis en la Edad Antigua, Media y Moderna
o 3.2Ovnis contemporáneos
 4Investigación
o 4.1Líneas de investigación
o 4.2Clasificación de los ovnis según su
observación
 4.2.1Encuentros lejanos
 4.2.2Encuentros cercanos
o 4.3Clasificación de los ovnis por su forma
o 4.4Resultados
 5Interpretación
o 5.1Hipótesis extraterrestre
o 5.2Carl Gustav Jung: fundamentación psíquica
o 5.3Hipótesis psicosocial
o 5.4Hipótesis paraufológica
 6Los ovnis en la cultura popular
 7Véase también
 8Notas
 9Referencias
 10Bibliografía
o 10.1Bibliografía utilizada
o 10.2Bibliografía adicional

Contexto histórico[editar]
Autores como Luis Alfonso Gámez, Ricardo Campo1 o Neil deGrasse Tyson3 han
insistido en la gran importancia de los antecedentes históricos que rodeaban el
nacimiento y la popularización del término «ovni».

El astrónomo norteamericano Percival Lowell, defensor de vivir cerca de otras civilizaciones


extraterrestres con gran inteligencia.

A finales del siglo XIX y principios del XX, Percival Lowell había publicado varias


obras sobre Marte en las que postulaba que las líneas oscuras divisadas
por Giovanni Schiaparelli en la superficie marciana constituían una red de canales
creados por una civilización inteligente, para traer agua desde los polos al ecuador
del «planeta rojo».1Pese a que las observaciones de Lowell se revelarían
erróneas, el público en general consideró la existencia de vida extraterrestre
inteligente y cercana a la Tierra como un hecho probado científicamente. nota 2
En 1944, la Luftwaffe había conseguido hacer operativo el Heinkel He 178. El
motor de este avión sorprendió por su sencillez al no
necesitar bielas, pistones, cigüeñal, aceite y los demás elementos utilizados hasta
el momento.4También su velocidad, cercana a los 700 km/h, dejaba bastante atrás
a los mejores aparatos de la época, caso del Supermarine Spitfire. Como tercera
virtud se puede destacar su maniobrabilidad. Además, el aparato en sí ya era
sorprendente para personas poco introducidas en el mundo aeronáutico por no
tener hélices que lo impulsaran. Aparatos como este y tantos otros que le
siguieron comenzaron a implantar en el ciudadano corriente la idea de que se
investigaba sobre nuevos modelos aéreos, bastante diferentes de los anteriores y
con unas prestaciones muy superiores.
Un efecto más contundente si cabe para la opinión pública, lo causó el V2.
Este misil balístico dejaba muy atrás a lo que podían presentar naciones como
la Unión Soviética o Estados Unidos. El V2 era capaz de mover una carga útil de
casi una tonelada, a varios cientos de kilómetros y a velocidades que superaban
con mucho la del sonido.nota 3 Este portento de la ingeniería abrió nuevamente la
mentalidad del público en general e hizo ver como posible que un ingenio de
origen inteligente causara imágenes que antes se hubieran tomado por
espejismos, resplandores, relámpagos o cualquier otra explicación natural.
El 16 de julio de 1945 tuvo lugar en Álamo Gordo la Prueba Trinity, con la que
culminaba el Proyecto Manhattan. Dicha prueba, junto a la utilización posterior de
una bomba de uranio y otra de plutonio, demostró que se podía conseguir gran
cantidad de energía con poca masa. Pero, al mismo tiempo, se descubría un
nuevo tipo de arma con una capacidad destructiva incomparable, lo cual supuso
un salto cualitativo en el tipo de guerra que podría librarse. Igualmente se dio el
pistoletazo de salida para una carrera de armamentos entre los Estados Unidos y
la Unión Soviética, junto a una carrera de información para conocer cada bando el
nivel alcanzado por su oponente.5
La información sobre la Unión Soviética constituyó todo un problema para Estados
Unidos. John Lewis Gaddis6 indica que inicialmente no se sabía el estado real
alcanzado por la tecnología soviética. Fue bastante avanzada la Guerra Fría
cuando se comprobó que la tecnología soviética estaba por detrás de la
estadounidense. Sin embargo había dos campos donde sí llevaban cierta ventaja:
uno era el balístico y el otro fue la capacidad de guardar sus secretos. El régimen
de Iósif Stalin y el de sus sucesores era una dictadura férrea, con un control
considerable de la información producida y difundida, por lo que las apariencias
resultaban más fáciles de guardar. Unido a esto, las inmensas proporciones del
país le concedían una profundidad estratégica sin igual, lo que hacía imposible
observar todo su territorio desde ningún punto de su frontera, aunque solo fuese
indirectamente y por muy alto que se alzara el observador. Así los soviéticos
podían amenazar con misiles que no tenían y esgrimir divisiones con las que no
contaban, o al menos en determinados momentos, lo cual constituía una fuente de
rumores. La recién creada Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Casa
Blanca necesitaban información sobre lo que sucedía en la Unión Soviética. Para
conseguirla propusieron tratados, desarrollaron ingenios, financiaron los proyectos
más variopintos... todo para conseguir fotografías o mediciones atmosféricas que
pudieran indicar los avances de la otra superpotencia en campos como el de los
misiles intercontinentales, los bombarderos estratégicos o las pruebas nucleares
atmosféricas. Pero la incógnita de hasta donde había conseguido llegar la
tecnología soviética perduró durante bastantes años, al menos hasta la llegada de
los satélites espías.
Ante las prestaciones ofrecidas por el motor de reacción y el misil balístico, las
potencias vencedoras se disputaron a los técnicos implicados en los programas
alemanes para desarrollar los suyos propios. Sin embargo, por una serie de
decisiones, los Estados Unidos mantuvieron relegado a von Braun durante un
tiempo, mientras los dirigentes soviéticos sacaron del Gulag a Serguéi
Koroliov para que retomase los programas de misiles abandonados años atrás. Al
poco tiempo, los segundos iban más adelantados que los primeros en misiles y
cohetes. Carl Sagan, quien participó en el programa Apolo, indica que dicha
ventaja fue inicial.7 Tanto los dirigentes de la URSS como de los Estados Unidos
quedaron sorprendidos al ver el interés del público por los temas espaciales
cuando los soviéticos decidieron utilizar su misil balístico para poner en órbita
el Sputnik 1. Incluso los éxitos soviéticos crearon cierto pánico en la población
estadounidense al sentirse vulnerables y en inferioridad tecnológica frente a su
enemigo. Además, Sagan veía con envidia años después las pocas preguntas que
les hacían los políticos para darles lo que pidieran para temas espaciales. 8 El
astrobiólogo transcribe el interrogatorio mantenido en 1958 entre Daniel J. Flood,
presidente de la subcomisión para asignaciones de la defensa y representante
del partido demócrata por Pensilvania, y Richard E. Horner, secretario de la
asesoría para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Ante la petición de una
partida considerable de fondos para la investigación espacial, la subcomisión
realizó tres preguntas a Horner y, tras responderlas, Flood declaró:
Deberíamos darle todo el dinero, todo el hardware y todo el personal que precisen, sin importar lo que
otras personas puedan opinar o querer, y pedirles que se suban a una colina y que lo hagan sin
contemplaciones.

Terminología[editar]
Búmeran de madera a cuya forma se parecían los objetos declarados por Kenneth Arnold.

El primer nombre dado a luces o formas en el cielo desconocidas para el


espectador fue el de «platillo volante» o «platillo volador», del inglés flying saucer.
El término «platillo volador» se popularizó en 1947 debido a un error periodístico.
El 24 de junio, el piloto civil estadounidense Kenneth Arnold —mientras volaba
sobre la cordillera de las Cascadas (en el estado de Washington)— vio una
formación de nueve objetos con forma de búmeran que volaban a una velocidad
(estimada por él) superior a los 1500 km/h.1
A finales de la Segunda Guerra Mundial se veía como posible la existencia de
prototipos rápidos y muy manejables, desarrollados por otros países y nunca
vistos hasta el momento. Ante la posibilidad de haber divisado una escuadrilla de
dichos prototipos, Arnold se dirigió a la oficina del FBI para informar, pero la
encontró cerrada. Por lo tanto acudió a un periodista llamado Bill Bequette para
narrarle su observación. El piloto explicó la formación indicando que los nueve
objetos tenían forma de búmeran y describió sus movimientos como el efectuado
por las piedras cuando rebotan sobre una superficie líquida, en concreto sus
palabras pueden traducirse por «un platillo lanzado a través del agua». Bequette
confundió la forma en la que se movían los objetos con la forma de los objetos. El
error de Bequette ha sido recogido multitud de veces:
Dijeron que yo había dicho que eran “como platillos”, cuando lo que yo dije fue que “volaban al estilo de
un platillo”», declaró Arnold al célebre locutor Edward R. Murrow en una entrevista para la CBS,
transmitida el 7 de abril de 1950
Sagan (1997, p. 100)
Mientras la explicación original se ha olvidado, el término «platillo volador» se ha convertido en una
palabra habitual. El aspecto y comportamiento de los platillos voladores de Kenneth Arnold era bastante
diferente de lo que solo unos años después se caracterizaría rígidamente en la comprensión pública del
término: algo como un frisbee muy grande y con gran capacidad de maniobra.
Sagan (1997, p. 100)

Debido a esta confusión de un periodista nació el chascarrillo:. 1


Muy probablemente, a partir de entonces, todas las razas alienígenas y extraterrestres que han visitado
la Tierra han tenido que rediseñar sus naves interplanetarias para adaptarse al error de un periodista de
un diario local de Estados Unidos del año 47.
Ricardo Campos1

Pese al error, las declaraciones sobre ingenios aeronáuticos no identificados con


forma de platillo aumentaron considerablemente.

Historia[editar]
No existe acuerdo respecto al momento en que comenzó la historia de los ovnis.
Para Ted Wilding-White, J. J. Benítez, Erich von Däniken o Jacques Vallée los
avistamientos de objetos sin identificar se remontan tanto como historia tiene la
Humanidad. Para autores como Ricardo Campo, Luis Alfonso Gámez 1 o Carl
Sagan es un mito contemporáneo que comienza a finales de los años cuarenta.
Ovnis en la Edad Antigua, Media y Moderna[editar]
Artículo principal: Hipótesis de los antiguos astronautas
Véanse también: Fenómeno celeste en Núremberg de 1561  y  Fenómeno celeste en
Basilea de 1566.
Los avistamientos de platillos volantes comenzaron cuando la ingeniería había
logrado ya un nivel suficiente como para desarrollar motores de reacción, misiles
con alcances estratosféricos e ingenios nucleares. Lo que, para escritores como
Luis Alfonso Gámez, sugiere un origen humano producto de aquella época. La
idea de estar ante un mito de la era espacial.1

Pintura mural en Val Camonica (Italia), que según los ufólogos representa dos astronautas.
El Pushpaka vimana volando en el cielo.

A esta relación causa-efecto se han opuesto autores como Erik von Däniken, 9
Juan José Benítez10 o Jacques Vallée11 quienes sostienen que, desde el pasado
más remoto, el ser humano trató de adaptar lo que veía a su intelecto,
relacionando los distintos avistamientos con objetos conocidos, cercanos a él. El
primero planteó que muchas de estas referencias antiguas serían registros de
observaciones reales de supuestas naves alienígenas, que habrían recibido
distintas denominaciones en documentos antiguos: «vehículo de los dioses»,
«vimana», «carro pushpaka» y «marut» (todas ellas en el Ramayana hinduista, del
siglo III a. C..); y también «bórax resplandeciente», «carro de fuego», «disco
solar», «escudo que vuela», «escudo yacente», «esfera transparente», «espada
voladora», «flecha ígnea», «luz cósmica», «nube con ángeles», «nube de fuego»,
«perla luminosa», «serpiente de las nubes».
Asimismo señala que, si estos vehículos aéreos estuvieran tripulados, se
produciría igualmente el contacto con los eventuales seres extraterrestres, quienes
transmitirían a los observadores enseñanzas diversas. Según estas teorías, el
origen de muchas de las civilizaciones del pasado (Egipto, Babilonia, etc.) sería
extraterrestre, o al menos, las tecnologías para realizar sus obras serían de origen
o inspiración extraterrestre.[cita  requerida]
Es necesario reseñar que personas expertas en Egipto y Asiria, como
la egiptóloga de la Universidad Complutense de Madrid Mara Castillo Mallén,
advierten que los autores como von Däniken no son egiptólogos ni asiriólogos,
tampoco son arqueólogos y algunos no son licenciados; por lo tanto, afirmaciones
como las anteriores deben ser tenidas como meras especulaciones. No existen
dudas sobre la procedencia del pueblo egipcio ni los muchos que
poblaron Mesopotamia, ni se aprecia un salto tecnológico en algún momento
comprendido entre la construcción de las primeras mastabas hasta los templos
del Imperio Nuevo que hagan suponer una transferencia tecnológica, ni se ha
encontrado ningún registro de contactos con civilizaciones extraterrestres.nota 4
Otros autores, como Luis Alfonso Gámez o Benjamin Radford, mantienen que las
conjeturas de Däniken y otros contienen, además de una gran ignorancia sobre
la historia antigua, una postura insultante y hasta racista contra esos pueblos, al
no dudar de que los romanos pudiesen construir el Coliseo y los griegos el Templo
de Artemisa, pero sí hacerlo cuando los ejecutores fueron otros humanos
no europeos.12
Benítez propuso en su libro Los astronautas de Yavé que una serie de
extraterrestres entrenaron a Moisés en el monte Sinaí en distintas técnicas, se
ocuparon de ofrecerle asesoramiento, cuidaron y alimentaron a los padres de
la Virgen María, se aparecieron a San José, los Reyes Magos o fueron los
encargados de realizar la Anunciación.10 Como en el caso de Däniken, el autor
español no aporta ninguna prueba documental o arqueológica de dichos
supuestos.
Por su parte, Vallée mantenía que ha existido una vieja tradición de seres
fantásticos como las ninfas, sílfides, duendes o hadas, que cometían raptos de
personas para llevarlas a lugares que los relatos denominaban Magonia, pero
también Ávalon y otras geografías míticas.11 Según el autor francés, esos cuentos
eran la forma que tenían aquellas personas para explicar encuentros cercanos,
raptos y abducciones llevados a cabo por seres extraterrestres. Como en el caso
de las conjeturas vertidas por Däniken, esta hipótesis no deja de ser una
explicación ad hoc e innecesaria, pues existe otra mucho más sencilla. Las nubes,
las hadas o los carros de fuego podrían ser metáforas empleadas en los relatos
religiosos, sin ninguna evidencia de que dichos relatos deban ser interpretados
más que de una forma mítica. Así pues, dichas narraciones no constituyen una
prueba empírica para saber si ocurrieron los hechos así o no, es decir, sostener
que se trata de naves extraterrestres podría ser un argumento ad ignorantiam.
Durante la Edad Media aumentaron, si cabe, los problemas para realizar registros
escritos de sucesos cotidianos. Esto fue debido al ligero crecimiento del índice
de analfabetismo y a los cortes periódicos que los musulmanes practicaban al
suministro de papiro con destino a Europa, por lo que solo quedaban
los pergaminos como soporte para escribir, de mejor calidad, pero mucho más
escasos. Para Ted Wilding-White los avistamientos no se pudieron recoger hasta
la publicación de los primeros periódicos. Antes, prosigue Wilding-White, las
narraciones de sucesos aéreos desconocidos solo podían ser preservadas para
lecturas posteriores por personas que supieran y pudieran escribirlas. 13 En Europa
Occidental esta facultad quedaba reservada a los monjes en los monasterios, por
lo que se reducía mucho el espacio observable. El autor recoge siete casos
acaecidos entre el 1 de enero de 1254 y el 13 de noviembre de 1833.
Ovnis contemporáneos[editar]
Sección de portada en The San Francisco Call del 23 de noviembre de 1896, con la ilustración de un
avistamiento de "Dirigible misterioso".

A finales del siglo XIX se produjo la denominada oleada de aeronaves de 1896-


1897, también referidas como dirigibles misteriosos o dirigibles fantasma,
aludiéndose a la visión de una clase de objetos voladores no identificados
reportados a partir de una serie de informes periodísticos originados en el oeste de
Estados Unidos y que se extendieron hacia el este del país desde finales de 1896
hasta principios de 1897. Se consideran la antesala y los predecesores culturales
de los modernos avistamientos de ovnis.1415
Las acuciantes necesidades de información vividas por la CIA en particular y el
gobierno estadounidense en general sobre lo que sucedía en el interior de la
Unión Soviética llevaron a desarrollar multitud de globos aerostáticos con el
objetivo de captar indicios sobre los progresos soviéticos. 16 Muchos fueron
lanzados desde distintos lugares con la esperanza de que cruzaran el país
enemigo para ser rescatados después con algún resultado. Uno de dichos intentos
era el Proyecto Mogul que analizaba el aire para buscar evidencias de pruebas
nucleares soviéticas. El Mogul estaba catalogado como secreto y actualmente se
tiene por el responsable de lo que sucedió en el pueblo de Nuevo México, 17
incrementado también por la próspera industria turística local. 18 La posibilidad de
tener guardado y en secreto un acontecimiento como ese, la evidencia de haber
sido visitados por una inteligencia extraterrestre, es considerado de todo punto
imposible por autores como Ricardo Campo, pues empequeñecería lo realizado
por Colón o por el Proyecto Manhattan del que ya tenían noticias los soviéticos
antes de su culminación.1El español esgrime que ni la fabricación de las armas
nucleares pudo mantenerse bajo secreto, pese a existir un acuerdo previo de
silencio, mucho menos ocultar durante décadas un descubrimiento de capital
importancia para toda la Humanidad como es la prueba irrefutable de otro tipo de
vida inteligente.
Documento sobre avistamiento de un OVNI ocurrido el 16 de diciembre de 1977, en el estado
de Bahía, Brasil.

Tras estos sucesos, la lista de avistamientos continuó aumentando hasta que su


número fue considerado preocupante por la administración Truman, que ordenó
las primeras investigaciones que desembocarían en el posterior Proyecto Libro
Azul. Sagan indica que, cuando él fue asesor científico del proyecto, encontró un
ambiente de malestar y desidia en las Fuerzas Aéreas, tanto es así que la primera
denominación fue «Proyecto Fastidio« o «Project Grudge» en inglés.19
Otro suceso que terminaría repercutiendo en el tema ovni se produjo a principios
de los cincuenta, cuando Donald Keyhoe, exoficial de la USAF y participante en el
Proyecto Libro Azul, comenzó a ser oído junto a su mensaje de advertencia sobre
lo intrínsecamente peligroso de las armas nucleares y el cuidado que debía
tenerse con ellas. A partir de aquellos avisos comenzaron a surgir otros que
decían haber contactado con extraterrestres, quienes les transmitían el mismo
mensaje.1
En 1961 Betty y Barney Hill afirmaron que la noche del 19 al 20 de septiembre
habían sido abducidos por un platillo volante. El matrimonio no se puso de
acuerdo en varios detalles, pero los dos coincidían en que al final los dejaron
bajar, habiéndoles borrado los recuerdos de lo sucedido. Pese a que el
especialista que los trató definió el caso como una especie de sueño, testimonios
como el de los Hill comenzaron a reproducirse tiempo después en varios lugares
del mundo, aumentando progresivamente las acciones realizadas a los abducidos,
siempre según los testimonios de los propios abducidos. Así se han declarado
casos en que los extraterrestres les realizaban exploraciones
internas, implantes de dispositivos intracutáneos e incluso inseminaciones.
Resulta necesario puntualizar que para psicólogas como Susan Clancy, de
la Universidad de Harvard, dichas acciones pertenecen a la esfera del sueño, la
fantasía o el fraude, pero «Las abducciones no suceden en el mundo real». 20
Confirma las palabras de la psicóloga el hecho de que ninguno de los supuestos
abducidos haya podido aportar pruebas fehacientes de lo sucedido, los implantes
nunca se han encontrado, las marcas en el cuerpo son compatibles con muchas
otras lesiones cotidianas y jamás se ha traído objeto alguno que poder analizar, ni
aparecen publicados, comenta Sagan,21 artículos en revistas científicas sobre
nuevos materiales desconocidos hasta el momento.
Esta deriva en el tema ovni hacia unos encuentros cada vez más cercanos es,
para Luis Alfonso Gámez, el ejemplo de que el mito ovni se ha destruido a sí
mismo, «porque ya no le queda más por inventar». 1

Investigación[editar]
Artículo principal: Ufología

Broma de Patrick Marechal de un ovni fabricado por él en Valonia (Bélgica) siguiendo las descripciones
de la Oleada Ovni belga.

El gobierno de Harry Truman emprendió una investigación para saber si el espacio


aéreo estadounidense estaba siendo violado con cierta periodicidad por prototipos
o ejemplares de pre-serie fabricados por otras naciones, especialmente la Unión
Soviética. La primera de dichas investigaciones oficiales comenzó en 1947 bajo el
nombre de Proyecto Signo, en 1949 se rebautizó como Proyecto Fastidionota 5 y en
1952 como Proyecto Libro Azul, que seguiría investigando casos hasta 1969, para
comenzar después el Proyecto Libro Blanco.22
Sería tras el Proyecto Libro Azul cuando comenzó la Ufología con tal nombre. Uno
de los asesores participantes en aquellas investigaciones fue Joseph Allen Hynek.
A este astrónomo se le debe la clasificación en tipos de encuentros, mal traducido
por «fases» en películas como Encuentros en la tercera fase, también la decisión
de cambiar el término «platillo volante» por el más genérico «objeto volador no
identificado», traducido del inglés «unidentified flying object» (UFO),23 término que
persiste hasta nuestros días y da nombre a la disciplina que estudia los casos de
ovnis, la ufología.nota 6
Los objetivos de dichos programas eran tres:

 Esclarecer si el espacio aéreo estadounidense


estaba siendo violado.
 Saber si los platillos volantes podían constituir
un peligro para Estados Unidos.
 Obtener, en la medida de lo posible, algún
conocimiento o ventaja tecnológica.
En 1969, el último de dichos programas, el Proyecto Libro Azul, fue cerrado
habiendo reunido decenas de miles de expedientes y con la conclusión clara de
que los ovnis no suponían un peligro para la seguridad nacional.
Líneas de investigación[editar]
En las investigaciones financiadas por las distintas administraciones participaron
algunos de los más conocidos expertos, bien como directores o como asesores,
entre ellos los cuatro que han marcado las cuatro líneas de la literatura
ufológica:nota 7

 Donald Keyhoe: ingeniero aeronáutico y


postulador de la hipótesis según la cual las
Fuerzas Aéreas estadounidenses tenían
pruebas de la llegada de seres extraterrestres.
 Josef Allen Hynek: astrónomo y más moderado
en los planteamientos que Keyhoe, también
terminó afirmando que se ocultaban pruebas
sobre la existencia de visitas extraterrestres.
 Carl Sagan: astrofísico y defensor de la vida
extraterrestre, pero escéptico de que
la Tierra haya sido visitada en el presente o en
algún momento del pasado.
 Donald Menzel: astrónomo y aún más
escéptico que Sagan, autor de la frase «en
primer lugar esos objetos si están identificados,
sabemos lo que son, en segundo lugar en
muchos casos no son volantes y, por último, en
la mayoría de los casos ni siquiera son
objetos».
Clasificación de los ovnis según su observación[editar]

Controlador aéreo del USS Theodore Roosevelt.

Durante las investigaciones del Proyecto Libro Azul, Hynek propuso dos clases de
observaciones con tres tipos cada una:
Encuentros lejanos[editar]
Estos son los realizados a más de 150 metros de distancia (500 pies) y Hynek
propuso tres tipos:25

 Discos redondos: objetos vistos por el día con


formas generalmente redondas, en cualquier
caso distintos a las de aparatos
convencionales.
 Ecos de radar: detecciones realizadas por
radares primarios que no se identifican a sí
mismas.
 Luces nocturnas: luces de distintos colores que
no se pueden asociar a las luces anticolisión de
aeronaves convencionales.
Encuentros cercanos[editar]
Son los realizados a menos de 500 pies (150 metros) y se dividirían en tres tipos:

 Primer tipo: es cuando se divisa un objeto no


identificado volando o en el suelo, en este
último supuesto lo avistado no sería un ovni,
pero se decidió incluirlo si se le suponía la
capacidad de volar. Es el que más casos reúne
según Hynek.26
 Segundo tipo: para Hynek se da cuando el
objeto deja cualquier tipo de huella, como
vegetación quemada o marcas en la tierra. 27
 Tercer tipo: aparece cuando se observa a un
tripulante. Es la más escasamente
reportada.nota 8
Posteriormente otros escritores como Fabio Zerpa las ampliaron a seis:

 Cuarta fase: el testigo ingresa en la nave, como


en los casos de abducción.
 Quinta fase: contactos telepáticos, de mente a
mente.
 Sexta fase: señales radiales o
radioastronómicas.nota 9
Clasificación de los ovnis por su forma[editar]
Diversas formas de ovnis.

Para Hynek los avistamientos lejanos contemplarían tres configuraciones


diferentes: luces nocturnas, ecos de radar y discos diurnos. 25 Para otros las formas
presentadas por los ovnis son muy variadas; tanto es así que Ballester Olmos
califica de inútil cualquier clasificación, porque todos los «casos positivos», los que
no se pueden explicar, son únicos.18 No existe una tipología clara ni un patrón que
se repita. Para complicar más la situación, muchas de las descripciones se
obtuvieron mediante declaraciones únicas y por consiguiente resultaron imposibles
de verificar. Pese a todo se han apuntado ciertas formas, más o menos
coincidentes.29
Resultados[editar]

Dibujo ovni, de autenticidad desconocida, atribución y fecha no especificadas. Uno de los cientos de
archivos resultantes de la orden de 1995 del expresidente estadounidense Bill Clinton a la CIA de
desclasificar todos los documentos con "valor histórico" que tenían al menos 25 años de antigüedad.

En 1969 la USAF había reunido unos 40 000 informes Wilding-White que daban
como resultado:30
 El 27 % de los expedientes ovni resultaron
ser estrellas, planetas y otros objetos
astronómicos.
 Otro 27% de los expedientes se debieron
a globos y aviones.
 Un 23 % fue producido por meteoritos, satélites
artificiales y otros objetos cercanos a la Tierra.
 Hubo un 23 % que quedó sin explicación, pero
se hicieron suposiciones sobre la mayoría de
dichos casos y se afirmó que podían haberse
resuelto si los observadores hubiesen dado
más datos.
Con el tiempo, varias fuerzas aéreas y organismos independientes han realizado
investigaciones similares, como la presentada por Ballester Olmos. 31 Las
conclusiones han sido análogas, llegando también a unos porcentajes parecidos,
es decir, y agrupados por número de casos causados, en primer lugar estarían las
observaciones provocadas por objetos fuera de la órbita terrestre, en segundo
lugar aparecerían los producidos por objetos de fabricación humana, después
vendrían las causadas por objetos ubicados cerca de la órbita terrestres, en cuarto
lugar estaría un porcentaje provocado por fenómenos que no son objetos
(espejismos, reflejos, fenómenos atmosféricos...) y una pequeña cantidad de la
que no se logró determinar su procedencia. Pero Ballester Olmos, tras investigar
los informes desclasificados por el Ejército del Aire español redujo los casos sin
explicación a un 7 %, nueve informes en total.31

Informe de ovnis del Pentágono de 2021.

Poco después de concluir el Proyecto Libro Azul, también en 1969, se publicaron


las conclusiones de un informe solicitado el año anterior con el fin de conocer las
posibilidades de realizar un estudio posterior más amplio que aportase nuevos
conocimientos científicos. Dicho trabajo se denominó Informe Condon, por ser
encargado al físico Edward Condon.nota 10Sus conclusiones fueron:1

 Los informes ovni no presentan ningún desafío


para la ciencia contemporánea por no
encontrarse en ellos ningún fenómeno
desconocido de la Naturaleza.
 Estas observaciones y testimonios no
constituyen ninguna prueba de presencias
extraterrestres.
 Los ovnis no suponen un peligro para la
seguridad de los Estados Unidos.
 No se recomendaban más investigaciones en
el campo de la física, mecánica o aeronáutica;
pero los ovnis, mantenía el informe, sí podían
ser un objeto de estudio interesante para
ciencias sociales como la psicología o
la sociología.
Pese a las conclusiones arrojadas por el Proyecto Libro Azul y el Informe Condon,
la literatura sobre los objetos volantes no identificados ha seguido produciéndose
sin descanso. Autores como Fernando Frías indican que dicha literatura carece de
rigor,1 en muchos casos, pues no se realizan confirmaciones de las declaraciones
dadas por los testigos y en varias ocasiones son afirmaciones falsas. nota 11
El 25 de junio de 2021 Estados Unidos publicó un informe sobre fenómenos
aéreos no identificados. La conclusión del reporte elaborado por la oficina del
director nacional de Inteligencia es que no tienen respuestas por el momento para
explicar cientos de avistamientos inusuales. 3233343536 Simultáneamente, la
Asociación Aeronáutica y Astronáutica de Francia, también publicó su propio
informe ovni.3738

Interpretación[editar]
Hipótesis extraterrestre[editar]
Artículo principal: Hipótesis extraterrestre
La idea de que los ovnis son naves extraterrestres se planteó ya con el Incidente
de Roswell y ha sido una explicación recurrente desde aquel momento. Los
escépticos suelen emplear un principio básico de la ciencia según el cual «para
poder afirmar la existencia de fenómenos extraordinarios se requieren pruebas
concluyentes». Hacen hincapié en que no se han aportado pruebas fiables que
respalden la hipótesis de que el fenómeno ovni mantiene relación con naves
extraterrestres. El doctor Neil DeGrasse Tyson afirma contundentemente que si se
ve algo en el cielo desconocido para nosotros no se debe concluir cualquier cosa,
sino «dejar de hablar».3
Personal del Proyecto Libro Azul.

La ausencia total de pruebas ha sido una constante cuando se trata de indicar un


origen extraterrestre. Participantes en el Proyecto Libro Azul, como Donald
Keyhoe, manifestaron muy pronto que las pruebas debían existir, pero las fuerzas
aéreas estadounidenses las retenían. La hipótesis del encubrimiento o teoría
conspirativa ha sido esgrimida por los defensores de la procedencia extraterrestre
cuando se solicitan evidencias. Los escépticos continúan afirmando que la carga
de la prueba le corresponde a quien hace la afirmación. 1Si las fuerzas armadas
ocultan las que poseen les correspondería a los defensores del vínculo
extraterrestre-ovni aportar otras. La razón por la cual los defensores de dicho
vínculo nunca reúnen ni enseñan sus evidencias la dio supuestamente Gray
Barker. Barker informó en 1956 al público en general sobre la existencia de unos
individuos, a los que denominó «hombres de negro» por la indumentaria que
lucían —MIB por sus siglas en inglés man in black—, que amenazaban a
periodistas como Albert K. Bender con funestas consecuencias en el caso de
continuar revelando secretos sobre la procedencia de los ovnis. 39
Respecto a la capacidad de los MIB para neutralizar cualquier prueba definitiva
sobre el origen de los ovnis se alegan experiencias con sistemas muy cerrados y
reticentes a la entrega de información. Así, la Historia demuestra que de la Unión
Soviética se obtuvo información pese a que su régimen llegó a quemar vivos a los
traidores. En el caso del Proyecto Manhattan los soviéticos lograron obtener datos
precisos para saber lo que se probaba y los resultados obtenidos en Álamo
Gordo.1Incluso de Corea del Norte se han obtenido pruebas verificables y
contrastables sobre los movimientos de prisioneros para investigar con ellos
armas biológicas.

Nube lenticular reportada como ovni debido a su peculiar forma.

Científicos como Edward Gondon, Donald Menzel o Carl Sagan han afirmado que,
cuando los informes de ovnis se estudian en profundidad, la mayoría de los casos
logra ser identificado con certeza en porcentajes parecidos a los arrojados por el
Proyecto Libro Azul, es decir, fraudes, alucinaciones, malas interpretaciones y
sobre todo pareidolias de fenómenos conocidos (cometas, fenómenos
atmosféricos, satélites, basura espacial, aviones, prototipos de naves
terrestres, nube lenticular, etc.). A lo que los defensores de la conexión ovni-
extraterrestre mantienen que lo importante radica en ese pequeño porcentaje
de no identificados. Es la llamada falacia del residuo.nota 12Esta postura es
respondida por los escépticos afirmando que la falacia residual no prueba nada
porque la existencia de un pequeño porcentaje inexplicado es común a cualquier
disciplina con un número considerable de casos. Así, en criminología siempre
quedan algunos asesinatos sin aclarar y lo mismo en los accidentes de tráfico,
siempre existe un pequeño porcentaje que no puede ser explicado, lo que no
prueba la existencia de vampiros, zombis o seres demoníacos. 1
Pese a los argumentos en contra, la ufología ha formulado
varias conjeturas o hipótesis sobre la procedencia del pequeño índice de casos sin
resolver:

 Hipótesis intraterrestre: es la que afirma que la


Tierra es casi hueca y en su interior habita una
civilización mucho más avanzada que la
humana.
 Hipótesis interdimensional: postula que los
ovnis provendrían de otras dimensiones dentro
de otros planos de nuestro Universo, o en
dimensiones no pertenecientes a nuestro
universo, es decir del multiverso. Sus
tripulantes serían seres pertenecientes a esas
dimensiones.
 Hipótesis intertemporal: defiende que el origen
de los ovnis estaría en
tiempos pasados o futuros y que, por tanto, sus
tripulantes serían seres (humanos o no
humanos) pertenecientes a estos lugares y
otros tiempos. Indicándose que estos seres
poseerían los medios para poder viajar en
el espacio-tiempo.
 Hipótesis de los proyectos secretos: es la que
defiende que una gran parte de las
observaciones no explicadas corresponden a
nuevos prototipos aeronáuticos con tecnología
furtiva, motores con mínimas emisiones de luz
y calor, toberas orientables, hipervelocidad y
otros adelantos que no los hacen fácilmente
identificables, ni siquiera por pilotos y
radaristas civiles. Aparatos como el SR-
71 fueron totalmente secretos, pese al gran
número de corporaciones y personas que
trabajaron en él, hasta que el Gobierno
estadounidense decidió revelar su existencia
bajo dos palabras «Proyecto Aurora», en
información recogida por Juan Antonio
Guerrero.40 Según Luis Alfonso Gámez y otros
autores,1 en este caso los ufólogos y los
medios donde suelen escribir hacen la veces
de «tontos útiles». Así contribuyen a expulsar
las miradas de otro tipo de prensa sobre los
hechos, reduciendo las noticias de nuevos
prototipos y sus capacidades a un círculo
pequeño y poco acreditado. Semejanzas
similares se han entablado entre varias
observaciones que posteriormente han
encajado con la forma del Lockheed F-117
Nighthawk o el Northrop Grumman B-2 Spirit.
Carl Gustav Jung: fundamentación psíquica[editar]
Artículo principal: Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo
La idea de la necesidad del misterio parece algo consustancial al ser humano. 1El
hecho de recibir una explicación plausible sobre lo que se ve puede restar espacio
a la fantasía.41 Así varios autores no utilizan la denominación «fenómeno» sino
«mito» y en otros casos «síndrome». El término «síndrome ovni» fue utilizado por
autores como Jiménez del Oso para indicar que los observadores de luces sin
identificar están afectados por varias variables además del emisor de las luces. 42
Por su parte, Julio Arcas indica que los avistamientos ovni son relatos orales en su
mayoría, forman parte de la tradición oral del siglo XX para los occidentales.43

Carl Gustav Jung.

Mucho antes de los autores antes citados, el psiquiatra Carl Gustav Jung postuló


una teoría para explicar por qué parece más deseable que los ovnis sean naves
extraterrestres que no cualquier otro fenómeno conocido. Jung publicó en 1958 su
obra Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo. Dicha obra ahonda en el
rumor mundial sobre los «platillos volantes». En el prólogo de la edición
angloestadounidense, Jung alude a un artículo de 1954 escrito para el semanario
suizo Die Weltwoche en el que mostraba su escepticismo. En 1958 la prensa
mundial descubrió dicha entrevista divulgándose la noticia a nivel internacional,
pero de manera distorsionada, citándosele como creyente en los ovnis. A pesar de
dirigir una rectificación a la agencia United Press, la versión auténtica de su
opinión se ignoró. Finaliza aludiendo a que «este notable hecho merece el interés
del psicólogo. ¿Por qué la existencia de platillos volantes parece más deseable
que su no existencia?».44
En dicho comunicado a United Press International aclara sin embargo que no
puede afirmar nada sobre la cuestión de la realidad o irrealidad física de los ovnis,
pues no posee pruebas suficientes ni a favor ni en contra. Debido a ello se ocupa
solamente del aspecto psicológico del fenómeno, sobre el cual se dispone de
mucho material.
He formulado mi posición ante la cuestión de la realidad de los ovnis con la frase: «La gente ve algo,
pero no sabemos qué es». Esta formulación deja abierta la cuestión del «ver»: se puede ver algo
material, pero también se puede ver algo psíquico. Las dos cosas son realidades, pero de tipos
diferentes.45

Para escritores como Patrick Harpur, el ensayo de Jung sigue siendo uno de los
más agudos análisis de apariciones aéreas.46 Fue «dedicado a Walter Niehus,
arquitecto, como muestra de agradecimiento por haberme inducido a escribir este
librito».47 En el prólogo comienza aludiendo a la conclusión a la que llegó en el
artículo de 1954 ya citado: «Se ve algo, pero no se sabe qué. Incluso resulta casi
imposible hacerse una idea correcta de estos objetos, pues no se comportan como
cuerpos sino con la ingravidez de los pensamientos. No ha habido hasta ahora
ninguna prueba indudable de la existencia física de los ovnis excepto en los casos
en que se ha producido un eco en el radar».48
Jung añade que desde entonces y «durante más de un decenio la realidad física
de los ovnis ha seguido siendo un asunto sumamente problemático». Y que
«cuanto más se prolongaba la incertidumbre, tanto más probable se fue haciendo
que en ese fenómeno, evidentemente complicado, incidiera también, además de
una posible base física, un importante componente psíquico. Esto no tiene nada
de asombroso al tratarse de un fenómeno aparentemente físico que se
caracteriza, por una parte, por su frecuencia, y por otra, por lo extraño y
desconocido, incluso por lo contradictorio de su naturaleza física. Un objeto
semejante provoca como ninguna otra cosa la fantasía consciente y
la inconsciente, produciéndose suposiciones especulativas y narraciones
fantasiosas con el fondo mitológico propio de estas excitantes observaciones».49
Así, Jung establece tres modos de ver el fenómeno:50

1. Un proceso real objetivo, físico, o


percepción primaria, genera una fantasía o
mito concomitante.
2. Una fantasía primaria inconsciente,
un arquetipo, invade la consciencia con
ilusiones y visiones.
3. Se produce una coincidencia
sincronística acausal y plena de sentido,
especialmente en fenómenos vinculados a
procesos psíquicos arquetípicos.
Finalizaba el prólogo indicando que carece de medios para aportar algo útil a la
realidad física del fenómeno, ocupándose casi exclusivamente del aspecto
psíquico.51 Aun así reconoce «que por desgracia hay buenas razones por las que
no puede darse por concluido el asunto de manera tan sencilla». 52 Bien es cierto
que las proyecciones psíquicas de carácter mitológico no son causadas por el
fenómeno ovni al haber existido siempre, con o sin ovnis. El mito se fundamenta
en lo inconsciente colectivo y su proyección siempre ha tenido lugar. Así, la
proyección como ovni, junto con su contexto psicológico, el rumor, es un
fenómeno propio de nuestra época, característico de ella.
Es seguramente significativo de nuestra época que el arquetipo, en contraposición a las formas
anteriores, adopte una forma neutra, incluso técnica, para eludir el escándalo de la
personificación mitológica. Lo que tiene apariencia técnica llega al hombre moderno sin dificultad. 53

Fenómeno celeste en Núremberg de 1561. Hans Glaser, 1566. Biblioteca Central de Zúrich. Incluido
en Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo.

Aún resta abordar el carácter real del fenómeno, ante lo cual Jung plantea tres
posibilidades:54

1. La hipótesis de ausencia de gravedad o


antigravitación que conlleva el fenómeno lo
deja en manos de la física.
2. El fenómeno ovni como materialización
psíquica, es decir, que la psique llegue a
materializar el fenómeno ovni, lo considera
aún menos probable.
3. Podría tratarse de un
fenómeno sincronístico: la situación de
la humanidad, por un lado, y el fenómeno
de los ovnis como realidad material real
pero desconocida, por otro, no se hallan en
ninguna relación causal mutua cognoscible
pero parecen coincidir en su sentido. Es
decir, se proyectan contenidos de lo
inconsciente sobre dichos fenómenos
celestes reales pero indeterminados,
dotándoles de un significado que no
merecen en absoluto.
El ensayo de Jung representó un punto de inflexión que hizo énfasis en la
característica fundamental del fenómeno ovni: su carácter mercurial, es decir, su
capacidad aparente de ser tanto físico como psíquico, objetivo y subjetivo, externo
e interno, temporal y atemporal, espacial y aespacial, real (deja huellas, ecos en el
radar) y mitológico o hecho de la materia de los sueños. El enfoque unilateral de
una u otra de sus características da lugar, ya sea a una hipótesis
extraterrestre focalizada en la realidad exterior en detrimento de la subjetividad del
observador y su dependencia del mito técnico moderno desde el que deconstruye
la realidad, ya a un escepticismo radical justificadamente compensatorio que niega
el fenómeno pero que lo hace desde un paradigma científico racionalista
incompatible con la volatilidad mercurial anteriormente mencionada, al fin y al cabo
para Jung entre psique y materia existe un continuum, mientras que para la
ciencia la psique es un mero epifenómeno evolutivo de la materia biológica:
Dado que psique y materia está englobadas en un solo mundo, mantienen entre sí un contacto
permanente y, finalmente, se basan en factores trascendentales irrepresentables, existe no sólo la
posibilidad, sino incluso cierta probabilidad de que materia y psique sean dos aspectos diferentes de
una misma cosa. Los fenómenos de sincronicidad apuntan, a mi parecer, en esta dirección, ya que sin
una relación causal lo no psíquico se puede comportar como psíquico y viceversa. 55

Los ovnis serían más bien de naturaleza psicoide,5657 es decir, tienen por base una
realidad que integra y supera los opuestos anteriormente mencionados de materia
y psique o unus mundus.58
El paréntesis introducido por Jung será el precedente más directo de las hipótesis
psicosociológicas (y en parte de las paraufológicas), las cuales surgirían años
después para tratar de explicar el fenómeno ovni acudiendo a confusiones o
errores de interpretación moldeados por la psicología del testigo y el ambiente
sociológico del momento.59nota 13
Hipótesis psicosocial[editar]
Portada de Amazing Stories, junio de 1932.

En 1977, el ufólogo francés Michel Monnerie publicó el libro Et si les ovnis


n'existaient pas? donde planteaba que el fenómeno ovni es un mito surgido en
la era espacial y con una base absolutamente psicosocial. Los testigos interpretan
erróneamente y transforman imaginativamente fenómenos convencionales por
medio de condicionamientos culturales y autosugestión. Pasaríamos por tanto del
énfasis en el objeto externo en detrimento de la psicología del testigo, propio de
la hipótesis extraterrestre, al otro lado de la balanza, experiencias subjetivas
plenamente psíquicas sin agente externo. 60
La hipótesis psicosocial o psicosociológica se puede definir como:
Se trata de una corriente que se ha alejado del estudio convencional del caso ovni y la supuesta
materialidad del objeto observado para poner atención en el testigo, en la sociedad en la que la
información se produce y en la cultura en la que el mito extraterrestre se ha desarrollado. Se considera a
sí misma como una ufología crítica, centrada no ya en el «objeto» ovni, sino en el objeto sociocultural
que el ovni representa.61

Esta negativa de la realidad objetiva de los ovnis atrajo la atención de los


investigadores más racionalistas que ya cuestionaban la hipótesis extraterrestre,
entre ellos Bertrand Méheust, quien mostró que la imaginería ovni desarrollada a
partir de 1947 ya figuraba representada desde hacía décadas en la literatura de
ciencia ficción, ampliando posteriormente dicho paralelismo al folclore, los mitos y
las leyendas ancestrales.6263
Gradualmente fue conformándose la denominada «nueva ufología» a partir de
representantes provenientes de la escuela paraufológica iniciada por Jacques
Vallée, que aun presentando a su vez fundamentos sociológicos terminaría
desarrollando su propia hipótesis homónima.64
Sin embargo, la crítica principal hacia los nuevos escépticos ha corrido pareja a la
de sus antecesores: la inabarcabilidad del carácter absurdo y genuínamente
anómalo del fenómeno ovni ha terminado por gestar un nuevo reduccionismo
polarizado exclusivamente en los procesos psicosociales. La interpretación mítica,
antropológica y cultural resulta inevitable pero no implica per se un negativismo de
toda aquella casuística inexplicada y aun a falta de demostración. 65
Hipótesis paraufológica[editar]
Véase también: Hipótesis interdimensional

Jacques Vallée (derecha) y J. Allen Hynek.

De la actual polarización entre la hipótesis extraterrestre, defensora del fenómeno


físico, y la hipótesis psicosocial, defensora de un igualmente exclusivo fundamento
psicosociológico, emerge la hipótesis paraufológica o interdimensional. Esta
corriente tuvo sus inicios en la obra anteriormente expuesta del psiquiatra Carl
Gustav Jung, siendo desarrollada posteriormente por autores como Jacques
Vallée, John A. Keel y Jerome Clark, entre otros.66
Tal y como la define el investigador Moisés Garrido «esta hipótesis descarta la
naturaleza material de los ovnis, centrándose en su contenido simbólico y en sus
aspectos subjetivos, psíquicos y parafísicos. Propone, a su vez, la existencia de
agentes o entidades interdimensionales (ultraterrestres) que manipulan nuestra
realidad, deconstruyen nuestras creencias heredadas culturalmente y
provocan estados modificados de conciencia en los testigos, algunos de los cuales
desarrollan ciertas facultades psi y experimentan un despertar de la conciencia». 67
68

En 1969 sería publicada la obra señera y fundacional Pasaporte a Magonia,


trabajo principal del considerado como el mejor ufólogo del mundo Jacques
Vallée.69 Dicha obra supuso un cambio radical en la interpretación del fenómeno
ovni. El autor francés vincula en ella los ovnis con las hadas, los elfos y
las apariciones de la Virgen, es decir, tras manifestaciones históricas
aparentemente discordantes y divergentes se vislumbraría un mismo y unívoco
fenómeno camaleónico (por ejemplo, el paralelismo entre los raptos de las hadas
de las leyendas feericas europeas y las modernas abducciones extraterrestres),
cuya motivación última apuntaría a algún tipo de manipulación, sistema de control
o influencia sobre nuestro psiquismo, creencias y patrones socioculturales. 70
Un año después saldría a la luz una segunda obra, Operación Caballo de Troya,
del ufólogo John A. Keel, en la que planteaba que los ovnis no provienen de otros
planetas sino de otras dimensiones, serían el disfraz de un fenómeno oculto
inteligente, manifestaciones que aparentan una presunta realidad mimetizándose
en función de la época y el contexto cultural en el que se expresan, cual caballos
de Troya.71
La presente hipótesis replantearía y relativizaría nuestra actual concepción de lo
que es la realidad. Precisamente el fenómeno ovni operaría desde una realidad
extraordinariamente compleja y ambigua, mercurial, imposible de definir desde la
simple materialidad y, consecuentemente, de aprehender desde el método
científico al uso. Es este carácter cuasionírico el que lleva a hacer entrar en
escena el papel que juega el psiquismo humano, el fenómeno no puede ser
estudiado ni explicado desde una perspectiva unilateral, ya sea física (excluye los
ingredientes psíquicos, psicopatológicos, parafísicos, mitológicos y folclóricos),
ya psíquica (obvia su aparentemente imposible manifestación material), el
fenómeno ovni no tiene una existencia separada del observador, la psique se
vislumbra materializada, y viceversa, la materia acontece psiquizada. 72
Dentro del amplio abanico de determinantes psíquicos del fenómeno ovni, la
hipótesis paraufológica enfatiza y, a su vez, evidencia la existencia concomitante
de facultades y fenómenos paranormales en una significativa muestra estadística
de los testigos afectados. Esta vinculación entre el fenómeno y lo paranormal
conlleva el planteamiento de hipótesis acerca de la posible función mediadora
ejercida por la mente del testigo entre la experiencia ovni y la presencia de dicha
fenomenología antes, durante y después del encuentro, de una conexión de su
psique inconsciente con otros planos de la realidad, con
una interdimensionalidad que no es análoga a nuestro universo tridimensional.73

Representación artística del multiverso.

La paraufología apelaría por tanto, a fin de no caer en la unilateralidad de las


hipótesis que la preceden, a la necesidad de contemplar otros niveles de la
realidad, planos de existencia o universos múltiples, con el fin de ensamblar
adecuadamente la variada y complejísima fenomenología ovni (comportamiento
absurdo, transgresión espacio-temporal, naturaleza psicoide,
componente parafísica). Con ello también confrontaría la pregunta central propia
de la hipótesis extraterrestre, a saber, la presunta realidad material del fenómeno.
Serán nuestras facultades psíquicas, a modo de puentes, las que nos
permitan conectar con dicha interdimensionalidad y abrir la puerta a la
manifestación bidireccional del fenómeno, aunque ello dé lugar a su vez a un
replanteamiento de la verdadera naturaleza de nuestra psique, cuya
interpretación neurocientífica actual se posiciona distante de tales
hipótesis. Jacques Vallée realizó una síntesis en su obra de 1988 Dimensiones:74
Creo más bien que el fenómeno ovni es una indicación de la existencia de otras dimensiones más allá
del espacio-tiempo. Puede que los ovnis no procedan del espacio sino de un multiverso que nos rodea y
cuya inquietante realidad hemos persistido en refutar a pesar de las pruebas que tenemos desde hace
siglos. Una teoría semejante es necesaria para explicar al mismo tiempo los casos modernos y las
crónicas de Magonia, las abducciones y la compenente psíquica.

Representación del Anima mundi en Robert Fludd.

Cabe destacar finalmente como autor relevante a Patrick Harpur y su


obra Realidad daimónica. En ella redirige la atención al núcleo central del análisis
del fenómeno ovni: cuál es la verdadera naturaleza de lo que denominamos
realidad. Para Harpur la realidad literal es solo un tipo de realidad derivado de una
realidad suprema o daimónica que es metafórica e imaginativa más que literal y
empírica. Nuestra realidad literal es menos real que la realidad daimónica, es el
producto del literalismo, que en realidad es una manera de ver el mundo, una
perspectiva sobre el mundo. Este reino intermedio de la realidad daimónica lo
equipara al de la realidad psíquica de lo inconsciente colectivo de Jung, al Mundus
Imaginalis de Henry Corbin,7576 a la Imaginación en William Blake o al Anima
mundi neoplatónico. El Alma del Mundo mediaría entre el Uno, u origen
trascendente de todas las cosas, y el mundo material y sensorial. Son los
dáimones (ovnis y fenómenos paranormales) los pobladores del Anima mundi, los
mediadores entre ambos extremos de la realidad y los que conectarían a dioses y
hombres.77
Todo lo daimónico es un intermedio entre dios y mortal. Interpretando y transmitiendo los deseos de los
hombres a los dioses y los deseos de los dioses a los hombres, permanece entre ambos y llena el vacío
(...). Un dios no tiene contacto con los hombres; sólo a través de lo daimónico se dan el trato y la
conversación entre hombres y dioses, ya sea en estado de vigilia o durante el sueño. Y el hombre
experto en semejante relación es un hombre daimónico...

Como aproximación contemporánea a la hipótesis paraufológica resalta en el


ámbito hispanohablante la «teoría de la distorsión» del periodista e
investigador gaditano José Antonio Caravaca, la cual no defiende que el fenómeno
ovni tenga un origen puramente psicológico, sociológico o alucinatorio, sino que es
producido/provocado por la interacción/comunicación de un agente externo
desconocido, inteligente e independiente al ser humano, con los eventuales
testigos que describen experiencias con ovnis. Para lograr sus objetivos, dicho
agente conecta con la psique de los observadores para extraer, del inconsciente
individual y privativo de ellos, material intelectual (que se encuentra en los
hobbies, cultura, cine, literatura, etc.), con el propósito de fabricar/proyectar una
experiencia de visitación alienígena ficticia. 787980 En una línea similar desarrolla su
tesis el escritor, periodista e investigador coruñés Miguel Pedrero,81 así como el
médico psiquiatra argentino Néstor Berlanda, que ha investigado en profundidad el
fenómeno ovni, la medicina tradicional Indoamericana, y los estados ampliados de
conciencia y su relación con las plantas sagradas. 8283

Los ovnis en la cultura popular[editar]


El arte pop en particular y la cultura popular del siglo XX en general han mostrado y
utilizado a los extraterrestres en infinidad de ocasiones, hasta el punto de
considerar a esta forma de arte incomprensible sin ellos. 43Son muy abundantes las
películas, series de televisión, novelas, obras de teatro y cómics con los
extraterrestres como protagonistas principales o secundarios. En este aspecto la
variedad es grande al poderse hallar extraterrestres microscópicos, con forma
humana, grises de ojos grandes o acuáticos, entre muchas otras apariencias.
Respecto a sus intenciones, en muchos casos su presencia tiene
intenciones colonialistas, según Carl Sagan es menos común
mostrarlos bienintencionados y más escasos aún presentarlos indiferentes a los
problemas humanos.84 Los géneros también son variados al poder encontrarse
obras dramáticas, de terror o comedias.
Ahora bien, las referencias de la cultura popular a objetos volantes no
identificados, es decir, objetos o supuestos objetos que vuelan sin saber realmente
lo que son, resultan difíciles de localizar. Uno de los pocos ejemplos puede ser la
serie Project UFO, traducido en España por Investigación ovni que representó
casos de avistamientos ovni basados en los testimonios recogidos durante las
investigaciones del Proyecto Libro Azul.85La primera temporada, de las dos que
fueron producidas, no afirma la existencia de visitas extraterrestres; utilizaba
expresiones como «dice que vio», «dicen haber visto». No obstante, de los varios
casos representados por episodio, solía dejar uno sin explicar o relacionándolo
directamente con visitas extraterrestres. Al final de cada capítulo, se indicaba
mediante subtítulos que los ovnis no constituían un peligro para la seguridad
nacional de los Estados Unidos, conclusión obtenida tras veinte años de
investigaciones.86

Véase también[editar]
 Anexo:Principales avistamientos ovni
 Anillos de hadas
 Área 51
 Avistamientos de ovnis en España
 Círculos en los cultivos
 Objeto volador no identificado nazi
 Vimana
Notas[editar]
0. ↑ El sustantivo común «ovni» proviene del
acrónimo OVNI, traducción del
acrónimo inglés UFO (‘unidentified flying object’).
Término creado por Josef Allen Hynek (1972) para
sustituir al de «platillo volante».
1. ↑ El astrofísico y divulgador científico
Carl Sagan (1996, p. 232) indicó que la nave
estadounidense Mariner  9 refutó esa posibilidad
cuando fotografió la superficie de Marte en 1971.
2. ↑ Según Nigel Hawkes (1992,
p. 193) dicha celeridad se consideraba una «barrera»
infranqueable para un ingenio humano, pese a que las
balas de fusil ya viajaban a esa y
mayor velocidad desde hacía décadas.
3. ↑ La falta de registro escrito es especialmente
denotativo en sociedades como la egipcia, poseedora
de un estado muy burocratizado.
4. ↑ Traducido por Ted Wilding-White como Proyecto
Resentimiento.
5. ↑ La Academia Española define esta «logía» como
‘Estudio de los fenómenos asociados a los ovnis’.24 La
palabra «estudiar», sin embargo, es discutida. Según
Fernando Frías la supuesta ciencia de la ufología
incurre en numerosos fallos a la hora de difundir los
casos, como por ejemplo publicar ―sin realizar
ninguna verificación― que tras un encuentro con
extraterrestres a un hombre le creció un tercer
testículo.1 Juan Ballester Olmos (2000) señala que
cuando se ha estudiado el expediente, generalmente
un relato, y no ha sido posible ofrecer una explicación,
se considera un «caso positivo». Por el contrario,
cuando se puede dar una explicación se denomina
«caso negativo». En la mayoría de los casos
estudiados por ufólogos empleando el método
científico se descubrió un origen conocido.
6. ↑ La gran mayoría de la literatura sobre el tema no
puede ser considerada «científica» por no seguir el
método científico. Para este tipo de publicaciones
pseudocientíficas existe la propuesta para cambiar el
nombre de ufología por ufolatría, al tratarse más de
una veneración y una defensa del origen extraterrestre
que de un esfuerzo por ampliar el conocimiento sobre
estos.1
7. ↑ Quizás el que más le convenció lo divisó un policía
en Socorro, Nuevo México, el cual avistó unos seres y
un ingenio en el suelo con signos pintados en el
fuselaje, algo inusual hasta ese momento, ocultándose
los ovninautas en lo que se supuso era el interior de la
máquina y despegando esta seguidamente.
Posteriormente y según Luis Alfonso Gámez, la
correspondencia del premio nobel Linus
Pauling revelaría que lo avistado en Socorro fue una
broma preparada por estudiantes del Instituto de
Tecnología y Minería de Nuevo México (NM Tech).
8. ↑ Por lo tanto, se asume implícitamente la existencia de
abducciones, telepatía o contactos por radio. En esta
última fase se podrían incluir las búsquedas como las
realizadas por el Proyecto SETI@home y otras
investigaciones por radiofrecuencia,28 si alguna vez
aportan señales extraterrestres inequívocas. Habría
que reseñar finalmente que la quinta y sexta fase no
catalogarían objetos que vuelan sin poder saber lo que
son, porque ni son objetos —pueden ser pensamientos
o detecciones de radio— ni vuelan, y su procedencia
extraterrestre se asume previamente.
9. ↑ Condon era experto en física cuántica, pero también
había participado en la construcción y mejora de
radares durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que
reunía varias aptitudes y actitudes para estudiar los
ovnis.
10. ↑ En concreto, Frías reproduce la conversación
mantenida entre una periodista y el director de la
revista Karma 7 donde aquella le preguntó a este
«¿qué se hacía cuando no había suficientes noticias
para completar el número correspondiente?», a lo que
respondió el responsable de la publicación: «Nos las
inventamos. Total la gente no se entera».1
11. ↑ La falacia residual afirma que si un porcentaje de
casos permanecen inexplicados eso constituye la
prueba de que la hipótesis extraterrestre sigue siendo
válida.1
12. ↑ Para una más amplia exposición de las diversas
hipótesis interpretativas y su crítica a la hipótesis
extraterrestre véase Cabria García, Ignacio
(2002). Ovnis y ciencias humanas. Un estudio temático
de la bibliografía (1947-2000). Santander: Fundación
Anomalía. ISBN 84-607-6545-8.

Referencias[editar]
0. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u Gámez, Luis
Alfonso (24 de octubre de 2007). «Los vídeos de ’60
años de platillos volantes’». Magonia. Consultado el 22
de febrero de 2013.
1. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias
de la Lengua Española. «ovni». Diccionario de la
lengua española (23.ª edición). Consultado el 23 de
mayo de 2013.
2. ↑ Saltar a:a b Are UFOs Real? Ft. Neil deGrasse
Tyson (Video) (en inglés). Consultado el 24 de febrero
de 2013.
3. ↑ Pearson, Simon (2010). «La batalla por los
cielos». Armas de guerra del siglo
XXI (documental) (Santa Clara: Pacific Media).
4. ↑ Aviones espía de la guerra fría (documental).
Consultado el 17 de mayo de 2013.
5. ↑ Gaddis, 2008.
6. ↑ Sagan, 1996, p. 247 y siguientes.
7. ↑ Sagan, 1996, p. 212.
8. ↑ Däniken, 1999, p. [¿dónde?].
9. ↑ Saltar a:a b Benítez, 1994, p. [¿dónde?].
10. ↑ Saltar a:a b Vallée, 1976, p. [¿dónde?].
11. ↑ Horwitz, French (2015). «Los ovnis». En Abhejha
Kibuka, ed. Revelaciones (documental) (en inglés).
National Geographic.
12. ↑ Wilding-White, 1977, p. 7.
13. ↑ Vallée, 1976, p. 164.
14. ↑ Moisés Garrido Vázquez (2016). Ovnis, del espacio
exterior al espacio interior. Diversa Ediciones.
p. 22. ISBN 9788494608131.
15. ↑ Sagan, 1997, p. 102.
16. ↑ Sagan, 1997, pp. 102 y siguientes.
17. ↑ Saltar a:a b Ballester Olmos, 2000, p. 32.
18. ↑ Sagan, 1997, pp. 100 y siguientes.
19. ↑ Gámez, Luis Alfonso (8 de enero de
2006). «Abducidos». Magonia. Consultado el 23 de
febrero de 2013.
20. ↑ Sagan, 1997, p. [¿dónde?].
21. ↑ Wilding-White, 1977, p. 11.
22. ↑ Hynek, 1972.
23. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias
de la Lengua Española. «ufología». Diccionario de la
lengua española (23.ª edición). Consultado el 31 de
agosto de 2018.
24. ↑ Saltar a:a b Hynek, 1972, pp. 33 y siguientes.
25. ↑ Hynek, 1972, pp. 86 y siguientes.
26. ↑ Hynek, 1972, pp. 110 y siguientes.
27. ↑ Ovnis y encuentros Cercanos - Fabio Zerpa y sus
controversiales investigaciones como ovnílogo (Vídeo).
4 de octubre de 2009. Consultado el 2 de marzo de
2013.
28. ↑ «Clasificación de los ovnis». ovnis.com.mx. México:
ovnis.com.mx. 20 de abril de 2007. Consultado el 21 de
mayo de 2013.
29. ↑ Wilding-White, 1977, p. 10.
30. ↑ Saltar a:a b Ballester Olmos, 2000, p. [¿dónde?].
31. ↑ Preliminary Assessment: Unidentified Aerial
Phenomena. Office of the Director of National
Intelligence. 25 de junio de 2021. Consultado el 26 de
junio de 2021.
32. ↑ Caravaca, José Antonio (26 de junio de
2021). Informe del UAPTF sobre fenómenos aéreos no
identificados traducido al castellano. Esos misteriosos
objetos celestes y sus tripulantes. Consultado el 26 de
junio de 2021.
33. ↑ Evaluación ovni preliminar de la Oficina del Director
de Inteligencia Nacional de EEUU. El Ojo Crítico. 26 de
junio de 2021. Consultado el 26 de junio de 2021.
34. ↑ Beauregard, Luis Pablo (26 de junio de 2021). La
cúpula de inteligencia de EE UU se queda sin
respuestas ante el misterio de los objetos voladores. El
País. Consultado el 26 de junio de 2021.
35. ↑ EEUU no puede explicar más de 140 objetos
voladores sin identificar. El Periódico. 26 de junio de
2021. Consultado el 26 de junio de 2021.
36. ↑ Rapport d’avancement 2021. Commission Technique
3AF - SIGMA2. 25 de junio de 2021. Consultado el 26
de junio de 2021.
37. ↑ La Asociación Aeronáutica y Astronáutica de Francia,
también publica su informe ovni. El Ojo Crítico. 26 de
junio de 2021. Consultado el 26 de junio de 2021.
38. ↑ Gámez, 2012, p. [¿dónde?].
39. ↑ Guerrero, 1985, pp. 5 y 6.
40. ↑ Parra, Javier (1979). «Enfoque psicoanalítico del
fenómeno ovni». Contactos Extraterrestres (12).
Consultado el 13 de febrero de 2019.
41. ↑ Jiménez del Oso, 1984, p. [¿dónde?].
42. ↑ Saltar a:a b «¿Hay alguien ahí
afuera?» (Vídeo). Escépticos. 16 de mayo de 2013.
Consultado el 26 de febrero de 2013.
43. ↑ Jung, 2001, p. 403-404, § 824.
44. ↑ Jung, 2009, p. 196, § 1445.
45. ↑ Harpur y , 2015, p. 49.
46. ↑ Jung, 2001, p. 287.
47. ↑ Jung, 2001, pp. 288-289, § 591.
48. ↑ Jung, 2001, p. 289, § 592-593.
49. ↑ Jung, 2001, pp. 289-290, § 593.
50. ↑ Jung, 2001, p. 290, § 594.
51. ↑ Jung, 2001, p. 384, § 782.
52. ↑ Jung, 2001, p. 304, § 624.
53. ↑ Jung, 2001, pp. 384-389, § 781-790.
54. ↑ Jung, 2004, p. 216, § 418.
55. ↑ Jung y Pauli, 2014, pp. 166-169.
56. ↑ Ovnis psicoides. AIM Digital. 1 de enero de 2019.
Consultado el 1 de enero de 2019.
57. ↑ Op. cit., Jung, 2004, § 419-420.
58. ↑ Martínez, Víctor. «Sobre cosas que se ven en el
cielo». informeovni.net. Consultado el 20 de octubre de
2017.
59. ↑ Moisés Garrido Vázquez (2016). Ovnis, del espacio
exterior al espacio interior. Diversa Ediciones.
p. 231. ISBN 9788494608131.
60. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 232.
61. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 233-234.
62. ↑ Méheust, Bertrand (Septiembre de 1991). Los OVNIs,
el mito y el folklore. Más allá de la Ciencia. Consultado
el 23 de noviembre de 2018.
63. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 234.
64. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 234-240.
65. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 382.
66. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 383-384.
67. ↑ Grosso, Michael (Junio de 1991). ¿Son los ovnis una
creación mental? (28). Más allá de la Ciencia. pp. 64-
69. Consultado el 18 de noviembre de 2018.
68. ↑ Cuevas, David (19 de junio de 2015). Entrevista a
Jacques Vallée, el mejor ufólogo del mundo. Año/Cero.
Consultado el 1 de noviembre de 2017.
69. ↑ González, Perla (1979). «Entrevista al dr. Jacques
Vallée. "Tal vez proceden de un universo
paralelo..."». Contactos Extraterrestres 12. Consultado
el 29 de marzo de 2019.
70. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 382-383.
71. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 384-386.
72. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 390, 395.
73. ↑ Op. cit., Garrido, pág. 399.
74. ↑ Harpur, Patrick (2016). «5. El Alma del Mundo.
Arquetipos». El fuego secreto de los filósofos.
Vilaür: Ediciones Atalanta. p. 82. ISBN 978-84-937784-2-2.
75. ↑ Arnau, Juan (2 de diciembre de 2017). Henry Corbin.
Visión de ángel. Levante. El Mercantil Valenciano.
Posdata. Consultado el 7 de diciembre de 2017.
76. ↑ Harpur, Patrick (2015). Realidad daimónica.
Vilaür: Ediciones Atalanta. pp. 79-81,
154. ISBN 9788494377006.
77. ↑ Caravaca, José Antonio (2019). Distorsión. ¿Una
teoría explicativa? Ovnis, apariciones marianas,
bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas.
Editorial Guante Blanco. ISBN 978-84-16808-85-4.
78. ↑ Carballal, Manuel (10 de febrero de 2020). Distorsión:
una hipótesis alternativa al fenómeno ovni. El Ojo
Crítico. Consultado el 17 de noviembre de 2020.
79. ↑ Caravaca, José Antonio (28 de octubre de
2021). Distorsión: ¿y si los ovnis fueran algo muy
distinto de lo que hemos creído hasta ahora?. Código
Oculto. Consultado el 28 de octubre de 2021.
80. ↑ Pedrero, Miguel (2020). OVNIS, Mensajeros de la
conciencia global. Ediciones Cydonia. ISBN 978-84-949816-
8-5.
81. ↑ Berlanda, Nestor (2019). Detrás de la niebla. Editorial
Guante Blanco. ISBN 978-84-16808-59-5.
82. ↑ Juan José Acevedo, Néstor Berlanda (2018). Los
extraños. Abducciones: mito, conciencia y
realidad. Editorial Reediciones Anómalas. ISBN 978-950-
04-2136-2.
83. ↑ Sagan, 1996, p. [¿dónde?].
84. ↑ Investigación ovni - Doblaje TVE 1978 (video). 27 de
octubde de 2007. Consultado el 20 de mayo de 2013.
85. ↑ The Howard Crossing Incident (video) (en inglés). 27
de febrero de 2011. Consultado el 20 de mayo de
2013.

Bibliografía[editar]
Bibliografía utilizada[editar]
 Ballester Olmos, Vicente-Juan (2000). «Ovnis: el enigma
que nunca existió». Muy especial (Madrid: G+J)
(45). ISSN 1134-2749.
 Benítez, Juan José (1994). Los astronáutas de Yavé.
Barcelona: Planeta. ISBN 84-08-01096-4.
 Däniken, Erich von (1999). Chariots of the Gods (en
inglés) (reimpresión edición). Barcelona: Penguin
Group. ISBN 9781101076125.
 Gaddis, John Lewis (2008). La guerra fría. Barcelona:
RBA. ISBN 97884-98671131.
 Gámez, Luis Alfonso (2012). «19». En Luis Alfonso Gamez,
ed. Crónicas de Magonia. Bilbao. ISBN 978-84-615-7788-0.
 Guerrero, Juan Antonio (1985). «Aurora, el caza
secreto». Muy Interesante (Madrid) (51).
 Harpur, Patrick (2015). «2. Ovnis. Un mito
moderno». Realidad daimónica. Vilaür: Ediciones
Atalanta. ISBN 9788494377006.
 Hawkes, Nigel (1992). Vehículos. Madrid: Debate. ISBN 84-
7444-575-2.
 Hynek, Joseph Allen (1972). The UFO Experience: A
Scientific Inquiry (en inglés) (reimpresión 1998 edición).
Chicago: Henry Regnery Company. ISBN 1-56924-782-X.
 Jiménez del Oso, Fernando (1984). El Síndrome Ovni.
Barcelona: Planeta. ISBN 9788432043291.
 Jung, Carl Gustav (2001). «15. Un mito moderno. De cosas
que se ven en el cielo (1958)». Obra completa. Volumen
10. Civilización en transición. Madrid: Editorial Trotta. ISBN
978-84-8164-405-0 / ISBN 978-84-8164-403-6.
 Jung, Carl Gustav (2004). «8. Consideraciones teóricas
acerca de la esencia de lo psíquico. G. Pattern of
behaviour y arquetipo». Obra completa. Volumen 8:  La
dinámica de lo inconsciente. Madrid: Editorial Trotta.
 Jung, Carl Gustav (2009). «XI. Civilización en transición
(OC 10). Comunicado a United Press International
(1958)». Obra completa. Volumen 18/2. La vida simbólica.
Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-9879-083-2.
 Jung, Carl Gustav; Pauli, Wolfgang Ernst (2014). «The
Correspondence». En Carl Alfred Meier, ed. Atom and
Archetype: The Pauli/Jung Letters, 1932-1958 - Updated
Edition (en inglés). Princeton University
Press. ISBN 9780691161471.
 Sagan, Carl (1996). Un punto azul pálido. Barcelona:
Planeta. ISBN 84-08-01645-8.
 Sagan, Carl (1997). El mundo y sus demonios. La ciencia
como una luz en la oscuridad. Barcelona: Planeta. ISBN 84-
08-02043-9.
 Vallée, Jacques (1976). Pasaporte a Magonia. Barcelona:
Plaza & Janés. ISBN 84-01-47027-7.
 Wilding-White, Ted (1977). Todo sobre ovni. Madrid:
Lago. ISBN 84-7374-044-0.

Bibliografía adicional[editar]
 Berlitz, Charles (1977). Sin rastro. Barcelona:
Pomaire. ISBN 84-286-0216-6.
 Fundación Anomalía (1997). Diccionario temático de
ufología. Santander: Anomalía. ISBN 84-605-6850-4.
 Harpur, Patrick (2016). El fuego secreto de los filósofos (5ª
edición). Vilaür: Ediciones Atalanta. ISBN 978-84-937784-2-2.
 Keel, John (2017). Operación Caballo de Troya.
Alicante: Editorial Reediciones Anómalas. ISBN 978-84-617-
8689-3.
 Vallée, Jacques (2020). Dimensiones. Alicante: Editorial
Reediciones Anómalas. ISBN 9788409244201.
 – (2018). Emisarios del engaño. Alicante: Editorial
Reediciones Anómalas. ISBN 978-84-090-0123-1.

 Proyectos Wikimedia

  Datos: Q421

  Multimedia: UFOs

 Identificadores

 BNE: XX526015

 BNF: 11933297z (data)

 GND: 4078498-8

 LCCN: sh85139676

 NDL: 00571425

 NARA: 10643350

 Diccionarios y enciclopedias

 Britannica: url
Categoría: 
 Ovnis
Menú de navegación
 No has accedido
 Discusión
 Contribuciones
 Crear una cuenta
 Acceder
 Artículo
 Discusión
 Leer
 Editar
 Ver historial
Buscar
Buscar Ir

 Portada
 Portal de la comunidad
 Actualidad
 Cambios recientes
 Páginas nuevas
 Página aleatoria
 Ayuda
 Donaciones
 Notificar un error
Herramientas
 Lo que enlaza aquí
 Cambios en enlazadas
 Subir archivo
 Páginas especiales
 Enlace permanente
 Información de la página
 Citar esta página
 Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
 Crear un libro
 Descargar como PDF
 Versión para imprimir
En otros proyectos
 Wikimedia Commons
En otros idiomas
 ‫العربية‬
 English
 हिन्दी
 Bahasa Indonesia
 Македонски
 Bahasa Melayu
 Português
 Русский
 中文
76 más
Editar enlaces
 Esta página se editó por última vez el 11 mar 2022 a las 23:45.
 El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0; pueden aplicarse
cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organiz

También podría gustarte