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y cuánto menospreciamos
(3 veces)
QUE EL AMOR, CRECE MÁS COMPARTIDO
Salomé Arricibita
de la búsqueda fallida
en el vino recibido
el miedo....que no vence
a la alegría de quererte...
Salomé Arricibita
Hay unas realidades que opacan nuestra realidad de
consagrados
La gente a la que predicamos olfatea cómo estamos
viviendo
Y eso desdice nuestra manera de vivir
1. Una de estas es la sensación de inmovilidad en la
misión. Creer que Soy indispensable. Creerse
superior a los demás en vez de estar al servicio de
todos. Asumiendo el poder según los criterios de
este mundo.
2. El activismo que nos convierte en gerentes
profesionales. No aprendemos a delegar.
Trabajamos sin detenernos para la
contemplación, no hay tiempo para el cuidado de
la vida en Dios, No hay tiempo para el descanso y
la recreación. Cuando pierde tiempo la
contemplación pierde fuerza la misión. Dejo de
ser misionero.
La iglesia estaba perdiendo vocaciones porque
cuando tocaban a la puerta el que abría era una
persona que no convocaba, sino que espantaba.
San Benito y San Alfonzo Rodríguez eran santos
porteros.
El cargo de portero era un puesto de gran confianza y
responsabilidad, ya que ERA LA PRIMERA CARA
PÚBLICA DE LA COMUNIDAD. Se ocupó de muchas
personas diferentes, incluyendo al virrey, y fue un
guía espiritual para otros, como San Pedro Claver.
Su secreto era una intensa vida interior de oración y
ascetismo, que lo llevó a grandes experiencias
místicas.
Buscó etiquetar a cada uno con la virtud en la que
sobresalía (el sabio, el humilde, el trabajador) y
BUSCÓ DESCUBRIR A CRISTO EN TODOS LOS QUE
LLAMABAN A SU PUERTA.
3. Otra realidad es el chisme y la murmuración, que
condicionan y vician las relaciones. Vician el
ambiente fraterno. Destruye la dignidad de las
personas. Ya la relación no es la misma. Nos
vamos deshumanizando. Se termina haciendo
opción de no dejarse afectar por nadie. Soy parte
de la comunidad, pero no participo en ella.
4. La auto referencialidad e indiferencia. Me dejo
guiar por mis criterios personales no por el
Espíritu. Nos convierte en Caín (Génesis 4,9:
“Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está tu
hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo
acaso guardián הֲֹׁשמֵ ֥ר, hăšōmêr, de mi
hermano?”). Hasta llegar a dar muerte al
hermano. Terminamos como el hermano mayor
(25"Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando
vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas.
26"Llamando a uno de los criados, le preguntó
qué era todo aquello. 27"Y él le dijo: 'TU
HERMANO HA VENIDO, Y TU PADRE HA
MATADO EL BECERRO ENGORDADO, porque lo
ha recibido sano y salvo.' 28"Entonces él SE
ENOJÓ Y NO QUERÍA ENTRAR. SALIÓ SU PADRE Y
LE ROGABA QUE ENTRARA. 29"Pero él le dijo al
padre: 'MIRA, por tantos años TE HE SERVIDO Y
NUNCA HE DESOBEDECIDO NINGUNA ORDEN
TUYA, y sin embargo, nunca me has dado un
cabrito para regocijarme con mis amigos; 30pero
cuando vino ESTE HIJO TUYO, que ha consumido
tus bienes con rameras, mataste para él el
becerro engordado.' 31"Y SU PADRE le dijo: 'HIJO
MÍO, TÚ SIEMPRE HAS ESTADO CONMIGO, Y
TODO LO MÍO ES TUYO. 32'Pero ERA NECESARIO
HACER FIESTA Y REGOCIJARNOS, porque ÉSTE, TU
HERMANO, ESTABA MUERTO Y HA VUELTO A LA
VIDA; ESTABA PERDIDO Y HA SIDO HALLADO.'")
que no participa de la alegría del hermano.
5. Ir excluyendo hermanos, formando círculos. Se
discrimina y excluye. Asimilamos el orden
establecido que divide.
6. Excesiva tecnología convertida en escape. El
hombre no es para la tecnología sino la
tecnología para el hombre. El uso de estos
medios sin discernimiento es dañino.
Pero es precisamente esta eficacia del amor entre
nosotros lo que nos atrae el odio de algunos, pues
dicen: «MIRAD CÓMO SE AMAN», mientras ellos sólo
se odian entre sí. «MIRAD CÓMO ESTÁN DISPUESTOS
A MORIR EL UNO POR EL OTRO», mientras que ellos
están más bien dispuestos a matarse unos a otros.
(TERTULIANO, Apologético, 39).
No podemos vivir la mediocridad o somos fríos o
somos calientes:
15"Yo CONOZCO TUS OBRAS, que ni eres frío ni
caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16"Así, puesto
que ERES TIBIO, y no frío ni caliente, te vomitaré de
Mi boca. 17"Porque dices: 'Soy rico, me he
enriquecido y de nada tengo necesidad.' No sabes
que eres un miserable y digno de lástima, y pobre,
ciego y desnudo.
José Luis Martín Descalzo, “24 pequeñas maneras de
amar”
Cuando a la gente se la habla de que “hay que amarse
los unos a los otros” son muchos los que se te quedan
mirando y te preguntan: ¿y amar, qué es: un calorcillo
en el corazón? ¿Cómo se hace eso de amar, sobre
todo cuando se trata de desconocidos o semi-
conocidos? ¿Amar son, tal vez, solamente algunos
impresionantes gestos heroicos? Un amigo mío,
Amado Sáez de Ibarra, publicó hace muchos años un
folleto que se titulaba “El arte de amar” y en él ofrecía
una serie de pequeños gestos de amor, de esos que
seguramente no cambian el mundo, pero que, por un
lado, lo hacen más vividero y, por otro, estiran el
corazón de quien los hace.
Siguiendo su ejemplo voy a ofrecer aquí una lista de
24 pequeñas maneras de amar:
-Aprenderse los nombres de la gente que trabaja con
nosotros o de los que nos cruzamos en el ascensor y
tratarles luego por su nombre.
LA MI SIm
Jesús, enséñame tu modo
MI LA
de hacer sentir al otro más humano,
MI SIm
que tus pasos sean mis pasos;
MI LA
mi modo de proceder.
LA MI RE MI
Jesús, hazme sentir con tus sentimientos,
LA MI RE MI
mirar con tu mirada, comprometer mi acción,
LA MI RE
donarme hasta la muerte por el reino,
MI LA
defender la vida hasta la cruz,
LA MI RE
amar a cada uno como amigo,
MI LA
y en la oscuridad llevar tu luz.
DO SOL FA SOL
Jesús, yo quiero ser compasivo con quien sufre,
DO SOL FA SOL
buscando la justicia, compartiendo nuestra fe,
DO SOL FA
que encuentre una auténtica armonía
SOL DO
entre lo que creo y quiero ser,
DO SOL FA
mis ojos sean fuente de alegría,
SOL DO
que abrace tu manera de ser.
DO SOL REm
Jesús, enséñame tu modo
SOL DO
de hacer sentir al otro más humano,
SOL REm
que tus pasos sean mis pasos;
SOL DO
mi modo de proceder.
LA MI RE MI
Quisiera conocerte, Jesús, tal como eres.
LA MI RE MI
Tu imagen sobre mí es lo que transformará
LA MI RE
mi corazón en uno como el tuyo
MI LA
que sale de sí mismo para dar;
LA MI RE
capaz de amar al Padre y los hermanos,
MI LA
que va sirviendo al reino en libertad
3 ”Danos la comida
que hoy necesitamos.
4 ”Perdona nuestros pecados,
como también nosotros perdonamos
a todos los que nos hacen mal.