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“¿Quién es Dios?”
Estudio Núm. 3
Texto clave: Juan 4: 24ª; Salmos 102:12-22; 135:1-7, 13-21; 139:7-12
INTRODUCCION
La respuesta a la pregunta: ¿Quién es Dios?, es difícil de responder en
su totalidad; ya que nuestro conocimiento de Dios es limitado. Nuestro
pensamiento es finito, y no tiene un conocimiento exhaustivo del ser de
Dios. Este conocimiento que tenemos de Él – como mencionamos en la
clase pasada – está condicionado a la “auto-revelación” de Dios. O sea, que
nuestro conocimiento acerca de quien es Dios es iluminado por lo que Él
mismo ha dado a conocer de Sí mismo en la Biblia. Conocemos solamente
lo que al Señor le ha placido darnos a conocer. Entonces, el conocimiento
que tenemos de Dios, es parcial, pero suficiente. No podemos, entonces,
ofrecer una definición exhaustiva de quien es Dios, sino únicamente una
descripción de Él.
Al ser Dios un ser infinito (Juan 4: 24ª), solamente podemos tener una
comprensión incompleta de Él. Sin embargo, esto nos lleva a afirmar que
Dios es “cognoscible”. Dios puede ser conocido o comprendido. La Biblia
enseña esto (Juan 17:3; I Juan 5:20).
- La aseidad de Dios:
El Dr. R.C Sproul, en su libro titulado “Una pasión santa”, donde trata
acerca de los atributos de Dios, narra un diálogo, que se da en un buen
número de hogares, entre un niño y su madre. Sproul escribe lo siguiente:
- La simplicidad de Dios:
El término “simplicidad” en la teología significa que Dios no está formado
por partes; no es un ser compuesto. Todo lo que hay en Dios es Dios. Él no
está compuesto, como los seres humanos, de cuerpo y alma; en Él no hay
mezcla alguna de nada. Es puro Dios. Como ejemplo: I Juan 4:8 afirma
que Dios es amor. El atributo de amor no está separado de Dios, como si
dijéramos que Dios ama mucho. No, Dios mismo es el amor. Sus atributos
no son su esencia. Más bien, su esencia son sus atributos y sus atributos
su esencia. Dios es sus atributos.
La “simplicidad” de Dios es lo que hace la distinción entre Él como
creador, y su creatura (el ser humano). Dios es eterno, inmutable e infinito
y la creatura finita, temporal y mutable. Hablar de la “simplicidad” de Dios
significa que todo lo que hay en Dios es simplemente Dios. Dios está libre –
como escribe Geerhardus Vos – de toda composición y distinción. En Él no
hay distinción entre género y especie (Dios es libre de composición lógica).
No hay en Él distinción entre sustancia y forma (Dios es libre de
composición natural), y en Él no hay distinción entre la inactividad y la
acción (Dios es libre de composición sobrenatural) (I Juan 1:5;4:8; Amós
4:2; 6:8)3
- La inmutabilidad de Dios:
La inmutabilidad de Dios es aquel atributo que afirma que es imposible
que Dios cambie, evolucione, progrese o crezca. Existe una correlación (al
igual que con los atributos ya mencionados) entre “la inmutabilidad de
Dios” y la revelación de Dios como Dios del pacto (Malaquías 3:6). Dios
permanece fiel a su “pacto de gracia”.
- La infinitud de Dios:
Dios no es un ser limitado. Él queda libre de todas las limitaciones. Dios
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Ver: Vos, Geerhardus, Teología Sistemática, Tomo #1. Capitulo 2 “Nombres, ser y atributos de Dios”.
no está limitado por el tiempo ni por el espacio. Cuando hablamos de la
eternidad de Dios, implica que el tiempo es un aspecto de la creación de
Dios, y no de Dios mismo. Dios no tiene principio ni fin; es el Alfa y la
Omega. Dios llena todo el tiempo. Por otra parte, Dios está en todo lugar.
No hay espacio donde no esté Dios, así como no hay tiempo en que no esté
Dios.
- La soberanía:
Por lo regular, hablamos de la soberanía como si fuese un atributo
incomunicable, o sea, que sólo pertenece a Dios. Pero la “soberanía” es
uno de los atributos comunicables.
La soberanía tiene que ver con la voluntad y la voluntaria dirección de las
actividades de uno. Como ejemplo: cuando voluntaria mente escojo el
asiento en el autobús, o que camisa vestir para el culto. Es así que
ejercemos nuestra soberanía.
La soberanía se práctica en la auto-dirección. Dios es soberano en que
Él mismo se dirige, decide sus acciones y las hace, y no está dirigido por
las situaciones o las circunstancias. En cuanto a nosotros, somos
soberanos limitados y relativos; soberanos en cierto grado.
- La veracidad:
Hablar de la fidelidad de Dios a su pacto y a sus promesas es una
expresión de su veracidad. Nosotros reflejamos “la veracidad de Dios”
cuando comprometemos nuestra palabra y la cumplimos, y podemos ser
consecuentes con nosotros mismos.
- La justicia:
Dios cumple con sus propias normas, nunca es culpable de infringir sus
leyes o reglas. Este atributo es “la justica de Dios”. Dios premia, retribuye,
remunera y castiga de acuerdo con el derecho que El mismo estableció.
Dios no hace acepción de personas ( cf. I Pedro 1:17). Por tanto, si
nosotros reflejamos este atributo, el hacer acepción de personas, es actuar
injustamente, y eso es pecado (Santiago 2:9). Así que, nosotros debemos
esfrozarnos, siendo la imagen de Dios restaurada en Cristo, para reflejar
este atributo en todo nuestro ser y quehacer.
- La santidad:
La idea fundamental de santidad es de separación. Dios se mantiene
separado de todo lo que no es Dios. Denota su excelencia moral y ética, la
pureza de sus motivos y acciones. La santidad de Dios se expresa en su
trascendencia.4
Cuando la Biblia se refiere a “la majestad de Dios”; está expresando
también su santidad. Y a raíz de ella (su santidad), Dios exige que sus
creaturas, sobre todo su pueblo, sean tabién santos y puros (cf. I Pedro
1:15-16)
- El amor:
La gracia es el amor de Dios ejemplificado en la salvación, pues "gracia"
se refiere a la salvación. La misericordia es la expresión de su amor que
revela a Dios como ser compasivo. Se refiere a su relación con el pobre, el
oprimido, la viuda y el huérfano, etc. (¿Cuántas veces se encuentran tales
expresiones en las Escrituras?). Siendo nosotros la imagen de Dios y
renovados en Cristo, tenemos el deber de mostrar este atributo en nuestra
vida y actitudes. La longanimidad se refiere a su benigna paciencia. 5
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Nyenhuis, G. Lo que creemos los cristianos, tomo 1. Los atributos comunicables.
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Nyenhuis, G. Lo que creemos los cristianos, tomo 1. Los atributos comunicables.
- La sabiduría:
Nosotros podemos ver la sabiduría de Dios en la creación. Miramos la
armonía y concordia que ella refleja (cf. Romanos 1:20). Nosotros también
somos llamados a ser sabios y a reflejar, como imagen de Dios, la
sabiduría. Por otra parte, no podemos ser sabios sin que sepamos de su
sabiduría. Para nuestro beneficio su sabiduría se manifiesta en la
creación, en la providencia, en la redención, y, sobre todo, en su
revelación.
- La bondad:
Cuando afirmamos que Dios es bueno decimos que hace el bien. Cuando
hablamos de la bondad de Dios, hablamos de lo que algunos llaman "su
gracia común" (que en el sentido estricto no es gracia, puesto que no es
salvadora). Se refiere a la benevolencia que Dios muestra hacia toda su
creación, y no solamente a los redimidos. Pero aun más, se refiere a lo que
algunos llaman la "bondad metafísica". Usamos la palabra "bueno" en este
sentido cuando decimos: "Este es un buen coche" o "esta es una buena
manzana". El coche, en este caso, es todo lo que debe ser un coche, y la
manzana todo lo que debe ser una manzana. En este sentido, Dios es un
buen Dios; es todo lo que debe ser Dios, según lo que Dios mismo ha
revelado como Dios. Los ídolos, entonces, no pueden ser buenos. Nosotros
debemos ser todo lo que debe ser el ser humano; debemos ser buenos
seres humanos y, además, debemos mostrar benevolencia hacia la
creación de Dios.6
- El conocimiento:
Este atributo se refiere en primer lugar al autoconocimiento de Dios. Dios
se conoce y es conocido solamente por lo que revela. Dios se conoce
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Ibbid
exhaustiva e intuitivamente. El conocimiento de Dios no es resultado de
un proceso de aprendizaje. No hay nada escondido para Dios, ni desconoce
las profundidades de su propio ser. Su conocimiento es una penetrante
percepción en la esencia de todas las cosas, conoce todo lo que realmente
es, pues, siendo Dios el creador de todo, su autoconocimiento abarca todo.
Como creaturas de El que debemos reflejar su gloria, también en el
conocimiento, tenemos que esforzarnos para pensar sus pensamien¬tos y
saber lo que Dios quiere que sepamos.7
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Nyenhuis, G. Lo que creemos los cristianos, tomo 1. Los atributos comunicables.