IGLESIA PRESBITERIANA REFORMADA “SINAÍ”
SERMÓN DE DIA MIERCOLES
ELIAS: UN HOMBRE COMUN EN UNA EPOCA EXTRAORDINARIA
Tiempos de conflicto
(repaso clase pasada)
1Reyes 18:20-40
Introduciéndonos al tema.
* En el contexto en que Elías el
profeta vivía, el pueblo de Dios había
cambiado la verdad del Señor, por la
mentira de los falsos profetas. Esta
verdad, se había perdido en una cultura de
idolatría.
Así que, el texto Bíblico quiere
mostrarnos – por medio de la vida de
Elías – que el Señor Dios; a pesar del
adulterio religioso en el que se encontraba
hundido el pueblo; Él seguía siendo el
Dios de Israel, y que su verdad,
prevalecería sobre la falsa enseñanza de
aquellos “profetas” paganos de los dioses
llamados: Asera y Baal.
* En el mundo actual, todo es relativo.
“Tú verdad es tú verdad, y mi verdad es
mi verdad”.
Es preocupante que, este tipo de
pensamiento modernista, también se ha
introducido en la iglesia.
* Por ejemplo: Cuando se dice: Tú así
crees respecto a este tema ¡Es respetable!
Yo creo diferente sobre el mismo tema;
¡también es algo que es respetable! Pero
el asunto aquí, no es mi verdad o tú
verdad; sino la verdad de Dios revelada
en su Palabra.
Me refiero al asunto de hablar “en
su nombre”. Y el hablar en su nombre no
es un juego. Un ejemplo más: Si alguno
de ustedes pide que yo envíe un mensaje a
otra persona; y resulta que el mensaje que
yo dí, lo adulteré poniendo en él, palabras
que usted no dijo ¿cuál sería su reacción
para conmigo?
El texto que hoy estudiaremos; tiene
que ver con confirmar la verdadera
Palabra de Dios en contra de los falsos
profetas populares Jezabel y Acab. El
honor y la verdad del Dios santo esté en
juego; y también lo es el destino eterno de
los que escuchan un mensaje falso.
* Para la iglesia local; este mensaje debe
llevarnos a dejar de jugar a religión y que
ponga sus pies sobre la tierra.
Porque el mal uso de la Palabra de Dios,
lleva a una iglesia local a la idolatría. Y
los responsables de guardar que la Palabra
de Dios sea predicada con verdad, y que
el gobierno de la iglesia sea solamente
por la Palabra; es del Consistorio de la
iglesia local. Esa es la razón por la que la
biblia pide como requisito para los
ancianos, el ser retenedor de la palabra
fiel como ha sido enseñada:
* “…retenedor de la palabra fiel tal
como ha sido enseñada, para que
también pueda exhortar con sana
enseñanza y convencer a los que
contradicen.” (Tito 1:9)
Es verdad, algunas personas se enojarán
con los Ancianos de la iglesia, cuando la
Palabra de Dios se aplica como única
regla de fe y conducta en la iglesia local;
sin embargo...
*Es preferible el enojo de algunos
mortales, que la ira del Dios santo e
inmortal.
“Porque toda iglesia quiere tener un buen
pastor, hasta que encuentran uno que les
exige también a ellos ser buenos
cristianos.”
Ejemplo: Esposa ultrajada/ Testigo que
no hace nada por auxiliar.
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Tiempos de conflicto
Se aclara el problema (vv20-21):
“Entonces Acab convocó a todos los
hijos de Israel, y reunió a los profetas en
el monte Carmelo. 21   Y acercándose
Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta
cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos? Si Jehová es Dios,
seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el
pueblo no respondió palabra.”
* Son increíbles las palabras que
escuchamos de boca de Acab al ver a
Elías y antes de convocar al pueblo:
“Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres
tú el que turbas a Israel?” (v17)
Elías era quien, más que ningún otro,
se oponía al deseo de Acab de unir Israel
al culto de Baal, y de este modo, como
suponía él, establecer pacíficamente la
religión en la nación.
* Elías era quien, a sus ojos (Acab), era
responsable de todas las aflicciones y
sufrimientos que llenaban el país. No
discernía la mano de Dios en la sequía, ni
se sentía compungido por su conducta
pecaminosa; por el contrario, Acab
procuraba cargar la responsabilidad a
otro, y acusar al profeta de ser el autor de
las calamidades que llenaban la nación.
*La característica del corazón no
humillado y sin juicio que se duele bajo la
vara de la justicia de Dios es dar la culpa
a otro.
*Y, ¿Cuál es el deber de los siervos de
Dios ante estas lamentables situaciones?
- El deber de los siervos de Dios es
prevenir a los hombres de su peligro,
señalarles que la rebelión contra Dios
lleva a la destrucción cierta, y exhortarles
a dejar las armas de su rebelión y huir de
la ira que vendrá.
- Su deber es enseñarles que han de
volverse de sus ídolos y servir al Dios
vivo, y que de otro modo perecerán.
- Su deber es reprobar la impiedad
dondequiera que se encuentre, y declarar
que la paga del pecado es muerte.
* Ello no contribuirá a su popularidad,
por cuanto condenará e irritará a los
impíos, a quienes les molestará
seriamente semejante claro lenguaje.
*Los que ponen en evidencia a los
hipócritas, resisten a los tiranos y se
oponen a los impíos, serán siempre
considerados unos alborotadores.
Pero, como Cristo declaró:
* “Bienaventurados sois cuando por mi
causa os vituperen y os persigan, y digan
toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo. 12   gozaos y alegraos,
porque vuestro galardón es grande en los
cielos; porque así persiguieron a los
profetas que fueron antes de vosotros.”
(Mateo 5:11-12)
*Miremos la respuesta de Elías:
“Y él respondió: Yo no he turbado a
Israel, sino tú y la casa de tu padre,
dejando los mandamientos de Jehová, y
siguiendo a los baales.” (v18)
*Miramos que Elías no se intimido por la
difamación lanzada contra él. Él devuelve
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Tiempos de conflicto
la acusación, culpando a quien en verdad
era responsable de turbar al pueblo de
Dios.
*Vean, amados hermanos, ahí, la
fidelidad del siervo de Dios; como Natán
dijo a David, así también Elías a Acab:
“Tú eres aquel hombre". Una acusación
justa y grave: que Acab y la casa de su
padre eran la causa de todos los males
dolorosos y las calamidades tristes que
habían llenado la nación. La autoridad
divina con la cual estaba investido
permitió a Elías encausar al mismísimo
rey.
* "Dejando los mandamientos de
Jehová”. Aquí reside la esencia y
enormidad del pecado. Es sacudir el yugo
divino, negarse a estar en sujeción a
nuestro Hacedor y Rey. Es desconocer
intencionadamente al juez, y rebelarse
contra su autoridad. La ley del Señor es
clara y enfática. El primer estatuto de la
misma prohíbe de modo expreso el tener
otros dioses aparte del Dios verdadero; y
el segundo prohíbe hacer imágenes e
inclinarse a ellas en adoración. Éstos eran
los terribles crímenes que Acab había
cometido, y son también, en esencia,
aquellos de los que nuestra generación
mala es culpable, y ello es la causa de que
el cielo nos mire ahora con ceño tan
fruncido. "Sabe pues y ve cuán malo y
amargo es dejar tú a Jehová tu Dios, y
faltar mi temor en ti, dice el Señor
Jehová de los ejércitos” (Jeremías 2:19).
*"Y siguiendo a los Baales"; cuando se
abandona al verdadero Dios, otros dioses
falsos ocupan su lugar; “Baales", así, en
plural, por cuanto Acab y su mujer
adoraban a varios dioses falsos.
Cuando el pueblo ya está reunido; el
profeta Elías comienza con una pregunta
directa: *¿Hasta cuándo claudicareis
vosotros entre dos pensamientos? (v21)
Es una confrontación directa por la
ambigüedad en el corazón del pueblo.
¡Ustedes tienen que escoger! “Si Jehová
es Dios, seguidle; y si Baall, id en pos de
él”. Observen el silencio de la multitud:
“El pueblo no respondió palabra”. ¡Ellos
no sabían cómo responder! Es peligroso
divagar sobre cuestiones eternas, así que,
Elías exigió que decidieran a quién
seguirían.
Entonces, aquí se aclara el problema:
Nunca el problema será la palabra del
Señor, cuando es expuesta con fidelidad;
el problema es el corazón de aquellos que
quieren vivir con el corazón dividido.
(Ejemplo: Comer tacos)
Para Nuestra Espiritualidad:
¿Qué lecciones podemos sacar de este
increíble acontecimiento?
* Las cuestiones acerca de la verdad no se
resuelven por el voto de la mayoría, sino
por la Palabra de Dios.
* El compromiso sincero y aun
apasionado con las cosas equivocadas
puede ser autodestructivo.
* Las cuestiones de verdad y error
requieren de confrontación poderosa y, a
menudo, incomodos.
* Para descubrir la verdad sobre Dios,
debemos tomar decisiones sobre nuestra
fe y sobre dioses de nuestra cultura.
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