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Sección 4
C.I.: 28.149.966
Valoración personal
Cuarón desde muy pequeño se vió atraído por la aviación, cosa que se refleja en
una de las escenas donde es representado por su versión en la película,
expresando su temor a entrar al ejército para poder ser piloto de guerra, razón por
la cual, su atención se centró en su posterior vocación, el cine. Al crecer cerca de
unos de los estudios más longevos de México, así como también de
Latinoamérica, y además recibir su primera cámara a los 12 años, Cuarón ha
dedicado su vida al mundo cinematográfico, profesionalismo y destreza que se
refleja en sus películas, pero muy especialmente en Roma, debido a lo íntimo de
la trama.
A pesar de que todo lo mencionado que vivió Sofía fue delicado, Cleodegaria
sufrió sucesos fácilmente cercanos a la muerte, y tuvo la desgracia de conocer a
un hombre, Fermín, primo del novio de la otra ama de llaves de la familia, Adela, y
novio con la que se la ve feliz al principio, y con quien aparentemente perdió la
virginidad, lo cual da paso a un embarazo no deseado tanto por parte de Cleo,
como por parte del padre de la criatura, quien violentamente se negó a hacerse
cargo de sus cuidados y los de Cleo; unión que da como resultado el parto de una
bebé no nata, y claramente una marca profunda en la vida de la empleada
doméstica. Aun así, después del trago amargo de ambas mujeres, se denota la
solidaridad y la sororidad, fruto de la lealtad que se tienen mutuamente, y el cariño
que todos en la casa le agarraron a su ama de llaves. Antonio y Fermín son, en
definitiva, los personajes más fáciles de aborrecer en la trama, aunque la fuerte
negativa de este último no es la única razón por la cual puede ser odiado por el
público.
Una de las escenas más emblemáticas, y más traumáticas, fue aquella que mostró
los disturbios del Halconazo, sucedidos el 10 de octubre de 1971, pero como se
dijo anteriormente, todo desde los ojos de Cleodegaria.
La masacre, que dejó centenas de muertos, es reflejada por Cuarón cuando Cleo
y Teresa, la madre de Sofía, van junto al chofer de la familia a comprar una cuna,
debido al embarazo avanzado de la joven, con la particularidad de salir en plena
manifestación estudiantil. Al llegar al establecimiento para adquirir la cuna, explota
el estruendo, la marcha pacífica se convierte en una matanza. Aquellos dentro de
la tienda, incluidas Cleo y Teresa, se resguardan, contando con la frágil protección
del área, que se ve quebrantada por dos manifestantes buscando escondite, uno
de ellos, asesinado por uno de los paramilitares que también ingresaron
expresamente en búsqueda de los estudiantes. Cleo, para su sorpresa, se
encuentra nuevamente, tiempo después de haber sido amenazada, a Fermín con
un arma, apuntándola, para luego desalojar el lugar con su grupo. El shock de
Cleo ante tal escena, genera el parto prematuro de su hija fallecida, después de
un largo proceso para ser atendida en un hospital, debido a las manifestaciones
agravadas que dieron como resultado una de las tragedias más sonadas entre la
población estudiantil mexicana.
Uno de los detalles que me resultó curioso y me hizo preguntarme por qué se
había realizado de esa manera, es que sabiendo que México, conocido por su
gran extensión de artesanía expuesta en las calles con colores vibrantes y
distintivos, el director hubiera decidido desteñir por completo el filme para
convertirlo en blanco y negro, y posteriormente llegué a la conclusión de que esta
obra trata de Cleo en su totalidad, ella es la protagonista principal, el foco y el
motor de la película, cosa que se nota muy fácilmente cuando la enfocan en
escena. Los colores vibrantes atraen a la vista, y habiendo tanto bullicio visual, la
atención no se habría ido hacia Cleo. El uso del blanco y negro, los movimientos
de las cámaras a través de cada escena y secuencia, son elementos que hacen
que el espectador se sienta en la época en la que se relatan los hechos, además
de sentirse parte de lo que está sucediendo en el seno familiar y en la vida de
Cleo. Cabe destacar, que se hizo uso de una pantalla azul o croma para dar vida a
cómo eran las estructuras, edificios y locaciones de Ciudad de México para darle
el toque de antigüedad, dado el hecho de que en el momento de grabación, las
zonas fueron reconstruidas y modernizadas.
A nivel de producción, así como con la fotografía, es una de las partes esenciales
a la hora de crear el largometraje y van completamente de la mano, ya que
también, cada detalle fue cuidado de forma minuciosa, todos los sets en los que
se grabó fueron expresamente recreados a modo de poder construir exactamente
los sitios en los que se desarrolló Cuarón y los que vivió su ama de llaves de aquél
entonces, Liboria Rodríguez; pero sobre todo, se hace un énfasis especial en la
casa donde creció el director, al punto de recrear hasta el mosaico de la cerámica
de la entrada de su casa, y el lugar donde vivía Cleo, que fue en un lugar distinto a
la casa utilizada para filmar a la familia en su lugar más íntimo, pero corregido con
pantalla azul para dar la sensación de que los hechos se daban en un mismo sitio.
Fue tal la dedicación a la producción del arte, de la mano de Eugenio Caballero,
que incluso decidió que los actores sólo supieran las escenas que iban a grabar
en el momento, de modo que el performance fuese lo más auténtico posible.
Para concluir, Roma es una obra de arte, en todo sentido. No se puede negar que
es la pieza más representativa del estilo en el que se desenvuelve Cuarón en el
contexto cinematográfico, así como también su obra maestra. Tampoco hay duda
alguna de que puso las manos al fuego para realizar todo de forma sumamente
específica, y planeó este audiovisual desde hace mucho tiempo atrás. La
dedicación que denota es solo el reflejo de uno de los directores mexicanos con
mayor trayectoria, y definitivamente tiene merecidos los premios recibidos debido
a Roma, sin mencionar las actuaciones magistrales de todos los que ayudaron a
que el público se viera totalmente inmerso en cada escenario de este drama
magistral.