Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
124. FUENTES
125. ANALOGÍA DEL PLAN DEL CÓDIGO CIVIL CHILENO CON EL DEL CÓDIGO CIVIL
FRANCÉS
127. CUALIDADES
“Nuestro Código Civil no es una copia servil de los códigos españoles que
rigieron en Chile, ni una traducción del Código Francés y demás Códigos
modernos. Muchas de sus disposiciones han sido tomadas a la letra, ya de una,
ya de otra legislación; pero en su conjunto tiene el Código un carácter marcado
de originalidad a que debe en gran parte su mérito”.1
Se sirvió el legislador patrio de los códigos modernos de su época, pero “sin
perder de vista las circunstancias peculiares de nuestro país”.
1L. CLARO SOLAR, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, tomo I, Santiago, 1898, Nº 34, p. 21.
Del tomo I de esta obra hay otra edición remozada en algunos puntos; fue publicada en 1942. En 1979 se hizo una reimpresión.
El método del Código Civil Chileno es excelente; todas las materias se hallan
muy bien ordenadas.
“A semejanza del Código Francés, y de acuerdo con los principios de nuestra
Constitución Política, ha consagrado la más absoluta igualdad de todos los
chilenos ante la ley; ha reconocido la inviolabilidad y facilitado la libre circulación
de la propiedad; ha garantido la libertad de las transacciones y contribuido de
este modo a la riqueza pública”2, conforme a la economía de la época.
Nuestro Código fue el primero que estableció el principio de igualdad entre
nacionales y extranjeros, respecto a la adquisición y goce de los derechos civiles.
También fue el primero en legislar de una manera completa y precisa sobre
las personas jurídicas.
En materia de Derecho Internacional Privado, consignó principios que sólo
mucho tiempo después incorporaron leyes de otros países.
En lo relativo a la propiedad, realiza el Código adelantos muy importantes:
da un fundamento sólido a la propiedad inmueble al establecer la institución del
Registro Conservatorio de Bienes Raíces, registro solemne en el cual deben
inscribirse todas las propiedades y anotarse las transferencias y gravámenes;
en una palabra: ahí se lleva la historia completa de los bienes inmuebles; abolió
los mayorazgos; simplificó el régimen hipotecario, etc.
En cuanto a la sucesión, el Código Civil es liberal y equitativo; restringe la
libertad de testar sólo cuando hay ciertos parientes llamados legitimarios.
No llegó el Código a consagrar la secularización del Derecho (cosa que
hicieron leyes posteriores), pues dejó entregada la constitución de la familia y la
comprobación del estado civil a las leyes canónicas; fue ésta una transacción en
homenaje a las ideas dominantes.3
En cuanto al lenguaje, nuestro Código Civil se destaca por la elegancia y
sobriedad del estilo, la pureza de las expresiones y la claridad y precisión de sus
normas.
El Código Civil Chileno, en su conjunto, es superior al de Napoleón, porque
todos los vacíos que éste tenía, y que pusieron de relieve la jurisprudencia y los
autores franceses, fueron considerados por Bello al forjar su obra.
128. DEFECTOS
129. ELOGIOS
130. INFLUENCIA
4 J. A. BRUSSEL y G. L. GANTZLAAR, Diccionario de Psiquiatría, traducción del inglés, México, 1972, p. 88.
5 ARMINJON, NOLDE et WOLFF, Traité de Droit Comparé, tomo I, París, 1950, p. 163.
6 Idem, p. 165.
El influjo de nuestro Código Civil se palpa en la casi totalidad de las
legislaciones sudamericanas y en algunas de Centroamérica.
El Ecuador adoptó íntegro el Código Chileno, con algunas pequeñas
modificaciones que se encuentran prolijamente anotadas en el discurso de
incorporación de don José Bernardo Lira a la Facultad de Leyes y Ciencias
Políticas, titulado “Necesidades de la revisión del Código Civil”.
El Código Civil Uruguayo, promulgado el 23 de enero de 1868, fue redactado
por el doctor Narvajas, que siguió al nuestro en parte considerable.
El informe de la Comisión Revisora que lo aprobó, señala entre los
antecedentes de este cuerpo legal, en primer lugar, “los códigos de Europa, los
de América y, con especialidad, el justamente elogiado de Chile”.
En el informe de la Comisión Revisora del Proyecto de Código Civil de la
República de Nicaragua, se deja testimonio de haberse seguido el método y plan
de Código Civil Chileno, “que es en realidad el más completo, como que en su
formación se consultaron varios códigos de Europa y América”.
El ilustre jurisconsulto argentino don Dalmacio Vélez Sarsfield, al remitir al
Ministerio de Justicia de su país el libro primero del Proyecto de Código Civil, el
21 de junio de 1865, manifiesta que para ese trabajo se ha servido,
principalmente, entre otros, “del Código de Chile, que tanto aventaja a los
Códigos europeos”.
131. REFERENCIA
2.- Como fue evaluado nuestro Código civil por la doctrina europea de los años
50.
5.- Cuales son las fuentes que tuvo a la vista Andrés Bello al redactar nuestro
Código civil.