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Roberto

Brevis
Poseso

Maldita, maldita sombra

que de su plúmbeo peso no puedo escapar,

me presiona, me asfixia

y comprime mis sueños de ira irreductible.

La sombra demoniaca lo cubre todo;

todo ciega y enfría.

En un pluvioso malestar me ahogo.

Dejadme, dejadme salir, dejadme morir siquiera.

Pesadilla constante y despierta,

tormento de poeta herido… grito de agonía.

El enfermizo canto de un alma lacerada sin piedad

llena cada rincón de remordimiento

y bajo los escombros de este corazón

ya sin sueños, solo habita la maldad.

Envidia

¡Ah, como envido a los tontos!

Como van por allí sin darse cuenta,

ilusionados dentro de la farsa,

Como quisiera perder la razón yo también,

ser parte de la función, creerme el personaje.

Como quisiera olvidar y estar vacio, dispuesto a lo que sea.

¡Ah! Como envidio a los perros que aman sin tener miedo,
A los niños que viven sin preocuparse

y a los que no tienen nada que perder.

Pues la conciencia contamina

y en los sueños van también las pesadillas…

Los miedos, la frustración, desilusiones, preocupaciones.

¡Ah, como envidio a los tontos!

Que libre de pecado no sienten ni la envidia.

El hijo de Nix

Una noche conocí un tipo en un bar,

que de tanto haber amado, se le daba muy bien odiar.

Lanzando palabras llenas de furia,

vi bailar tras de él al demonio de la burla.

Con un corazón seco en una mano y en la otra una copa

Estaba saltando, riendo y gritando

al son del alcohol como un enajenado.

Fueron pasando las horas…,

y el Momo lo arrojo lejos, como un niño aburrido.

Pobre hombre, frente a mí con el vaso en la mano, se quedo dormido

el hocico en un charco de saliva, los ojos tornados a blanco.

¿Podría alguien ver algún valor en esta horrible criatura?

¿Podría alguien reparar ese corazón vacio y devastado?

Pensé en lo frágil e inocente que lucimos al dormir,

libres de nosotros mismos

y en lo fácil que es para un corazón noble caer en los abismos

como aquella bestia herida que yace a mi costado.


Como si nada

Dijiste te quiero sin pensarlo siquiera,

sin creer que fuese gran cosa,

palabras sin peso para un perro callejero que te hace compañía.

Dijiste te quiero sin siquiera darte cuenta del mechero que encendías.

Dijiste te quiero y no te diste cuentas que un esclavo me volvías…,

del roce de tus palabras,

de la briza de tu mirada,

del sonido de tu voz

Me dijiste te quiero y te fuiste a buscar a quien amas.

Confesión del trasgo

He vivido hasta hoy, a la sombra de mis pecados,

con la oscuridad como mi aliada,

paseándome desnudo por bosques de sensaciones,

regocijándome en el musgo y el arroyo frio,

donde los etéreos rayos de luna

dan a las ramas formas macabras y exóticas.

He vivido y habitado estos parajes como un animal extraño y solo,

sin esperar nada, huyendo del sol en medio del follaje.

Sin embargo, mas de una vez, algún hada matutina

¡curiosas criaturas! Ha reparado en mi tenue existencia

compartiendo el alba o el ocaso, hemos huido del gentío.


Alimañas de este paramo frio y efímero

Donde mi piel no soporta el sol ígneo, ni sus alas el roció.

A la deriva

Oh! Entidad voluble y despiadada

que de mi alma has hecho tu juguete,

quémame con tu pasión o destrúyeme con tu desprecio,

aprieta en mí herida abierta el torniquete.

Sulfátame, sublímame, has conmigo lo que plazcas,

déjame caer a lo más hondo de la desesperación

y levántame de un te quiero.

Eres tormenta desatada y yo una hoja arrojada al viento.

Ya no quiero la quietud del pensamiento, aburrido como una roca.

Elévame hasta la cuna de las nubes y dame el vértigo.

Desátate, desquítate, abrázame, arrójame, arrásame…

Dame vida y dame muerte.

Oh! portentosa divinidad dueña de mis sueños más extraños,

me has sacado del letargo de mi oscura inmovilidad…

Déjame recuperar la pasión que perdí con los años.

Descendiente de Lupus

Ancestral manifestación del amor incondicional

¿acaso no hemos aprendido nada de ti?


Que en nuestro egoísta afán de creernos superiores

te hemos trasformado a nuestro antojo.

Has absorbido terribles personalidades,

te volvimos dócil y cobarde, antojadizo y vulnerable.

En ocasiones he notado la confusión al ver tus ojos

¿Cómo puedes seguir amándonos?

¿Cómo puedes ser feliz con tan poco?

¡cómo puedes seguir de nuestra parte!

Noble animal, nos enseñas tanto solo moviendo la cola,

Una bofetada de humildad que bien nos hace falta…

¿Cómo puede caber tanto amor en una criatura?

…, pequeño, gran prototipo de dios…,

¡mierda, quiero abrazar uno ahora mismo!

Apetito

Hambre voraz, deseo contenido que inunda mi mente.

Las febriles maquinaciones elubrican mis sentidos,

tensándolos, erizando los vellos, estremeciendo la piel,

hirviendo por dentro sin poderse desatar.

En silencio te miro desde lejos, ardiendo en apetito,

salivando en mi rincón,

con mi imaginación desnudándote, recorriéndote y maravillándome.

Como tiemblan mis manos por recorrer tu suave piel,

como vibra mi piel esperando tú contacto…

La ferviente lujuria de mi se ha apoderado y


sin poder controlarlo va llenando mis venas de pasión

como un instinto oscuro, salvaje y desbordado

que me carcome como una maldición.

Proyección

Me subestimaste, creíste que dominabas

los hilos que me hacían bailar.

Pensabas que paseabas por rincones de mis sueños

y solo fuiste una diversión más,

la exaltación de mi imaginación,

una proyección de mis deseos; nada más.

Eres solo una cascara que llené con fantasías,

una caricatura; un libro para colorear.

No eres más que un fantasma, una ilusión que surgió de mí costado…

Belleza surgida de un influjo que insufló mi vanidad,

beldad carente de alma, ósculo perdido en la soledad.

Oh! Criatura opaca, sin calor, sin vida.

Errante cuerpo sin fuego que,

como la luna, enamoras a los poetas

¿creíste que en tu engaño había caído?

Infame, pérfida, súcubo desvalido

de un humano no eres más que la silueta


Medianoche

Otra noche de esas,

con la mente en blanco, lleno del brillo crepuscular,

los pensamientos como astros escondidos por la niebla,

se oyen lejanos, como el ulular de las palomas por las mañanas…

Pocas cosas por decir mientras en mi pecho todos los sentimientos se inflaman,

otra de esas noches donde las palabras faltan…

Otra de esas noches donde las personas sobran.

Miro a mi ventana, acostumbrándome de a poco al encierro;

un pálido Júpiter se asoma entre la bruma…,

mientras Saturno, casi invisible viene a darle caza.

El invierno no es tan duro como dicen, ni mucho menos para siempre…

En esta soledad endulzada por la nostalgia,

como una fina llovizna del alma

Surge la imagen de una muchacha,

el calor de ósculo que nunca llegó

en un sueño perdido por el tiempo,

y en mi mejilla una lagrima que cae

al fondo de un oscuro pozo, diciendo adiós.

3 am

Sigo sin dormir, enredado en estas sabanas,

cansado de no estar cansado,

molesto de seguir molesto.


Ay, como pesan las noches de insomnio

y como pesan los recuerdos…

Me torturan y me humillan,

exprimiendo mi cerebro hasta el hastío,

meseta de bestias invisibles y cadáveres poblado,

así como de tantas otras alimañas.

Densa oscuridad en este ataúd de silencio,

ferviente lucidez que incomoda y me condena a la locura.

Odio esta terrible ansiedad de la falta de olvido;

el egoísmo de las antiguas deidades y su nepente;

el rechazo de Hipnos, la indiferencia de Morfeo,

y la maldita condena de esta realidad que me aplasta y me perturba,

haciendo de estas inútiles cavilaciones su trofeo.

Callejones

No soporto más la casa, ni mi cuarto y sus ventanas…,

no soporto los sillones, ni a la mesa (ninguna de mis posesiones)

ni el jarrón inmóvil, ni el aterrador tic tac del reloj,

ni las sombras en las persianas…

Quiero huir a los callejones de los andrajosos, recibir gajos de luz,

caminar entre putas y delincuentes, beber vino de una caja.

Empaparme de la grotesca monstruosidad humana…,

Quisiera huir de las sirenas; ser un clandestino, un marginado,

un ánima de la madrugada entre callejones de zombis atestados.

Quiero apartarme de ese mundo convencional


de las riquezas y de los lujos;

de celulares con instagram y televisores con Netflix,

de carteras con billetes y tarjetas de plástico.

Hoy, y quizás solo por hoy, quiero volver a dormir en una banca,

fumar con vagabundos, mientras oscuros tratos ocurren a mí alrededor,

ensuciarme con barro, ser abrigado por los perros…

seguramente les parecerá estúpido este deseo,

pero se me hace más humano, ser humano por defecto.

Tristeza

Una dulce melodía en ‘mi menor’ martillea en mi corazón,

me ralentiza el cerebro y nubla mis ojos.

Sin razón aparente me engulle la tristeza

temblando como llama de una vela, agita mi pecho.

¿De dónde viene ese dolor tan fuerte?

¿Quién abrió la llave de mis ojos?

Voy quedando ciego poco a poco,

inundado de este tibio líquido,

y el sollozo marca su compás constante e inquietante.

Algo en mi parece haberse roto,

el mundo se vuelve un manchón

¡yo! Que me creía inquebrantable,

soy solo una bosta en un rincón…

Imbuido de una pena espontanea, muda y lacerante.


En un rincón vacio

Me he bebido la vida,

me he fumado la suerte.

Con la botella vacía

miro en el fondo mi destino…

Huele a fracaso

y en mi garganta, con asco,

el sabor de la muerte.

Mí sonrisa partida

en una mueca inquietante

como un títere caído;

un fantoche olvidado…,

otra triste caricatura del dios,

otra calavera parlante.

Cansado, mustio, aplastado por el tiempo,

arrojando palabras, como piedras en un rio,

solo soy un mueble más en la habitación,

un punto seguido en el renglón…

diminuto y fugaz…,

simplemente insignificante.
Calles secadas

Las calles vacías, repletas de rayados,

las luces de los semáforos rebotan sobre ellas,

tétricas formas en esta soledad apocalíptica

lejanos y escasos son los pasos,

extraños y ajenos parecen los seres,

la noche parece haber muerto.

El motor de un solo carro retumba por toda la ciudad

…, estatuas mutiladas y edificios con hollín,

caos silencioso, locales con armadura de latón.

¿Dónde está el brillo del neón?

Todo el mundo grita dentro de sus aparatos,

mientras paseo por las calles llenas de silencio,

me acompañan las nostalgias como perros,

se me retuercen las tripas y se me pausa el corazón

siendo el celador de este enorme mausoleo.

Ausencia

Sigo intentando vaciar mi corazón

de tus recuerdos y su calor,

y como quien apoya un cuchillo en sus muñecas…

me sigue faltando el valor.

Me he alejado de todo…

Intento cambiar, dejar el humo,


dejar de soñar tus caricias.

Voy perdiendo los sentidos

y latiendo a medio ritmo

respiro casi sin pulmón.

Tres cuartos de cerveza saben a cenizas

Mi mirada pegada en un rincón,

mientras mi cuarto pregunta donde fuiste,

vuelvo a revolcarme en esa ausencia

que brota de la cama

soy un recipiente donde cupo alguna vez tu luz

y ahora, para llenar, solo hay lágrimas en la almohada.

Detrás de los barrotes

A veces me asomo y por las noches veo…

sombras y luces de farol, caminos húmedos

bolsas de basura mordisqueadas por los perros,

ventanas con luces encendidas

como frutas brillantes en los bosques de edificios.

Y durante el día…, parques vacios, columpios entristecidos

absurdas filas de matadero y gente ansiosa por entrar en ellos.

Estúpidos agentes del orden provocando caos, armados sin motivos,

gente cargando paquetes, o tal vez paquetes cargando personas,

ojos tristes y cansados detrás de las mascaras,

calles congeladas en un eterno domingo.

(Todo lo malo tiene lo bueno y lo bueno no está exento de maldad.)


En el barullo del materialismo ya nadie parece tener miedo,

así lo demuestran los centros de consumo,

aires llenos de ansiedad en las jaulas de rutina,

donde la única salida es gastar,

gastar y gastar, aunque sea de uno en uno.

Ahora vemos que hay tanto allá afuera por gozar,

Cosas que no vimos, nimias acciones que nos parecían de más;

el contacto con la tribu, regodearse en la natura…

Quedan tantos kilómetros que caminar…,

kilómetros que caminar y lecciones que aprender…,

lecciones que aprender y un mundo por cuidar.

Pensamiento etéreo hetero

¡Estúpido hetero!

(Para los tontos, enemigo en la absurda lucha de géneros…)

No te cansas de abusar de tu poder,

no necesitas defenderte, el mundo está de tu parte.

Me atacaron una vez con esas palabras.

Hetero etéreo con tu voz en estéreo,

ser tú mismo ofende las naturalezas libres,

pensamientos y costumbres que a otros hacen reos.

Una vez me reclamaron.

Yo solo digo…

HOMOFOBIA

… homofobia, si quieres culpar…


Intolerancia, racismo, discriminación (…contra eso luchamos)

En el mundo donde nuevas palabras llenan las bocas de ignorantes,

saltan reclamos como publicidad,

como un gato pansa arriba

ataques absurdos que quiebran la igualdad,

yo no digo nada de tus tendencia, deja las mías en paz

no tengo que alzar tu bandera, solo respetarla.

La tolerancia no es unidireccional.

¿A dónde vamos, buscando bandos y villanos?

El mal tiene muchas formas y se esconde en cualquier lado

Da igual izquierda o derecha, dentro, fuera, arriba o abajo.

Hetero, gay…, o del sexo desinteresado;

activista, otaku, rapero,

comunista, anarquista, mormón, atleta, blasfemo…

son solo categorías absurdas que no separan de lo que todos somos,

simples humanos.

Insomnio digestivo

Para algunos, escribir es un poco sangrar,

Para mí es como echar una cagada;

en ocasiones una idea solida y contundente,

otras tantas, varias y desparramadas.

Chile; país de huemules, copihues y poetas,

personalmente nunca he visto ninguno,

lo que si he visto son pacos y milicos con metralletas,


botándole a los viejos los aliños…,

a delincuentes de corbata, ladrones con postgrado.

(…)

Sigo sentado; entumido, con sueño, con frio…,

a las cinco de la mañana mirando el papelero,

preguntándome si nos robaran las aguas de los ríos,

o si esta tarde,

veremos nuevos asesinos en los noticieros.

La ronda de los planetas

Silencio en el ambiente de otra noche sepulcral,

aburrido del mundo, veo el sigiloso andar de los planetas

paseando sus lunas inhóspitas por sus monótonas elipses.

La luna me mira como un cadáver,

envuelta en su mortaja de nube semitransparente

mientras la luz del poste de la esquina parpadea irregular,

hasta los grillos están durmiendo…,

lejos, muy lejos oigo un perro,

no sé si es real o ya me afecta el sueño,

el mar esta sereno; Serena esta serena,

mis ojos se van cayendo, mi cuerpo enfriando,

el viento me susurra que me vaya a la cama

mientras yo, todo terco acá en el patio,

desolado como un anacoreta,

ataviado de inmovilidad, veo en el cielo


la eterna ronda de los planetas.

Anti química

Malditos orfebres del mundo microscópico.

Vuelve a drogarte Demócrito,

vuelve a tus libros Roberto Boyle…,

vuelve a tus tubos jota jota Thomson,

y a tu mundo sin color Juan Dalton.

Mis moléculas se cansaron de ser estudiadas,

solo querían ser invisibles

¡ay de mis pobres electrones!

Schrodinger les cago la onda

¡un colapso total!

Rutherfort les disparó; acribillo el noble oro

¡ay de mis pobres atomitos!

Los hicieron bailar, saltar de sus cuánticas jaulas,

los congelaron, los hirvieron, les hundieron sus tenazas.

Los rompieron y los hicieron sangrar, reventando Nagasaki,

los esclavizaron los Soviéticos y aun lloran bajo Chernobyl,

los obligaron a pasar por dos rendijas, se revelaron;

los fotografiaron, se contuvieron…, seguramente se intimidaron.

Los mezclan, los dañan. Los “descuarktisaron,” los giran, los tuercen

…, los hicieron trencitas (que locura) y ahora flotan en el océano por mil años.
Planetary Metal

Oro para el sol, plata para la luna,

tercero en el podio con medalla de cobre va la diosa del amor,

relegado y duro como el hierro, Marte se quedó,

liquido Mercurio, por volar cerca al sol…,

el pesado Saturno quedo hecho un plomo

y al gigante gaseoso, goloso de dioses, de estaño se cubrió.

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